Capítulo 20
Las semanas pasaron, y era una sorpresa
para mí cuán rápido llego el receso de primavera, los chismes y las miradas se
habían desvanecido y la visa había vuelto a la normalidad. Los sótanos de la universidad
no habían tenido una pelea en semanas. Yesung mantuvo un bajo perfil después
del arresto que había llevado a preguntas de que era lo que exactamente paso
esa noche, y Yunho se volvía más irritable esperando la llamada que lo llevaría
a su última pelea. La pelea que pagaba casi todas sus cuentas del verano y
entrando el otoño.
La nieve aun estaba espesa en el suelo, y
el viernes antes de vacaciones una última bola de nieve estallo en el césped
cristalino. Yunho y yo caminamos a través del hielo que caía hacia la
cafetería, y yo me sostuve fuerte en sus brazos, tratando de evitar ambos, las
bolas de nieve y caer al suelo.
—Ellos no van a darte Boo, ellos los
saben—Yunho dijo, ocultando su nariz roja y fría en mi mejilla.
—Su objetivo no es sinónimo del miedo a
tu temperamento Yunho.— Él me sostuvo a su lado, frotando la manga de mi abrigo
con su mano mientras me guiaba a través del caos. Llegamos a un final abrupto
cuando un montón de chicas gritaban mientras eran atacadas sin piedad por el
equipo de beisbol. Una vez el camino se despejo Yunho me guió a salvo a la
puerta.
— ¿Ves? Te dije que lo lograríamos—dijo
con una sonrisa. Su diversión desapareció, cuando una bola de nieve golpeo la
puerta, justo entre nuestros rostros, la mirada de Yunho escaneo el césped,
pero la cantidad de estudiantes lanzándolas en cualquier dirección desvaneció
la necesidad de tomar represalías. Él abrió la puerta mirando a la nieve
derritiéndose desde el metal pintado hacia el suelo. —Entremos.
—Buena idea— asentí.
Él me llevo de la mano hacia la fila del
buffet, apilando diferentes platos al vapor de una bandeja, La cajera había
abandonado su expresión de desconcierto hace semanas, acostumbrada a nuestra
rutina.
—Jae— Jun Ki me dio un asentimiento de
cabeza y guiño su ojo a Yunho —. ¿Tienes planes para la próxima semana?
—Nos quedaremos aquí, mis hermanos
vendrán—Yunho dijo distraído mientras organizaba nuestros almuerzos, dividiendo
los pequeños platos de polietileno frente a nosotros en la mesa.
—Voy a matarlo — Junsu anuncio sacudiendo
la nieve de su cabello mientras se acercaba.
— ¡Golpe directo!— Yoochun se rió. Junsu
le lanzo una mirada de advertencia y su risa se volvió una risa nerviosa
—quiero decir… que idiota.
Nos burlamos de su lamentable expresión
mientras Yoochun lo observaba ir se de la línea del buffet para seguirlo
rápidamente.
—Él es tan llorón— dijo Jun Ki con una
expresión de disgusto.
—Junsu está un poco tenso —Yunho explico
—él conocerá a sus padres esta semana.
Jun Ki asintió y sus cejas se alzaron.
—Entonces ellos van…
—Si— dije asintiendo con él —Es
permanente.
—Whoa— Jun Ki dijo, la sorpresa no dejo
su rostro mientras servía su comida, y pude ver la confusión arremolinarse a su
alrededor. Todos éramos jóvenes, y Jun Ki no podía seguir la idea del
compromiso al Yoochun.
—Cuando lo tengas Jun Ki…lo entenderás— Yunho
dijo, sonriéndome.
La sala estaba llena de emoción, de
ambos: el espectáculo de afuera, y lo rápido que pasaban las horas antes del
receso. A medida que los asientos se llenaban, el flujo constante de charla
creció, el volumen aumento mientras todo el mundo comenzó hablar sobre el ruido.
Para el momento en que Yoochun y Junsu
volvieron con sus bandejas ya se habían reconciliado. Él felizmente se sentó en
el asiento vacío a mi lado. Platicando sobre el momento en que conocería a los
padres. Ellos se irían esa tarde para lo de su padre, la excusa perfecta para
uno de los infames colapsos de Junsu.
Lo vi coger el pan mientras él se
preocupaba en hacer las maletas y la cantidad de equipaje que debería llevar
sin parecer pretencioso, pero Junsu parecía llevarlo bien.
—Te lo digo, bebe. Ellos te amaran, te
amaran. Como yo te amo, te amo— Yoochun dijo. Acomodando su cabello detrás de
su oreja. Junsu tomo un respiro y las comisuras de sus labios subieron de la
forma en que siempre lo hacían cuando él lo hacía sentir más tranquilo.
El teléfono de Yunho vibro, provocando
que se deslizara unos centímetros de la mesa. Él lo ignoro, contándole a Jun Ki
nuestro primer juego de póquer con sus hermanos, eche un vistazo a la pantalla,
tocando el nombre de Yunho cuando leí el nombre.
— ¿Bebé?
Sin una disculpa, él se alejó de Jun Ki y
me dio toda su atención — ¿Si Boo?
—Tal vez quieras contestar eso.
Él miro a su celular y suspiro.
—O no.
—Podría ser importante.
Frunció sus labios antes de colocar el
auricular en su oído.
— ¿Qué pasa Yesung?— Sus ojos recorrieron
el salón mientras hablaba, asintiendo ocasionalmente —Esta es mi última pelea Yesung.
Aun no estoy seguro. No iré sin él y Yoochun saldrá de la ciudad. Lo sé…te
escuche. Hmm…en realidad esa no es una mala idea
Mis cejas se juntan, viendo sus ojos
brillar con cualquier idea con la que Yesung lo haya iluminado. Cuando Yunho
cuelga el teléfono, lo veo expectante.
—Es suficiente para pagar la renta por
los próximos seis meses. Yesung consiguió a John Savage, él trata de llegar a
las profesionales
—Yo no lo he visto luchar, ¿tu lo has
hecho?— Yoochun pregunto, acercándose.
Yunho asintió.
—Solo una vez. Él es bueno.
—No lo suficiente. — digo y Yunho se
acercó a mí y beso mi frente suavemente con apreció—. Puedo quedarme en casa Yunho.
—No. — dijo él negando con la cabeza.
— No quiero que te golpeen como la ultima
vez porque estas preocupado por mi.
—No Boo.
—Esperare por ti. —Tratando de parecer
más feliz con la idea de lo que me sentía.
—Le pediré a Shi Hoo que venga. Él es el
único en el que confió para poder concentrarme en la pelea.
—Muchas gracias, idiota— murmuro Yoochun.
—Oye, tuviste tu oportunidad— dijo Yunho
medio bromeando.
La boca de Yoochun fue hacia un lado con
disgusto. Aun se sentía culpable por aquella noche. Él se disculpo conmigo
diariamente por semanas. Pero su culpa se volvió lo suficientemente manejable
para que sufriera en silencio. Junsu y yo tratamos de convencerlos de que no
era su culpa. Pero Yunho siempre lo haría responsable.
—Yoochun no fue tu culpa. Tu lo alejaste
de mi ¿recuerdas?— dije rodeando a Junsu para tocar su brazo. Me volví a Yunho.
— ¿Cuándo es la pelea?
—En algún momento la próxima semana —él
se encogió de hombros— te quiero allá, te necesito allá.
Sonreí. Descansando mí barbilla en sus
hombros.
—Entonces, estaré allí.
Yunho me acompaño a clases, su agarre
tensándose algunas veces cuando me deslizaba en el hielo.
—Deberías ser más cuidadoso. —él bromeo.
—Lo hago a propósito, eres tan tonto.
—Si quieres mis brazos alrededor tuyo,
solo necesitas preguntar— dijo él acercándome a su pecho.
Éramos ajenos a los alumnos y las bolas
de nieve que volaban mientras el presionaba sus labios contra los míos. Mis
pies dejaron el suelo y él continuo besándome. Cargándome fácilmente a través
del campus. Cuando él finalmente me dejo en sobre mis pies frente al salón de
clases, él negó con la cabeza.
—Cuando hagamos nuestros horarios el
próximo semestre. Sería más conveniente si tuviéramos más clases juntos.
—Trabajare en eso— dije, dándole un
último beso, haciendo mi camino a mi silla.
Mire hacia arriba, y Yunho me dio una
última sonrisa antes de hacer su camino para su siguiente clase en el otro
edificio. Los estudiantes a mi lado estaban acostumbrados a nuestras descaradas
formas de afecto justo como sus clases lo estaban a que el llegara unos minutos
tarde.
Estaba sorprendido de que el tiempo
pasara tan rápido. Termine mi última prueba, y me dirigí al pasillo de los
dormitorios. Karam estaba sentado en su usual lugar en la cama, leyendo
mientras revisaba mis cajones por los objetos necesarios.
— ¿Vas a salir de la ciudad?— pregunto
Karam.
—No, solo necesito unas cuantas cosas,
voy hacia el edificio de ciencias a recoger a Yunho. Y luego pasare la semana
en su apartamento.
—Lo supuse— dijo él. Sin quitarle la
vista a las hojas de su libro.
—Ten un buen descanso Karam.
—Mmmhmmm.
El campus estaba prácticamente vacío, con
solo unos cuantos estudiantes. Cuando voltee en la esquina, vi a Yunho parado
afuera terminando su cigarrillo, llevaba un gorro de lana sobre su cabeza
rapada, y una de sus manos se metió en su bolcillo en su chaqueta desgastada de
cuero marrón. El humo salía de su nariz, mientras miraba hacia el suelo sumido
en un profundo pensamiento. No fue sino hasta que estuve a unos metros de él
que note cuan distraído estaba.
— ¿En qué piensas bebé?— Pregunte. Él no
miro hacia arriba — ¿Yunho?
Sus pestañas revolotearon al registrar mi
voz y la expresión de preocupación fue remplazada por una sonrisa falsa.
—Hola Boo.
— ¿Todo está bien?
—Lo está ahora— dijo él. Jalándome contra
él.
—De acuerdo. ¿Qué está pasando?— Dije
levantando una ceja y frunciendo el seño, mostrando mi escepticismo.
—Solo tengo bastante en mi mente. —él
suspiro. Cuando espere expectante él continuo — Esta semana, la pelea, tú
estando allí…
—Te dije que me quedaría en casa.
—Te necesito allí Boo. —dijo él. Tirando
su cigarrillo en la tierra. Él lo vio desaparecer en una gran huella de nieve,
luego tomo mi mano, llevándome hacia el estacionamiento.
— ¿Has hablado con Shi Hoo?— Pregunte.
El negó con la cabeza.
—Estoy esperando que él me llame de
vuelta.
Junsu bajo la ventana y saco su cabeza
del Charger de Yoochun.
— ¡Apúrate está haciendo demasiado frio!
Yunho sonrió y acelero el ritmo,
abriéndome la puerta para que yo entrase. Yoochun y Junsu repitieron la misma
conversación que han tenido desde que Junsu se entero que conocería a sus
padres mientras yo miraba a Yunho observar la ventana. Justo cuando estábamos
estacionándonos el teléfono de Yunho sonó.
— ¿Qué diablos Shi Hoo?— él respondió.
—te llame hace horas, no es como si fueras productivo en el trabajo o algo así.
Como sea. Escucha, necesito un favor, tengo una pelea la próxima semana.
Necesito que vayas, no sé cuando es, pero cuando te llame necesito que estes allí
en menos de una hora ¿Puedes hacer eso por mí? ¿Puedes hacer eso, idiota?
Porque necesito que mantengas un ojo en Boo. Un idiota puso sus manos en él la
ultima vez…si— su voz bajo a un tono amenazante —Si me encargue de eso.
¿Entonces si llamo…? Gracias Shi Hoo.
Yunho cerró su teléfono y se recostó
contra el respaldo del asiento.
— ¿Aliviado?— Yoochun pregunto, mirando a
Yunho por el espejo del retrovisor
—Si no estaba seguro de que haría sin él
allí.
—Te dije…— comencé
—Boo, cuantas veces tengo que decírtelo—
él frunció el ceño.
Negué con la cabeza ante su tono
impaciente.
—No entiendo. No me necesitabas antes.
Sus dedos rozaron mi mejilla suavemente.
—No te conocía antes, cuando no estás
allí no puedo concentrarme. Me pregunto donde estas, que estás haciendo…si
estas allí y puedo verte, puedo concentrarme. Sé que suena loco pero se como
es.
—Y loco es exactamente como me gusta—
sonrió, acercándome a besar sus labios.
—Obviamente— Junsu mascullo bajo su
aliento.
En las sombras, Yunho me sostuvo fuertemente
a su lado, mi aliento se mezclaba con el de él en el aire frío. Y podía escuchar
las conversaciones filtrándose por la puerta que estaba a unos pocos metros,
ignorantes a nuestra presencia.
Estábamos en el edificio más viejo de la
universidad y aunque aquí se ha celebrado antes El Circulo, yo estaba inquieto sobre
el lugar. Yesung esperaba una casa llena, y no era el sótano más amplio del
campus, la vigas forman un red a lo largo de los ladrillos envejecidos, solo
había una señal de remodelaciones en este lugar.
—Esta es una de las peores ideas que Yesung
ha tenido hasta ahora— Yunho murmuro.
—Es muy tarde para cambiarlo ahora— dije,
mirando hacia las plataformas.
El teléfono de Yunho sonó y él contesto.
Su rostro se tiñe de azul contra la luz de la pantalla y finalmente podía ver
las líneas de preocupación entre sus cejas que ya sabía dónde estaban. Hizo
clic en unos botones y luego cerro el celular, agarrándome más fuerte.
—Pareces nervioso esta noche. —susurre
—Me sentiré mejor cuando Shi Hoo traiga
su trasero punk aquí.
—Estoy aquí, niño quejumbroso. — Shi Hoo
dijo en voz baja. Apenas si podía ver su silueta en la oscuridad, pero su
sonrisa brillaba con la luna llena.
— ¿Cómo has estado hermano?— dijo él.
Abrazándome con un brazo, y empujo juguetonamente a Yunho con él otro.
—Estoy bien Shi Hoo.
Yunho inmediatamente se relajo, y luego
él me llevo a la parte de atrás del edifico de la mano.
—Si los policías aparecen y nos
separamos, veámonos en los dormitorios ¿de acuerdo?— Yunho le dijo a su
hermano. Nos detuvimos en una ventana abierta al nivel del suelo, la señal de
que Yesung estaba adentro y esperando.
— ¿Estás jugando conmigo?— dijo Shi Hoo,
mirando a la ventana — Jae apenas va a caber por allí.
—Pasará— Yunho le aseguro, gateando en la
oscuridad hacia el interior. Como muchas otras veces, me agache y me empuje
hacia allí, sabiendo que Yunho me atraparía.
Esperamos un momento, Shi Hoo se empujo
de la cornisa y cayó al suelo, casi perdiendo el equilibrio mientras sus pies
tocaban el concreto.
—Tienes suerte de que te ame Jae. Yo no
haría esta mierda por nadie más— Shi Hoo se quejo sacudiéndose la camisa.
Yunho salto, cerrando la ventana en un
rápido movimiento.
—Por aquí —dijo él guiándonos por la
oscuridad. Pasillo tras pasillo, tome la mano de Yunho sintiendo a Shi Hoo
apretar la tela de mi camisa. Podía escuchar pequeños fragmentos de grava
raspar el hormigón, y yo me arrastraba por el suelo. Abrí mucho mis ojos
tratando de adaptarlos a la oscuridad del sótano, pero no había ninguna luz
para ayudarlos.
Shi Hoo suspiro después de la tercera
vuelta.
—Nunca encontraremos una forma de salir
de aquí.
—Solo sígueme al salir, estarás bien—
dijo Yunho irritado ante las quejas de Shi Hoo, a medida de que el pasillo iba
iluminándose yo sabía que estaba cerca cuando el rugido de la multitud llego
con un tono febril de número y nombre, sabía que habíamos llegado.
El salón donde Yunho esperaba ser
llamado, normalmente solo tenía una linterna y una silla, pero con las
renovaciones, estaba lleno de sillas, escritorios y equipo al azar cubiertos
con sabanas blancas.
Yunho y Shi Hoo discutieron estrategias
para la pelea mientras yo me asome afuera. Era tan llena y caótica como en la
última lucha, pero sin menos espacio. Muebles cubiertos con sabanas
polvorientas alineadas al final de la pared, empujadas a un lado para hacer
espacio a los espectadores.
La habitación estaba más oscura de lo
normal, supuse que Yesung no quería llamar la atención sobre nuestro paradero.
Linternas colgadas del techo, creando un resplandor oscuro, mientras las
apuestas en efectivo aun se celebraban.
— ¿Boo, me escuchaste?— Yunho dijo,
tocando mi brazo.
— ¿Qué?— dije parpadeando.
—Quiero que te pares cerca de esta puerta,
¿de acuerdo? Mantente agarrado del brazo de Shi Hoo todo el tiempo.
—No me moveré, lo prometo.
Yunho sonrió.
—Ahora tú pareces nervioso.
Di un vistazo de la puerta a él.
—No tengo un buen presentimiento sobre
esto, Yunho. No sobre las peleas pero… algo. Este lugar me asusta.
—No estaremos mucho tiempo— Yunho me
aseguro, la voz de Yesung vino por un alta voz, y luego un par de manos cálidas
y familiares a cada lado de mi rostro. —Te amo— dijo él. Mientras me levantaba
del suelo, apretándome hacia él mientras me besaba. Él me bajo al suelo y
engancho mi brazo alrededor de Shi Hoo —No quites tus ojos de él. —le dijo él a
su hermano. —Incluso por un segundo, este lugar se vuelve loco una vez la pelea
comienza.
—…así que démosle la bienvenida al
contrincante de hoy…JOHN SAVAGE.
—Lo guardare con mi vida, hermanito. —Dijo
Shi Hoo tirando de mi brazo— Ahora patéale el trasero a este tipo, y vámonos de
aquí.
—YUNHO U-KNOW— Yesung grito por el alta
voz.
El volumen era ensordecedor mientras él
hacia su camino a través de la multitud. Mire a Shi Hoo quien tenía la más
pequeña sonrisa en su rostro. Cualquier otra persona no lo hubiese notado, pero
yo podía ver el orgullo en sus ojos.
Cuando Yunho llego al centro del Círculo,
trague. John no era mucho más grande, pero él se veía más diferente con el que
cualquier otro había luchado, incluyendo al sujeto con el que lucho en las
vegas. Él no estaba intentando intimidar con una mirada a Yunho como los demás:
él estaba estudiando, preparando la pelea en su mente. Tan analíticos como eran
sus ojos, también estaban vacíos de razón, yo sabía que antes de que la pelea
comenzara Yunho tendría que tener mucho cuidado, él estaba sentado frente a un
demonio.
Yunho también parecía haberlo notado
también. Su habitual sonrisa había sido remplazada, por una mirada intensa,
cuando el cuerno sonó, John ataco.
—Jesús— dije tomando el brazo de Shi Hoo.
Shi Hoo se movió como Yunho lo hizo, como
si fueran uno. Me tense con cada movimiento que John hacia, luchando con la
urgencia de cerrar mis ojos. No había movimientos perdidos; John era astuto y
preciso. Todas las otras peleas de Yunho parecían descuidadas en comparación. La fuerza
bruta detrás de los golpes era impresionante, como si toda la cosa fuera
coreografiada y preparada a la perfección.
El aire en la habitación era pesado y
estancado. El polvo en las sabanas había sido alborotado y atrapado en mi
garganta cada vez que me quedaba sin aliento. Cuanto más larga era la pelea
peor era esa sensación, no podía quitármelo y aun así me forcé a quedarme en el
lugar para que Yunho pudiera concentrarse.
Por un momento estuve hipnotizado por el
espectáculo en el centro del sótano, lo siguiente es que me empujan desde
atrás. Mi cabeza se echo hacia atrás por el golpe, pero apreté mi agarre,
negándome a retirarme de mi puesto prometido. Shi Hoo se dio vuelta y agarro la
camiseta de los dos hombres detrás nuestros y los tiro al suelo como muñecas.
— ¡Aléjense o los matare!— gritó a los
hombres que nos miraban en el piso. Agarre su brazo con fuerza y le dio unas
palmadas —Te tengo, Jae solo mira la pelea.
Yunho lo estaba haciendo bien, y suspire
cuando lanzo el primer golpe. La multitud se hacía más ruidosa, pero la
advertencia de Shi Hoo dejo a esos detrás nuestro a una distancia segura. Yunho
lanzo un golpe seguro y luego me miro, rápidamente retomando su atención a
John. Sus movimientos eran ágiles, casi calculadores. Parecía predecir los
ataques de John antes de que él los hiciera.
Notablemente impaciente, John envolvió
sus brazos alrededor de Yunho, jalándolo al piso. Como unidos, la multitud que
rodea el anillo improvisado se aprietan contra este, acercándose cuando la
acción es en el suelo.
— ¡No puedo verlo Shi Hoo!— grite
mientras me paraba en las puntas de los pies.
Shi Hoo miro alrededor, encontrando la
silla de madera de Yesung, en un movimiento como de baile. Él me paso de un
brazo a otro, ayudándome a subir por encima de la multitud.
— ¿Puedes verlo?
—Si— dije sosteniéndome de los brazos de Shi
Hoo para equilibrio —Él está encima pero las piernas de John están en su cuello.
Shi Hoo se acercó sobre los dedos de sus
pies y puso su mano libre alrededor de su boca.
— ¡GOLPEA SU TRASERO YUNHO!
Mire hacia abajo de Shi Hoo y se acercó
para echarle una mejor mirada al hombre en el suelo. De repente Yunho estaba en
el suelo, John sosteniéndose fuertemente del cuello de Yunho con sus piernas. Yunho
cayó de rodillas golpeando la espalda y cabeza de John contra el concreto en un
devastador golpe. Las piernas de John quedaron inertes liberando el cuello de Yunho.
Y Yunho llevo hacia atrás su codo. Golpeándolo una y otra vez con su puño cerrado
hasta que Yesung lo detuvo. Lanzando el cuadrado rojo al cuerpo flácido de
John.
La sala estallo, animando cuando Yesung levanto
la mano de Yunho al aire. Shi Hoo abrazo mis piernas. Gritando la victoria de
su hermano. Yunho me miro con una sonrisa amplia y sangrienta; su ojo derecho
comenzaba a inflamarse.
A medida que el dinero pasaba por las
manos de la gente, la multitud comenzaba a serpentear, preparada para irse. Mis
ojos se dirigieron a una linterna que parpadeaba salvajemente balanceándose de
un lado a otro detrás de Yunho. Liquido cayendo de la base, mojando la sabana
de abajo, mi estomago se hundió.
— ¿Shi Hoo?
Atrayendo su atención, señale la esquina.
En ese momento, la linterna se cayó de su puesto, cayendo en la sabana de
abajo, inmediatamente estallando en llamas.
— ¡Santa mierda!— Shi Hoo dijo, agarrando
mis piernas.
Unos cuantos hombres al lado del fuego,
saltaron. Viendo asombrados como el fuego saltaba a la otra sabana. Humo negro
salía desde la esquina, y al tiempo cada persona en la sala entro en pánico,
empujando su camino para encontrar la salida.
Mis ojos se encontraron con los de Yunho,
y una mirada de terror distorsiono su rostro.
— ¡Jae!— Él grito empujando el mar de
gente entre nosotros.
— ¡Vamos!— Shi Hoo grito. Bajándome de la
silla a su lado.
La habitación se oscureció, y un ruido
fuerte sonó desde el otro lado de la habitación, las otras linternas hacían
combustión y se agregaban al fuego en pequeñas explosiones. Shi Hoo tomo mi
brazo, poniéndome tras de él forzando su camino a través de la multitud.
— ¡No podemos ir por ahí! ¡Tenemos que
devolvernos por el camino por el que llegamos!— grite, resistiéndome.
Shi Hoo miro alrededor formando un plan
para escapar en medio de la confusión. Mire de nuevo a Yunho, mirándolo como
intentaba hacerse camino a través de la habitación, mientras la multitud
aumentaba, Yunho fue alejado cada vez mas. Los emocionantes aplausos ahora eran
gritos horrorizados de miedo y desesperación mientras todos luchaban por
encontrar la salida.
Shi Hoo me jalo a la salida.
— ¡Yunho!— Grite, intentando alcanzarlo.
Él estaba tosiendo, alejando el humo.
—Por este lado Yunho. — Shi Hoo le grito.
—Solo sácalo de aquí, Shi Hoo, saca a Boo—
dijo él tosiendo.
Confundido, Shi Hoo me miro a mí. Podía
ver el miedo en sus ojos.
—No se la forma de salir.
Mire a Yunho una vez más, su silueta
parpadeaba por las llamas que se habían extendido entre nosotros.
— ¡Yunho!
— ¡Solo vete!, ¡Los alcanzare más
adelante!— Su voz era ahogada por el caos alrededor nuestro, y tome la manga de
Shi Hoo.
—Por este camino Shi Hoo— dije, sintiendo
las lágrimas y el humo quemando en mis ojos. Docenas de gente llena de pánico
estaba entre Yunho y su única salida.
Tire de la mano de Shi Hoo, empujando a
cualquiera de mi camino. Alcanzamos la entrada y mire de atrás hacia adelante.
Dos pasillos oscuros, con poca luz por el fuego detrás de nosotros.
— ¡Por este camino!— dije, jalando su
mano de nuevo.
— ¿Estás seguro?— Shi Hoo pregunto, su
voz gruesa con duda y miedo.
— ¡Vamos!— dije, jalándolo de nuevo.
Cuanto más lejos nos encontrábamos más oscuras las habitaciones se volvían.
Después de unos instantes, mis respiraciones eran más fáciles a medida de que
dejábamos el humo atrás. Pero los gritos no disminuyeron, cada vez eran más
fuertes y frenéticos que antes. Los terroríficos sonidos de atrás alimentaron mi
determinación, manteniendo mis pasos rápido y con propósito. Para la segunda
vuelta, estábamos caminando a ciegas a través de la oscuridad. Mantuve mi mano
frente a mí, sintiendo la pared con mi mano libre y tomando la mano de Shi Hoo
con la otra.
— ¿Crees que salió?— Shi Hoo pregunto.
Su pregunta debilitaba mi concentración,
y trate de empujar la respuesta de mi mente.
—Sigue moviéndote— dije ahogándome.
Shi Hoo se resistió por un momento, pero
cuando lo jale de nuevo una luz parpadeo. Él sostuvo en alto un encendedor,
dando un vistazo al pequeño espacio para salir. Seguí la luz mientras él la
movía alrededor de la habitación. Y quedo sin aliento cuando la puerta se hizo
visible.
Mientras nos apurábamos para la siguiente
habitación, bastante gente se estrello conmigo, tirándome al suelo. Tres
mujeres y un hombre, todos con rostros sucios y ojos muy abiertos y asustados
me miraron.
Uno de los chicos se agacho y me ayudo.
— ¡Hay una ventana aquí abajo por la cual
podemos salir!— Dijo él.
—Acabamos de llegar de ahí, no hay nada—
dije, negando con la cabeza.
—Debes haberla perdido, ¡sé que esta por
este camino! —Shi Hoo jalo mi mano —Vamos Jae, ellos conocen la salida.
Negué con la cabeza.
—Vinimos por este lado con Yunho, lo sé.
Él apretó su agarre.
—Le dije a Yunho que no te perdería de mi
vista, iremos con ellos.
—Shi Hoo hemos estado allí abajo…no había
ventana.
— ¡Vamos!— una chica grito a un chico.
— ¡Nos vamos!— dijo el chico, mirando a Shi
Hoo.
Shi Hoo jalo mi mano de nuevo y yo me
aleje
—Shi Hoo por favor es por este lado, lo
prometo.
—Voy con ellos— dijo él —por favor ven
conmigo.
Negué con la cabeza, lagrimas cayendo por
mis mejillas.
—He estado aquí antes, esa no es la
salida.
— ¡Tu vienes conmigo!— él grito. Jalando
mí brazo.
— ¡Shi Hoo detente! ¡Vamos por el camino
equivocado!— grite.
Mis pies se deslizaron por el hormigo
mientras él me jalaba, y cuando el humo aumento me aleje corriendo hacia la
dirección opuesta.
— ¡JAE, JAE!— Shi Hoo grito.
Seguí corriendo, manteniendo las manos al
frente anticipando una pared.
— ¡Vamos! ¡Él va hacer que te mates!— una
chica dijo. Mi hombro golpeo contra una esquina, me dio la vuelta, cayendo. Me
arrastre por el piso, sosteniendo mi temblorosa mano frente a mí. Cuando mis
dedos tocaron roca, lo seguí parándome. La esquina de una puerta se materializo
bajo mi mano y la seguí a la siguiente habitación.
La oscuridad era interminable, pero aleje
el pánico, manteniendo cuidadosamente mis pasos, buscando la siguiente pared.
Sentí el temor dentro de mí mientras los lamentos sonaban en mis oídos.
—Por favor. —Susurré en la oscuridad—
Deja que esta sea la salida.
Sentí otra esquina de una puerta, y
cuando la travesé un hilo de luz brillo ante mí. La luz de luna se filtraba a
través del vidrio de la ventana y un sollozo formo su camino a través de mi
garganta
— ¡Shi Hoo, está aquí! —Grite detrás de
mí— ¡SHI HOO!
Entrecerré mis ojos, viendo un pequeño
movimiento en la distancia.
— ¿Shi Hoo?— llame mi corazón latía
violentamente en mi pecho. Con el paso del tiempo las sombras parpadeaban en
las paredes. Y mis ojos se abrieron con horror cuando me di cuenta que lo que
pensaba que eran personas eran en realidad llamas.
—Oh dios mío— dije mirando a la ventana. Yunho
la había cerrado después de entrar, y estaba muy alta para que yo la alcanzara.
Mire a mi alrededor buscando algo en que
pararme, la habitación estaba llena de madera cubierta con sabanas. Las mismas
sabanas que alimentarían el fuego hasta que toda la habitación se convirtiera
en un infierno.
Agarre un pedazo de tela blanca,
quitándola de un escritorio. El polvo se alboroto a mí alrededor, mientras
tiraba la sabana al suelo y arrastraba la enorme madera hacia el espacio vacío
bajo la ventana. La empuje contra la pared y la escale, tosiendo con el humo
que se abría paso a la habitación. La ventana aun estaba a unos metros debajo
de mí. Gruñí tratando de empujarla para abrirla, torpemente girando la
cerradura de un lado a otro con cada empujada. No se movía.
— ¡Vamos, maldición!— grite. Apoyándome
en mis brazos, me eche hacia atrás, usando el peso de mi cuerpo con el ímpetu
de que podría forzarla a abrirse. Cuando eso no funciono, deslice mis uñas
debajo de esta, empujándola hasta que pensé que mis uñas se habían separado de mi
piel. La luz brillo en la esquina de mi ojo. Y grite cuando vi como el fuego se
acercaba por las sabanas blancas que cubrían el pasillo por el cual había
pasado un momento antes.
Mire hacia la ventana, una vez más
metiendo mis uñas por las esquinas. Sangre saliendo de mis dedos, el metal se
enterró en mis dedos. El instinto se sobrepuso sobre las demás emociones y mis
manos se volvieron puños, golpeando el vidrio. Una pequeña grieta astillo en
vidrio junto con manchas y salpicaduras de mi sangre por cada golpe.
Golpee el vidrio una vez más con mi puño,
y luego me saque un zapato. Las sirenas sonaban en la distancia y solloce,
golpeando mis palmas contra el vidrio. El resto de mi vida solo estaba a unos
centímetros, al otro lado del vidrio. Arañe los bordes una vez más, y luego
comencé a golpear el vidrio con ambas palmas.
— ¡AYUDA!— Grite, viendo las llamas
acercarse — ¡ALGUIEN AYÚDEME!
Una tos suave sonó tras de m.
— ¿Boo?
Me volví ante la voz familiar. Yunho
apareció en la puerta detrás de mí. Su rostro y ropa estaba cubierto en hollín.
— ¡Yunho!— grite, me baje del escritorio
y corrí hacia donde él estaba parado, cansado y sucio.
Me choque contra él, y él envolvió sus
brazos alrededor mío. Tosiendo mientras jadeaba por aire. Sus manos tomaron mis
mejillas.
— ¿Dónde está Shi Hoo?— su voz áspera y
débil.
—Él los siguió— grite con lagrimas en mi
rostro. — ¡Intente que viniese conmigo, pero él no venia!— Yunho miro hacia el
fuego que se aproximaba y sus cejas se juntaron. Contuve el aliento, tosiendo
cuando el humo lleno mis pulmones, él me miro, sus ojos llenos de lagrimas.
—Voy a sacarnos de aquí Boo— sus labios
se presionaron con los míos en un firme y rápido movimiento. Y entonces él
subió encima de mi improvisada escalera.
Él empujo la ventana, y luego la
cerradura, sus músculos temblaban cuando usaba toda su fuerza contra el vidrio.
— ¡Aléjate Jae, Voy a romper el vidrio!
Con miedo de moverme solo logre alejarme
un paso de nuestra única salida. El codo de Yunho se doblo mientras él echaba
su puño hacia atrás, gritando mientras golpeaba el vidrio. Me volví escudando
mi rostro con mis sangrientas manos mientras el vidrio se destrozaba encima de
mí.
— ¡Vamos!— él grito sosteniendo una mano
para mí. El calor del fuego tomo toda la habitación, me eleve en el aire
mientras él me levantaba del piso y me empujaba fuera.
Espere sobre mis rodillas mientras Yunho
escalaba, y luego lo ayude a ponerse de pie. Las sirenas a todo volumen estaban
al otro lado de la habitación, y luces rojas y azules de los bomberos y las
patrullas de los policías bailaban por el ladrillo del edificio adyacente.
Corrimos a la multitud de gente parada
frente al edificio, buscando en los rostros sucios a Shi Hoo. Yunho grito el
nombre de su hermano, su voz se volvía mas desesperanzada con cada llamado. Él
saco su celular para ver alguna llamada perdida y luego lo cerró fuertemente.
Cubriendo su mano con su mano negra.
— ¡SHI HOO!— Yunho grito, estirando su
cuello mientras buscaba en la multitud.
Esos que habían escapado estaban
abrazados y lloriqueaban detrás de los vehículos de emergencia, observando el
horror mientras el camión de bomberos disparaba a través de las ventanas y
bomberos corrían hacia dentro, tirando mangueras detrás de ellos.
Yunho pasó una mano por los rastros de
cabello en su cabeza, negando la cabeza.
—Él no salió. —él susurro. —Él no salió, Boo.
Mi aliento se corto, cuando vi el hollín
desliarse por sus mejillas por las lágrimas, el cayo en sus rodillas y yo caí con
él.
—Shi Hoo es inteligente, Yunho. Él salió,
él debió haber encontrado otra forma— dije, tratando también de convencerme a
mí mismo.
Yunho colapso en mis piernas, tomando mi
camisa con ambos puños. Lo sostuve, no sabía que mas hacer. Una hora paso,
observamos con esperanza que disminuía mientras observábamos como sacaban a dos
personas y luego continuaban saliendo con las manos vacías. A medida que los
paramédicos atendían y la ambulancia arrancaba en la noche, con victimas de
quemaduras, esperamos. Media hora después, los cuerpos que sacaban estaban más
allá de la salvación, el suelo estaba lleno de bajas, mucho más numerosas de
los que habían escapado. Los ojos de Yunho no dejaron la puerta, esperando que
sacaran a su hermano de la salida.
— ¿Yunho?— Volteamos a la misma vez para
ver a Yesung parado al lado nuestro. Yunho se puso de pie, jalándome con él.
—Estoy feliz de que ustedes chicos lo lograran— Dijo Yesung. Luciendo atónito y
desconcertado. — ¿Dónde estabas?— Yunho no respondió.
Nuestros ojos volvieron a los restos
carbonizados de los dormitorios. El humo negro y espeso salía de las ventanas.
Enterré mi rostro en el pecho de Yunho, cerrando mis ojos, esperando que en
cualquier momento despertara.
—Tengo que…tengo que llamar a mi papá— Yunho
dijo, sus cejas juntándose mientras abría su celular. Respire profundamente,
esperando que mi voz sonara más fuerte de lo que me sentía.
—Tal vez deberías esperar. Yunho no
sabemos nada aun.
Sus ojos no dejaron el teclado y sus
labios temblaron.
—Esto no está bien, nunca deberíamos
haber estado allí.
—Esto fue un accidente, tú nunca hubiese
podido saber que esto pasaría— dije tocando su mejilla.
Su rostro se comprimió, cerrando
fuertemente los ojos, él respiro profundamente y comenzó a marcar el número de
su padre.
waa porq?? cuanto todo iba tan bien tenia q pasar esoo
ResponderEliminarlo bueno esq yunho y jae pudieron salir sanos y salvos pero
ojala y su hermano este vivo no puede ser q no haya podido salir del incendio T.T
asdasda gracias x la actu extrañaba mucho tus actualizaciones!!
por dios espero y que el hermano de yunho si aya escapado de el edificio
ResponderEliminarmuy emocionante que termine con mis pobres uñas esperare el siguiente bye
:( no puede ser... ojala su hermano de Yunho este bien, que pueda salir a salvo del edificio ... felizmente Yunho y Jae pudieron salir a salvo pero seria muy triste que el hermano de Yunho o lo haya logrado... esperare con los dedos cruzados que se haya salvado,gracias por actualizar
ResponderEliminaro mi dios el hermano de Yunho, en verdad espero que se salve.
ResponderEliminarPor Dios... Espero que el hermano de Yunho se salve y haya encontrado otra forma de salir TT__TT La tuvo que haber encontrado...
ResponderEliminarPor suerte, Yunho y Jae pudieron salir del edificio sanos y salvos...
Estuvo muy emocionante el cap... Muchas gracias por compartir el fic
ooooooooohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!
ResponderEliminarok....este capitulo te deja el alma carcomiendote...........>.<
Ojala su hermano haya podido salir........TT
seria muy triste que YH tuviera esa culpa en su ser...porque aunk fue un accidente, se sabe que el se echara la culpa.........a esperar por el siguiente capitulo, por fis no te olvides de actualizar, que nos morimos por el suspenso.
T,T esta historia es casi como mi vida cuando creo que todo va bien , todo me sale mal T,T ,,,,,,,,,,,,,,,
ResponderEliminargracias por otro capi n,n bye
ResponderEliminarQue intenso capitulo, todo iba bien, porque tuvo que pasar esta tragedia, espero que El hermano de Yunho se haya salvado, que haya logrado escapar, si no sería un gran remordimiento de Yunho y Jae...
Gracias
No T-T No es justo, Shi hoo no puede morir ;-;
ResponderEliminarTambién que estaba todo, no debío de dejar a Jae... ahh ojala que aparezca.
Gracias por compartir.
Shi Hoo. No puede estar muerto o.o estos chicos si que no salen de una para meterse en otra. Todó les paso : (
ResponderEliminar