El chico que se escabulle... Capitulo 14.

CAPÍTULO 14

Pvs Yunho

Había estado con Jaejoong por una semana ahora, y honestamente había sido probablemente la mejor semana de mi vida ― o de la vida de cualquiera probablemente. Jaejoong era tan perfecto. Lo había querido durante tanto tiempo que estaba preocupado de que si alguna vez lo conseguía, nunca sería capaz de estar a la altura de lo que había imaginado. Lo había puesto en un pedestal tan alto que estaba sorprendido de que realmente tuviera suficiente oxígeno para respirar. Pero estar con él era mejor que cualquier cosa que jamás hubiera imaginado.

No podía esperar para esta noche. Como de costumbre, había una fiesta en la casa de Changmin ―la celebración después de los partidos. Definitivamente estaba planeando bailar con mi chico esta noche. Me puse un par de pantalones vaqueros rasgados y una camisa blanca y me dirigí hacia su casa. Estaba tan emocionado por verlo qe podría romper a cantar en cualquier momento. Aún no podía creer que alguien como yo fuera tan afortunado de tener a alguien como él enamorado de mi. Podía tener cualquier chico que quisiera; era precioso, listo, divertido, y amable. Prácticamente cada chico de la escuela lo deseaba, no es que pudiera culparlos; su cuerpo era de fuera de este mundo, y todo ese baile…

Me esforzaba por verlo en su práctica de baile cada sábado, estaba enloquecido encendiéndome viéndolo saltar alrededor, sacudiendo el culo. Jaejoong sinceramente hacía mi boca agua queriéndolo tanto. Sería pero cada mañana porque realmente había tenido mis manos en ese pequeño culo respingon que estaría sacudiéndose alrededor.

Fui directo a la cocina, ayudando a Changmin a ordenar las bebidas y aperitivos como de costumbre. Jaejoong estaba probablemente en su habitación haciéndose ver increíble, sólo para sacarme la vida de nuevo. Había insistido en filtrear con su precioso culo conmigo todos los días en la escuela por la estúpida apuesta. Cada día se ponía peor y peor cuando él golpeaba otro mecanismo. Se estba volviendo más seguro de sí mismo ahora; sabía exactamente cuánto me afectaba, y definitivamente lo usaba para su ventaja. No es que me importara, estaba pasando un buen rato haciéndolo y verlo disfrutar me hacía feliz.

Jaejoong había estado metiéndose más y más en nuestra relación desde que me dijo que me amaba, llevando las cosas más y más lejos. Estaba un poco preocupado al principio. No querría que él pensara que todo lo que quería de él era sexo, le había dicho que esperaría todo el tiempo que necesitara. Realmente lo quería más que nada en el mundo. Si creyera que diría que sí, le pediría que se casara conmigo ahora mismo, pero no quería apresurarlo o presionarlo a nada. Teníamos todo el tiempo del mundo.

Changmin había sido estupendo hasta ahora también. Parecía gustarle el hecho de que Jaejoong estaba feliz así que no me criticó demasiado acerca de salir con él. Tuvimos algunas palabras el día después que descubrió sobre nosotros, pero nunca se lo habia dicho a Jaejoong. Fueron básicamente amenazas  de decapitación y castración ― lo que sabía que decía enserio. No es que importara, no sería el que le hiciera daño o terminara esta relación, eso definitivamente dependía de Jaejoong. Todo lo que quería era cuidar de Jaejoong y hacerlo feliz.

Una hora más tarde, la gente empezó a llegar para la fiesta. Observé el pasillo, esperándolo. Normalmente, nunca salía de su habitación hasta que la fiesta estaba en pleno apogeo, así que sabía que tenía un poco de tiempo. Vi a Soo Ae entrar y gemí mientras agarraba a mi amigo, poniéndolo delante de mí así no me vería. Había estado molestándome tan mal toda la semana con todo el flirteo, bueno, todos lo hicieron. No me podía creer que hagan este tipo de cosas, y caray lo que estaban ofreciendo, era literalmente en cualquier lugar, a cualquier hora, y cualquier cosa que yo quisiera. Ni siquiera quería pensar en lo que Soo Ae me había ofrecido, la pequeña sucia fulana. Mi mente subconsciente vagó al par de veces que habíamos salido y tenido sexo, me estremecí un poco con el pensamiento.

