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El Oportunista


Capítulo 12

 

 

Presente

 

 — ¿Hace como veinte grados afuera? —tiemblo y froto mis brazos.

Es nuestro último día y una bola de terror se ha establecido en un lugar en mi estómago.

—Prueba cincuenta —dice entregándome un vaso de café.

Frunzo el ceño y voy dentro a hacer la maleta. Estoy doblando ropa cuando escucho su voz.

—Jaejoong, tenemos que hablar —miro con recelo sobre mis hombros.

Él está girando el anillo de su pulgar, siempre es una mala señal.

Suspiro.

¿Esto tiene que ver con el teléfono? me pregunto.

—Seguro. —Estoy balanceándome al borde del desastre, y puedo sentir nuestro tiempo deslizándose de mis dedos como arena. Recuerdo la advertencia del espeluznante violador fuera de la tienda de música; Deberías llegar a casa antes de  que sea demasiado tarde. El cielo esta rojo de problemas. Rojo, rojo, rojo… como el pelo de Luhan.

Lo sigo afuera, mi café sigue en mi mano. Se inclina sobre el capó de su coche.

— ¿Qué pasa? —intento estar calmado cuando camino a su lado.

— ¿Qué es lo que está pasando aquí, Jaejoong? ¿Qué es lo que estamos haciendo?

—Campamento  —declaro, por lo que no me da ni siquiera una media sonrisa.

¿Qué es lo que quiere decir? ¿Qué es seguro?

—Estamos… no sé Yunho. ¿Qué es lo que quieres decir?

Sacude su cabeza. Luce decepcionado. ¿Se supone que yo lo diga todo? Antes de que yo pueda abrir mi boca, me espeta.

— ¿No puedes pensar en nada que decir? —pregunta.

Agito mi cabeza. ¿Por qué lo que siempre hago es mentir? De verdad, es como una enfermedad.

—Correcto entonces… —él hace lo inesperado, en lugar de presionarme más, comienza empacando nuestras cosas, sacos de dormir, ropa, encurtidos. Todos son lanzadas dentro del auto, uno por uno, de dos en dos, y todo lo que puedo hacer es mirar con la boca abierta. Pero entonces, ¿qué podría decir yo? Quiero estar contigo Yunho. Estos pocos días han sido una clase de sueño. Te amo más cada segundo que estoy contigo.

Estoy en una esquina. Acepto a regañadientes entrar en el auto y meto mis manos frías debajo de mis axilas. Yunho pone la música todo el camino ignorándome. Estoy tan enojado. Me pongo a pensar en las cosas que pude haber dicho para molestarlo, pero era demasiado gallina para contratacarlo. El viejo Yunho tenía un temperamento acalorado, y si este chico había heredado eso, yo no quería averiguarlo.

Las colinas se volvieron planicie.

Bajo el volumen mientras salíamos, giro mi cuerpo hasta que estoy a mitad frente a él.

—Yunho…háblame.

Veo un músculo contraerse en su mandíbula, pero no obtengo nada.

—Por favor… habla conmigo —pruebo. Esto va a ser más difícil de lo que esperaba. Nueva táctica.

— ¿Por qué estás tan sensible? ¿Yo no digo lo que quieres escuchar y ahora estás de mal humor? —Eso lo hace.

Él toma la salida, cambia de dirección a la derecha en el último minuto. Puedo oír gruñidos de Pickles en el asiento trasero.

Estamos en medio de la nada y sólo hay árboles en el camino rodeándonos. Yunho se acerca a las puertas y mira lo que parece un estacionamiento. Sólo hay tres espacios para estacionar y todos ellos están desiertos. Empuja el freno. Este lugar es realmente espeluznante. Yo me muevo nerviosamente y miro su rostro.

— ¿Qué estamos haciendo? —pregunta otra vez.

—Yo… —miro fuera de la ventana desesperado por escapar.

Está intentando hacerme hablar de mis sentimientos, algo que no puedo hacer con todas las mentiras. A pesar de mi miedo a la oscuridad, salto fuera del coche.

— ¿A dónde vas? —pregunta él, abriendo su puerta y siguiendo mi ejemplo. Antes de que cierre la puerta, camina alrededor de donde estoy y me acorrala. Yo trate de empujarlo para pasarlo, pero él me presiona contra la puerta con su cuerpo y pone ambas manos a ambos lados de mi cabeza. Estamos nariz con nariz, como si estuviera furioso conmigo.

— ¿Qué. Estamos. Haciendo? —él exige.

Me retuerzo pero no hay ningún sitio a donde ir. Pongo mis dos manos sobre su pecho.

¿Por qué está tratando de sacarme esto de todas formas? Yo juro que es el viejo Yunho, no el gentil pequeño adulador que ha sido.

—Bueno, está bien. Pero, tienes que salir de mi espacio personal…

Retrocede unos pocos centímetros y yo uso la oportunidad de pasar bajo el brazo. Ignoro sus llamadas y me concentro en poner un pie delante del otro. Me estoy dirigiendo a la completa oscuridad, pero me parece mejor que la alternativa. Necesito pensar por un minuto. Camino hasta que no puedo escuchar más el zumbido de la carretera. Estoy en el bosque… no, estoy en un huerto de naranjos. Reconozco las fragantes flores blancas que atraviesan los árboles. Huelen como Yunho, por  supuesto, ¿por qué todo lo que está en mi maldita vida ha sido acerca de Yunho? Golpeo un árbol. Puedo oír pies moviéndose en la tierra detrás de mí, así que me detengo. Tal vez, puedo decirle todo ahora, entonces levanto los hombros y me preparo para luchar.

Yunho sale de la oscuridad como un hermoso fantasma. Cuando me ve, se detiene. Nos miramos fijamente uno al otro y, a luego, cruza los brazos sobre el pecho.

— ¿Qué es lo que estamos haciendo? — Repito la pregunta—. Estoy tratando de escapar de mi miserable vida solitaria. Yo… —Tomo un respiro antes de continuar—. Yo soy un mentiroso y una mala persona. Te he mentido a ti, yo…

Le lleva tres segundos para llegar a donde estoy. Me escucho jadear cuando el atraviesa los árboles. Él está a centímetros de mi cara, sus brazos apoyados en el tronco para bloquear mi vía de escape.

—Detente —dice—. Solo detente.

Miro a sus y luego a lo lejos. ¿Por qué él está haciendo todo tan difícil? Sólo quiero dejarlo salir ya…

—Mírame —exige.

Yo lo hago.

—Estás  dando excusas y jugando juegos conmigo —dice.

—No. Yo…

—Sí. Lo. Haces. No me importa lo que has hecho. Solo dime cómo te sientes.

Está tan enfadado, me encojo de nuevo contra el árbol hasta que siento la corteza cavando mi espalda. Él quiere una respuesta honesta, pero estoy seguro de que tienes que ser una persona honesta para dar una. Lamo mis labios, pensando... pensando. Tengo un millón de pensamientos en un día y todos ellos son de Yunho. Todo lo que tengo que hacer es hacerlo salir de mi boca.

—Quiero que me beses.

Él no luce sorprendido.

— ¿Qué más?

Sus labios… todo lo que puedo ver son sus labios, tan completos y sensuales. Mi respiración es vergonzosamente rápida. Si tan sólo se inclinara un poco más, nuestros labios se tocarían. Sin embargo, sé por años de experiencia que él no me da lo que quiero, hasta que le doy lo que quiere.

Mi obstinación entra. Giro mi cabeza a un lado. La vuelve con uno de sus dedos.

—Jaejoong... —advierte. Sus ojos están perforando mi cabeza. Puedo sentir el calor de su pecho debajo de mis dedos, y sé que su corazón está latiendo rápido como el mío—. Dilo, Jaejoong. Por una vez, maldita sea, dilo. —Él está mirando mis labios, esperando. Pienso en mentir. No me gusta en lo que se ha convertido. Me sentía muy cómodo jugando juegos.

—Quiero… que tu… —busco la palabra y no la encuentro—. ¿Puedes sólo besarme primero y luego veremos cómo me siento?

El hace esa cosa de poner su lengua entre sus dientes. Mira a mi boca como considerándolo. Casi me desplomo en el lugar.

Él mueve sus manos, descansando un antebrazo en el árbol por encima de mi cabeza y pone el otro alrededor de mi cintura.

Estamos cara a cara con nuestras frentes tocándose. Mi respiración es rápida, mi pecho jadeante con anticipación. Yo soy un cliché; mariposas, hormigueo y calor a través de mí y un potente deseo que nunca experimente.

Tengo los dos puños en su camiseta, y los aprieto más.

— ¿Qué estás esperando?

¡Jugador, amante de pelirrojos, necio!

Reduce sus ojos y quiero besar las arrugas que aparecen en sus esquinas. Su voz es chirriante y expuesta cuando habla.

—Si te beso, yo no voy a parar.

Cerré los ojos. Se trata de una amenaza, pero una de las buenas.

—Yo no voy a pedirte que pares. —Susurro contra sus labios.

Al momento que siento que sus labios rozan los míos me quiero morir. El muerde mi labio inferior y se aleja. Mis manos salen de su pecho y se envuelven alrededor de su cuello.

—Tu dijiste no juegos.

Él sonríe contra mi boca. Yo estoy de puntillas, presionándolo contra cada pulgada de él. Un suave beso… dos… otro mordisco; sus besos son demasiado, como su personalidad. Él juega demasiado, alternando entre rápido y lento, duro y suave. Solo me estoy acostumbrando a su ritmo cuando su lengua se desliza en mi boca. Hice un embarazoso ruido de jadeo. Él sonríe una vez más, y es tan sexy que le doy un beso más intenso.

Unos pocos más besos ligeros y luego viene a mí con toda su fuerza. Nuestras bocas se aplastan como dos furiosas nubes de truenos. Sus manos se mueven de mi abdomen.

Comienzo a atacar en respuesta porque estoy trastornado también. Lo beso por todo  el tiempo que nunca tuve la oportunidad de besarlo, y por el tiempo que él estuvo besando a Luhan en vez de a mí. Lo beso porque arruiné todo y podría haber tenido  esto cada día. Se separa para besar el punto más sensible a la altura de mi cuello.

—Jaejoong —me dice al oído. Me estremezco con el tono de su voz. Cuando su voz es así de baja, sé que él habla en serio. Ambos estamos respirando con dificultad.

— ¿Me amas?

Me congelo. Un escalofrío recorre mi columna vertebral. Agarra mi barbilla, y la levanta.

Sé que si yo no le respondo, se ira lejos. Yo quiero ser honesto con él; decirle lo mucho que lo he amado, y por qué lo amo, pero todo lo que puedo conseguir   es un débil.

— Sí —en un susurro.

—Dilo —dice Yunho.

Aprieto los dientes.

Me sacude.

—Dilo.

¿Cómo sabe que es lo que tengo que decir?

—Te amo —le grito.

Luce como si lo hubiera abofeteado. Ahora estoy jodidamente loco. Alcanzo su cintura y suelto el botón de sus vaqueros. Él no esperaba eso.

Él está congelado. Su cuerpo tenso. Le doy el beso y pruebo derretir su resistencia. Funciona, y viene a mí como una inundación. Él se separa de mis labios para despegar su camisa y, a continuación, se vuelve tan rápidamente que apenas tengo tiempo para respirar.

Vacilante, llevo mis manos para tocarlo. Sus músculos tensos bajo mis dedos. Es tan hermoso, anchos hombros, estrecha cintura. Pongo mis manos lejos, inseguro de mí mismo. Yunho agarra mis muñecas para que mis manos toquen su piel. Es experto y yo soy novato; es tan claro para nosotros. El me sobrepasa, controlando el momento. Desliza mi camisa sobre mi cabeza, besa mis hombros. Salgo de mi pantalón.

Me empuja hacia atrás.

Entonces, él me mira. Estoy muy avergonzado, es un salvaje y masculino momento y lo dejo porque nunca lo había hecho antes. Siento que estoy expuesto al mundo. Yo nunca dejo que nadie me vea desnudo.

Cuando él tuvo suficiente me arrastra hacia él.

—Dios, Jaejoong —dice a mi cuello.

Estoy sonrojado. No sé qué quiere decir. Lo empujo hacia atrás para mirar su rostro. Sus ojos han cambiado. No hay calma ni risa ya.  Puedo ver urgencia y lujuria. Tengo miedo de este momento.

Él me carga en un movimiento elegante y siento la fresca hierba debajo de mi espalda. Puedo oler las flores de naranja en el aire. Me acurruco a su alrededor, esperando.

Se toma su tiempo relajándome. Nuestros ojos no se apartan; cada vez más anchos con cada centímetro. Yo no sabía que se sentía como esto. Quiero gemir. Quiero clavar mis uñas en su espalda y envolver mis piernas alrededor de él, pero ahora estoy demasiado orgulloso para hacer cualquiera de estas cosas. Mira mi cara en fascinación. Él está buscando una reacción. Pero mi reacción esta toda dentro donde él no puede verlo… donde estoy escondiéndolo.

Él se mueve, entonces. Lame en mi labio inferior. Él se ríe en mi boca. Empujo mi cabeza hacia atrás para mirarlo.

—Tú eres ese tipo de chico.

No sé qué quiere decir. No estoy seguro de sí me interesa… se siente tan bien. Agarra mis muñecas, las pasa por encima de mi cabeza.

—Relaja las piernas.

Por primera vez en mi vida hago lo que me dicen. De repente se siente aún mejor. Yo presiono mis labios y volteo mi cabeza hacia un lado para ocultar mi cara de él. Dirige los dientes a mi oreja y se me pone la piel de gallina.

—Mírame. —Su voz es áspera. Lo miro. Él se mueve más duro. Mi aliento se detiene. Más duro… y estoy respirando como si estuviera corriendo una maratón.

—Te sientes tan bien.

Eso me hace ceder. Algo así como un gemido se pierde en su clavícula mientras presiono mi cara contra su pecho. Cuando miro hacia arriba tenía un Eureka en su rostro.

— ¿Así es como te hago gemir?

Después dice realmente cosas sucias en mi oído. Él ha encontrado mi debilidad. Hago sonidos que voy a lamentar hasta el día de mi muerte.

Me siento a mí mismo escalando, pero no quiero que sea el fin. Él está en control total y absoluto de mi mente y cuerpo. No me gusta la sensación de no estar en control. Cuando inclina su cabeza en mi hombro, aprovecho la oportunidad para dar la vuelta y estar encima de él. Él me permite dirigir nuestros movimientos por unos pocos minutos antes de asumir el control de mis caderas. Dos pueden jugar a este juego. Me inclino a decir algo en su oído.

—Más duro Yunho… y no lo saques… —Sus ojos se cierran y sus dedos excavan en mis muslos. Siento una ligera victoria hasta que me voltea a mi espalda.

—No estaba planeando eso. —Mi orgasmo se enfatiza.

No hago ningún sonido.

 

* * *

 

No hablamos en el regreso a casa. Yunho me ayuda a limpiar el desorden en mi apartamento. Diez gigantes bolsas de basura con los restos de lo que fuera mi vida rota, recogiendo platos y vasos en una sola y jirones de mi ropa en otro.

Trabajamos en silencio con la radio tocando suavemente en el fondo. Sigo haciendo una pausa en el medio de lo que estoy haciendo para pensar en lo que sucedió en el huerto de naranjos.

Pruebo el sabor salado de mis lágrimas en los labios cuando levanto mi foto de Thomas Barbey de su bastidor agrietado. Es sólo una pintura, pero aun así, es mía, y me encantaba. Antes de que pueda arrugarla, Yunho lo rescata de mis manos, y lo pone a un lado.

—Podemos arreglarla  —dice pasando un dedo por mi mandíbula.

Cuando encuentro la antigua figura de porcelana de mi abuela yaciendo en pedazos en el suelo, me encierro en el baño a llorar. Yunho detectando la importancia de la pieza hecha a mano de la pastora me deja ser, y discretamente dispone todo a un lado  menos su rostro, que milagrosamente quedó intacto. La encuentro más tarde,  envuelta en papel de seda y escondida en una caja de apenas algunos elementos rescatados que él piensa que me gustaría conservar. Cuando todo lo que solía ser mío está en diez bolsas de basura en la puerta, Yunho me abraza y se va. Me apoyo contra la ventana con vista al estacionamiento y lo observo caminar a su auto. Siento una soledad tan violenta que mis pulmones se cierran. Pongo mis dos manos en mis cienes y presiono. No puedo hacer esto. No puedo mentir más. Él es demasiado bueno. No merece la maldad, merece escuchar la verdad de mí, no de Luhan. Corro hacia la puerta y la abro.

— ¡Yunho espera!

Casi está en su automóvil cuando se detiene y se da la vuelta.

Corro hacia él, no me importa estar usando una vieja camiseta de fútbol y me lanzo alrededor de él.

—Siento haber sido un horrible persona —digo presionando mi rostro contra su pecho—. Lo siento tanto.

— ¿De qué estás hablando? — agarra mi barbilla levantando mi cara para mirarlo—. Eres una buena persona."

—No, no lo soy —agito mi cabeza violentamente de un lado a otro—. Soy perverso. — Él sonríe acariciando mi espalda como si fuera un niño. Luego se inclina hacia abajo y siento sus labios en mi cuello. Me besa suavemente, íntimamente.

— ¿Por qué sigues diciendo eso de ti mismo? —se ríe levemente—. Me gustas mucho, Desesperado Perverso. —Sus pies comienzan a moverse en sintonía con alguna canción silenciosa y lo sigo. Soy consciente del aire de mis piernas al descubierto, del calor de sus manos en mi espalda y atadas a través de mis dedos. —Eso es todo lo que me  importa Jaejoong.

—Cambiarás de parecer —le digo—. Cuando tu… te des cuenta de quién soy.

—Yo sé quién eres.

Sacudo con la cabeza las inevitables lágrimas  debajo de mis párpados.

—Tú no sabes nada.

—Yo sé todo lo que necesito saber.

Silencio.

Entonces cierro mi boca y me trago mi confesión….otra vez. Puedo sentir la verdad presionando fuertemente contra el tiempo. Pero, ahora mismo, el murmura Yellow y estamos bailando bajo el cielo, enredados una última vez. Deja que Luhan le diga. Seguiré siendo el cobarde.

Más tarde, esa noche, estoy en mi manto, y secando mi cabello con una toalla cuando escucho una fuerte golpe en mi puerta.

Lanzo la toalla a un lado, y abro la puerta de par en par, esperando ver a Yunho.

—Hola Jaejoong.

Luhan.

Él está sonriéndome de una manera casual como si fuéramos viejos amigos.

— ¿Qué demonios? — lo decía más para mí que para él, pero él lucia divertido de todos modos. Me hice a un lado para dejarlo entrar.

Él juega con su pelo, envolviendo una hebra alrededor de su dedo. Casualmente pasea por la habitación.

—Limpiaste.

Levanto mis cejas, aburrido. Si él venia por pelea no estaba interesado.

— ¿Y bien? —le dije—. ¿Qué quieres?”

—Oh, estoy aquí para hacer un trato contigo —él parecía esperar expectante, reduciendo sus ojos.

Él apesta a un costoso perfume y ropa nueva. Miro como pone ligeramente el brazo sobre  mi sofá como si fuera demasiado bueno para sentarse en el.

Él parece una figurilla china en una tienda barata. Camino donde se encuentra y pongo delante de él.

—Di lo que has venido a decir y vete —demando.

Él se aclara la garganta, un delicado chirrido, y pliega sus manos en su regazo.

—Estoy seguro de que eres consciente por ahora que ciertas cosas incriminatorias  han llegado a mis manos.

—Soy consciente de que tú robaste mis fotos y cartas, sí —dije.

—Fue una medida inteligente lo que hiciste con Yunho —saca una caja de cigarrillos  de su bolso y abre la tapa—. Él me dijo que eras manipulador cuando empezamos a salir. ¡Pero guao!

Él golpeo un cigarrillo entre su palma y rueda su pulgar en  su  encendedor.  Recuerdo a Jim haciendo lo mismo. Perdí mi fascinación en el proceso.

—Eres como un mal resfriado, Jaejoong que no desaparece. Pero vas a salir y vas a dejar a mi prometido y a mí en paz.

—Él no es tu prometido como no es el mío —digo—. De hecho, hasta donde yo sé, hay un anillo de compromiso en su cajón que nunca planea poner en tu dedo. —Veo con satisfacción como el color de su rostro se va.

—Si no hubiera habido un accidente, si no hubieras estado, estaría usando ese anillo. ¿Y sabes por qué? Porque me escogió. Él te dejó y vino hacia mí. Tú eres solo su pequeña distracción. Tú no significas nada real para Yunho. — Él está jadeando, sus ojos llenos fuego como su estúpido pelo.

Siento pólvora en mis venas. Él no sabía nada de Yunho. Yo era el que él amo primero. Yo fui quien lo hirió más. Estaba atado a él por romper su corazón y por las lágrimas y el arrepentimiento y por Dios, esto era más que el lazo que él tendría con él.

—Si me ves cómo alguien sin importancia, entonces, ¿por qué estás aquí?

Él piensa acerca de ello.

—Estoy aquí para ofrecerte un escape. —Puedo ver sus labios escarlata sospechosamente, como se curvan alrededor del cigarrillo.

—Estoy escuchando.

—Si Yunho descubre cómo te has aprovechado de él… bueno, estoy seguro de que sabes lo que va a ocurrir —le da un golpecito a su cigarrillo y lanza su ceniza en mi mesa de café—.  Si tú dejas de verlo…  si desapareces, no le diré.

— ¿Tu no le dirás? —Digo divertido por su elección de infantiles palabras y pongo los ojos en blanco—. Él va a saber lo que hice cuando su memoria regrese. ¿Cuál será la diferencia si le dices ahora o lo descubre después?

—Tienes la oportunidad de alejarte por elección. Mantener cierta apariencia de integridad. Piensa en ello querido, tú vas a humillarlo cuando descubra tu pequeña mentira. Ahí habría una confrontación, lágrimas, y lo herirás, algo que tomará mucho tiempo para curarse. Me importas un bledo, es  a Yunho a quien quiero proteger.

—De alguna manera, me parece difícil creer que tu única preocupación en este tema, es Yunho —digo calmadamente.

Él se levanta dejando caer la colilla en mi alfombra y apagándolo con la punta del pie.

—Tú eres la perra egoísta Jaejoong. No hay que confundir las cosas aquí. Yo nunca haría lo que has hecho. ¡Nunca! —Sus palabras me hieren con su verdad. Incluso esta enfermedad de hombre nunca habría engañado a la persona a la que amaba. Estaba horrorizado por sus palabras,  que doy un paso amenazador hacia él.

—Cuando lo conocí, él aún estaba lidiando con el daño que le causaste —me apunta con su dedo—. Me tomó un año para hacerle ver que tú no merecías la pena. Un año. —Sisea—. ¡No eres nada más que basura y no dejare que esté cerca de ti de nuevo! ¿Me entiendes?

Lo hice. Tal vez si yo hubiera luchado por él, como él estaba haciendo, todavía estaríamos juntos.

Suspiro. Si me niego a su oferta, iría directo a él con su prueba. Seguro, podría alegar lo de irrumpir en mi apartamento y lo del chantaje, pero incluso el peso de su crimen contra el mío me dejaba en un mal lugar. Yo era diarrea y él un caso de mala digestión. Y ¿qué acerca de Yunho? Sin duda cortaría a Luhan si supiera su parte pero eso lo dejaría herido y solo. ¿Qué tipo de monstruo podría ser si lo dejaba herido… de nuevo? ¿Especialmente, sólo por el rencor hacia Luhan? Si yo desaparecía, él podría eventualmente olvidarse de mí. Él lo hizo una vez antes.

Concedo.

—Bien. Vete. —Camino hacia la puerta y la abro sin mirarlo. Quiero que se vaya, fuera de mi casa y de mi vida. No existía ninguna persona que odiara más, aparte de mí mismo. Hace una pausa en el camino y me mira a los ojos… de perra a perra.

—Yo siempre gano. — Él lanza un sobre a mis pies y camina lejos.

Cierro la puerta y la pateo. Camino de un lado a otro gritando con cada grosería que puedo pensar.
Es el momento de olvidar. Mi corazón siente que va a estallar a causa del dolor. Me deslizo hacia abajo por la pared y tiro mis rodillas a mi pecho. Tengo que salir de aquí, de este lugar, que está saturada de Yunho. ¡Esto es todo! decido. Me iré y nunca regresaré.

7 comentarios:

  1. no termino de entender que fue tan grave que Jae a echo como para que prefiera irse sin dar la cara a Yunho y poder arreglar el problema y quedarse a aun lado y ser feliz con el pues si que se aman los dos y eso lo lastimara si se queda o se va Yunho sufrirá mejor que se quede y trate de solucionar lo que sea qye lo tiene así
    Gracias

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  2. Omg😭
    Tengo muchas dudas que paso antes ??
    😭😭😭
    Pobre JJ , aunque es un cobardeeee
    Yunho lo ama tantoooo debe decirle la verdad :(
    Luhan es un manipulador bichhhh
    Muchaa gracias por el capitulo ❤

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  3. Mong! Jae a donde vas a ir! :( Luhan es una rata! Tampoco se merece a Yunho, aunque todavía no se sabe que tan malo hizo Jae para que Terminaran tan mal! Ojalá tenga solución a pesar de todo no es mala persona, :/ una cosa llevo a otra ... Gracias por compartir

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  4. Dioss ya quiero saber que fue lo que Jaejoong le hizo a Yunho ...tan malo fue??

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  5. Kyaaa wuaaa jae xq no fuiste honesto buuu gracias x la actu

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  6. x dios cada capo me deja en el aire quiera saber como yunho se entero de la verdad......pero siguensiendo el mismo cobarde se va otra vez.......😞😞😞😞😞😞😞

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  7. Aun estoy en dilema que es lo que realmente hizo Jaejoong? al parecer fue algo terrible que le a hecho mucho daño a Yunho >< ...pero porque Jaejoong siempre se estanca en decir lo que piensa lo que siente porque se prohíbe aish ahora le harás caso a él enserio Jaejoong en vez de luchar capaz el destino te dio otra oportunidad aaahhhh noseee

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Thief: Capítulo 16

Capítulo 16 Presente   Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa ...