CAPÍTULO 23
—JAEJOONG... —le costaba mantenerse
en el aire. Divisó su casa y descendió hasta llegar al balcón de su habitación.
—Me duele —exclamó frotando sus
piernas.
Yunho lo dejó encima de la cama y
observó su cuerpo. Jaejoong estaba sudando y hecho un ovillo, y Yunho sabía el
porqué. Rápidamente se quitó los pantalones y quedó desnudo, observándolo
embobado y orgulloso. Su erección también ardía y clamaba por Jaejoong. Jaejoong
lo observó con el rostro perlado en sudor.
—Yunho...
—Chist — Yunho lo acomodó sobre la
almohada. —Tranquilo —sonrió con ternura. Exhaló frunciendo el ceño y
cogiéndose el pene con la mano.
—A ti también te duele —notó Jaejoong
abriendo los ojos.
—Sí. Ven aquí — Yunho tiró de sus
piernas y lo puso a su altura. Yunho aparto el pantalón y la camisa de Jaejoong
con manos temblorosas, con delicadeza. Estaba desnudo ante Yunho y Yuhno
sonreía con adoración. Puso una mano a cada lado de su cabeza. Los pezones de Jaejoong,
que enseguida se erizaron. —Cariño... Has bailado sin ropa interior con Yong
Hwa —murmuró alzando una ceja.
Jaejoong gimió poniéndose los dedos en
su hendidura. Le quemaba y se contraía como si necesitara algo duro y grande
dentro de él. Lo miró pidiéndole con los ojos que lo calmara.
— ¿Qué nos pasa? —preguntó tragando
saliva compulsivamente. — Yunho, ven a mí. Entra en mí —quería abrirse de
piernas pero Yuhno estaba encima de él, a cuatro patas, arrinconándolo.
—Nos van a sellar, mi corazón —soltó
orgulloso y apartándole el pelo que le cubría la cara.
— ¿Como a Ji Hye y Cha Don?
—Sí. Oh... joder —exclamó entre
dientes. —Como a ellos.
Jaejoong casi gritó en el último
espasmo. Le dolían las ingles, el vientre y los pezones.
—Tócame, hazme algo —le pidió
tirando de Yunho.
—Calma —llevó una mano de Jaejoong a
su pene. Jaejoong lo masajeó de arriba a abajo mientras Yunho deslizaba una mano
entre sus nalgas y lo acariciaba. Jaejoong alzaba las caderas y Yunho aprovechó
y deslizó un dedo dentro de Jaejoong. — Mi corazón... Me matas, estás tan
húmedo —juntó su frente a la de Jaejoong y lo besó con dulzura mientras le
metía y le sacaba el dedo.
—Me voy a correr —casi lloró de
alivio al decirlo.
—No, espera —le pidió Yunho. Sacó su
dedo y le metió dos a la vez. Disfrutó de la sensación de notar cómo Jaejoong le
apretaba los dedos. —Pobrecito, ¿te duele mucho?
—Sí —levantó sus caderas mordiéndose
el labio. —Lléname, Yunho.
— ¿Así? ¿En esta posición? —preguntó
contrariado. No quería asustarlo.
Jaejoong ni siquiera había notado
que estaba de espaldas y con Yunho encima.
— Yuhno —lo tomó de la cara con la
otra mano. —No te tengo miedo. Estoy confiando en ti. Venga, aplástame —lamió
su cuello y besó su hombro.
—Sí. Te aplasto —se colocó entre sus
piernas y guió su pene a su húmeda entrada. —Poco a poco— se introdujo lo justo
para hacerlo temblar.
—Más.
—Espera.
—No quiero que te controles, Yunho.
Te... necesito ya —levantó las caderas pero Yunho se apartó para que no se
empalara con violencia.
Yunho gruñó, lo tomó de las caderas
y lo clavó en la cama.
—Tranquilo, fiera — lo tranquilizó
con besos dulces. — ¿Lo quieres duro? —le costaba respirar, necesitaba
zambullirse en Jaejoong como un desesperado. — ¿Cómo lo quieres? —se introdujo
en Jaejoong poco a poco, apretando los dientes para no soltar obscenidades por
la boca.
—Yunho... —echó el cuello hacia
atrás y lo agarró de las nalgas empujándolo hacia él.
—Está bien —de un empujón se impulsó
hacia delante y se la clavó hasta lo más hondo. Jaejoong gritó y lo arañó. —Sí,
yo también lo quiero así contigo —le separó más las piernas con las manos y lo
penetró más deslizando las palmas por sus nalgas y apretándoselas para
acercarlo más a él. El interior de Jaejoong estaba ardiendo y mojado. Jaejoong no
se podía mover porque Yunho lo tenía apresado.
—Me gusta —exhaló Jaejoong.
—No te quiero hacer daño.
—Sujétame bien, Yunho. Está bien.
Yunho tomó sus muñecas y se las alzó
por encima de la cabeza. Jaejoong lo miró y sus ojos brillaron desafiantes.
—No te da miedo, ¿verdad? —preguntó Yunho
con cautela. Volvió a impulsarse profundamente en Jaejoong.
—No. Pero no me ates. No me gusta
—sus ojos brillaban porque el placer se los humedecía.
—No te voy a atar. Ni te voy a
lastimar.
—Lo sé. No me das miedo —se alzó y
lo besó. Le mordió el labio y tiró de Yunho.
—Jaejoong, voy a hacer que te corras
tantas veces que luego no sabrás ni quién eres —inclinó su cabeza y se llevó un
pezón a la boca. Lo devoró literalmente. Lo chupó y lo mordió haciendo oídos
sordos de las súplicas de Jaejoong.
—No lo soporto... muévete.
— ¿Quieres esto? —meció sus caderas
brutalmente. Arriba y abajo. Entrelazó los dedos con Jaejoong y lo besó. Fue un
beso arrollador. Mientras le hacía el amor Jaejoong se retorcía de placer,
aplastado por su cuerpo y sin poder mover los brazos. Abierto para Yunho e
indefenso. —Mmm... mi corazón... eres puro fuego.
—La muñeca... —susurró escondiendo
la cara en su pecho. —La muñeca me arde. No pares.
Yunho miró su muñeca y lo vio. El
nudo perenne aparecía en el interior de su muñeca derecha. Un nudo perenne
precioso y perfecto, quemándole la piel ligeramente, y en el centro una gema de
color marrón. El color de ojos de Yunho.
Jaejoong empezó a llorar y quiso
soltarse de su amarre, pero Yunho se lo impidió.
—Me duele... —sollozó.
Yunho lo penetró aún más. A Yunho
también le estaban sellando la misma muñeca, sólo que su gema era lila, como
los ojos de Jaejoong.
—Ya está, cariño —lo consolaba
mientras lo estiraba hasta el límite. —Ya está... ya no duele.
—Sí.
—No —repuso Yunho buscándole la
boca. El dolor había desaparecido. —Ya está, cielo —cuando Jaejoong lo miró
entre las lágrimas entendió que ambos habían ganado algo en ese interludio. —
Jaejoong... mi Jaejoong. Eres tan bonito... Tan suave... No llores.
—Yunho, me estás haciendo enloquecer
—se miraron el uno al otro. Reconociéndose. Midiéndose. Aceptando humildemente
lo que había entre ellos. Yunho le besó las lágrimas y Jaejoong le dio un beso
ligero como una mariposa en la mejilla.
—Tú me estás enseñando a sentir —le
susurró clavándose de nuevo en Jaejoong y quedándose quieto en su interior.
— ¿Y te gusta? ¿Es bueno?
—Sí —sonrió abiertamente y ese gesto
iluminó la habitación. —Me gusta.
—Bien —entrelazó los dedos con
fuerza a los suyos. —No pares, nene —le pidió Jaejoong poniéndose tenso y
alzando las caderas.
—No — Yunho no le soltó las manos
mientras se movía más y más rápido y los hacía llegar a los dos a una escala de
deseo y placer más allá de lo que era posible.
Jaejoong clavó sus colmillos en su
cuello y se convulsionó a su alrededor y Yuhno se corrió con él, llenándolo con
su simiente. Cuando cedieron los temblores y Yuhno se desplomó sobre Jaejoong ambos
respiraron agitadamente. El aliento de Yunho en la oreja derecha de Jaejoong.
Los corazones de ambos resonaban en sus cabezas. Jaejoong inclinó la cabeza hacia
el oído de Yunho.
—Ha sido increíble.
Yuhno alzó la cabeza.
—No hemos acabado —le dijo Yunho
saliéndose de Jaejoong poco a poco.
— ¿No?
—No, cariño. No te muevas —le
ordenó.
Jaejoong resopló extasiado.
—Como si pudiera moverme —murmuró
mirándose la marca que tenía en la muñeca. Era tan bonita. Y era suya.
Yuhno entró en el baño y trajo una
toalla húmeda con él. Se arrodilló entre sus piernas y le puso la toalla en su
entrepierna, limpiándolo y acariciándolo.
— ¿Qué me haces? —preguntó Jaejoong sonrojándose.
—Ahora nada. Pero quiero hacerte
algo —lo cogió por las rodillas y le dobló las piernas hacia arriba.
—No, Yuhno.
—Te gustará, cariño. ¿Te da
vergüenza que te vea así? A mí me encanta. Dame el gusto.
Jaejoong miró como Yunho volvía a
estar erecto.
—No es eso, es que...
No pudo seguir hablando. Yuhno bajó
la cabeza y empezó a lamer sus partes más íntimas con la lengua. Jaejoong intentó
apartarlo, pero cuando Yunho le metió la lengua se dejó caer en la cama y lo
cogió del pelo, atrayéndolo a él.
— ¿Qué... me estás haciendo?
—preguntó sollozando. Jamás se imaginó que pudiera sentir tanto placer.
—Lo que deseé hacerte el primer día
que te vi. Saborearte —le dio un largo lametón de arriba a abajo y Jaejoong apretó
su pelo más fuertemente. Luego succionó y lamió su pene alternativamente y ella
se rompió en mil pedazos en su boca. —Te has desecho en mi lengua... —dijo
incorporándose complacido. —Esto te lo haré cada día —aseguró girándolo y
poniéndolo boca abajo.
Jaejoong estaba rendido. Desecho
encima de la cama.
—Podría hacerte cualquier cosa,
ahora —le susurró Yunho colocándose a su espalda y abriéndole ligeramente las
piernas. —Estás dócil y sumiso. ¿Qué quieres que te haga, Jaejoong?
—Todo lo que se te ocurra. Me fío de
ti —acertó a decir.
Yunho se sintió bien ante esa
respuesta.
—Eres tú. Tú me haces ser insaciable
—le abrió una pierna. —Dóblala, cielo. —Quiero que me tomes tan profundamente
que una parte de mí se quede siempre en tu interior —murmuró Yuhno mordiéndole
la nalga y acariciándolo entre las piernas. — ¿Quieres? ¿Puedes?
—Sí puedo —le aseguró Jaejoong.
—Intentaré no hacerte daño —le
aseguró Yuhno incorporándose y cogiendo una almohada. —Levanta la barriguita
—colocó la almohada bajo sus caderas y eso alzó más sus nalgas. Yunho asintió y
besó su trasero. —Me encanta tu culo. Abre un poco más las piernas. Así.
Se colocó detrás, lo tomó de las
caderas y lo penetró, con rapidez.
— ¿Estás bien? —le preguntó Yunho deslizándose
más adentro.
—Sí. — Jaejoong se agarró a la
sábana. —Más.
— ¿Eso es lo que necesitas?
—Lo necesito — Jaejoong sintió el
pecho de Yunho en su espalda y notó como dejaba caer todo su peso sobre él. —Oh
sí. Esto es lo que necesito.
— ¿Cómo lo necesitas? ¿Cómo lo
quieres? — Yunho seguía entrando más a fondo. Acarició su nuca con su nariz. —
¿Puedes más?
—Mas profundo —ordenó Jaejoong moviendo
las caderas.
— ¿Más hondo? —Yuhno tenía ganas de
aullar. Pasó un brazo por debajo de su cadera y lo acarició entre las piernas
mientras lo penetraba. La otra mano apresó un pezón y lo masajeó.
Jaejoong respiraba y gemía, sólo
podía hacer eso. Lo sentía todo dentro. Yunho lo abrazaba tan fuerte que casi
no podía respirar. Yunho se hacía paso entre su conducto y llegaba con sus
empujes hasta donde nadie podría haber llegado jamás.
Jaejoong alzó sus brazos y le rodeó
el cuello con ellos.
Yunho le apartó el pelo de la nuca y
hundió sus colmillos en la yugular. Se corrieron tan fuertemente que cayeron
rendidos al instante. Sin duda, pensaba Jaejoong mientras cerraba los párpados
satisfecho, una noche de fuego y hogueras.
*
* *
Pasadas unas horas, Yuhno apoyado
sobre su mano, miraba a Jaejoong dormir. Le acariciaba la piel, el pelo, los
labios y él sonreía cuando Jaejoong movía la boca al notar su leve contacto.
Jaejoong ahora era su mundo, su
vida, su existencia. Todo.
No iba a permitir que nada ni nadie
lo hiriera, él el primero, y lo iba a cuidar y a proteger. Tomó su muñeca y
delineó el nudo perenne con el que les habían marcado.
En la muñeca. Para recordarle lo mal
que él se portó con Jaejoong al principio.
Había sido un machista arrogante, un
hombre de las cavernas. Intransigente y brutal. Pero Jaejoong le había devuelto
la cordura, la ternura, todo aquello de lo que él se había autocensurado sólo
para proteger a los suyos. Sólo para no volver a cometer errores, para no
volver a fallar.
Eras sólo un niño, le había dicho Jaejoong.
Jaejoong con sus palabras había empezado a sanar su dolor, a redimirlo, y sólo
por lograr algo así él lo amaría toda la vida.
Besó el sello y colocó la mano de Jaejoong
sobre su mejilla para que acariciara su barba de pocas horas. Se sentía fuerte
y poderoso siempre que Jaejoong lo alimentaba.
No podía vivir pensando que Ryu Jin
y Min Ki todavía seguían con vida, que lo perseguirían. Eso sólo podía
solucionarlo de una manera. Encontrándolos y matándolos, acabando con la vida
de esos indeseables que se habían pasado al lado maligno de la existencia.
Una luz parpadeó sobre la mesilla.
Su teléfono. Yuhno frunció el ceño. Era Jong Hyun. Descolgó el teléfono.
— ¿Qué pasa, Jong Hyun?
— ¿Por qué me hablas tan bajito?
—Jong Hyun... —medio sonrió. Su
amigo era un provocador. —Dime.
—Acabamos de descubrir la morada de Ryu
Jin.
Yunho se tensó y esperó no haber
despertado a Jaejoong.
— ¿Dónde?
—En las cuevas de Glastonbury. ¿Y
sabes una cosa?
—Suéltalo.
—Min Ki está con él y con algunos
secuaces más. Es un aquelarre, tío.
— ¿Dónde estás tú?
—De camino.
—Bien. Nos vemos allí en media hora.
—Hasta ahora. Llamaré a Yoochun.
—Bien.
Sí. Ya los tenía. No iba a dejarlos
escapar esta vez. Ni hablar. Contempló a Jaejoong una vez más. Se colocó los
pantalones y las botas. Luego volvió a inclinarse sobre Jaejoong. Dios, era
precioso. Seguramente se enfadaría con él si al despertarse no lo encontrara a
su lado. Pero estaba bien. No quería importunarlo. Se sentía mejor que nunca,
capaz de todo y en cuanto cogiera a Min Ki y a Ryu Jin ambos ganarían en
tranquilidad. Yunho no temería por él y Jaejoong tampoco lo haría por él.
Problema resuelto.
La acarició y lo besó en la mejilla
dulcemente para luego susurrarle al oído.
—Esto que voy a hacer lo hago por
nosotros, mi corazón. Nunca sabrás lo que te quiero en realidad.
Se dio media vuelta y saltó por la
ventana en busca de sus enemigos.
*
* *
Sobresaliendo del paisaje llano se
hallaba la colina. Ryu Jin había elegido muy bien donde esconderse ya que en un
pueblo tan lleno de mística y de leyendas como era ése un personaje gótico y
misterioso pasaría inadvertido. La gente del pueblo estaba acostumbrada a ver a
frikies disfrazados de caballeros de la mesa redonda y sacerdotisas, y todo
porque decían que en esa colina se ocultaba el Santo Grial y también porque las
leyendas ubicaban la puerta de entrada a Avalon en ese lugar. Por lo tanto, Ryu
Jin y su aquelarre tampoco desentonaría en ese ambiente.
Llegó al suelo y pisó con fuerza
para no resbalar. Todo estaba sumido en la calma más absoluta y eso le extrañó.
Esperaba percibir a Jong Hyun y a Yoochun, pero por el momento ni el aire les
traía su aroma. De hecho ellos deberían haber llegado mucho antes que él y
allí, a excepción de un ave solitaria, no había nadie más.
Pensaba en lo raro que parecía todo
cuando oyó una risa diabólica a su espalda. Yunho tensó su cuerpo y se giró de
golpe para encarar, con sorpresa, a Ryu Jin.
No pudo enlazar un pensamiento
seguido con otro, pero de lo primero que fue consciente era de que le habían
tendido una trampa. Lo segundo, que Jaejoong estaba en peligro. Y Junsu también.
—Hola, Yuhno —la voz de Ryu Jin era
fría, sin ningún tipo de entonación.
Yunho levantó el labio superior, le
enseñó los incisivos y gruñó como un león. Quería arrancarle la cabeza de cuajo
por traidor. Saltaba a la vista que Ryu Jin se había convertido en un vampiro.
Sus ojos se habían vuelto rojos, la piel había perdido coloración, su pelo
estaba blanco como la nieve y las venas se veían azules a través de su cara. Y
apestaba. Apestaba a huevos podridos, a azufre.
—Supongo que ya debes saber que no
has hablado con Jong Hyun —sonrió con suficiencia enseñándole su teléfono móvil.
—Lo bueno de que no hablan telepáticamente entre ustedes por miedo a que los
detecten otras ondas vampíricas es que se ven forzados a utilizar estos
artilugios, y por suerte siempre se pueden manipular —señaló un aparato parecido
a un micro que estaba enchufado al teléfono.
—Un transmutador de voz —murmuró Yuhno
maldiciéndose mil veces.
—Chico listo. Dime, Yuhno. ¿Había
interrumpido algo cuando te he llamado? ¿Ha disfrutado Jaejoong contigo esta
noche? ¿Cuántas veces te lo has tirado, ya?
El simple hecho de que Ryu Jin pronunciara
el nombre de su cáraid lo enloqueció. Se abalanzó sobre él y sacó su daga del
pantalón para clavársela en el corazón.
*
* *
Jaejoong se incorporó de golpe en la
cama. Estaba sudando y se sentía nervioso. Inquieto. Buscó con la mano a Yuhno,
pero sólo tocó el cubrecama. Tenía ganas de abrazarse a Yunho y relajarse, pero
Yunho no estaba.
Observó la habitación y se dio
cuenta de que las ventanas del balcón seguían abiertas. Se tocó la piel fría y
la frotó para entrar en calor. Se levantó y se puso una bata de seda color
borgoña.
— ¿Yuhno? —preguntó extrañado
volviéndose a sentar en la cama.
— ¿Sí, cariño?
Jaejoong se cubrió con la sábana y
se puso de pie, dando vueltas sobre sí mismo, buscando el origen de esa voz.
Porque ése que le había contestado no era Yunho.
Min Ki estaba allí con él.
Achicó los ojos y lo vio. Estaba
sentado en la cómoda, oculto entre las sombras, con algo en la mano que
apuntaba hacia él.
—Sonríe a la cámara, hijo mío —le
ordenó burlándose de Jaejoong. — Yunho te está mirando.
*
* *
Antes de clavarle la daga y dejarlo
completamente indefenso y reducido a cenizas Ryu Jin fue lo suficientemente
hábil para poner su teléfono delante de él y enseñarle en directo el vídeo que
le había pasado Min Ki.
—Alto, Yuhno. O tendrás que ver cómo
le corta el cuello a esa preciosidad.
Yunho, todavía encima de Ryu Jin,
miró la pantalla y se le congeló el corazón. Min Ki había cogido del pelo a Jaejoong
y lo zarandeaba con violencia. Jaejoong no se defendía porque Min Ki le decía
algo que se lo impedía.
—Ni se te ocurra, guapo —decía Min
Ki. —Tenemos a Yuhno y como intentes volverte contra mí lo mato. ¿Me has oído?
—le lamió la cara con lascivia y Jaejoong la apartó cerrando los ojos con
fuerza.
—Sí, te he oído —susurró entre
dientes. — ¿Dónde está? ¿Dónde lo tienen?
—Lo tenemos en buenas manos.
—Min Ki, hijo de puta —lo encaró con
valentía.
—No insultes a tu abuela —se echó a
reír con maldad. Lo tomó de la muñeca y tiró de Jaejoong, pero Jaejoong aulló
de dolor. — ¿Qué es esto? —miró el sello. — ¿Te has hecho un tatuaje? ¿Te has
convertido en un hijo rebelde? —meneó la cabeza haciendo negaciones. —No, no,
cariño. Papá te pondrá recto.
—Es un nudo perenne —sonrió un
hombre apoyado en el balcón. —Ya están sellados.
—Tú... —exclamó Jaejoong. —Eres
Dubv... del consejo de Walsall. —Sí, perra. Un diez para ti.
—Cobarde traidor... —lo insultó
dejando que sus incisivos se alargaran.
—Tiene carácter —murmuró otra voz.
—Fynbar —espetó Jaejoong. — ¿Cómo han
podido? ¿Dónde está Yunho?
—Eso no importa —se encogió de
hombros.
— ¿Dónde está?.. —sus ojos lilas se
oscurecieron y su energía explotó haciendo que las ventanas estallaran a
añicos.
—Rápido. Llevémonoslo de aquí
—ordenó Min Ki asombrado.
Min Ki lo empujó hacia Fynbar
y éste, nada más agarrarlo, saltó con Jaejoong por el balcón.
Nota: Como había comentado, este libro pertenece a una saga, en donde la historia del Sichul se contaría en la segunda parte y en la tercera el Yoosu, pero se especifican cada historia en la pareja, con mención de los demás personajes, pero nada mas. Y si se interesan por la de Changmin se maneja en la quinta parte.
Gracias por comentar hermosas niñas.
awww yunho siempre queriendo hacer las cosas a su modo x eso le atraparon e,e
ResponderEliminarash maldito min ki q no los deja en paz ¬¬ espero logren escapar o q los demas se den cuenta de la desaparicion de JJ y yunho S: awww sube pronto el prox cap xfisssss me dejas super intrigada *o* gracias x la actu !!
yo quiero leerlas todas siiii...... gracias
ResponderEliminarNooo porque lo dejas ahí unnie ... oh dios y estos cabezotas deberían utilizar su comunicación mental para saber del otro ... espero puedan hacerlo y no preocuparse por como tienen al otro, porque eso es lo que los retiene a defenderse
ResponderEliminarGracias por el capitulo una saga sin duda maravillosa
misa-chan <3
No puede ser!!!!!
ResponderEliminarpasaron una noche recontra hot después de que los sellaron y esos estúpidos tuvieron que arruinar todo ;o;
alguien tiene que darse cuenta de lo que estan haciendo, no pueden permitir que les hagan algo TOT
Muchísimas gracias por el capítulo!!!!!!!
se a quedado muy bueno este capitulo y estoy impaciente por lo que les pasara a yunho y a jae por que no piden ayuda y van a su rescate pero yo creo que yunho y jae son muy poderosos como para terminar con todos ellos y aun jae creo que es mas fuerte que los ara bolar en pedazos si le llegan a poner un dedo en sima a yunho quiero continuación pronto pronto pronto por favor todos me encanan y sean quedado de infarto
ResponderEliminarComo aqi trmina este libro?, q hay d el final d el yunjae q sucede con ellos?, esta inconcluso aun
ResponderEliminarQ le pasara a jj y a yunho!?
:O me encanto no se pro q desde que lei la parte de:
ResponderEliminar—Esto que voy a hacer lo hago por nosotros, mi corazón. Nunca sabrás lo que te quiero en realidad.
sabia que algo malo pasaria T.T
.. quiero leer todas las sagas :O creo q me comprare el libro pero quiero leerlo en el fic jejej
u.u por q yunho no despertó a jae por q no fue con el u.u aishh esto no es bueno u.u quiero el siguiente aunq me caería bien q sea la otra semana tengo exámenes u.u
No, no puede ser, se tenían que complicar las cosas , ryu jin y min ki tenían que separarlos caray, espero no le pase nada tanto a jaejoong como a yunho! oh con respecto a lo de los libros entonces con el final de este dan a entender que sucedería a fondo con el yunjae no? y con las demás parejas se explicaría en los otros libros de la saga' omg por fas actualiza pronto T-T, gracias! jeje
ResponderEliminarque tristeza :( ese odioso de Min ki abusivo, me quedo intrigada, que
ResponderEliminarpasara ? gracias por actualizar **
T,,,,,T iban tan bien >< y ahora e,,,,,,e
ResponderEliminarSe lee interesante, se me hace que ya falta poco T__T
ResponderEliminarGracias :)
NOOOOOOOO!! que no se atrevan a dañar a Jae, Yunho debes protegerlo. Esta historia se pone cada vez mas interesante que ansias por leer el siguiente capitulo, asi que rapidamente me lo voy a leer.
ResponderEliminarMierda mierda.... Hijos de pu**
ResponderEliminarAgg como los odio... Pero ya van a ver lo q le va a pasar yo lo se..
yunho tonto... :( por que te fuiste sin avisarle a jaejoong :(
ResponderEliminarque astuto fue Ryu Jin para hacerse pasar por Jong Hyun y yunho descuidado cayo en la trampa aishh...
y ahora Min Ki también tiene a jaejoong no... T^T
que querrán hacer ahora .... :(
ayyyy, ya empezó la pesadilla.
ResponderEliminarno quiero seguir leyendo .lastimarán al yunjae y sufrirán mucho.
esta que arde esta historia
gracias
Noche hot *^*
ResponderEliminarEn verdad q n entiendes YH >_> ahora por seguir con tu babosada de no hacer participe a JJ de la situación... Tu terminaste en manos de Ryu Jin y JJ en manos de. Min Ki !!!
Sólo espero que no violen a JJ T-T
Al final resultó débil Yunho, y es por querer hacer justicia sin Jae, se volvió débil al caer en la trampa de esos desgraciados.
ResponderEliminarGracias!!!
Ya sabia yo que estoy se pondría feo cuando no le dijo nada a jj antes de irse....ahhhh dios...tengo miedo
ResponderEliminarestoy en suspenso… ahhhhhhh… noooo…
ResponderEliminar