CAPÍTULO 25
YUNHO SE estremecía de dolor. No era
una agonía física lo que sentía, sino un vacío, una nada que amenazaba con
comérselo internamente. Las entrañas le quemaban como ácido, más por lo que
había visto que le hacían a su cáraid que por los tres cuchillazos que recibió
del asesino de Ryu Jin. Y él no había podido protegerlo. Desde que lo vio
llegar, intentó introducirse en su mente, pero esa defensa que Jaejoong había
creado ante su intromisión no dejaba que le dijera nada. Siempre que lo había
intentado llegaba una paliza tras otra y no podía volver a ponerlo en peligro.
La ira lo consumía. La rabia le daba
fuerzas. Debía ir por Jaejoong. Hacía casi media hora que se habían ido.
—Debe de ser por aquí... ¿Yunho? —se
oyó una voz lejana. Yunho creyó que estaba delirando.
— ¿Yunho?.. Mierda, Yunho —se oyeron
pasos que corrían hacia él. Un hombre alto se colocó enfrente de él y lo tomó
de la cara. Lo sacudió para espabilarlo. —Pásame la bolsa, Changmin.
Yunho estaba completamente grogui
(atontado), pero consciente al cien por cien.
—Ya está, colmillos —sintió que le
pinchaba en el hombro. La sustancia corrió rápido por su sangre, estimulándolo,
dilatando sus pupilas y alargando sus incisivos. —Bien. Estás despertando.
— ¿Yong Hwa?
—Sí, colmillos. Espera, vamos a
sacarte de aquí.
— ¿Sacarme?
Yunho tembló y se agitó como un
animal encarcelado. Con un grito arrancó una mano del clavo. Luego con la mano
liberada se arrancó el otro. Dobló el torso, ajeno al dolor y a la sangre que
corría por su cuerpo, y se arrancó la estaca de los empeines. Cayó de rodillas
al suelo. Su espalda subía y bajaba debido a la respiración. Su piel cubierta
en sudor. Su sangre brillaba y chorreaba hasta el suelo. Daba igual. Nada de eso
le importaba.
— ¿Cómo... cómo has sabido dónde
estaba?
—Jaejoong se comunicó con Heechul —
Yong Hwa lo tomó por debajo de las axilas y lo ayudó a levantarse. — Él vino a
buscarnos a Siwon y a mí y nos dijo lo que había recibido.
Vaya. Su cáraid era poderoso y tenía
muchos recursos. Al no poder comunicarse ni con berserkers ni con vanirios lo
hizo con humanos. Sin embargo, Yunho sabía que para que un humano pudiera
recibir ondas mentales de otras entidades y comunicarse con ellas ese humano
debía ser igualmente diferente. Más evolucionado. Por lo visto Heechul era algo
de eso, consciente o inconscientemente.
Cuando se levantó se estiró. Los
huesos hacían chasquidos.
—Se lo han llevado, Yong Hwa —la voz
de Yunho era fría e irradiaba un profundo dolor. —Y van por los niños.
Quieren...
—Lo sé, Yunho —aseguró Yong Hwa. —
Heechul recibió el mensaje de proteger a los niños. Los hemos puesto a
cubierto. Están todos en guardia.
— ¿Sabe As que...?
—No lo hemos localizado. Pero todos
los berserkers están ya en sus puestos, dispuestos a proteger lo que es
nuestro. Siwon lleva el escuadrón de Wolverhampton y hay otros berserkers que
se han desplazado hasta Dudley con Junsu, Yoochun y Jong Hyun. Si no pueden
luchar al sol, nosotros lo haremos por ustedes.
Yunho lo miró con respeto y admiración.
—Entonces te debo mucho —lo agarró
de la nuca.
—No hemos hecho nada todavía. No me
debes nada.
—Bien, escúchame. Ryu Jin sabe dónde
están nuestros pequeños y él llevaba a Jaejoong con él. Yo voy a Dudley. Si los
pequeños ya están a cubierto, entonces hay que proteger a los demás.
—Yunho... es de día.
—Lo sé. ¿Los llevo conmigo? —les
preguntó.
