Malversación (s.):
Hacer intencionalmente algo ilegal o
moralmente incorrecto que no se tiene derecho a hacer.
Yunho
Abrí
el cajón a mi izquierda en busca de un frasco de aspirinas. No había dormido
bien en más de una semana, y estaba seguro de que en su mayoría tenía que ver
con los informes a medias que los internos me entregaban. Eso, o Jaejoong
envenenaba mi almuerzo.
Leí
su informe más reciente y gemí mientras leía sus comentarios escritos a mano: “Me
parece muy irónico que pueda darnos una asignación sobre la importancia de la
confianza y las relaciones cuando no tiene ni idea de lo que cualquiera de esas
palabras significan. PD —No "devoraste" mi miembro.”
Arranqué
la nota y la tiré a la basura, leyendo la siguiente: “¿Un caso que se trata
de un jefe tirándose a su empleado? Al menos este jefe tuvo las pelotas para
revelar su mentira y admitir que a él realmente le gustaba el chico, en lugar
de echarlo como si fuera basura. PD —Ayer el ingrediente extra en su café
fueron copos de súper pegamento derretido. Espero que le hayan gustado.”
—¿Señor
Jung? —Heechul entró en mi oficina.
—¿Sí?
—¿Quiere
que envíe su traje Armani a otra empresa de limpieza en seco? —preguntó—. Esta
es la tercera vez que le ha enviado esos pantalones. No creo que esa mancha
marrón vaya a salir.
—No,
gracias. —Suspiré—. Sólo ordena unos nuevos, por favor.
—¡Lo
haré! —Batió sus pestañas cuando se fue, y le envié inmediatamente un correo
electrónico Jaejoong.
Asunto:
Súper Pegamento.
Ya
no bebo tu puto café, pero desde que has demostrado una vez más que eres novato
en lo que respecta a la ley, voy a guardar tu nota escrita a mano por lo que
mis amigos sabrán a quién culpar por mi asesinato.
Madura.
—Yunho
Asunto:
Re: Súper Pegamento.
No
tienes amigos. Yo era el único. Y no me importa si guardas mi nota escrita a
mano porque he guardado todos tus correos electrónicos —especialmente los que dicen:
“Ven a mi oficina para que pueda comer tu miembro en mi hora del
almuerzo", o "me encanta la forma en que tu boca se ve cuando la
envuelves alrededor de mi pene".
Tu
primero.
—Jaejoong.
Empecé
a responderle, sin estar dispuesto a entregarle la última palabra, pero oí a Heechul
aclarándose la garganta.
—¿Hay
alguna otra cosa en la que pueda ayudarte? —Levanté la mirada—. Podría jurar
que acabas de salir de mi oficina.
—Se
rumorea por la firma que hoy es su cumpleaños.
—Hoy
no es mi cumpleaños.
—Eso
no es lo que me dijeron en recursos humanos.
—Recursos
humanos está lleno de mierda. —Miré la taza de café en el borde de mi
escritorio, notando que el café no era ni siquiera marrón. Era de color
naranja—. Pero hablando de recursos humanos, ¿podría hacer que le prohíban al
señor Kim tocar las máquinas de café?
—Lo
dudo. —Se acercó aún más—. Entre usted y yo, le vamos a dar una fiesta sorpresa
en la sala de descanso. Como, en este momento. Hemos estado esperando que usted
se tome un descanso, pero no lo ha hecho, así que… ¿Puede salir por un segundo?
—¿Acaba
de negarme mi petición con respecto a la máquina de café?
—Me
encargaré de ello, después de que vaya a su fiesta. —Sonrió y tomó mi mano,
pero me puse de pie por mi cuenta.
—Le
he dicho a su abuelo en múltiples ocasiones que no aprecio sus fiestas de cumpleaños
de los empleados.
Se
encogió de hombros y me llevó por el pasillo.
—Asegúrese
de lucir sorprendido. Puse mucho trabajo en esto siempre hago un esfuerzo extra
por usted.
No
hice caso de la forma en que se lamía los labios.
Abrió
la puerta, y todo el personal lanzó confeti al aire y gritó—: ¡Feliz
cumpleaños, señor Jung! —Entonces comenzaron a cantar la canción de cumpleaños,
fuera de tono y terriblemente desafinados.
Me
acerqué a las ventanas donde se había colocado un pequeño pastel blanco con
velas de color azul, y las apagué antes de que terminara la canción.
—¡Feliz
cumpleaños, Yunho! —El señor Greenwood me entregó un sobre azul—. ¿Cuántos
cumples hoy?
—Ya
que hoy no es mi cumpleaños, tengo la misma edad que ayer.
Él
se rio, todavía incapaz de entender que hablaba en serio. Sosteniendo su
estómago, hizo un gesto a uno de los internos para que nos tomara una foto.
Mientras
la cámara destellaba, vi a Jaejoong de pie en una esquina con los brazos
cruzados. Sacudía la cabeza hacia todo el mundo, y cuando sus ojos se
encontraron con los míos finalmente, frunció el ceño.
—Tengo
algo para usted—Heechul presionó una pequeña caja negra en mi mano—. Pero creo
que necesita abrirlo en un lugar privado, cuando esté solo y pensando en mí.
—Se sonrojó, alejándose.
Hice
una nota mental para tirar lo que sea que fuera a la basura. Y en vez de dejar
inmediatamente la fiesta, caminé por la habitación y les di las gracias a
todos, recordándole a cada interno que "cumpleaños" o no, las asignaciones
todavía tenían que ser entregadas al final del día.
Me
acerqué a Jaejoong con la mano extendida, pero retrocedió y se dirigió a la
antesala contigua.
—¿En
serio es tan inmaduro, señor Kim? —Lo seguí, haciéndolo girar hacia mí cuando
la puerta se cerró.
—¿En
serio eres tan cruel? —Me miró—. Me diste más trabajo que a nadie esta mañana
solo para poderme reprender delante de ellos más tarde, simplemente porque
crees que te avergoncé ante el tribunal de nuevo.
—En
realidad, tendrías que saber qué diablos hacías si querías avergonzarme ante el
tribunal. —Involuntariamente agarré sus manos, frotando mis dedos contra su
piel—. Y te di más trabajo para que no tuvieses tiempo de hacer mi café, el que
hasta esta mañana, asumí que estaba envenenando.
—¿Desde
cuándo un “escupitajo” es considerado como veneno?
—Me
debes otro puto traje —Bajé la voz—. ¿Tienes alguna idea de lo mucho…?
—No
—me
interrumpió—. ¿Tienes alguna idea de lo mucho que has cambiado? De hecho, echo
de menos el tiempo en que yo era Hero y tú eras U-know.
—¿Antes,
cuando eras un jodido mentiroso?
—Antes,
cuando me tratabas mejor—Me miró a los ojos, dedicándome una mirada de anhelo,
y mis manos fueron alrededor de su cintura, atrayéndolo hacia mí.
Tuve
mi boca sobre la de él en cuestión de segundos, besándonos como si no nos
hubiésemos visto en años, luchando por el control. Arrastré los dedos contra la
cremallera de su pantalón, sintiendo mi polla endureciéndose contra su muslo.
Se
presionó contra mi pecho y me dejó deslizar mi lengua profundamente en su boca,
pero finalmente se apartó, empujándome.
Luciendo
absolutamente indignado, se dio media vuelta y salió de la habitación.
Me
enderecé la corbata antes de seguirlo hacia la sala de la fiesta, pero él ya no
estaba allí.
—¿Vas
a cortar el pastel, Yunho? —dijo el señor Bach—. ¿O quieres que Heechul lo haga
por otro año consecutivo?
Heechul
levantó el cuchillo y me guiñó un ojo.
—Heechul
puede cortarlo —le dije—. Regresaré enseguida. —Salí y me dirigí a las oficinas
de los pasantes, caminado en línea recta hacia el cubículo de Jaejoong.
Tenía
la cara roja como un tomate y metía unas carpetas en su bolso.
