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Hermoso Desastre: Capitulo 1

Capitulo 1


Todo en la habitación gritaba que no yo no pertenecía aquí. Las escaleras estaban en ruinas, la gente estaba apretada hombro contra hombro, y el aire era una mezcla de sudor, sangre y moho. Las voces se arremolinaban mientras gritaban números y nombres una y otra vez, los brazos se agitaban y se hacían gestos para intercambiar dinero y comunicarse a través del ruido. Me sumergí entre la multitud, siguiendo de cerca a mi mejor amigo.
— ¡Guarda bien tu dinero en tu billetera, Jae! —Me gritó Junsu. Su amplia sonrisa brillaba aún en la penumbra.
— ¡Quédate cerca! ¡Empeorará una vez que comience! —gritó Yoochun por encima del ruido. Junsu tomó su mano y después la mía mientras Yoochun nos dirigía a través del mar de gente.
El balido agudo de un cuerno de toro sonó en el aire lleno de humo. El ruido me sobresaltó, haciendo que saltara, buscando el origen de estallido. Un hombre estaba parado en una silla de madera, sosteniendo un fajo de billetes en la mano, el cuerno en la otra. Él mantenía el plástico en los labios.
— ¡Bienvenidos al baño de sangre! Si estás buscando Economía 101… ¡Estás en el jodido lugar equivocado, mi amigo! Si buscas el Círculo, ¡Esto es Meca! Mi nombre es Yesung, yo hago las reglas y dirijo la pelea. Las apuestas terminan una vez que los oponentes estén en el suelo. No se permite tocar a los combatientes, no ayudarlos, no cambios de apuestas, y no entrar en el cuadrilátero. ¡Si rompen estas reglas, se les partirá la madre y serán retirados de aquí sin su dinero! ¡Eso las incluye a ustedes, señoritas! ¡Así que no utilicen sus puterías para estafar al sistema, muchachos!
Yoochun negó con la cabeza.
— ¡Jesús, Yesung! —gritó al maestro de ceremonias sobre el ruido, claramente desaprobando la elección de palabras de su amigo.
Mi corazón latía en mi pecho. Con un suéter de cachemir color rosa, me sentí como un maestro de escuela. Le prometí a Junsu que podía enfrentar todo lo que se nos pusiera enfrente, pero en la zona cero sentí la necesidad de agarrar sus delgados brazos con ambas manos. Él no me pondría en peligro, pero estar en un sótano con cincuenta o más chicos universitarios borrachos, no estaba exactamente seguro de nuestras posibilidades de salir ilesos.
Después de que Junsu conociera a Yoochun en la clase de orientación de primer año, Junsu con frecuencia lo acompañaba a las luchas secretas en los sótanos diferentes de la Universidad de Gwanju. Cada evento se llevaba a cabo en un lugar diferente, y se mantenía en secreto hasta una hora antes de la pelea.
Debido a que yo pertenecía a un círculo un poco más tranquilo, me sorprendió saber de un mundo subterráneo en Gwanju; pero Yoochun lo sabía aún antes de haberse matriculado. Yunho, el compañero de cuarto y primo de Yoochun, entró en su primera pelea siete meses antes. Como estudiante de primer año, se rumoreaba que él era el competidor más letal que Yesung había visto en los tres años desde que creó El Círculo. Comenzando su segundo año, Yunho era invencible. Juntos, Yunho y Yoochun fácilmente pagaban el alquiler y las facturas con las ganancias.
Yesung llevó el cuerno de toro nuevamente a sus labios, y los gritos y el movimiento escaldaron a un ritmo febril.
— ¡Esta noche tenemos un nuevo retador! ¡El luchador estelar universitario de Gwanju, Young Marek!
Los gritos siguieron, y la multitud se apartó como el mar rojo cuando Marek entró en la habitación. Un espacio circular fue formado, y la multitud silbó, abucheó y se burló del rival. Él saltaba, sacudía el cuello hacia atrás y adelante; su rostro severo y concentrado. La multitud se calmó y luego mis manos se alzaron a mis oídos cuando la música sonó por los grandes altavoces en el otro lado de la habitación.
— ¡Nuestro siguiente combatiente no necesita presentación, pero porque me asusta hasta la mierda, lo haré de todos modos! ¡Sacudan sus botas, chicos, y quítense sus bragas, señoritas! ¡Les presento a Jung U-Know Yunho!
El volumen explotó cuando Yunho apareció en una puerta de la habitación. Él hizo su entrada, sin camisa, relajado y natural. Echó a andar hacia el centro del círculo, como si se estuviera presentado a otro día en el trabajo. Los músculos se extendían bajo su piel tatuada mientras él chocó sus puños contra los nudillos de Marek. Yunho se inclinó y le susurró algo al oído a Marek, y el luchador luchó por mantener su expresión severa. Marek se puso cara a cara con Yunho y lo miró directamente a los ojos. La expresión de Marek era asesina; Yunho se veía ligeramente divertido.
Los hombres tomaron unos pasos hacia atrás, y Yesung sonó el cuerno. Marek tomó una posición defensiva y atacó a Yunho. Me paré sobre la punta de mis pies cuando perdí mi línea de visión, apoyándome de lado a lado y los hombros se estrellaban contra mí, rebotándome de un lado a otro como pelota de ping pong. La parte superior de la cabeza de Marek y Yunho se hizo visible, por lo que continúe abriéndome camino hacia adelante.
Cuando finalmente llegué al frente, Marek cogió a Yunho con sus gruesos brazos y trató de tirarlo al suelo. Cuando Marek se inclinó con el movimiento, Yunho estrelló su rodilla contra la cara de Marek. Antes de que Marek pudiera evitar el golpe, Yunho lo atacó; sus puños hicieron contacto con la cara ensangrentada de Marek una y otra vez.
Cinco dedos se hundieron en mi brazo y me eché hacia atrás.
— ¿Qué demonios estás haciendo, Jae? —dijo Yoochun.
— ¡No podía ver desde allí! —grité.
Me volví justo a tiempo para ver a Marek tirar un puñetazo. Yunho se giró, y por un momento pensé que había evitado otro golpe, pero hizo un círculo completo, estrellando su codo derecho en el centro de la nariz de Marek. Sangre roció mi cara y salpicó la parte superior de mi suéter. Marek cayó al suelo de cemento con un ruido sordo y en un breve instante la habitación estuvo en completo silencio.
Yesung lanzó una tela roja cuadrada sobre el cuerpo quieto de Marek y la multitud estalló. El dinero cambió de manos una vez más y las expresiones se dividían entre petulantes y frustradas.
Me empujaron un poco con el movimiento de ida y venida. Junsu llamó mi nombre en algún lugar de la parte de atrás, pero yo estaba fascinado por el camino rojo de mi pecho a la cintura.
Un par de pesadas botas negras se pararon frente a mí, desviando mi atención hacia el suelo. Mis ojos viajaron hacia arriba; pantalones manchados de sangre, un par de cincelados abdominales, un desnudo y tatuado pecho empapado de sudor y, finalmente, un par de ojos cálidos color marrón. Alguien me empujó por detrás y Yunho me tomó por el brazo antes de caer hacia adelante.
— ¡Hey! ¡Aléjate de él! —gruñó Yunho, empujando a cualquiera que se me acercara. Su expresión severa se convirtió en una sonrisa al ver mi camisa, y luego secó mi cara con una toalla—. Lo siento mucho, Boo.
Yesung dio unas palmaditas en la parte detrás de la cabeza de Yunho.
— ¡Vamos, U-Know! ¡Tienes un poco de dinero esperando por ti!
Sus ojos no se apartaron de los míos.
— Es una lástima sobre el suéter. Se ve bien en ti. —En el momento siguiente se vio envuelto por los fans, desapareciendo de la misma manera en la que había llegado.
— ¿Qué estabas pensando idiota? —me gritó Junsu, tirando de mi brazo.
—Vine aquí para ver una pelea, ¿no? —Sonreí.
—Tú ni siquiera deberías estar aquí, Jae, —me regaño Yoochun.
—Tampoco Junsu —le dije.
— ¡Junsu no trata de meterse en el círculo! —Frunció el ceño.
—Vámonos.
Junsu me sonrió y me limpió la cara.
—Eres un grano en el trasero, Jae. ¡Dios, te quiero! —Él enganchó su brazo alrededor de mi cuello y nos dirigimos hasta las escaleras y hacia la noche.
Junsu me siguió hasta mi habitación y luego se burló de mi compañero de cuarto, Karam. Inmediatamente me quité la chaqueta con sangre, arrojándola al cesto de ropa sucia.
—Asqueroso. ¿Dónde has estado? —preguntó Karam desde su cama.
Miré a Junsu, quien se encogió de hombros.
—Sangrado por la nariz. ¿Nunca has visto una de las hemorragias nasales de Jae?
Karam acomodó sus gafas y sacudió la cabeza.
—Oh, lo harás. —Junsu me guiñó un ojo y luego cerró la puerta detrás de él. Menos de un minuto después, mi celular sonó. Por costumbre, Junsu me enviaba un mensaje de texto después de haber dicho adiós.

Pasaré la noche con Chun, t veo mañana rey del cuadrilátero.

Miré a Karam, quien me veía como si mi nariz se desangraría en cualquier momento.
—Él estaba bromeando —le dije.
Karam asintió con indiferencia y luego miró hacia el desorden de libros sobre su colcha.
—Creo que voy a tomar una ducha —le dije, agarrando una toalla y mi bolsa de baño.
—Alertaré a los medios de comunicación —bromeó Karam, manteniendo su cabeza hacia abajo.

* * *

Al día siguiente, Yoochun y Junsu se unieron a mí para el almuerzo. Tenía toda intención de sentarme sola, pero a medida que los estudiantes invadieron la cafetería, las sillas a mí alrededor estuvieron llenas por los hermanos de fraternidad de Yoochun o los miembros del equipo de fútbol americano. Algunos de ellos estuvieron en la pelea, pero ninguno mencionó mi casi espectáculo en el cuadrilátero.
—Chun —dijo una voz.
Yoochun asintió con la cabeza, y Junsu y yo volteamos para ver a Yunho tomar asiento al final de la mesa. Fue seguido por dos llamativos rubios usando camisetas Sigma Kappa. Uno de ellos se sentó en el regazo de Yunho y el otro se sentó junto él, acariciando su camisa.
—Creo que he vomitado un poco en mi boca —murmuró Junsu.
El rubio en el regazo de Yunho se volvió hacia Junsu.
—Te he oído, puto.
Junsu tomó su rollo y lo arrojó al final de la mesa, rozando la cara del chico. Antes de que el chico pudiera decir otra palabra, Yunho dobló sus rodillas, enviándolo al suelo.
— ¡Ay! —Chilló, mirando a Yunho.
—Junsu es mi amigo. Necesitas buscar otro regazo, Sung.
— ¡Yunho! —Se quejó él, poniéndose de pie.
Yunho volvió su atención a su plato, ignorándolo.
Él miró a su hermano y resopló, después los dos se fueron de mano en mano.
Yunho guiñó hacia Junsu, como nada hubiese pasado, llevándose otro bocado a la boca. Fue entonces cuando me di cuenta de un pequeño corte en su ceja. Él intercambió miradas con Yoochun y luego comenzó una conversación con uno de los chicos de fútbol frente a él.
Aunque los estudiantes en la mesa habían disminuido, Junsu, Yoochun y yo nos quedamos a hablar sobre nuestros planes de fin de semana. Yunho se levantó para irse, pero se detuvo en nuestro extremo de la mesa.
— ¿Qué? —preguntó Yoochun en voz alta, llevándose la mano a su oído.
Traté de ignorarlo lo mejor posible, pero cuando miré hacia arriba, Yunho me estaba mirando.
—Ya lo conoces, Yunho. ¿El mejor amigo de Junsu? Él estaba con nosotros la otra noche —dijo Yoochun.
Yunho me sonrió en lo que supuse era su sonrisa encantadora. Él emanaba sexo y rebeldía con su pelo castaño y brazos tatuados, y yo puse mis ojos en blanco en su intento de coquetearme.
— ¿Desde cuándo tienes un mejor amigo, Junsu? —preguntó Yunho.
—Desde tercer año de secundaria —respondió él, apretando sus labios juntos mientras sonreía en mi dirección—. ¿No recuerdas, Yunho? Tú arruinaste su suéter.
Yunho sonrió.
—Arruino una gran cantidad de suéteres.
—Asqueroso —murmuré.
Yunho hizo girar la silla vacía a mi lado y se sentó, apoyando sus brazos delante de él.
—Así que tú eres Boo, ¿eh?
—No —le espeté—. Tengo un nombre.
Parecía divertido por la manera en que contesté, lo que sólo sirvió para enfadarme más.
— ¿Y bien? ¿Cuál es? —Preguntó.
Di un mordisco por última vez a la manzana, haciendo caso omiso de él.
—Entonces es Boo —se encogió de hombros.
Miré a Junsu y luego me volví hacia Yunho.
—Estoy tratando de comer.
Yunho se preparó para el desafío que se le presentaba.
—Mi nombre es Yunho. Jung Yunho.
Puse los ojos en blanco.
—Sé quién eres.
—Lo sabes, ¿eh? —dijo Yunho, levantando la ceja herida.
—No te hagas ilusiones. Es difícil no darse cuenta cuando cincuenta borrachos están gritando tu nombre.
Yunho se sentó un poco más derecho.
—Eso me sucede con frecuencia. —Puse los ojos nuevamente en blanco y Yunho se echó a reír—. ¿Tienes un tic o algo?
— ¿Un qué?
—Un tic. Tus ojos no dejan de moverse. —Se echó a reír otra vez cuando me miró—. De hecho, esos son unos ojos increíbles —dijo, inclinándose pocos centímetros hacia mi cara—. ¿Qué color son? ¿Negros?
Miré a mi plato, dejando que los largos mechones de mi cabello negro crearan una cortina entre nosotros. No me gustaba la forma en la que me hacía sentir cuando estaba tan cerca. No quería ser como los otros chicos y chicas en Gwanju que se ruborizaban en su presencia. No quería que me afectara de esa manera para nada.
—Ni siquiera pienses en eso, Yunho. Él es como mi hermano —advirtió Junsu.
—Bebé —dijo Yoochun—. Acabaste de decirle que no. Ahora no parará.
—Tú no eres su tipo —continuó él.
Yunho fingió estar ofendido.
— ¡Soy el tipo de todos!
Miré hacia él y sonreí.
— ¡Ah! Una sonrisa. No soy un podrido bastardo después de todo —guiñó un ojo—. Fue un placer conocerte, Boo. —Caminó alrededor de la mesa y se inclinó al oído de Junsu.
Yoochun lanzó una papa frita a su primo.
— ¡Quita los labios de la oreja de mi chico, Yunho!
— ¡Me retiro! ¡Me retiro! —Yunho mostró sus manos en un gesto inocente.
Unas chicas siguieron detrás de él, riendo y pasando sus dedos por su cabello para llamar su atención. Él abrió la puerta para ellas y casi gritaron de deleite.
Junsu se echó a reír.
—Oh, no. Estás en problemas, Jae.
— ¿Qué te dijo? —pregunté, cuidadosamente.
—Él quiere que lo lleves a casa, ¿verdad? —dijo Yoochun. Junsu asintió y él negó con su cabeza—. Eres un chico inteligente, Jae. Te lo digo ahora, si caes en su juego y terminas enojado con él, no llegues a tomártelo contra Junsu y yo, ¿De acuerdo?
Sonreí.
—No voy a caer en su juego, Chun. ¿A caso parezco a uno de esos seguidores para ti?
—Él no caerá en su juego —le aseguró Junsu, tocando su brazo.
—Este no es mi primer rodeo, Junsu. ¿Sabes cuántas veces ha jodido las cosas para mí, porque él duerme con el mejor amigo? ¡De pronto es un conflicto de intereses salir conmigo porque es fraternizar con el enemigo! Te lo digo, Jae, —me miró—, no le digas a Junsu que él no puede salir conmigo porque caíste enamorado por los coqueteos de Yunho. Considérate advertido.
—Innecesario, pero se te agradece, —le dije. Traté de asegurarle con una sonrisa, pero su pesimismo se veía impulsado por los actos de Yunho.
Junsu me saludó con su mano, yéndose con Yoochun mientras yo caminaba a mi clase. Entrecerré los ojos ante el sol brillante, agarré las correas de mi mochila. La universidad de Gwanju era exactamente lo que esperaba; desde las pequeñas aulas hasta las caras desconocidas. Era un nuevo comienzo para mí; finalmente podía caminar a algún lugar sin los susurros de los que sabían—o creían saber—acerca de mi pasado. Yo era indistinguible como cualquier otro estudiante de primer año en su camino a clase; sin miradas, sin rumores, sin lastima o criterios. Sólo la ilusión de lo que yo quería que ellos vieran: vestido de cachemira, sin sentido alguno, Kim Jaejoong.
Puse mi mochila en el suelo y me derrumbé en la silla, inclinándome para tomar mi portátil de mi bolso. Cuando me levanté para ponerla en mi escritorio, Yunho se sentó en el escritorio siguiente.
—Bien. Así puedes tomar apuntes por mí—dijo. Mordía una pluma y me sonrió, sin duda su mejor sonrisa.
Le lancé una mirada de disgusto.
—Ni siquiera estás en esta clase.
—Qué si no. Por lo general me siento allá —dijo, apuntando con la cabeza a la fila superior. Un pequeño grupo de chicos y chicas me estaban mirando y me di cuenta de una silla vacía en el centro.
—No tomaré notas por ti —le dije, encendiendo mi computadora.
Yunho se inclinó tan cerca que podía sentir su aliento en mi mejilla.
—Lo siento… ¿Te ofendí de alguna manera?
Suspiré y sacudí la cabeza.
—Entonces, ¿Cuál es tu problema?
Mantuve mi voz baja.
—No me acostaré contigo. Debes darte por vencido ahora mismo.
Una sonrisa se formó en su rostro antes de hablar.
—No te he preguntado si dormirías conmigo —sus ojos se dirigieron al techo en concentración—. ¿O sí?
—No soy un seguidor tuyo o uno de tus groupies allá arriba —le dije, mirando a los chicos detrás de nosotros—. No estoy impresionado por tus tatuajes, o tu encanto, o tu forzada indiferencia, por lo que puedes detener tu plan, ¿De acuerdo?
—Está bien, Boo. —Él era impermeable contra mi rudeza—. ¿Por qué no vienes con Junsu esta noche?
Reí ante su petición, pero él se acercó más.
—No estoy tratando de fajarte. Sólo quiero pasar el rato.
— ¿Fajarme? ¿Cómo consigues tener sexo hablando de esa manera?
Yunho se echó a reír, sacudiendo su cabeza.
—Sólo ven. Ni siquiera coquetearé contigo, lo juro.
—Voy a pensarlo.
El Profesor Dong entró y Yunho se volvió al frente de la habitación. Una sonrisa permaneció en su rostro. Entre más reía, más quería odiarlo, sin embargo era justo eso lo que hacía imposible odiarlo.
— ¿Quién me puede decir cuál presidente tenía una amante? —preguntó Dong.
—Asegúrate de escribir eso —susurró Yunho—. Necesitaré saber eso para las entrevistas de trabajo.
—Shh —le dije, escribiendo cada palabra de Dong.
Yunho sonrió y se relajó en su silla. Mientras la hora pasaba, él alternaba entre bostezar y apoyarse contra mi brazo para mirar el monitor. Hice un esfuerzo tremendo para ignorarlo, pero su proximidad y sus abultados músculos de su brazo lo hacían difícil. Jugó con la pulsera de cuero negro alrededor de su muñeca hasta que Dong terminó la clase.
Me apresuré hacia la puerta y el pasillo. Justo cuando me sentía a una distancia segura, Jung Yunho estaba a mi lado.
— ¿Has pensado en ello? —preguntó, colocándose sus gafas de sol.
Un pequeño moreno se puso delante de nosotros, con los ojos abiertos de esperanza.
—Hola, Yunho. —dijo, jugando con sus dedos.
Me detuve, retrocediendo por su tono de voz dulce y luego caminé a su alrededor. Lo había visto antes, hablando normalmente en el área de los dormitorios de los chicos. Su tono de voz sonaba más maduro y me pregunté por qué él creía que Yunho encontraría su tono de niño atractivo. El pequeño moreno balbuceó en una octava más alta por un tiempo más hasta que Yunho estaba nuevamente a mi lado.
Sacando un encendedor de su bolsillo, él encendió un cigarrillo y exhaló una nube espesa de humo.
— ¿En dónde estaba? Ah, sí… tú estabas pensando.
Hice una mueca.
— ¿De qué estás hablando?
— ¿Has pensando en venir?
—Si digo que sí, ¿Dejarás de seguirme?
Consideró mi estipulación y luego asintió.
—Sí.
—Entonces iré.
— ¿Cuándo?
Suspiré.
—Esta noche. Iré esta noche.
Yunho sonrió y se detuvo en seco.
—Genial. Te veré después, Boo —gritó detrás de mí.
Doblé la esquina para ver a Junsu junto a Ji Yong fuera de mi dormitorio. Nosotros tres terminamos en la misma mesa en clase de orientación para primer año, y supe que él sería la tercera rueda a nuestra bien engrasada máquina. Él no era excesivamente alto, pero aun así mucho más que mi metro con ochenta centímetros. Sus ojos redondos compensaban sus rasgos delgados y finos, y su pelo era estilizado por la parte delantera.
— ¿Jung Yunho? Jesús, Jae, ¿Desde cuándo comenzaste a pescar en la parte profunda? —dijo Ji Yong, con desaprobación en sus ojos.
Junsu sacó el chicle de su boca en una larga cuerda.
—Sólo lo estás empeorando por ignorarlo. Él no está acostumbrado a eso.
— ¿Qué sugieres que haga? ¿Dormir con él?
Junsu se encogió de hombros.
—Te ahorrará tiempo.
—Le dije que iría esta noche.
Ji Yong y Junsu intercambiaron miradas.
— ¿Qué? Él prometió dejarme de molestar si decía que sí. Tú irás esta noche, ¿verdad?
—Bueno, sí —dijo Junsu —. ¿En verdad vendrás?
Sonreí y pasé junto a ellos hacia el dormitorio, preguntándome si Yunho podría cumplir su promesa de no coquetear. Él no era difícil de descifrar; o él me veía como un reto, o lo suficientemente no atractivo para ser un buen amigo. No estaba seguro cuál me molestaba más.
Cuatro horas después, Junsu llamó a mi puerta para ir a casa de Yoochun y Yunho. Él no se contuvo cuando salí al pasillo.
— ¡Qué asco, Jae! ¡Pareces un vagabundo!
—Bien —dije, sonriendo a mi atuendo. Mi cabello estaba desordenado. Me había lavado el maquillaje de la cara y sustituí mis lentes de contacto por mis gafas con montura negra. Luciendo una andrajosa camiseta y pantalones de chándal, terminando con un par de chanclas. La idea se me había ocurrido horas antes, no ser atractivo era el mejor plan. Obviamente, Yunho estaría desanimado inmediatamente y detendría su ridícula persistencia. Si él estaba en busca de un amigo, entonces sería muy poca cosa para ser visto a su lado.
Junsu bajó la ventanilla y escupió su goma de mascar.
—Eres tan obvio. ¿Por qué no rodaste en mierda de perro para completar tu atuendo?
—No estoy tratando de impresionar a nadie —le dije.
—Obviamente.
Nos detuvimos en el estacionamiento del apartamento de Yoochun y yo seguí a Junsu a las escaleras. Yoochun abrió la puerta, riendo cuando entré.
— ¿Qué te pasó a ti?
—Está tratando de no impresionar —dijo Junsu.
Junsu siguió a Yoochun a su habitación. La puerta se cerró y me quedé solo, sintiéndome fuera de lugar. Me senté en el sillón cercano a la puerta y me quité mis sandalias.
Su apartamento era más agradable que el típico apartamento de soltero. Los posters predecibles de personajes medio desnudos y señales de tránsito estaban en las paredes, pero aparte de eso estaba limpio, los muebles eran nuevos y el olor a ropa sucia y de cerveza no estaba presente.
—Ya era hora de que llegaras —dijo Yunho, colapsando en el sofá.
Sonreí y empujé las gafas sobre el puente de mi nariz, esperando a que él prestara atención a mi apariencia.
—Junsu tenía un ensayo que terminar.
—Hablando de ensayos, ¿Ya has comenzado el de historia?
Él ni siquiera se inmutó por mi cabello desordenado y fruncí el ceño ante su reacción.
— ¿Tú?
—Lo terminé esta tarde.
—Pero no se entregará hasta el próximo miércoles. —le dije, sorprendido.
—Sólo para borrarlo de la lista. ¿Qué tan difícil puede ser un ensayo de dos páginas?
—Me imagino que soy flojo, entonces —me encogí de hombros—. Es probable que lo comience hasta este fin de semana.
—Bueno, si necesitas ayuda, házmelo saber.
Esperé a que se riera, o mostrara algún signo de que estaba bromeando, pero su expresión era sincera. Levanté una ceja.
me vas a ayudar con mi ensayo.
—Tengo una A en esa clase —dijo un poco molesto ante mi incredulidad.
—Él tiene A en todas sus clases. Él es un jodido genio. Lo odio —dijo Yoochun mientras entraba en la habitación de la mano de Junsu.
Vi a Yunho con una expresión dudosa y sus cejas se levantaron.
— ¿Qué? ¿No crees que un hombre cubierto de tatuajes y que intercambie golpes para ganarse la vida no pueda obtener buenas calificaciones? No estoy en la escuela porque no tenga nada mejor que hacer.
— ¿Por qué tienes que luchar, entonces? ¿Por qué no aplicas para becas? —Le pregunté.
—Ya lo hice. Se me concedió la mitad de mi matrícula. Pero hay libros, gastos, y tengo que obtener la otra mitad. Lo digo en serio, Boo. Si necesitas ayuda con algo, sólo pregunta.
—No necesito tu ayuda. Soy capaz de escribir un ensayo. —Quería dejarlo en eso. Debí haberlo dejado en eso, pero lo nuevo que había revelado roía mi curiosidad—. ¿No puedes buscar otra cosa que hacer para ganarte la vida? Algo menos, no sé, ¿sádico?
Yunho se encogió de hombros.
—Es una manera fácil de ganar dinero. No puedo ganar lo mismo trabajando en el centro comercial.
—Yo no diría que es fácil si tú estás recibiendo golpes en la cara.
— ¿Qué? ¿Estás preocupado por mí? —Me hizo un guiño. Hice una mueca y él rió entre dientes—. No soy golpeado con tanta frecuencia. Si tratan de golpearme, me muevo. No es tan difícil.
Me reí una vez más.
—Actúas como si nadie más haya llegado a esa conclusión.
—No es solamente lanzar un golpe, recibirlo y contraatacar. Eso no va a ganar una pelea.
Puse los ojos en blanco.
— ¿Quién eres tú… el Karate Kid? ¿Dónde aprendiste a luchar?
Yoochun y Junsu se miraron y luego sus ojos se posaron en el suelo. No me tomó mucho tiempo para reconocer que había dicho algo malo.
Yunho no parecía afectado.
—Tuve un padre con problemas alcohólicos y mal temperamento y cuatro hermanos mayores que portaban el gen de idiotez.
—Oh. —Mis orejas ardían.
—No te avergüences, Boo. Papá dejó de beber, los hermanos maduraron.
—No estoy avergonzado. —Jugueteé con mi cabello y luego decidí soltarlo, tratando de ignorar el silencio incómodo.
—Me gusta tu aspecto al natural. Los chicos no vienen aquí así.
—Fui obligado a venir aquí. No se me ocurrió que debía impresionarte —le dije, enfadado de que mi plan hubiese fracasado.
Sonrió con su sonrisa infantil, divertida, la cual incremento mi ira, esperando a que cubriera mi inquietud. No sabía cómo la mayoría de los chicos se sentían a su alrededor, pero había visto su comportamiento. Estaba experimentando un desorientado y nauseo sentimiento en lugar de un sentimiento cálido de colegial, y entre más él intentaba hacerme reír, más inestable me sentía.
—Ya estoy impresionado. Normalmente no tengo que rogar para que los chicos vengan a mi apartamento.
—Estoy seguro. —le dije, haciendo una mueca de disgusto.
Él era tan seguro de sí mismo. No sólo estaba descaradamente consciente de su físico, él estaba acostumbrado a que los hombres se le lanzaran por lo que él consideraba mi actitud fría como algo refrescante en lugar de un insulto. Tendría que cambiar de estrategia.
Junsu apuntó el control remoto al televisor y la encendió.
—Hay una buena película esta noche. ¿Alguien quiere saber dónde está Baby Jane?
Yunho se puso de pie.
—Estaba a punto de ir a cenar. ¿Tienes hambre, Boo?
—Ya comí —me encogí de hombros.
—No, no lo has hecho —dijo Junsu, antes de darse cuenta de su error—. Oh… es cierto, se me olvidaba que tú tomaste una ¿pizza? Antes de irnos.
Hice una mueca ante su miserable intento de arreglar su metida de pata, y luego esperé la reacción de Yunho.
Él cruzó la habitación y abrió la puerta.
—Vamos. Tienes que tener hambre.
— ¿A dónde vamos?
—Dondequiera que tú desees. Podemos ir a una pizzería.
Miré a mi ropa.
—Realmente no estoy vestido.
Él me observó por un momento y luego sonrió.
—Te ves bien. Vamos, que estoy muriendo de hambre.
Me puse de pie y me despedí de Junsu, pasando a Yunho para bajar las escaleras. Me detuve en el estacionamiento, mirando con horror como él se montó en una motocicleta de color negro.
—Uh… —No supe que decir, arrugando los dedos de mis pies expuestos.
Me lanzó una mirada impaciente.
—Oh, sube. Iré lento.
— ¿Qué es eso? —pregunté, leyendo la escritura en el tanque de gas demasiado tarde.
—Es una Harley Night Rod. Ella es el amor de mi vida, así que no rayes la pintura cuando te subas.
— ¡Estoy usando sandalias!
Yunho se me quedó mirando como si hubiera hablado en un idioma extranjero.
—Y yo llevo botas. Sube.
Se puso sus gafas de sol y el motor rugió cuando lo trajo a la vida. Me subí y busqué algo a que agarrarme, pero mis dedos se deslizaron del cuero a la cubierta de plástico de la luz trasera.
Yunho me agarró de las muñecas y las envolvió en torno a su cintura.
—No hay nada de que aferrarte excepto de mí, Boo. No me sueltes. —dijo, empujando la moto hacia atrás con los pies. Con un movimiento de su muñeca, salió a la calle, y se dirigió como un cohete. Los mechones de mi cabello que colgaban golpeaban contra mi cara, y me escondí detrás de Yunho, sabiendo que terminaría con bichos en mis gafas si miraba por encima de su hombro.
Él aceleró cuando nos detuvimos en la entrada del restaurante, y una vez que estacionó, no perdí tiempo para volver a la seguridad del concreto.
— ¡Eres un loco!
Yunho se echó a reír, apoyando su motocicleta sobre el pie de apoyo antes de bajar.
—Conduje al límite de velocidad.
— ¡Sí, si estuviéramos en la autopista! —dije, tratando de desenredar mi cabello con los dedos.
Yunho me vio retirar el pelo de mi rostro y luego se dirigió a la puerta, manteniéndola abierta.
—No dejaría que nada te pasara, Boo.
Pasé junto a él para entrar al restaurante, mi cabeza aún no estaba en sintonía con mis pies. El aroma a grasa y condimentos llenaban el aire mientras lo seguía a través de la roja alfombra. Eligió una mesa en la esquina, lejos de los grupos de estudiantes y familias, y pidió dos cervezas. Escaneé la habitación, mirando a los padres persuadir a los niños a comer, y mirando a otro lado ante las miradas curiosas de los estudiantes.
—Claro, Yunho —dijo la camarera, escribiendo nuestras bebidas. Ella parecía un poco drogada ante su presencia mientras regresaba a la cocina.
Acomodé mi cabello detrás de mis orejas, de repente avergonzado por mi apariencia.
— ¿Vienes aquí a menudo? —Pregunté mordazmente.
Yunho se inclinó sobre la mesa con los codos, sus ojos color marrón fijos en los míos.
—Así qué, ¿cuál es tu historia, Boo? ¿Eres un odia-hombres en general o sólo me odias a mí?
—Creo que sólo a ti —me quejé.
Se echó a reír una vez más, divertido por mi estado de ánimo.
 —No puedo comprenderte. Tú eres el único chico que ha estado disgustado conmigo antes del sexo. No te pones nervioso cuando hablas conmigo y no tratas de llamar mi atención.
—No es un truco. Simplemente no me caes bien.
—No estarías aquí si no te gustara.
Mi ceño involuntariamente se suavizó y suspiré.
—No digo que eres una mala persona. Simplemente no me gusta ser un objetivo por el sólo hecho de tener un culo. —Me concentré en los granos de sal en la mesa hasta que oí un sonido ahogado de la dirección de Yunho.
Sus ojos se agrandaron y se estremecía de la risa.
— ¡Oh, Dios mío! ¡Me estás matando! Eso es. Hemos de ser amigos. No voy a aceptar un no por respuesta.
—No me importa ser amigos, pero eso no quiere decir que tratarás de meterte en mis pantalones cada cinco segundos.
—No dormirás conmigo. Lo entiendo.
Traté de no sonreír, pero fallé.
Sus ojos se iluminaron.
—Te doy mi palabra. Ni siquiera pensaré en tu ropa interior… a menos que quieras que lo haga.
Apoyé los codos sobre la mesa y me incliné en ellos.
—Y eso no sucederá, por lo que podemos ser amigos.
Una sonrisa traviesa apareció en su rostro mientras él se inclinaba un poco más cerca.
—Nunca digas nunca.
—Entonces, ¿cuál es tu historia? —Le pregunté—. ¿Siempre has sido Jung “U-Know” Yunho o sólo desde que llegaste aquí? —Utilicé dos dedos en cada mano como comillas cuando dije su apodo, y por primera vez su confianza se desvaneció. Él parecía un poco avergonzado.
—No. Yesung comenzó eso después de mi primera pelea.
Sus respuestas cortas estaban comenzando a fastidiarme.
— ¿Eso es todo? ¿No me dirás nada acerca de ti mismo?
— ¿Qué quieres saber?
—Las cosas normales. De dónde eres, lo que quieres ser cuando seas grande… cosas así.
—Soy de aquí, nací y crecí, y estoy matriculándome en justicia criminal.
Con un suspiro, desenrolló sus cubiertos y los enderezó junto a su plato. Él miró sobre su hombro, y noté su mandíbula tensarse un poco por los que nos rodeaban. Dos mesas ocupadas por el equipo de fútbol soccer  estalló en carcajadas, y Yunho parecía estar molesto por lo que se reían.
—Estás bromeando. —le dije con incredulidad.
—No, soy un local. —dijo él, distraído.
—Me refería sobre tu especialidad. No pareces ser el tipo de justicia criminal.
— ¿Por qué?
Recorrí los tatuajes que cubrían su brazo.
—Sólo voy a decir que pareces más criminal y menos justicia.
—No me meto en problemas… en su mayor parte. Papá era muy estricto.
— ¿Dónde estaba tu mamá?
—Ella murió cuando yo era niño, —dijo como sin nada.
—Yo… yo lo siento. —dije, sacudiendo la cabeza. Su respuesta me pilló con la guardia baja.
Rechazó mi simpatía.
—No me acuerdo de ella. Mis hermanos lo hacen, pero yo sólo tenía tres años cuando murió.
—Cuatro hermanos, ¿eh? ¿Cómo logras mantenerlos en regla? —Me burlé.
—Los mantengo por quien golpea más fuerte, lo que también es de mayor a menor. Neely, los gemelos… Young Bae y Sang Bum, y Shi Hoo. Nunca, nunca estés solo en un cuarto con Young Bae y Sang Bum. Aprendí la mitad de lo que hago en el Circulo de ellos. Shi Hoo era el más pequeño, pero él es rápido. Él es el único que puede azotarme un golpe, ahora.
Negué con la cabeza, atónito ante la idea de cinco Yunhos corriendo en un hogar.
— ¿Todos tienen tatuajes?
—Más o menos. Excepto Neely. Él es un ejecutivo de publicidad.
— ¿Y tu papá? ¿Dónde está?
—Por allí —dijo. Su mandíbula tensa nuevamente, cada vez más irritado con el equipo de fútbol.
— ¿De qué se están riendo? —Pregunté, señalando a la mesa ruidosa. Él negó con la cabeza, claramente sin querer compartir. Me crucé de brazos y me retorcí en mi asiento, nervioso sobre lo que estaban diciendo que le causó tanto enfado. —Cuéntame.
—Se están riendo de mí por tener que llevarte a cenar, primero. No es por lo general… lo mío.
— ¿Primero? —Cuando la comprensión se posó en su cara, Yunho hizo una mueca de dolor al ver mi expresión. Hablé antes de pensar—. Y yo que tenía miedo de que se estuvieran riendo de ti por ser visto conmigo así vestido, y ellos creen que voy a dormir contigo —me quejé.
— ¿Por qué no querría ser visto contigo?
— ¿De qué estábamos hablando? —Pregunté, tratando de evitar el sonrojo en mis mejillas.
—De ti. ¿Cuál es tu especialidad? —preguntó.
—Oh, eh… educación general, por el momento. Todavía estoy indeciso, pero me estoy inclinando hacia contabilidad.
—Tú no eres de aquí, sin embargo. Debes ser un trasplante.
Seogwipo. Igual que Junsu.
— ¿Cómo llegaste hasta aquí desde Seogwipo?
Cogí la etiqueta de la botella de cerveza.
—Sólo teníamos que escapar.
— ¿De qué?
—Mis padres.
—Oh. ¿Qué hay sobre Junsu? ¿Él tiene problemas con sus padres, también?
—No, sus padres son geniales. Ellos prácticamente me criaron. Él sólo vino a lo largo; él no quería que viniese solo.
Yunho asintió con la cabeza.
—Así que, ¿por qué Gwanju?
— ¿Qué pasa con el tercer grado? —Le dije. Las preguntas estaban dirigiéndose de una pequeña charla a lo personal, y estaba comenzando a sentirme incómodo.
Varias sillas entrechocaron cuando el equipo de fútbol abandonó sus asientos. Intercambiaron una última broma antes de serpentear hacia la puerta. Los que estaban en la parte trasera empujaron a los de adelante para escapar antes de que Yunho hiciera su camino a través de la habitación. Se sentó, obligando a la frustración y la ira a desvanecerse.
Levanté una ceja.
—Ibas a decir por qué elegiste Gwanju —dijo.
—Es difícil de explicar, —le dije, encogiéndome de hombros—. Creo que sólo se sentía bien.
Él sonrió cuando abrió el menú.
—Sé lo que quieres decir.

Nota: Espero les guste esta nueva adaptación.

14 comentarios:

  1. shii me esta gustando 8D, poco a poco se estan conociendo(?) >.< aigo me ecanta q JJ sea indiferente a la omnipotencia de de YH, ya quisiera saber como caera depues y gracias por la actu~~~

    LOVE YA~

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  2. ameeeeeeeee este capitulo los cap q he leido me han encantado porfavor no tardes en acutalizar please T_T yo leere todo y por supuesto comentare >o< no olvides en subir mas caps , si ,puedes subir fics angust *W* YunJae porsupesto mejor , amo el angust con toque de lemon mesclado asi como nada mas q una noche , la amee! amee esa adaptacion , gracias x tu duro trabajo patriocia.

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  3. me encanto el jae indiferente y el yunho persistente haber cuanto tiempo le llevara a yunho de convencer a jae de que tenga otro tipo de relación con el y ya veremos si jae le sigue el juego a yunho muy bueno me gusto mucho

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  4. soy nueva en este blog y me encanta, me leere todas las historias, yunho con tatuajes no me lo puedo imaginar jajja y esa advertencia de yoochun para jae me hizo reir en parte, la cena entre dos seres que enconden secretos y cicatrices me gusto.

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  5. Me encanta... Desde qué empece a leer este blog no he parado ..
    Llevo días leyendo los fics me gustan todos...
    Y este también me gusta...
    Un Jae difícil de conseguir eh... Ya veremos como le hace Yunho para tenerlo Hihi

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  6. jay...empezando otra vez por aqui...

    no me imagino a yunho todo tatuado...jijijijij...

    gracias por compartir esta bonita adaptación...

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  7. De hecho siempre he pensado que el de los tatuajes debería ser YH y no JJ, por eso me esta gustando mucho esta historia xD.
    Esta bien que JJ sea un poco reacio a llevarse con YH, es mejor ser precavido y no caer por todas desde la primera vez, así se ve que YH se esfuerza por él y vale mejor la pena ^^
    Ahhh quiero ver a YH en moto y tatuajes >\\<

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  8. jaajajaj Jae tratando de alejar a yunho pero todas sabemos que de seguro va a caer en sus encantos.... pero me gusta esa pose de hombre sexy de Yunho y la indiferencia de Jae solo de esa forma podrá dejarle bien en claro a Yunho que con el no debe jugar :)

    Se lee muy interesante estaré siguiendo la historia :)

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  9. Oh! Me esta gustando esto, Jae no se la quiere dejar fácil a Yunho... Y Yunho no da pistas de querer rendirse... Esta muy interesante :D
    Muchas gracias por compartir el fic!!!! *O*

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  10. Me encanta Jae no cayendo ante el encanto de Yunho. Que se lo haga difícil... Las apariencias engañan, Yunho con su personalidad no parece un buen estudiante, pero al contrario es un genio, muy interesante capitulo.
    Gracias

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  11. Me gusta la manera en la que van empezando. Amo cuando Jae se hace el dificil jajaja me gusta que Yun insista ^^ Me gusta como va el rumbo de la historia.
    Gracias por compartir.

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  12. Jae dándose a desear mas ** a veces lo inalcanzable prohido o lejano se desea mas o.o

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