Suposición a priori (s.):
Una suposición que es cierta, sin más pruebas
o necesidad de demostrarlo.
Jaejoong
Me
desperté a la mañana siguiente hecho un manojo de nervios, completamente
aturdido.
No
podía creer que Yunho se encontrara en Seúl, no podía creer que hubiera
admitido que me extrañaba en los escalones de mi entrada la noche anterior.
Verlo
de nuevo despertó todas mis emociones, y aunque le dije a Changmin que Yunho y
yo habíamos terminado, pasé el resto de nuestra cita la noche anterior pensando
en él.
Él
y su perfecto traje. Él y sus perfectos labios que casi se presionaron contra
los míos cuando discutimos. Y, vergonzosamente, él y su perfecta polla que
sentí endureciéndose en sus pantalones mientras me llevaba a la pista de baile.
¡Ugh!
Me
levanté de la cama y le envié a Changmin un mensaje de texto. Hoy es mi día
privado con Ashcroft… ¡Deséame suerte!
Su
respuesta llegó de inmediato. ¡Buena suerte, nene! Consigue un poco de
café, lo vas a necesitar…
Deslizándome
en la ducha, me regañé a mí mismo.
—Changmin
es un amor y es bueno para ti. Puede apestar en el sexo telefónico, y puede que
no tengas ningún deseo de dormir con él en este momento, pero te trata mejor de
lo que nunca has sido tratado antes.
Cuando
estuve arrugado y como una ciruela pasa, salí y comprobé la hora.
04:30
a.m.
Tenía
veinte minutos para llegar a la estación de metro más cercana y evitar la ira
de Ashcroft. Colocándome unos pantalones viejos, agarré mi bolso de ballet y
cogí mi abrigo de la barandilla que había en el pasillo. Registré dos veces mi cartera
para comprobar que tenía el pase del metro, y cuando abrí la puerta, me
encontré cara a cara con un extraño y una taza de café humeante.
—Buena
suerte en la práctica de hoy —dijo, entregándomelo—. Esto fue hecho
especialmente para usted.
—¿Desde
cuándo las tiendas de café hacen entregas a domicilio?
Se
encogió de hombros.
—No
lo hacen.
Me
quedé mirando la taza mientras se alejaba, notando que mi nombre se hallaba
grabado encima de la crema batida en caramelo, con "Buena suerte"
escrito en letra cursiva en la etiqueta.
Era
una firma del tipo “movimiento dulce de Changmin”, y de inmediato me sentí
culpable por no darle toda mi atención anoche. Mientras caminaba hacia el
metro, bebiendo lo que era sin duda el mejor café que había probado, me prometí
darle toda mi atención de aquí en adelante.
Borré
todos los viejos textos y correos electrónicos de Yunho, incluso los que había
fingido borrar al colocarlos en el archivo. Bloqueé su número, evitando que sus
llamaras entraran, y aunque no podía bloquear sus correos, cambié la
configuración de mi bandeja de entrada para que pudieran ir directamente a mi
carpeta de no deseados.
Cuando
por fin llegué a la práctica de la mañana, bailé mejor que lo que jamás había bailado
antes.
***
Más
tarde esa noche…
—¿Cómo
encuentras el tiempo para tomar el metro justo a tiempo para encontrarte
conmigo en la práctica y acompañarme a casa? —Miré a Changmin cuando cruzamos
la calle—. ¿Dónde encuentras la energía?
—Hago
tiempo para todas las cosas que realmente me gustan. —Me besó la frente.
—¿Quieres
ver una película este fin de semana? ¿Mi recompensa? Te debo una.
—¿Qué
te hace decir eso?
—Todavía
me siento mal por la noche de gala y lo que ese tipo de mi pasado te dijo —le
respondí—. Lo siento mucho.
—Sin
problema. Estoy seguro de que él —Dejó de hablar cuando nos acercamos a mi
casa, señalando al hombre que estaba apoyado en la puerta.
Yunho.
Tomé
una respiración profunda mientras Yunho bajaba los escalones.
—Buenas
noches, Jaejoong —dijo, sonriendo con suficiencia—. Y tu nombre es bailarín,
¿correcto?
—Es
Changmin.
—Suficientemente
cerca.
Changmin
se cruzó de brazos.
—Podría
jurar que lo escuché decir que ya no te quería. ¿Por qué no puedes captar la
indirecta?
—Porque
él dice cosas que no quiere decir todo el tiempo. —Me miró, encendiendo mis
nervios al instante—. Y sé que sólo está enojado conmigo.
—¡Hombre!
— Changmin dejó escapar un suspiro de exasperación—. Soy su novio, así que
claramente él siguió adelante. Tiene novio.
—Honestamente,
no me siento amenazado —dijo sin dejar de mirarme—. ¿Recibiste mi café esta
mañana?
¡¿Qué?!
—¿Eso
fue de tu parte? —Mis ojos se abrieron mucho—. Pensé.
—¿Qué
café, Jae? — Changmin lució preocupado—. ¿De qué está hablando?
—Yunho
—Negué con la cabeza—. Gracias por el café, pero eso no arregla nada.
—Nunca
dije eso.
Un
viento frío me envolvió y me sentí atraído por él, literalmente, atraído por
él, y di unos pasos hacia adelante. Pero luego retrocedí.
—Estoy
con Changmin ahora —Agarré la mano de Changmin y lo llevé hasta mi puerta,
negándome a volverme a mirar a un Yunho aparentemente herido.
Cerré
la puerta y miré por a través de las persianas, notando que él todavía se
encontraba allí de pie. Confundido.
—Mira,
Jae —El sonido de la voz de Changmin me llamó la atención—. No creo que esto
funcione.
—¿Qué?
No, no, no. Por supuesto, funcionará. Esto es sólo un problema menor.
—Creo
que tu corazón y tu mente están en otra parte. Creo que siempre lo han estado,
en realidad.
—¿En
serio? —Me crucé de brazos—. ¿Porque un psicópata de mi pasado se presenta una
noche y de repente me quiere otra vez? ¿Eso es lo que te hace pensarlo?
—Eso,
y el hecho de que un psicópata me envió hoy un mensaje de texto que decía “Su
culo me pertenece”. Justo ahora acabo de recordarlo.
Suspiré
y él se acercó, besando mi frente.
—Si
se trata de un problema menor, y él no significa nada más para ti, podemos
intentarlo de nuevo en un mes.
—¿Un
mes?
Él
asintió.
—De
esa manera lo sabré a ciencia cierta, y nuestro sexo telefónico será dos veces
más sorprendente ya que no lo habremos hecho en mucho tiempo. Entonces, tal vez
podamos ascender al sexo real.
No
dije nada, y él salió de mi casa.
Me
asomé a través de las persianas de nuevo, viéndolo desaparecer en la noche, y
luego me di cuenta de que Yunho seguía de pie fuera.
Lívido,
bajé a pisotones las escaleras y me dirigí directamente hacia él.
—¿Tienes
alguna idea de lo mucho que te odio en este momento?
—El
odio no es algo que se pueda medir de manera adecuada.
—Acabas
de arruinar la única gran relación que tenía en esta ciudad. Acabas de hacer
que me dejara.
—Bien
—dijo—. Te hice un favor.
—¿Es
así como piensas que hablaré contigo de nuevo?
—Parte
de ello.
—No
va a funcionar. —Presioné mi dedo contra su pecho, haciendo énfasis en cada
sílaba—. Te dije que tendrías que jodidamente rogarme, y puesto que sé que no es
así como trabajas…
—No
sabes cómo jodidamente trabajo.
—¿Vas
a acompañarme a la estación de metro cada mañana?
—Tengo
un maldito coche.
—¿A
acompañarme cuando vuelva de los ensayos?
—La
misma respuesta.
—¿Realmente
vas a tratarme con un poco de maldito respeto?
Capturó
mi cara entre sus manos.
—Si
me das la oportunidad de…
Di
un paso atrás, todavía enojado.
—No
esperaré de pie.
Yunho acaba de arruinar " la relacion" de Jae,pobre Changmin el es tan atento con Jae,que pasara ???
ResponderEliminarQue pena que termino la relacion que tenian Jaejoong y Changmin pero hay que ver que hace Yunho para poder reconquistarlo ya que el lo hizo sufrir mucho gracias por este capitulo cada dia se pone mas interesante esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminarSE AMAN Y JURARIA Q YUN LO AMA UN POQUITO MAS SOLO Q ESTA MUY HERIDO TAL VEZ JAE LO ENTIENDA CUANDO SEPA TODO EL DOLOR Q SUFRIO AUNQ ESO NO LE DA DERECHO A SER TAN DESGRACIADO CON QUIEN LO UNICO Q HA HECHO ES AMARLO...GRACIAS POR ACTUALIZAR
ResponderEliminarpobre Min pero en realidad el estaría mas lastimado si siguiera a el lado de Jae cuando el no le puede dar amor ni su corazón pues ya lo entrego a yunho así que el yunho se tendrá que esforzar como nunca para que reconquiste a Jae y lo tenga de regreso a su lado
ResponderEliminarGracias
Bueno, pues Yunho parece ser tiene la oportunidad de convencer a Jae que regrese con él, espero la sepa aprovechar.
ResponderEliminarGracias!!!