Mi lista de blogs

Duda razonable: Capítulo 23


Acosar (v.):
Llevar a cabo hostigamiento no deseado y molesto de manera sistemática y/o continua, que a menudo incluye amenazas y demandas.

Yunho
La fiscal me sacudió la mano por encima del café y el té a la noche siguiente, pestañeando con sus ojos marrones claros.
—Muchas gracias por haber accedido a quedarte durante unas semanas, Yunho —dijo ella—. Vas a ser de gran ayuda en este caso.
—Estoy seguro. —Me puse de pie y me acerqué a la ventana, mirando las calles cubiertas de nieve.
—Tu antiguo compañero ha contratado a los mejores abogados que puede comprar el dinero, y ha pagado las multas y sanciones sufridas durante años, pero creo que podemos finalmente enviarlo a la cárcel con la nueva evidencia que tenemos. Eso, y tu testimonio, por supuesto.
No dije nada.
—No estoy segura de cómo te sentirías respecto a esto, pero… —Se detuvo, y segundos más tarde, se encontraba a mi lado— ¿Te gustaría que nos pusiéramos al día con todo lo que nos hemos perdido desde que te fuiste?
—¿Disculpa?
Masajeó mi hombro.
—Te fuiste de Seúl y nunca miraste atrás. No llamaste a nadie ni te mantuviste en contacto. Éramos tan buenos amigos, y tú…
—Está bien —la interrumpí, y le agarré la mano para apartarla—. Primero, no, no quiero que nos pongamos al día con esta mierda. Me importa poco lo que me he perdido. —La miré de arriba abajo—. Pero teniendo en cuenta el aspecto de las cosas, no ha sido mucho. Segundo, sí, éramos amigos. Tiempo pasado. No llamaste ni te mantuviste en contacto conmigo cuando todo el mundo en esta ciudad desprestigiaba mi nombre, ¿verdad?
Sus mejillas lucían enrojecidas.
—Ni siquiera me llamaste para preguntarme si los rumores eran ciertos, joder. —Señalé la puerta—. Así que, por favor, no creas que sólo porque he estado de acuerdo en ayudar a poner a un imbécil en el sitio al que pertenece, tú y yo somos, o seremos amigos.
—Lo siento mucho.
—Llevas seis años de retraso para eso. —Me di la vuelta—. Voy a estar en la corte cuando se me necesite. Ahora puedes irte.
Esperé hasta que escuché el sonido de la puerta al cerrarse y llamé al chófer de la limusina.
—¿A qué hora tengo que dirigirme a la fiesta si quiero estar allí una vez que empiece?
—Ahora, señor.
Colgué y me puse mi abrigo, tomando el ascensor privado del penthouse al vestíbulo. Atravesé corriendo las puertas de salida del hotel, vi el coche en la calle y me acerqué.
—Deberíamos estar allí en unos treinta minutos, señor Jung. —Me miró por el espejo retrovisor—. ¿Tiene una cita esta noche en este evento?
—No —le dije—. ¿Por qué lo preguntas?
—Porque si fuera así, iba a sugerirle que nos detuviéramos en el puesto de flores que se encuentra a tres manzanas.
—Podemos detenernos allí. —Miré por la ventana mientras él se ponía en marcha.
Pensé en decirle a Jaejoong que me encontraba en la ciudad, o desearle “buena suerte” para su actuación de esta noche, pero no le veía sentido. Además, anoche, en un momento de debilidad, le envié un correo electrónico bastante vago y su respuesta no alentaba a la conversación.

Asunto: Felicidad.
¿Eres feliz con tu vida actual lejos de GBJ? ¿Estás persiguiendo tus sueños de ballet por fin?
—Yunho.

Asunto: Re: Felicidad.
Por favor, deja de enviarme correos electrónicos y borra mi número.
Gracias.
—Jaejoong.

