Capítulo 7
Parte de él quería huir. Correr. Escapar.
Volver a su pastelería a donde pertenecía. Jaejoong bajó su bolso de gimnasio y
aceró sus nervios.
Nada de correr. Nada de pánico. Podía
hacer esto.
Yunho. Él llenaba la habitación con su
poderosa presencia mientras cuidadosamente ponía la caja de pastelitos en un
lugar protegido. Una vez que estuvo satisfecho con eso, cruzo la alfombra.
Este era su dominio, su mundo. Estaba tan
a gusto aquí como lo había estado irrumpiendo en la recepción de la boda y
derribando al ladrón de autos con un cuchillo.
¿Es que nada le perturbaba?
Bueno, al parecer un regalo de pastelitos
lo hacía. Sus pensamientos se dispersaron cuando Yunho se detuvo justo en
frente de él, su evocativa mirada deslizándose por toda su longitud.
Jaejoong aspiro una respiración,
vívidamente consciente de su top blanco con su corte sin mangas. Una sudadera
gris oscuro rodaba baja en el hueso de su cadera.
—Estas lleno de sorpresas, chico pastelero.
Estas tan caliente —él cerró sus ojos, su garganta pasando un largo trago.
Recuperándose, dijo—: Vas a probar mis límites de auto-control.
Jaejoong se sonrojó y espirales de deseo
brotaron a travesándole. Era demasiado, muy rápido. Apenas le conocía, aun así
su cuerpo reaccionaba. Pero su mente gritaba que necesitaba estar seguro de que
podía confiar en él.
—Yunho, no he dicho que sí a tu proposición
de acompañante. Esto es sólo un experimento.
Yunho atrapó su mano, su pulgar frotando
sobre la sensible piel entre su pulgar y el dedo índice.
—Lo discutiremos mucho más a fondo cuando
terminemos de entrenar.
El calor de su toque ondeaba a través de Jaejoong.
—Nada de sexo —soltó abruptamente. No
estaba listo, no sabía si algún día lo estaría.
—De acuerdo. Por esta noche —soltando su
mano, la expresión de Yunho se volvió seria— Cuéntame sobre tu pierna.
Le tomó un segundo entenderle.
—Tibia terriblemente fracturada, se
desplazó la articulación de la rodilla. Tengo placas y tornillos ahí. Rango
limitado de movimiento. No puedo extender completamente la rodilla o hacer una
curva completa —mantuvo la explicación de su herida y limitaciones simple.
Yunho miró hacia abajo.
Jaejoong se tensó. ¿Iba a demandarle
verlo? Rápidamente, añadió.
—He hecho años de terapia física con Junsu,
además manejo una bicicleta y hago yoga. Sé lo que puedo soportar y lo que no
—a pesar de lo que su familia parecía pensar. Pero eso no era algo que tuviese
que compartir con él.
Yunho estrechó sus ojos.
—Me dirás si te duele. ¿Está claro?
Jaejoong casi le dijo lo que él quería
escuchar. Pero Yunho no ganó peleas sin haber tenido algo de dolor, así que él
tenía que entenderlo.
—Te diré cuando duela más de lo que
debería.
Ladeando la cabeza, parecía estar
determinando a saber si Jaejoong realmente conocía sus límites. Satisfecho,
asintió.
—Vamos a empezar —parándose a su lado, se
giró para mirar al espejo—. Si eres atacado, tu objetivo es desarmar a tu
atacante y escapar. Para hacer eso, tienes que herirle lo suficiente para que
caiga al suelo, luego corres.
Sus manos estaban marcando su cintura,
pero Jaejoong escuchó.
—¿Herirles cómo?
—Te voy a mostrar los puntos débiles
donde puedes causar el mayor daño.
Apuntando, dijo:
—Ojos, pero eso es duro y dudarlo puede
lograr que te maten. Luego está la nariz, el cuello —le tocó la garganta.
Dejando caer sus manos a la zona de las costillas, siguió— el plexo solar esta
justo aquí entre el esternón y el ombligo.
Un estremecimiento le atravesó mientras
él suavemente le rozaba. Ignoró la sensación de sus dedos sobre él y se enfocó.
—Las rodillas —se agachó, dándole
palmaditas al interior y el exterior de su rodilla—. Es muy efectivo apuntar
para golpear cualquiera de estos lugares y desarmar a tu atacante. Si lo haces
lo suficientemente fuerte, el dolor es insoportable. El atacante caerá y tú
puedes correr.
Jaejoong hizo una mueca de dolor, el
recuerdo de su propio dolor cuando se despertó en el hospital corriendo a
través de él. Luchó contra una oleada de náuseas.
—¿Jaejoong? —Yunho se mantuvo agachado en
la alfombra.
Tragó.
—Golpe en la rodilla, captado.
Yunho se levantó con un movimiento
fluido.
—Muéstrame.
Rápidamente, repitió los lugares donde
podía causar el mayor daño.
—Bien. Ahora tu cuerpo está equipado con
armas. Tu cabeza. Tu puño —él demostró un puño—. El talón de tu mano —le mostró
como llevar sus dedos hacia atrás y empujar el borde inferior de su palma.
Luego finalizó con—: Codo, rodilla y pie.
Para él, esto era normal. Hablando sobre
las formas de herir a otras personas y partes del cuerpo volviéndose los medios
para hacerlo, era sólo otro día en su vida. Su estómago se contrajo.
Yunho esperó, su silenciosa ceja alzada
evaluándole.
¡Se fuerte! Alzando su barbilla, dijo:
—Captado —lo recordaría.
—Voy a enseñarte cómo manejar un par de
situaciones. Pero eso significa que voy a venir hacia ti o a frenarte —se
acercó.
Tenía la sensación de que él estaba
acercándose a propósito. Su pecho se contrajo.
—¿Qué pasa si entro en pánico?
Yunho tocó su hombro, sus dedos tibios y
tranquilizadores.
—Hablas conmigo. Dime cuando estés
sintiendo síntomas de pánico.
Su ritmo cardiaco aceleró, pero todavía
estaba en control. Era difícil admitir lo muy defectuoso que era, lo profundo
que sus ataques de pánico iban, pero tenía que decírselo.
—¿Y si no puedo hablar?
Yunho deslizó sus dedos hacia su brazo y
agarró su mano.
—Si no puedes hablar, este es tu gesto
seguro. Se llama golpeteo —alzando su mano, doblo sus dedos y los golpeteo tres
veces en su piel—. ¿Lo sientes?
—Sí —exhaló. ¿Cómo podía algo tan simple
funcionar?
—Tú das palmaditas como esas en cualquier
punto que puedas encontrar en mí. Estoy entrenado para reaccionar a eso, Jaejoong.
Puedo estar en la mayor competencia en mi vida, pero siento eso —tres rápidos
golpecitos— y es una señal para detenerme inmediatamente. La vida de mi
oponente puede depender de ello. Tú golpeteas, yo me detengo, ¿entendido?
La idea de tener ese poder sobre Yunho
mandó un escalofrío a través de él.
—¿Así de fácil?
Yunho se movió al lado de él de nuevo.
En el espejo, Yunho era más alto que él,
sus hombros mucho más amplios, sus brazos estaban mostrando músculos en serio.
Había visto a Junsu sin nada más que pantalones cortos, sabía que era esbelto,
rápido y sorprendentemente fuerte, pero Yunho lo llevaba a un nivel
completamente nuevo.
¿E iba a confiar en él? ¿Detenerlo sólo
con golpecitos?
Alzó sus brazos y los puso alrededor de él
en un abrazo de oso. Ellos le rodeaban como bandas de acero inmóviles,
asegurando sus brazos a sus lados. Luego tiró de él hacia atrás contra su
pecho.
Antes de que Jaejoong pudiese procesar lo
que sentía, si estaba asustado incluso, él hablo,
—Golpetea.
Encontró sus ojos en el espejo.
—Pero mis brazos están atrapados —sólo
decirlo lo hacía real y sus dedos cosquilleaban. La enfermiza sensación de
impotencia inflándose en su mente.
—Encuentra un lugar. Golpetea. No te
rindas.
Forzó una respiración y rotó su mano
derecha en la muñeca. Sus dedos golpearon su muslo, y dio tres golpecitos.
Yunho lo soltó inmediatamente.
—Bien.
Una nueva sensación de poder se apresuró
a través de Jaejoong.
—Lo hice. Incluso con mis brazos
atrapados —se sintió bien. Estimulante.
—Lo hiciste —tocó su rostro—. También
funcionará cuando te tenga desnudo, Jaejoong. Recuérdalo. Tú no estás indefenso.
No conmigo. No te quiero asustado y con pánico. Te quiero caliente, jadeando y
desesperado porque te haga correrte. ¿Entendido?
No fue miedo lo que aceleró su ritmo
cardiaco esta vez. Oh no, eso era deseo. Sin saber cómo responder, sólo
asintió.
—Bien. Ahora veamos lo que podemos hacer
respecto al próximo imbécil que trate de sacarte fuera de tu auto. En esa
situación tienes varios movimientos. El primero es un bloqueo. Cuando se
acerque por tu cabello o tu brazo, tú doblas tu codo y balanceas tu brazo al
estilo de un molino de viento, bloqueándole.
Jaejoong prestó atención mientras Yunho
lo demostraba doblando su brazo y balanceando su antebrazo. Intentó imaginarse
a sí mismo haciéndolo.
—Pero no soy tan fuerte como tú
—eufemismo del año.
—No importa. La mayoría de estos
movimientos están basados en apalancar y escoger las áreas correctas
—acercándose a él, envolvió sus dedos alrededor del exterior de su bíceps
izquierdo—. Inténtalo.
Su fuerte agarre le hacía dudar, pero
Yunho era el profesional con campeonatos para su crédito. Así que dobló su codo
y rápidamente rotó su brazo, creando el molino de viento.
Yunho perdió su agarre.
Increíble. Sonriendo, dijo:
—Funcionó.
Yunho agarró su propia muñeca y se la
mostró.
—¿Ves donde mis dedos se unen a mi
pulgar? —A su asentimiento, continuó—. Esa es la parte débil. Mi puño se
encontró en la parte interna de tu brazo, tú bloqueaste, empujando por allí,
rompiendo la parte más débil de mi agarre.
Eso tenía tanto sentido.
—¡Sí! —Okey eso había salido un poco
entusiasta, pero maldición, nunca había sabido de esto.
Arrugas de emoción se desplegaron
alrededor de los ojos de Yunho.
—Es todo sobre encontrar las debilidades
de tu oponente y usar tus fortalezas en su contra. Lucha habilidosa requiere
pensamiento rápido.
—Lo que significa que no puedo entrar en
pánico —ese era su obstáculo. Tenía que mantener su miedo bajo control, pero
ese era su problema, no el de él—. Enséñame más —quería aprender.
—Asumiendo que todavía estamos luchando
con el tipo intentando sacarte fuera de tu auto, has bloqueado su intento de
agarrarte. Ahora atacas usando el talón de tu palma. Curvas tus dedos hacia
atrás y lo golpeas contra su nariz, empujando hacia arriba con tanta fuerza
como puedas —le mostró sus dedos doblados, un apretado doblez de muñeca,
sobresaliendo el talón de su palma—. Incluso sentado, puedes golpear duro y
hacia arriba, conectando justo debajo de su fosa nasal y rompiéndola —girándose
hacia el lado, él lanzó el golpe en el aire.
Impresionado por su pura velocidad y
poder, estaba bastante seguro de que su boca colgaba abierta.
—Te lo mostrare de nuevo —fue a través de
los movimientos un par de veces más, luego le hizo hacerlo, observando y
corrigiéndole hasta que estuvo satisfecho.
—Okey. —Yunho se paró frente a él— Voy a
acercarme a ti. Pon ambos movimientos juntos. Golpea mi mano lejos y estrella
el talón de tu mano justo debajo de mi nariz.
Horrorizado, dijo.
—Te golpearé.
—De ninguna manera, nene. La única forma
que podrías golpearme es que esté dormido o inconsciente.
Correcto. Había visto lo rápido que se
movía. Ignorando un sonrojo de vergüenza, dijo:
—Tal vez me vuelva lo suficientemente
bueno.
Asintiendo su aprobación, agregó:
—No puedes tener miedo de golpear o herir
a tu oponente. No en el entrenamiento y no si estás en una situación en la que
tienes que defenderte a ti mismo.
En otras palabras, deja de actuar como un
pequeño niño asustado. Esa era la razón exacta por la que estaba aquí.
—Hagamos esto —centrando su peso, le miró
detenidamente. ¿Con cuál brazo atacaría él?
Golpeó con su derecha.
Jaejoong giró su brazo izquierdo hacia
arriba, conectando con su brazo y lanzándolo hacia un lado. Siguiendo eso,
apuntó a su nariz con el talón de su mano derecha.
Yunho fácilmente se dobló fuera de su camino
y atrapó su mano con la suya.
Jaejoong tropezó hacia adelante con el
impulso de su golpe.
Yunho envolvió un brazo alrededor de su
cintura, tirándolo hacia él.
—La mecánica está ahí, pero necesitas
hacerte más rápido y apuntar duro. Una vez domines eso, agregaremos un golpe de
rodilla —le dejó en el suelo. — De nuevo, Jaejoong.
* * * *
Una hora después, Yunho sabía que era
hora de parar aunque no hubiesen llegado a golpes de rodilla todavía. Jaejoong
estaba sudando, inclinado y frotándose la rodilla y la pantorrilla. Había
notado que su pequeña cojera se había vuelto más pronunciada en los últimos
diez minutos.
Pero demonios, le había impresionado como
el infierno.
—Ya has tenido suficiente por esta noche,
Jaejoong.
Jaejoong se paró erguido, sus ojos negros
oscureciéndose como un mar agitado.
—Puedo seguir. Hago clases de bicicleta
más largas que esto.
Caminó hacia Jaejoong, encantado de que
no se alejara como había estado haciendo en el pasado.
—Te gusta esto. Estás luchando.
—Yo solo… Quiero ser más fuerte. Mejor.
Estaba malditamente bien exactamente como
estaba. Pero Yunho entendía esa motivación interna por estar en control. Él
había nacido en la pobreza con una madre que creía en romances de cuentos de
hadas, como si un jodido príncipe se fuese a aparecer y a salvarles.
Yunho había jurado nunca más volver a
estar así de impotente. Amasó riqueza y poder para mantenerse en control. Y
planeaba usar eso para vengar a Mi Ja.
Pero Jaejoong no necesitaba saber todo
eso. No tenía nada que ver con él.
—Puedes hacer esto. Tienes el equilibrio,
la resistencia y lo más importante, el deseo de aprender.
Color inundó su rostro. Girándose, agarró
su botella de agua.
—Si acordamos éste trato, no quiero que
hagas eso —tomó un sorbo.
Se acercó a Jaejoong.
—¿Hacer qué?
—Mentirme —tapando su botella vacía,
agarró su bolso de gimnasio.— Se lo que soy.
Ira se empezó a formar rápido y profundo
en las entrañas de Yunho.
—¿Y qué es eso?
Se paró derecho, el bolso colgando de sus
dedos y sus ojos sangrando en silenciosa agonía.
—Un hombre quebrado.
—¿Quién coño te dijo eso? —Maldita sea, raramente
perdía el temperamento, pero eso mando su sangre a hervir. ¿quebrado? Había
sobrevivido a un brutal ataque. Desde donde él estaba, Jaejoong era sensual y
determinado, no roto.
Jaejoong quitó la mirada, su expresión
endurecida.
—No importa.
Oh, sí importaba. Pero Jaejoong no quería
decirlo, así que ese era su problema. Cruzando sus brazos, lo fulminó.
—Yo construí un imperio sólo de reconocer
buenos luchadores cuando los veo. Si digo que tienes lo que se necesita para
dominar la defensa personal, entonces lo tienes. Si haces uso de ello, es tu
decisión.
Sus hombros se levantaron, su barbilla se
alzó y sus ojos brillaron.
—Supongo que tú nunca te equivocas.
Otros hombres irían más suaves y
empalagosos. No Jaejoong. Parecía progresar cuando él se paraba cerca de él y
le retaba. Cuanto más le empujara él al momento de dar instrucciones, más hacía
Jaejoong. A él le gustaba eso. Mucho.
Y le había traído pastelitos. Todavía no
podía superarlo. Había crecido acostumbrado a las mujeres u hombres mandándole
costosos gemelos, relojes o botellas de licor que él no necesitaba para que
llamaran su atención. Pero nadie le había hecho pastelitos. Algo que Jaejoong mismo
hizo. Personalmente. No levantando un teléfono y ordenándolo, sino haciéndolos él
mismo.
—Raramente me equivoco, chico pastelero
—caminó hasta la caja de pastelitos, los levantó y luego regreso para tomar su
brazo—. Vamos a la sala de descanso y veamos que tal saben estos pastelitos —le
abrió la puerta.
Jaejoong comprobó los alrededores.
—¿Qué pasó con la música? Está tan
silencioso.
—Todos se fueron. El gimnasio ya cerró.
—¿Estamos solos? —Su voz se debilitó,
pero se mantuvo a su ritmo.
—Hasta que el equipo de limpieza venga en
una hora más o menos —le guió a la puerta detrás del mostrador de la barra de
zumos y dentro de la sala de descanso de los empleados. Allí se detuvo. Jesús,
incluso sudado y cansado, apenas escondiendo su cojera, se veía impresionante.
Lo deseaba, pero primero tenían que estar claros. —Estás a salvo conmigo. Pero
necesitamos hablar. Necesitamos establecer los límites de mi proposición.
Jaejoong inclinó su cabeza hacia atrás.
—No he dicho que sí.
—Lo harás. —Le dijo— Nunca me equivoco,
¿recuerdas?
***
Prisca. Muchas gracias por leerme de verdad y ojala pudieras comentar mas seguido, eso me anima y me ayudaría a ser mejor en las adaptaciones. Espero que te sigan gustando mis adaptaciones y no dejes de seguirme.
Katherine Miranda. Muchas gracias por tus comentarios la verdad son aliento para mi, y si me gustaría seguir mis fics originales y tengo bastantes ideas en mente solo me falta un equipo para seguir adelante y ser mejor. Pero muchísimas gracias por comentarme.
Lidia Tun Mex. Gracias por tus comentarios, espero te gusten las historias.
Yunho Kim (Fernanda según me entere?). Jajaja muchas gracias por seguirme eres realmente muy activa siempre en los comentarios, y que bueno que no te diste por vencida en mi blog, y espero seguir siendo de tu agrado. Muchas gracias por tu apoyo aquí seguiré.
Camila Muñoz. Me gusta mucho saber que te gustan mis historias y si e dejado historias detenidas pero eso fue porque me perdí mucho tiempo no se si seguirlas porque son adaptaciones, así yo creo que a quienes les gustaron las siguieron en su versión original. Sin embargo las que estoy subiendo ahora las actualizare lo mas rápido que pueda. Y muchas gracias gracias por leerme y tomarte un poco de tu tiempo para comentar.
GRACIAS POR ACTUALIZAR SORRY POR NO COMENTAR EN CADA CAP PERO TE SIGO DESDE HACE MUCHO Y HE LEIDO TODAS TUS HISTORIAS Y SIGO ESPERÀNDO CON MUCHA PACIENCIA LAS Q ESTAN SIN TERMINAR.GRACIAS DE NUEVO.
ResponderEliminarclaro que nunca se equivoca Yunho sabe todo de Jae espero que deje de lado la venganza que quiere hacer y mejor que lo ame pues creo que Jae ya a sufrido mucho como para que Yunho lo lastime mas
ResponderEliminarclaro que esa soy yo jijiji estaré por aquí mientras tu nos sigas compartiendo tan bellas historias y si son YUNJAE mejor y que te quede bien claro esto amiga que siempre seras de mi agrado y siempre te apoyaré de verdad
GRACIAS por compartirnos estas historias
Muchas gracias a ti por compartirnos estas historias tan bellas y principalmente si son Yunjae y mi nombre es Yurizan y quisiera saber el tuyo y gracias por este capitulo esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminarJae tiene la determinacion de poder defenderse solo pero primero deberia hablar de sus miedos y sacarse esa idea de que es un hombre roto.
ResponderEliminarYunho lo ayudara con su autoestima y mucho mas
Me encanta tu trabajo
ResponderEliminarEs fenomenal he leído cada una de tus actualizaciones y creeme me fascinan hago todo lo imposible por darme un tiempo y leerlas
Pero cada cosa que has echo me ha encantado
Gracias
Lo siento si no he comentado me quede sin internet y apenas hace 3 días lo recupere pero ahora mismo me pongo al corriente con los comentarios
ResponderEliminarPdt: me gusto tanto el fic de “DR" que lo voy a leer de nuevo ;)
El genero que a mi me gusta leer mas el drama con romance y claro con lemon
Uhhh qué buena onda q interactúa con las lectoras... Besos... Uhhhhh Yunho tan seguro me gusta ejejejej
ResponderEliminarSería su exnovio el que le dijo que es una persona rota? O quién haya sido que &$#@%, como pueden lastimar y bajarle toda la autoestima a Jae de esa manera, solo espero que Yunho lo ayude también en eso y a esa o esas personas que hicieron eso no las necesita en su vida. Ojalá lleve a Yunho con él al compromiso de su hermano.
ResponderEliminarGracias!!!
Pobre Jae que piensa que éstá roto, seguro el Ex_novio ese. Espero Yunho le pueda ayudar. Gracias por el capítulo.
ResponderEliminarPobre Jae, pero el seguro tiene la fortaleza de seguir adelante y espero que Yunho le ayude. Gracias por compartir.
ResponderEliminarYunho contento con los pastelitos jaj re dulce!! Mi Jaejoong está tan triste por lo. Que le sucedió en el pasado :c pero yunho lo va a arreglaar ❤️👌
ResponderEliminarMe encanta esta historia, pobre JJ traumado por un ataque, que estoy seguro fue de su ex. YH con una vida dura y empecinado en la venganza.. y un super sexy YH.. que esta todo fuego. Este es un nuevo comienzo para JJ, camino a encontrar lo que perdio y a volverse independiente. Los dos se necesitan, y ya se atraen, que pasara mas adelante?
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