Mi lista de blogs

Thief: Capítulo 16

Capítulo 16

Presente

 

Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa de pasar entre nosotros, tampoco sabía qué decir. Una cosa sí sé, Changmin lo quiere de vuelta. Casi puedo reír.   

Únete al club, hijo de perra.

Se había ido por tres meses y finalmente consigue retirarse.

Está lloviznando afuera cuando aparcamos en el garaje. Él abre la puerta y sale sin una mirada hacia atrás. Lo miro caminar hacia su auto, sus hombros ya no tan rígidos como normalmente están. Repentinamente abro la puerta de golpe y corro alrededor del auto, apresurándome a alcanzarlo. Lo agarro por los brazos mientras alcanza la puerta y lo giro hasta que está mirándome a la cara. Entonces lo presiono contra el lado de su auto con mi cuerpo. Está momentáneamente aturdido, sus manos empujando contra mi pecho, como si no estuviera seguro de lo que estoy haciendo. Pongo mi mano en la parte de atrás de su cabeza y lo empujó hacia mí, lo beso. Lo beso profundamente, de la forma que lo besaría si estuviéramos teniendo sexo. Nuestra respiración suena más ruidosa que el tráfico detrás de nosotros, más ruidosa que los truenos en el cielo.

Cuando me alejo de su boca, está jadeando. Mis manos están plantadas a cada lado de su cabeza. Hablo suavemente, mirando su boca mientras lo hago.

—¿Recuerdas el huerto de naranjos, Jaejoong?

Él asiente, lentamente. Sus ojos muy abiertos.

—Bien —digo, pasando mi pulgar sobre su labio inferior—. Bien. También yo. Algunas veces me siento tan entumecido que tengo que recordarlo para poder sentir otra vez.

Me alejo de él y entro en mi auto. Mientras me alejo, miro en mi espejo retrovisor para atrapar un vistazo de él. Aún está parado donde lo dejé, una mano presionada contra su pecho.

Mi competencia es buena. Indudablemente él nunca le ha mentido, roto su corazón o se ha casado con otro hombre para herirlo. Pero él es mío, y no voy a renunciar a él sin pelear esta vez.

* * *

Espero algunos días y entonces le envió un mensaje de texto mientras estoy en el trabajo.

¿Qué quiere?

Cierro la puerta de mi oficina, abriendo el botón superior de mi camisa de vestir y subiendo mis piernas sobre mi escritorio.

J: Quiere hacer que las cosas funcionen.

Sabía que esto vendría, pero aún hacía doler mi pecho. Joder.

¿Qué le dijiste?

J: Que necesitaba tiempo para pensar. Lo mismo que te digo a ti.

No.

J: ¿No?

No

Paso mi mano sobre mi rostro, y entonces escribo:

Has tenido diez años para pensar.

J: No es así de fácil. Es mi esposo.

¡El pidió el divorcio! No quiere tener niños contigo.

J: Dice que ha estado pensando en adoptar.

Presiono la piel del puente de mi nariz y rechino los dientes.

Lo que hacía estaba mal. Debería dejarlos estar juntos, arreglar las cosas, pero no puedo.

J: Por favor, Yunho, dame tiempo. No soy la persona que solías conocer. Necesito hacer lo correcto.

Entonces quédate con él. Es lo correcto de hacer. Pero, yo soy lo correcto para ti.

Él no respondió después de eso.

Me siento en mi escritorio por un largo tiempo, pensando. Soy incapaz de hacer nada del trabajo. Cuando mi padrastro entra una hora más tarde, levanta las cejas.

—Solo hay dos cosas que pueden poner esa expresión en tu rostro.

Se sienta frente a mí y une sus manos en su regazo.

—¿Y cuáles son? —Amo a mi padrastro. Es el hombre más perceptivo que conozco.

—Luhan… y Jaejoong.

Hago una mueca ante el primer nombre, frunzo el ceño con el segundo.

—Ah —dice, sonriendo—. ¿Veo que la pequeña arpía de cabello negro como ala de cuervo ha regresado?

Paso la uña de mi pulgar sobre mi labio inferior, una y otra vez.

—Sabes, Yunho… Estoy muy consciente de lo que tu madre piensa de él. Pero, ya no puedo estar de acuerdo con ella.

Levanto la mirada hacia él, la sorpresa evidente en mi rostro. Raras veces discrepa con mi madre, pero cuando lo hace, es usualmente porque está en lo correcto. Además, nunca comparte sus pensamientos personales a menos que le pregunten. El hecho de que esté haciendo esto ahora, me hace sentar derecho en mi silla.

—Sabía que él te tenía la primera vez que lo trajiste aquí. Yo he tenido un amor así.

Mis ojos se dispararon a su rostro. Él nunca hablaba sobre su vida antes de mi madre. Habían estado casados por quince años. Había estado casado una vez antes, pero…

—Tu madre —dice, sonriendo—. Es terrible, en serio. Pero nunca he visto a alguien tan implacable. Pero es buena también. Los dos lados se balancean entre sí. Creo que la primera vez que conoció a Jaejoong, reconoció su alma y quería protegerte.

Mi mente destelló a la primera cena. Traje a Jaejoong a casa para conocerlos, y mi madre lo había, por supuesto, hecho sentir lo más incómodo posible. Terminé arrastrando a Jaejoong fuera de allí en medio de la cena, tan enojado con mi madre que nunca quería hablarle otra vez.

—A la mayoría de hombres les gusta el peligro. No hay nada más dulce que alguien peligroso —dijo—. Nos hace sentir un poco más hombres, el ser capaces de llamarlos nuestros.

Está en lo cierto… posiblemente. Perdí interés en las mujeres y hombres saludables poco después de conocer a Jaejoong. Es una maldición. Después de probarlo, raramente he encontrado a alguien que realmente me parezca interesante. Me gusta su oscuridad, su sarcasmo siempre presente, la forma que me hace trabajar por cada sonrisa, incluso un beso. Me gusta cuán fuerte es, cuan duro lucha por las cosas. Amo cuán débil lo hago. Quizás sea su única debilidad. Me había ganado ese lugar y deseaba mucho mantenerlo. Jaejoong es el tipo de hombre sobre el cual los hombres escriben canciones.

Hay cerca de cincuenta de esas en mi iPod que me hacen pensar en él.

—¿Está disponible?

Suspiro y froto mi frente.

—Está separado. Pero el apareció otra vez hace unos días.

—Ah.

Se acaricia la barba, sus ojos sonriéndome.

Es el único en mi familia que sabe lo que hice. Me fui de borrachera después de que Jaejoong se fue y terminé golpeando a un policía fuera del bar. Le llamé para que viniera a sacarme. No le dijo a mi madre, incluso cuando le confesé todo acerca de la amnesia. Nunca me había juzgado. Solo afirmaba que la gente hacía cosas locas cuando se trataba de amor.

—¿Qué debería hacer?

—No puedo decirte qué hacer, hijo. Él saca lo peor y lo mejor de ti.

Es verdad y es difícil de oír.

—¿Le has dicho cómo te sientes?

Asiento.

—Entonces todo lo que puedes hacer es esperar.

—¿Qué pasa si él no me elige?

Sonríe y se inclina hacia delante en su asiento.

—Bien, siempre estará Luhan…

Mi risa empieza en mi pecho y encuentra su camino a la salida.

—La peor broma del mundo… la peor broma del mundo.

Y así, tan pronto como empezó otra vez, está otra vez con Changmin. Lo sé porque no me ha llamado. No me ha escrito. Siguió adelante con su vida, dejándome en la balanza.

***

 

Pasado

Mi ira quemaba. Quería matarlo, lentamente, con las manos.

Jim... él casi había, no quiero pensar en lo que había casi hecho. ¿Y que si yo no hubiera estado en los alrededores? ¿A quién hubiera llamado él? Tres años había vivido sin mí, tenía que recordarme eso a mí mismo. Tres años de secarse sus lágrimas y rechazando a pendejos con sus palabras hirientes. No se había ido abajo sin mí. Se había convertido en más fuerte. No sé si me sentía aliviado o adolorido al respecto. Había tenido demasiado orgullo para admitir mi culpa en nuestra desaparición. Por no decir más, por no luchar más duro por él, yo le permití creer que era su culpa. Y no lo fue. Su única falta había sido su quebrantamiento. Sin saber cómo expresar lo que él estaba sintiendo. Jaejoong era su propio peor enemigo. Decidía algo sobre sí mismo y entonces saboteaba su propia felicidad. Él necesitaba el tipo de amor que se quedaba sin importar qué. Necesitaba ver que nada podría devaluarlo a mis ojos. Joder, me odiaba a mí mismo. Pero, yo había sido un niño. Que me habían dado algo valioso y que no había sabido cuidar de el. Todavía no estaba seguro si sabía cómo. Pero, una cosa era segura, si alguien lo tocaba, entonces lo mataría. Iba a matarlo. Recuperaría el tiempo perdido cuando no estuve allí para protegerlo.

Caminé con calma a mi auto porque él estaba mirando. Tan pronto como lo sacara de su vida, lo acribillaría. Había dormido en mi pecho, aferrándose a mí como un niño. Me había quedado despierto toda la noche, desgarrándome entre el deseo de consolarlo y con ganas de destriparlo vivo. Lo llevé a la cama, al momento en que el sol estaba saliendo, y volví a la sala para llamar a algunos hoteles. Cuando se despertó, le dije que él no se había registrado la noche anterior y se había ido de la ciudad. Pero, ese no era el caso. El borracho idiota había vuelto a su habitación de hotel y probablemente estaba durmiendo la resaca.

Lo encontré en el Motel 6. Él todavía estaba conduciendo el mismo Mustang 1967 que tenía en la universidad. Yo lo recordaba de aquel entonces. Chico flaco. Uno de esos hombres emocionalmente andróginos que llevaban vaqueros ajustados y delineador de ojos y les gustaba hablar de sus bandas favoritas. Nunca entendí lo que Jaejoong vio en él. Él podría haber tenido a cualquiera. Su Mustang estaba aparcado directamente afuera de la habitación número 78. Pude ver mi reflejo en él cuando pasé a su lado. Golpeé la puerta. Sólo me di cuenta más tarde que podría no haber sido su habitación. Oí una voz apagada y el sonido de algo siendo golpeado. Jim abrió la puerta, mirándose enfurecido. Él apestaba a alcohol. Podía olerlo desde dos metros de distancia. Cuando vio mi cara, su expresión pasó de sorpresa a la curiosidad... luego aterrizó en el miedo.

— ¿Qué de…?

Lo empujé dentro y pateé para cerrar la puerta. La habitación apestaba. Quité el reloj de mi muñeca, lo tiré en la cama. Entonces le pegué.

Cayó hacia atrás, estrellándose en la cómoda y derribando una lámpara. Yo estaba en él antes de que pudiera ponerse de pie. Le di un tirón a sus pies al tomarlo por su camisa, sus piernas se agitaban debajo de él tratando de encontrar el piso.

Lo puse de pie, y luego lo golpeé de nuevo.

—Yunho —dijo. Mantuvo una mano sobre su nariz, que sangraba a través de sus dedos, y la otra la extendió hacia mí, extendiendo su palma. — Estaba borracho, hombre, Lo siento.

— ¿Lo sientes? Me importa un carajo si lo sientes.

Él negó con la cabeza.

—Mierda —dijo él—. Mierda. — Se inclinó por la cintura, las manos sobre las rodillas y se echó a reír.

Apreté los dientes hasta que estuve seguro de que se convertirían en polvo.

—Le mentiste acerca de la amnesia. —Él se reía tan fuerte que apenas podía hablar.  Lo empujé. Se tambaleó hacia atrás, pero seguía riendo—. Eres tan malo como yo, hombre. Ustedes dos fingiendo no conocerse entre sí, es como una jodida…

Agarré la parte delantera de la camisa y lo arrojé hacia un lado. Aterrizó en la cama; riendo tan fuerte que estaba sosteniendo su estómago. Enfurecido, fui tras él.

Antes de que pudiera decir nada más, lo agarré y lo sostuve contra la pared.

—Tú no sabes nada de nosotros.

—¿No lo hago? —dijo entre dientes. — ¿Quién crees que estaba allí para él después de que lo engañaste y te fuiste?

—No lo hice —le dije a través de mis dientes, y luego apreté la mandíbula. No tenía que explicarle nada a este pedazo de mierda.

—Hablas con él otra vez, te mato. Lo miras otra vez, te mato. Respiras en su dirección…

—Me matas —concluyó.

Él me empujó, pero el tipo era como una moneda de cincuenta centavos empapada. No me moví.

—Tú las has estado matando desde el día en que lo conociste —me escupió. Eso me golpeó duro. Pensé en el día que lo vi en la tienda de discos y como parecía que la luz había dejado sus ojos.

—¿Por qué volviste? Deberías haberlo dejado solo.

La sangre se untó en su rostro y sobresalía de su pelo grasiento. Bajé la vista hacia él, impasible.

—¿Crees que podrías haber tenido algo con él si yo no lo tuviera?

Mis palabras lo golpearon en algún lugar profundo. Sus ojos se movieron a un lado y sus fosas nasales se dilataron. Por lo tanto, ¿él estaba enamorado de él también? Me eché a reír, lo que envió cólera en él. Luchó en contra mi dominio, su cara sudorosa y roja.

— él es mío —le dije a la cara.

—Vete a la mierda —dijo.

Le pegué de nuevo.


2 comentarios:

  1. Esta historia me tiene muy intrigada, cuánto más van a sufrir esos dos? Su amor es tan grande que hacen pura tontería, de verdad quiero ya felicidad para esos dos,. Gracias por continuar

    ResponderEliminar
  2. Que enredo espero y jj elija bn y con eso me refiero a (yh) apesar de todo yh es el mejor para jj como dice el no es correcto para la gente pero es correcto para jj
    Me emocione con los dos caps nuevos
    Espero la conti de esta historia
    Besos

    ResponderEliminar

Thief: Capítulo 16

Capítulo 16 Presente   Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa ...