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La proposición


Capítulo 9

Anticipación a fuego lento bajó por el vientre de Yunho. Había estado viajando toda la semana y no había visto a Jaejoong desde el domingo por la noche en el gimnasio.
Cuando él abrió la puerta de su apartamento, contuvo el aliento. Quería envolver esos lazos que colgaban alrededor de su mano y tirar de él para darle un beso, pero se contuvo. Jaejoong estaba aprendiendo a confiar en él y no tenía la necesidad de ponerle las manos encima en el primer segundo en que lo veía. Esos pantalones negros delgados se aferraban a sus caderas y sus muslos no estaban ayudando a su resolución. Y entonces sus zapatos... una vez hubiera jurado que amaba a las mujeres en tacones de aguja, pero Jaejoong transformaba a los planos en sexy.
Levantando la mirada, sonrió.
—Te ves hermoso. Medio que esperaba que cancelaras, ya que tuviste una semana para pensar en ello.
—Se me pasó por la mente.
Puso su mano en su espalda, guiándole a su limusina. En contra de su palma, sus músculos trabajan más duro de lo normal para dar cabida a su pierna derecha. Acortó su paso para que sea más fácil para Jaejoong.
En la limusina, saludó con un gesto a su conductor y abrió la puerta. El suave pelo de Jaejoong le rozó el brazo como una lenta caricia sedosa. Esa sensación disparó a un llamado de alerta derecho hasta la ingle. Instalándose en el auto junto a Jaejoong, no podía recordar la última vez que un simple toque le prendió fuego.
A medida que la limusina se alejó sin problemas, Yunho reanudó su conversación.
—¿Por qué no lo cancelaste? —Estaba condenadamente contento de que no lo haya hecho, pero le dejó curioso.
Jaejoong encontró su mirada.
—Estoy tratando de averiguar por qué me siento atraído por ti.
Estiró el brazo sobre el respaldo del asiento, acariciándole el pelo.
—¿Tuviste un poco de suerte con eso? —Porque Yunho no la tuvo. Los hombres hermosos en su mundo eran comunes. Entonces, ¿qué pasaba con Jaejoong que se metió en su piel?
Infiernos, desde su beso, se había convertido en una obsesión. Ningún hombre o ninguna mujer le había llevado a una necesidad incontrolable tan rápido.
—Tal vez es sólo mi período de sequía. Tú eres un hombre muy sexual.
Lo era, pero Jaejoong había llevado su apetito a un nuevo nivel.
—¿Cuánto tiempo ha pasado para ti?
Jaejoong comenzó a alejarse.
Oh no, no iba permitir eso. Levantando la otra mano, le tomó la cara.
—No mires hacia otro lado. Mándame a la mierda si quieres, pero no mires hacia otro lado. —Le acarició sus labios con el pulgar. Quería lamerlo––. Tú decides no contestarme, pero estoy muy, muy interesado. —Su voz era ronca por la necesidad de conocer todo lo que pudiera sobre Jaejoong para poder darle tanto placer como sea posible.
Jaejoong abrió los labios. Su cálido aliento le llegó al pulgar. Tomó un esfuerzo consciente para no deslizar el dedo en la boca húmeda.
—Cinco años.
Sus entrañas se apretaron y la sangre corrió a través de Yunho.
—¿Cinco años desde que has tenido relaciones sexuales? ––Aclaró Yunho.
—Con un compañero.
Mierda, no necesitaba pensar en Jaejoong con su propia mano entre sus piernas, acariciando su miembro, tratando de llegar al orgasmo. Jadeante, por el esfuerzo, su cuerpo ruborizado y pezones duros... su miembro húmedo y palpitante. Con necesidad de liberarse.
Jesús, no iba a poder caminar.
Pero se dio cuenta de que Jaejoong estaba pensando demasiado, tal vez recordando el incidente que le había mencionado en su panadería. Yunho se recordó diciendo que había entrado en pánico durante el sexo. Mantuvo contacto con Jaejoong, alimentando una conexión muy real entre ellos.
—Tuviste un ataque de pánico la última vez que lo intentaste. Dime lo que necesito saber sobre eso.
—Fue una cosa de rebote unos meses después de que mi novio y yo nos separamos. Un tipo de la terapia física. —Cerró los ojos–– Me sentía como si estuviera siendo asfixiado cuando estaba encima de mí. Se lo dije, pero él estaba, um… en el momento y no me escuchó. Me asusté y grité.
Eso ayudó a mantener su polla bajo control, pero no disminuyó su deseo por Jaejoong ni un poco.
—¿Se sintió así cuando te besé?
Su expresión se suavizó y la tensión en su cuerpo se relajó.
—No. No fue sino hasta el final, cuando estabas tratando de asustarme.
Había estado haciendo exactamente eso, necesitaba que Jaejoong se rindiera, necesitaba demostrarle que podía confiar en él. Pero le había deseado tan condenadamente mal, que tuvo que ser Jaejoong el que le detuviera. Su disciplina habitual había desaparecido bajo el poder de su respuesta a él. Pero su atención estaba cien por ciento enfocada en Jaejoong, no se habría perdido su petición de detenerse.
—No importa lo que esté pasando, te escucharé.
—¿Cómo lo sabes?
Se inclinó. Despacio. Avanzó poco a poco hacia Jaejoong. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, dijo:
—Porque no voy a dejarme ir, bebé, hasta que te corras. Varias veces. Voy a estar prestando mucha atención.
Se tambaleó hacia Yunho, su aliento aleteó.
Había pasado cinco años sin el tacto de un hombre. Cinco. Años. Aquí le estaba confiando en que le diera ese intenso placer y que era lo suficientemente caliente como para darle una quemadura de sol. Yunho le dijo:
—Tú me vas a mirar a los ojos al igual que ahora cuando rompamos tú período de sequía. Voy a verte correrte, temblando de placer hasta que no puedas aguantar más.
Y entonces le daría aún más. Tanto como Jaejoong quisiera.
* * * *
Jaejoong se estaba ahogando en Yunho, sus dedos en su cara, su pulgar acariciando sus labios. Sus palabras, su corazón golpeando contra sus costillas. Quería eso.
Le quería a Yunho.
De ese beso hace una semana... casi se había corrido allí mismo, en la sala de descanso del personal del gimnasio. Con la ropa puesta. Con nada más que su beso y un poco de fricción en el lugar correcto.
Y ahora lo estaba haciendo de nuevo, en torno a Jaejoong, su aroma inundando sus sentidos. Sus labios estaban tal vez a dos centímetros de los de Jaejoong.
—¿Vas a darme un beso?
—Por supuesto que sí.
—¿Pronto? —Su voz era entrecortada, ligera... insustancial.
—Una vez que resuelva un problema. —Movió su pulgar sobre el labio inferior, luego lo sumergió en él, apenas.
Sólo lo suficiente para tocar su lengua.
Jaejoong casi gimió. Sus pezones se tensaron y le dolían. El calor inundó su miembro y corría por entre sus pliegues.
—¿Un problema?
Sus ojos brillaban sensuales.
—¿Cómo voy a parar esta vez? —Deslizó su pulgar más profundo, deslizándose a lo largo de su lengua.
Cerró la boca, saboreándole. Su sabor rico y almizcle tentando a querer más.
—Una vez que te saboree, no voy a querer parar. Quiero probarte hasta la clavícula, lamer tu pecho, chupar tus pezones. —Sacó el pulgar––. ¿Cómo voy a parar, Jaejoong? Apenas paré la última vez y sólo porque me golpeaste. Pero no me golpearás esta vez, ¿lo harás?
—¿No lo sé? —¿Estaba preguntando? ¿De acuerdo? ¿Rogando? De alguna manera, Yunho había hecho que todo el deseo que había perdido creciera como una ola gigante dispuesta a consumirle.
—Tú tienes el poder, Jaejoong. —Pasó su dedo por la curva de su mandíbula, acariciando su clavícula.
Revoloteos de emoción bailaron en su estómago. No podía aguantar más.
—¿Qué?
—Estás a salvo conmigo. Si tú quieres parar, paramos. Pero si te beso, si saboreo tu boca, sólo va a volverme más hambriento. Hambriento de saber cómo el resto de ti sabe. Tus pezones, el ombligo, la suave piel de tus muslos. —Rozó su boca en su oído, su aliento cálido y burlón–– Entonces voy a abrirte las piernas y besarte, saborearte y lamerte hasta satisfacer mi deseo de ti.
Su miembro palpitó aún cuando el shock le quemó. Jaejoong contuvo el aliento.
—Tú me estás torturando.
—Te lo mereces, Gatito. Me quedé medio duro el resto de la semana después de ese beso. —Le lamió el borde de la oreja–– Ese es el dominio que tienes sobre mí.
Se estremeció, cayendo bajo el hechizo que Yunho tejía con palabras y toques.

