La proposición

Capítulo 10

Jae estaba enojado, avergonzado y herido. Cuando había dejado su trabajo en SIRIX, un trabajo que, francamente, aguantaba, le había causado una enorme desavenencia. Sus padres le cortaron todo beneficio económico.

SIRIX era el núcleo de su familia. El centro. El corazón. El motor que les conducía. La compañía era el legado de la brillantez de sus padres.

Se suponía que sus dos hijos eran parte de ese plan.

Changmin había salido según lo previsto. Inteligente como ellos, amante de la ciencia y obediente, conformista.

Jaejoong lo había intentado. Dios, lo había intentado.

Pero había nacido con una inteligencia promedio y pasión limitada por la ciencia. Sus padres habían utilizado su amor por la repostería para motivarle a lograr su título de química. Había pasado todo el tiempo, tratando de ser lo que ellos querían.

Tratando solamente de ser amado. Pero simplemente no era suficiente bueno para ellos. Nunca era inteligente o con los logros suficientes.

Así que ¿por qué se pensaba que era lo suficientemente bueno para Yunho?

Yunho conocía a su padre, había sabido evidentemente sobre SIRIX y nunca lo mencionó.

Levantó la vista, dándose cuenta de la ira creciente que se extendía sobre los rasgos de Yunho.

Sus anchos hombros se alzaron bajo la chaqueta, el color invadió sus mejillas y sus ojos se volvieron feroces.

Yunho envolvió las manos alrededor de sus brazos antes de que se diese cuenta que se había movido.

—¿Crees que te estoy usando, Jaejoong?

La energía inundó sus venas. Mientras que su familia parecía succionar sus huesos hasta la médula, Yunho le llenó de una voluntad de lucha.

¿Sobre su pregunta? Tal vez fuese ingenuo, pero quería creer que Yunho se sentía atraído por él. Sólo por él.

—No.

—¿Qué quiero?

Sabía que sus padres y Ryu Jin le apoyaban. Incluso había oído a su padre hablar bruscamente algo acerca de que Yunho alejase sus manos de él.

Pero se concentró en el hombre que tenía frente a él. Su virilidad cantó a través de su sangre. Electrizado por Yunho, respondió:

—Yo y mis pasteles de limón.

Un lado de su boca se arqueó hacia arriba.

—Tú haces excelentes pasteles.

Su padre apareció a su lado.

—Yunho, no maltrates a mi hijo en mi casa.

La preocupación y la frustración crecían en la mirada de su papá.

Jaejoong trató de tranquilizarle.

—No me está lastimando.

—Te agarró.

Yunho enlazó su brazo alrededor de él.

—Sea muy cuidadoso de lo que me acusa, Dr. Kim. Nunca he hecho daño a un hombre delicado en mi vida.

Yunho manifestaba un verdadero sentimiento en sus palabras. Le había protegido de asaltantes, incluso insistió en acompañarle hasta su coche desde el gimnasio. ¿Qué había sucedido en la vida de Yunho para tener incorporada una vena protectora hacia los hombres como Jaejoong?

—Jaejoongie —dijo su padre—. Nosotros somos tu familia. Estamos tratando de proteger y cuidar de ti.

Cuidar de él. Jaejoongie se volvió para mirarle. Esto era lo que había sucedido desde el día del ataque.

O tal vez siempre ha sido así y había sido demasiado estúpido para darse cuenta de ello.

—De verdad crees que soy incapaz de cuidar de mí mismo, ¿no?

Ellos le habían empujado hacia Ryu Jin desde el principio, poniéndole en su programa de investigación, deseando que saliese y se casase con él. Así podría cuidar de él. Debido a que él no iba a ascender a mucho por su cuenta. Su rostro se contorsionó, en una mueca de dolor antes de endurecerse resueltamente.

—Tuviste una lesión en la cabeza. Pérdida de memoria.

—He tenido una conmoción cerebral. No una lobotomía.

Eso dolió más de lo que podía soportar.

—Yo no cambié, papá. Simplemente dejé de fingir. —Se apartó del brazo de Yunho y se dirigió directamente a través de la casa saliendo del área.

Yunho le alcanzó.

—¿Quieres salir?

Jaejoong se detuvo en el bar y enfrentó a Yunho.

—No. Quiero una copa. — Jaejoong no estaba huyendo, maldita sea.

* * * *

Para su sorpresa, Jaejoong terminó disfrutando de la cena que los camareros habían hecho y estaban ahora limpiando eficientemente mientras más camareros repartían champagne. Incluso las dos mujeres que estaban a la derecha de Yunho tratando de conseguir su atención, no le estaban molestando.

Sobre todo porque Yunho tenía su mano en el respaldo de la silla, jugando con su cabello y escuchándole mientras charlaba con la gente.

Una gran parte de su felicidad fue volver a conectar con su vieja amiga Ji Hyo Song. Habían trabajado juntos en SIRIX. Jaejoong sonrió mientras Ji Hyo contaba la historia de tratar de hornear un pastel para el cumpleaños de su novio de entonces.

—Jaejoong me salvo, por supuesto —Ji Hyo reía— Él vino y permaneció despierto hasta las dos de la mañana haciendo la tarta perfecta. Me dejó tomar el crédito.

El esposo de Ji Hyo se inclinó alrededor de su esposa.

—Ella confesó antes de que pudiera apagar las velas. Ahora compra todos nuestros postres en Sugar Dancer.

Haciendo una revelación completa, Jaejoong dijo:

—Ji Hyo cubrió mi trasero en el laboratorio más de una vez. Detestaba analizar los resultados y escribir los informes. Se lo debía.

Odiaba ese trabajo completamente.

La orquesta dejó de tocar y todo el mundo se volvió hacia Changmin levantándose con su prometido. Una vez que tuvieron la atención de todos.

Entonces Changmin presentó los que había elegido para ser sus padrinos de boda seguidos por su padrino principal, el Dr. Ryu Jin Lim.

Un tirón en el cabello le dijo que Yunho había estado apretando sus dedos alrededor de la hebra con la cual había estado jugando.

Jaejoong le ignoró.

Ryu Jin tenía más estatus que él en su propia familia. Debido a que tenía más que ofrecer a SIRIX, sus padres favorecían a su primogénito. Eso era cierto. Pero también una gran desilusión para él.

Especialmente su madre. Mientras era un niño pequeño, observando a su madre prepararse para el trabajo, Jaejoong había querido ser como él.

Entonces vino la escuela y la realidad. Y la creciente decepción de su madre mientras Hye Ok se daba cuenta de que su hijo no era brillante.

—¿Jaejoong?

La voz de Ji Hyo le sacudió de sus pensamientos.

—¿Qué?

Los ojos color avellana de su amiga crepitaban con ira.

—¿No te molesta que tu hermano siga siendo amigo de tu ex?

Sí. Trató de descartar el asunto con un gesto con la mano.

—Tú conoces a Changmin. Evita todos los conflictos. —Él vertió toda su energía en su amor por la ciencia. Aunque, Changmin se había ahogado con cada mezcla seca y de mal sabor que él había horneado, había alabado sus mejoras, comprado sus libros de pastelería y videos…

Si bien le había tratado como su hermanito, nunca le había tratado como estúpido o deficiente.

—Sí, bueno. —Ji Hyo se dejó caer en su asiento y murmuró—: Podría elegir mejores amigos que el Dr. Lim.

Jaejoong había extrañado a su amiga.

—Cállate. Tú trabajas para Ryu Jin.

Ella se volvió hacia Jaejoong.

—Me alegré cuando lo dejaste. —Echando un vistazo a Yunho, Ji Hyo sonrió— Tu gusto ha mejorado.

La mano de Yunho se deslizó hasta su nuca, grande y cálida.

—Escucha a tu amiga Jaejoong. Me gusta.

Puso los ojos en blanco.

—No alimentes su ego. Su cabeza es suficientemente grande.

Ji Hyo le tocó el hombro.

—Jaejoong, todos debemos salir alguna vez. Cita doble, si a los dos no os importa salir con un matrimonio casado hace mucho tiempo.

Jaejoong se quedó inmóvil, sin saber qué decir. Yunho no salía en citas, lo había dejado claro. No iban a cenar con otra pareja. No importaba el hecho de que Jaejoong había dejado de ver a todos sus viejos amigos cuando los ataques de pánico habían abrumado su vida.

—Suena divertido —dijo vagamente, luego agarró su bolso de la mesa y se levantó— Voy al baño.

Yunho se levantó.

—Iré contigo.

No quería escucharle recordándole que tuvieron un acuerdo. Jaejoong forzó una sonrisa.

—No seas tonto. Estoy bien. —Se alejó.

Una vez en la casa, subió a su antigua habitación. El cuarto de baño adjunto se había reforzado con barras en la bañera de hidromasaje para cuando se había estado recuperando.

Sus padres se habían ocupado de él después del ataque, habían hecho todo lo posible por él. Especialmente su padre.

En un primer momento él se había consumido con la acción, consultar médicos, la contratación de contratistas para adaptar su dormitorio... Pero al final se quedó sin cosas que hacer. La ira comenzó a arraigarse en él. No podía arreglar a su hijo, no podía controlar lo que había sucedido.

Entonces trató de controlar todo lo de Jaejoong. En la cabeza de su padre, Jaejoong había estado persiguiendo su amor por la pastelería, cuando fue herido.

No importa que Ryu Jin estuviera allí, Jin Mo creía que habría sido peor si Ryu Jin no hubiera estado allí. Los temores no tenían que ser racionales, lo sabía. Algunos dirían que era irracional. No importa, no podía hacerlo.

Lo mismo sucedía con su padre. Él creía que estaría seguro si se casaba con Ryu Jin y trabajara en SIRIX.

En su lugar, había roto con Ryu Jin, dejó la empresa y compró una panadería.

Jaejoong no podía ser lo que querían. Y no podían aceptarle tal como era. La brecha fue haciéndose más amplia.

Suspiró y terminó en el baño y salió.

Entonces se congeló.

—Ryu Jin, ¿qué estás haciendo en mi habitación?

Estaba sentado en el borde de la cama, con las manos cruzadas sobre sus pantalones oscuros.

—Quiero ayudarte. Mira, Jaejoongie, sé que hemos terminado. Ya han pasado más de cinco años, lo entiendo. —Dejando caer su mirada, añadió—: Tal vez sea lo mejor.

Jaejoong se suavizó, viendo al hombre que había respetado. Nada en la vida había sido fácil para Ryu Jin. Sus padres tenían una pequeña tienda de ropa vintage, apenas llegaban a fin de mes.

Ellos eran agradables, pero confundidos por su hijo inteligente superando los limites. Ryu Jin ganó becas, sacó préstamos y se abrió paso a un doctorado en neurociencia. Había sido su ardiente pasión por su trabajo lo que él había amado. Se apoyó contra la jamba de la puerta.

—Me alegro de que lo veas de ese modo.

Se puso de pie.

—Dime lo que recuerdas y voy a tratar de ayudarte. Darle contexto. Tal vez entonces te darás cuenta de que no estoy mintiendo.

La duda se cernió sobre Jaejoong.

Habían estado en este camino antes, ¿por qué sería hoy diferente? Un débil zumbido comenzó, pero respiró lentamente para mantener el control.

Habían llegado tan lejos con él diciendo que él sabía que habían terminado, estaba dispuesto a intentarlo.

—Alguien sabía tu nombre. Te llamó Dr. Lim.

Él se estremeció ligeramente, movió una mano para frotarse el cuello y sacudió la cabeza.

—Oh, Jaejoongie, estás mezclando eso. Eso fueron los policías que llamé, se estaban dirigiendo a mí como Dr. Lim.

La decepción luchó con su antigua ira. Nada había cambiado, le estaba dando las mismas viejas respuestas.

—Tú te frotas el cuello o tiras de tu oreja cuando estás estresado o mintiendo.

Había tratado de darle una oportunidad para decirle lo que había sucedido esa noche, pero era inútil, por lo que se dirigió a la puerta.

Ryu Jin le tomó del brazo.

—No estoy mintiendo, estoy tratando de ayudarte. ¿Qué más recuerdas? —Su ojo izquierdo se contrajo—. Tienes que decírmelo, maldita sea. — Ryu Jin estaba demasiado cerca. El fuerte olor de su colonia le ahogó, mientras su agarre le tenía atrapado.

El ruido en su cabeza se amplificó, salpicado de palabras:

Consecuencias.

Dios, ¡para!

—Déjame ir —le salió demasiado fino, suave. Jaejoong luchaba por liberarse. Cada segundo que pasaba se erigía una ola de pánico que crecía delante de él, dispuesto a consumirle.

Ryu Jin apretó sus dedos.

—Tú no entiendes lo que estas suscitando con tu…

—Suéltalo. Ahora.

Yunho se aproximó a ellos, respirando pura amenaza. Sus ojos brillaban.

El pulgar de Ryu Jin presionó su brazo.

—Esto es entre Jaejoongie y yo.

Yunho agarró la mano de Ryu Jin que presionaba el brazo de Jaejoongie e hizo algo que Jaejoong no pudo ver.

Ryu Jin gritó, dejándose ir y se tambaleó hacia atrás, agarrando su mano.

Jaejoong se quedó inmóvil, tratando de llevar aire a sus pulmones congelados.

Yunho tomó su barbilla, inclinándolo hacia arriba.

—Mírame. Estás bien. Sólo respira. No voy a permitir que él esté cerca de ti.

Frotó su brazo con suaves y cuidadosos golpecitos.

Jaejoong miró a su cara, necesitando el ancla. Su calor corporal se filtró en su entumecimiento.

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Katherine Miranda. Pues si me tardo pero espero no mucho y gracias por esperarme pero estoy muy atenta a los comentarios y feliz de que me sigas, y la verdad esta historia me gusto bastante, es un Yunho fuerte pero también celoso y protector, me encanto este personaje.

Adara. Si realmente se ve la evolución de Jae gracias a Yunho, le hace ganar muchas fuerza. Ay pero porque no quieren jajaja dejense conocer, bueno al menos me emociona saber que me leen y les gusta, y cualquier cosa ya saben ando al pendiente. Muchas gracias por comentarme.

Ginny Salazar. Yo soy muy angst cuando escribo así que trato de adaptar lo contrario a lo que yo se, así que ojala te sigan gustando. Pues si la verdad es que es complicada la situación de Jae pero Yunho lo ayudara bastantisimo.

Yunho Kim. si la verdad es que Ryu Jin tiene mucho que ver en lo que le pasa a Jae, y me gustaria contar mas pero entonces ya no me leerias jajaja. Ay amiga Fer eres rete linda aquí seguiré dando lo mejor y todo lo pueda de mi. 

cha yun. Si realmente es raro ver padres asi pero los hay. Aquí de nuevo actualizando, ojalá lo disfrutes.