—No puedes salir —replicó Changmin.
—Te quemarás.
—Es una historia muy larga...
—contestó Yunho. —Pero sé que no me quemaré.
—Irás más rápido sin nosotros —le
aseguró Yong Hwa. —Yo me hago cargo de Changmin.
—Está bien. Gracias. —le guiñó un
ojo y salió corriendo de allí, desapareciendo tras la oscuridad de aquel túnel.
*
* *
Estaba volando. Los rayos no le
quemaban. Estaba volando y era de día. Su Jaejoong no sólo le había devuelto su
corazón, sino que también le había regalado el sol. Su sangre, su vinculación,
le daba la posibilidad a Yunho de recuperar parte de su vida humana.
La tierra bajo horas diurnas era muy
diferente, no tan mística y tan misteriosa que cuando estaba bajo la luna, sin
embargo sí más pura y más vital. El sol teñía todo lo que tocaba de vivos
colores, difíciles de clasificar para él ya que algunos ni los reconocía.
Su Jaejoong le regalaba todo eso y Yunho
a él sólo dolor y sufrimiento.
Lo había dejado solo, desprotegido.
Si no se daba prisa, seguramente lo acabarían matando por su culpa. Y si Ryu
Jin huía con Jae al final acabaría haciéndole cosas peores.
Aceleró la velocidad y llegó a un
cerro montañoso en Dudley. Allí, en el interior de la montaña, los vanirios
habían creado una escuela y un modo de vida eficiente para sus hijos, tan
débiles y vulnerables al sol. Necesitaban mucha más protección que ellos. Y el
vampiro de Ryu Jin iba por ellos. No eran más que cinco niños indefensos. Los
vanirios no tenían muchos niños en el clan, pero sabía que los berserkers sí.
Ellos criaban carnadas. No quería ni imaginar lo que harían con ellos si los
cogían.
Divisó a un grupo de berserkers
luchando con otro grupo de nosferátums, justo a la entrada de las cuevas subterráneas.
Lo que le había inyectado Yong Hwa
encendía todo su poder interno, pero también lo descontrolaba.
Cuando cayó, toda la furia que
sentía por lo que les habían hecho recayó sobre dos nosferátums.
Los aplastó con su peso y en un
arranque de furia endemoniada les arrancó la cabeza a ambos con las manos.
Los nosferátums y los berserkers se
quedaron asombrados ante el grito desgarrado tanto de Yunho como de los dos
cadáveres que ahora se incendiaban ante su mirada.
—Lo que es del infierno al infierno
va —se levantó poco a poco para parar un nosferátum que corría hacia él
cogiéndolo del pescuezo y levantándolo. Clavó sus dedos en su garganta y le
arrancó la tráquea. Lo hizo sin el mínimo esfuerzo y con unos ojos sin
expresión.
Yunho miró alrededor y dos
nosferátums más se abalanzaron sobre él. Uno lo inmovilizó por la espalda y le
mordió en el cuello, pero Yunho lo cogió del pelo, se agachó y le hizo la cama.
Una vez en el suelo levantó su pie y le aplastó el cráneo de una pisada.
El otro nosferátum, al ver lo
poderoso que era el vanirio, quiso huir corriendo, pero Yunho no lo permitiría.
Con el odio que sentía no iba a dejar a ninguno impune ante sus actos.
Dio un salto, le puso una mano en la
nuca y lo impulsó hacia delante hasta que se clavó una rama de uno de los
árboles en el ojo y le traspasó la cabeza. El nosferátum se convulsionó y
murió.
Yunho dio media vuelta y vio que los
berserkers vencían a los nosferátums. Los hombres del clan de As estaban
luchando por ellos y eso lo agradecería siempre. Pero de nada serviría si no
cogía antes a Ryu Jin y recuperaba a Jaejoong.
— ¿Dónde están? —preguntó a un
berserker enorme que acababa de ensartar con un palo a un nosferátum.
—Adentro. Hace un rato que han
entrado en la cueva.
Se internó en la montaña y entró en
la cueva. El suelo húmedo. La oscuridad lo recibía, pero a lo lejos varias
antorchas iluminaban ya el camino.
Descendió por un túnel totalmente
vertical y aterrizó a cuatro patas sobre una inmensa sala. Varios berserkers
mantenían a ralla al grupo de Ryu Jin y entre ellos Yoochun y Jong Hyun luchaban
codo con codo aun sabiendo que un paso en falso podría provocar que un vampiro
los alzara y los llevara al exterior para que murieran quemados. Pero esos eran
sus amigos, guerreros inquebrantables que nunca daban su brazo a torcer. Una
oleada de orgullo lo invadió. El se encargaba personalmente de dos de ellos.
Yunho buscaba con ahínco a Jaejoong,
pero ni lo veía, ni lo olía ni lo percibía. Su corazón latió desbocado ante la
posibilidad de que se lo hubiera arrebatado para siempre. Nunca se lo
perdonaría. Si eso había sucedido, él mismo se entregaría al amanecer.
Al fondo, una puerta metálica de
color plata era la única separación entre los niños y los vampiros.
Ryu Jin se giró y al verlo agrandó
los ojos con asombro.
Yunho sonrió fríamente y corrió
hacia él como alma que lleva el diablo.
*
* *
Cuando Min Ki llegó a Wolverhampton
con el aquelarre de vampiros y lobeznos no pudo imaginarse que un grupo que
igualaba su número en berserkers estuvieran esperándolos con los brazos
abiertos, dispuestos a arrancarles las cabezas a todos.
Ni los lobeznos ni los vampiros les
habían olido. Ni siquiera él.
Se habían rociado con los productos
que él un día creó para sus propios beneficios. Todo se volvía en su contra.
Los berserkers, descalzos, todos
vestidos con camisetas blancas de tirantes y pantalones anchos y negros tenían
unas hachas extrañas en las manos. Eran enormes y gruñían como perros salvajes.
Siwon señaló al grupo de Min Ki con
el hacha en mano, aulló como un lobo y entonces se desató la guerra.
Los cuerpos salían despedidos a cada
golpe de hacha que estos daban, partidos, sangrantes y lacerados.
Aquel grupo formado por vampiros y
lobeznos no tendrían ninguna posibilidad ante aquellos guerreros natos y
temibles.
Min Ki veía asustado cómo su única
posibilidad de ser normal otra vez, de caminar a la luz del sol de nuevo se le
escurría por los dedos. ¿Cómo podían saber lo que ellos iban a saber? ¿Cómo, si
ni Jaejoong ni Yunho podían dar ningún mensaje mental?
Se acababa su tiempo. Lo tenía tan
claro como que Ryu Jin no lo iba a alimentar nunca más, él ya era un vampiro y
había demostrado no tener ninguna intención para con él. Había sido un estúpido
por creer que la inmortalidad lo iba a hacer más feliz y más poderoso.
Ante sus ojos cayó un lobezno con la
garganta abierta y los ojos que se le salían de las órbitas.
¿Qué hacía él allí? Iba a morir.
Como un cobarde reculó. Cada paso
disimulado lo llevaba a una posible salvación. Incluso ¿podría huir? Ya tendría
otras oportunidades de cogerlos desapercibidos... Y si no le gustaba estar con Ryu
Jin entonces podría acudir a Seth y a Lucian. Sí. Debía huir.
Sus ojos se fijaron en Siwon, que se
incorporaba lentamente y no le perdía de vista. Aquel hombre daba miedo. Miedo
de verdad.
Siwon asintió. Parecía que le daba
el beneplácito para que huyera y Min Ki sonrió agradecido en respuesta hasta
que chocó contra algo mucho más duro.
Un gruñido lo despertó de su falsa
ilusión.
Tras él, un berserker intimidante de
barba negra lo miraba con odio en sus profundos ojos.
—Tú debes de ser Min Ki —dijo
secamente.
Min Ki alargó sus incisivos y sus
ojos se tornaron blancos y sanguinolentos. Intentaría luchar. Las uñas se le
alargaron. Iba a atacarle cuando aquel berserker se le adelantó, dándole un
puñetazo en plena mandíbula que lo hizo volar por los aires y chocar contra el
tronco de un árbol. Después del aturdimiento, se dio cuenta de que no era un
árbol, sino un tótem. Un tótem con la cabeza de un lobo mirando al frente.
El berserker lo agarró del cuello y
lo alzó con una sola mano.
—Soy As, el padre de Jade y el
abuelo de Jaejoong.
El rostro de Min Ki se contorsionó
por el miedo. Aquellos ojos eran también los de la berserker que estaba
emparejada con el vanirio.
—Bá... bájame. Te diré todo lo que
necesites saber...
— ¿Me devolverás a mi hija? —le
apretó más del pescuezo. — ¿Dónde está Jaejoong?
—No... No lo sé. Se lo llevó Ryu... Jin.
Tú hija... Yo... yo no quería.
—No creas ni por un momento que
quiero escuchar tus explicaciones. Sólo me he presentado para que te lleves al
infierno el nombre del hombre que acabó con tu mísera vida. Esto es por Jade.
Min Ki gritó y pataleó intentando
liberarse de aquel amarre.
As alzó el brazo con su hacha de
guerra y sesgó de un único movimiento el tronco de Min Ki.
Min Ki abrió mucho los ojos y miró
hacia abajo. Ya no tenía piernas. Aquel berserker le había cortado medio cuerpo
por debajo del ombligo y ahora sangraba como una cascada.
—No me importa nada de lo que me
cuentes. Mírame bien a los ojos — le ordenó As.
Min Ki en sus últimos segundos de
vida perdió todo el orgullo y miró suplicando a As.
—Les vamos a dar caza a todos.
Sectas, sociedades, lobeznos y vampiros. Les encontraremos y les devolveremos
al agujero podrido del que nunca debieron de haber salido. Han empezado una
guerra. Aténganse a las consecuencias. Esto, por Jaejoong.
Lanzó el cuerpo de Min Ki al cielo y
cuando cayó y estuvo a su altura le cortó la cabeza, haciendo un movimiento con
sus brazos digno del mejor bateador de la Historia.
As miró el cuerpo descuartizado de
Min Ki y luego buscó a Siwon con la mirada. Asintió con la cabeza y se unió a
la matanza que iba a favor de los berserkers desde que había empezado.
*
* *
Yunho corrió y placó a Dubv y Fynbar
que ahora protegían a Ryu Jin. Su fuerza se había multiplicado, la rabia lo
alimentaba.
Dubv y Fynbar se levantaron algo
aturdidos, pero ni así pudieron parar el torrente de golpes que caían sobre
ellos, y sólo venían de Yunho.
En uno de esos golpes Yunho golpeó
el pecho de Dubv y lo dejó sin respiración. Dirigió dos dedos a su cara y le
vació los ojos.
El vanirio gritó de dolor y se llevó
las manos a la cara.
Fynbar lo atacó por detrás, pero Yunho
se apartó y detuvo la muñeca que empuñaba una daga. Le dio un codazo en la cara
y le partió la nariz al tiempo que le quitaba la daga a Fynbar y daba un salto
seguidamente para acabar clavándosela en el centro del pecho y con el impulso
de la caída rajarlo de arriba a abajo. Yunho se incorporó, introdujo una mano
dentro de su pecho y le arrancó el corazón.
Fynbar murió en el acto.
Dubv seguía convulsionando de dolor.
Yunho se plantó enfrente de él. De un golpe seco introdujo la mano en el
interior de su pecho, traspasó las costillas y llegó hasta la columna. Tiró de
ella hasta que se la partió, quedándose con un trozo en la mano. Lo tiró sin
inmutarse.
Ryu Jin intentaba abrir la compuerta
con la contraseña. Pero alguien la había cambiado. Alguien misericordioso,
pensó Yunho.
Ryu Jin ponía ahora un dispositivo
en la compuerta. La haría volar en pedazos.
Yunho lo cogió por la camiseta negra
y lo echó hacia atrás.
— ¿Cómo diablos estás aquí? ¿Cómo lo
sabían...? —su rostro transformado por el odio y la confusión.
— ¿Dónde está Jaejoong? — Yunho con sus
colmillos alargados, los ojos casi completamente negros y su cuerpo sudoroso
desprendía un aura de poder a su alrededor difícil de ignorar.
—Te han dado un estimulante —susurró
entre dientes.
Yunho gritó y lo cogió de una
pierna, pero Ryu Jin lo golpeó con la otra libre. Sacó su daga y se dirigió hacia
el vanirio.
—Voy a arrancártelo todo —le espetó Ryu
Jin. —Tu novio está bueno y sabe muy bien. Lo haré mío, se volverá como yo. Y
tú no vas a poder ver todas las cosas que quiero hacerle a su cuerpecito.
Yunho lo escuchaba sin inmutarse.
Nada de lo que le decía Ryu Jin le importaba. Él tenía un objetivo y era
descubrir el paradero de Jaejoong. Por ahora sabía que estaba vivo.
—Le voy a cortar ese tatuaje que les
han regalado los dioses. Jade es para mí.
—Has enloquecido, Ryu Jin. Jade te
odiaba y nunca se fijó en ti. A Jaejoong le das asco y déjame decirte que estás
lejos de complacerle.
Se impulsó hacia atrás y lo golpeó
con las dos piernas juntas. Ryu Jin voló hacia atrás pero Yunho fue hacia él.
Arrinconó el cuerpo de Ryu Jin contra la pared y le puso el antebrazo en la
garganta.
—Mira a tu alrededor, vampiro —
Yunho juntó su nariz a la suya. —Has perdido. Nadie de los tuyos está en pie.
Ryu Jin hizo caso a Yunho.
Berserkers y centinelas vanirios procedentes de los túneles se hallaban de pie,
mirando aquella pelea personal entre ambos. Jong Hyun y Yoochun situaban
enfrente de la compuerta por si acaso.
Ryu Jin se echó a reír presa del
histerismo.
— ¿Qué crees que solucionas
matándome? Esto no ha acabado. Seth y Lucio, incluso Hummus y Strike, los
berserkers. Todos buscamos lo mismo. Todos queremos el poder. Esto no ha hecho
nada más que empezar. Y son muchos los humanos que les apoyan. Humanos
poderosos, Yunho. Yo quiero la sangre de los híbridos para salir al sol. Lucio
y Seth querrán otra cosa, pero el objetivo es el mismo. Quieren el control de
este mundo. Loki está de nuestra parte.
— No te preocupes, Ryu Jin. Tú no
podrás ver lo que les vamos a hacer a ellos cuando les encontremos. Porque te
aseguro que vamos a dar con ellos.
— ¿Por qué insistes en proteger a la
humanidad? La humanidad debería servirnos a nosotros. Somos hijos de los dioses
¿Recuerdas?
—Y llegará un día en que los humanos
también lo sean y se reconozcan por ello. Pero mientras tanto alguien tiene que
velar por ellos.
—Tú desde luego no. Jaejoong morirá,
tú te volverás loco y te convertirás. Loki se encargará del resto.
— ¿Dónde está Jaejoong?
—Jódete, Yunho. Se está muriendo.
— ¿Dónde está?..
—Seguro que está húmedo y pasando
mucho frío... —rió como un demonio. Era un demonio.
Yunho le apretó el cuello con el antebrazo.
Cogió su daga y le abrió la garganta con ella.
Ryu Jin se llevó las manos al cuello
para detener la sangre, pero Yunho ya deslizaba la daga por sus huevos y se los
clavaba vaciándoselos. Ryu Jin ya no sabía dónde taponar. Cayó de rodillas.
Yunho, fríamente, lo levantó de
nuevo. Ryu Jin temblaba y se había meado encima.
Con su mano atravesó el pecho del
vanirio y le arrancó el corazón. Le mostró el órgano latiente a Ryu Jin. Se lo
puso enfrente de sus ojos.
—Mira, ¿ves? Es tu corazón —le
susurró en el oído. —Voy a encontrar a Jaejoong. Lo curaré y los vanirios y los
berserkers nos encargaremos de proteger a todo aquello que los vampiros y los
lobeznos reclamen. No les vamos a dar cuartel. Te quedan pocos segundos de vida
y tu piel ya arde como la de un vampiro. Seong Hun fue mejor que tú en todo. Seong
Hun se llevó a la mujer que tú creías que querías porque él simplemente le
pertenecía. Seong Hun tuvo un hijo que es una bendición para ambas razas. Y él
traerá una paz que tú nunca pudiste conseguir. Ahora... vete al infierno, Ryu
Jin.
Yunho reventó el corazón de Ryu Jin
en su propia mano. Se dio media vuelta y se dirigió a la compuerta.
— ¿Cuál es la contraseña, ahora?
Preguntó a sus amigos. Yoochun la
abrió, mirando a Yunho con respeto.
Parecía no haber nadie.
— ¿Hola? —preguntó Yunho.
— ¿Yunho? — era la voz de Junsu.
De entre la oscuridad apareció Junsu
con los ojos almendrados. Llevaba en brazos a un vanirio de ojos de color miel,
de tres años. Sus colmillos se habían alargado por el miedo y parecía que se
acababa de despertar.
Tenía cogido de la mano a una niña
de ojos negros y enormes y pelo rizado de siete años. Detrás de ella tres
pequeños más la secundaban.
— ¿Te hacías cargo de ellos?
—preguntó Yunho acongojado.
Junsu asintió y se fundió en un
abrazo con su hermano.
—Hermano —sollozó.
—Entonces no podían estar más
seguros —lo besó en la coronilla.
— ¿Y Jaejoong?
—Voy en su busca —lo besó en la
mejilla y desapareció de allí. —Nosotros también lo buscaremos, hermano
—exclamó Junsu.
*
* *
Surcando el cielo que de nuevo
volvía a nublarse, Yunho se dejaba guiar por la intuición. Enviaba empujones
mentales a Jaejoong, pero nadie le respondía. Debía obligarlo a reaccionar, a
despertarse para que hablara con él. La resistencia era mínima, pero ahí
estaba, y eso le impedía internarse en sus pensamientos.
El nudo perenne le picaba. Sintió
que debía de ser como un radar, algo que le indicaba si su pareja estaba o no
cerca.
Miró hacia abajo. Playas y rocas dibujaban
la costa. Hacía mala mar.
Está
húmedo y tendrá frío,
eso le había dicho Ryu Jin.
—Jaejoong,
háblame.
Centró todas sus fuerzas en derribar
esa defensa mental que Jaejoong había creado para protegerse de él. Jaejoong sentiría
la intromisión fuerte y dolorosa. Yunho lo podría haber hecho antes, pero no
podía defraudarlo de nuevo. Sin embargo, ahora, con su joven vida en peligro,
no iba a tener piedad.
Mientras se concentraba en hacer
estallar sus defensas seguía mirando pensativo la costa. El nudo le quemaba
cada vez más y parecía que... No... Se estaba desvaneciendo...
Algo en su corazón se resquebrajó y
entonces descendió hasta la playa.
Se silenció y se concentró en los
sonidos que le envolvían. A lo lejos unas gaviotas, las olas chocando contra
las rocas, los peces chapoteando en la superficie, el viento meciendo el mar,
un cangrejo caminando por las rocas e introduciéndose en una gruta... Silencio.
Bum.
Un latido lento y candente. Un
latido sin apenas vida, pero que luchaba por bombear en un cuerpo maltratado.
Volvió a silenciarse temeroso de sólo habérselo imaginado.
Bum,
bum.
Era un latido, no había duda. Un
latido humano. Inhaló profundamente y percibió ligeramente un olor a fresa... A
pastel que en vez de recién horneado se estaba quedando frío y seco.
Se internó en una gruta. De allí
venía el corazón. El agua estaba inundando la cueva y, flotando en el interior,
un cuerpo de piel pálida y bata de color borgoña chocaba contra las rocas cada
vez que entraba una nueva ola.
Yunho corrió como un lobo desesperado
y sacó el cuerpo inerte de Jaejoong del agua.
—Dios mío... Jaejoong... mi corazón...
— lo abrazó y lo meció como a un bebé.
Puso una mano sobre su frente y se
internó en su cabeza.
—Jaejoong... Sé que estás
ahí, príncipe. No te rindas. Lucha por mí. Por los dos. Sé que me escuchas —lo
sacó de la gruta y voló con Jaejoong por los cielos, a sabiendas que cada
segundo que corría en el reloj era un segundo menos de vida para Jaejoong.
omo noooo Jae.......
ResponderEliminarDios!!! espero que Jae resista ... por todos los cielos!!!!! Después de todo lo que leS costo para poder estar feliz sincerándose ....después de todo no puede morir!!! waa como fue a parar allí ... que le habrá hecho Ryu Jin
ResponderEliminarGracias por la publicación y siento ya no poder entrar tan seguido a comentar ... pero no te preocupes que no dejare de hacerlo .. nos vemos unnie <3
°O° menos mal fueron a ayudar a YunHo
ResponderEliminary este fue en busca de Jaejoong, aunque se demoró un poco en encontrarlo ya está a su lado
que hará YunHo para que reaccione????
T.T pense que hoy se acababa el fic
pero de todas maneras ya falta poco cierto????
T,,,,,,,,,,,T ojala que JJ este bien >,,,,,,,,<
ResponderEliminarno quiero que acabe el fic TTTT,,,,,,,TTTT
noo no q no le pase nada T___T
ResponderEliminaral menos yunho llego a tiempo espero q JJ se recupere
aww me alegra q esos malditos murieran e_____e
asdada gracias x la actu!!
oooooooo noooooooo final de capitulo de infarto por que los dejas así de interesantes yunho pronto dale de tu sangre para que se ponga bien jae y no muera o espero con ansias el siguiente por fa no demores mucho no seas cruel apiádate de tus lectoras siiiiiiiii
ResponderEliminarahhhhh T-T todo esto, omg,jaejoong debe reaccionar, debe salir bien de todo esto, no le puede pasar nada, yunho buscará la forma han superado lo demás deben superar esto de igual forma, por favor actualiza pronto no puedo, necesito saber que pasa! ahh gracias por actualizar.
ResponderEliminarWaaaa q jaejoong este bien y vivo
ResponderEliminarjoongie.!! no mueras.. aun tienes q vivir por yunho.. T.T
ResponderEliminarJae no te rindas lucha por seguir vivo al lado de Yunho, como pudo pasar? Jae debe resistir y ser fuerte para salir de esta y estar juntoa a Yunho...
ResponderEliminarFuerza solo hay que luchar Jae...T_T
Maldito ryu... Q bueno que Yunho te destruyo
ResponderEliminarY as mato a min ki aunq de una forma compasiva(?
JAE TIENE QUE SEGUIR LUCHANDK SE TIENE QUE RECUPERAR
gracias a jaejoong yunho puedo estar estar en el sol y acabo con todos y con el despreciable de Ryu Jin aunque creo que yunho fue muy amable XD
ResponderEliminarpor suerte yunho encontró a jaejoong antes que sea muy tarde .. ToT
vamos jaejoong recuperate pronto ... ( ┰_┰)
me muero de desesperación.
ResponderEliminarmalditos torturadores, murieron como lo que eran, asesinos sangrientos.
Yunho corre y salva a tu Jae que se va...
Gracias a Dios lo encontró T-T por favor, que JJ no se mueraaaaaa T^T !!!
ResponderEliminarMi mujer no puede dejar a nuestro hombre T-T
Yunho dale de tu sangre a Jae para que se recupere y sane. Que emocionante esta.
ResponderEliminarGracias!!!
Siiiiii lo encontró.... Que Que que les dió su merecido a esos
ResponderEliminarY el abuelo también le dió a minki lo que merece
Grité cuando el abuelo le dió su merecido a Min ki..ahhh y mas cuando yunho despedazó a Ryu jin..esos malditos..!!! Aishh solo queda jaejoong resiste un poco mas mi cielo!
ResponderEliminarAhhh… tu puedes YH salvalo..
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