Capítulo 8
Cuando mis ojos finalmente pudieron
despegarse para abrirse, vi que mi almohada consistía en unos jeans y piernas. Yunho
estaba sentado con su espalda contra la bañera, su cabeza inclinada contra la
fría pared. Él parecía tan incómodo como yo me sentía. Tiré la manta que tenía
sobre mí y me levanté, jadeando ante mi horroroso reflejo en el espejo sobre el
lavabo.
Parecía como muerto.
Sábanas, toallas y mantas rodeaban a Yunho.
Él había formado una suave cama para dormirme mientras yo expulsé los quince
chupitos de tequila que había consumido la noche anterior. Yunho había
sostenido mi cabello lejos del retrete, y se sentó a mi lado toda la noche.
Abrí el grifo, colocando mi mano debajo
del agua hasta obtener la temperatura que yo quería.
Limpié el desorden de mi cara, escuché un
gemido desde el suelo. Yunho se removía, frotó sus ojos y se estiró, y luego
miró a su lado, entrando en pánico.
—Estoy aquí —dije—. ¿Por qué no te vas a
la cama? ¿Quieres dormir un poco más?
— ¿Estás bien? —dijo Yunho, frotando sus
ojos una vez más.
—Sí, estoy bien. Bueno, tan bien como se
podría estar. Me sentiré mejor una vez que me dé un baño.
Él se levantó.
—Superaste mis fiestas locas anoche, para
que lo sepas. No sé de dónde vino esto, pero no quiero que lo hagas otra vez.
—Esto es más o menos con lo que crecí, Yunho.
No es la gran cosa.
Yunho tomó mi barbilla entre sus manos y
limpió la mancha debajo de mis ojos con sus pulgares.
—Fue una gran cosa para mí.
—Bien, no voy a hacerlo otra vez. ¿Feliz?
—Sí. Sin embargo, tengo algo que decirte,
si prometes no asustarte.
—Oh, Dios, ¿Qué hice?
—Nada, pero necesitas llamar a Junsu.
— ¿Dónde está?
—En los dormitorios. Junsu discutió con Yoochun
ayer.
Corrí hacia la ducha y comencé a tirar de
mi ropa mientras Yunho usaba el lavabo. Cuando salí del baño, Yoochun y Yunho estaban
sentados en la sala.
— ¿Qué le has hecho? —exigí.
La cara de Yoochun palideció.
—Realmente está enojado conmigo.
— ¿Qué ocurrió?
—Estaba enojado porque te animó a beber
tanto. Pensé que íbamos a terminar llevándote al hospital. Una cosa llevo a la
otra, y lo siguiente que sé, estábamos gritándonos el uno al otro. Ambos
estábamos borrachos, Jae. Dije cosas que quisiera no haber dicho —negó con su
cabeza, mirando hacia el suelo.
— ¿Cómo qué? —dije, enojado.
—Lo insulté con unos nombres de los
cuales no estoy orgulloso y entonces le dije que se marchara.
— ¿Dejaste que Junsu se fuera de aquí
estando borracho? ¿Eres un idiota? —dije, agarrando mi bolso.
—Tranquilízate, Boo. Yoochun ya se siente
suficientemente mal —dijo Yunho.
Terminé de sacar mi teléfono celular de
mi bolso, marcando el número de Junsu.
— ¿Hola? —respondió Junsu. Sonaba mal.
—Acabo de enterarme —suspiré—. ¿Estás
bien? —Caminé hacia el pasillo por más privacidad, lanzando hacia atrás una
mala mirada a Yoochun.
—Estoy bien. Yoochun es un imbécil —Sus
palabras fueron firmes, pero pude escuchar el dolor en su voz. Junsu era un
maestro enmascarando sus emociones, y podría engañar a cualquiera menos a mí.
—Siento no haberme ido contigo.
—Estabas casi desmayado, Jae —dijo
molesto.
— ¿Por qué no vienes por mí? Podemos
hablar de esto.
Junsu respiró contra el teléfono.
—No sé. Realmente no quiero verlo.
—Le diré que se quede dentro, entonces.
Hubo una larga pausa, y entonces escuché
sus llaves tintinear en el fondo.
—Está bien. Estaré allí en un minuto.
Entré en la sala, pasando mi bolso sobre
mi hombro. Ellos me observaron abrir la puerta para esperar a Junsu, y Yoochun brincó
del sofá.
— ¿Junsu va a venir?
—No quiere verte, Yoochun. Le dije que te
quedarías dentro.
Él suspiró, y cayó contra el cojín.
—Me odia.
—Voy a hablar con él. Será mejor que
tengas una increíble disculpa, sin embargo.
Diez minutos más tarde, la bocina de un
auto sonó dos veces afuera, y cerré la puerta detrás de mí. Cuando llegaba al
final de las escaleras, Yoochun pasó junto a mí hacia el Honda rojo de Junsu, y
se encorvó para verlo a través de la ventana. Me detuve en seco, observando
cómo Junsu lo ignoraba observando al frente. Junsu bajó su ventanilla, y Yoochun
parecía estarse explicando, y entonces comenzaron a discutir. Decidí entrar en
la casa para darles privacidad.
— ¿Boo? —dijo Yunho, trotando por la
escalera.
—Esto no se ve bien.
—Me lo imaginaba. Vamos adentro —dijo,
entrelazando sus dedos con los míos mientras subíamos las escaleras.
— ¿Fue tan malo? —pregunté.
Asintió.
—Bastante malo. Salieron de la fase de
luna de miel, sin embargo. Lo van a superar.
—Para ser alguien que nunca ha tenido un
novio, parece que sabes sobre relaciones.
—Tengo cuatro hermanos y muchos amigos
—dijo, sonriendo para sí mismo.
Yoochun entró pisoteando en el
apartamento y cerró la puerta detrás de él.
— ¡Junsu es jodidamente imposible!
Besé la mejilla de Yunho.
—Esa es mi señal.
—Buena suerte — Yunho sonrió.
Me deslicé dentro del auto de Junsu, él
resopló.
— ¡Él es jodidamente imposible!
Reí, pero Junsu lanzó una mala mirada en
mi dirección.
—Lo siento, —dije, forzando mi sonrisa a
desaparecer.
Mientras conducía, Junsu gritó y gritó y
gritó un poco más. A veces lanzaba maldiciones a Yoochun, como si fuera él
quien estuviera sentado en mi lugar. Yo me quede quieto, dejando que sacara su
coraje como sólo Junsu podía hacerlo.
— ¡Me llamó irresponsable! ¡A mí! ¡Como
si yo no te conociera! Como si no te hubiera visto robarle a tu padre cientos
de dólares para beber tequila. ¡Él no sabía de qué diablos estaba hablando! ¡Él
no sabe cómo era tu vida! ¡Él no sabe lo que yo sé, y actúa como si yo fuera su
hijo en vez de su novio! —Descansé mi mano sobre la de Junsu, pero él la
apartó—. Yoochun pensaba que tú serías la razón por la cual nosotros no
podríamos funcionar, y entonces él termina haciendo el trabajo por sí solo. Y
hablando de ti, ¿Qué diablos pasó anoche con Changmin?
El repentino cambio de tema me tomó por
sorpresa.
— ¿Qué quieres decir?
—Yunho se la paso contigo toda la fiesta,
Jae, y luego vas y te manoseas con Changmin. ¿Y tú preguntas porque todo el
mundo está hablando de ti?
— ¡Espera un minuto! Le dije a Changmin que
no deberíamos estar haciendo eso ¿Y qué importa si Yunho se pasó conmigo la
noche o no? ¡No estoy con él!
Junsu miró hacia el frente, soltando una
ráfaga de aire por la nariz.
—Bien, Junsu.
¿Qué es todo esto? ¿Estás enojado conmigo, ahora?
—No estoy enojado contigo. Sólo no quiero
asociarme con completos idiotas.
Negué con mi cabeza, y luego miré fuera
de la ventana antes de decir algo de lo que podría arrepentirme. Junsu siempre
había sido capaz de hacerme sentir como una mierda.
— ¿Por lo menos ves lo que está pasando?
—preguntó—. Yunho dejó de pelear. Yunho no sale sin ti. No ha traído más chicos
a casa desde esos tontos gemelos… aún no ha asesinado a Changmin, y tú estás
preocupado de lo que la gente va a decir. ¿Sabes porque te digo esto, Jae?
¡Porque es la verdad!
Me giré, mi cuello crujió lentamente
mientras me volvía a su dirección, tratando de darle la más asesina mirada que
conocía.
— ¿Qué diablos te pasa?
—Estás saliendo ahora con Changmin, y tú
estás tan feliz —dijo mofándose—. Entonces, ¿Por qué no estás en los
dormitorios?
— ¡Porque perdí una apuesta, ya lo sabes!
— ¡Dame un respiro, Jae! Hablas sobre
cuán perfecto es Changmin, tienes esas increíbles citas con él, hablas
con él por horas al teléfono, y luego vas a dormirte al lado de Yunho toda la
noche. ¿Ves lo que está mal en esta situación? Si realmente te gustara Changmin,
tus cosas estarían en los dormitorios ahora mismo.
Apreté mis dientes.
—Sabes que yo nunca abandono una apuesta,
Junsu.
—Eso es lo que pensaba —dijo, retorciendo
sus manos alrededor del volante—. Yunho es lo que quieres, y Changmin es lo que
crees que necesitas.
—Sé que parece de esa manera, pero…
—Es la manera que le parece a todo el
mundo. Si no te gusta que las personas estén hablando de ti… cambia. Esto no es
la culpa de Yunho. Él ha hecho mucho por ti. Tú estás recogiendo lo que
cosechaste, y Changmin está obteniendo los beneficios.
— ¡Una semana atrás empaquetaste mis
cosas y no querías que Yunho se me acercara otra vez! ¿Ahora estás
defendiéndolo?
— ¡Jaejoong! ¡No lo estoy defendiendo,
estúpido! ¡Estoy viendo por ti! ¡Ustedes están locos el uno por el otro!
¡Hagan algo al respecto!
— ¿Cómo es posible creer que yo debería
estar con Yunho? —Gemí—. ¡Se supone que debo mantenerme alejado de personas
como él!
Junsu apretó sus labios, claramente
perdiendo la paciencia.
—Has trabajado muy duro para separarte de
tu padre. ¡Esa es la única razón por la cual incluso consideraste salir con Changmin!
Él es lo completamente opuesto, y crees que Yunho va a lanzar a tierra todos
tus esfuerzos. Yunho no es tu papá, Jae.
—Yo no he dicho que Yunho lo sea, pero
esta poniéndome en una situación segura de seguir sus pasos.
—Yunho no te haría esto a ti. Creo que
subestimas lo mucho que significas para él. Si tú se lo dices…
—No. No dejamos todo atrás para que todo
el mundo aquí me mire como lo hicieron. Vamos a centrarnos en el problema en
cuestión. Yoochun está esperándote.
—No quiero hablar de Yoochun —dijo,
frenando hasta detenerse en la luz.
—Él es miserable. Te ama.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y su
labio inferior tembló.
—No me importa.
—Sí te importa.
—Lo sé —susurró, inclinándose en mi
hombro.
Junsu lloró hasta que la luz del semáforo
cambió, y luego besé su cabeza.
—Luz verde.
Junsu se sentó recto, limpiándose la
nariz.
—Fui bastante cruel con él hace rato. No
creo que quiera hablar conmigo ahora.
—Hablará contigo. Él sabe que estabas
enojado.
Junsu limpió su rostro, y luego
lentamente cambió la direccional. Me preocupaba tomarme mucho tiempo para
convencerlo de regresar conmigo, pero Yoochun bajó la escalera corriendo antes
de que Junsu apagara el motor.
Yoochun abrió bruscamente la puerta del
auto, inclinándose a sus pies.
—Lo siento mucho, bebé. No debería
meterme en lo que no me importa… por favor, no te vayas. No sé qué haría sin
ti.
Junsu tomó su rostro entre sus manos y
sonrió.
—Eres un cabrón arrogante, pero todavía
te amo.
Yoochun lo besó una y otra vez como si no
lo hubiera visto en meses, y sonreí por mi trabajo bien hecho. Yunho estaba de
pie en la puerta, sonriendo mientras yo me dirigía al apartamento.
—Y ellos vivieron felices para siempre
—dijo Yunho, cerrando la puerta detrás de mí.
Me desplomé en el sofá y Yunho se sentó a
mi lado, tirando de mis piernas hacia su regazo.
— ¿Qué haces hoy, Boo?
—Dormir. O descansar… o dormir.
— ¿Puedo darte tu regalo primero?
Empujé su hombro juguetonamente.
—Cállate. ¿Me has traído un regalo?
Su boca se curvó en una sonrisa nerviosa.
—No es un brazalete de diamantes, pero
pensé que te gustaría.
—Me encanta y aún no lo he visto.
Yunho levantó mis piernas de su regazo, y
luego desapareció hacia el dormitorio de Yoochun. Arqueé una ceja cuando lo
escuché murmurando, y luego salió con una caja. La dejó en el suelo, a mis
pies, para abrirla.
—Apresúrate, quiero verte sorprendido
—sonrió.
— ¿Qué me apresure? —pregunté,
levantando la tapa.
Mi boca cayó abierta cuando un par de
grandes ojos negros miraron hacia mí.
— ¿Un perrito? —grité, llevando
mis manos dentro de la caja. Levanté el oscuro bebé de cabello rizado hacia mi
cara, y cubrió mi boca con cálidos y húmedos besos.
Yunho sonrió radiante, triunfante.
— ¿Te gusta él?
— ¿Él? ¡Lo amo! ¡Tengo un perrito!
—Es un Cairn Terrier. Tuve que manejar
tres horas para recogerlo después de clases el jueves.
—Entonces, cuando dijiste que fuiste con Yoochun
en su auto para comprar…
—Fuimos a conseguir tu regalo —asintió.
— ¡Él es muy inquieto! —reí.
—Toda chico necesita un Taepoong —dijo Yunho,
ayudándome a mantener a esa pequeña bola de pelos en mí regazo.
— ¡Él parece como Taepoong! Así es como
voy a llamarlo —dije, arrugando mi nariz hacia el inquieto perrito.
—Puedes tenerlo aquí. Yo me encargaré de
él cuando vuelvas a los dormitorios —su boca se curvó en una media sonrisa—. Y
eso me asegurara de que vengas a visitarlo varias veces al mes.
Apreté mis labios juntos.
—Hubiera regresado, de todas maneras, Yunho.
—Haría cualquier cosa por volver a ver esa
sonrisa en tu rostro ahora mismo.
—Creo que necesito una siesta, Taepoong.
Si, tú también —susurré al cachorro.
Yunho asintió, tirando de mí hacia su
regazo, y luego levantándose conmigo en sus brazos. Con dificultad, Yunho cerró
las cortinas, y luego se dejó caer sobre su almohada.
—Gracias por quedarte conmigo anoche
—dije, acariciando la suave piel de Taepoong —. No tenías por que dormir en el
suelo del baño.
—Anoche fue una de las mejores noches de
mi vida.
Me giré para ver su expresión. Cuando vi
que él hablaba en serio, le disparé una mirada dudosa.
— ¿Dormir entre un retrete y la bañera y
en el frío y duro piso con un idiota vomitando fue una de tus mejores noches?
Eso es triste, Yunho.
—No, sentado contigo cuando estabas
enfermo, y tú durmiendo en mi regazo fue una de mis mejores noches. No fue
cómodo, no dormí casi nada, pero estuve en tu decimonoveno cumpleaños contigo,
y realmente eres dulce cuando estás borracho.
—Estoy seguro que entre eructando y
vomitando fui muy encantador.
Yunho se acercó a mí, acariciando a Taepoong,
quien estaba acurrucado en mi cuello.
—Eres el único ser humano que conozco que
aún se ve increíble con la cabeza dentro del inodoro. Eso es mucho decir.
—Gracias, Yunho. No haré que seas mi
niñera otra vez.
Se apoyó contra su almohada.
—Como sea. Nadie puede sostener tu
cabello hacia atrás como yo.
Reí y cerré los ojos, dejándome caer en
la oscuridad.
— ¡Levántate, Jae! —gritó Junsu,
sacudiéndome.
Taepoong lamió mi mejilla.
— ¡Estoy levantado! ¡Estoy levantado!
— ¡Tenemos clases en media hora!
Salté de la cama.
—He estado durmiendo por… ¿Catorce
horas? ¿Pero por qué?
— ¡Sólo date un baño! ¡Si no estás listo
en diez minutos, dejare tu trasero aquí!
— ¡No tengo tiempo de darme un baño!
—dije, cambiándome la ropa con la cual me dormí.
Yunho apoyó su cabeza en su mano y rió.
—Son ridículos. No es el fin del mundo si
llegan tarde a una clase.
—Lo es si eres Junsu. Él no se pierde una
clase y odia llegar tarde —dije, tirando una camisa sobre mi cabeza, y
metiéndome dentro de mis jeans.
—Deja que Junsu se adelante. Yo te
llevaré.
Caminé con un pie, mientras me ponía mis
botas en el otro.
—Mi bolsa está en su auto, Yunho.
—Como sea —se encogió de hombros—. Sólo
no salgas herido por llegar a tiempo a una clase — Yunho levantó a Taepoong,
sosteniéndolo en su mano como un pequeño balón, siguiéndome en el pasillo.
Junsu corrió conmigo hacia la puerta y
entramos en el auto.
—No puedo creer que Yunho te haya
regalado ese perrito —dijo Junsu, mirando hacia atrás mientras salía del
estacionamiento.
Yunho estaba de pie frente al sol de la
mañana, en calzoncillos y descalzo, con los brazos cruzados por el frío. Él
observaba a Taepoong oler el pasto en el patio como un padre orgulloso.
—Nunca he tenido un perro antes —dije—.
Esto será interesante.
Junsu miró a Yunho antes de hacer avanzar
su Honda.
—Míralo —dijo, negando con su cabeza.
—Jung Yunho: Sr. Mamá. Taepoong es
adorable. Incluso tú te encariñarás con él.
—No puedes traerlo contigo al dormitorio,
lo sabes. No creo que Yunho haya pensado en eso.
—Yunho dijo que él lo cuidara en el
apartamento.
Junsu arqueó una ceja.
—Claro que lo dijo. Yunho piensa en el
futuro, tengo que darle crédito por eso —dijo, negando con su cabeza mientras
pisaba el acelerador.
Me tensé, pegándome en mi asiento por la
velocidad.
Una vez que la adrenalina se absorbió en
mi sistema, la pesadez de mi post-cumpleaños se apoderó de mi cuerpo. Junsu me
dio un codazo cuando la clase terminó, y lo seguí hacia la cafetería.
Yoochun se encontró con nosotros en la
puerta, y me di cuenta de inmediato que algo andaba mal.
—Junsu —dijo Yoochun, agarrándolo del
brazo.
Yunho corrió hacia donde estábamos, y
agarrándose de sus caderas, respiró profundamente hasta que recuperó el
aliento.
— ¿Hay una turba de hombres enfadados que
te persiguen? —Me burlé.
Yunho sacudió su cabeza.
—Estaba tratando de alcanzarte… antes de
que… entraras —suspiró.
— ¿Qué está pasando? —pregunto Junsu a Yoochun.
—Hay un rumor —comenzó Yoochun —. Todo el
mundo está diciendo que Yunho llevo a Jae a casa y… los detalles son
diferentes, pero es bastante malo.
— ¿Qué? ¿Hablas en serio? —grité.
Junsu rodó sus ojos.
— ¿A quién le importa, Jae? La gente ha
estado especulando sobre ti y Yunho desde semanas. No es la primera vez que
alguien dice que ustedes duermen juntos.
Yunho y Yoochun intercambiaron miradas.
— ¿Qué? —dije—. Hay algo más, ¿No?
Yoochun hizo una mueca.
—Están diciendo que te acostaste con Changmin
en la casa de Jun Ki, y luego te fuiste con Yunho… a casa, si sabes lo que
estoy tratando de decir.
Mi boca cayó abierta.
— ¡Grandioso! ¿Así que soy la zorra de la
escuela ahora?
Los ojos de Yunho se oscurecieron y su
mandíbula se tensó.
—Esto es mi culpa. Si se tratara de alguien
más, ellos no estarían hablando de ti — Yunho entró a la cafetería con sus
manos hechas puño a los costados.
Junsu y Yoochun lo siguieron.
—Espero que nadie sea tan estúpido como
para decirle algo. —dijo Junsu.
—O a Jae. —agregó Yoochun.
Yunho se sentó a unos asientos de
distancia de mí, al lado de otro compañero. Espere que él me mirara,
queriéndole ofrecer una sonrisa confortante. Yunho tenía una reputación, pero
yo dejé que Changmin me besara en el pasillo.
Yoochun me dio un codazo mientras miraba
a su primo.
—Sólo se siente mal. Probablemente está
tratando de desviar el rumor.
—No tienes por qué sentarte allí, Yunho.
Vamos, siéntate aquí —dije, palmeando el espacio vacío en frente de mí.
—Escuché que pasaste un buen cumpleaños, Jae
—dijo Soo Hyun, lanzando un trozo de lechuga al plato de Yunho.
—No comiences con él, Soo Hyun —advirtió Yunho,
ceñudo.
Soo Hyun sonrió, empujando hacia arriba
sus redondas y rosadas mejillas.
—Escuché que Changmin está furioso. Dijo
que fue a su apartamento ayer, y tú y Yunho seguían en la cama.
—Ellos estaban tomando una siesta, Soo
Hyun —se mofó Junsu.
Mis ojos se lanzaron hacia Yunho.
— ¿Changmin fue a verme?
Yunho se movió incómodo en su silla.
—Te lo iba a decir.
— ¿Cuándo? —Espeté.
Junsu se inclinó en mi oído.
—Changmin escuchó el rumor, y fue a
confrontarte. Traté de detenerlo, pero él caminó hacia el pasillo y… tuvo una
idea totalmente equivocada.
Planté mis codos en la mesa, cubriendo mi
rostro con mis manos.
—Esto se pone cada vez mejor.
—Entonces, ¿Ustedes realmente no han
entrado en acción? —Preguntó Soo Hyun —. Maldición, esto apesta. Pensé que Jae era
el adecuado para ti después de todo, Yunho.
—Es mejor que te detengas ahora, Soo Hyun
—advirtió.
—Si tú no duermes con Jae, ¿Te importa si
yo lo hago? —dijo Soo Hyun, riéndose con sus compañeros de equipo.
Mi cara ardió con la vergüenza inicial,
pero luego Junsu gritó en mi oído, reaccionando en respuesta a Yunho saltando
de su asiento. Yunho llegó hasta la mesa, agarrando a Soo Hyun por la garganta
con una mano, y su otra mano hecha un puño en su camisa.
Una línea de personas se acercó a la
mesa, y docenas de sillas se arrastraron por el suelo mientras las personas se
levantaban para mirar. Yunho lo golpeó repetidamente en el rostro, su codo
echado hacia atrás en el aire antes de aterrizar cada golpe. La única cosa que Soo
Hyun pudo hacer fue cubrir su cara son sus manos.
Nadie tocó a Yunho. Él estaba fuera de
control, y su reputación hacía que todos tuvieran miedo de ponerse en su
camino. Los jugadores de fútbol se agacharon y dieron un respingo mientras
veían a su compañero ser asaltado sin piedad sobre el suelo.
— ¡Yunho! —grité, rodeando la mesa.
A medio golpe, Yunho retuvo su puño, y
luego soltó la camisa de Soo Hyun, haciéndolo caer al suelo. Yunho estaba
jadeando cuando se dio la vuelta para mirarme; Nunca lo había visto tan
sobresaltado. Tragué duro y di un paso hacia atrás mientras él pasaba a mi
lado.
Di un paso para seguirlo, pero Junsu agarró
mi brazo. Yoochun lo besó rápidamente, y luego siguió a su primo hacia la
puerta.
—Jesús —susurró Junsu.
Nos dimos la vuelta para ver a los
compañeros de equipo de Soo Hyun recogerlo del suelo, y me encogí ante su cara
roja e hinchada. La sangre brotaba de su nariz, y Jun Ki le entregó una
servilleta de la mesa.
— ¡Ese loco hijo de puta! —gimió Soo Hyun,
sentándose en la silla y llevando su mano hacia su rostro. Me miró, entonces—.
Lo siento, Jae. Estaba sólo bromeando.
No tenía palabras para replicar. No podía
explicar que había ocurrido.
—Jae no se ha acostado con ninguno de
ellos —dijo Junsu.
—Nunca sabes cuándo callarte, Soo Hyun —dijo
Jun Ki, disgustado.
Junsu tiró de mi brazo.
—Vamos. Vámonos.
Junsu no perdió tiempo arrastrándome
hacia su auto. Cuando Junsu encendió el motor, agarré su muñeca.
— ¡Espera! ¿A dónde vamos?
—Vamos al apartamento de Chun. No quiero
que él esté solo con Yunho. ¿Lo viste? ¡Yunho ha pisado fondo!
— ¡Bueno, yo tampoco quiero estar cerca
de Yunho!
Junsu me miró con incredulidad.
—Obviamente, tenemos que hacer algo por Yunho.
¿No quieres saber cómo está?
—Mi sentido de auto-preservación pesa más
que mi curiosidad en este punto, Junsu.
—Lo único que lo detuvo fue tu voz, Jae. Yunho
te escuchará. Tienes que hablar con él.
Suspiré y solté su muñeca, cayendo contra
el respaldo de mi asiento.
—Está bien. Vamos.
Nos detuvimos en el estacionamiento, y Junsu
aparcó entre el auto de Yoochun y la motocicleta de Yunho. Junsu subió las
escaleras, poniendo sus manos en sus caderas dramáticamente.
— ¡Vamos, Jae! —gritó Junsu, haciendo
señas para que lo siguiera.
Vacilante, finalmente lo seguí,
deteniéndome cuando vi a Yoochun bajar apresurado las escaleras para hablar en
voz baja con Junsu. Yoochun me miró, negó con su cabeza, y entonces susurró
algo otra vez.
— ¿Qué? —pregunté.
—Chun no… —dijo Junsu inquieto—. Chun, no
creo que sea buena idea irnos. Yunho está bastante molesto.
—Quieres decir que Yunho no cree que yo
debería entrar —dije.
Yoochun tocó mi hombro.
—No has hecho nada malo, Jae. Yunho sólo
no… él no quiere verte justo ahora.
—Si yo no he hecho nada mal, ¿Entonces
porque no quiere verme?
—No estoy seguro; no quiere hablarme
sobre esto. Creo que esta avergonzado de perder el control frente a ti.
— ¡Perdió el control frente de toda la
cafetería! ¿Que tengo yo qué hacer con esto?
—Más de lo que tú crees —dijo Yoochun,
esquivando mis ojos.
Lo observé por un momento, y luego pasé
entre ellos, subiendo corriendo las escaleras. A travesé la puerta para
encontrar una sala vacía. La puerta de la habitación de Yunho vacía, así que
toqué.
— ¿Yunho? Soy yo, abre.
—Vete, Boo —gritó del otro lado de la
puerta.
Me asomé para verlo sentado en el borde
de la cama, frente a la ventana. Taepoong pateaba su espalda, no muy feliz de
ser ignorado.
— ¿Qué pasa contigo, Yunho? —pregunté. Él
no respondió, así que me pare a su lado, cruzando mis brazos. Su quijada estaba
tensa, pero no tenía esa expresión escalofriante que había tenido en la
cafetería. Parecía triste. Del tipo profundo, sin esperanza. — ¿No vas a
hablarme sobre esto?
Esperé, pero permaneció en silencio. Me
di la vuelta hacia la puerta y Yunho finalmente suspiró.
— ¿Recuerdas el otro día cuando Jun Ki se
metió conmigo y tu saliste en mi defensa? Bueno… eso es lo que ocurrió. Sólo
que me dejé llevar un poco.
—Estabas enojado antes de que Soo Hyun dijera
algo —dije, volviéndome para sentarme a su lado en la cama.
Yunho continuó mirando por la ventana.
—Quise decir lo que dije antes. Deberías
irte, Boo. Dios sabe que yo no puedo apartarme de ti.
Toqué su brazo.
—Tú no quieres que me vaya.
La mandíbula de Yunho se tensó de nuevo,
y luego me envolvió con su brazo. Se detuvo por un momento, y luego besó mi
frente, presionando su mejilla contra mi sien.
—No importa cuán fuerte lo intente. Vas a
odiarme cuando todo esté dicho y hecho.
Envolví mis brazos alrededor de él.
—Somos amigos. No acepto un no por
respuesta —cité.
Sus cejas se arquearon, y entonces me
abrazó con ambos brazos, sin dejar de mirar por la ventana.
—Te observó dormir un montón. Siempre
pareces tan tranquilo. No tengo ese tipo de tranquilidad. Tengo toda esta ira y
rabia dentro de mí… excepto cuando te observo dormir. Eso fue lo que estaba
haciendo cuando Changmin entro —continuó—. Yo estaba despierto, y él entró, y
sólo estuvo de pie allí, con su mirada de shock en el rostro. Sabía lo que él
pensaba, pero no quise aclararlo. No quise explicárselo porque quería que
él creyera que algo ocurrió. Ahora toda la escuela cree que tú estuviste con
ambos en la misma noche.
Taepoong hizo su camino hacia mi regazo,
y froté sus orejas.
Yunho alargó su mano para acariciarlo una
vez, y luego puso su mano sobre la mía.
—Lo siento.
Me encogí de hombros.
—Si Changmin creyó ese rumor, esa es su
culpa.
—Es difícil creer algo más cuando nos ve
juntos en la cama.
—Él sabe que estoy quedándome contigo. Yo
estaba completamente vestido, por el amor de Cristo.
Yunho suspiró.
—Probablemente estaba demasiado molesto
como para darme cuenta. Sé que le gustas, Boo. Debería habérselo explicado. Te
debo mucho.
—No importa.
— ¿No estás enojado? —preguntó,
sorprendido.
— ¿Es eso lo que te tiene tan molesto?
¿Pensaste que me enojaría contigo cuando me dijeras la verdad?
—Deberías estarlo. Si me estuvieran
hundiendo por la mala reputación de alguien, yo estaría un poco encabronado.
—A ti no te importa el qué dirán. ¿Qué
pasó con el Yunho que le importa una mierda lo que los demás piensen? —me
burlé, dándole un codazo.
—Eso fue antes de ver la expresión en tu
cara cuando escuchaste lo que todo el mundo estaba diciendo. No quiero que
salgas lastimado por mi culpa.
—Tú nunca harías algo para lastimarme.
—Preferiría cortarme el brazo —suspiró.
Yunho se relajó apoyando su mejilla
contra mi cabello. Yo no tenía una réplica, y Yunho parecía haber dicho todo lo
que necesitaba decir, así que nos sentamos en silencio. De vez en cuando, Yunho
me apretaba con más fuerza a su lado. Me aferré a su camisa, sin saber cómo
hacerlo sentir mejor que permitirle abrazarme.
Cuando el sol comenzó a subir, escuché un
leve golpe en la puerta.
— ¿Jae? —la voz de Junsu sonó débil del
otro lado de la madera.
—Entra, Junsu —respondió Yunho.
Junsu entró con Yoochun, y sonrió al
vernos, enredados en los brazos del otro.
—Vamos por un poco de comida. ¿Tienen
ganas de hacer una carrera?
—Agh. ¿De verdad? —preguntó Yunho.
Sonreí. Yunho sonó más como a sí mismo.
Junsu lo notó, también.
—Sí, de verdad. ¿Vienen o no?
—Me muero de hambre —dije.
—Claro que lo estás, no llegaste a
almorzar —dijo, frunciendo el ceño. Se levantó, llevándome con él—. Vamos.
Déjame conseguir algo de comida para ti.
Yunho mantuvo su brazo alrededor de mí, y
no me soltó hasta que estuvimos dentro del establecimiento de comida.
Tan pronto como Yunho fue al baño, Junsu se
inclinó hacia mí.
— ¿Y? ¿Qué te dijo?
—Nada —me encogí de hombros.
Junsu arqueó una ceja.
—Estuviste en su habitación por dos
horas. ¿Yunho no te dijo nada?
—Por lo general no lo hace cuando está
molesto —dijo Yoochun.
—Tuvo que haber dicho algo —presionó Junsu.
—Dijo que estaba un poco molesto por los
rumores sobre mí, y que no le dijo a Changmin la verdad cuando él entró. Eso es
todo —dije, jugando con la sal y la pimienta.
Yoochun negó con su cabeza, cerrando sus
ojos.
— ¿Qué, bebé? —preguntó Junsu,
enderezándose.
—Yunho es —suspiró, rodando sus ojos—,
Olvídalo.
Junsu tenía una expresión testaruda.
—Oh, diablos, no, tú no puedes… — Junsu se
interrumpió cuando Yunho se sentó y puso su brazo detrás de mí.
— ¡Maldita sea! ¿La comida no está aun?
Reímos y bromeamos hasta que el
restaurant cerró, y luego entramos en el auto para regresar a casa. Yoochun cargó
a Junsu sobre su espalda para subir las escaleras, pero Yunho se quedó atrás,
tirando de mi brazo antes de seguirlos. Levanté la mirada hacia nuestros
amigos, hasta que ellos desaparecieron tras la puerta, y entonces me ofreció
una sonrisa triste.
—Te debo una disculpa por lo de hoy, lo
siento mucho.
—Ya te has disculpado. Está bien.
—No, me disculpé por Changmin. No quiero
que pienses que soy un psicópata que va por ahí atacando a las personas por la
más mínima cosa —dijo—. Pero te debo una disculpa porque no te defendí por la
razón correcta.
—Y eso sería… —incité.
—Me abalancé sobre Soo Hyun porque dijo
que él quería ser el siguiente en la fila, no porque él bromeara contigo.
—Insinuar que hay una fila para acostarse
conmigo es razón suficiente para defenderme, Yunho.
—Ese es mi punto. Estaba enojado porque
lo tomé como si él quisiera dormir contigo.
Después de procesar lo que Yunho quería
decir, agarré los costados de su camisa y presioné mi frente contra su pecho.
— ¿Sabes qué? No me importa —dije,
levantando la mirada hacia él—. No me importa lo que la gente está diciendo, o
si pierdes el control, o porque golpeaste a Soo Hyun en el rostro. La última
cosa que quiero es tener una mala reputación, pero estoy cansado de explicar
nuestra amistad a todos. Al diablo con ellos.
La mirada de Yunho se tornó suave, y las
comisuras de sus labios se curvaron.
— ¿Nuestra amistad? A veces me
preguntó si me escuchas por completo.
— ¿Qué quieres decir?
—Entremos. Estoy cansado.
Asentí, y él me abrazó contra su costado
hasta que nos encontramos dentro del apartamento. Junsu y Yoochun ya estaban
encerrados en su dormitorio, y me deslicé dentro y fuera del baño. Yunho estaba
sentado con Taepoong afuera mientras me vestía con mi pijama, y después de
media hora, ambos estábamos en la cama.
Recosté mi cabeza en mi brazo, dejando
salir un largo suspiro, relajándome.
—Sólo dos semanas menos. ¿Vas a hacer un
drama cuando me mude de regreso a los dormitorios?
—No lo sé —dijo. Pude ver su gesto
atormentado, incluso en la oscuridad.
—Oye —toqué su brazo—. Estaba bromeando.
Lo observé durante un largo rato,
respirando, parpadeando, y tratando de relajarse. Él se movió un poco y luego
me miró.
— ¿Confías en mí, Boo?
—Sí, ¿Por qué?
—Ven aquí —dijo, tirando de mí contra él.
Me puse rígido por un segundo o dos antes de recostar mi cabeza en su pecho.
Lo
que sea que estaba pasando con él, me necesitaba cerca, y no podría hacer
objetado algo incluso si hubiera querido. Se sentía bien estar acostado a su
lado.
me voy a volver chango con estos dos, son tan tontitos, bueno Yunho ya no tanto, pero Jae, por dios es mas ciego que todos los ciegos del mundo....¬¬
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaaaaaaaaah eso es amorrrrrrrrrrr yunho defendió a su Boo de los malos comentarios de sus compañeros muy muy bien pero jae sigue en las nubes ya jae baja y dale a yunho lo que tanto anhela tu amor y tu cuerpo entero mira que me estas desesperando jae estas muy lento en esto oooooooooooooh no lo quieres ver pues el pobre de yunho lo tienes sufriendo por tu desinterés por lo menos te dejas que te abrace eso lo a de calmar un poco de el dolor que le provocas con tu ignorancia espero actualización pronto bye bye por fa ni demores
ResponderEliminarOwww yunho esta sufriendo en silencio jaejoong no se da cuenta de ello
ResponderEliminarEsta bien ciego. A leguas se sabe q Yunho esta celoso y que no quiere que nadie
Toque a Jaejoong mas que el y este ni en cuenta
Ademas Junsu se lodijo el qiere a yunho pero cree q necesita a Changmin y no es asi
Que pasara cuando Jae se mude de nuevo a los dormitorios???
Yunho se alejara o le confesara sus sentimientos a jaejoong?
El dijo amistad y Yunho suspiro, no ve que el amor lo tiene frente a el
A veces me dan ganas de golpear a Jaejoong, el sabe bien que esta enamorado de Yunho peor como dice junsu lo niega y va con changmin porque cree ser lo que necesita ashhh! creo que hasta un ciego a kilometros notaría que yunho arde de celos, solo JJ se hace al que no lo nota u_u me desesperaa esta situación que deje de lado lo que cree y que solo se deje llevar por lo que siente, total yunho es un hombre que lo ama y valora, en fin espero mejore todo, gracias por esta adaptación, por compartirla y aunque atrasado lea y comente pero aqui estoy para agradecerte por ello ^^
ResponderEliminarEs en serio Jae?.. Yunho te dio una clara indirecta de que estaba celoso y tu aún así no te diste cuenta? Hay Jae es tonto...
ResponderEliminarPobre YH no quiero q sufra así...
Y ps cro q Jae tiene razón si min con confío en él pues haya él no?..
que alguien le de un buen golpe a jaejoojg...OSEAAAA....
ResponderEliminaryunho no pudo decirlo mas claro...esta enamorado
y jae solo anda pendejeando de aquí para halla...
Asssshhhii..
gracias por el capitulo
JJ, mereces que te golpeen!!!
ResponderEliminarJoder ese hombre no hace más que rogarte y tu con tu babosada >_>
La verdad me dan una ganas de golpear en a cabeza a esos dos babos....
ResponderEliminarEllos son los que complican las cosas, pero el que me da mas coraje es Jae que no se decide... o Yunho o Changmin... no puede estar jugando con los sentimientos de Yunho que se desvive por cuidarlo y protegerlo dandole muestras de su amor pero Jae nada de nada ....espero que luego Jae no se arrepienta de lo que esta haciendo.
Quien golpea a Jae por favor!!! No puede estar mas ciego! Yunho por poco se le confiesa y el no pillo nadita de nada u.u Todo lo que hace Yunho por el, y el, pensando en su "amistad"... Entiendo que quiera alejarse de su pasado (misterioso aun) pero no debería jugar con Yunho así... Aun cuando Junsu le dijo como son las cosas, el se hace el desentendido u.u Ojala Jae reaccione pronto...
ResponderEliminarQue situación ya no es confusa pues casi Yunho le dice a Jae que lo ama que esta celoso y este ni en cuenta, puros corajes, puros corajes.
EliminarGracias
Ahhh Jae es o se hace? como es posible de que sea tan...bobo de no darse cuenta de los sentimientos de Yunho. Ojala que no se de cuenta tarde.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Jaejoong necesita que le digan las cosas con puntos y comas no entiende nada: / ashhhh
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