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El chico que se escabulle... Capítulo 21

Capítulo 21



Povs Yunho
Mierda, esto era malo. La primera cosa que disparó a través de mi cerebro era que necesitaba mantener a Changmin bajo control. Claro, yo quería matar a ese imbécil tanto como él, pero en serio necesitábamos tener cuidado. Si, literalmente, le saltábamos encima tan pronto como entrara, nos seríamos responsables, y le había prometido a su mamá que no le permitiría hacer eso. No dejaría que Changmin fuera a la cárcel por ese idiota, Ángel necesitaba de su hermano mayor, sobre todo ahora con el bebé en camino. La segunda cosa que surgió en mi mente era que necesitaba sacar a mi chico y mi bebé como el infierno fuera de aquí, ahora.
—Ángel, vamos, te llevaré a la mí a casa —declaré, agarrando su mano y tirando de él lejos de Changmin.
Jae arrancó su mano de la mía y me miró.
— ¡No voy a ninguna parte! No voy a dejarlos hacer esto, a ninguno de los dos. Ustedes no pueden darle una paliza, se meterán en problemas. ¡Estás siendo tan jodidamente estúpido! —gritó. Las lágrimas rodaban por su rostro mientras hablaba.
—Ángel, tienes que salir, ahora —ordené. No se iba a quedar aquí, cerca de ese hombre, de ninguna forma, porque si él lo miraba de manera equivocada no sería capaz de contenerme, y mucho menos mantener a Changmin bajo control.
Sacudió la cabeza con fuerza. Siempre había sido terco, por lo general me encantaba eso de él —pero no en estos momentos, no lo hacía. Bueno, si lo quiere así, entonces al diablo. Lo tomé, envolviéndolo en mis brazos, levantándolo en estilo nupcial.
— ¡Yunho, no te atrevas! —gritó, su rostro poniéndose rojo de ira mientras luchaba por bajarse. Negué con la cabeza, lidiaría con su enojo después, no estaría enfadado conmigo por mucho tiempo y una noche con la ley del hielo valdría totalmente la pena, solo si sabía que él estaba completamente a salvo. Comenzó a sollozar y envolver sus brazos alrededor de mi cuello, mientras lo cargaba fuera de la casa. ¡Maldita sea, me estaba matando! Odiaba verlo llorar.
Le di un beso al lado de su cabeza.
—Shh, todo va a estar bien, te lo prometo. Sólo te necesito a salvo para poder concentrarme en mantener tranquilo a Changmin, ¿de acuerdo? —dije honestamente.
Llegamos a mi casa y abrí la puerta rápidamente, en dirección al sofá. Me senté y lo mantuve en mi regazo, meciéndolo suavemente.
—Por favor, no te metas en problemas, Yunho, por favor —suplicó, abrazándome con más fuerza.
—No lo haré. Necesito ir al lado ahora. Tú te quedas aquí, no vengas hasta que venga a buscarte. ¿Me entiendes? ¿Puedes hacer eso por mí? —pregunté con desesperación.
Jae suspiró y se alejó sin mirarme.
—Sólo ve entonces —espetó enfadado, alejándose de mi regazo para sentarse en el sofá. Esto realmente no le gustaba en lo absoluto.
Gruñí, odiando su expresión de enojo.
—Te amo, Ángel. Sólo los necesito a ti y a nuestro bebé seguros —expliqué mientras besaba su mejilla, frotando mi mano sobre su vientre plano. Luché contra la urgencia de sonreír pensando en mi bebé creciendo dentro de él, ese pequeño bebé afortunado que conseguía estar más cerca de él que nadie por los próximos ocho meses. Asintió y cerró los ojos, lágrimas silenciosas estaban aún cayendo por su rostro.
Me puse de pie y me volví para irme.
— ¿Yunho? —llamó justo cuando llegué a la puerta. Me di la vuelta, con la esperanza de una sonrisa—. Te amo demasiado. Si te envían a la cárcel por asesinato entonces esperaré por ti —afirmó sin ninguna emoción en su voz en absoluto. No era una broma, realmente pensaba que iba a ir a la cárcel.
No le respondí, sólo me fui. No había respuesta para eso. Estaba seriamente enfadado conmigo y tendría mucho que hacer después de esto.
Nunca había hecho nada que él no quisiera antes y que odiaba hacerlo ahora.
Corrí de nuevo hacia Changmin. Él se paseaba en la sala, luciendo mortalmente enojado.
—Changmin, tienes que escucharme —dije, agarrando su hombro y haciéndolo enfrentarme.
—Lo sé, lo sé. No puedo hacer nada a menos que él comience, nada. Sólo quiero hablar con él y decirle que se largue de nuestras vidas, pero si se acerca a mí, juro... —Apretó los dientes. No le hacía falta terminar la frase, ya sabía lo que haría y no sería indoloro tampoco.
Después de unos diez minutos un coche se detuvo en frente. Agarré el brazo de Changmin cuando se levantó del sofá.
—Tranquilízate de una maldita vez, Changmin. ¿Entiendes? —ordené. Él asintió y me dirigí a la puerta. La abrí y el imbécil se quedó mirándome furiosamente. Mis manos estaban ansiosas de estrangularlo. No lo había visto desde que lo echamos por la puerta seguido de todas sus cosas, hace tres años, pero lucía exactamente igual al que recordaba.
—Jung Yunho, has crecido un poco, ¿eh? —afirmó, mientras me examinaba.
— ¿dejaste de abusar sexualmente a los muchachos? —respondí, mi mano apretando la manija de la puerta con tanta fuerza que mis dedos estaban doliendo.
Él me miró y se abrió paso en la casa.
— ¿Dónde diablos están Changmin y Jaejoong? —preguntó con enojo.
—Estoy aquí. Y Jaejoong está fuera —dijo Changmin con calma. Tal vez iba a estar tranquilo, después de todo.
— ¡Tú, pequeña mierda! ¡Siempre fuiste un maldito problema! ¿Dónde mierda están mi esposa e hijo? Y me voy a llevar a Jaejoong también —gritó dirigiéndose hacia el pasillo en la parte trasera. Podía sentir mi ira en aumento cada vez que decía el nombre de mi ángel. Me tomó un par de respiraciones profundas, necesitaba ser el fuerte.
Changmin se echó a reír.
—Sí, está bien —dijo con sarcasmo. Creo que estaba tratando de incitar a su padre a empezar algo. Creo que estaba pensando en dejarle conseguir un par de golpes al principio para que pueda decir que fue en defensa propia.
— ¿Dónde están? — Oh Sung prácticamente gritó. Siempre tuvo muy mal carácter.
—Te estoy diciendo, viejo, que si alguna vez te acercas a mi hermano una vez más, te voy a matar —gruñó Changmin —. ¿Me entiendes? Tienes que salir de la ciudad. Ahora. No hay nada aquí para ti ahora. Ni tu esposa te quiere tampoco, nadie te quiere —le espetó.
Sonrió ligeramente mientras Oh Sung se acercó a él con los puños apretados.
— ¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y Jaejoong tenían que abrir sus sucias bocas y decirle a Yoochun lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así, cuando me dijo que estaba embarazada de ti —gritó Oh Sung con rabia.
¡Maldita sea, era un imbécil!
Changmin lo agarró y lo arrojó contra la pared, golpeándolo hasta dejarlo sin respirar.
¡Mierda! Agarré a Changmin justo cuando estaba a punto de darle un puñetazo y lo aparté.
— ¡Así no! Changmin, no así —le grité, tratando de detenerlo.
— ¡Déjame ir! Voy a matarlo maldita sea. Yunho, ¡déjame ir! —gritó Changmin, tratando de deshacerse de mí.
— ¡Changmin, cálmate! —escuché decir a Jaejoong.
Mi sangre se congeló al sonido de su voz. ¿Qué demonios estaba haciendo allí? Todos nos volvimos para verlo de pie en la puerta. Solté a Changmin rápidamente y fui hacia él, pero ese idiota estaba entre él y yo. Agarró su muñeca. Jaejoong se estremeció y trató de sacar su brazo fuera de su control.
— ¡Tú! ¡Tú maldito arruinaste todo! —le gritó.
— ¡Déjalo ir, ahora! —gruñí a través de mis dientes apretados, apenas capaz de contener mi ira. Podía oír latir mi corazón tamborileando en mis oídos, estaba tan  enojado que me temblaban las manos. Iba a matarlo en tres segundos si no lo dejaba ir.
Se volvió para mirarme, el odio clara en su rostro.
— ¡Vete a la mierda! Es mi hijo —gritó, tirando de Jaejoong bruscamente cerca de él. Jaejoong se volvió y trató de alejarlo. Su rostro se endureció. Me lancé hacia adelante al mismo tiempo, lo abofeteó con fuerza en la cara.
Agarré su camisa y le di un puñetazo de lleno en la cara, disfrutando del satisfactorio "crack" que hizo su nariz mientras mi puño conectaba con ella. Retiré mi brazo y lo golpeé una y otra vez, ignorando el dolor que cada golpe causaba en mi mano. Después del cuarto o quinto golpe su cuerpo estaba cojeando un poco así que lo empujé contra la pared, así no tenía que sostenerlo, y le di un puñetazo otra vez. Puse todo mi odio en él, toda la ira, el dolor y la impotencia que alguna vez había sentido cuando veía a mi chico llorar hasta dormirse. Nunca dejaría a este hombre lastimarlo de nuevo. Se dejó caer al suelo, envolviendo sus brazos alrededor de su cabeza, pero no me detuve, no podía parar. Así que empecé a darle patadas en su lugar.
De repente, Changmin me agarró por detrás y me palmeó mi cara por primera vez en la pared. ¿Qué diablos estaba haciendo?
— ¡No! ¡Todavía no he terminado! ¡Aléjate de mí. Changmin! —le grité, tratando desesperadamente de quitármelo para poder matar al hombre que hizo de la vida de mi Ángel una desgracia. Me aparté de la pared tratando de liberarme.
—Jaejoong está herido, Yunho —dijo Changmin, empujándome contra la pared otra vez, su brazo a través de la parte trasera de mi cuello.
— ¡Sólo aléjate de mí. Déjame terminar! —grité, todavía luchando en contra de su abrazo.
— ¡YUNHO, JAEJOONG ESTÁ HERIDO! —gritó Changmin.
Espera, ¿qué dijo? ¿Jaejoong? Oh, Dios mío.
— ¿Qué? ¿Dónde? ¿Dónde está? —pregunté con desesperación. No lo vi salir lastimado, él lo abofeteó y se cayó y todo lo que pude ver fue a él. ¡Mierda!
Me soltó y me volví para buscarlo, yaciendo de costado, hecho un ovillo, con los ojos cerrados, la mandíbula apretada, todo su rostro era la viva imagen del dolor. Me sentí enfermo mientras corrí a su lado, inclinándome sobre él con rapidez.
— ¿Ángel? —susurré, agachándome y acariciando su mejilla de color rojo donde él lo había abofeteado.
Gimió y trató de moverse, haciendo un estrangulado jadeo.
—Me duele, Yunho. Por favor, me duele mucho —exclamó, mirándome desesperadamente. Parecía aterrorizado, se veía tan asustado que sentí como si mi corazón dejara de latir al verlo.
— ¿Qué te duele, Ángel? —pregunté, tratando de aliviarlo mientras me inclinaba y besaba su mejilla dolorida. Necesitaba conseguir un poco de hielo o algo así, entonces estaría bien, tendría un moretón por una semana aproximadamente, pero estaría bien.

—Mi estómago —dijo con voz ronca, sollozando, volviendo el rostro hacia el suelo, llorando histéricamente.

¿Su estómago duele? Miré hacia abajo a su estómago, lo estaba acunando protectoramente. Podía ver la sangre filtrándose a lo largo de la pierna de sus pantalones vaqueros. Mi corazón se detuvo, no podía respirar. Todo lo que podía ver era la sangre, lo único que podía oír era su llanto y quejidos.


Povs Jaejoong

Oí el coche estacionar, así que di un salto y corrí hacia la ventana. Me estremecí cuando lo vi salir del coche y caminar furioso hacia la casa. Me sentí enfermo. No podía dejarlos hacer esto, se iban a meter en tantos problemas. No podría soportar perder a ninguno de ellos.

No quería que Changmin se metiera en problemas, pero en serio me mataría si Yunho estaba en problemas por esto.

Mordí mi labio, pensando. Tal vez podría ir y ser otro testigo, entonces de esa manera cuando él empiece algo primero podría decir que fue en defensa propia también. Otro testigo ayudaría sin duda a su caso. Oh, mierda, ¡Yunho me va a matar por esto! Salí corriendo de su casa hacia la mía. Podía oír gritos provenientes de adentro y me detuve, sentí el temor familiar que siempre sentía cuando era un niño. No podía moverme del lugar, era como si estuviera congelado. Podía oír su voz, gritando, y me helaba la sangre —pero esos eran Changmin y Yunho allí, siempre estaban cuidando de mí, siempre. Podía hacer esto por ellos, todo lo que tenía que hacer era presenciar como él lanzaba el primer golpe.

Me acerqué a la puerta, no estaba cerrada, sólo la empujé.

— ¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y Jaejoong tenían que abrir sus sucias bocas y decirle a Yoochun lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así, cuando me dijo que estaba embarazada de ti —gritó mi padre enojado.

Gemí a causa de las horribles palabras que acababa de decirle a mi hermano. Mi padre siempre fue una horrible persona, pero eso fue bajo, incluso para él.

Escuché una explosión y un gemido, así que abrí la puerta, para ver a Yunho sosteniendo a Changmin, tratando desesperadamente de mantener a Changmin lejos de mi padre, que estaba parado contra la pared, mirándolos con rabia.

— ¡Así no! Changmin, ¡así no! —gritó Yunho, a Changmin mientras lo sujetaba en sus brazos.

Changmin no estaba calmándose. Su rostro estaba rojo de ira, lo único que podía detenerlo cuando estaba así, era yo. Odiaba verme alterado, era tan sobreprotector.

— ¡Changmin, cálmate! —supliqué desesperadamente.

Él dejó de moverse, Yunho lo apartó y me miró sorprendido y un poco asustado. Se movió hacia mí y vi a mi padre, moverse al mismo tiempo, estaba mucho más cerca de mí que Yunho, y estaba bloqueando su camino. Ni siquiera tuve tiempo de alejarme antes de que agarrara mi muñeca, apretándola fuerte, su cara enojada y roja. Me estremecí mientras me apretaba más fuerte haciendo al dolor disparar por mi brazo. Intenté sacar mi brazo con rapidez, pero él no lo soltaba.

— ¡Tú! ¡Tú maldito arruinaste todo! —me gritó, hundiendo sus uñas en mi piel. No podía respirar.

— ¡Déjalo ir, ahora! —ordenó Yunho, luciendo tan enojado que realmente me asustó.

Mi padre se volvió hacia él, aun sujetándome con fuerza.

— ¡Vete a la mierda! Es mi hijo —le espetó él, tirando de mi brazo, haciéndome perder mi equilibrio y tropezar más cerca suyo. Podía oler el alcohol en su aliento, haciéndome sentir enfermo. Giré y tiré de mi brazo, tratando de liberarme. Todavía no me dejaba ir, así que puse mi mano sobre su pecho y lo empujé tan fuerte como pude. Él no se movió ni un centímetro. Vi su mano moverse y cerré los ojos sabiendo que me iba a golpear.

Su mano conectó con mi cara, haciéndome sentir como si mi cabeza hubiera explotado. Me caí hacia atrás y me estrellé en el aparador. Dolor como nunca había sentido en mi vida se disparó a través de mi estómago y mi espalda baja. Era como si alguien me hubiera apuñalado. Me aferré al aparador, tratando de mantenerme en pie mientras siseaba a través de mis dientes. Changmin pasó por encima y me agarró tirando de mí hacia abajo sobre el piso, sentándonos abajo apoyándonos en el aparador.

—Mierda. Jae, ¿estás bien? —preguntó con desesperación, acunando mi cabeza contra su pecho.

Envolví mis brazos alrededor de mi estómago, tratando de respirar a través del dolor.

—No —gruñí. ¡Oh, no, estaba perdiendo el bebé!— ¿Yunho? ¿Dónde está Yunho? —pregunté, abriendo los ojos y mirando alrededor por él, pero apenas podía ver nada, porque mis ojos estaban llenos de lágrimas. Podía oír ruido gruñidos y gemidos. Oh Dios, él no está... ¡Por favor, dime que no está haciendo eso! Parpadeé y miré para ver a Yunho golpear a mi padre una y otra vez, su rostro era la viva imagen de la rabia. Él no iba a parar hasta que ya no respiraba. Esto era todo. Yunho me iba a ser arrebatado, y yo estaba perdiendo su bebé. Sentí mi corazón rompiéndose en mil pedazos.

—Ve a detenerlo —susurré, apenas capaz de hablar.

—No. Deja que lo mate —gruñó Changmin enojado.

Negué con la cabeza. ¡Oh, Dios mío, por favor!

—Changmin, ¡ve a detenerlo! Por mí, ¿por favor? Lo necesito. Dile que estoy herido. Lo necesito —jadeé mientras una oleada de náuseas se apoderaba de mí, haciéndome vomitar—. ¿Yunho? —grité desesperadamente, pero fue apenas un susurro.

Changmin se movió.

—Iré a buscarlo —dijo rápidamente mientras se ponía de pie de un salto. Rodé hasta ponerme de lado, llevando mis rodillas al pecho, sosteniendo mi estómago. ¡Oh por favor, no me dejes perder este bebé! Cerré los ojos con fuerza contra el dolor; un par de segundos después Yunho acarició mi mejilla haciéndola arder de nuevo.

— ¿Ángel? —susurró, sonando tan preocupado que me rompía el corazón una vez más. ¿Cómo podía decirle que estaba perdiendo el bebé? Él estaba tan feliz por eso, ¿cómo demonios iba a decir las palabras? Quería envolverlo con mis brazos y hacer que me abrazara y que hiciera que todo esto se fuera. Yunho podía hacer que todo estuviera bien, él podía hacer que todo estuviera bien.

Me moví para levantarme pero una oleada fresca de dolor me golpeó, haciéndome jadear.

—Duele, Yunho. Por favor, duele tanto —murmuré, levantando la mirada hacia su perfecto rostro. Él lucía tan preocupado por mí. Yo estaba perdiendo todo. ÉL iba a ir a la cárcel y yo estaría solo. ¿Cómo iba a vivir sin él?

— ¿Qué duele, Ángel? —preguntó, mientras inclinaba su cabeza y besaba mi mejilla.

—Mi estómago. —No pude mirar su rostro cuando se dio cuenta que estaba perdiendo el bebé, no quise ver el dolor y la devastación allí. Volví mi rostro hacia la alfombra y sollocé. Esto era completamente mi culpa. Debería haberme quedado en su casa como me dijo. Si estuviera allí ahora el bebé estaría a salvo, y Yunho no estaría enfrentándose a la cárcel. Él sólo había golpeado a mi padre porque yo estaba allí, no lo hubiera hecho si yo sólo me hubiera quedado. ¿Por qué no podría haberme quedado allí como él me había dicho?

— ¡Changmin! ¡Llama una ambulancia! —gritó Yunho desesperadamente. Estaba acariciando la parte de atrás de mi cabeza suavemente—. Shh, todo está bien. Está bien, Ángel —me arrulló. Sentí su brazo envolverme, así que volví mi rostro hacia él. Estaba acostado junto a mí. ¿Cómo demonios todavía me estaba consolando? Esto era todo mi culpa; ¿por qué no me gritaba?

—Lo lamento tanto —dije honestamente. Esto iba a arruinar todo; él no me querría ahora que había matado a nuestro bebé.

Él inclinó la cabeza y besó mi frente.

—Ángel, no tienes nada que lamentar —susurró, acercándose a mí. Su mano frotaba círculos en mi estómago, tan suavemente que apenas podía sentirlo.

—Esto es mi culpa —exclamé, sollozando una vez más. Él sacudió la cabeza ferozmente y se alejó de mí de un empujón. Sentí mi corazón romperse. Lo sabía; él me iba dejar ahora. Se puso de pie y fue hacia mi padre quien estaba intentando levantarse del suelo y comenzó a golpearlo de nuevo, gritando una retahíla de improperios.

Changmin lo lanzó al piso.

— ¡Détente! ¡Ve con Jaejoong, ahora! —ordenó, mirándolo con ira.

Yunho asintió y corrió de vuelta hacia mí.

—Voy a levantarte, ¿de acuerdo? —dijo suavemente.

Sacudí la cabeza, no quería moverme.

—No. Por favor no —susurré. El dolor era tal que me sentía enfermo. Él lucía como si también estuviera sufriendo mientras se movía sobre mí, apartando el cabello del mi rostro, besándome suavemente, murmurando palabras tranquilizadoras.

— ¿Dónde está la maldita ambulancia? —le gritó a Changmin.

—En camino. ¿Qué le sucede? —preguntó Changmin, arrodillándose junto a mí. Apreté la mano de Yunho, sin querer verlos pelear por esto si Changmin se asustaba por lo del bebé.

—Está embarazado, Changmin —explicó Yunho, besando mi mejilla.

— ¿E…embarazado? —tartamudeó Changmin. Yunho asintió, mirándome con preocupación.

—Voy a hacerte pagar por esto, ¡pequeña mierda! —gritó mi padre desde la puerta. Changmin y Yunho ambos se movieron para levantarse pero yo tomé la mano de Yunho, no quería estar solo de nuevo.

—Sal de aquí antes de que te mate yo mismo, y si Jae pierde su bebé lo juro por Dios, estás muerto —gruñó Changmin venenosamente.

—Changmin, por favor —susurré, sin querer más problemas.

— ¿Bebé? ¿Está embarazado? —gruñó mi padre.

Yunho estaba tan enojado que todo su rostro estaba rojo cuando se movió para levantarse una vez más. Justo en ese momento pude oír las sirenas aumentando haciéndose más intensas. El rostro de Yunho voló al mío, sonrió débilmente.

—Está bien ahora, Ángel, la ayuda llegó. Todo va a estar bien —dijo suavemente. Levanté la mirada para ver que mi padre se había ido; Changmin estaba de pie en la puerta esperando la ambulancia.

Yunho me estaba mirando, sus hermosos ojos apretados con preocupación. Lo amaba tanto, ¿cómo me las voy a arreglar cuando él me deje y se vaya a la universidad, y todo lo que me quede sea lo que podría haber sido?

El paramédico se acercó con Changmin.

— ¿Qué sucedió? —le preguntó a Yunho.

—Está embarazado. Ángel, ¿te golpeaste el estómago o algo? —preguntó Yunho, sosteniéndome la mano con fuerza. Asentí, asustado de moverme en caso de que el dolor se pusiera peor, no podía soportar mucho más.

— ¿Cuán avanzado está el embarazo? —preguntó el paramédico.

—Cinco semanas —respondió Yunho, mirándolo en forma suplicante.

—De acuerdo. Bueno, te llevaremos al hospital; te revisaré en la ambulancia. ¿Te duele en otro lugar, Jaejoong? —preguntó el paramédico.

—Me duele la espalda, y las caderas. —Hice una mueca cuando me guió para que yaciera sobre la espalda.

Él asintió.

—Eso puede suceder a veces. Parece que podrías tener un aborto —dijo en tono de disculpas. Asentí mostrando mi acuerdo. Ya sabía eso, no había manera que no estuviera teniendo un aborto, esto era demasiado doloroso para ser otra cosa. Yunho sostuvo mi mano todo el camino, sólo mirándome, sin hablar. Su rostro era la imagen del dolor. Él estaba sufriendo mucho; podía ver el dolor en sus rasgos mientras me miraba. No me iba a perdonar.

Cuando llegamos allí fui llevado en una camilla a un pequeño cubículo y un doctor vino casi inmediatamente.

—De acuerdo, Jaejoong, voy a tener que examinarte —explicó, poniéndose unos guantes.

Miré horrorizado a Yunho, apretando su mano con más fuerza.

—Shh, todo está bien. Estoy aquí. Todo está bien —me calmó, frotando su mano libre suavemente contra mi rostro. Grité cuando el dolor me atravesó, haciendo que nuevas lágrimas cayeran mientras el doctor hacía su examen. Yunho las besó suavemente, mirándome, con el corazón roto.

—Lo lamento, estás teniendo un aborto. Necesitamos hacer un procedimiento para apresurar las cosas. Sólo tienes cinco semanas así que ésta es la manera las rápida y segura —dijo el doctor, arrojando lejos sus guantes manchados de sangre.

— ¿Qué procedimiento? —preguntó Yunho.

—Se llama Evacuación de Productos de Concepción Retenidos (término médico que refiere al tejido derivado de la unión de un óvulo y un espermatozoide que no tiene embrión). En un proceso quirúrgico. Necesitará ser hecho bajo anestesia general y retirará todos los rastros del embarazo —explicó, mirándome con un poco de tristeza.

¿Proceso quirúrgico?

6 comentarios:

  1. pero que viejo tan desgraciado hizo que Jae perdiera a su bebe espero que Yunho y Min logren meterlo a la cárcel o que hagan algo para alejarlo de Jae que triste capitulo
    GRACIAS

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  2. noo :C porq jae no pudo hacerle caso a yunho y quedarse quieto u.u
    espero que ese maldito viejo pague por todo el daño q ocasiona y
    q triste lo del bebe asdada gracias por actualizar :)

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  3. Oh no!! El bebé de Yunho y Jae ... Jae tenia que quedarse en casa y al final no lograron nada solo que el padre se enterara del embarazo. Como se han complicado las cosas!!!

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  4. Perder al bebé, que tristeza, su hijo. Que ese maldito de su padre pague de la forma mas dolorosa que exista.

    Gracias!!!

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  5. Aggg todo por culpa de su padre 😠 y ellos tan ilusionados que ya estaban ;; No es justo, porque lo tienen que perder 😭😭
    Gracias por compartir.

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  6. Encontré la continuación , y estoy llorando. Porque no hiciste caso, por idiota YH ahora puede ponerse en problemas.

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Thief: Capítulo 16

Capítulo 16 Presente   Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa ...