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El chico que se escabulle... Capítulo 22

Capitulo 22


— ¿Eso es seguro? —preguntó Yunho, apretando mi mano con más fuerza.

El doctor asintió.

—Es la forma más segura. Podríamos dejar que se expulsara solo durante la siguiente semana aproximadamente, pero eso podría tener un alto riesgo de infección. Es mejor para Jaejoong si lo sacamos rápidamente.

Asentí. Quería que esto terminara; no quería estar sangrando abundantemente por una semana, especialmente si era así de doloroso todo el tiempo. Yunho me miró, esperando porque yo tomara la decisión.

—De acuerdo —murmuré, cerrando los ojos.

—De acuerdo, bien, iré y me aseguraré de que haya un quirófano libre. Es un proceso muy rápido. Volverás aquí después —afirmó el doctor, asintiendo hacia Yunho mientras se iba rápidamente.

Sorbí por la nariz y me volví hacia Yunho.

—Lo lamento tanto, Yunho, esto es todo mi culpa.

Él jadeó, y sacudió la cabeza con fiereza.

— ¡Podrías dejar de decir eso! No es tu culpa, Ángel. Deja de culparte. Ese imbécil te hizo esto, no tú. —Si inclinó y me besó la frente con suavidad.

—No. No debería haber dejado tu casa. Me dijiste que me quedar allí. Debería haberte escuchado, y ahora he matado a nuestro bebé —sollocé, sintiendo mi corazón romperse una vez más.

Él salió cuidadosamente de la cama y me envolvió con sus brazos, intentando no moverme.

—Nada de esto es tu culpa; tú no mataste al bebé, Ángel. Es sólo una de esas cosas. Sabes que soy un firme creyente en que todo sucede por una razón; no se suponía que tuviéramos este bebé. No tienes la culpa. Si alguien tiene la culpa, ese soy yo, si no le hubiera dicho que saliera de encima de ti él podría no haberte golpeado —dijo quedamente. Sacudí la cabeza y sepulté mi rostro en su pecho, aferrándome a él con fuerza, esto no era su culpa, nada de esto era su culpa—. Te amo —susurró una y otra vez en mi oído, hasta que el doctor volvió y me llevó al quirófano.

Yunho caminó junto a mi cama hasta que llegué al cuarto y no se le permitió entrar más. Me besó suavemente, los ojos brillantes con tristeza y dolor.

—Estaré aquí cuando despiertes. Te amo más que a nada —me prometió.

Sonreí ante sus palabras. Él todavía me amaba, todavía me quería. Sólo esperaba que no estuviese diciendo esas cosas porque yo estaba disgustado o dolorido. Recé porque él realmente todavía me quisiera después de lo que había hecho.


Povs Yunho

Tan pronto como él pasó esas puertas y estuvo fuera de mi vista, me hundí en el piso y puse la cabeza en mis manos. Todo mi cuerpo dolía. Ella tenía tanto dolor y no había nada que yo pudiera hacer. Habíamos perdido al bebé, y por alguna estúpida razón él se culpaba porque ese idiota lo hiciera. Apreté mis manos en puños, presionándolos contra los ojos, intentando no pensar en él. Más pensaba en él, más quería salir de aquí y arrancarle la cabeza; pero no podía hacer eso. Necesitaba estar aquí para mi chico cuando él despertara. Jae no necesitaba nada más de que preocuparse ahora mismo.

Creía lo que le había dicho antes. Si se suponía que debíamos tener ese bebé, entonces así hubiera sido. Jae no lo hubiera perdido si así hubiera debido ser. Siempre había creído que todo sucedía por una razón – pero eso no hacía que perder este bebé doliera menos. Un pequeño, perfecto bebé que había imaginado luciría justo como Jae en todos los aspectos. Cerré los ojos y apoye la cabeza contra la pared, esperando que Jae saliera. Apenas noté cuando Changmin vino y se sentó junto a mí, pasando un brazo por mi hombro.

—Lo perdió —murmuró.

El brazo de Changmin se apretó alrededor de mis hombros.

—Sí. Estará bien, Yunho —me aseguró, apretando mi hombro.

Estaba sorprendido de que no me estuviera pateando por haber dejado embarazado a su hermanito, pero para ser honesto, no podía importarme menos. Él no podía causarme más dolor del que ya sentía, la única que podía lastimarme así era mi Ángel. Jae era el único que tenía el poder de matarme.

Después de alrededor de cuarenta minutos lo sacaron de la cirugía, todavía dormido por la anestesia. Me puse de pie de un salto, mirándolo.

— ¿Está bien? —pregunté desesperadamente, dando saltos alrededor de la cama mientras la empujaban por el corredor.

—Todo salió bien. Sacamos todo. Estará bien. Podría comenzar a despertarse de la anestesia en una hora. Lo mantendremos aquí durante la noche, y lo dejaremos ir mañana en algún momento de la tarde. Tendrá que estar tranquilo por un día o algo —confirmó el doctor. Asentí y lo seguí hasta su cuarto, sentándome junto a su cama, sosteniendo su mano con fuerza. Changmin y yo nos sentamos en silencio junto a la cama, no había nada que decir, nada que pudiera mejorar esto.

Después de alrededor de media hora, Jae movió su mano en la mía. Di un salto mientras sus ojos aleteaban. Ésta era la segunda vez en tres días que había despertado así conmigo y le pedía a Dios que nunca fuera así de nuevo, porque ya no podía soportar más de esto.

—Hola, Ángel —murmuré, acariciando suavemente su rostro, lucía dolorido y ya estaban comenzando a formarse cardenales donde él lo había golpeado.

Jae volvió la cabeza hacia mí pero no abrió los ojos.

—Te quedaste —exhaló, una pequeña sonrisa en la esquina de su boca.

¿Honestamente pensaba que lo dejaría?

—Por supuesto que me quedé. —Lo besé suavemente. Jae lloriqueó y tomó débilmente el frente de mi camisa mientras me devolvía el beso.

—Te amo tanto, Yunho —susurró.

—Sé que es así, pero yo te amo más —respondí. Nunca nadie había amado tanto a alguien como yo lo amaba a él.

Changmin se aclaró la garganta para que me apartara, todavía sosteniendo su mano con fuerza. Él se inclinó sobre Jae y lo abrazó.

—Lamento que hayas perdido a tu bebé, Jae —dijo, luciendo como si realmente lo sintiera.

Jae asintió y sonrió con tristeza.

—Sí, yo también —contestó Jae, su voz rompiéndose mientras hablaba.

—Voy a ir a llamar a casa a Yoochun para que le diga a su madre. También llamaré a tus padres, Yunho —dijo Changmin, besando su mejilla antes de desaparecer detrás de la cortina, dándonos algo de privacidad.

— ¿Te acostarías conmigo? —graznó.

Asentí y me metí cuidadosamente a la cama con Jae.

— ¿Te duele algo? —pregunté mientras suavemente pasaba un brazo sobre Jae.

—No realmente. Estoy dolorido, pero no tanto como antes. —Hizo una mueca mientras se movía en la cama.

Cerré los ojos y sepulté el rostro en el costado de su cuello.

—Necesitas dejar de asustarme de esta manera. Realmente me vas a causar un ataque al corazón pronto —bromeé, intentando aligerar la situación.

Jae rió sin humor.

—Estoy tan cansado, Yunho. —Volvió la cabeza, acariciando la mía con su nariz.

—Ve a dormir, Ángel —lo arrullé, subiendo las sábanas para mantenerlo tibia.

Jae se durmió y se despertó varias veces por unas pocas horas. Le dieron más medicinas para el dolor, pero dijo que estaba bien. Después de un par de horas le permitieron salir de la cama para ir al baño mientras que fuera acompañado por dos enfermeras; lo cual Jae no apreció en lo absoluto.

Una enfermera vino a las nueve, sonriéndome con tristeza.

—Lo siento, pero las horas de visita han terminado. Voy a tener que pedirte que te vayas —dijo en tono de disculpas mientras acomodaba a Jaejoong en su cama.

— ¿En serio? ¿No puedo quedarme? No causaré problemas, ¿por favor? Dormiré en la silla, ni siquiera sabrá que estoy aquí —rogué, dándole la expresión que parecía funcionar tan bien con Jaejooong.

Ella suspiró y puso los ojos en blanco.

—De acuerdo. Pero si alguien pregunta, te escabulliste aquí. ¿Entiendes? —preguntó, sonriendo y sacudiendo la cabeza.

Sonreí.

—Gracias. —Wow, ese rostro también funcionaba en otra gente.

Changmin se despidió, prometiendo volver a primera hora de la mañana, y traernos a Jaejoong y a mí una muda de ropa. Una vez que se hubo ido, Jae se movió en la cama, haciendo una ligera mueca pero intentando no mostrarme que le dolía.

—Dormiré en la silla, Ángel —protesté, haciendo una mueca ante de la idea de darme vuelta y aplastarlo o algo.

— ¿Por favor, Yunho? —rogó.

Maldición, ¿por qué no podía decirle que no a este chico? Suspiré y me saqué las zapatillas, metiéndome en la cama con él. Jae se acurrucó contra mi pecho y lloró hasta quedarse dormido.

Desperté muy temprano en la mañana con alguien sacudiendo mi brazo. Levanté la mirada para ver a dos hombres de pie allí, ambos mirándome severamente. ¿Qué demonios? Oh maldición, ¡me voy a meter en problemas por dormir aquí!

— ¿Jung Yunho? —preguntó uno de ellos.

Asentí y me senté en silencio.

—Sí —susurré, intentando no despertar a Jaejoong. Demasiado tarde, se movió y dio un salto cuando vio a los dos hombres de pie allí.

—Jung Yunho, estoy arrestándolo por sospecha de Daños Físicos Graves. No tiene que decir nada, pero cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra en una corte. Tiene derecho a un abogado. Si no puede pagarlo, uno le será facilitado —afirmó, mientras tomaba mi brazo.

¿DFG? ¿Ese imbécil está presentando cargos?


Povs Jaejoong

Me senté rápidamente.

— ¿Qué demonios?

Yunho puso su mano en mi hombro.

—No te levantes —dijo severamente. Jesús, ¿el condenado chico estaba siendo arrestado y todavía estaba preocupado por mí?

— ¡Esto es estúpido! ¡No pueden arrestarlo, no fue su culpa! —grité desesperadamente, mirando a los dos hombres que estaban observando a Yunho ponerse sus zapatos.

¿Por qué demonios está tan calmado con esto? ¿Esperaba que algo así sucediera?

—Ha habido un serio reclamo, Jovencito. Necesitamos investigarlo —declaró el hombre, sin siquiera molestarse en mirarme.

—Ángel, todo está bien. No te preocupes —me aseguró Yunho. ¿Bien? ¿Cómo esto está bien? Se giró para mirar al hombre que sostenía su brazo—. ¿Puedo besar a mi novio? Acaba de tener un aborto espontáneo —rogó. El rostro del hombre se suavizó levemente y soltó su brazo. Yunho se inclinó y me besó suavemente en los labios—. Te amo, Ángel. No empieces a estresarte por mí. Necesitas descansar —ordenó, acariciando suavemente mi rostro.

Mientras se alejaba, entré en pánico. No podía dejarlo ir, lo necesitaba. Lancé mis brazos alrededor de su cuello y me negué a soltarlo.

—Por favor no se lo lleven, ¿por favor? Esto no fue su culpa, todo fue mi culpa. Debería sólo haberme quedado en su casa. No debería haber ido a casa, ¿por favor? —rogué, agarrando mis manos en el cabello de Yunho, sollozando en su hombro.

—Jovencito, tiene que dejarlo ir ahora —declaró el mismo hombre. Tensé mi agarre en Yunho, probablemente lastimándolo pero él no se quejó—. ¡Jovencito! —ladró el hombre.

Yunho frotó sus manos por mis brazos suavemente, desenganchando mis manos de su cabello. Cuando estuvo libre de mis brazos, se alejó para mirarme.

Estaba estresado y preocupado, podía decirlo por sus ojos.

—Te amo —prometió, besándome suavemente en los labios de nuevo.

—También te amo —susurré, no confiando en mi voz para hablar de nuevo.

Yunho se puso de pie y el hombre inmediatamente llevó sus manos detrás de su espalda, esposándolo. Los ojos de Yunho no dejaron los míos mientras sentía mi corazón rompiéndose de nuevo. Pensé que después de perder al bebé que nada podría ser más doloroso. Estaba equivocado.

Observé mientras lo llevaban hacia afuera de la habitación dejándome solo. Me sentí enfermo. No podía dejarlos hacer esto, esto no era su culpa. Podría presentar cargos también, entonces verían que mi padre me golpeó primero, y luego Yunho sería liberado porque estaba defendiéndome. Pero no lo dejarían libre por eso, ¿no? Defenderme es una cosa, pero él se volvió loco, nunca creerían que lo que hizo fue en defensa propia.

Pongo mis manos sobre mi rostro, intentando pensar en algo. En cualquier manera, Yunho se metería en problemas por esto porque mi padre había presentado cargos, aún si presentaba cargos contra mi padre, los cargos de Yunho seguirían en pie. Autodefensa o no, aún sería acusado de Lesiones Corporales Graves porque lo hizo a pesar de que fue provocado. No puedo tomar el riesgo de que fuera liberado. ¿Y si no lo era? ¿Y si era enviado a la cárcel por esto y lo perdía?

En la única cosa que podía pensar era en conseguir que mi padre quitara los cargos. Tomé mi teléfono y llamé a Changmin. Contestó en el segundo tono.

—Changmin, Yunho fue arrestado —dije simplemente.

— ¿Qué demonios? ¡No hay manera! —gritó, haciéndome encogerme lejos del teléfono levemente.

—Changmin, mira me dejarán salir esta tarde, ¿así que puedes traerme algo de ropa limpia para ese momento? —pregunté, intentando mantener la calma.

—Sí, estaré allí en como veinte minutos —accedió. Podía escucharlo haciendo un estrépito en el fondo, probablemente lanzando todas mis cosas en un bolso o algo.

—Gracias. —Cerré mi teléfono, presionándolo contra mi frente, pensando. ¿Había otra manera? Sólo no podía ver otra opción.

Mis manos estaban temblando, estaba asustado como el infierno, pero marqué el número de teléfono de la casa de mi padre. Sonó por un largo tiempo. Justo cuando me iba a rendir, contestó. Su voz estaba gruesa de sueño; envió un estremecimiento por mi columna. Cerré mis ojos con fuerza.

— ¿Hola? —De alguna manera se las arregló para sonar aterrador con una palabra.

—Soy Jaejoong —dije, tragando el nudo en mi garganta.

Él rió.

— ¿Y qué puedo hacer por ti, Jaejoong?

—Quiero que quites los cargos contra Yunho —contesté, intentando sonar seguro.

Rió de nuevo.

—No voy a quitar los cargos, ¡ese cabrón rompió mi nariz! Deberías ver lo que le hizo a mi rostro —gritó, haciéndome estremecer. ¿Cómo es que aún me asusta, y tan sólo estaba al teléfono?

—Por favor, por favor no hagas esto, ¿por favor? —rogué, intentando no llorar.

Él suspiró.

— ¿Quieres que quité los cargos?

—Sí —contesté, secando las lágrimas de mi rostro.

—Ven a mi casa y hablaremos sobre eso —declaró, sonando entretenido.

¿Ir a su casa? Oh Dios mío, ¿está bromeando?

—Por favor quita los cargos. Sabes que me golpeaste primero, ¿por favor? —rogué, sintiendo la bilis subir por mi garganta, le encantaba mantener esto en mi cabeza podía notarlo.

—Ven a mi casa y hablaremos sobre eso —repitió.

Levanté la mirada al reloj; Changmin estaría aquí en como diez minutos.

— ¿Puedo llevar a Changmin? —pregunté, sabiendo que era la pregunta más estúpida que había preguntado en mi vida. ¿Por qué en la tierra podría llevar a Changmin? Si estaba algún lugar cerca de él entonces no tendríamos que preocuparnos por cargos, porque estaría enterrado a un lado de una carretera en algún lugar.

—No. ¡Deja a ese cabrón fuera de esto! —gruñó.

Oh Dios, ¿puedo hacer esto? ¿Realmente puedo ir allí y hablar con él? ¿Era lo suficientemente fuerte? Sabía la respuesta a esa pregunta. Haría cualquier cosa por Yunho, aún si tenía que matar a mi padre yo mismo para detenerlo de presentar cargos. Sin víctima, no hay crimen.

Me tragué mi miedo.

—Bien, estaré allí en una hora —dije silenciosamente mientras cerraba mi teléfono, desesperadamente intentando no tener un ataque de pánico. Necesitaba ser fuerte ahora.

Me recosté en la cama e intenté calmarme. No podía estar demasiado alterado cuando Chanmgin viniera, de otro modo no querría dejarme solo. Yací allí, contando las losas de espuma en el techo, intentando no pensar en algo más. Llegué a 867 antes de que Changmin entrara corriendo a la habitación. Lucía realmente cansado y estresado. Apostaría mi último centavo que no había dormido muy bien anoche. Me atrajo a un abrazo suavemente e intenté no estremecerme mientras lastimaba mi estómago y caderas.

—Mierda, Jae, esto es malo. —Sacudió su cabeza, luciendo entre enojado y preocupado al mismo tiempo.

Asentí; necesitaba sacarlo de aquí rápido.

—Chanmgin, necesito que vayas a la estación de policía y veas si hay algo que puedas hacer por Yunho. No me dejarán salir hasta esta tarde, así que no puedo ir —ordené, presionando su mano.

Él asintió, luciendo preocupado.

— ¿Estás seguro de que no quieres que me quedé aquí contigo por un rato? ¿Estás bien?

Asentí y sonreí débilmente.

—Sólo necesito que Yunho esté bien. Así que si puedes hacer eso por mí, Changmin —pedí, asintiendo hacia la puerta.

Me abrazó de nuevo.

—Bien. Te llamaré si escucho algo. —Besó la parte superior de mi cabeza y puso un bolso con mi ropa en el suelo junto a mi cama—. Si te dejan salir, llámame y vendré a buscarte y te llevaré a casa —dijo severamente.

Asentí y lo atraje a otro abrazo para no tener que mentirle a la cara.

—Bien. Por favor anda a ver si puedes hacer algo —rogué.

—Cierto. Te veré en un rato. —Sonrió de modo tranquilizador antes de girarse y correr fuera de la habitación.

Le di un minuto para irse antes de que apretara el botón de llamada en la muralla. Una enfermera entró en un minuto.

—Hola, ¿cómo te estás sintiendo hoy? ¿Necesitas más analgésicos? —preguntó, sonriendo amablemente.

Sacudí mi cabeza.

—No, necesito darme de alta. Mi hermano fue a buscar el auto. Mi mamá ha tenido un accidente. Necesito irme —mentí, balanceando mis piernas fuera de la cama.

—Jaejoongr, no puedes sólo irte, tuviste una cirugía ayer —frunció el ceño.

—El doctor dijo que podía irme a casa esta tarde. Son sólo unas pocas horas antes —repliqué, agarrando el bolso que Changmin trajo y comenzando a ponerme mi ropa, estremeciéndome levemente mientras me movía.

— ¡Jaejoong, no deberías salir de la cama todavía! Aún si eres dado de alta esta tarde sería para estar en cama por un par de días —explicó, frunciéndome el ceño.

—Mira, aprecio tu preocupación, pero me iré de este hospital ahora. No puedes mantenerme aquí en contra de mi voluntad. Conozco mis derechos. Puedo darme de alta temprano siempre que firme una forma diciendo que me voy contra las órdenes del doctor para que no pueda demandarlos después —dije severamente. Ella comenzaba a molestarme; no tenía tiempo para esto.

Me miró un poco sorprendida antes de asentir.

—Iré a buscar un doctor —murmuró, dirigiéndose a la puerta.

—Dígale que traiga las formas con él, no tengo tiempo para esperar —solicité, mordiendo mi labio. Estaba ansioso para terminar con esto; necesitaba a Yunho fuera de problemas, ahora. Terminé de vestirme y guardé mis cosas y me senté en la cama, impacientemente observando la segunda manilla del reloj avanzando.

Finalmente, luego de lo que se sintió por siempre pero probablemente como tres minutos, un doctor entró mirándome severamente.

—Jaejoong, no recomiendo que dejes el hospital todavía —declaró.

Sacudí mi cabeza.

—Mi mamá ha tenido un accidente; necesito ir con mi hermano. Está en el auto esperándome, necesito irme ahora. Sólo muéstreme dónde firmar. —Asentí hacia el sujetapapeles en su mano.

Él suspiró y me pasó la forma apuntando el final.

—Básicamente es un permiso, diciendo que te he recomendado quedarte en el hospital y te estás yendo en contra de mis órdenes —explicó mientras firmaba mi nombre en los tres lugares que apuntó. Asentí y se lo devolví, agarrando mi bolso—. Necesitas tomarlo con calma, jaejoong. Si comienzas a sentirme mareado o débil, regresa. Si comienzas a sangrar mucho o tienes dolores fuertes, más fuertes que los normales calambres, tendrás que volver inmediatamente —ordenó, mirándome preocupado.

Asentí confirmando.

—Lo haré. Necesito irme. Gracias por cuidarme —repliqué, ya haciendo mi camino hacia la puerta. No me detuve para mirar atrás; caminé lo más rápido que pude hacia la parada de taxis y salté en el primer taxi disponible, dándole la dirección de mi padre.

Tomé mi teléfono y revisé la batería, haciendo un nuevo grupo familiar con Changmin, Yunho, Yoochun y su madre, y el teléfono de mi mamá en él.

Escribí un mensaje para Changmin, listo para enviarlo cuando llegara allá. Adiviné que serían como quince minutos de manejar rápido de la estación de policía a la casa de mi padre, lo que sería lo suficiente para hacer que mi padre quitase los cargos y que Changmin llegase antes que algo sucediera. Al menos, esperaba que lo fuera.

Cuando el taxi se detuvo afuera de su casa estaba tan nervioso que mis manos estaban temblando.

— ¿Estás bien allí, cariño? —preguntó el conductor, mirándome preocupado.

—Sí, estoy bien. Gracias —murmuré, pasándole el dinero, tomando profundas respiraciones para intentar y calmarme.

Cierro la puerta del taxi y le envío a Changmin el mensaje que tenía ya escrito:

“Estoy en lo de papá. Por favor ven a buscarme, ahora. NO ME REGRESES LA LLAMADA. Jaejoong  x” 

6 comentarios:

  1. o no trampa para el padre espero que Min llegue a tiempo de que este loco lo pueda lastimar o hacer algo peor a Jae
    Gracias

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  2. espero que no le pase nada peor a jae gosh es tan terco aunq lo hace por yunho se esta arriesgando mucho con su padre :x espero
    que minie llegue a tiempo y ese maldito termine tras las rejas
    gracias por la actu :3

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  3. Jae actua siempre muy precipitado creo que esto se pudo solucionar de otra manera solo se esta poniendo en riesgo. Espero que nada le suceda

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  4. Jae acaba de tener un aborto y cualquier anomalía en su cuerpo puede costarle la vida, espero que Min llegue pronto y que llegue con la policía.

    Que nervios....

    Gracias!!!

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  5. Ahh Jae, no se da cuenta que es una trampa, esta poniendo en riesgo su salud ;; Que min llegue pronto.
    Gracias por compartir.

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  6. Todo por la estupidez de JJ.. tengo ganas de abofeterlo por estupido, como va a ayudar a YH poniendose en las manos de su padre?

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