—¿Señor Jung? —El conductor abrió la puerta—. Hemos llegado ¿Tiene la intención de salir del coche?
—Gracias. —Agarré el ramo de rosas y lirios del asiento y le di una propina, diciéndole que necesitaba que permaneciera cerca, ya que era posible que trajera a alguien más conmigo.
La fila para entrar al lugar rodeaba la manzana, así que pasé a todos y atravesé directamente la puerta principal.
—Disculpe, ¿señor? —Un guía se puso delante de mí de inmediato—. Afuera hay una fila por una razón.
—No me gusta esperar.
—A ninguno nos gusta, señor —dijo, cruzando los brazos—, pero esa es la política de la gala a menos que usted ya tenga una entrada. ¿La tiene?
—Tampoco me gustan esas.
Desenganchó una radio de la hebilla de su cinturón.
—Señor, por favor, no me haga llamar a seguridad. Usted tiene que comprar una entrada como todos, y tiene que hacer cola como todo el mundo. Ahora, voy a pedirle amablemente que…
Se detuvo a media frase una vez que le di un fajo de billetes de cien dólares.
—¿Sabía que su entrada era para la primera fila, señor?
—Sí. Eso es exactamente lo que dice mi entrada.
Él sonrió y me llevó por el pasillo hacia una sala colosal que contaba con ventanas que iban desde el suelo al techo, lámparas de araña que brillaban tenuemente y suelos de mármol recién pulidos. Cientos de mesas se hallaban cubiertas con manteles, selladas con centros de mesa lujosos de oro y plata, y las letras “SB” estaban grabadas en cada menú de la cena y el programa.
No había un escenario formal en esta habitación, sólo una plataforma ligeramente elevada que se encontraba en el centro, con una vista perfecta para todas las mesas de la cena.
—¿Le parece bien este asiento, señor? —El guía señaló a un asiento que se hallaba directamente enfrente de la plataforma.
—Sí, gracias.
—La cena será servida en aproximadamente una hora, los patrocinadores del SB serán honrados poco después, y entonces comenzarán los homenajes cortos y la parte de la danza de la gala.  
Le di las gracias de nuevo mientras me sentaba. Si hubiera sabido de antemano el orden exacto del programa, no me habría presentado hasta mucho más tarde.
Recogiendo el folleto que había delante de mí, pasé por las páginas deteniéndome cuando vi la cara de Jaejoong.
Su foto fue tomada a medio reír y miraba directamente a la cámara. Según la imagen, su cabello era mucho más corto ahora, y sus ojos se veían más esperanzadores y felices de lo que los había visto nunca.
Me quedé mirando la foto larga y fijamente, observando todos sus nuevos cambios.
Las luces de la habitación parpadearon, y surgió un aplauso suave cuando una mujer vestida completamente de blanco subió a la plataforma.
—Vamos a empezar ahora —dijo—. Muchas gracias, señoras y señores, por asistir a la Gala Anual de la Compañía de Ballet de Seúl. Presentaremos con un gran honor y orgullo a los artistas de esta noche, principales bailarines, solistas y los miembros del cuerpo. Como ya saben, debido a unas cuantas circunstancias desafortunadas, tuvimos que reemplazar a casi el noventa por ciento de nuestro grupo en los últimos meses, pero como siempre, el show debe continuar. Y verdaderamente creo que esta es la mejor generación que hemos tenido en mucho tiempo.
El público aplaudió.
—Nuestra compañía estará presentando varias producciones este año, pero este invierno presentaremos El Pájaro de Fuego, Joyas, y nuestro favorito, El Lago de los Cisnes.
Más aplausos.
—Esta noche, nuestro cuerpo va a presentarse ante ustedes personalmente y realizarán pequeños homenajes como agradecimiento por su continuo apoyo a las artes. Y como siempre, cuando se trata del arte de la danza, por favor, no aplaudan hasta que se haya tocado la última nota. Gracias. —Ella se alejó y las luces se transformaron de un blanco austero a un azul etéreo, y luego se disolvieron en tonalidades fuertes de púrpura y rosa.
Uno por uno, los bailarines salieron, recitando un monólogo corto y bailando al ritmo de una pieza corta de música de piano. Si bien la mayoría de los intérpretes eran entretenidos, algunos me hicieron preguntarme si simplemente se despertaron esta mañana y decidieron probar el ballet por primera vez.
Entre las actuaciones, podía oír los murmullos de la multitud: “¿Están seguros que este es el mejor grupo?”, “Tal vez deberían haber cancelado la temporada después de ese accidente.”, “Con suerte, van a tener ensayos sin parar hasta que la temporada comience de verdad”
Un hombre a mi lado murmuraba cómo se perdieron “los buenos viejos tiempos de la compañía” cuando Jaejoong subió a la plataforma.
Llevaba un top fino negro.
—Buenas noches, Seúl —dijo—. Mi nombre es Jaejoong Kim, y…
Dijo algo más, algo que hizo que el público aplaudiera más fuerte, pero yo sólo podía concentrarme en lo bien que se veía. Nunca se lo admitiría a nadie, pero mantuve esa foto de nosotros en mi mesita de noche desde que él se fue, mirando su bonita cara en la noche cada vez que tenía un mal día.
Sin embargo esta noche él no era “bonito”. Era una jodida belleza.
Su boca dejó de moverse en medio de otra ronda de aplausos de la audiencia, y los suaves sonidos de un piano y un arpa llenaron lentamente la habitación.
Jaejoong cerró los ojos y comenzó su rutina, bailando como si fuera la única persona aquí.
Hubo un cambio inmediato en la atmósfera de la gala. Todos los que lo observaban estaban completamente comprometidos cautivados por todos sus movimientos.
De la nada, un bailarín se unió a él, levantándolo y sosteniéndolo por encima de su cabeza, girándolo por todos lados mientras la música se hacía más agresiva. Una vez que él lo dejó en el suelo, los dos concluyeron moviéndose juntos, sonriéndose entre sí e intercambiando miradas que dejaron claro que se conocían demasiado bien.
Al momento en que se detuvo la música, el bailarín lo tomó en sus brazos y lo besó en los labios.
¿Qué mierda…?
La multitud se puso de pie y aplaudió por primera vez en toda la noche, pero yo permanecí sentado, completamente desconcertado por la mierda que acababa de ver.
—Tal vez no voy a tener que cancelar mis boletos de la temporada, después de todo, ¿no? —El hombre a mi lado guiñó un ojo—. ¡Bravissimo!
Entrecerré los ojos hacia Jaejoong y su pareja, echando humo mientras él le rodeaba la cintura con un brazo y pasaba los dedos sobre su piel. Le susurró al oído y él se sonrojó, haciendo que mi presión arterial se elevara a un máximo histórico.  
—¡Bueno, qué respuesta! —La directora tomó la palabra—. Gracias, señora Kim y señor Shim. Quiero que todos sepan que ellos dos encabezarán la Gala Silver Moon del próximo mes, así que… —Siguió hablando, explicando más sobre el programa, pero sus palabras no tenían sonido para mí.
Me sentía confundido por lo que acababa de ver, inseguro de si la boca de Jaejoong había estado en realidad sobre otra persona.
Más bailarines tomaron la palabra, más aplausos, más discursos, y mis pensamientos seguían siendo los mismos. No fue hasta que hablaron los patrocinadores que me di cuenta de que la parte expositora de esta noche había terminado.
—¿Está usted interesado en donar al SB? —Una bailarina, todavía vestida con su traje blanco de la presentación, se puso delante de mí—. ¿Le gustaría hacer una contribución?
—Mi contribución fue la entrada que compré para esta noche. —Me puse de pie, dejando el ramo de flores detrás, y me fui en busca de Jaejoong.
No me tomó mucho tiempo encontrarlo.
Usando un traje bastante sugerente, él se encontraba en una esquina riendo con su amigo bailarín, y pestañeando mientras le entregaba una copa.
—Disculpe, ¿señor? —Alguien me tocó el hombro.
—¿Sí? —Mantuve la mirada en Jaejoong.
—Um, si permanece en la sección posterior al evento, tiene que donar. Es parte de las reglas. Estaba escrito en negrita, así que…
—Ten. —Le di todos los billetes que quedaban en mi cartera.
Ella desapareció.
El amigo de Jaejoong lo besó en la frente y se apartó, dándome la oportunidad perfecta para acercarme, pero él fue rodeado por un grupo de otros bailarines.
Al parecer, amigos.
Esperé a que terminara su conversación, hasta que él les dijo que se les uniría más tarde, y luego me puse en marcha.
Cuando se dio la vuelta, puse la mano sobre su hombro sintiendo que una sacudida pasaba por mis venas.
—Buenas noches, Jaejoong.
Se le cayó el vaso al suelo y se dio la vuelta lentamente.
¿Yunho? —Dio un paso atrás—. ¿Qué haces aquí?
—¿Importa?
No contestó.
Ninguno de los dos dijimos nada más, y la familiar tensión que siempre existió entre nosotros empezó a solidificarse con cada segundo que pasaba.
Parecía aún más hermoso de cerca, y tuve la tentación de empujarlo contra la pared y reconectar, pero me contuve.
—¿Puedo hablar contigo? —le pregunté.
Me miró de arriba abajo.
—Jaejoong. —Lo miré a los ojos—. ¿Puedo hablar contigo?
—No.
—¿Perdón? —Levanté la ceja.
—Dije que no. —Se cruzó de brazos—. No, no es posible que hables conmigo, y puedes volver al infierno del que viniste.
Él se alejó y se dirigió a la pista de baile.
Suspiré y lo seguí, sujetándole la mano y girándolo.
—Sólo tomará cinco minutos.
—Eso son cinco minutos más de lo que estoy dispuesto a darte.
—Es importante.
—¿Te estás muriendo? —Su rostro se volvió rojo—. ¿Es cuestión de vida o muerte?
—¿De verdad tiene que serlo? —Mi mano acarició su mejilla, silenciándolo temporalmente—. Te ves jodidamente hermoso esta noche.
—Gracias. Mi novio también lo cree.
—¿Tu novio?
—Sí. Ya sabes, ¿esa persona que no te trata como una mierda simplemente porque le gustas y él te gusta? Interesante concepto, ¿verdad?
No tuve la oportunidad de responder a eso.
La orquesta tocó un repentino acorde muy fuerte que reverberó a través de la sala, y una voz llegó desde los altavoces.
—Damas y caballeros —dijo—. La Orquesta Benjamin Wright ahora hará una interpretación de una de las piezas más veneradas de Tchaikovsky. El tempo de esta canción tiene un ritmo parecido a lo que algunos de ustedes conocen como vals. Por favor, únanse a nosotros en la pista de baile para este homenaje clásico.
Agarré su mano y la entrelacé con la mía, asegurando mi mano libre alrededor de su cintura.
—¿Qué haces? —siseó e intentó apartarse—. No voy a bailar contigo.
Apreté mi agarre a su alrededor.
Sí vas a hacerlo.
—Por favor, no me hagas gritar, Yunho.
—¿Qué te hace pensar que no me encantaría oír eso?
Él intentó alejarse de mí, pero lo sostuve inmóvil.
—Cinco minutos.
Tres —respondió.
—Está bien. —Aflojé mi agarre y lo guie con la música. — ¿Es esto lo que has estado haciendo durante los últimos meses?
—¿Viviendo mi sueño libre de cierto gilipollas?
—Espero más de ti si vas a salir con otra persona.
—No me importa una mierda lo que esperes —siseó—. Él es todo lo que tú nunca serás.
—¿Por qué te besa en público?
—Es más que eso. Pero está en la lista interminable de cosas que tiene por encima de ti.
—¿Te hace correrte?
—No me hace llorar.
Silencio.
Lo sentí apartándose de mí, pero lo sostuve.
—¿Te lo estás follando?
—¿Por qué te importa?
—No lo hace. Solo quiero saber.
—¿No hemos tenido una conversación en meses y crees que tienes derecho a saber con quién me estoy acostando?
—Yo no usaría necesariamente el término derecho.
—No. —Presionó su pecho contra el mío—. No, no me lo estoy follando, pero ¿sabes qué? Lo haré pronto.
—No tienes razón para hacerlo si estoy yo aquí.  
Estalló en carcajadas y retrocedió un paso.
—¿Crees que dormiría contigo? ¿En serio?
—Jaejoong.
—¿De verdad crees que soy tan estúpido? —Me cortó—. No quiero tener nada que ver contigo, Yunho. No eres nada excepto una musa para un orgasmo, una buena vista para masturbarse, y puede que te eche de menos, pero…
—¿Me echas de menos?
—Echo de menos la idea de ti, de lo que podrías haber sido.
—¿No podemos ser amigos?
—No podemos ser nada. —Sus labios se encontraban cerca de los míos.
—¿Por qué encuentro eso difícil de creer?
—No deberías. —Me lanzó una mirada feroz—. Porque para que te prestara atención fuera de este baile, tendría que aceptarte de nuevo.
—Entonces acéptame de nuevo.
¡Por favor! —se burló, pareciendo más enojado de lo que lo había visto nunca antes—. Tendrías que suplicarme para que te aceptara de nuevo, Yunho. Jodidamente suplicarme.
—Oye, Jae —nos interrumpió su novio —. ¿Va todo bien?
—Sí. —Se alejó de mí y le besó en la mejilla—. Todo va mejor que bien.
—¿Quién es tu amigo?
Nadie —dijo—. Solo algún tipo que hizo una donación.
—Gracias por su donación. —Él estrechó mi mano como una mujer y se volvió hacia Jaejoong—. ¿Estás listo para ir a casa?
—Más que listo. —Él tomó su mano y se alejó de mí sin mirar atrás.
***
Me encontraba de pie en el balcón de mi habitación de hotel, completamente confuso respecto a lo que había sucedido hacía unas horas. Esperaba que Jaejoong se marchara conmigo, volviera a mi hotel, así podríamos follar y ponernos al día.
Incapaz de dejar de pensar en ello, le envié un email:

Asunto: Tu Dirección.  
Tenemos que terminar nuestra conversación. Dime dónde vives así puedo ir y hablar.
—Yunho.

Asunto: Re: Tu Dirección.
Dudo seriamente que solo quieras hablar. Solo quieres follar. No obstante, estoy bastante seguro de que Changmin no apreciaría que vengas esta noche.
—Jaejoong.

Asunto: Re: Re: Tu Dirección.
Es más que bienvenido a observar. En realidad podría aprender algo.
—Yunho.

Ninguna respuesta.
Él no respondió durante mucho rato, y cuando finalmente lo hizo, todo lo me envió fue un mensaje de texto:

“Déjame en paz, Yunho. Por favor”.

No podía. Le envié un email otra vez.

Asunto: Padrino.
Compré tickets de temporada nivel oro. Uno de los beneficios es conseguir un tour del miembro del elenco de mi elección. Definitivamente serás tú.
—Yunho.

Asunto: Re: Padrino.
Gracias por esa información inútil. Si me eliges, no estaremos solos, y me aseguraré de que nuestro tour termine a la hora exacta asignada. Ahora, por favor, déjame en paz. Estoy saliendo con alguien que admira mi cerebro más que mi culo.
Tú tuviste tu oportunidad, la jodiste, y no estoy seguro de por qué te encuentras en Seúl ahora mismo, pero realmente no me importa. En serio no quiero saber de ti… Por favor, vete.  
—Jaejoong

Suspiré y revisé mis contactos. Sabía que él simplemente estaba siendo difícil y no iba a dejarlo tener la última palabra. Presioné el botón de llamada sobre un viejo número y lo sostuve contra mi oreja.
—¿Quién es? —dijo la vieja voz por la línea.
—Necesito una dirección.
—¿Quién es?
—Necesito una dirección. Ahora.
—¿Gook Dae? —Había una sonrisa en su voz—. ¿Eres tú?
—Es Yunho. —Rodé los ojos—. ¿Vas a ayudarme o no?
—Bueno, viendo que lo pides tan amablemente—Hubo un familiar zumbido en el fondo—. Ya sabes, no he tenido noticias de ti desde la última vez que te vi —Se detuvo y se aclaró la garganta—. ¿Cuál es el nombre?
—Jaejoong Kim.
—¿Sabes qué municipio?
—No —dije—. Pero la dirección no puede tener más que unos pocos meses. Él acaba de mudarse aquí.
Se quedó en silencio durante un rato, tecleando y tocando botones.
—Encontrado —dijo—. 7654, Quinta Avenida.
A cinco bloques de distancia…
Pensé si debía esperar hasta la mañana o pasarme, pero ya me estaba poniendo el abrigo.
—Fue bueno tener noticias de ti otra vez, Gook Dae —La voz del viejo hombre me trajo de regreso al presente—. Bueno saber que estás bien y superando lo que pasó.
—Nunca lo superaré. —Colgué y me dirigí al exterior, haciéndole gestos al conductor para que abriera la puerta del coche.
—¿A dónde, señor Jung? —preguntó.
—7654 de la Quinta Avenida.
—Ahora mismo.
Llevó menos de veinte minutos llegar allí, y cuando llegué me quedé mirando fijamente la piedra rojiza durante un rato. Parecía algo que yo habría comprado hace años cuando vivía aquí, algo lejos del presupuesto de un bailarín, así que supuse que sus padres le estaban pagando la renta.  
Saliendo del auto, me ajusté el abrigo y caminé hasta su puerta llamando cinco veces.
—¡Ya voy! —gritó él.
La puerta se abrió, pero él no se encontraba detrás. Era su novio.
—Uhm—Parecía confundido—. ¿Te dejaste la pizza en el auto o algo?
—No soy un jodido repartidor de pizza. ¿Dónde está Jaejoong?
—Depende. ¿No acabamos de verte en la gala? —Cruzó los brazos mientras Jaejoong se acercaba a la puerta—. ¿Quién eres?
—Él no es nadie, de nuevo —dijo él, poniéndose de puntillas para darle un beso en los labios.
Él me miró con las cejas alzadas al tiempo que le devolvía el beso.
—Mi polla ha estado dentro de cada centímetro de su boca. —Apreté los dientes.
Jaejoong jadeó, sus mejillas volviéndose de un rojo brillante.
—Lo siento tanto, Changmin ¿Puedes darnos un momento, por favor?
Él miró entre ambos, enojo crepitando en su rostro, pero se alejó.
—¿Qué demonios quieres, Yunho? —dijo enfurecido—. ¿Qué quieres?
—Hablar.
—¿Hablar de qué?
—De ti y de mí, sobre ser amigos de nuevo.
—Eso nunca jodidamente sucederá. ¿Eso es todo?
—Jaejoong.
—¿Qué te trae por Seúl, eh? ¿Necesitabas volver y follar a algunos hombres familiares de Date-Match? ¿Se quedó de algún modo Daegu sin culos?
—En realidad se empieza a sentir de esa manera.
Él empezó a cerrar la puerta, pero la sostuve inmóvil con mi mano.
—Te echo de menos, Jaejoong —Lo miré directamente a los ojos—. De verdad, y yo lo siento por echarte a patadas esa noche.
—Deberías. —Su voz era un susurro—. Y si de verdad me extrañas, me dejarás en paz.
—¿Por qué haría eso?
—Porque eres bipolar. Porque al segundo en que haga demasiadas preguntas, o sugiera algo fuera de tu zona de confort, me tratarás como basura otra vez y prefiero cortar por lo sano ahora. —Se limpió una lágrima de sus ojos—. Yo era tu único amigo, tu único jodido amigo, y me trataste peor que a cualquiera de los hombres a los que conocías online. En todo caso, yo siento haberte permitido hacer eso alguna vez. Por favor, márchate.
—Jaejoong, escucha.
—¿Hay súper pegamento en mi suelo? —Me empujó haciéndome bajar un escalón—. ¿Es por eso que todavía estás ahí de pie?
—Por favor, solo…
—Miente acerca de una cosa, miente acerca de todo, ¿verdad? —Me empujó otra vez—. Tú todavía eres el mayor mentiroso de los dos. Mentir por omisión todavía es mentir.
—¿Puedes por favor calmarte y dejarme hablar sobre esto contigo en el interior?
—Pensé que odiabas las preguntas retóricas. —Cerró la puerta de un golpe en mi cara.

4 comentarios:

  1. Yunho se ha encontrado con Jae y no ha sido como el queria.
    Ahora le toca a el suplicar a Jae,ahora que tiene a Changmin a su lado Yunho se da cuenta de que lo necesita

    ResponderEliminar
  2. Demasiado tarde se dio cuenta Yunho de que estraña a Jaejoong ya que el no quiere saber ya nada de Yunho ahora para poder reconquistarlo el tiene que luchar por su amor ya que Jae ahora esta con Changmin gracias por este capitulo cada dia se pone mas interesante

    ResponderEliminar
  3. Pobre Yunho si que le tocará suplicar por el regreso de Jae en su vida pero el se lo ganó con creses por ser tan malo con Jae aun que Min no lo aga feliz si se sigue aferrando a el para olvidar a Yunho pues aun que sea un desgraciado Yunho no hay punto de comparación con nadie así que espero que lo aga sufrir un poco y regrese a su lado para que sean felices los dos
    Gracias

    ResponderEliminar
  4. Será muy difícil para Yunho el que Jae quiera por lo menos oírlo. Yunho tendrá que ser muy sincero y decirle toda la verdad a Jae para que esté comprenda el porque es así y porque desconfía del amor.

    Gracias!!!

    ResponderEliminar

Thief: Capítulo 16

Capítulo 16 Presente   Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa ...