Capítulo 15
Yunho finalmente atravesó la multitud con
la mano de Benny sobre su hombro, susurrándole en el oído. Yunho asintió y
respondió, y mi sangre se heló al verlo tan amigable con el hombre que nos
amenazó hace menos de veinticuatro horas. Yunho disfrutaba en el aplauso y
felicitaciones de su triunfo mientras la multitud retumbaba. Caminaba más
erguido, su sonrisa era más amplia, cuando me alcanzó, plantó un beso rápido en
mi boca.
Pude probar el sudor salado mezclado con
el gusto cobrizo de la sangre sobre sus labios.
— ¿Qué fue eso? —Pregunté, mirando a
Benny reír con sus cohortes.
—Te lo diré más tarde. Tenemos mucho de
qué hablar —dijo con una sonrisa amplia.
Un hombre palmeó a Yunho en la espalda.
—Gracias —dijo Yunho, girándose hacia él
y sacudiendo su mano extendida.
—Espero ver otro encuentro tuyo, hijo
—dijo el hombre, entregándole una botella de cerveza—. Eso fue increíble.
—Vamos, Boo. —Tomó un sorbo de su
cerveza, la agitó en su boca y luego escupió, el líquido ámbar sobre el suelo
estaba teñido con sangre. Se movió a través de la multitud, tomando una
respiración profunda cuando nos movimos a la acera afuera. Me besó una vez más
y luego me condujo a la calle principal, sus pasos rápidos y decididos.
En el elevador de nuestro hotel, me
empujó contra la pared de espejo, agarró mi pierna y la levantó en un
movimiento rápido contra su cadera. Su boca chocó con la mía, y sentí su mano
bajo mi rodilla deslizándose arriba por mi muslo.
—Yunho, hay una cámara aquí —dije contra
sus labios.
—No me importa una mierda. —Se rió entre
dientes—. Estoy celebrando.
Lo alejé.
—Podemos celebrar en la habitación —dije,
limpiándome la boca y mirando abajo a mi mano, viendo manchas de color carmesí.
— ¿Qué está mal contigo, Boo? Ganaste, gané,
pagamos la deuda de Do Il y acabo de recibir la oferta de mi vida.
El elevador se abrió y me quedé en el
lugar mientras Yunho salía hacia el pasillo.
— ¿Qué clase de oferta? —Pregunté.
Yunho extendió su mano, pero la ignoré.
Mis ojos se estrecharon, sabiendo ya lo que diría.
Él suspiró.
—Te lo dije, hablaremos de eso más tarde.
—Vamos a hablar de eso ahora.
Se inclinó y me empujó por la muñeca
hacia el pasillo, y luego me levantó del suelo en sus brazos.
—Voy a hacer el suficiente dinero para
reemplazar lo que Do Il se llevó, para pagar por el resto de tu matrícula,
pagar mi motocicleta, y comprarte un auto nuevo —dijo, deslizando la
llave adentro y afuera de su ranura. Empujó la puerta y me dejó sobre mis
pies—. ¡Y eso sólo es el principio!
— ¿Y cómo exactamente vas a hacer eso?
—Mi pecho se apretó y mis manos empezaron a temblar.
Él tomó mi cara en sus manos, extasiado.
—Benny va a dejarme pelear aquí. Seis
figuras una pelea, Boo. ¡Seis figuras una pelea!
Cerré mis ojos y sacudí mi cabeza,
bloqueando la emoción en sus ojos.
— ¿Qué le dijiste a Benny? — Yunho
levantó mi barbilla y abrí mis ojos, asustado de que ya hubiera firmado un
contrato.
Se rió entre dientes.
—Le dije que lo pensaría.
Exhalé el aire que había estado
conteniendo.
—Oh, gracias a Dios. No me asustes así, Yunho.
Pensé que hablabas en serio.
Yunho hizo una mueca y se estabilizó
antes de hablar.
—Hablo en serio, Boo. Le dije que
necesitaba hablar, primero, pero pensé que estarías feliz. Está programando una
pelea en un mes. ¿Tienes idea de cuánto dinero es? ¡En efectivo!
—Puedo sumar, Yunho. También puedo
conservar mis sentidos cuando estoy entusiasmado, lo que obviamente tú no
puedes. Tengo que sacarte de aquí antes de que hagas algo estúpido. —Caminé
hacia el armario y arranqué nuestra ropa de las perchas, metiéndolas
furiosamente en nuestras maletas.
Yunho agarró mis brazos gentilmente y me
giró.
—Puedo hacer esto. Puedo pelear para
Benny por un año y luego estaremos establecidos por un largo, largo tiempo.
— ¿Qué vas a hacer? ¿Dejar la escuela y
mudarte aquí?
—Benny va arreglarlo, hacer que funcione
con mi horario.
Reí
una vez, incrédulo.
—No puedes ser así de crédulo, Yunho.
Cuando estés en la nómina de Benny, no sólo vas a pelear una vez al mes para
él. ¿Te olvidaste de Dane? ¡Terminarás siendo uno de sus matones!
Él sacudió la cabeza.
—Ya discutimos eso, Boo. Él no quiere que
haga nada más que pelear.
— ¿Y confías en él? ¡Sabes que aquí lo
llaman Benny el Astuto!
—Quería comprarte un auto, Boo. Uno
lindo. Nuestras matrículas serán pagadas por completo.
— ¿Oh? ¿La mafia está entregando becas
ahora?
La mandíbula de Yunho se apretó. Estaba
irritado al tener que convencerme.
—Esto es bueno para nosotros. Puedo
ahorrar hasta que sea el momento de comprar una casa. No puedo hacer esta clase
de dinero en ningún otro lugar.
— ¿Qué hay de tu título de Justicia
Penal? Vas a estar viendo a tus viejos compañeros de clases trabajando para
Benny, te lo prometo.
—Bebé, entiendo tus reservas, lo hago.
Pero estoy siendo listo con esto. Lo haré por un año y luego saldremos y
haremos lo que sea que el infierno quiera que hagamos.
—No sólo dejas a Benny, Yunho. Él es el
único que puede decirte cuándo terminaste. ¡No tienes idea de con qué estás
tratando! ¡No puedo creer que incluso estés considerando esto! ¿Trabajar para
un hombre que nos hubiera dado una paliza a ambos anoche si no lo hubieras
detenido?
—Exactamente. Lo detuve.
—Detuviste dos de sus matones de peso
ligero, Yunho. ¿Qué vas a hacer si hay una docena de ellos? ¿Qué vas a hacer si
vienen por mí durante una de tus peleas?
—No tendría sentido para él hacer eso.
Haré mucho dinero para él.
—El momento en que decidas que no vas a
hacerlo más, eres prescindible. Así es como esas personas trabajan.
Yunho se alejó de mí y miró afuera de la
ventada, las luces parpadeantes coloreando sus rasgos en conflicto. Tomó una
decisión antes de siquiera habérmelo comentado.
—Todo va a estar bien, Boo. Me aseguraré
de eso. Y luego estaremos establecidos.
Sacudí mi cabeza y me giré, empujando
nuestra ropa en las maletas. Cuando llegáramos a la pista en casa, sería el
mismo de siempre. No podía razonar con él mientras estuviera intoxicado con el flujo
del dinero y el whisky.
Me negué a discutir más esto hasta que estuvimos en el avión,
asustado de que Yunho me dejara irme sin él. Abroché mi cinturón de seguridad y
apreté mis dientes, observándolo mirar con nostalgia afuera de la ventada
mientras nos elevábamos hacia el cielo nocturno. Ya estaba extrañando la maldad
y las tentaciones sin límites que el lugar tenía para ofrecer.
—Es un montón de dinero, Boo.
—No.
Su cabeza se giró en mi dirección.
—Esta es mi decisión. No creo que estés
viéndolo todo.
—Creo que has perdido tu maldita mente.
— ¿Ni siquiera vas a considerarlo?
—No, ni tú tampoco. No vas a trabajar
para un criminal sanguinario, Yunho. Es completamente ridículo de tu parte
creer que podría considerarlo.
Yunho suspiró y miró afuera de la
ventana.
—Mi primera pelea es en tres semanas.
Mi boca cayó abierta.
— ¿Ya aceptaste?
Él guiñó un ojo.
—No todavía.
— ¿Pero vas a hacerlo?
Sonrió.
—Dejarás de estar enojado cuando te
compre un Lexus.
—No quiero un Lexus —Me puse furioso.
—Puedes tener lo que quieras, bebé.
Imagínate cómo se va a sentir ir a cualquier concesionario que quieras, y todo
lo que tienes que hacer es escoger tu color favorito.
—No estás haciendo esto por mí. Deja de
fingir que lo haces.
Él se inclinó, besando mi cabello.
—No, estoy haciéndolo por los dos.
Simplemente no puedes ver lo genial que será.
Un escalofrío irradió desde mi pecho,
viajando por mi columna vertebral hasta mis piernas. Él no vería una razón
hasta que estuviéramos en el apartamento, y estaba aterrorizado que Benny le
hubiera hecho una oferta que no podía rechazar. Me sacudí mis miedos; tenía que
creer que Yunho me amaba lo suficiente para olvidar los signos de dólares y las
falsas promesas que Benny había hecho.
— ¿Boo? ¿Sabes cómo cocinar un pavo?
— ¿Un pavo? —dije, tomado fuera de
base por el cambio repentino de conversación.
Él apretó mi mano.
—Bueno, las vacaciones de Acción de
Gracias está llegando, y sabes que mi papá te adora. Quiere venir para Acción
de Gracias, pero siempre terminamos ordenando pizza y viendo el juego. Pensé
que quizás tú y yo podríamos intentar cocinar un pavo juntos. Ya sabes, tener
una cena con pavo real por una vez en la casa Jung.
Presioné mis labios juntos, tratando de
no reír.
—Simplemente descongelas el pavo y lo
pones en un sartén y lo cocinas en la estufa todo el día. No hay mucho en eso.
— ¿Entonces vendrás? ¿Me ayudarás?
Me encogí de hombros.
—Seguro.
Su atención estaba desviada de las luces
embriagadoras abajo, y me permití tener la esperanza que él vería cuán
equivocado estaba sobre Benny después de todo.
Yunho dejó nuestras maletas sobre la cama
y colapsó al lado de ellas. No había sacado la cuestión de Benny, y yo estaba
esperanzado que estuviera empezando a salir de su sistema. Bañé a Taepoong,
disgustado que apestara a humo y medias sucias de estar en el apartamento de Jun
Ki toda la semana, y lo sequé con la toalla en la habitación.
— ¡Oh! ¡Hueles mucho mejor! —Reí mientras
él se sacudía, rociándome con pequeñas gotas de agua. Se levantó en sus patas
posteriores, cubriendo mi cara con besitos de cachorro—. También te extrañé,
hombrecito.
— ¿Boo? —Preguntó Yunho, golpeando,
anudando sus dedos.
— ¿Sí? —dije, frotando a Taepoong con la
toalla amarilla mullida en mis manos.
—Quiero hacer esto. Quiero pelear.
—No —dije, sonriéndole a la cara feliz de
Taepoong.
Él suspiró.
—No estás escuchando. Voy a hacerlo.
Verás en unos meses que fue la decisión correcta.
Levanté la mirada hacia él.
—Vas a trabajar para Benny.
Asintió nerviosamente y luego sonrió.
—Sólo quiero cuidar de ti, Boo.
Las lágrimas llenaron mis ojos, sabiendo
que él estaba resuelto.
—No quiero nada comprado con ese dinero, Yunho.
No quiero nada que tenga que ver con Benny o cualquier cosa que vaya junto a él.
—No tenías problema con la idea de
comprar un auto con el dinero de mis peleas aquí.
—Eso es diferente y lo sabes.
Frunció el ceño.
—Todo va estar bien, Boo. Ya verás.
Lo miré por un momento, esperando por un
brillo de diversión en sus ojos, esperando que me dijera que estaba bromeando.
La incertidumbre y la avaricia se reflejaron en sus ojos.
— ¿Por qué siquiera me preguntaste, Yunho?
Ibas a trabajar para Benny sin importar lo que yo dijera.
—Quiero tu apoyo en esto, pero es
demasiado dinero para rechazarlo. Estaría loco para decir no.
Me quedé por un momento, aturdido. Una
vez todo había penetrado, asentí.
—De acuerdo, entonces. Has tomado tu
decisión.
Yunho sonrió de alegría.
—Ya verás, Boo. Va a ser genial. —Se
empujó de la cama, caminó hacia mí y me besó los dedos—. Estoy famélico.
¿Tienes hambre?
Sacudí mi cabeza y él besó mi frente
antes de caminar a la cocina. Una vez sus pasos dejaron el corredor, tiré mi
ropa de las perchas, agradecido de que tuviera lugar en mi maleta para más de
mis pertenencias. Lágrimas de enojo cayeron por mis mejillas. Yo sabía muy bien
lo que sería llevar a Yunho a ese lugar. Había peleado con uñas y dientes para
evitarle los bordes oscuros de mi vida, y el momento en que se presentó la
oportunidad, lo arrastré al centro de todo lo que odiaba sin un segundo
pensamiento.
Yunho iba a ser parte de esto, y si no
dejaría que lo salvara, tendría que salvarme yo solo.
La maleta estaba llena hasta su límite, y
estiré el cierre sobre el contenido abultado. La saqué de la cama y caminé por
el pasillo, pasando la cocina sin mirar en su dirección. Me apresuré a bajar
las escaleras, aliviado de que Junsu y Yoochun todavía estuvieran besándose y
riéndose en el aparcamiento, transfiriendo sus cosas de su Charger al Honda de Junsu.
— ¿Boo? — Yunho llamó desde la puerta del
apartamento.
Toqué la muñeca de Junsu.
—Necesito que me lleves a los
dormitorios, Junsu.
— ¿Qué está pasando? —dijo, notando la seriedad
de la situación por mi.
Miré detrás de mí para ver a Yunho
corriendo por las escaleras y cruzando el césped hacia donde estábamos paradas.
— ¿Qué estás haciendo? —dijo,
gesticulando hacia mi maleta.
Si le hubiera dicho en ese momento, toda
esperanza de salvarme de Do Il, y Benny, y todo lo que no quería estaría
perdido. Yunho no me dejaría ir, y por la mañana me habría convencido a mí
mismo de aceptar su decisión.
Me rasqué la cabeza y sonreí, tratando de
obtener algo de tiempo para pensar en una excusa.
— ¿Boo?
—Estoy llevando mis cosas a los
dormitorios. Ellos tienen todas esas lavadoras y secadoras y tengo una cantidad
ridícula de limpieza que hacer.
Él frunció el ceño.
— ¿Ibas a irte sin decírmelo?
Miré a Junsu y luego a Yunho,
esforzándome por la mentira más creíble.
—Iba a volver. Eres tan jodidamente
paranoico —dijo Junsu con la sonrisa desdeñosa que había usado para engañar a
sus padres tantas veces.
—Oh —dijo él, todavía inseguro—. ¿Vas a
quedarte aquí esta noche? —Me preguntó, pellizcando la tela de mi abrigo.
—No sé. Supongo que depende de cuando
esté lista mi ropa.
Yunho sonrió, poniéndome contra él.
—En tres semanas, le pagaré a alguien
para que haga tu limpieza. O simplemente puedes tirar tu ropa sucia y comprar
nueva.
— ¿Vas a pelear para Benny otra vez?
—Preguntó Junsu, sorprendido.
—Me hizo una oferta que no podía
rechazar.
—Yunho —empezó Yoochun.
—Chicos, no empiecen ustedes también. Si
no voy a cambiar de opinión por Boo, no voy a cambiar de opinión por ustedes.
Junsu encontró mis ojos con
entendimiento.
—Bueno, mejor te llevamos, Jae. Esa pila
de ropa te va a tomar por siempre.
Asentí y Yunho se inclinó para besarme.
Lo acerqué más, sabiendo que sería la última vez que sentiría sus labios contra
los míos.
—Te veo más tarde —dijo—. Te amo.
Yoochun metió mi maleta en el baúl de su
Honda, y Junsu se deslizó en su asiento a mi lado. Yunho dobló sus brazos sobre
su pecho, charlando con Yoochun mientras Junsu agitaba el encendido.
—No puedes quedarte en tu habitación esta
noche, Jae. Va a ir directamente allí cuando lo averigüe —dijo Junsu mientras
lentamente retrocedía del bloque del estacionamiento.
Las lágrimas llenaron mis ojos y se
derramaron, cayendo sobre mis mejillas.
—Lo sé.
La expresión alegre de Yunho cambió
cuando vio la mirada en mi cara. No perdió tiempo en correr a mi ventana.
— ¿Qué está mal, Boo? —dijo, golpeando
ligeramente el vidrio.
—Vamos, Junsu —dije, limpiando mis ojos.
Me centré en el camino adelante mientras Yunho corría junto al auto.
— ¿Boo? ¡Junsu! ¡Detén el puto auto!
—Gritó, golpeando su palma contra el vidrio—. ¡Jae, no hagas esto! —Dijo,
comprensión y miedo distorsionando su expresión.
Junsu se giró hacia la calle principal y
presionó el acelerador.
—Nunca voy a escuchar el final de eso… así
como tú.
—Lo siento tanto, Junsu.
Junsu miró hacia el espejo retrovisor y
empujó su pie en el suelo.
—Jesucristo, Yunho —murmuró bajo su
respiración.
Giré para verlo correr a toda velocidad
detrás de nosotros, desapareciendo y reapareciendo entre las luces y sombras de
las lámparas de la calle. Después alcanzó el final de la cuadra, se giró en
dirección opuesta, corriendo hacia el apartamento.
—Va a volver por su motocicleta. Nos va a
seguir a los dormitorios y causar una gran escena.
Cerré mis ojos.
—Simplemente… apresúrate. Dormiré en tu habitación
esta noche. ¿Crees que a tu compañero le importará?
—Nunca está allí. ¿De verdad va a
trabajar para Benny?
La palabra se quedó pegada en mi
garganta, así que simplemente asentí.
Junsu agarró mi mano y la apretó.
—Estás tomando la decisión correcta, Jae.
No puedes pasar por eso otra vez. Si no te escuchó, no va a escuchar a nadie.
Mi móvil sonó. Miré abajo para ver la
cara tonta de Yunho, y luego presioné ignorar. Menos de cinco segundos después,
sonó de nuevo. Lo apagué y lo empujé en mi bolso.
—Esto va a ser un desastre jodidamente
espantoso —dije, sacudiendo mi cabeza y limpiando mis ojos.
—No envidio tu vida por la siguiente
semana o así. No puedo imaginar romper con alguien que rehúsa a mantenerse
alejado. Sabes que es así como será, ¿cierto?
Entramos en el aparcamiento en los
dormitorios, y Junsu sostuvo la puerta abierta mientras yo arrastraba mi maleta
al interior. Nos apresuramos a su habitación y jadeé, esperando que él
desbloqueara su puerta. La sostuvo abierta y luego me lanzó la llave.
—Va a terminar siendo arrestado o algo
así —dijo.
Corrió al pasillo y la miré apresurarse a
través del aparcamiento desde la ventana, metiéndose en el auto justo mientras Yunho
detenía su motocicleta a su lado. Él corrió alrededor al lado del pasajero y
abrió la puerta, mirando a las puertas de los dormitorios cuando se dio cuenta
que no estaba en el auto. Junsu retrocedió mientras Yunho corría hacia el
edificio, y me giré, mirando la puerta.
Abajo por el pasillo, Yunho golpeó en mi
puerta, diciendo mi nombre. No tenía idea si Karam estaba allí, pero si lo
estaba, me sentía mal por lo que tendría que soportar por los siguientes
minutos hasta que Yunho aceptara que no estaba en mi habitación.
— ¿Boo? ¡Abre la puta puerta, maldición!
¡No voy a irme hasta que hables conmigo! ¡Boo! —Gritó, golpeando la puerta tan
fuerte que el edificio entero podría haber oído.
Me encogí cuando escuché la voz tímida de
Karam.
— ¿Qué? —Gruñó.
Presioné mi oreja contra la puerta,
luchando por escuchar los bajos murmullos de yunho. No tuve que esforzarme más.
— ¡Sé que está aquí! —Gritó—. ¿Boo?
—No está… ¡Oye! —chilló Karam.
La puerta golpeó contra la pared de
bloque de cemento de nuestro cuarto y supe que Yunho había forzado su camino al
interior. Después de un minuto completo de silencio, escuché a Yunho gritar
abajo en el pasillo.
— ¡Boo! ¿Dónde estás?
— ¡No lo he visto! —gritó Karam, más
enojado que lo que alguna vez lo había escuchado. La puerta se cerró de golpe y
de repente las náuseas me abrumaron mientras esperaba lo siguiente que haría Yunho.
Después de varios minutos de silencio,
abrí la puerta, mirando abajo por el pasillo amplio. Yunho sentado con su
espalda contra la pared con sus manos cubriendo su cara. Cerré la puerta tan
silenciosamente como pude, preocupado porque la policía del campus hubiera sido
llamada. Después de una hora, miré el pasillo de nuevo. Yunho no se había
movido.
Revisé dos veces más durante la noche,
finalmente cayendo dormido alrededor de las cuatro. Me quedé dormido a
propósito, sabiendo que me saltaría mis clases ese día. Encendí mi teléfono
para revisar mis mensajes, viendo que Yunho había inundado mi bandeja de
entrada. Los mensajes sin fin que me había enviado a través de la noche
variaban de disculpas a vociferaciones.
Llamé a Junsu en la tarde, esperando que Yunho
no hubiera confiscado su móvil. Cuando me contestó, suspiré.
—Hola.
Junsu mantuvo su voz baja.
—No le he dicho a Yoochun dónde estás. No
lo quiero en medio de esto. Yunho está locamente enojado conmigo ahora.
Probablemente voy a quedarme en los dormitorios esta noche.
—Si Yunho no se ha calmado… buena suerte
obteniendo algo de sueño aquí. Hizo una actuación digna de un Oscar en el
pasillo anoche. Estoy sorprendido de que nadie llamara a seguridad.
—Fue expulsado de Historia hoy. Cuando no
apareciste, le dio una patada a tus dos escritorios. Chun escuchó que esperó
por ti después de todas tus clases. Está perdiéndolo, Jae. Le dije que
terminaste al segundo que tomó su decisión de trabajar para Benny. No puedo
creer que pensara por un sólo segundo que estarías bien con eso.
—Supongo que te veré cuando estés aquí.
No creo que todavía pueda ir a mi habitación.
* * *
Junsu y yo fuimos compañeros de habitación
por la semana siguiente, y él se aseguró de mantener a Yoochun alejado de mí
así él no estaría tentado de decirle a Yunho de mi paradero. Fue un trabajo de
tiempo completo eludir un encuentro con él. Evité la cafetería a toda costa, la
clase de Historia, y jugué seguro dejando mis clases antes. Sabía que tendría
que hablar con Yuhno alguna vez, pero no podía hasta que se hubiera calmado lo
suficiente para aceptar mi decisión.
Me quedé solo el viernes en la noche,
acostado en mi cama, sosteniendo el teléfono en mi oído. Puse mis ojos en
blanco cuando mi estómago rugió.
—Puedo ir a recogerte y llevarte a cenar
a algún lado —dijo Junsu.
Pasé las páginas de mi libro de Historia,
saltando donde Yuhno había garabateado y borroneado notas de amor en las
márgenes.
—No, es tu primera noche con Yoochun en
casi una semana, Junsu. Simplemente voy a tomar algo de la cafetería.
— ¿Estás seguro?
—Sí. Dile a Yoochun que dije hola.
Caminé lentamente a la cafetería, sin
prisa de sufrir las miradas de esos en las mesas. La escuela entera estaba
activa con el rompimiento, y el comportamiento violento de Yunho no ayudaba.
Justo cuando las luces de la cafetería aparecieron en la vista, miré una figura
oscura acercarse.
— ¿Boo?
Sorprendido, me detuve. Yuhno caminó
hacia la luz, sin rasurarse y pálido.
— ¡Jesús, Yuhno! ¡Me asustaste como el
infierno!
—Si contestaras tu teléfono cuando llamo
no tendría que andar a escondidas en la oscuridad.
—Te ves como el infierno —dije.
—He estado por aquí una o dos veces esta
semana.
Apreté mis brazos a mi alrededor.
—En realidad estoy en camino a tomar algo
para comer. Te llamaré más tarde, ¿de acuerdo?
—No. Tenemos que hablar.
—Yunho…
—Rechacé a Benny. Lo llamé el miércoles y
le dije que no. —Había un brillo esperanzador en sus ojos, pero desapareció
cuando registró mi expresión.
—No sé qué quieres que diga, Yunho.
—Di que me perdonas. Di que regresarás
conmigo.
Apreté mis dientes, prohibiéndome llorar.
—No puedo.
La cara de Yunho se arrugó, y tomé la
oportunidad de caminar a su alrededor, pero él dio un paso al lado para
mantenerse en mi camino.
—No he comido, o dormido… no puedo
concentrarme. Sé que me amas. Todo será como solía ser si simplemente
vuelves conmigo.
Cerré mis ojos.
—Somos disfuncionales, Yunho. Creo que
simplemente estás obsesionado con la idea de tenerme más que cualquier otra
cosa.
—Eso no es cierto. Te amo más que a mi
vida, Boo —dijo, herido.
—Eso es exactamente lo que quiero decir.
Esto es una conversación loca.
—No es locura. Es la verdad.
—De acuerdo… ¿Así que cuál exactamente es
el orden para ti? ¿Es dinero, yo, tu vida… o hay algo que vaya antes del
dinero?
—Me doy cuenta de lo que he hecho, ¿de
acuerdo? Veo que podrías pensar eso, pero si hubiera sabido que ibas a dejarme,
nunca habría… Simplemente quería cuidar de ti.
—Ya has dicho eso.
—Por favor no hagas esto. No puedo
soportar sentirme así… está… está matándome —dijo, exhalando como si el aire
hubiera sido expulsado de él.
—Terminé con esto, Yunho.
Él parpadeó.
—No digas eso.
—Ha terminado. Vuelve a tu hogar.
Sus cejas se juntaron.
—Tú eres mi hogar.
Sus palabras me cortaron, mi pecho se
apretó tanto que fue difícil respirar.
—Hiciste una elección, Yunho. Yo he hecho
la mía —dije, interiormente maldiciendo el temblor en mi voz.
—Me voy a quedar fuera del infierno
alejado de Benny… Voy a terminar la escuela. Pero te necesito. Te necesito.
Eres mi mejor amigo. —Su voz era desesperada y rota, concordando con su
expresión.
En la poca luz pude ver una lágrima que
cayó de su ojo, y en el momento siguiente se estiró por mí y estuve en sus
brazos, sus labios sobre los míos. Me apretó fuerte contra su pecho mientras me
besaba, y luego acunó mi cara en sus manos, presionando sus labios más fuerte
contra mi boca, desesperado por obtener una reacción.
—Bésame —susurró, sellando su boca sobre
la mía. Mantuve mis ojos y mi boca cerrada, relajándome en sus brazos. Tomó
todo lo que tuve no mover mi boca con la suya, habiendo deseado sus labios toda
la semana—. ¡Bésame! —Rogó—. ¡Por favor, Boo! ¡Le dije que no!
Cuando sentí lágrimas cálidas abrasando
mi cara fría, lo alejé.
— ¡Déjame en paz, Yuhno!
Sólo me había alejado unos cuantos
centímetros cuando agarró mi muñeca, mi brazo estuvo recto, extendido detrás de
mí. No me volví.
—Estoy rogándote. —Mi brazo bajó y
tiró mientras él caía sobre sus rodillas—. Estoy rogándote, Jae. No hagas
esto.
Me giré para ver su expresión agonizante,
y luego mis ojos bajaron de mi brazo al suyo, mirando mi nombre en gruesas
letras negras sobre su muñeca flexionada. Me había probado lo que había estado
temiendo todo el tiempo. Por mucho que me amara, cuando el dinero estaba
involucrado, estaría en segundo lugar. Al igual que estaba con Do Il.
Si cedía, o podía cambiar de opinión
sobre Benny, o estaría resentido conmigo cada vez que el dinero pudiera haber
hecho su vida más fácil. Lo imaginé en un trabajo de cuello azul, llegando a
casa con la misma mirada en sus ojos que Do Il tenía cuando regresaba después
de una noche de mala suerte. Sería mi culpa que su vida no fuera lo que quería
que fuera, y no podría dejar que mi futuro estuviera placado con la amargura y
remordimiento que dejé atrás.
—Déjame ir, Yunho.
Después de varios momentos finalmente
liberó mi brazo. Corrí a la puerta de vidrio, abriéndola sin mirar atrás. Todos
en la habitación me miraron fijamente mientras caminaba hacia el buffet, y sólo
mientras alcanzaba mi destino, las cabezas se enfocaron para ver afuera de las
ventanas donde Yunho estaba sobre sus rodillas, las palmas sobre el pavimento.
La visión de él sobre el suelo hizo que
las lágrimas que había estado sosteniendo corrieran por mi cara. Pasé las pilas
de platos y bandejas, precipitándome por el pasillo a los baños. Era
suficientemente malo que todos hubieran presenciado la escena entre Yunho y yo.
No podía dejarlos verme llorar.
Me acurruqué en un cubículo por una hora,
chillando incontrolablemente hasta que escuché un golpe suave en la puerta.
— ¿Jae?
Inhalé.
— ¿Qué estás haciendo aquí, Ji Yong?
—Karam te vio entrar y fue a los
dormitorios a buscarme. Déjame entrar —dijo en una voz suave.
Sacudí mi cabeza, sabía que no podía
verme, pero no podía decir otra palabra. Lo escuché suspirar y luego sus palmas
golpearon el suelo mientras se arrastraba bajo el cubículo.
—No puedo creer que me estés haciendo
actuar así—dijo, empujándose debajo con sus manos—. Vas a lamentar no abrir la
puerta, porque acabo de arrastrarme sobre piso cubierto de pis y ahora voy a
abrazarte.
Reí una vez, y luego mi cara se oprimió
alrededor de mi sonrisa mientras Ji Yong me empujó hacia sus brazos. Mis
rodillas salieron debajo de mí, y Ji Yong cuidadosamente me bajó al suelo,
poniéndome sobre su regazo.
—Shh
—dijo, meciéndome en sus brazos. Suspiró y sacudió su cabeza—. Maldición, chico.
¿Qué voy a hacer contigo?
ahhhhhhhh no puede ser T-T yunho es un estupido porq no entendio cuando
ResponderEliminarle dijo q no? no sabe q su vida podia estar en peligro con ese maldito de benny e_e
ash yunho baboo awwwwwwwwww pobre JJ S: adadas gracias x compartirr espero el
sig con ansias *-*
pobre de yunho por el abandono de jae pero el se lo ha buscado por ser tan necio y poner el dinero por en sima de su lindo boo espero y jae lo pueda perdonar pronto para que puedan estar juntos de nuevo es triste ver como están sufriendo los dos
ResponderEliminarOmg pues q hizo mal yunho?
ResponderEliminarjae lo ha terminado.. .
Y ahora que sige?
yunho se lee mal ,muy mal.
Ouchpobre
auch yunho eso le pasa x no escuchar pero me da muxa penita x el
ResponderEliminaresole pasa por no hacerle casa a jae
Pobre Yunho pero el debió tomar en cuenta a Jae...
ResponderEliminarDefinitivamente fue tonto de su parte ...
Pobre Jae y pobre Yunho debe doler mucho el rechazo de Jae y a Jae también le duele rechazarlo
porfavor sube el cap 16... la historia esta muy buena
ResponderEliminartus historias son muy buenas, sus tramas me encanta, por favor sigue :)
Apenas encontre tu blog y a cabo de leerme todo hermoso desastre desde inicio hasta aca en tres horas @_@ hahahah pero ha valido la pena, es genial esta historia, me ha encantado de inicio a fin y no puedo esperar por leer más. Muchas Gracias por traer hitorias como estas ^^ a la espera de un nuevo capitulo saludos ^^
ResponderEliminarOhh , me lei todo de una. Jae deberia dejar de comparar su padre y Yunho e_é, son personas diferentes y creo que Yunho le ha demostrado que lo ama . Gracias por compartir la historia :3
ResponderEliminardonde estas amiga que a pasado por que no has actualizado por favor ya pon la continuación si muero por saber que ara con yunho este jae por fa no tardes
ResponderEliminarYH, eres un idiota!!! Tanto que te pidió JJ para que no te involucrarás más con ese rufián >\\< y vas y haces tu bestialidad T-T se ve q JJ sufrió mucho en el pasado por su papá y ese hombre .... Por eso te pedía que no te involucrarás >_< ahora tienes que afrontar las consecuencias T-T
ResponderEliminarAhhh sólo espero que YH no haga otra babosada T-T
Yunho que te pasa? esta bien que quieras consentir a Jae, pero sabias muy bien que él queria alejarse de todo lo referentea su pasado y vas a aceptar la oferta de ese mafioso'? que paso por tu cabeza?
ResponderEliminarDefinitivamente te conmovio mucho la despedida de ambos y mas cuando Yunho le ruega a Jae ....pero él tiene razon no puedes caer en ese mundo otra vez ni siquiera por Yunho...
Ojala puedan mejorar la situacion
Yunho baboo... Jae le dijo al principio que no quería volver a ese mundo, que se alejo de todo y fue a comenzar una vida nueva lejos, e inconscientemente Yunho esta queriendo llevarlo de vuelta ahí... Esta completamente cegado por las tentaciones y falsas promesas de ese Benny u.u Que bien supo convencerle ese maldito...
ResponderEliminarFue muy triste su rompimiento u.u Vamos a ver como siguen las cosas...
Que tristeza se siente por lo ocurrido, pero Jae tiene razón el dinero estaba en primer lugar para Yunho, no entendió porque estuvo sepado Jae de su padre, por alejarse de esa vida y Yunho quiere entrar en ella, no puede ser así, espero se reconcilien y en verdad Yunho haya recapacitado... Gracias
ResponderEliminarNoo T-T no me gusta ver a Yun así, aun fue su culpa que todo esto pasara. No debío de tomar en cuenta la oferta en un principio, debio de hacerle caso a Jae que lo conoce mas que èl. Aun así no me gusto que lo tratara de esa manera...
ResponderEliminarGracias por compartir.
Yunho es un tonto. Como se le ocurre querer trabajar con benny: / merece q jae lo castigue pero ojala que todo mejore pronto.
ResponderEliminar