—No
te di permiso para salir temprano. —Di un paso delante de él.
—No
te di permiso para tratarme como a una mierda, pero has hecho un infierno de mi
trabajo, ¿no?
—Acabas
de decir que no te trataba así cuando pensaba que tu nombre era Hero, cuando
pensaba que eras un maldito abogado.
—¿Eso
hace que tu trato hacia mí sea aceptable?
—Eso
hace que sea justificable.
Silencio.
—No
puedo seguir con esto, Yunho —Sacudió la cabeza.
—¿Eso
significa que dejarás de actuar como un niño en la corte? ¿Qué…?
—Toma.
—Me interrumpió y presionó una caja plateada contra mi pecho—. Compré esto para
ti hace unas semanas, en la época en la que Heechul planeaba tu fiesta de
cumpleaños.
—¿Escupiste
en ella?
—Debería
haberlo hecho. —Tomó su bolso y pasó junto a mí, en dirección a la salida.
Una
parte de mí en realidad quería ir tras él y hacerlo explicar qué demonios quiso
decir con eso de "no puedo seguir con esto", pero sabía que hacerlo
no tendría sentido. Hablar con él por menos de tres minutos me encendía, y tenía
que recordar por qué terminé esa "relación" en primer lugar.
Volví
a la sala de descanso y les di las gracias a los últimos internos, mirando la
foto que recursos humanos había clavado en la pared. Era un collage de mis
fotos profesionales con unas pegatinas de sombreros de cumpleaños unidos a mi
cabeza. Y habían escrito "¡Feliz cumpleaños, Yunho! ¡GBJ te quiere!"
en azul brillante.
En
realidad, mi cumpleaños era dentro de meses, en diciembre, un día que no había
celebrado en mucho tiempo. Y aunque nunca lo admitiría públicamente, como que
me gustaba un poco el hecho de que la gente de GBJ estuviera dispuesta a
celebrar mi cumpleaños fuera real o no.
—¿Cuántas
rebanadas de pastel le gustaría que envuelva para usted, señor Jung? —Heechul
me tocó el hombro.
—Tres
—dije—. Y también voy a tomar un vaso de limonada.
—No
se va a quedar para el juego: "¿Quién conoce mejor al señor Jung?"
—Ninguno
de ustedes me conoce. —Regresé a mi oficina y cerré la puerta, estableciendo
los nuevos regalos de cumpleaños en la parte superior de mi biblioteca.
El
sobre del señor Greenwood contenía una nota que decía que apreciaba mi duro
trabajo y mi dedicación a la empresa. Bajo sus palabras escritas había una
tarjeta de regalo para otra entidad multimillonaria de su familia: un campo de
golf.
Los
regalos de los internos eran todas tarjetas de centro comercial, en las cuales
rogaban por tiempo extra en sus asignaciones. Las puse todas en mi trituradora.
La
caja negra de Heechul fue la siguiente, y por mucho que quería tirarla a la
basura y nunca pensar en ella de nuevo, no pude resistirme a saber lo que me compró.
Saqué la cubierta y quité el papel, sacando un pedazo suave de seda y una nota:
Escuché
que te gusta mantener estas en tu bolsillo… Estas son las mías. PD —Me las
quité en el baño hace cinco minutos :-)
Jesús…
Enterré
su tanga en la parte inferior de mi bote de basura y rompí esa nota.
Me
quedé mirando la caja plateada de Jaejoong durante un rato, preguntándome si
debería esperar hasta más tarde para desenvolverla, pero no pude evitar rasgar
el papel.
Dentro
de la caja había un pequeño marco de fotos negro. Era artesanal bordeado con
imágenes de zapatillas de punta y escalas de derecho presionadas en hierro, y
las palabras "Hero" y "U-know" en letras blancas lisas.
La
imagen era de nosotros, una de ella yaciendo sobre mi pecho en la cama y
sonriendo a la cámara. Tenía las mejillas encendidas de color rojo como siempre
lo estaban después de tener sexo, y vestía una de mis camisetas.
Lo
recordé obligándome a tomar esa foto insistiendo en que "no la compartiría
con nadie" y que sólo la quería para sí mismo. Incluso me obligó a sonreír.
Puse
el marco boca abajo y saqué el otro objeto que había en la caja un reloj de
plata brillante con una inscripción adherida en la parte trasera:
Asunto:
Tú.
Me
gustabas como "U-know," pero te amo como Yunho.
—Jaejoong
(Hero).
***
Mi
copa de vino permanecía sin tocar en el restaurante Arbors, y las velas en la
pieza central derramaban cera sobre la mesa.
Esperaba
que mi cita llegara de un momento a otro, pero no podía dejar de mirar el reloj
que Jaejoong me dio. Claramente había pensado acerca de todas y cada una de las
partes del diseño; ningún elemento era erróneo.
Noté
dos letras en la esquina de su pantalla, y antes, a la luz del sol, me di
cuenta de que mi nombre estaba grabado en el borde de su marco.
—¿Eres
U-know? —interrumpió mis pensamientos una voz de hombre, haciéndome levantar la
mirada.
—Sí.
Me
sonrió y se sentó frente a mí.
—Espero
que no te importe, pero vengo aquí con regularidad y la camarera me preguntó si
ordenaría lo de costumbre cuando llegué. Le dije que sí.
—No
me importa en absoluto. —Un pequeño sentimiento de culpa fluyó dentro de mi
pecho, pero no fue suficiente para distraerme de conseguir lo que necesitaba
esta noche: un culo. Cuanto antes.
La
camarera colocó dos platos al vapor delante de nosotros, y miré la hora. Sólo
le daría a este hombre una hora.
—Entonces,
¿qué tipo de casos manejas normalmente? —preguntó.
—Corporativos
en su mayoría, pero también he hecho gubernamentales y de impuestos.
—Interesante.
¿Por cuánto tiempo has vivido en Daegu?
—Por
demasiado tiempo.
—¿Y
así es como operas con normalidad? —Se echó hacia atrás en su silla,
arrastrando los dedos contra su camisa transparente—. ¿Rollos de una noche?
—¿Es
un problema para ti?
—Nunca
lo es.
Alcé
una ceja y lo miré. En realidad, era bastante atractivo cabello negro, figura
curvilínea.
Dejando
los atributos físicos a un lado, parecía que teníamos mucho en común. Era un
abogado de bienes en el condado contiguo, leyó la mayor parte de los mismos
libros, y por lo que me dijo por teléfono, compartíamos un apetito sexual
comparable.
Nuestros
platos vinieron y se fueron, la conversación continuó, pero el reloj de Jaejoong
todavía tenía una parte de mi atención.
—¿Te
molesta algo? —Mi cita agitó la mano delante de mi cara—. Recuerdo que eras
mucho más hablador por teléfono.
—Estoy
bien. —Le hice señas al camarero para que me trajera la cuenta—. Sólo cansado.
—¿Demasiado
cansado para follar?
—Nunca
estoy demasiado cansado para follar.
Sonrojándose,
cruzó las piernas y se inclinó sobre la mesa.
—He
estado esperando esto toda la semana.
No
respondí. Simplemente firmé el cheque y me levanté, tendiéndole la mano.
Caminamos
por el vestíbulo del hotel, directamente hacia los ascensores.
Al
segundo en que las puertas se cerraron, presionó sus labios contra los míos y
entrelazó sus dedos en mi cabello.
—Joder—gemí
cuando una de sus manos se coló por mi cinturón.
Movió
su boca por mi cuello mientras subíamos hasta el último piso, rozando sus
dientes contra mi piel. Gimiendo, jadeó cuando lo agarré de la cintura y le
devolví el beso controlando su lengua con la mía.
Cerré
los ojos y profundicé nuestro beso mordiendo tortuosamente su labio mientras él
trataba de alejarse.
Deslizando
su rodilla entre mis piernas, desabrochó el cinturón y bajó mi cremallera.
—¿Cuánto
tiempo vamos a follar esta noche?
—Tanto
tiempo como quieras.
—Ahhhh…
—murmuró mientras acariciaba su pezón.
Las
puertas del ascensor se abrieron rápidamente, pero nuestros cuerpos
permanecieron entrelazados mientras encontrábamos el camino hasta la
habitación. Sus labios se pegaron a los míos una vez más mientras tropezábamos
por la habitación chocando con lámparas y muebles.
Él
gemía más fuerte ahora, apenas controlándose cuando lo desnude.
Sentí
sus manos en mi cintura, empujando mis pantalones hasta el suelo, y cuando mi
espalda golpeó la pared, me di cuenta de que se encontraba de rodillas frente a
mí.
Inclinándose,
pasó las manos de arriba abajo por mi polla, pidiéndome que le dijera lo mucho
que deseaba su boca sobre mí.
—No
—Negué con la cabeza cuando me di cuenta de que había estado fantaseando con Jaejoong
todo el tiempo.
—¿Ni
siquiera vas a rogar por ello? —Sonrió, acercando la cabeza.
—Detente.
—Lo agarré por el pelo, apartándolo suavemente.
—¿Pasa
algo, U-know? ¿Acaso quieres hacérmelo primero? ¿Debería ponerme en la cama o
en la silla?
No
pude entender el resto de sus preguntas; imágenes de Jaejoong nublaban mi
cerebro, invadiendo todos mis sentidos. Y cuanto más miraba a este hombre, un
hombre que no era para nada tan hermoso como Jaejoong, más sentía que mi polla
se ablandaba.
Mierda…
Me
puse los pantalones y subí la cremallera.
—Ya
no tengo ganas de follarte. Puedes irte.
—¿Disculpa?
—Contuvo la
respiración y se cruzó de brazos—. ¿Qué acabas de decir?
—Dije
que ya no tengo ganas de follar contigo —hablé lentamente—. Y que puedes irte.
Disfruta el resto de tu noche.
—¿Vas
a echarme? ¿Sólo así?
—¿Te
gustaría que reservara otra habitación para ti?
—¿Qué
pasó con el hombre que conocí online? —Se puso de pie—. ¿Fue todo una fachada?
¿Es algún tipo de juego donde invitas a salir a hombres, les dices cosas sexys
que probablemente has leído en internet, luego haces que se desnuden sabiendo
malditamente bien que no sabes cómo follar?
—Definitivamente
sé cómo follar. —Entrecerré los ojos en dirección a él—. Simplemente no tengo
ganas de follar contigo.
—No
puedo, no puedo creer—Su mandíbula cayó—. ¡Eres un jodido imbécil!
—¿Imbécil?
Sí. ¿Jodido? Desafortunadamente, no. ¿Puedes asegurarte de que la puerta esté
completamente cerrada cuando salgas?
Se
puso su ropa.
—Voy
a poner un indicador al lado de tu perfil en Date-Match. ¿Y sabes qué más?
También voy a dejar un comentario sobre nuestro encuentro. Voy a asegurarme…
—¿Normalmente
hablas cuando te vistes? —lo interrumpí y me senté en la cama—. Estoy bastante
seguro de que es algo que no requiere conversación.
Furioso,
se puso los zapatos y salió corriendo de la habitación, cerrando la puerta de
golpe detrás de él.
Esperé
hasta que escuché el sonido del ascensor y me acosté sobre el colchón. Hice mi
mejor esfuerzo para pensar en algo o alguien que no fuera Jaejoong, pero él era
todo lo que se me venía a la mente.
¿Qué
demonios está pasando?
Me
quedé mirando el techo durante otra hora, sin poder dejar de pensar en cómo se
sintió su boca contra la mía en la oficina esta mañana. Incluso si fue sólo por
unos segundos.
Necesitando
llegar al fondo de esto; saqué el teléfono de mi bolsillo y lo llamé.
—¿Hola?
—contestó al segundo timbre—. ¿Hola?
—¿Por
qué me compraste ese reloj, Jaejoong?
—¿Por
qué te importa?
—No
lo hace, pero leí la inscripción del reverso.
Silencio.
—Necesito
preguntarte algo —dije.
—Sólo
si puedo preguntarte un par de cosas primero.
—Adelante.
—¿Cómo
puede ser posible que seas tan inflexible acerca de la honestidad cuando no has
sido completamente honesto conmigo?
—He
sido completamente honesto contigo.
—Estoy
empezando a creer que tu nombre no es realmente Yunho Jung.
—Así
que, ¿sigues acechándome y buscando mi pasado en internet? ¿No tienes algún
otro pasatiempo?
—¿Quién
es JY? —Su voz se quebró—. ¿Por qué esas dos letras cuelgan por todas
tus paredes? ¿Por qué están grabadas en todos tus gemelos para camisas?
—Jaejoong…
—¿Qué
está pasando contigo y Karam? Lo vi salir de tu oficina la semana pasada y me
sonrió.
—¿Es
un mal momento para hablar?
—Sí.
—Respiraba con
dificultad—. Es un muy mal momento. ¿Por qué no cuelgas simplemente y vas al
Marriott para que puedas follar a otra persona?
—Estoy
en el Marriott, y en realidad estaba a punto de follar a alguien más.
Se
quedó en silencio durante varios segundos.
—No,
no quiero saber de ti nunca más, Yunho.
—¿Qué
acabas de decir?
—Dije
que no quiero saber de ti nunca más. Nunca me llames jodidamente de nuevo.
—Colgó.
pobre Jae se siente traicionado por el insensible de yunho espero que esto si le haga entender que lo que esta es loquito de amor por Jae y ahora yunho corra a sus brazos y no lo deje ir jamas de su lado reacciona yunho lo que haces lastima y mucho a Jae lo perderás si no haces algo pronto
ResponderEliminarGracias
Odio y amo tanto a Yunho, de verdad que es un tonto pero igual ha sufrido mucho, ojalá que en algún momento decida contarle por lo menos parte de su historia a JJ.
ResponderEliminarMe dio mucha risa su reacción frente a los regalos xd
Estoy ansiosa por la próxima actualización me encanta la historia <3
Que estés biiien
Kai.
Jae ya esta cansaso del trato que le da Yunho,primero lo quiere y luego lo bota.
ResponderEliminarComo sabra Heechul lo de las tangas???.
Que bonito regalo le dio Jae a Yunho y al parecer el ya no se lo puede sacar de la cabeza,ahora no deja de pensar en el.
Jae hablara en serio????
Esta bien que Jaejoong haga sufrir ahora a Yunho El tiene que demostrarle que el vale bastante y que el si tiene sentimientos ya es hora que Yunho se de cuenta de que ama a Jaejoong y que le cuente todo de su pasado para que Jae no este sufriendo mucho gracias por el capo esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminarES CIERTO Q EL HA SUFRIDO MUCHO PERO TIENE Q SEPARAR LAS COSAS TODAS LAS PERSONAS NO SON IGUALES Y EL ASUME Q SI LO SON ..Y JAE PAGA POR ELLO YA ES HORA Q SE DE CUENTA Q EL VERDADERO AMOR SI EXISTE ...SUERTE YUN
ResponderEliminarJae me enoja por momentos, sigue y sigue tras de Yunho
ResponderEliminarY es obvio que Yunho está coladisimo ya por Jae, pero también suele tratarlo en oportunidades mal, tampoco le promete nada a Jae, pero Jae ahí está, queriendo saber todo, siendo muy preguntón....jajaja me enoja, será porque yo no soporto a los preguntones y chismosos que intentan saber más de la vida de una misma??
Bueno continualooo porfa, está muy bueno
Pdta: Hay algo que me enferma demasiado y es los horribles padres de Jae y el insufrible Hechul, es completamente ridículo. Muchas gracias :)
Parece que al fin Jae tratará de olvidar a Yunho, el que crea que Yunho está con otro lo hizo decidir. A Jae se le está cargando muchos problemas, haber que decide hacer con todo esto.
ResponderEliminarGracias!!!