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Hermoso Desastre: Capítulo 17

Capítulo 17


Los finales fueron una maldición para todo el mundo excepto para mí. Me mantuvieron ocupado, estudiando con Karam y Junsu en mi habitación y en la biblioteca. Cuando el horario cambió para las pruebas, sólo vi a Yunho de paso. Me iba a casa con Junsu durante las vacaciones de invierno, agradecido de que Yoochun se hubiera quedado con Yunho ya que así no sufriría su muestra constante de afecto.
Los últimos cuatro días de vacaciones cogí un resfriado, lo que me dio una buena razón para quedarme en la cama. Yunho dijo que él quería que fuéramos amigos, pero no había llamado. Fue un alivio tener un par de días para revolcarme en la autocompasión. Yo quería sacarlo de mi sistema antes de regresar a la escuela.
El viaje de regreso pareció durar años. Yo estaba ansioso por empezar el semestre de primavera, pero estaba mucho más ansioso por ver otra vez a Yunho. Aunque me di cuenta, las pocas veces que lo había visto, de que era insensible a las hordas de chicos que se acercaban a él después de las noticias de nuestra ruptura, él parecía contento con nuestra nueva amistad. Habíamos pasado casi un mes separados, dejándome nervioso e inseguro acerca de cómo actuar en torno a él.
El primer día de regreso, una renovada energía se había arrastrado por el campus, junto con un manto de nieve. Las nuevas clases y los nuevos compañeros de clase significaban nuevos amigos y un nuevo comienzo. Yo no tenía una sola clase con Yunho, Changmin, Yoochun ni Junsu, pero Ji Yong estaba en todas excepto en una de los mías.
Ansiosamente esperé a Yunho en el almuerzo, pero cuando llegó, simplemente me guiñó un ojo y luego se sentó en el extremo de la mesa con el resto de sus hermanos de fraternidad. Traté de concentrarme en la conversación de Junsu y Ji Yong sobre el partido de fútbol de la temporada pasada, pero la voz de Yunho mantenía capturada mi atención. Estaba relatando las historias de sus aventuras y problemas con la ley que había tenido durante las vacaciones, y la noticia sobre el nuevo novio de Shi Hoo que habían conocido una noche mientras estaban en el club. Me preparé para la mención de cualquier chico que hubiera llevado a casa o conocido, pero si lo había hecho, no lo estaba compartiendo con sus amigos.
Bolas metálicas rojas y doradas todavía colgaban del techo de la cafetería, balanceándose con la corriente de los calefactores. Me rodeé con mi chaqueta, y Ji Yong lo notó, abrazándome a él y frotándome el brazo. Sabía que yo estaba prestando demasiada atención a la dirección general de Yunho, esperando que él me mirara, pero él parecía haber olvidado que yo estaba sentado en la mesa.
Una vez que terminó su almuerzo, mi corazón se agitó cuando caminó detrás de mí y puso sus manos sobre mis hombros.
— ¿Qué tal tus clases, Yoochun? —Preguntó.
Yoochun puso mala cara.
—Los primeros días apestan. Horas de programas de estudio y las reglas de clase. Ni siquiera sé por qué me presento la primera semana. ¿Y tú?
—Eh... todo es parte del juego. ¿Qué tal tú, Boo? —Preguntó.
—Lo mismo —dije, tratando de mantener mi voz casual.
— ¿Has tenido unas buenas vacaciones? —Preguntó, juguetonamente balanceándome de lado a lado.
—Bastante bueno. —Sonreí.
—Fantástico. Tengo otra clase. Hasta más tarde.
Le observé ir en línea recta hacia las puertas, empujándolas para abrirlas, y luego encendiendo un cigarrillo mientras caminaba.
—Huh —dijo Junsu un tono agudo. Observó a Yunho atravesar el verde a través de la nieve, y luego sacudió la cabeza.
— ¿Qué, cariño? —Preguntó Yoochun.
Junsu apoyó la barbilla en la palma de su mano, pareciendo molesto.
—Eso fue un poco raro, ¿no?
— ¿Cómo fue eso? —Preguntó Yoochun, acariciando con sus labios su cuello.
Junsu sonrió y se inclinó hacia su beso.
—Está casi normal... tan normal como puede ser Yunho. ¿Qué pasa con él?
Yoochun sacudió la cabeza y se encogió de hombros.
—No sé. Ha estado así durante un tiempo.
— ¿Cómo de ilógico es eso, Jae? Él está bien y tú estás triste —dijo Junsu, despreocupado de los oídos atentos.
— ¿Estás triste? —Preguntó Yoochun con una expresión de sorpresa.
Mi boca se abrió y mi cara ardió de vergüenza al instante.
— ¡Yo no lo estoy!
Removió la ensalada del bol.
—Bueno, él está malditamente cerca de estar extasiado.
—Déjalo, Junsu —le advertí.
Junsu se encogió de hombros y dio otro mordisco.
—Creo que él está fingiendo.
Yoochun le dio un codazo.
— ¿Junsu? ¿Vas a ir a la fiesta del Día de San Valentín conmigo o qué?
— ¿No puedes preguntarme como un novio normal? ¿Agradablemente?
—Te lo he pedido varias veces... Me sigues diciendo que te lo pregunte más tarde.
Junsu se dejó caer en su silla, haciendo un mohín.
—No quiero ir sin Jae.
El rostro de Yoochun se contrajo con frustración.
—Èl estuvo con Yunho todo el tiempo la última vez. Apenas lo viste.
—Deja de comportarte como un bebé, Su —dije, lanzando un tallo de apio hacia él.
Ji Yong me dio un codazo.
—Yo te llevaría, pero no formo parte de todo el asunto de los chicos de fraternidad, lo siento.
—Eso es realmente una maldita buena idea —dijo Yoochun, sus ojos brillantes.
Ji Yong hizo una mueca ante la idea.
—Las fraternidades están en contra de mi religión.
— ¿Por favor, Ji Yong? —le pidió Junsu.
—Déjà vu —me quejé.
Ji Yong me miró por el rabillo de su ojo y luego suspiró.
—No es nada personal, Jae.
—Lo sé. —Sacudí mi cabeza con desdén, sacudiendo mi profunda vergüenza—. Está bien. Realmente.
—Te necesito allí —dijo Junsu —. Hicimos un pacto, ¿recuerdas? A ninguna fiesta solas.
—Difícilmente estarás solo, Su. Deja de ser tan dramático —dije, ya molesto con la conversación.
— ¿Quieres dramatismo? Empujé un bote de basura al lado de tu cama, sosteniendo una caja de pañuelos para ti toda la noche, ¡y me levanté para ir por la medicina para la tos dos veces cuando enfermaste durante las vacaciones! ¡Me lo debes!
Arrugue la nariz.
— ¡He sostenido tu cabello para vomitar demasiadas veces, Junsu!
— ¡Estornudaste en mi cara! —dijo, señalando su nariz.
Me soplé el flequillo de los ojos. Nunca podía discutir con Junsu cuando él estaba decidido a salirse con la suya.
Bien —dije entre dientes. — ¿Ji Yong? —Le pregunté con mi mejor sonrisa falsa—. ¿Quieres ir a la estúpida fiesta de San Valentín conmigo?
Ji Yong me abrazó contra su costado.
—Sí. Pero sólo porque la llamaste estúpida.
Caminé a clase con Ji Yong después del almuerzo, hablando de la cita para la fiesta y cuánto la temíamos ambos. Elegimos un par de escritorios en nuestra clase de Fisiología, y yo sacudí mi cabeza cuando el profesor comenzó mi cuarto programa de estudios del día. La nieve comenzó a caer una vez más, impactando contra las ventanas, pidiendo amablemente la entrada y a continuación cayendo con decepción a la tierra.
Después de acabar la clase, un chico que conocí de una sola vez en la Casa de los Sig Tau dio golpes en mi escritorio mientras caminaba por al lado, guiñando un ojo. Ofrecí una sonrisa de cortesía y luego miré a Ji Yong. Él me lanzó una sonrisa irónica, y yo recogí mis libros y mi laptop, metiéndolos en mi mochila con un pequeño esfuerzo.
Colgué la mochila sobre mis hombros y caminé con dificultad hacia los dormitorios a lo largo de la acera llena de nieve. Un pequeño grupo de estudiantes había comenzado una bola de nieve en las pistas, y Ji Yong se estremeció ante la vista de ellos, cubiertos de polvo incoloro.
Mi rodilla se tambaleó, me mantuve acompañando a Ji Yong mientras terminaba su cigarrillo. Junsu se apresuró a nuestro lado, frotándose juntos los guantes de color verde brillante.
— ¿Dónde está Yoochun? —Pregunté.
—Se fue a casa. Yunho necesitaba ayuda con algo, supongo.
— ¿No te fuiste con él?
—Yo no vivo allí, Jae.
—Sólo en teoría —le hizo un guiño Ji Yong.
Junsu puso los ojos en blanco.
—Disfruto pasando tiempo con mi novio, así que me demándenme.
Ji Yong tiró su cigarrillo en la nieve.
—Me voy, chicos. ¿Los veré en la cena?
Junsu y yo asentimos, sonriendo cuando Ji Yong primero besó mi mejilla y luego la de Junsu. Él permaneció en la acera mojada, con cuidando de mantenerse en el medio para que no perder el equilibrio y caerse en la nieve.
Junsu negó con la cabeza ante sus esfuerzos.
—Es ridículo.
—No está acostumbrado a la nieve.
Junsu se rió y tiró de mí hacia la puerta.
— ¡Jae!
Me volví para ver correr Changmin corriendo y pasando a Ji Yong. Se detuvo, recuperando el aliento un instante antes de hablar. Su abrigo de pelaje gris se hinchaba con cada respiración, y me reí ante la mirada curiosa de Junsu mientras lo observaba.
—Yo estaba... ¡whew! Iba a preguntarte si querías tomar un bocado para comer esta noche.
—Oh. Yo eh... Ya le dije a Ji Yong que comería con él.
—Está bien, no es gran cosa. Simplemente iba a ir a la nueva hamburguesería del centro. Todo el mundo está diciendo que es muy buena.
—Quizá la próxima vez —dije, dándome cuenta de mi error. Yo esperaba que no tuviera en cuenta mi respuesta impertinente como un aplazamiento.
Él asintió con la cabeza y metió las manos en los bolsillos, caminando rápidamente de vuelta por donde vino.
Karam estaba leyendo delante de nosotros su flamante nuevo libro, haciéndonos una mueca a Junsu y a mí cuando entramos. Su comportamiento no había mejorado desde que habíamos regresado de las vacaciones.
Antes, había pasado tanto tiempo donde Yunho que los comentarios insufribles de Karam y su actitud eran tolerables.
Al pasar todas las mañanas y las noches con él durante las dos semanas antes de que el semestre finalizara, estaba empezando a arrepentirme de mi decisión de no compartir la habitación con Junsu.
—Oh, Karam. Cuanto te he echado de menos —dijo Junsu.
—El sentimiento es mutuo —se quejó Karam, con los ojos en su libro.
Junsu conversó acerca de su día y los planes con Yoochun para el fin de semana. Navegamos por Internet en busca de videos divertidos, riendo tan fuerte que nos teníamos que secar las lágrimas. Karam resopló un par de veces ante nuestro estruendo, pero no le hizo caso.
Estaba agradecido de la visita de Junsu. Las horas pasaron tan rápido que no me pasé ni un momento preguntándome si Yunho había llamado, hasta que él decidió que tenía que irse.
Junsu bostezó y miró su reloj.
—Me voy a la cama, Jae... ¡Oh, mierda! —Dijo, chasqueando los dedos—. Dejé mi bolsa en donde Chun.
—Eso no es una tragedia, Su —dije, todavía riendo desde el último vídeo que habíamos visto.
—No lo sería si yo no tuviera mi credencial allí. Vamos. Tengo que ir por ello.
— ¿No puedes simplemente conseguir que Yoochun te los traiga?
—Yunho tiene su coche. Está en el club con Shi Hoo.
Me sentí enfermo.
— ¿Otra vez? ¿Por qué está saliendo con Shi Hoo tanto, de todos modos?
Junsu se encogió de hombros.
— ¿Importa? ¡Vamos!
—No quiero tropezarme con Yunho. Será extraño.
— ¿Alguna vez me escuchas? Él no está ahí, está en el club. Vamos —se quejó él, tirando de mi brazo.
Me puse de pie con leve resistencia leve a medida que me sacaba de la habitación.
Al fin —dijo Karam.
Nos detuvimos al apartamento de Yunho, y me di cuenta de que la Harley estaba aparcada debajo de las escaleras, y que el Charger de Yoochun había desaparecido. Di un suspiro de alivio, y seguí a Junsu por los escalones helados.
—Cuidado —advirtió él.
Si hubiera sabido cómo de difícil sería poner un pie en el apartamento otra vez, no habría permitido que Junsu me convenciera para ir allí. Taepoong vino correteando por la esquina a toda velocidad, estrellándose en mis piernas cuando sus patitas fallaron en conseguir tracción en las baldosas de la entrada. Lo recogí, dejándole que me saludara con besos de bebé. Por lo menos él no me había olvidado.
Yo lo llevé cargado al rodear el apartamento, esperando mientras que Junsu buscaba en su bolsa.
— ¡Sé que lo dejé aquí! —dijo desde el cuarto de baño, pisando fuerte desde el pasillo hacia la habitación de Yoochun.
— ¿Buscaste en el armario debajo del fregadero? —Preguntó Yoochun.
Miré mi reloj.
—Date prisa, Su. Tenemos que irnos.
Junsu suspiró con frustración desde la habitación.
Miré mi reloj otra vez, y luego me sobresalté cuando la puerta se abrió de golpe detrás de mí. Yunho tropezó al entrar con los brazos envueltos alrededor de Da Hae, quien estaba riendo contra su boca. Una caja en su mano me llamó la atención, y me sentí enfermo cuando me di cuenta de lo que era: condones. Su otra mano estaba en la parte posterior de su cuello, y yo no podría decir los brazos de quién se enroscaban en torno a quién.
Yunho tuvo una reacción tardía cuando me vio solo, parado en mitad de la sala, y entonces se congeló, Da Hae levantó la mirada con una sonrisa residual aún en su rostro.
—Boo —dijo Yunho, aturdido.
— ¡Lo encontré! —Dijo Junsu, corriendo fuera de la habitación Yoochun.
— ¿Qué haces aquí? —Preguntó él. El olor a whisky voló con los copos de nieve, y mi ira incontrolable superó cualquier necesidad de fingir indiferencia.
—Es bueno ver que pareces a tu antiguo yo, Yunho —dije. El calor que irradiaba de mi cara quemaba mis ojos y emborronaba mi visión.
—Nos estábamos yendo —gruñó Junsu, agarrando mi mano, mientras pasábamos a Yunho.
Nos precipitamos escaleras abajo hacia su coche, y yo me sentí agradecido de que sólo estuviera un poco más allá, sintiendo las lágrimas brotando de mis ojos. Casi me caí hacia atrás cuando mi abrigo se enganchó en algo a medio paso. La mano de Junsu se deslizó fuera de la mía y él se dio la vuelta al mismo tiempo que yo.
El puño de Yunho estaba agarrando mi abrigo y mis oídos parecían arder, escociendo en el frío de la noche. Sus labios y su cuello estaban de un ridículo tono de color rojo oscuro.
— ¿A dónde vas? —Dijo, medio borracho, con una mirada medio confundida en sus ojos.
—A casa —le contesté toscamente, estirando mi abrigo cuando me soltó.
— ¿Qué estás haciendo aquí?
Yo podía oír el crujido nieve acumulada bajo los pies de Junsu, mientras caminaba detrás de mí, y Yoochun se precipitó escaleras abajo para quedarse pie detrás de Yunho, con los ojos fijos y cautelosos en su novio.
—Lo siento. Si yo hubiera sabido que ibas a estar aquí, no habría venido.
Yunho se metió las manos en los bolsillos del abrigo.
—Puedes venir aquí cuando quieras, Boo. Nunca quise que te mantuvieras alejado.
Yo no podía controlar la acidez en mi voz.
—No quiero interrumpir. —Levanté la mirada a lo alto de las escaleras donde Da Hae estaba parado con una expresión de suficiencia—. Disfruta de tu noche —dije, dándome la vuelta.
Me agarró del brazo.
—Espera. ¿Estás enfadado?
Tiré de mi abrigo para quitarme de su agarre.
—Sabes... ni siquiera sé por qué me sorprende.
Sus cejas se fruncieron.
—No puedo ganar contigo. ¡Nunca hago nada bien contigo! Me dices que tú lo has superado... ¡Me siento malditamente miserable con esto! Tuve que romper mi teléfono en mil pedazos para evitar llamarte a cada minuto de cada maldito día. He tenido que aparentar que todo está bien en la escuela para que puedas ser feliz... ¿Y estás jodidamente enojado conmigo? ¡Me rompiste el jodido corazón! —Sus últimas palabras hicieron eco en la noche.
—Yunho, estás borracho. Deja que Jae se vaya a casa —dijo Yoochun.
Yunho me agarró de los hombros y me empujó hacia él.
— ¿Me quieres o no? ¡No puedes seguir haciéndome esto, Boo!
—No he venido aquí para verte —dije, levantando la mirada hacia él.
—Yo no lo quiero —dijo, mirando fijamente mis labios—. Sólo estoy tan jodidamente triste, Boo. —Sus ojos mostraron determinación y se inclinó hacia adelante, inclinando la cabeza para besarme.
Le agarré por la barbilla, echándole hacia atrás.
—Tienes su saliva en tu boca, Yunho —dije, disgustado.
Él dio un paso atrás y se levantó la camisa, limpiándose la boca. Se quedó mirando fijamente el tejido blanco y sacudió la cabeza.
—Yo sólo quería olvidar. Sólo por una maldita noche.
Me sequé una lágrima que se escapó.
—Entonces no dejes que te lo impida.
Traté de hacer mi retirada hacia el Honda, pero Yunho me agarró del brazo otra vez. Al momento siguiente, Junsu estaba golpeando el brazo con sus puños. Yunho lo miró, parpadeando por un momento, con incredulidad. Junsu sin dejar de golpear con sus puños y golpeándolos contra su pecho hasta que me liberó.
— ¡Déjala en paz, hijo de puta!
Yoochun lo agarró y Junsu lo apartó, girándose para abofetear la cara de Yunho. El sonido de su mano contra la mejilla fue rápido y fuerte, y me estremecí con el ruido.
Todo el mundo se congeló por un momento, sorprendidos por la rabia repentina de Junsu.
Yunho frunció el ceño, pero él no se defendió. Yoochun lo agarró de nuevo, sosteniendo sus muñecas y tirando de él hacia su coche mientras Junsu se revolvía.
Junsu luchó contra él. Me quedé sorprendido por su determinación para alcanzar a Yunho. El odio puro brillaba en sus, por lo general, dulces y alegres ojos.
— ¿Cómo pudiste? ¡Él merecía algo mejor de ti, Yunho!
—Junsu, ¡DETENTE! —Gritó Yoochun, más fuerte de lo que nunca le había oído.
Sus brazos cayeron a sus costados mientras miraba a Yoochun con incredulidad.
— ¿Estás defendiéndolo?
Aunque parecía nervioso, él se mantuvo firme.
—Jae rompió con él. Sólo está tratando de seguir adelante.
Sus ojos se entrecerraron y tiró de su brazo para salir de su agarre.
—Bueno, entonces ¿por qué no vas a buscar un PUTA cualquiera, —miró a Da Hae —, del club y la traes a casa para follar, y luego me haces saber si te ayuda a olvidarte de mí?
—Su. — Yoochun lo agarró, pero él lo evadió, cerrando de golpe la puerta cuando Junsu se sentó detrás del volante. Me senté a su lado, tratando de no mirar a Yunho.
—Bebé, no te vayas —suplicó Yoochun, inclinándose hacia abajo en la ventana.
Junsu encendió el auto.
—Hay un lado correcto y un lado incorrecto aquí, Chun. Y estás en el lado equivocado.
—Estoy en tu lado —dijo, sus ojos desesperados.
—Ya no, no lo estás —dijo, echando marcha atrás.
— ¿Junsu? ¡Junsu! —Gritó Yoochun tras él mientras aceleraba por la carretera, dejándole detrás.
Suspiré.
—Su, no puedes romper con él por esto. Él tiene razón.
Junsu puso su mano sobre la mía y la apretó.
—No, no la tiene. Nada de lo que acaba de pasar fue correcto.
Cuando nos detuvimos en el estacionamiento al lado de los dormitorios, el teléfono de Junsu sonó. Junsu puso en blanco los ojos mientras contestaba.
— No quiero que me llames más. Lo digo en serio, Chun —dijo—. No, no eres... porque no quiero que lo hagas, por eso. No puedes defender lo que él ha hecho, no puedes tolerar que lastime así a Jae y estar conmigo... ¡eso es exactamente lo que quiero decir, Yoochun! ¡No importa! ¡No ves a Jae liarse con el primer chico que ve! No es por Yunho, ese es el problema, Yoochun. ¡Él no te pidió que lo defendieras! Ugh... He terminado de hablar de esto. No me llames otra vez. Adiós.
Salió de golpe del coche y fue pisando fuerte a través de la carretera y subió las escaleras. Traté de mantener el paso con él, a la espera de escuchar el otro lado de la conversación.
Cuando su teléfono sonó de nuevo, lo apagó.
—Yunho hizo que Chun llevara a Da Hae a casa. Quería pasarse por aquí al volver.
—Deberías darle la oportunidad, Su.
—No. Tú eres mi mejor amigo. No puedo soportar lo que vi esta noche, y no puedo estar con alguien que lo defienda. Fin de la conversación, Jae, lo digo en serio.
Asentí con la cabeza y él me abrazó por los hombros, tirando de mí hacia su costado mientras subíamos las escaleras hacia nuestras habitaciones.
Karam ya estaba dormido, y me salté la ducha, metiéndome en la cama completamente vestido, abrigo y todo. Yo no podía dejar de pensar en Yunho tambaleándose en la puerta con Da Hae, o la saliva restregada por su rostro. Traté de bloquear las repugnantes imágenes de lo que habría sucedido si no hubiera estado allí, y me arrollaron varias emociones, rayando la desesperación.
Yoochun estaba en lo cierto. Yo no tenía derecho a estar enojado, pero no ayudaba a ignorar el dolor.

* * *

Ji Yong negó con la cabeza cuando me senté en la mesa junto a él. Yo sabía que me veía horrible; yo apenas tuve energía para cambiarme de ropa y cepillarme los dientes. Yo había dormido sólo una hora la noche anterior, incapaz de librarme del recuerdo de los labios de Yunho ni de la culpabilidad de que Yoochun y Junsu hubieran roto.
Junsu optó por quedarse en la cama, sabiendo que una vez que la ira cediera, la depresión se instalaría. Él amaba Yoochun, y aunque estaba decidido a terminar las cosas porque él había elegido el lado equivocado, Junsu estaba dispuesto a sufrir la reacción de su decisión.
Después de clase, Ji Yong me acompañó hasta la cafetería. Como había temido, Yoochun estaba esperando en la puerta a Junsu.
Cuando me vio, no dudó.
— ¿Donde está Su?
—No vino a clase esta mañana.
— ¿Él está en su habitación? —dijo, dirigiéndose a los dormitorios.
—Lo siento, Yoochun —dije desde atrás.
Se quedó paralizado y se dio la vuelta, con el rostro de un hombre que había llegado a su límite.
— ¡Desearía que Yunho y tú terminaran con esta mierda! ¡Son un maldito tornado! Cuando son felices, todo es amor y paz y mariposas. ¡Cuando están enojados, arrasan hacia abajo a todo el jodido mundo ustedes!
Se alejó con pasos fuertes y yo exhalé el aliento que estaba sosteniendo.
—Eso fue bien.
Ji Yong me llevó a la cafetería.
—Todo el mundo. Wow. ¿Crees que podría funcionar tu vudú antes de la prueba el viernes?
—Veré lo que puedo hacer.
Ji Yong eligió una mesa diferente, y yo estuve más que feliz de seguirlo allí. Yunho se sentó con sus hermanos de fraternidad, pero él no tenía una bandeja y no se quedó mucho tiempo. Él me vio justo cuando se iba, pero él no se detuvo.
—Entonces, Junsu y Yoochun rompieron, también, ¿eh? —Preguntó Ji Yong, mientras masticaba.
—Estuvimos anoche en donde Yoochun y Yunho llegó a casa con Da Hae y... fue un desastre. Ellos tomaron partes.
—Ay.
—Exactamente. Me siento muy mal.
Ji Yong me dio unas palmaditas en la espalda.
—No puedes controlar las decisiones que toman, Jae. Así que, ¿supongo que esto significa que podremos saltarnos la fiesta de San Valentín?
—Eso parece.
Ji Yong sonrió.
—Todavía te llevaré a algún sitio. Los llevaré a ti y a Su. Será divertido.
Me apoyé en su hombro.
—Eres el mejor, Ji Yong.
Yo no había pensado en San Valentín, pero yo estaba contento de tener planes. No me podía imaginar cómo de triste me sentiría pasarlo con Junsu solamente, escuchar su perorata sobre Yoochun y Yunho toda la noche. Él todavía haría eso—no sería Junsu si él no lo hiciera—pero al menos sería una diatriba limitada si estábamos en público.

* * *

Las semanas de enero pasaron, y después de un intento loable, pero fallido por parte de Yoochun para conseguir que Junsu volviera con él, vi cada vez menos a él y a Yunho. En febrero, ellos dejaron de ir a la cafetería todos juntos, y sólo vi a Yunho unas cuantas veces en mi camino a clase.
El fin de semana antes del Día de San Valentín, Junsu y Ji Yong me convencieron para ir al club, y durante todo el camino en coche hacia el club, temía ver a Yunho allí. Nosotros entramos, y yo respiré con alivio al no ver ninguna señal de él.
—Primeras rondas de mi parte —dijo Ji Yong señalando una mesa y deslizándose entre la multitud hacia la barra.
Nos sentamos y vimos como la pista de baile pasaba de estar vacía a rebosar de estudiantes universitarios borrachos.
Después de nuestra quinta ronda, Ji Yong nos empujó a la pista de baile, y finalmente me sentí lo suficientemente relajado para pasar un buen rato. Nos reímos y chocamos una contra otra, riendo histéricamente cuando un tipo balanceó a su pareja de baile dando una vuelta y ella perdió su mano, deslizándose por el suelo sobre su costado.
Junsu levantó las manos por encima de la cabeza, agitándose con la música. Me reí de su rostro habitual de baile y luego me detuve abruptamente cuando vi venir a Yoochun detrás de él. Le susurró algo al oído y él se volteó. Intercambiaron palabras y luego Junsu tomó mi mano, llevándome a nuestra mesa.
—Por supuesto. La noche en que salimos, y él aparece —refunfuñó.
Ji Yong nos trajo dos copas más, incluyendo un chupito para cada uno.
—Pensé que podrían necesitarlos.
—Pensaste correctamente. — Junsu inclinó la cabeza hacia atrás antes de que pudiéramos brindar y sacudí la cabeza, chocando mi copa con la de Ji Yong. Traté de mantener mis ojos en los rostros de mis amigos, preocupada de que si Yoochun estaba allí, Yunho no estaría muy lejos.
Otra canción sonó por los altavoces y Junsu se puso de pie.
—A la mierda. No me voy a quedar sentado en esta mesa el resto de la noche.
— ¡Bravo chico! — Ji Yong sonrió, siguiéndolo a la pista de baile.
Los seguí, mirando a mí alrededor buscando a Yoochun. Había desaparecido, y me relajé, tratando de quitarme de encima la sensación de que Yunho se presentaría en la pista de baile con Da Hae. Un chico que había visto por el campus bailaba detrás de Junsu, y él sonrió, dando la bienvenida a la distracción. Tenía la sospecha de que él estaba haciendo un show para su propio disfrute, con la esperanza de que Yoochun lo vería. Aparté la mirada por un segundo, y cuando miré de nuevo a Junsu, su pareja de baile ya no estaba. Él se encogió de hombros, sin dejar de agitar sus caderas al ritmo.
La siguiente canción empezó a sonar y un chico diferente apareció detrás de Junsu, su amigo bailando junto a mí. Después de unos momentos, mi pareja de baile maniobró detrás de mí, y me sentí un poco inseguro cuando sentí sus manos en mis caderas. Como si hubiera leído mi mente, sus manos dejaron mi cintura. Miré detrás de mí, y él se había ido. Miré hacia Junsu, y el hombre detrás de él se había ido también.
Ji Yong parecía un poco nervioso, pero cuando Junsu levantó una ceja ante su expresión, sacudió la cabeza y continuó bailando.
Para la tercera canción, estaba sudoroso y cansado. Me retiré a nuestra mesa, apoyando mi cabeza pesada en mi mano, y me eché a reír mientras veía a otro esperanzado pidiendo a Junsu un baile.
Él me guiñó un ojo desde la pista de baile, y luego yo me puse rígido cuando lo vi siendo empujado hacia atrás, desapareciendo entre la multitud.
Me puse de pie y caminé alrededor de la pista de baile, manteniendo mi ojo en el sitio a donde él fue empujado, y sentí la adrenalina quemar a través del alcohol en mis venas cuando vi a Yoochun sujetando por el cuello al tipo en cuestión. Yunho estaba a su lado, riendo histéricamente hasta que levantó la vista y me vio observándoles. Él golpeó el brazo de Yoochun, y cuando Yoochun miró en mi dirección, empujó a la víctima de espaldas sobre el suelo.
No me tomó mucho tiempo averiguar lo que estaba pasando: habían estado sacando a los chicos que estaban bailando con nosotros fuera de la pista de baile y amenazándoles para que se mantuvieran alejados de nosotros.
Entrecerré los ojos hacia ellos y luego me dirigí a Junsu. La multitud era densa, y yo tuve que empujar a algunas personas fuera de mi camino. Yoochun me agarró la mano antes de que llegara a la pista de baile.
— ¡No se lo digas! —Dijo, tratando de suavizarlo con su sonrisa.
— ¿Qué demonios crees que estás haciendo, Yoochun?
Se encogió de hombros, todavía orgulloso de sí mismo.
—Lo quiero. No puedo permitir que otros chicos bailen con él.
—Entonces, ¿cuál es tu excusa para tirar del tipo que estaba bailando conmigo? —dije, cruzándome de brazos.
—Ese no fui yo —dijo Yoochun, rápidamente echando un vistazo a Yunho—. Lo siento, Jae. Estábamos simplemente divirtiéndonos.
No es divertido.
— ¿El qué no es divertido? —dijo Junsu, mirando fijamente a Yoochun.
Él tragó saliva, disparándome una mirada suplicante en mi dirección. Yo le debía un favor, así que mantuve la boca cerrada. Él suspiró de alivio cuando se dio cuenta de que no lo delataría, y luego miró a Junsu con dulce adoración.
— ¿Quieres bailar?
—No, no quiero bailar —dijo él, caminando de regreso a la mesa. Yoochun lo siguió, dejándonos a Yunho y mí parados juntos.
Yunho se encogió de hombros.
— ¿Quieres bailar?
— ¿Qué? ¿Da Hae no está aquí?
Él negó con la cabeza.
—Solías ser un borracho dulce.
—Feliz de decepcionarte —dije, volviéndome hacia la barra.
Él me siguió, empujando a dos chicos de sus asientos. Le miré fijamente por un momento, pero no me hizo caso, se sentó y luego me observó con una expresión expectante.
— ¿Vas a sentarte? Te invito a una cerveza.
—Pensé que no comprabas bebidas para chicos en el bar.
Él inclinó la cabeza en mi dirección, con un gesto impaciente.
—Eres diferente.
—Eso es lo que dices.
—Vamos, Boo. ¿Qué pasó con eso de ser amigos?
—No podemos ser amigos, Yunho. Obviamente.
— ¿Por qué no?
—Porque no quiero verte sobándote con un chico diferente cada noche, y tú no dejarás que nadie baile conmigo.
Él sonrió.
—Te quiero. No puedo permitir que otros chicos bailen contigo.
— ¿Ah, sí? ¿Cuánto me amabas cuando compraste la caja de condones?
Yunho hizo una mueca y yo me puse de pie, haciendo mi camino a la mesa. Yoochun y Junsu estaban inmersos en un fuerte abrazo, y haciendo una escena, mientras se besaban apasionadamente.
—Creo que vamos a la fiesta de San Valentín de la Sig Tau de nuevo —dijo Ji Yong con el ceño fruncido.
Suspiré.

—Mierda. 

11 comentarios:

  1. /; que mierda quiere jae?
    jode a yunho para que lo deje en paz y luego lo qiere lejos, y al mismo tiempo no lo quiere ver con nadie e.e y ese junsu exagero

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  2. pobre de yoochun se enoja jae por el comportamiento de yunho y junsu hace que yoochun pague por ello por ser amigo de yunho que deje fuera los asuntos yunjae y el que se concentre en yoochun que es el único que debe de importarle
    y jae ya debería de regresar con yunho si esta que muere de celos por que yunho sale con otro para que no lo vuelva hacer que regrese jae para que yunho ya no busque lo que le hace falta en otro

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  3. ashhh jae debe de decidirse el fue quien mando a la mierda a yunho
    aunq tambn este es un estupido por comportarse asi e,e no deberia meterse con
    el primer puto q le pase x enfrente pss grrr

    que bueno q chun y el delfin se arreglaron no es justo q x los problemas de los otros dos terminaran pero es lindo x parte de su defender asi a su amigo *-*
    gracias x la actu!!! esta genial :3

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  4. Ambos me enojan jae que ni sabe que quiere en su vida, que es lo que necesita trata a yunho de lo peor y este igual actúa estúpidamente al hacer eso, el meterse con el primero que se le pase en frente, jae muriendo de celos quien rayos los entiende? y junsu me parece erróneo de que por los problemas de yunho y jae se enoje con yoochun por ser amigo de yunho, que bueno que al final no paso a más su discusión pero debe controlarse, gracias por el capítulo!

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  5. Jae deja de jugar con Yunho po :C
    Le rompes el corazón!!!

    Gracias por el capitulo

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  6. Deja tanta pendejada JJ o.ó!!!
    YH no es un pinche muñeco al cual tener de juguete >_> chingaos! decídete que rayos quieres de una vez para que el otro pueda estar en paz >_>
    Pobre de YC siembre termina pagando el pato T-T lo bueno es que ya se reconcilió con el tonto de JS ^^

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  7. Creo que hace buen tiempito que no hay actu, espero y puedas continuar por que la historia esta genial y quisiera saber que pasa porfa y gracias por la bella historia.

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  8. ahhhhhhhh!!! no aguanto tanta babosada de esos dos pero en especial de Jae .... dice que ya no quiere nada de Yunho pero luego hace una escena cuando lo ve con otro... ya es ha que se decida que es lo que quiere y tomar fuerzas para luchar por eso... no culpo la reaccion de Yunho, en verdad hasta a mi me fastidiaria como se comporta Jae :( lo unico bueno es que el Yoosu ya estan juntos otra vez :)

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  9. Que mierda con esos dos?? Yoochun tiene razón, parecen un tornado que todo lo arrasa cuando pelean... Ese par no se va a dejar de pendejadas porque todavía se aman y se celan, ninguno lo supero todavía... Jae va a tener que decidir que quiere realmente y cuando lo haga no acobardarse como la vez que dejo que Yunho decida por ambos romper, y Yunho.... buee, dejar de comportase idiota y meterse con el primero que aparezca....
    Lo bueno de todo esto es que Yoochun y Junsu volvieron ^ ^ Yoochun realmente no merece pagar por todo lo que hace el Yunjae

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  10. Arrastran con sus problemas al YooSu, lo bueno es que se aman tanto que ya se reconciliaron. Eso debería hacer también aJae y Yunho pues se aman y sólo hacen tonterías cuando están separados.
    Gracias

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  11. Joder! no entiendo a ese chico, primero lo quería alejado y ahora se enoja porque anda con otro chico. Aunque esta mal, no merece tratarlo así. Si tanto le duele debería de una vez decirle lo que siente por él. ahhh es todo un caos esto.
    Gracias por compartir.

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Thief: Capítulo 16

Capítulo 16 Presente   Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa ...