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Nada mas que una noche: Capitulo 30... Final

Capítulo 30


YUNHO dejó a Jaejoong sobre la cama. Aunque quería llamar al médico por teléfono para que revisara su pie herido, no pudo apartarse de su lado. Jaejoong temblaba de emoción cada vez que Yunho lo miraba, porque lo observaba con tanta intensidad que lo hacía sentirse grande y pequeño a la vez, le hacía temblar el alma.
—Perdón —se disculpó tocando el bello traje claro de Yunho —. Lo ensucié.
Yunho echó una mirada fugaz al traje sucio y húmedo, y luego volvió a Jaejoong sonriente.
—No tiene importancia — aseguró—. Con una esposo diseñador poco me importa perder un traje — Jaejoong sonrió. Yunho, en cambio, se puso muy serio—. Sé que la primera vez que te dije que te invitaría a nuestra boda no me creíste. Espero lo hagas ahora. No quise ser prescriptivo y sé que no te gusta hacer las cosas a las corridas, pero ya sabes… no puedo con mi genio. Quizás no pueda cambiar eso y espero me perdones si no puedo.
Jaejoong se dio cuenta de que Yunho estaba a punto de decir algo importante.
—Yo no quiero que cambies —le recordó—. Te amo así como eres.
Yunho sonrió, la intriga mataba a Jaejoong, pero Jaejoong se mantuvo en silencio, con los ojos muy abiertos, tratando de respirar.
—Era una sorpresa, pero la estoy arruinando —se lamentó Yunho cabizbajo—. Pensaba preguntar primero. No ahora, sino en un mes, más o menos, habiendo preparado algo que no te haga dudar de la respuesta.
Jaejoong tragó con fuerza. Se había olvidado el vocabulario.
—Yo nunca podría dudar de esa respuesta —comentó como al pasar.
— ¡Agh! — rugió Yunho —. ¿Pero por qué soy tan estúpido?
—No eres estúpido —repuso Jaejoong acariciándole la cara. Yunho volvió a mirarlo.
—Había pensado en llevarte a una mañana de campo, a un lugar donde estuviéramos solos —contó con ensoñación —. Iba a escribir con flores que te amo, e iba a hacer que un avión a chorro imprimiera mi pregunta en el cielo.
Jaejoong tembló. Sí, Yunho hablaba en serio. Era capaz de hacer eso y mucho más. Se humedeció los labios resecos, se estrujó una mano con la otra. Yunho frunció el ceño.
—Todos clichés, ¿no? —interrogó—. Debí haber pensado algo mejor, más original. Algo digno de ti.
—Es perfecto —replicó Jaejoong con voz ahogada—. Así, tal como lo estás haciendo ahora —sonrió emocionado. Yunho le devolvió la sonrisa.
—Ya nos reservé el turno para dentro de seis semanas —anunció él viendo el acolchado blanco bajo sus manos—. Si también quieres que lo hagamos por iglesia, dejo que tomes tú la decisión. A mí me basta con el símbolo.
Jaejoong frunció el ceño y suspiró. El cuerpo se le llenó de cosquillas.
—Yunho… —balbuceó.
—Ah, sí, la pregunta —reaccionó Yunho —. Es que todavía no había pensado algo lindo para hacerla, y si la hago ahora solo voy a decir lo primero que me venga a la mente. ¿No importa?
Jaejoong no había murmurado su nombre para oír la pregunta, ¿qué podía importarle la estúpida pregunta, si él ya se lo estaba diciendo todo con sus palabras?, sino porque se le escapaba por el amor que lo invadía. Igual escuchó en silencio cuando los ojos de Yunho volvieron a abrumarlo.
—Jaejoong… —comenzó él—. Quiero cambiar de departamento —el discurso parecía toda una incoherencia, pero tenía su lógica. Jaejoong la descubrió cuando Yunho siguió hablando—. Pero no quiero hacerlo solo, quiero que lo elijamos y lo decoremos juntos. Quiero que juntos elijamos muchas cosas. Y que cuando compremos otro coche, me ayudes a lavarlo. Así como estás ahora, con una remera blanca puesta, toda mojada, pegada a tu piel mientras yo me muero por mandar el auto a la mierda y hacerte el amor entre el barro. ¡Oh, sí, eso me gustaría! — Jaejoong no pudo evitar reír con los ojos llenos de lágrimas —. Que un perro corra entre tus piernas y tú le salpiques la cara —sonrió él con ensoñación y se estableció sobre Jaejoong. Las piernas de Jaejoong quedaron entre las de Yunho, que estaban abiertas—. Ese día haremos nuestro primer niño. No vuelvas a llorar —pidió al ver que Jaejoong lagrimeaba—. No llores, si no estoy diciendo más que incoherencias.
—No quiero que calcules nada —le dijo Jaejoong —. Sigue. Sigue hablando con lo primero que te salga.
Yunho sonrió. Asintió y siguió diciendo todo lo que se le cruzaba por la mente.
—Quiero darte todo, que nunca te falte nada, mucho menos amor y sueños. Quiero que tengamos hijos que se parezcan a los dos, y que la gente nos pregunte siempre «para cuándo el hermanito» — Jaejoong rió embelesado —. Quiero llegar a viejo y despertar viéndote yacer a mi lado mientras piense: «Jaejoong, mi esposo de nombre extraño… ¡cuánto lo amo!».
Jaejoong entreabrió los labios para poder respirar. ¡Con que Yunho lo había escuchado! Yunho sabía que él lo había visitado en el sanatorio. Eso lo hizo llorar.
—Oh, Yunho… —murmuró.
—Te necesito, Jaejoong. Te amo y no quiero que tus hados te separen de mí nunca, por eso tengo que mantenerte muy cerca —continuó Yunho. Jaejoong rió—. ¿Quieres tener a mis hijos, el diseñador de todos mis trajes, la víctima de mis abrazos, la tumba junto a mi tumba? Jaejoong… ¿quieres ser mi esposo?
— ¡Con todo mi corazón! —respondió Jaejoong sin reparos, sin más que sentimientos que dejó entrever en su mirada y en el abrazo que dio a Yunho ni bien terminó de hablar.
La habitación se iluminó con la luz que solo la sonrisa de Jaejoong y su felicidad podían otorgar, y Yunho resplandeció entre esas emociones.
Después de revisar el pie de Jaejoong, el médico le sugirió que se diera un baño — ¡como si Jaejoong no se hubiera dado cuenta de que necesitaba uno!—, se colocara hielo e hiciera reposo por unas horas para bajar la hinchazón que se había apoderado del tobillo. Le dejó unos analgésicos y se fue.
Yunho no le permitió levantarse de la cama hasta que tuvo la bañera lista y aun así lo llevó en sus brazos hasta el baño.
— ¿Tienes hambre? —le preguntó. Había tantas cuestiones urgentes que atender respecto de Jaejoong que no sabía por cuál comenzar primero.
—Sí —respondió Jaejoong con sinceridad. Yunho ya lo dejaba sobre la tapa del retrete para que se quitara la ropa —. Estos tres días hice todo tan rápido que hasta parecía un clon tuyo —bromeó. Yunho rió.
—Mientras te desvistes y te metes en la bañera, yo voy a pedir algo rico para comer —anunció—. ¿Te parece bien que pida que lo traigan en media hora?
—Sí, está bien.
Aun estando separados, Yunho y Jaejoong tenían los mismos pensamientos. Todo era nuevo y excitante para ellos, pero no dejaba de resultar extraño. Esos eran los primeros pasos que daban en una vida juntos, a partir de entonces descubrirían más aspectos del otro, más secretos. Podrían ser ellos mismos.
Cuando Yunho regresó al baño, lo hizo descalzo y sin camisa. Jaejoong se sintió un poco avergonzado porque estaba desnudo en la bañera y Yunho era tan lindo que se puso colorado. Se sentía como la primera vez que lo había visto. Rió cubriéndose el pecho con un brazo mientras encogía las piernas. A Yunho le pareció un acto tan inocente y Jaejoong tan maravilloso que acabó en el agua antes de lo esperado, sin pantalón y también sin calzoncillos.
Sobre Jaejoong, sonrió, lo besó lentamente en la boca y murmuró:
—Por suerte se me ocurrió decirles que trajeran la comida en una hora.
Jaejoong rió. Recibió las caricias de los labios de Yunho sobre los suyos, lo rodeo con los brazos y después se quedó quieto.
—Prometeme que esto es real —pidió, serio y temeroso —. Prométeme que…
—Que este es un sueño del que nunca vamos a despertar —lo interrumpió Yunho, leyendo sus pensamientos, esclavo de la misma preocupación—. Te lo prometo. Ahora tú prometeme que nunca me faltarás.
Jaejoong se apretó contra Yunho viéndolo a los ojos. Podía sentir su deseo pugnando por unirse a su cuerpo y no se atrevió a retroceder. Lo necesitaba tanto como Yunho a él.
—Te lo prometo —dijo con un nudo en la garganta, el mismo que se desarmó cuando Yunho entró en él, cerró los ojos y dejó caer una lágrima. Jaejoong la secó con el dedo.
Primera embestida dentro de su cuerpo.
—Yo nunca te voy a faltar —le dijo Jaejoong, también con los ojos húmedos—. Porque te amo.
Segunda embestida dentro de su cuerpo.
—Perdóname, Jaejoong. Yo sé que te hice mucho daño.
Tercera embestida dentro de su cuerpo.
—Yo sé que eres una persona compleja, pero tienes que saber que también eres maravilloso — Jaejoong tomó el rostro entre las manos y lo obligó a mirarlo—. ¿Me entendiste? Tienes que valorarte porque eres hermoso, no me alcanzarían los adjetivos para describirte, cualquiera se quedaría corto, y te amo. Con todos esos contrastes, eres la persona más fascinante que jamás haya conocido.
Cuarta…
—Estoy roto, loco, destruido. Pero tú… — Yunho lo miraba como a nadie más en el mundo, y con los ojos todavía húmedos sonrió—. Tú eres mi salvación. Contigo soy feliz y sé que no es algo pasajero. Por fin me siento yo mismo de nuevo y no sé si sea capaz, pero todo lo que quiero es hacerte sentir tan completo como me siento yo estando contigo.
Quinta…
—Si tú me amas, si los dos nos amamos como somos, no hay dificultades que valgan. Yo también soy feliz al lado tuyo. Tú eres mi felicidad.
Sexta.
—Te amo —susurró Yunho.
—Te amo —replicó Jaejoong.
—Jaejoong… Hermoso… —siguió diciendo Yunho. Alzó una mano, le sujetó la cara para mirarlo a los ojos y tembló —. Te voy a hacer el amor.
El anuncio lo hizo estremecer. Sabía la diferencia abismal que existía para Yunho entre tener sexo y hacer el amor, y supo que en ese acto él le entregaría su alma. Y Jaejoong estaba dispuesto a darle también la suya, como siempre había deseado hacer.
Lo primero que hizo Yunho fue salir de su interior y deslizarse hacia el otro lado de la bañera. Al parecer su concepto de hacer el amor iba mucho más allá de una penetración porque estiró una pierna y le impidió a Jaejoong moverse para ir hacia él. Se respaldó en la pared de loza, Jaejoong hizo lo mismo, y pronto comprendió que lo que experimentarían estaba más allá de la razón.
En principio, la mirada. Yunho le enterró sus ojos castaños en los suyos e inspiró profundo. Se parecía a la primera vez que habían tenido sexo, pero ahora lo observaba con mucha más intensidad. Ya no admiraba su cuerpo desnudo, sino su interior, y tan insistente era en lo que hacía que a Jaejoong se le agitó la respiración y le pareció que Yunho se le internaba dentro como él se introducía en él.
Yunho entrecerró los ojos, preso del deseo, pero no dejó de mirarlo. Tragó con fuerza y se tensionó. Los dos iban respirando cada vez con mayor agitación. Sentían el deseo latir en sus entrañas y se preguntaban hasta cuándo podrían aguantar, si convenía ponerle fin.
Yunho no quiso hacerlo. Encogió una pierna y luego volvió a deslizarla por el fondo de la bañera hasta dar con los pliegues de la entrada de Jaejoong, donde un pie comenzó a investigar la zona hasta hacerlo gemir. Jaejoong cerró los ojos y echó la cabeza atrás, pero como Yunho continuaba mirándolo, no quiso romper con ese otro medio de excitación que tanto bien le hacía y se enderezó enseguida.
El dedo gordo se inmiscuyó por su cavidad un momento, luego salió y dibujó círculos alrededor de su entrada. Jaejoong tembló de ansiedad y cerró los ojos un momento, pero los abrió de nuevo para no acabar con el contacto visual. Se humedeció los labios, se mordió el inferior. En el silencio solo se escuchaba el sonido de su respiración y la de su amante, que gozaba con solo verlo a él en estado de éxtasis.
El secreto radicaba no solo en lo físico, sino en el juego mental. La mirada de Yunho era tan intensa, se hacía evidente que él disfrutaba tanto de verlo al borde del abismo, que Jaejoong se lo imaginaba sobre él, dentro de él, besándolo compulsivamente, y eso lo desató. Se olvidó de mirar y echó la cabeza atrás con los ojos cerrados. Apretó los labios, fue preso de las sensaciones, latigazos que le surcaban el cuerpo, y se llevó una mano al pezón. Estimularse y ser estimulado le arrebató un grito de placer que sucumbió ante el poder del orgasmo.
No tuvo tiempo de reaccionar. Aun antes de traer la cabeza hacia adelante Yunho lo cubrió con su cuerpo y le abrió más las piernas. Jaejoong pudo sentir el miembro erguido rozándole la intimidad, pero él no se impulsó dentro de Jaejoong. Sonrió.
—Ahora me vas a hacer el amor —anunció Yunho con voz gutural, esforzándose por no sonar tan agitado como se encontraba.
Estiró un brazo sin dejar de mirarlo y recogió un jabón líquido que descansaba en el borde de la tina. Los ojos de Jaejoong se habían irritado y no se atrevía a decir palabra, salvo a dar suaves quejidos de excitación, marcados por la intriga de qué venía después. Quería tocarlo, era una sensación tan irresistible que lo deleitaba. Pasó los dedos por el hombro de Yunho y luego los llevó hacia atrás, donde los músculos de su espalda se tensionaban y distendían porque Yunho se llenaba la palma de jabón.
Yunho frotó una mano con la otra y luego asentó ambas sobre los pezones de Jaejoong, los que acunó deleitándose en su suavidad. El frío elemento contrastó con el calor del agua y el del cuerpo de Jaejoong, haciéndolo estremecer. La mirada de Yunho se dirigió, como antes lo habían hecho sus manos, hacia los pezones de Yunho. Los dedos resbalaban por los pezones gracias al jabón, y Jaejoong gozaba de las cosquillas electrizantes que eso le producía. Entonces también quiso apoderarse del pecho de Yunho y trajo las manos hacia adelante.
Rodeó la cadera de Yunho con las piernas para apretar los sexos. Aunque él no se resistió, tampoco se unió a Jaejoong todavía. Mientras sus manos continuaban estimulando los pezones, los labios se asentaron sobre la tersa piel de la mejilla de Jaejoong, enrojecida por el calor del agua y del placer. Del mismo modo hicieron su camino hacia la boca, donde los recibió la húmeda lengua de Jaejoong.
Jaejoong lo empujó adentro. El entró solo un poco.
—No, todavía no —masculló, incapaz de resistir más, pero aún lo hacía.
Entonces lo sujetó por la cadera y giró con él en brazos hasta quedar respaldado en la loza y Jaejoong sobre su cuerpo. Jaejoong le dio la espalda y se sentó sobre sus piernas. El agua se mecía por el veloz movimiento de los cuerpos emitiendo un sonido que evocaba las olas del mar mecidas por el viento.
Jaejoong esperaba que Yunho lo sentara sobre su miembro, pero él no lo hizo. Le atrapó el cabello en un puño a la altura de la nuca y deslizó los dedos de la otra mano desde su cabeza hacia las puntas. Abrió el puño para dejar pasar los dedos que se escurrieron muy rápido entre el pelo empapado.
—Me gusta peinarte —susurró—. Me gusta tu pelo.
Luego de hablar, lo besó detrás de la oreja, le hizo cosquillas con la respiración. Jaejoong tragó con fuerza e, incapaz de resistirse más, se elevó colocando ambas manos en el borde de la tina y lo internó en él, con tanta ansiedad que les quedó poco tiempo para pensar en algo más.
Jaejoong se movía hacia adelante y hacia atrás, arriba y abajo, con lentitud, gozando del espacio que quedaba entre una y otra acción. Poco a poco, fue cobrando velocidad y ganando placer. Un antebrazo de Yunho le cubrió los pezones, dos dedos le atraparon un pezón, y los de la otra mano le estimularon el miembro. Jaejoong entreabrió los labios, preso del frenesí, y entre el agua, el jabón y la loza acabaron gritando a la vez que habían alcanzado el clímax.
—Te amo —le susurró Yunho al oído agitado, mientras le acariciaba el vientre.
—Y yo te amo a ti —respondió Jaejoong sin aliento, con los ojos cerrados y la cabeza echada levemente hacia atrás. El cabello que a él tanto le gustaba caía como lluvia sobre el hombro de Yunho.
Permanecieron quietos un momento, tratando de recuperar el aire. Después Jaejoong se recostó en su pecho y él le pasó un brazo por sobre los hombros. Se sentía tan en paz, tan protegido, que incluso le pareció que se estaba quedando dormido. Las caricias que los labios de Yunho le proferían en la frente le provocaban el sueño.
Abrió los ojos recién cuando escuchó que golpeaban a la puerta. Sin dudas se trataba del servicio al cuarto.
— ¿Puedes salir de la bañera solo? —le preguntó él antes de apartarse de Jaejoong, preocupado por su tobillo. Jaejoong le sonrió y le dio un beso rápido en la mejilla como gesto afirmativo.
Yunho se envolvió en una toalla de baño blanca y fue a buscar la comida. Agradeció a su empleado y cuando se volvió con la bandeja, casi se le cayó de entre las manos. Tragó con fuerza.
—Me siento un poco vestido —bromeó.
Jaejoong se había quedado de pie en la entrada del baño, con un hombro apoyado en el marco de la puerta y de brazos cruzados. Completamente desnudo.
—Ponte a tono —siguió Jaejoong con la broma. El enarcó las cejas, con su rostro siempre tan expresivo.
— ¿En dónde quedó mi chico vergonzoso, ese que encogía las piernas en la bañera? —se mofó. Jaejoong rió.
—Se fue —respondió avanzando hacia la mesa. Se sentó así como estaba—. ¿Qué estás esperando? ¡Me muero de hambre!
¡Wow! Si así iba a ser su vida a partir de ese momento, de tan buen humor, tan llena de sexo y de libertad, Yunho se sentía en el paraíso. Lo demostró con una sonrisa de niño travieso y el brillo peculiar que cobraba su mirada cuando se ilusionaba con algo.
Jaejoong lo notó al instante. Se daba cuenta de que lo conocía tan bien —era una de las pocas y afortunadas personas que realmente lo conocían en el mundo, si no la única que lo conocía tanto— que presentía un matrimonio excelente: con un sujeto complicado, difícil de contener, pero el más lindo del mundo, en todos los sentidos en que una persona podía serlo.
El dejó la bandeja sobre la mesa y se desprendió la bata.
—Me da vergüenza —bromeó con tono falsamente lastimero antes de dejarla caer al piso. Jaejoong rió. Después vio aterrizar la bata a los pies de su dueño y a este sentarse frente a él. El suspiró. No se le borraba la sonrisa de la cara, y hasta abrió los brazos antes de hablar—. ¡Esto sí que es vida! —exclamó viéndose desnudos y viendo la comida: gula y lujuria, dos de sus pasiones más profundas.
Jaejoong atacó su presa de pollo. Yunho, en cambio, se había quedado inmóvil. Cuando Jaejoong alzó la vista, lo encontró con otra mirada y otro aspecto. Lucía desilusionado, miraba la bandeja de comida como a una cuna vacía.
— ¿Qué? —Le pregunto Jaejoong con la boca llena.
—Mi pastel.
— ¿Qué pasa con el pastel?
—Que no me lo trajeron — Jaejoong enarco las cejas. No fuera a ser cosa que todo eso de que el mataría por una porción de pastel fuera cierto y Jaejoong estuviera a punto de verlo. De Yunho podía esperar cualquier cosa, siempre seria impredecible, pero presentía que con ello se iba a divertir muchísimo—. Yo encargué pastel de chocolate para el postre, pero no está aquí. ¡Debería despedir a ese empleado!
Jaejoong se echó a reír con tanta ternura que se olvidó del hambre que hasta el momento le había hecho crujir la pansa. Se puso de pie, se sentó a horcajadas sobre las piernas de Yunho y apoyó una mano en cada uno de sus hombros.
—No te preocupes —le dijo besándole la nariz que a Jaejoong tanto le gustaba—. Yo soy tu postre.
El semblante de Yunho cambió, se tornó ingenuo y divertido; los ojos muy abiertos.
— ¡Qué lindo! —exclamó—. Así es muy fácil olvidarse de cualquier problema.
Jaejoong lo besó en la boca para que se callara.
— ¿Me estás callando? —le preguntó él, leyendo sus intenciones.
—Hablas mucho —le dijo Jaejoong en broma, rozándole los labios con los suyos. La caricia los estaba poniendo a punto a ambos.
— ¡Pero si tengo problemas para comunicarme!
Jaejoong no pudo contener la risa, ni Yunho el deseo. Volvió a besarlo, los labios de ambos se encontraron en una caricia irreflexiva, y las manos de Yunho se deslizaron por el torso desnudo que lo aprisionaba contra la silla.
—Quiero besarte todo —le dijo.
—Y yo quiero tus besos —replicó Jaejoong. Yunho ya le ocupaba la boca con la suya.
Yunho lo instó a levantarse tomándolo de la cadera y a que se dejara caer de nuevo sobre él, esta vez donde sus cuerpos podían hacerse uno. Las manos de Jaejoong se movieron imprecisas por la espalda de Yunho, por su pecho y vientre desnudos, hasta llegar a donde los dos se encontraban unidos. Tocar esa fusión hizo gemir a Jaejoong, y a Yunho lo encendió su gemido. Lo alzó cubriéndole las nalgas con las manos y lo llevó hasta la cama, donde lo depositó procurando no alejarse demasiado de su cuerpo.
— ¿Todavía quieres el pastel? —lo provocó Jaejoong, sonriente, mientras encogía las piernas como planteándole un desafío: Yunho debía elegir entre él o el dulce.
—El pastel va a tener que esperar —replicó Yunho, que lo elegiría por sobre cualquier otra cosa del mundo—. En este momento estoy ocupado con otro tipo de tentación, aunque algún día podríamos fusionar ambas —soñó despierto—. Pasarte chocolate por aquí —le acarició el lado interno del brazo—, por aquí —le acarició la pierna—. Y aquí —le lamió el ombligo.
Jaejoong rió y volvió a atraerlo hacia sí tomándolo de la cabeza. De pronto sintió que el fuego de una mano de Yunho le acariciaba la piel del vientre, avanzaba hacia arriba pero nunca llegaba a donde él quería. Él iba despacio, como prometiéndole algo, y fue ese juego el que despertó sus fantasías. De imaginar el instante en que esos dedos le rozaran un pezon se sintió poseído.
Pero la mano se apartó sin tocarle nada. A cambio subió de golpe hasta su rostro y se asentó sobre sus labios, los que dos dedos intrépidos abrieron y acariciaron. Abrió los párpados. Yunho lo estaba viendo, y en sus ojos se reflejaba tanto amor y deseo que una electricidad le surcó el vientre estremecido. Esos dedos lo quemaban como fuego y para apagarlo les dio un beso. Acabaron en su boca, caldeados con su lengua.
Yunho bajó la cabeza y recorrió con sus labios cada parte del cuerpo que adoraba. Primero el cuello, donde la punta de su lengua dio algunos toques entre caricias con los labios. Jaejoong se estremeció, se arqueó hacia él y su sexo rozó la pierna de Yunho, haciéndolos soñar a ambos.
Como el roce accidental resultó tan estimulante, Yunho le ofreció a él la rodilla para que se frotara todo lo que quisiera, y Jaejoong así lo hizo. Mientras tanto, los besos bajaron del cuello al pecho y del pecho pasaron por entre sus pezones rumbo al vientre, donde se detuvieron un momento. Para poder bajar más, Yunho tuvo que retirar la rodilla, pero a cambio le regaló una caricia de su lengua en su miembro.
Jaejoong se aferró al cabello que él llevaba apenas un poco más largo que el resto en la coronilla, preso del frenesí. Le temblaban las piernas de aguantar y el vientre de sentir.
Enredó una pierna en la de Yunho para atraerlo hacia arriba. El obedeció, pero no entró en Jaejoong. Con medio cuerpo sobre Jaejoong y la otra mitad a un costado, acarició la piel tersa de Jaejoong desde el hombro hasta la cadera, pasando por el brazo y la cintura. Volvió a llevar la mano arriba para acunarle un pezón. Besó el otro, frotó el rostro por allí sin llegar más lejos. Eran todas insinuaciones que mantenían a Jaejoong húmedo y expectante. Además, exigente, porque le tomó el brazo y lo tiró hacia su lado. Quería sentirlo sobre él y también adentro.
Yunho obedeció sin dudar, él tampoco resistía más. Se estableció sobre Jaejoong y se internó en su cuerpo despacio, disfrutando cada milímetro del sitio que lo recibía, mientras le tomaba una mano por sobre la almohada. Los dedos se enredaron igual que las piernas, se apretaron los unos con los otros al tiempo que las bocas se encontraban en un beso.
Jaejoong lo amaba y Yunho lo amaba a él. Jaejoong lo hacía sentir vivo y derramarse en su interior era como regalarle todo lo que llevaba dentro. Lo había conservado intacto para Jaejoong.
—Pensar que vas a llevar un anillo mío en ese dedo — murmuró él sobre sus labios acariciándole el anular. Jaejoong sonrió. No dejaban de moverse, no podían respirar.
—Y tú uno mío… —jadeó Jaejoong.
Casi al mismo tiempo le cubrió las nalgas con las manos para apretarlo contra su sexo, todo cuanto pudieran para sentirse uno. Juntos decidieron en silencio que querían ver la amalgama que formaban sus cuerpos, por eso bajaron la cabeza y Yunho se despegó un poco. Así podían observarse y expresar cuánto les gustaba eso que veían.
—Te amo —dejó escapar Yunho casi sin aliento.
—Te amo —replicó Jaejoong acariciándole una mejilla —. Te amo mucho.
Yunho rompió la imagen pegándose de nuevo al torso de Jaejoong. Buscó su boca, se dieron un beso húmedo y luego se miraron. Sus cuerpos se agitaban cada vez con más violencia, la cadera de Jaejoong se elevaba mientras Yunho lo embestía y el mundo alrededor se esfumaba. Se sostuvieron la mirada. Era hermoso, era una fantasía, y entre la excitación y el sueño, llegaron finalmente a las estrellas, como tantas veces se habían prometido.
No aparecieron por la recepción de bienvenida. Jaejoong despertó dos o tres veces en la noche. Las dos primeras, encontró a Yunho dormido; la tercera lo halló contemplándolo.
—Casi pensé que nunca nos encontraríamos —dijo Yunho con una sonrisa y un brazo debajo del cuello de Jaejoong —. Desperté dos veces mientras dormías.
—También yo —sonrió él —. ¿Y para qué querías que me despertara? —interrogó, jugueton, pensando que él quería hacerle el amor de nuevo. Pero Yunho tragó con fuerza y volvió a dedicarle una sonrisa serena antes de responder con voz ronca.
—Para decirte que te amo.
Pasaron el día siguiente encerrados en el camarote. No podían dejar de contemplarse, no alcanzaban los actos para demostrarse cuánto se amaban. Tampoco las palabras, que escapaban de la boca de Yunho a cada rato. Hacían el amor sin protección, sin pensar en nada más que en estar unidos.
—Jaejoong —le dijo él en una de esas oportunidades, mientras le besaba el vientre desnudo—. Quiero un hijo tuyo. — Jaejoong sintió que el alma se le inundaba de dicha. El cuerpo ya no era capaz de soportar más de esas sensaciones.
—Y yo uno tuyo —replicó con la voz ahogada—. Te amo.
Después del mediodía siguiente, llegaron al primer destino. Jaejoong había contado a Yunho lo sucedido con su bolso, toda la odisea que había atravesado para llegar al crucero, y por eso Yunho le dio como primer regalo un traje de baño blanco. Hubiera querido regalarle mucho más, deseaba darle todo, pero iría poco a poco. Tenían todo el tiempo del mundo para estar juntos.
Jaejoong pensó que Yunho le hacía probarse el traje de baño para acompañarlo a la piscina del crucero mientras Yunho leía un diario en una reposera, pero cuando salió del baño se lo encontró a Yunho también vestido para el agua. Jaejoong no pensaba pedirle que fueran a la playa porque sabía que a Yunho no le gustaba el mar, ni siquiera las piscinas, pero no hizo falta que dijera nada. Yunho lo sorprendió arrojándole una toalla que Jaejoong atrapó en el aire.
— ¿Nos vamos? —le preguntó Yunho con aire risueño.
— ¿A dónde?
—A que me enseñes a nadar contra corriente.
Yunho nunca se había bañado en el mar. No lo había conocido mientras era chico y cuando fue grande, ya le tenía miedo, pero con Jaejoong ni se acordó de su temor. Era tan cálida el agua, tan sereno su color y se sentía tan fuerte junto a él, sabiendo que era capaz de dar la vida para protegerlo de todo, que lo disfrutó como hacía mucho tiempo no disfrutaba de nada que no fuera su diseñador. Hasta fue él quien terminó sacando a Jaejoong del agua, cargándola como a una novia.
Por la tarde, se quedaron dormidos. Cuando Jaejoong despertó, anochecía. El cuarto estaba vacío, pero Yunho le había dejado una nota sobre la mesa de luz.
«Estoy resolviendo un problema en una obra, pero te paso a buscar a las diez para la cena», leyó. Le extrañó que Yunho no le escribiera un «te amo», pero se imaginó que habría escrito la nota a las apuradas y con eso su corazón se consoló. Miró el reloj despertador que estaba junto a la lámpara. Eran las nueve y media, tenía que apurarse si quería estar listo a tiempo. Había dormido más de cuatro horas, Yunho lo dejaba agotado.
Fue sentarse en la cama y echarse a reír. Yunho no solo le había dejado un magnífico conjunto negro sobre un sillón y, debajo, un par de zapatos, sino que además había llenado el cuarto de notitas.
Jaejoong se levantó de un salto, feliz, y leyó una por una. Todas decían «te amo»: en el borde de la cama, en la pared, en la puerta del baño, sobre el conjunto, sobre los zapatos, en las paredes, en la ventana…
Yunho pasó por él a la hora prometida, y Jaejoong estuvo listo para recibirlo con un beso y un abrazo.
— ¡Te extrañé tanto! —exclamó Yunho —. Casi parecía que esos llamados no me iban a dejar tranquilo —se quejó alzándolo en el aire—. Te amo —le susurró sobre los labios—. Te amo, no quiero alejarme de ti.
Cada vez que pronunciaba esas palabras sentía que su alma se liberaba, que todo era posible. Y Jaejoong que volaba cuando las oía.
— ¡Te amo! — Respondió Jaejoong con la misma ansiedad—. ¡Yo tampoco quiero alejarme de ti!
Yunho lo dejó sobre la cama. De no haber sido porque él ya estaba vestido, y tan hermoso, le habría hecho el amor de nuevo.
—Estás precioso, ¡qué linda ropa! —susurró—. No te sienta como tus propios diseños, pero es un comienzo — Jaejoong creyó que Yunho bromeaba, por eso rió, pero él hablaba muy en serio—. Muy linda para rasgarla, pero primero pensé en invitarte a cenar y al casino. Más tarde te lo arranco —le susurró al oído. Jaejoong se estremeció solo de escucharlo.
—Es lo que más quiero —respondió, feliz.
Yunho recordaba que el paseo que Jaejoong había pretendido dar en el casino de su crucero se había interrumpido por la acusación de robo, por eso pensaba en llevarlo allí primero. Yunho quería cumplir todos sus deseos sin que él tuviera que manifestarlos, quería conocerlos con solo mirarlo a los ojos.
Cenaron en el restaurante más fino del crucero. Sin embargo, los dos eran muy sencillos. Jaejoong había terminado de comer, pero Yunho parecía nunca acabar. Tenía que reponer energías de tantas que invertía haciendo el amor.
— ¿Eso lo vas a comer? —preguntó señalando con el tenedor un trozo de salmón rosado que Jaejoong había dejado en el plato.
—No —replicó él.
—Damelo a mí.
Yunho agachó un poco la cabeza y solo moviendo los ojos miró hacia ambos lados de la mesa para comprobar que nadie viera el traspaso. Jaejoong lo imitó.
—Ahora —le ordenó Jaejoong en un susurro, como dos cómplices de un asalto. Entonces Yunho pinchó con el tenedor y en un rápido movimiento tuvo la víctima en su plato. No le dio tiempo a nada, enseguida cortó y volvió a comer.
Jaejoong rió. Sentía tanta ternura, tanto amor, que escapaba por sus ojos, su piel y su voz. Yunho alzó la mirada hacia él y le sonrió con cierta inocencia. Se le arrugaba la frente. Jaejoong le acarició una mejilla.
—Te amo —le dijo todavía riéndose. Yunho le tomó la mano y le besó los nudillos.
—Yo te amo a ti —respondió. El camarero los interrumpió.
— ¿Necesita algo más, señor? —interrogó. Yunho lo miró como si nada. Echó un rápido vistazo a los objetos de la mesa y finalmente replicó:
—Sí. Sirva más vino a mi esposo, por favor.
Lo dijo con tanta naturalidad que a Jaejoong le estalló el corazón.
Después de la cena, acabaron en la ruleta. Yunho hablaba con un hombre que lo había entretenido mientras Jaejoong perdía y perdía apostando siempre al ocho. Tenía que salir en algún momento, la suerte no podía esquivarlo tanto.
Un par de manos fuertes y cálidas se cerraron sobre su cintura. Jaejoong se estremeció con el contacto, el calor que se expandió por sus mejillas lo obligó a sonreír.
—Eres un completo perdedor —le susurró Yunho al oído. Jaejoong rió.
—Pero me gané al hombre más hermoso del mundo, en todos los sentidos —replicó—. Eso me convierte en un afortunado.
Yunho le besó el hombro, le quitó dos fichas de la mano y las arrojó sobre el límite entre el nueve y el seis. Luego besó a Jaejoong en la cabeza mientras volvía a abrazarlo para que la espalda de Jaejoong se recostara sobre su torso.
—No tienes que apostar a los plenos hasta haberte hecho de cierto capital —le explicó Yunho. Al parecer su buena fortuna no dependía solo de la suerte, sino tambiénde estrategia. Claro, él era muy racional y sensible a la vez, pensaba en todo—. Primero apuestas de a dos, a los colores, a las decenas…
Antes de que el croupier echara a correr la bola, Jaejoong se apresuró a mover su apuesta. La retiró del ocho y la compartió entre el treinta y cinco y el treinta y seis.
— ¿Así? —preguntó. Yunho negó con la cabeza.
—No —respondió Yunho —. Esos números son demasiado altos, no siento que vayan a salir.
— ¡No va más! —clamó la voz. La ruleta giró. La suerte se echó a correr—. ¡Colorado el nueve!
— ¡Ganaste! —exclamó Jaejoong hacia Yunho. Yunho sonrió, falto de pudor.
Se retiraron las fichas del tablero y se abrieron de nuevo las apuestas. Jaejoong se estiró y depositó una ficha entre el veinticinco y el veintiséis.
— ¿Y, oráculo? — Preguntó a continuación—. ¿Cuál va a salir ahora?
—No sé cuál —respondió Yunho entrecerrando los ojos —, pero presiento que será un rojo.
— ¡Yo aposté a un rojo! —exclamó él.
—Un rojo que de ninguna manera será ese.
Jaejoong fingió un berrinche y él lo besó en la mejilla.
— ¿Ya te dije que te amo? —le preguntó al oído.
—No —mintió él—. Creí que jamás lo dirías.
—Te amo.
—Colorado el catorce —cantó el croupier.
Jaejoong se mordió el labio y rió. Era un perdedor, sí, pero había ganado la felicidad.
A las ocho, el buque había abandonado el puerto para adentrarse otra vez en el océano y recorrer así la distancia que los separaba del siguiente punto. Ya casi amanecía y en el balcón del camarote, Jaejoong contemplaba el horizonte donde despuntaban unas líneas amarillas y otras rosadas. Estaba sentado en una reposera de madera, abrigado por el acolchado de la cama. No habían dormido en toda la noche.
Yunho se le acercó vestido solo con los pantalones y lo levantó del asiento para ocuparlo él y dejarlo a él sobre sus piernas, rodeado y protegido por sus brazos. Jaejoong se acurrucó contra su pecho, pero no dejó de mirar el cielo.
—Estamos contemplando el amanecer —susurró conmovido. No solo había regresado a ese lugar de ensueños, tal como se había prometido a sí mismo, sino que, además, ya no se sentía solo. Estaba con Yunho, estaban completamente enamorados. No podía pedir más a una vida que con eso, le había dado todo.
Poco tiempo después, se encontró en la cama, cubierto por el cuerpo y los besos de su futuro esposo, tan feliz que ni siquiera se percató de que la puerta del balcón había quedado abierta y las cortinas blancas se mecían con serena voluntad, impulsadas por la suave brisa del mar y almendradas por el brillo del sol.
El único testigo de todo aquello, siempre sería el viento.


Fin

32 comentarios:

  1. Me encantó todo el fic, de verdad el yunjae es lo máximo y lo bueno es que al final la felicidad triunfo XD y si después de todo el único testigo si fue el viento XD
    Ame todo el fic, desde el principio hasta el final, gracias por adaptar y por el esfuerzo que has hecho por traerlo hasta acá, sin duda seguiré tus demás adaptaciones y fics originales, quiero llorar, pero de felicidad, esta novela movió mis sentimientos.
    No tengo mas palabras, solo Arigatto ne? y até logo! ^ ^

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  2. Ya me habia asustado ayer cuando quise abrir me dijeron q el blog fue eliminado o algo asi, pero bueno creo q fue falsa alarma, en cuanto al fic me encanto el final, claro que habría gustado que hablara un poco de como quedaron las cosas en relacion con sus conocidos, que fue de los demas pero me gusta la adaptación, gracias por adaptarla a yunjae me gusto mucho.

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  3. Qué hermosa historia!
    Me hubiera gustado leer sobre su boda, o cuando ya tuvieron hijos pero bueno, estuvo hermoso igual *^*

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  4. Sin duda un hermoso final para una maravillosa historia, T_T no cabe duda que ame demasiado esta historia desde el inicio y hasta ahora en su final, después de todo lo que pasaron, las dudas inseguridades, problemas, interferencias en su relación por fin triunfo el amor, por fin pudieron estar juntos como se esperaba, amo su relación y les espera sin duda una vida bella jej, el discurso de Yunho para pedirle matrimonio a jaejoong fue de lo mejor, tan espontaneo pero sincero y lindo, en serio muchas gracias por esta adaptación, por compartirla con nosotras, portu esfuerzo y todo y más aún porque es una adaptación a yunjae, ah este fic se quedará en mi memoria,es muy hermoso, gracias! ;;

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  5. OMG!!!!!!!!!!!! SE Q SIEMPRE LO HE ESTADO DICIENDOOOO Y NO ME ARREPIENTOOO DE DECIRLO DENUEVO Q ME ENCANTOOOOOOOOOOOO DE PRINCIPIO A FIN! *---------------*, pero si q me sorprendi cuando entre al blog y decía en la entrada "capitulo 30 - final-" osea si q m perdiii, asi q lei desde donde me quede todo de corrido y recien comentooo mianhae v.v

    asdfasdf ahora sii q JJ y su tannnnnn mala suerte me mataron de la risaaaa y YH con esa faceta tan tiernaaa meeee derritió a mi tambiennnn, tan romanticooo fueeee con todo q no quise q terminara la historia xDDDDD aunq fuese una adaptación fue muyyy buenaaa enserioo muchassss gracias por compartirlo, actualizarloooo y teminarlooooo~~~~~

    y sobre tus otros ficosss estare al pendiente de su actualiacionnn tambien no importaaaa si te demoraaasss >.<!!!!!!

    LOVE YA~


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  6. Owwwwww estuvo hermoso juntos bien enamorados los dos diciendose a todo momento que se aman, fue hermoso, aggg lastima que no hubo un epilogo, queria ver y leer a los hijos de el Yunjae corriendo por ahi haciendo ruido y jae haciendo una rica comida para su bella familia
    Esta hermoso
    Gracias por qdaptarlo **-**

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  7. No puedo creer que haya acabado ya ... yo me encariñe mucho con esta historia y aunque ya haya llegado a su fin me gusto leer como culmino toda esta historia después de todo ..y agradesco mucho que la hayas subido .... este final aunque me hubiera gustado saber un poquito mas de la historia de ellos ya juntos ... aun asi me gusto mucho .. porque hubo risas llantos (pero esta vez de felicidad) pasión pero por sobre todo .... el amor que esta vez fue profesado a los 4 vientos sin duda alguna maravilloso .
    ---------->misa - chan

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  8. ajsorjeojroejroejro nooo! no quería que esto terminara y bueno, ahora no puedo más que agradecerte por compartir tan hermosa adaptación, de verdad sufrí toda la historia con un Yunho reticente a aceptar sus sentimientos por JJ ;; afortunadamente el amor triunfo al final :D
    Aunque me gustaría tanto tener más capítulos, siento que dejaron cosas inconclusas -sobre todo la parte de tener los bebés- >.<
    como sea el final fue hermoso, y de nuevo mil gracias por compartir <3

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  9. No tengo idea de si mi bendito comentario quedara esta vez ㄱㄱ

    ya q eh intentado a lo largo de esa adaptación y no se xq no me deja T.T creo q solo deje un comentario y me apeno x eso.


    Eh amado esta adaptación de principio a fin y me habría encantado q continuara pero pues no se puede u.u

    Muchas gracias x el trabajo n.n

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  10. waaaaaaa hermoso pero como es que los coments no se quedan, llevo intentandolo desde ayer y no se me van abuu espero que este si llegue, espero que mi compu me ayude ahora, ire a los demas a comentar como es debido de nuevo claro por que no eh podido hacerlo aunque eh querido
    respecto al fic ahora si
    estuvo hermoso, me encanto aunque Jaejoong sufrio mucho y si tenia mala suerte pero se compenza con el gran hombre que es Yunho y si es suyo jaja
    !!!
    de verdad maravilloso el fic, te felicito fue una excelente adaptacion casi mato a Heechul pero a la final me alegra que Yunho y Jaejoong se quedaran juntos, que sobretodo Yunho se haya dado cuenta que ama a Jaejoong y a nadie mas, el es quien lo hace feliz juju hermoso de verdad muchas gracias por adaptarlo me gustaria participar de tus otras adaptaciones que lei tenias en un blog privado, soy de las que comentan pero no se que sucede que no puedo comentar aqui, debe ser blogger jeje
    igual lo intentare de nuevo hoy ojala se vayan muchas gracias :D

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    1. wii ya comente en todos, ame el fic, de nuevo muchas gracias por el, te lo agradezco de sobremanera, necesitaba algo asi para que me vuelva la inspiracion para poder escribir mis fics, si tambies escribo y se lo importante que es un coment, asi como amo leerlos amo dejarlos en los fics que leo, gracias, una muy buena historia, espero en serio que me puedas invitar a tu blog gracias
      bye bye
      no se cuando pueda leer el otro pero no dudes que cuando lo haga ahi estaran mis coments, gracias

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  11. Hola;

    Lindo trabajo,felicitaciones!
    Hay muchas partes marcantes,pero lo finalcito és brillante!

    "Poco tiempo después, se encontró en la cama, cubierto por el cuerpo y los besos de su futuro esposo, tan feliz que ni siquiera se percató de que la puerta del balcón había quedado abierta y las cortinas blancas se mecían con serena voluntad, impulsadas por la suave brisa del mar y almendradas por el brillo del sol.

    El único testigo de todo aquello, siempre sería el viento."

    Sensacional ^_^!

    Un abrazo y matta ne.
    Hanajima-san.

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  12. waaaaa enserio al leer este fic senti q me derretia de amor.... enserio es uno de los mejores q he leido muchisisisimas gracias por tu adaptacion aunq tmb me hubiera gustado saber q paso despues??? me moria por saber cuantos hijos le daria jae a yunho... xD la trama en verdad me atrapo me hizo reir, me tubo en suspenso... no podia despegarme de el en serio patricia gracias!

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  13. esta adaptación ha sido tan hermosa, que me ha hecho llorar. Gracias por el tiempo que te tomas en estas adaptaciones gracias.

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  14. Preciosa historia. El final lo leí en el carro cuando estaba llegando a mi casa luego de estudiar xD No aguanté y lo lei en dos diás en el cel, así que por eso no pude comentar. Quería darte las gracias, cada fic nuevo YJ que aparece gracias a usteres, las que escriben, las que adaptan, es como una luz en mi da lol, En serio. Y no queria dejar de agradecerte porque es la manera adecuada de demostrar que apreciamos su esfuerzo, el trabajo, las horas ue emplean en estos proyectos. Yo también invierto parte de mi tiempo en hacer algo dentro del fandom de tvxq (subtitulo videos :3) y lo que más deseo después de realizar eso es que alguien valore mi trabajo aunque sea con un like, SO, GRACIAS!!! ya pase este blog a mis amigas y les dije que lean y comenten xD ♥

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  15. Holaa!!!

    Soy nueva aqui en tu blog y no sabes la alegria que me ha dado encontrarlo... esta historia esta... que te puedo decir... Hermosa!!!

    Sé que es una adaptación pero al haberla hecho YunJae fue genial, amoo esta pareja.

    Sobre la historia... debo confesar que al principio odie a Yunho pero despues de saber el porque era asi, senti tristeza y pena.

    Al que si odie con toodo mi corazon fue a Heechul... me alegro lo que le paso, el no se merecia estar bien despues de todo el daño que hizo y tambien rei como loca cuando lei lo que le dijo el chavo... fue genial!!!!!!!!!!!!!!

    Gracias por esta adaptacion y prometo leer las demas historias que has publicado.

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  16. woooooo este fic fue muy bonitooo me encanto! Gracias por la adaptación :3

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  17. Hermoso!! fue muy bonito!!! waaaaa YUNHO ame tu personaje :3 Heechul basura ¬¬.... awwwww la final fue hermoso :3

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  18. Waaaaaaaa me encanto definitivamente una gran historia adaptada al estilo yunjae, desder principio a fin me tuviste muy pendiente por saber como terminaria la historia, fue realmente hermosa, tuvo de todo un poco pero fue genial.
    Me hubiera gustado que tengan a su retoño por que creo que definitivamente en el viaje hubo mucho fuego y de seguro que Jae hubiera tenido a un hermoso hijo de Yunho...

    Me encanto la historia unnie, realmente se agrdece que pongas tu empeño y tiempo en adaptar grandes histoias al estilo Yunjae por que he leido algunas de tus adaptaciones y son verdaderamente geniales.

    Ahora seguire leyendo las otras historias por que aun me faltan leer algunas pero te prometo que las leeré y comentaré. Por cierto te agradezco que me enviaras la invitación aunque ahora que trato de entrar no puedo, no se como volver a entrar pero lo seguire intentando y si tienes alguna actualizacion ojala me puedas mandar otra invitacion, te lo agradeceria infinitamente mi correo es luny_1614@hotmail.com

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  19. Este fic fue hermoso me encanto mucho mucho... ^^
    Que lindo el final ,..
    Llore mucho con esta historia pero el final me hizo muy feliz ..

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  20. me gusto el funal

    se que yunho durante prácticamente todo la historia fue un hígado..
    pero recapacito...eso es bueno

    lo único importante es que jae es feliz..y si yunho lo hace feliz. pues bueno se acepta.


    gracias por compartir esta historia.

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  21. Hola.

    Estuvo hermoso el final. Nada más me hubiera gustado saber que paso con su familia, y si fue a ver a sus abuelos, bueno en relación con todos los terceros personajes.

    Te felicito estuvo interesante de principio a fin esta adaptación que hiciste al YunJae, eres muy buena en lo que haces. Felicidades y gracias.

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  22. Me acabo de terminar de leer todo de una, me encanto la historia lloré y reí con ella .
    Aunque al igual que la chica de arriba me hubiera gustado saber que paso con su familia y Lee . Que bueno que Heechul quedo solo e_é se lo merecía y que el YJ halla podido reunirse <3

    PD: Las ojeras enormes que tengo demuestran lo mucho que me gusto la historia xDDDD

    Gracias por adaptarlación

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  23. Grandisisisisimoooo fic encantDisima me di un Gustaso gracias nena por dedicar tu tiempo talento en esta mAravillosa historia mañana empiezo otro jujujuju

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  24. que bonito final ..!!! TwT <3 <3
    tuvieron una buena reconciliación *Q*
    los dos se aman muchísimo solo falto que jaejoong tuviera a los hijos de yunho XD!

    Gracias por tu tiempo por adaptar y compartir esta historia (*3*)/

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  25. Genial...lo máximo.... buenisimo fic...gracias recién encontré este blog y leí de corrido esta historia....me conmovió mucho y la verdad sufrí más por Yunho que por Jae....x dios amo amo al Yun de este fic lo amo..y amo A Yunho mi más grande idol....también amo el YJ....estuvo perfecta esta fic...leere las otras historias..... >_ <

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  26. Que hermoso, en varias ocasiones estuve a punto de llorar es que es tan emotivo, pobre de Jae tener tan mala suerte, pero al final tubo la mejor suerte, muchas gracias por compartir esta historia es muy bella

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  27. Que hermoso!!! Toda la historia viví pendiente de un hilo por culpa de Yunho, pero había sufrido tanto como Jae que me entristecia -hasta ganas de abrazarlo me daban- pero afortunadamente vomo todo un luchador supo salir adelante y darse cuenta de las cosas realmente importantes y claro una tenía que ser Jae. Fue genial!!!!

    Muchas gracias por compartir tan linda historia!!! ^^)/

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  28. Hermoso me gusto mucho tu historia ,no pude parar de leer ,gracias por compartir.

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  29. Me gusto mucho la historia,en un principio creí que iba haber un poco de yoosu, pero No,pero realmente la historia me gusto a pesar que me dio pena karan ,a Su resignación

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  30. Awww que hermoso *-* A pesar de todo el amor siempre triunfará. El yunjae rompiendo fronteras como siempre *.* Como dicen, los opuestos siempre se atraen jajaja uno con tanta suerte y el otro con la peor suerte del mundo jahsjahsjsh se complementan a la perfección. Ame toda la historia en particular, aunque aveces me daban una ganas de golpear a Yunho por tonto y a heechul por p*** ... Como escribi antes, me encanto como pusieron a karam, de manera buena. Aunque aveces daba colera por su comportamiento, pero me gustó que no sea el causante de la separación del Yunjae. Me hubiera gustado vrr yoosu, pero me gusta que los dos ayan sido parte de la historia, aun si no estaban juntos.
    Gracias por la linda historia. Espero seguir leyendo mas de tus adaptaciones y creaciones. ^^

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