Siwon se estaba partiendo de risa.

― En serio, Yunho, sólo sé hombre y fóllate a alguien para acabar de una vez  ― dijo, riendo.

Puse los ojos en blanco ante su comentario.

―Lo que sea, el único con el que estaré es con mi novio. No estoy interesado en ninguna persona más. ― Agité la mano con desdén mientras un par de chicas me miraban desde el otro lado de la habitación. Alguien agarró mi brazo, apretando gentilmente para conseguir mi atención. Oh, por amor de Dios, ¿Por qué diablos no pueden dejarme en paz? ―  Mira, ¡No estoy interesado! ¡Tengo novio! ― gruñí con enojo mientras me daba la vuelta.

Mi aliento se atascó en mi garganta, Jaejoong estaba parado allí con ropa que apenas cubria su cuerpo. Sus ojos estaban brillando con diversión. No podía respirar. Estaba tan hermoso que era irreal. Todo lo que podía hacer era mirarlo como un idiota. Oh mierda, ¡estoy mirando fijamente! Vale, vamos, Yunho, di algo.

Di algo.

Yunho, ¡maldita sea di ALGO!

― Um… hola, Ángel ― balbuceé, mi voz sonando escasa. Wow, ¡eso fue realmente zalamero, Yunho! Dios, ¡soy un imbécil! Estaba tan excitado que debe haber sido obvio para todo el mundo.

Sonrió, su sonrisa encendiendo su cara entera.

― Hola, Yunho ― ronroneó con su sexy voz. Gemí mentalmente. Vale aquí.viene; finalmente va a matarme. En realidad no creo que pueda aguantarlo flirteando conmigo mientras se vea así.

― Estás precioso ― dije honestamente, mirándolo otra vez.

Sonrió e hizo un pequeño giro. Mi corazón comenzó a latir rápidamente.

― ¿Te gusta? ― preguntó mordiéndose el labio. ¿Me gustaba? ¿Estaba bromeando?

Asentí y di un paso más cerca. Podía oler su perfume dejando mi cabeza un poco difusa.

― Me encanta ―confirmé.

Se rió y cerró la distancia, presionando su pecho en el mío. No pude evitar poner mis manos en sus caderas, sintiendo el sedoso mateiral bajo mis dedos.

― ¿Sabes qué? creo que te gustará lo que está debajo incluso más ― susurró en mi oído.

Apreté mi agarre en él mientras trataba de dar un paso atrás, manteniéndolo firmemente en mí, no queriendo que se alejara de mí.

― No te burles de mí esta noche, Ángel. En serio, te ves demasiado caliente, no puedo soportarlo ― supliqué.

Rió y agarró la parte delantera de mi camisa, empujándome imposiblemente cerca de él. Lo miré a los ojos, sintiéndome arrastrado.

― No estoy burlándome, Yunho. Por cierto, tu ropa se ve malditamente caliente en ti, pero tengo la sensación de que se verá incluso mejor en el suelo de mi habitación mas tarde ― dijo tranquilamente, haciéndome gemir. Cerré los ojos. En serio, me estaba matando. Besó mi mejilla y se alejó rápidamente, se dirigió a la multitud de personas, dejándome parado en medio de la cocina con una maldita erección como de costumbre.

Me volvi a Siwon que estaba mirando a Jaejoong también.

― Maldición, se ve caliente esta noche. Creo que podría ir a ver si puedo golpear su hermoso culo ― dijo, meneando las cejas mientras se dirigió a buscarlo.

Agarré su brazo y sacudí mi cabeza, mirándolo en señal de advertencia.

― Ni hablar, Siwon. Sólo mantente alejado de él, está cogido.

Me miró con curiosidad, luego sus ojos se agrandaron.

― Él no es tu… ― se calló, mirándome sorpendido.

O mierda. ¡Ooops, bueno ahora él sabe! Asentí lentamente.

― Sí ― confirmé. No pude evitar la sonrisa orgullosa que se extendió por mi cara, por fin alguien sabía de nosotros.

Se echó a reír, sacudiendo su cabeza.

― Changmin va a tener tus bolas cuando lo sepa. En serio, te va a hacer un nuevo agujero en el culo.

Sonreí y palmeé su hombro.

― Ya lo sabe. ― Me encogí de hombros con facilidad, sonriendo mientras su cara se transformó en conmoción.

― ¡De ninguna manera! ¿Te dio una paliza? ― preguntó con curiosidad.

Me reí y me señalé a mi mismo.

― ¿Perece como que me ha dado una paliza? ― pregunté, riendo.

De repente se vio molesto.

― ¿Todo este maldito tiempo nunca le pedí salir porque pensé que Changmin me cortaría las pelotas, y él no hizo nada? Maldita sea, ¡sabía que debería haberle pedido salir! ― refunfuño, viéndose fastidiado.

― Demasiado tarde ahora ― me burlé, palmeando su hombro de nuevo mientras iba a conseguir una bebida.

Cogí dos chupitos de vodka y me dirigí a ir a buscarlo y contarle que Siwon sabía. No me molesté en decirle que no contara nada; quería esto al descubierto. No podía preocuparme menos por el dinero. En un par de años, cuando estuviera jugando hockey profesionalmente, parecería una miseria y podría darle todo lo que quisiera.

Lo vi bailando con Junsu y Tae Seon a un lado. Sonreí mientras envolvía mi brazo alrededor de su cintura, haciéndolo saltar.

― Ey, novio ― susurré en su oído. Me sonrió por encima del hombro mientras hundía el culo en mi entrepierna, haciéndome anhelarlo de nuevo. Lo empujé con más fuerza contra mí y bailé detrás de él, le tendí uno de los chupitos.

― Gracias. ―  Sonrió agradecidamente mientras se lo tragaba, estemeciéndose ligeramente.

― Así que, tengo algo que contarte ― admití tímidamente.

Se volvió para encararme.

― ¿Qué es entonces? ― preguntó, sonriendo. Su expresión emocionada me dijo que obviamente pensaba que era algo bueno.

― Siwon  sabe que eres mi chico ― dije en voz baja, inclinándome hacia él así nadie podía oír.

Jadeó.

― ¿Él sabe? ¿Cómo? ― preguntó, claramente sorprendido, mientras miraba alrededor sospechosamente.

― Se lo dije por accidente. Iba a venir y hacer un movimiento contigo, le dije que se alejara ― admití, sonriendo en tono de disculpa, esperando que no me regañara por arruinar su plan con Soo Ae y la apuesta.

Puso los ojos en blanco y se acercó a mí.

― Bocazas ― me regañó jocosamente, mientras envolvía sus brazos alrededor de mi cuello, bailando conmigo de nuevo. Lo empujé más cerca de mí envolviéndolo en mis brazos apretadamente, amando la sensación de su cuerpo contra el mío, sonrió felizmente―. Bueno entonces, Yunho, si la gente lo va a averiguar, bien prodríamos darles un espectáculo ― flirteó, elevando una ceja juguetonamente.

¿Qué demonios significa eso? Sonrió y bajó mi cara hasta la suya, besándome, duro. Escuché a la gente jadear y empezar a hablar apresudaramente  a nuestro alrededor, pero no me importó. Estaba besando al chico de mis sueños y él me amaba. Lo empujé más cerca, delineando su labio con mi lengua, queriendo más. Después de un minuto o más me retiré del beso y empecé a besar su cuello haciéndolo gemir en voz baja. Sonreí contra su cuello porque sabía que la gente estaba mirando. Finalmente, no más fingir, mo más escuchar a los chicos hablar de él y queriendo darles una paliza. Lo eché hacia atrás para mirarlo, estaba sonriéndome, viéndome tan malditamente caliente que era increíble.

― Te quiero, Yunho ― dijo, sus ojos fijos en los míos, escuché a alguna que otra gente jadear otra vez.

― Yo también te quiero, Ángel ― contesté, inmediatamente.

Sabía que la gente estaba hablando de nosotros, y literalmente la habitación enterea estaba mirando, pero simplemente no me importaba. Todo en lo que podía concentrarme era en sus preciosos ojos y cómo estaban mirando profundamente a los míos, volviéndome loco. Apreté mis brazos más estrechamente  a su alrededor, no queriendo que el momento acabara. Me encantaba la forma en que su increíble  cuerpo estaba meciéndose contra el mío, encendiéndome tanto que era casi insoportable. Bailamos durante casi una hora. Ahora que la gente sabía sobre nosotros, no dejaba su lado, queriendo más tiempo con él. Nunca conseguía pasar tiempo con Jaejoong en las fiestas; por lo general, estaba demasiado ocupado asegurándome de que no le pasara nada a su casa porque Changmin estaba siempre borracho o enganchándose con alguien por la parte trasera.

Esta noche era la mejor fiesta, sólo porque pude cogerle la mano y besarlo. Incluso nadie se me lanzaba, lo que hacia un buen cambio. Me junté con él y sus amigos. Junsu era en realidad muy divertido, realmente no había hablado antes con él apropiadamente. Por lo general, la única vez que me hablaba era para flirtear conmigo, así que era raro tener una conversación normal con él.

Justo después de media noche, Jaejoong se presionó contra mí apretadamente.

― Estoy cansado, Yunho. ¿Quieres llevarme a la cama?  ― preguntó, levantando las cejas burlonamente. Oh mierda, ¡pensé que todo el flirteo y las bromas pararían ahora que la gente sabía!

Reí y puse los ojos en blanco.

― Claro, Ángel. ― Me encantaría envolver mis brazos alrededor de su sexy cuerpo ahora mismo. Sonrió y se envolvió para alejarse; puse mis manos en sus caderas siguiéndolo a través de la multitud de personas, a su habitación. Tan pronto como estuvimos a través de la puerta se volvió hacia mí con su cara juguetona y supe que las bromas no habían terminado aún. Gemí en voz baja. Joder, amaba a este chico más que nada, ¡pero estaba volviéndome loco!

Jaejoong aseguro la puerta y se acercó un paso hacia mí, presionando su tonificado cuerpo con el mío. Sus manos recorriendo bajando por mi pecho, lentamente, poniéndome tan duro que era vergonzoso. ¿Claramente debería ser inmune a su encanto para ahora? Me refiero, he estado enamorado de este chico por doce años, ¿Cómo diablos todavía podía prenderme de esta manera? Nadie nunca se comparó a mi Ángel, literalmente era el chico más perfecto del mundo.

Incliné mi cabeza para besarlo, recorriendo mi lengua a través de su suave labio lleno, queriendo profundizar el beso. Jaejoong enredó sus manos en mi cabello y no pude evitar sujetarlo contra la pared, presionando cada pulgada de mi cuerpo contra el suyo. Gimió en el fondo de su garganta y sentí felicidad burbujeando dentro de que él amaba besarme tanto como yo amaba besarlo a él.

Flexioné mis rodillas y lo envolví fuertemente en mis brazos, levantándolo de sus pies. Él envolvió sus largas piernas alrededor de mí mientras desabotonaba mi camisa lentamente; sus dedos persistiendo en mi piel, poniéndome la piel de gallina. Cada uno de los toques de Jaejoong eran como nada que hubiera sentido antes. Todos esos chicos con lo que me había acostado solo para intentar olvidarlo, eran nada comparados con él. Deseaba con todo mi corazón que hubiera esperado que fuera mi primero, pero todo se sentía como una primera vez con él de todas formas. Cada toque era diez veces mejor que algo que sentía como si me quemara ligeramente, pero de una buena manera. Jaejoong me ponía nervioso también. No quería hacer nada que él no quisiera, pero estaba tan asustado que no pudiera satisfacerlo y no quería arruinar nada.

Me alejé del beso, plantando pequeños besos por su cuello, succionando el chupón que le había hecho hace unos días para hacerlo más oscuro. Amaba esa marca en Jaejoong. Saber que era mío me volvia loco. Caminé hacia la cama rescostándolo y subiéndome arriba de él mientras bajaba mis manos por su cuerpo. Cuando llegué al borde de su ropa, deslicé mi mano por debajo, subiéndola por su tonificado muslo, haciendo mi camino para poder apretar su trasero. No pude evitar gemir al sentirlo. Saber que era el único que Jaejoong dejaría acercarse así, me hacía sentir como el tipo con más suerte del mundo.

Jaejoong tiró mi camiseta por mis hombros y bajó sus manos por mi pecho. Cuando llegó a mis jeans inmediatamente comenzó a desabrocharlos también. Me tensé levemente. ¿Qué rayos está haciendo? Me giró sobre mi espada y se sentó, a horcajadas sobre mí luciendo tan sexy que era irreal. Se mordió el labio, pareciendo un poco nervioso por algo.

― ¿Estás bien? ― pregunté curiosamente, frotando mis manos en sus muslos tranquilizadoramente. ¿Por qué en la tierra está tan nervioso? Jaejoong asintió y empezó a quitarse su diminuta ropa. Lo miré en su ropa interior negra, y miles de pensamientos lujuriosos bombardearon mi cerebro a la vez. Lo deseaba tanto que era irreal. Esto era lo más lejos que habíamos ido, lo había visto sin camiseta pero no casi desnudo como esto. Era increíble. Se inclinó y me besó apasionadamente, alejándose para mirarme, todavía luciendo un poco nervioso pero emocionado al mismo tiempo.

― ¿Me deseas, Yunho? ― preguntó.

Mierda, ¿es algun tipo de broma o algo?

― Ángel, te he querido desde siempre.

Sonrió haciendo que mi corazón latiera más rápido.

― Hazme el amor ― susurró, besándome suavemente.

Mi corazón se detuvo. Acaba de perdirme… no, de ninguna manera, ¡dijo algo más y luego vas a parecer como un idiota cuando resulta que no lo escuchaste bien!

― ¿Qué? ― pregunté débilmente, empujándo su cabello detrás de su oreja.

― Estoy listo ahora; quiero que me hagas el amor. ― Se sonrojó levemente, luciendo más adorable todavía por cuan dulce e inocente era.

Lo giré en su espalda. ¿Jaejoong cree que tiene que rendirse por mí? Jesús, ¿no me cree cuando le digo que lo esperaré?

― Ángel, te esperaré tanto como quieras. Prometo que puedo esperar ― prometí, disponiéndolo a que me creyera. Nunca tocaría a alguien de nuevo, sólo no me interesaba nadie más, nunca lo hicieron.

Jaejoong rió.

― Bueno lo siento, Yunho, pero yo solo no puedo esperar por ti más tiempo. Necesito que estés listo ahora ― bromeó, apretando su mano en mi trasero.

Reí; era tan malditamente gracioso.

― Oh no puedes esperar por mí, ¿uh? Bueno eso no es muy justo; como estás poniendo excesiva presión en mi desempeño ― bromeé. Mi corazón estaba volviendo a su ritmo normal ahora que me di cuenta de que sólo estaba bromeando. Jaejoong sonrió y bajó sus manos por mi pecho de nuevo, cuando llegó a mis jeans deslizó su mano adentro, frotándome a través de mis bóxer, ¿Qué diablos? Oh mierda, ¿no está bromeando? ― Ángel, ¿Qué estás haciendo? ― pregunté sin aliento. Mierda, ¡eso se siente bien!

― Yunho, deja de hablar ― susurró, acercándome mientras bajaba mis jeans.

Bien, sólo conseguiré con esto que me diga que me detenga; sé qué se siente lo suficientemente cómodo como para pedirme que me detenga, lo que amo. Amo que tenga fe en que no lo apuraré o lo presionaré. Lo besé hambrientamente. Estaba tan nervioso que mis manos estaban temblando levemente. Su pecho era perfecto. Incliné mi cabeza besándolo por todas partes, haciéndolo arquear su espalda y gemir sin aliento. Bien, así que esta es una primera vez, ¡no he llegado tan lejos con él antes! Pateé mis jeans para sacarlo ahora que estaban casi en mis rodillas y recorrí mis manos bajando por su cuerpo, deteniéndome cuando llegué a su bóxer, mi manos rozando sobre el suavemente, lo que hacia que levantará sus caderas intentando obtener más. Sonreí ligeramente mientras frotaba a través de su ropa interior, haciéndolo gemir y sostener su mano libre en mi hombro fuertemente.

Sus ojos estaban conectados con los míos.

― Hazme el amor, Yunho ― susurró.

Mierda, ¡era enserio! Me detuve y me alejé, no quitando mis ojos de los suyos. No había señal de confusión; se había decidido. Todo lo que veía en su rostro era, felicidad y necesidad, y apostaría cualquier cosa a que mi cara lucía exactamente igual.

― Ángel, puedo esperar ― prometí de nuevo.

― Sé que puedes, pero estoy listo ahora ― Asintió, mirándome suavemente.

― ¿No debería ser especial tu primera vez? ¿En un lindo hotel o algo, con pétalos de rosas y velas despersas alrededor? ― pregunté, frunciendo el ceño. Podía reservar uno para mañana en la noche si estaba realmente listo.

Jaejoong sacudió su cabeza.

― Será especial, Yunho. Será nuestra primera vez. Eso es lo suficientemente especial para mí. ¿Por favor? ― rogó, moviendo su mano por mi espalda.

Todo mi cuerpo estaba regocijándose al pensamiento de estar con él, pero mi cabeza sabía que tenía que estar seguro de que no estuviera haciendo esto por las razones equivocadas; nunca me perdonaría si se arrepintiera de esto por la mañana.

― Esto no es por la apuesta, ¿no? ― pregunté curiosamente.

Rió y sacudió su cabeza.

― No podría importarme menos la apuesta. Confío en ti, te amo, quiero que me hagas el amor.

Sentí mi corazón saltándose un latido cuando me ponía tan emocionado y nervioso al mismo tiempo que juro que me mataría.

― También te amo, Ángel, más que todo. ― Me incliné para besarlo de nuevo dulcemente, sabiendo que necesitaba tomarlo lento y suavemente, sólo recé a Dios que no le doliera tanto.

Recorrí con mis manos bajando por su cuerpo, amando la sensación de su suave piel bajo mis manos lo besé apasionadamente, mostrándole cuánto lo amo y lo deseo. Enganché mis pulgares en su ropa interior, bajándola lentamente, molestándolo, obteniendo la revancha. Estaba enterrando sus dedos en mi espalda, su respiración acelerándose con excitación, poniéndome más caliente por él. Lo besé bajando por su cuerpo, recorriendo con mi lengua a través de su pecho y bajando por su ombligo, haciéndolo jadear y levantar sus caderas. Me senté y bajé su ropa interior quitándola por completo y sólo lo miré. Era pura y completa perfeccion, yaciendo allí desnudo y vulnerable. Supe que nunca sería capaz de mirar a nadie más de nuevo sin comparar a la visión de mi Ángel, mientras sólo yacía allí, sonrojándose. Obviamente estaba avergonzado de que lo estuviera viendo desnudo por primera vez.

― Eres tan hermoso, Ángel ― susurré. Sonrió y sostuvo su mano alrededor de mi nuca, guiando mi boca de vuelta a la suya. Sentí mi corazón hinchándose  mientras lo besaba apasionadamente, mostrándole cuanto lo amaba y lo apreciaba antes de prepararme para hacerle el amor por primera vez.

* * *

Alisé su cabello fuera de su sudorosa frente. Jaejoong estaba sonriéndome y luciendo tan feliz que hizo que mi corazón se saltara un latido.

― Te amo, Ángel. ― Yacimos allí intentando ralentizar nuestro ritmos cardiacos. Presioné mi rostro en la curva de su cabello besándolo, sintiendo su pulso acelerado bajo mis labios. Me sentí más feliz de lo que me había sentido en toda mi vida.  Luego de un minuto o algo, me bajé de él y me giré a mi lado. Apreté mis brazos en él, tirándolo cerca de mí, recorriendo con mis dedos su desnudo, sudoroso cuerpo, demorándome en su pecho ―. Siento haberte lastimado ― dije silenciosamente. Me sentí terrible de que fuera el que tuviera que causarle dolor, pero supongo que cada chica y chico tiene que pasar por lo mismo la primera vez.

Jaejoong rió.´

―Yunho, lo valió tanto ― bromeó, presionando su cuerpo más cerca al mío, acurrucándose en mis brazos.

Reí.

― Bueno estoy feliz de que lo disfrutaras ― declaré, sonriéndole con suficiencia. No había recibido quejas antes, pero nunca me importo realmente si con quien estaba lo disfrutaba antes. Normalmente, sólo hacia lo que quería; nunca me había tomado el tiempo para pensar sobre aquello, era gracioso cuán diferente era eso con mi Ángel. Todo lo que me importaba era él; mis sentimientos eran secundarios.

― Definitivamente lo disfruté. ¿Lo hiciste tú? Quiero decir, no sabía qué hacer o nada, ¿debería haber hecho algo diferente? ― preguntó, mordiéndose el labio, mirándome procupadamente.

Reí y besé su frente.

― Ángel, fue lo mejor que me ha pasado alguna vez. Fue perfecto, eres perfecto, y te amo tanto ― prometí.

Se acorrucó mas cerca de mí tomando mi mano y entrelazando nuestro dedos; suspiró con satisfacción y cerró sus ojos.

― También te amo, Yunho ― susurró, besando mi pecho suavemente. No pude contener mi reacción corporal; comencé a encenderme de nuevo. Estaba tan cerca y ahora que ya lo había tenido una vez no podía ser suficiente. Alejé mis caderas para que no me sintiera excitándome de nuevo. Era su primera vez; tenía que estar dolorido así que no necesitaba saber de mi reacción corporal caliente por él.

Pero me moví muy tarde, Jaejoong debió haberlo notado. Levantó su cabeza y miró hacia abajo. Me miró de vuelta un poco sorprendido. Sonreí disculpándome y él rió dulcemente.

― ¿En serio? ¿Ya? ― bromeó, mientras las yemas de sus dedos recorrían bajando por mi pecho, haciéndome estremecer.

― Lo siento; bajará en un minuto. Sólo eres demasiado sexy. Deberías descansar, estás dolorido ― dije un poco tímidamente. Levantó sus cejas, una lenta sonrisa esparciéndose a través de su rostro mientras me giraba a mi espalda, a horcajadas en mí, luciendo como un alucinante dios del sexo sentado arriba de mí.

― Estoy bien. Esta vez quiero intentarlo, dime si lo hago mal ― dijo, besándome apasionadamente.

¡Santa mierda!, este chico es malditamente asombroso.

* * *

Me desperté temprano en la mañana. Jaejoong tenía que estar en práctica  de danza a las ocho treinta, ahora eran tan solo pasadas las siete. No pude quitar la sonrisa de mi rostro. Anoche fue increíble, la mejor noche de todas. Oírlo gemir mi nombre fue el mejor sonido del mundo. Él lo disfrutó también lo que lo hizo más especial para mí. No le había dolido tanto, bueno, él dijo que no de todas formas. No pudo haber sido tan doloroso porque me hizo hacerle el amor de nuevo después. Envolví mis brazos más fuerte alrededor de él, amando la sensación de su piel desnuda contra la mía. Solo yací allí y lo miré dormir hasta que la alarma sonó. Él era tan malditamente hermoso; honestamente era justo como imaginaría que luce un ángel.

Se acorrucó más cerca de mí mientras abría sus ojos, una lenta sonrisa espaciéndose  en su rostro cuando me miraba.

― Hola, novio.

No pude evitar sonreírle de vuelta.

― Hola novio. ―Envolvió sus brazos alrededor de mí más fuerte mientras suspiraba con satisfacción―. ¿Cómo te sientes hoy? ― pregunté, recorriendo con mis dedos a través de su desordenado cabello de sexo.

Jaejoong sonrió.

― Estoy bien, un poco dolorido, pero extremadamente feliz ― declaró, riendo dulcemente.

Giré arriba de él, presionando mi cuerpo con el de él.

― Un poco adolorido, ¿uh? Mejor podría besar eso para ti ― coqueteé.

Él mordió su labio, mirándome emocionado.

― Oh puedes, ¿uh?

Asentí, sonriendo perversamente.

― Oh sí. ― le sonreí con suficiencia antes de besar mi camino bajando por su cuerpo, apenas podiendo contener mi emoción.