Capítulo 11
Yunho puso a Jaejoong en la limusina, le dijo a Kang Joon que les
llevara a su casa y se ocupó de la pantalla de seguridad.
—¿Algo para tomar?
—Agua.
Abrió una botella fría de agua, sirvió un
poco en un vaso y se lo entregó. Jaejoong tomó un trago largo del resto y se
sentó de nuevo.
—Ryu Jin estaba contigo cuando te
atacaron.
Jaejoong se encogió de hombros.
—Eso es lo que ellos me dicen.
Yunho contó mentalmente hasta cinco. Jaejoong
se estaba retirando de él, levantando el muro de nuevo.
—¿No recuerdas nada?
—Nada, únicamente flashes y una o dos
palabras al azar. Sé que había arrastrado a Ryu Jin para comprar pasteles de
boda. —Bebió un poco de agua— Recuerdo que estaba emocionado... entonces solo
recuerdo esos flashes hasta que me desperté en la sala de emergencias.
Yunho lo
estudió por un segundo mientras pensaba sobre lo que había dicho acerca del
ataque.
—¿Qué piensas que sucedió, Jaejoong?
Mantuvo la cara apartada de él.
—Ryu Jin tenía un esguince en la muñeca.
Me las arreglé para darles una paliza a un par de matones con un bate de
beisbol ¿Qué piensas tú que sucedió, Yunho?
¿Un bate de beisbol? Jesús Cristo. Sus tripas se retorcieron.
—Él corrió, ¿entonces, por qué diablos
está alrededor de tus padres y es el padrino en la boda de tu hermano?
Jaejoong le miró de nuevo.
—Ellos no creen que haya hecho nada malo.
Nos asaltaron. Ryu Jin asegura que me negué a dar a los ladrones mi anillo de
compromiso. Ellos comenzaron la caza de ballenas en mí con un bate. Ryu Jin
corrió hacia el coche para agarrar el teléfono. Se encerró ahí y llamó a la
policía.
—¿Ellos no creen que abandonarte, a su
hijo, por el amor de Cristo, estuvo mal? —La pregunta salió cargada de
sarcasmo. No le importa. Nadie podría creer que abandonar a Jaejoong
había sido lo correcto.
—No, fue inteligente. Así es como la
gente evolucionada y educada reacciona. Ellos resuelven sus problemas con
inteligencia, no con violencia. Además, fui el tonto que no quiso entregar el
anillo que, aunque parezca mentira, no recuerdo que me importara tanto.
—Mintió —Yunho tomó un sorbo de agua para
enfriar su ira.
El tono llano de Jaejoong le conducía a
la violencia, pero su explicación le estaba dando una idea de por qué estaba
tan asustado y combatiente, al mismo tiempo. Los instintos naturales de Jaejoong
era luchar, pero le habían criado para reprimir eso.
—Sabes que fue un cobarde, que te dejó Jaejoong
y se escondió en el coche y luego trato de echarte la culpa a ti por resistir.
Tengo serias dudas sobre que fuera verdad.
Jaejoong se quedó inmóvil, con pánico.
—Podría haber vivido con eso. No puedo
criticar a nadie exactamente desde que me quedé congelado cuando Junsu fue
apuñalado. —Se encogió.
Yunho frunció el ceño.
—Cuando salí de allí esa noche, vi que te
arrastrabas a través del asfalto, lastimándote las manos para llegar a tu
amigo. No huiste. No es lo mismo que hizo Ryu Jin, él corrió y te dejó.
—Junsu fue apuñalado. —Puso el puño de su
mano en su regazo— De cualquier manera, todo el mundo tiene defectos, Yunho.
Nunca pensé que Ryu Jin sería valiente frente a la violencia, pero si pensé que
era fuerte en otras formas. Pensé que teníamos algo real y honesto.
—¿Y? —Le pidió que le dijera
Jaejoong se encogió de hombros.
—Está mintiendo. Empecé a tener esos
flashes y no son la misma historia que dice. Alguien más estaba allí esa noche.
Alguien que le llamó Dr. Lim.
Eso le dio una bofetada en pleno plexo
solar.
—Ellos no me creen. No pueden. Ryu Jin
tiene la clave de la droga que van a lanzar al mercado. —Hizo una pausa y
dijo—: Él salvó el trabajo de mi madre en el Alzheimer. No podía llegar al
siguiente paso pero él lo hizo. Es fácil para ellos creerle. Mientras que yo
soy el hijo promedio que nunca sobresalió. —Cuando levantó la cabeza, la dura
vulnerabilidad brillaba en sus ojos— No quiero saber a quién elegirían, si a mí
o a él.
—¿Promedio? —Comenzó a hacer una especie
de juicio. Sus padres, su hermano y Ryu Jin tenían doctorados, currículos
impresionantes—. Tienes un título, ¿no?
—Solo una Licenciatura en química.
¿Sólo? Cómo si un título en química no
fuera impresionante. Pero no era lo suficientemente
impresionante para su familia. No estaba tocando el comentario que elegiría. No,
había estado ahí.
Su madre había elegido a su Jodido
Príncipe Azul en cada ocasión.
Así que ahí lo tenía. Era una gran
putada, pero Yunho había visto un montón de familias jodidas que se trataban
unos a otros como una mierda, tanto con su madre como con varias familias de
acogida con las que había cruzado caminos. No iba a ser capaz de arreglar esto.
No necesitaba hacerlo, se recordó. Él y Jaejoong...
eran acompañantes. Esa era la belleza de su arreglo, sexo y conveniencia, pero
nada de tormentas de mierda emocional. ¿Continuaban? ¿O cortaban sus lazos?
Apoyó su cabeza atrás en el asiento, cerró los ojos y se forzó a relajarse.
—¿Y ahora qué?
—Tu chofer me lleva. Te doy las gracias
por todo y volvemos a nuestras vidas. Yo cocino y tú sigues con SLAM.
Lo dijo sin ninguna inflexión en su voz,
pero Yunho no pudo evitar una pequeña sonrisa.
—Violento nombre para una compañía. Se
llama así por mí.
Jaejoong le encaró con una crispación en
sus labios.
—Tú eres un hombre violento, Yunho.
Cautivador. Estaba tras su muro, lanzando comentarios, intentando
alejarle. Las luces de las calles pasaban deslizándose, mostrándole
alternativamente capas de luces y sombras
—Dios, eres precioso. —Pero no era eso,
no era la razón por la que no parecía capaz de terminarlo ahora. Era el hombre fuerte
que luchaba por salir con quién le intrigaba tantísimo.
—No lo hagas.
¿Dudaba de él ahora?
—¿Tú les crees? ¿Qué te estoy usando para
apartarte de tu familia? — Jaejoong lo había negado, pero su familia había
plantado ese pensamiento en su cabeza. ¿Estaba echando raíces ahora? Jaejoong levantó
la vista mirando fijamente el techo del coche.
—El robo. ¿Cómo es qué saliste justo
cuando estábamos siendo atacados?
Sofocar un destello de rabia supuso un
esfuerzo. Raramente daba explicaciones pero concedió que era una pregunta
justa. Dadas las cosas que Jaejoong le había contado acerca de su familia y de Ryu
Jin, podía entender su precaución.
—Estaba buscándote.
Jaejoong alzó las cejas.
—¿Por qué?
—Cuando te vi en la sala de banquetes, de
pie junto a esa tarta, te dije que pensaba que te conocía. Me fastidiaba.
Estaba seguro de que te había visto antes. Así que decidí encontrarte.
Preguntarte tu nombre.
—Podías habérselo preguntado a la novia.
—Quería preguntártelo a ti. Cuando me dijiste
tu nombre, entonces supe dónde te había visto antes. En tu fiesta por tu
dieciseisavo cumpleaños.
La desconfianza inundó sus ojos.
—¿Estuviste allí?
—Era el lavaplatos. Tenía dieciocho años,
apenas tenía dinero y hacía cualquier cosa para financiar mi entrenamiento de
lucha. Te recuerdo en el centro de aquella ridícula fiesta de país de las
maravillas invernal. Tú eras, por aquel entonces, intocable para mí.
Se detuvo ahí. No necesitaba saber más.
No necesitaba saber acerca de Mi Ja y como había odiado al joven Jaejoong por
estar tan vivo y ser tan amado mientras Mi Ja estaba muerta.
—¿Así qué sabías cuál era mi familia?
Furioso, dijo bruscamente.
—Valgo billones, Jaejoong. No me tiro a hombres
para llegar más lejos en el mundo de los negocios o extraer alguna rebuscada
venganza. —Era completamente ridículo. Habría ganado en la refriega con su
padre. Ir tras una venganza por una mierda insignificante no era su estilo. No,
se guardaba la venganza para aquellos que cazaban y asesinaban a una chica inocente.
No esta noche. No pienses en ello. Todo
eso no tenía nada que ver con Jaejoong, con ellos.
La limusina giró hacia el complejo de
edificios de Jaejoong y se deslizó hasta detenerse enfrente de su apartamento.
—Estoy en casa. Buenas noches, Yunho.
—Sostuvo el apenas intacto vaso de agua.
Jaejoong le estaba despachando. Como si
fuera ese chico de nuevo, no más que un lavaplatos. Agarró el vaso y lo golpeó
contra un posavasos. No iba a dejarlo terminar así.
Kang Joon abrió la puerta del lado de Jaejoong.
—Cierra la maldita puerta —espetó.
—No. —Jaejoong sacó fuera su mano,
forzando a Kang Joon a atrapar la puerta antes de golpearla. Jaejoong salió.
—A la mierda con esto. —Abrió de golpe su
puerta, salió de la limusina y le agarró por las manos, deteniéndole antes de
que pudiera escapar a su apartamento.
Por primera vez desde que habían dejado
la casa de sus padres, algo había brillado en el rostro de Jaejoong. Un
destello. ¿Qué era exactamente?
¿Y por qué estaba Yunho allí de pie,
yendo detrás de un hombre que no le deseaba? ¿Quién se cerraba en banda
emocionalmente, cuando las cosas se ponían feas?
No tenía ni idea, sólo que Jaejoong le
desafiaba, estallando a través de su entrenamiento y autocontrol para revelar a
un hombre muy bruto y primitivo. Y ese hombre no estaba abandonando.
Echó una mirada a Kang Joon.
—Espera un momento. —Envolviendo su brazo
alrededor de los hombros de Jaejoong, tomó las llaves de su mano sumisa y abrió
la puerta principal.
Jaejoong entró y Yunho se quedó allí de
pie, sabiendo que si cruzaba ese umbral...
—Ya has hecho lo tuyo, Yunho. Estoy a
salvo en casa.
Sus ojos se fijaron por encima de su
hombro, ignorándole. La hebra de sentido común se rompió y entró a zancadas,
forzándole a dar un paso atrás.
Cerró la puerta de golpe y le acechó.
Jaejoong retrocedió. Justo hacia la pared
que había tras la puerta. Intentó mirar fijamente hacia el infinito.
Yunho aplastó sus manos contra el muro a
cada lado de su cabeza.
La mirada de Jaejoong se disparó hacia la
de Yunho. Ojos abiertos y centrados. Justó ahí con él.
El color empezó a brotar en su rostro.
—Te lo dije antes, si quieres decirme que
me vaya a la mierda, entonces dímelo a la cara. Pero no te escondas tras una
pared. —Dios, estaba perdiendo la cabeza.
Jaejoong succionó aire.
—Correcto, porque eres Yunho Jung. Nadie
te dice que no.
Bajo su rostro hasta el suyo y tiró del
lazo justo lo suficiente.
—Di que no. O golpetea. Hazlo.
Le miró.
—Eres un maldito abusón.
—Sigue burlándote. —Su polla se estaba
poniendo dura, su sangre calentándose. Pero había fuego en la mirada de Jaejoong
ahora.
—¿Y? ¿Qué vas a hacer?
Acarició con su pulgar a lo largo de su
garganta, captando la palpitación de su pulso. Su boca se abrió, su pecho
elevándose y bajando rápido bajo su mano. Examinó su rostro.
—Necesitas esto, ¿verdad? Necesitas ser
asustado, presionado, retado. Necesitas ser capaz de luchar.
Jaejoong agarró su mano, intentando
quitarla de su garganta y apartarla del lazo de su ropa.
—Sí, ¿vale? Quiero sentirme completo.
Quiero simplemente sentir.
Yunho liberó su ropa, atrapó sus manos y
las presionó contra la pared por encima de su cabeza.
—¿Qué sientes ahora, Gatito? Te tengo
sujeto. Indefenso.
—Tonterías. Puedo detenerte.
—¿Cómo? —Dios, ¿qué tan enfermo estaba
para meterse en esta mierda? —. Vamos, Jaejoong. ¿Cómo? —Se quedó quieto justo
delante de su cara, presionándole.
Jaejoong usó su pulgar para golpetear
tres veces en su mano.
Yunho lo liberó. Retrocedió.
Jaejoong inclinó su barbilla, sonriendo
triunfal.
El aliento de Yunho se detuvo,
estrangulado justo en su pecho. Era jodidamente precioso. Atrevidas mechas
rosas en su pelo y sus ojos ardían por la victoria. Jodidamente cerca se sentía
el calor de su gloria y estaba completamente seguro de que quería tocarle. Más
que tocarle.
Se acercó entrando en el espacio que
acababa de dejar vacante.
—Eso fue el primer asalto. —Deslizando
hacia abajo un dedo por el lateral de su garganta, sintió su escalofrío. Sus
pezones se erizaron bajo su ropa. Yunho miró hacia arriba—. ¿Quieres ir a por
el asalto dos, Gatito? —Acarició la piel sensible de su nuca—. ¿Quieres qué te
quite la ropa y te haga sentir? ¿Hacer que te corras? ¿Sin restricciones?
Piénsalo bien, Jaejoong. Significa fóllame ahora hasta que grite tu nombre.
***
Lidia Tun Mex. Pues si relamte Jae tiene unos padres algo malos o quizas protectores de una forma nada buena, pero Yunho va ayudarlo bastante. Muchas gracias por comentar.
Adara. Digamos que vas por el buen camino en tu corazonada jajaja. Y gracias por tu comentario.
Katherine Miranda. Pues si algo de esta historia que me gusto es que Yunho es protector con Jae de una forma muy linda, y gracias por la espera. Y muchisimas gracias por tu comentario.
Yunho Kim. Pues es una Historia que me gusto bastante, es verdad Yunho protegerá a Jae, y lo que me gusta de este personaje es que siempre es sincero con Jae o al menos intenta serlo así que Jae sufrirá un poquito, no se puede evitar. Y gracias amiga Fer.
***
Lidia Tun Mex. Pues si relamte Jae tiene unos padres algo malos o quizas protectores de una forma nada buena, pero Yunho va ayudarlo bastante. Muchas gracias por comentar.
Adara. Digamos que vas por el buen camino en tu corazonada jajaja. Y gracias por tu comentario.
Katherine Miranda. Pues si algo de esta historia que me gusto es que Yunho es protector con Jae de una forma muy linda, y gracias por la espera. Y muchisimas gracias por tu comentario.
Yunho Kim. Pues es una Historia que me gusto bastante, es verdad Yunho protegerá a Jae, y lo que me gusta de este personaje es que siempre es sincero con Jae o al menos intenta serlo así que Jae sufrirá un poquito, no se puede evitar. Y gracias amiga Fer.
Poco le falta a jj para saltarle encima a yh es cuestión de tiempo
ResponderEliminarDetesto a rj no me cae nada bn
Ya quiero ver su noche de pasión
Gracias
Ryu Jin si que es un completo desgraciado apare de cobarde pretende que Jae piense que el tiene la culpa de lo que le a pasado espero que yunho le ayude a olvidar todo el horror de su pasado y mejor que solo recuerde los bellos momentos que pasa con yunho y sea feliz
ResponderEliminaroye Pao por fis no les hagas sufrir mucho mejor dales mucho amor
Gracias
saludos y bendiciones para ti y los tuyos hasta pronto bye bye
Que clase de padres son que no se dan cuenta que su hijo los necesita pero es una pena que ni su propio hermano que tanto dice quererlo no lo escucha y le defiende mas importante para ellos es ese desgraciado de Ryu Jin que ni siquiera apoyo a Jaejoong en el dia del asalto para mí que el tuvo mucho que ver pero cómo ve que Yunho si lo apoya ahora quieren separarlos Yunho no lo vallas a dejar solo y protegelo ya que entre los dos hay esa chispa de amor que ya esta saliendo a flote gracias Patricia por este capítulo esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminarJae le conto lo que piensa sobre el accidente y el piensa lo mismo Ryu Jin esta mintiendo y el definitivamente tuvo al que ver con el asalto.
ResponderEliminarLos padres y el hermano de Jae son unos deagraciados,en vez de que apoyen a Jae que es su hijo apoyan al desgraciado de ryu jin.
Es cierto lo que dice Yunho Jae necesita que el sienta que el puede defenderse solo y no estar reprimido como siempre por sus padres.
Jae aunque lo niegue le encanta Yunho y solo le falta saltarle encima y Yunho ni se diga.
Ya quiero saber que pasara cuando al fin ya deje su sequia.
YA ESTAN LOS DOS MAS Q ENAMORADOS SOLO Q NINGUNO LO SABE.DEBE DE SER DOLOROSO TENER PADRES ASI PERO JAE ES FUERTE Y YUN VA A ESTAR AHI PARA EL MUERO POR SABER LA REACCION DE LOS PAPAS DE JAE AL SABER LA VERDAD DEL ACCIDENTE ACTUARAN COMO PADRES O SERA MAS IMPORTANTE EL TRABAJO Y EL PRESTIGIO DE SUS CARRERAS SOLO DE PENSARLO SE ME ESTRUJA EL CORAZON.HABRA Q ESPERAR PERO COMO DIJE JAE ES FUERTE.GRACIAS POR TODO Y POR ACTUALIZAR
ResponderEliminarSegún Yunho no se quiere meter tanto en la vida de Jae siguiendo solo sus reglar o condiciones para su relación, pero para su buena suerte no puede dejar de hacerlo y cada vez de involucra más en ello.
ResponderEliminarGracias!!!
Ahhh hasta yo me erice jajajajaja darle control a Jae .. eso es bueno... Ojalá recuerde lo que pasó
ResponderEliminarYunho está enamorado de Jae, solo que no se da cuenta! Y jae también , pero tiene miedo y poca autoestima por culpa de su familia! Ojalá yunho le haga entrar en razón jeje, para que se de cuenta que es jodidamente hermoso y muy capaz
ResponderEliminarLos dos están comenzaron a jugar con fuego, los dos tienen historias y traumas que resolver. Sin darse cuenta se complementan y alfinal podrian ser la salvación de cada uno.
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