Se apartó de la oreja.
—Un beso. Eso es todo lo que tenemos hasta después de la fiesta. Un beso. ¿Podemos hacer eso, Jaejoong?
Su pulso palpitaba y su cuerpo cantó con deseos nuevos y vibrantes. ¿Era esto lo que sentían los hombres normales? Una parte de Jaejoong estaba asustada. Aterrorizada. Este poder que tenía para traerle a este nivel de excitación...
Demasiado. Demasiado fuerte. Se estaba creando una necesidad en Jaejoong que era casi violenta con su intensidad.
—¿Puedo separarme? —Tenía que asegurarse de que él tenía algo de poder.
—Es tú período de sequía, Jaejoong. Tu decisión.
—Bésame.
Le cubrió la boca, sus labios eran una seducción cálida como su olor suave llenó sus fosas nasales con jabón y roble envejecido mezclado con puro hombre. Sólo un sorbo de su sabor se burlaba de Jaejoong, como una oscura y decadente trufa de chocolate que estaba desesperado por catar y saborear. Más, quería probar y tocar tanto de Yunho como pudiera acceder. Puso la mano en su hombro, le trazó y moldeo la forma de sus poderosos músculos a través de su chaqueta deportiva.
Hizo un ruido en el pecho. Una demanda feroz. Deslizando la mano por la mejilla, deslizó los dedos por debajo de su pelo para acariciarle la nuca. Su pulgar acarició su mandíbula, invitándola a abrirse para él.
Jaejoong inclinó la cabeza, para darle lo que exigió y tomar lo que quería.
Yunho deslizó su lengua en su boca. Conociéndole, explorando, al mando. Su rico sabor inundó sus sentidos, llenando cada célula y aún así no fue suficiente. La piel desnuda y caliente de la garganta quemaba sus dedos mientras los arrastraba a lo largo, su piel temblando en reacción. El pulso en la base de la garganta latía fuerte y rápido. Emoción corrió a través de su sentir y saboreó el efecto que tenía sobre él.
Más. Jaejoong fue más allá, sumergiéndose en la V de su camisa, tocando el músculo musculoso bajo la piel febril. Quería lamer su camino a través de su pecho. A través de todo él. La necesidad era tan vívida, chupaba su lengua con deseo puro. Yunho le hacía descarado, saco a la superficie la parte de él que había reprimido durante tantos años. La libertad y el poder le aguijoneaban. Le encantaba la sensación de poner a un hombre tan seguro y eficaz como Yunho Jung de rodillas con sus caricias y besos.
Ah, sí. Esta nueva intrepidez le convenía.
Yunho gruñó y apartó la cabeza hacia atrás hasta que unos centímetros les separaban. Su mano acarició su nuca, su pulgar acariciando el lugar blando entre la oreja y la mandíbula.
—Un beso —dijo.
Jaejoong parpadeó y su entorno entró en foco, se encontraban en la limusina de Yunho, perdiendo totalmente el control. Bueno, eso no era malo. De hecho, había sido bastante sorprendente. Sus pupilas estaban tan dilatadas que apenas quedaba algo de marrón. Debido a su beso. Jaejoong se dejó empapar todo adentro
Acariciando su mandíbula, Yunho dijo:
—Gracias a Dios que tienes pantalones. Si tuvieras una falda, tendría tu ropa interior en el suelo. — dijo en tono de broma.
Su deseo se congeló. Jaejoong no era como los demás hombres o una mujer. Alejándose más en el asiento, lejos de Yunho, se quedó mirando la pantalla del aislamiento oscuro.
—No me pondría eso.
Vívidamente consciente de Yunho dejándose caer en el asiento a su lado, se odiaba a sí mismo por permitir que sus miedos y viejos recuerdos destruyeran el momento.
—Este tipo de mierda realmente va a molestarme.
Girando su cabeza, vio la violencia casi no contenida brillando en sus ojos. Sin embargo, le había llamado su gatito, su apodo para él. El contraste le confundía.
—¿Por qué?
—Debido a que estás cerrándote, dejándome fuera.
Incluso era más astuto de lo que pensaba.
—¿Este es otro de los términos, Yunho?
Cogiendo su mano, entrecruzó sus dedos y lo atrajo hacia sí.
—No me gusta la construcción de muros entre nosotros. Me hace decidido a echarlos abajo.
—¿Siempre eres tan exigente con tus amantes? —¿Qué estaba despertando en Jaejoong? ¿Miedo? ¿Lujuria? ¿Emoción? Un reto, porque por alguna razón no parecía dudar de que podía sostener su posición.
Apretó la mandíbula.
—Tú haces que todo eso aflore Jae. —Agarrándole la barbilla, le acarició con la yema del pulgar su mejilla––. Lo bueno es que tienes un gesto seguro. Porque no estoy tan domesticado como todo el mundo quiere creer y hay algo en ti que está tropezando en mi interruptor.
Esta vez, Jaejoong se estremeció.
* * * *
Un silencio se movía como una ola sobre la gran cubierta de madera decorada con luces y flores, un montón de asientos y un bar establecido en un extremo. Incluso los mozos que se movían alrededor llevando los pedidos de bebidas y aperitivos se callaron.
Yunho ignoró la reacción, ignoró la atención siguiéndoles mientras conducía a Jaejoong hacia su meta. Necesitaba un trago para tratar de calmar de nuevo la tensión turbulenta que corría a través de él. ¿Por qué demonios se pone a sí mismo en esta posición? No podía haber encontrado otra acompañante. Un hombre que no le conduciría hasta el mismo borde de su control. Ese beso en la limusina... Y luego ¿la forma en que se había retirado emocionalmente?
Mierda. Sólo mierda.
Se necesitaría toda la maldita botella.
Al llegar al bar, se las arregló para recuperar algo de civismo.
—¿Qué quieres tomar?
—Cianuro. En hielo con una rodaja de lima. O agua. Pero no cedo en lo de la lima. —Jaejoong se había sentado en un taburete.
Dios, tenía que tocarle. Colocando sus manos alrededor de su cintura, levantó una ceja.
—¿Es el cianuro para ti? ¿O para mí?
—No lo he decidido.
No le gustaban las sombras que le acechaban. O la forma en que distraídamente se frotó la pierna derecha como un gesto nervioso. Yunho le cogió la mano, colocándola en su muslo y la sostuvo.
—Tal vez empezar con algo más ligero y continuar hasta el cianuro. ¿Una copa de vino? ¿Algunas bebidas con sabor a fruta?
Jaejoong sonrió quedadamente.
—Mis padres nos han visto y se acercan. —Suspiró–– Probablemente voy a necesitar el cianuro.
Yunho se puso de espaldas a la barra. Apretando su mano, dijo:
—Tu madre se parece a ti. —Una versión más antigua, más frágil de Jaejoong, pero con la misma forma de la cara y de los ojos. Un vestido y perlas marinas agregan brillo.
—Las apariencias son engañosas. Mi madre es una bióloga molecular determinada a prevenir y curar la enfermedad del Alzheimer. Ella y Ryu Jin, un neuro científico, están muy cerca de conseguir aprobar su último fármaco. Uno que te cambia la vida. Un éxito de taquilla.
Sus padres dejaron de charlar con algunas personas, mientras que Yunho trató de resolver la dinámica.
—¿Tu ex-novio trabaja con tu madre? ––Raro no comenzaba a cubrir eso.
—Sí. Proyecto Alzheimer es la obra de mi madre y de Ryu Jin, su bebé. Ellos han hecho avances asombrosos.
Admiración se enfrentó con furia, creando una angustia turbulenta en su mirada. Es evidente que Jaejoong tenía una relación compleja con su madre. Con una mirada apreciativa, Yunho se enfrentó a sus padres mientras se acercaban.
—Jaejoong —su madre habló primero–– Esto es inesperado. ¿Dónde está Junsu?
Así que no les había dicho a sus padres sobre el robo del auto, las lesiones de Junsu o que Yunho iría con él a la fiesta. Pero, de nuevo, Yunho no le había advertido de su relación con su padre. Jaejoong tenía una manera de distraerle.
—Junsu está ocupado. —Jaejoong hizo un gesto hacia él–– Yunho Jung, estos son mis padres, los Doctores. Hye Ok y Jin Mo Kim.
—Nos hemos visto. —Los ojos hielo de Jin Mo cayeron en las manos juntas sobre el muslo de Jaejoong.
Jaejoong le miró a los ojos.
—¿Tú conoces a mi padre?
Sí, definitivamente debería haberle dicho.
—Hemos cruzado caminos. Tu padre estaba en la comisión de planificación, cuando yo estaba construyendo el Gimnasio SLAM y los centros de formación. —Dejó de lado la parte donde el Dr. Jin Mo Kim se había opuesto vehementemente al gimnasio, alegando que promueve la violencia sobre la actitud para la salud, por lo que señaló que atraía al tipo equivocado de personas.
Jaejoong apretó su boca. Una nueva pareja se unió a ellos, y la expresión de Jaejoong se suavizó.
—Yunho, éste es mi hermano, Changmin y su novio, Minho.
Yunho estrechó la mano con el hombre que tenía que ser una década más viejo que Jaejoong. Tenía un aire un poco distraído y su rostro era más agudo, más duro que el de su hermano. La cara redonda de Minho se enmarcaba en el pelo caoba corto y con estilo.
—Creo que nos hemos conocido, aunque no recuerdo dónde.
—Hemos estado en algunas de las mismas fiestas. —Él miró a Jaejoong y de nuevo a Yunho, como si no pudiera comprender su relación–– Mi familia es dueña de Choi Joyas.
—Por supuesto. —Ahora le reconoció. Un ex acompañante, tenía un mejor amigo de la familia de Jewel Choi. Probablemente se había encontrado con él cuando había estado con su acompañante.
—Tu cabello te hace ver como un adolescente rebelde, Jaejoong. —Su madre lo negó–– No importa, mi estilista puede arreglar eso. Voy a hacer una cita.
—Me gusta. —Yunho no pudo obtener un control sobre las corrientes subterráneas que fluían. Había tensión definida entre Jaejoong y sus padres. Pero su rostro se había alegrado al ver a su hermano.
Hasta ahora, no había visto al ex-novio, Ryu Jin.
Su padre dijo:
—Jaejoong, necesito hablar contigo un momento. Jung puede esperar aquí.
—Es la fiesta de Changmin. Estoy seguro que esto puede esperar. —Jaejoong se deslizó del taburete y abrazó a Minho –– Felicidades. Si mi hermano te da algún problema, llámame —sonrió a su hermano––. Le voy a recordar lo afortunado que es por tenerte.
Changmin tiró de su cabello.
—Jaejoongie era una plaga y sabía cómo salirse con la suya cuando estábamos creciendo. Le compré un horno Easy Bake una vez como un soborno para dejarme tranquilo. Le mantenía ocupado.
Un rayo de dolor arrancó el pecho de Yunho. Le quitó el aliento.
Mi Ja.
Cristo, le echaba de menos. La forma en que Changmin ajusto un mechón de pelo de Jaejoong, él bromeó con verdadero afecto, arrancó la costra de la vieja herida.
Jodidamente dolía verlo.
Yunho luchó contra el impulso de frotar el dolor ardiente en el pecho.
—Jaejoong, necesito hablar contigo ahora. —Jin Mo se apoderó de su codo.
Jaejoong lanzó a Yunho una sonrisa de disculpa.
—No voy a tardar mucho.
Yunho debía dejarle ir. Mantenerse fuera de esto. Trató de concentrarse en la historia de cómo Changmin y Minho se conocieron, algo sobre el hermano de Jaejoong dando un discurso en una convención...
Sin embargo, siguió recordando cómo los hombros de Jaejoong habían cedido al entrar en la casa con sus padres. Como se estaba protegiendo a sí mismo. ¿De qué?
A la mierda.
Entró en la casa, haciendo caso omiso de los distintos clientes llamándole y entró en la sala de estar, que contaba con suelos de madera oscura y techos altos. Oyó voces y las siguió a una gran biblioteca con estanterías del suelo al techo, una chimenea, paredes cubiertas de diplomas y premios, y un cuarto con personas en la sala que no lo había visto todavía. Jaejoong se aferró al respaldo de una silla de club. Sus padres se inclinaron contra un enorme escritorio frente a él, y otro hombre estaba a un lado cerca de unas puertas francesas.
—Más de una década ha tomado esta investigación, Jaejoong. Mi investigación. ––Hye Ok hizo un gesto hacia el otro hombre–– Con la ayuda de Ryu Jin, hemos desarrollado el fármaco que está despejando el último obstáculo para la aprobación de la FDA. No podemos correr riesgos.
—¿Cómo es Yunho un riesgo? —Jaejoong miró a sus padres, pareciendo ignorar a Ryu Jin–– Es mi acompañante, eso es todo.
Jin Mo dejó caer las manos en el borde de la mesa.
—Jaejoongie, conozco a Jung. Conozco su reputación. Lo mismo sucede con Minho. Se sorprendió al verle contigo. No eres su tipo.
Hye Ok golpeó una uña contra su muslo.
—Él tiene acuerdos con las mujeres y hombres sofisticados y bien conectados. Ninguno de ellos tiene rayas ridículas en el pelo.
—Jaejoongie ––el hombre larguirucho, Ryu Jin, dijo––: Creemos que Yunho te está utilizando. Posiblemente para causar problemas justo antes de la aprobación final de la droga en venganza, porque tu padre trató de bloquear sus gimnasios.
Ira como lava caliente golpeó la corriente sanguínea de Yunho. Adrenalina bajó, disparando sus nervios y músculos. Se subió sobre las puntas de sus pies. Pero se contuvo cuando Jaejoong se giró y se enfrentó a Ryu Jin.
—¿Crees que no puedo detectar a un mentiroso, Ryu Jin?
—No estamos haciendo esto otra vez —Hye Ok le interrumpió–– Tú no vas a llamar a Ryu Jin un mentiroso en nuestra casa.
—Hye Ok. ––Jin Mo puso su mano sobre el brazo de su esposa–– Él no puede evitarlo. Amnesia traumática ha codificado su memoria, lo que le hizo crear la fantasía de que Ryu Jin está mintiendo.
Yunho vio una segunda onda de confusión a través de las facciones de Jaejoong. Su ceja se arrugó, su mirada pasó de sus padres a Ryu Jin. A continuación, la incertidumbre, el momento en que Jaejoong parecía dudar de sí mismo, se aclaró.
Jaejoong tomó aliento, su mandíbula se tensó.
—Estoy de pie aquí. No hables de mí como si yo fuera una rata de laboratorio. —Sus dedos se clavaron en la silla–– Y tengo destellos de recuerdos. Recuerdos reales, no fantasías.
Ryu Jin corrió hacia delante, agarrando el brazo de Jaejoong.
—Oh Jaejoongie, esto es lo que me preocupaba. Tú estás teniendo una reacción al robo del auto y te has confundido.
Jaejoong sacudió con fuerza su brazo.
—No me toques. ––Giró, corriendo hacia la puerta.
—Jaejoong —dijo Hye Ok en un tono menos estridente–– Ryu Jin nos dijo sobre el robo de auto. Predijo la regresión. Tienes ataques de pánico y recuerdos confusos. ¿No ves que está tratando de ayudar? Todos lo estamos.
Yunho tuvo suficiente de esto. Irrumpió en la biblioteca y cogió los codos de Jaejoong. Un ligero temblor le recorrió.
—¿Estás bien? — Jaejoong había estado bien. Enojado pero en control. Hasta que Ryu Jin se acercó a él y luego el control claramente se le escapó. Como si tuviera algún tipo de reacción instintiva a su ex. Luego sus padres se habían amontonado, tratándolo como si fuera un caso de locura. Con la decisión de darle espacio para respirar y relajarse, Yunho le soltó.
Jaejoong inclinó la cara hacia arriba.
—Mi padre cree que tú tienes un resentimiento contra él. Y que ¿me estás utilizando para vengarte?
Joder con darle espacio. El temperamento de Yunho se encendió.

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Yunho Kim/Fer. Jajaja hasta me pongo rojita muchas gracias a ti por tus bellos comentarios por estar presente y a pesar de que me pierdo no me abandonas. 

Camila. Muchas gracias, es difícil para mi seguir, esta vez me retrase por trabajo pero intento no hacerlo. Gracias por leer.

Adara. Gracias a ti y a tus amigas por leerme ojala siga siendo de su agrado, ojala y supiera el nombre todas para agradecerles a cada una. 

Katherine Miranda. Créeme que no deseo hacerlo cuando subo una adaptación es porque ya la leí y ya la adapte, solo me gusta leer el capitulo antes de subirlo para que vaya lo mas completita posible.

Lidia Tun Mex. Aquí esta el cap, lo mas pronto que pude, y gracias por comentar.

7 comentarios:

  1. A mi me gusta todo lo que tu escribes y las adaptaciones y no me importa esperar y con referente al capitulo es una pena que los padres de Jaejoong no se den cuenta de que estan siendo manipulados por el ex novio de Jaejoong y estan haciendole creer que Jae esta mal de la cabeza que padres tan cerrados que no se dan cuenta que le estan haciendo daño a su hijo gracias a Dios que aparecio Yunho y ojala los pare gracias Patricia por este capitulo esperare el siguiente con ansias

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  2. OH POR DIOS! Q CLASE DE PADRES VEN A SU HIJO COMO UN TONTO Y AL EX COMO LO MEJOR DEL MUNDO ..Q ACASO NO ES AL REVES? SE SUPONE Q TU HIJO ESTA POR ENCIMA DE TODO Y TODOS Y TWMBIEN GRACIAS POR Q JAE ES MUY FUERTE Y NO SE DEJA Y AHORA CON EL APOYO DE YUN LO VA A HACER MEJOR SOLO ESPERO Q SE ENAMORE DE EL Y ESTEN JUNTOS AUNQ NO CREO Q SEA FACIL PERO NO IMPOSIBLE Y ADEMAS ESAS PALABRITAS DE YUN AL OIDO DE JAE POR DIOS LE VAN A QUITAR EL ATAQUE DE PANICO EN SEGUNDOS Y ...JAJAJJ BUE POR EL ...GRACIAS POR ACTUALIZAR BENDICIONES...NO TE DOY LOS NOMBRES DE MIS AMIGAS POR Q NO QUIEREN Q LES DE ATAQUES DE PANICO Y Q NO VENGA YUN A CONSOLARLAS JAJAJJAJAAJA PERO EN TOTAL SOMOS 11 CHICAS LAS Q LEEMOS TU HISTORIAS ,GRACIAS DE NUEVO.

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  3. Genial! La verdad es que siempre me han gustado tus historia y las adaptaciones que realizas, te lo dije hace tiempo y te lo repito de nuevo... aparte siempre escoges para adaptar historias geniales.

    Odio a los padres de Jae y al novio, no es justo que lo trate así como si estuviera loquito cuando es más que seguro que el ex haya estado involucrado en el accidente donde quedó traumado.
    Yunho protégelo.
    Saludos

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  4. que le aria su ex que solo con el reacciona violento algo esta en sus recuerdos que lo hacen rechazarlo solo espero que yunho no juegue con Jae siendo inocente de su venganza por que de seguro es en contra de el padre espero que no lo utilice a el pues creo ya a sufrido mucho como para seguir haciendo lo

    Gracias a ti siempre tienes bellas palabras para todas nosotras Dios bendiga tu vida y te de mucha inspiración para que nos sigas trayendo historias hermosas como todas las que nos compartes

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  5. Porque tratan a Jae de esa forma... 😡no me gusta la actitud de sus padres.... No ese chico no le conviene xq lo apoyan a el... Ciento q Jae solo sigue sus instintos y estos le dicen corre aléjate de el... Oajal actualices pronto...

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  6. El ex de Jae creo tiene que ver con lo de su accidente, sus miedos y además con su último robo, y como es colaborador e incondicional de la madre los tiene completamente de su parte, pero casi estoy segura que es el culpable de todo. Lo de la venganza de Yunho aún no la entiendo, porque no se que tenga que ver con Jae.

    Esa manera de deducirse de ambos me hace feliz por ellos.

    Gracias, cada vez más interesante y emocionante.

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  7. No mames....los padred de jae son una mierda!!!por que lo trtan como si estuviera loco... maldito Ryu jin..se que tienes mucho que ver con lo que le paso a jj...estoy segura!!
    Yunhoo llevate a jae de ahi please

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Thief: Capítulo 16

Capítulo 16 Presente   Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa ...