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Duda razonable: Capítulo 26


Supresión de la evidencia (s.):
La ocultación indebida de la prueba por un fiscal que está constitucionalmente obligado a revelar a la defensa todas las pruebas.

Yunho
Los Ex Socios Finalmente Aparecen en la Corte Enfrentándose el Uno al Otro: El Caso Hart continúa esta semana.
Eso es lo que decía el titular en la sección judicial del diario The Korea Times esta mañana. Para aquellos que no sabían nada sobre el caso, sabía que era simplemente otra historia para pasar el tiempo, otro escándalo superficial para devorar con su desayuno por la mañana.
Pero para mí, era el final de un capítulo de seis años que se había prolongado por demasiadas páginas. Era parte de la razón por la que me fui, parte de la razón por la que después de que testificara en pocos días, dejaría esta ciudad por última vez.
Miré por la ventana hacia el restaurante del Hotel, preguntándome cómo podría estar lloviendo tan fuerte al final del invierno.
― ¿Señor Jung? ―Una mujer en un traje se detuvo al lado de mi mesa.
― ¿Sí?
―Soy Vera Milton, la gerente general ―dijo―. Ha recibido varias llamadas de un señor Karam sigue diciéndonos que es importante y que tiene que hablar con usted. Está en la línea ahora.
Suspiré.
― ¿Podría trasladar la llamada a mi habitación en dos minutos, por favor?
―Desde luego, señor.  
Dejé el periódico sobre la mesa y me dirigí directamente a la suite en el pent-house. En cuanto abrí la puerta, el teléfono en la sala sonó.
― ¿Hola? ―contesté.
―Soy yo ―dijo Karam suavemente.
―Soy consciente. ¿Cómo descubriste en dónde me quedaba?
― ¿En serio? ―se burló―. Necesito que me hagas un favor.
―Adiós, Karam.
―No, espera. ―Sonaba frenético ―. Realmente lo siento por todo lo que te hice, Gook Dae.
― ¿Qué te dije acerca de que me llamaras así?
―Recuerdo cuando me visitaste mientras estaba en la cárcel, antes de que todas las audiencias comenzaran ¿recuerdas? ―Hizo una pausa―. Sé lo difícil que debió haber sido verme en ese entonces, lo solo que debías de haberte sentido para venir y visitarme a de todas las personas incluso me dijiste que estabas considerando cambiar tu nombre a Yunho y salir de Seúl. Y entonces te rogué que me salvaras. ¿Recuerdas eso?
―Realmente no estoy de humor para una historia en este momento.
―Eras un blandengue en ese entonces tan compasivo, tan cariñoso.
―Llega al maldito punto, Karam.
―En el juicio de esta semana, sé que Joon Won.
― ¿Te refieres a mi ex mejor amigo, al que tú te follaste?
―Sí. ―Suspiró―. Él.
― ¿Qué pasa con él?
―No es el monstruo que crees que es.
― ¿Estás llamando por un favor que nunca va a pasar, o estás llamando para ser su jodido testigo de carácter? Estoy confundido.
―Todavía está arrepentido por lo que hizo, era…
― ¿Qué es, Karam? ―espeté―. No soy un fan de esta mierda vaga.
― ¿De verdad quieres hacerle daño? ―Su voz se suavizó―. Creo que ya nos has castigado lo suficiente. Ya estoy tras las rejas, así que realmente no hay necesidad de que él sufra a este punto.
―Nunca van a sufrir lo suficiente. ―Colgué y le envié un mensaje a un viejo contacto que tenía en el correccional, diciéndole que Karam tenía contrabando en su celda.
La última cosa en la que quería pensar era en mi viejo socio y ex mejor amigo. La única vez en la que tendría que hacerlo sería durante la próxima audiencia, y nunca más después de eso.
Me desplacé a través de mis mensajes de texto, notando que Jaejoong me había enviado un simple “bien” cuando le pregunté cómo le fue en su audición hoy.
Con la excepción del día que masajeé sus hombros, todavía era cortante conmigo.
Abrí mi bandeja de entrada para enviarle un mensaje más largo, pero vi que él me había enviado uno primero.

Asunto: Sí.
Acabo de recibir tu más reciente ramo de flores y tu nota sobre ir a una cita esta noche… Tengo algunas condiciones, sin embargo.
―Jaejoong.

Asunto: Re: Sí.
Menciónalas.
―Yunho.

Envió un nuevo mensaje.

Asunto: Cita.
Tengo permitido preguntarte cualquier cosa que quiera y tienes que contestar con la verdad.
―Jaejoong.

Asunto: Re: Cita.
Siempre respondo con sinceridad. ¿No es la palabra “condiciones” plural?
―Yunho.

Asunto: Re: Re: Cita.
Tienes que ser todo un caballero. No quiero ser follado en otro baño…
¿A qué hora vas a recogerme?
―Jaejoong.  

Asunto: Re: Re: Re: Cita.
En realidad no estaba planeando follarte esta noche, pero como claramente te ha entretenido esa posibilidad, me aseguraré de enviarte una lista de posibles ubicaciones antes de la cita.
Ocho en punto.
―Yunho.
***
Golpeé en su puerta a las 7:58, vestido con un traje negro de diseñador que había comprado hace unas horas.
No hubo respuesta, y antes de que pudiera golpear de nuevo, la puerta se abrió y él salió con un traje negro que dejaba muy poco a la imaginación.
― ¿Eres consciente de que aún es invierno? ―Arrastré mi dedo a lo largo de sus hombros ―. Vas a necesitar un abrigo.
Miró detrás de mí.
¿Tomaste el metro hasta aquí?
―Sí.
― ¿Vamos a tomar el metro en nuestra cita?
―El auto llegara después. ―Sonreí mientras la confusión se propagaba por su rostro.
Él tomó su abrigo y cerró la puerta, mirándome.
― ¿Sabes cómo utilizar el metro?
―Por supuesto que sí ―le dije, estrechando su mano―. No siempre fui acomodado cuando vivía aquí.
Una ligera nevada caía cuando hicimos nuestro camino hacia el túnel del metro, y se apoyó en mí, presionando su cuerpo más cerca del mío. Las luces navideñas se hallaban colgadas sobre los edificios más altos, brillando contra la noche, y una leve sensación de excitación se arremolinaba en el aire.
No había mucha gente afuera esta noche, y cuando abordamos un tren casi vacío, Jaejoong se rio de ese hecho.
―Esta es la primera vez que he visto un metro así ―dijo―. Por lo general tengo que luchar por mi propio pequeño espacio.
―Ummm. ―Le impedí tomar un asiento, haciéndolo compartir una barra conmigo en su lugar―. ¿Cómo estuvo tu audición de hoy en realidad? Seguramente tienes más que decir al respecto que bien.  
―Estaba llorando cuando envié ese mensaje. Me sentía abrumado.
Arqueé una ceja.
―Obtuve el papel principal en El Lago de los Cisnes, a nivel profesional. ―Parecía que se hallaba a punto de ponerse a llorar―. Todavía no lo puedo creer. Todos mis sueños realmente se están haciendo realidad.
―Tal vez estabas destinado a hacer ese papel. ―Limpié una lágrima perdida de sus ojos.
―Tal vez. ―Se acercó más―. Estoy feliz de que nos den los próximos días libres. Creo que voy a ser capaz de relajarme y mantenerme al día con las noticias un poco más. Ya sabes, tener algo parecido a una vida fuera del salón de baile.
―Podrías pasar más tiempo conmigo si quieres tomar un descanso. Las noticias en esta ciudad están sobrevaloradas y son sobre todo falsas.
― ¿En serio?
―Sí ―dije, mirándolo a los ojos―. No creería ni en la mitad de la mierda de cualquiera de esos periódicos.
Él sonrió.
― ¿Has oído algo sobre el gran juicio que va a realizarse esta semana?
―Estoy bastante seguro de que hay más de uno.
―No ―Sacudió la cabeza―. No como este.
Vacilé.
― ¿Qué hace que este sea tan especial?
―Es más interesante que especial. Es sobre dos abogados que una vez compartieron una empresa, los dos eran peces gordos, ¿sabes? Uno de ellos incluso ganó contra el gobierno en su primer caso.
―Probablemente fue un golpe de suerte.
―No lo creo. ―Me miró a los ojos―. He leído las transcripciones. Sabía exactamente lo que hacía, y el veredicto en realidad afectó las políticas públicas.
No dije nada.
―Pero la cosa es que nunca recibió el crédito por su trabajo, fuera del boca a boca de las personas que conocían los detalles, ¿sabes? ―Hizo una pausa―. Pero de todos modos, por lo que he leído y reconstruido, parece que fue falsamente acusado de una larga lista de cargos federales unos años más tarde.
Jaejoong…  
―Parece que todos corrieron con la historia, todos los periódicos, todos los medios de prensa, y la verdad no se filtró hasta meses más tarde, después de que su nombre ya hubiera sido empañado.
Lo miré fijamente, pidiéndole que se detuviera, pero continuó.
―Los cargos todavía están pendientes contra su ex socio hasta el día de hoy, imagina cuántos eran. Pero él, este honrado abogado con un infierno de trayectoria, simplemente se desvaneció. En el aire.
―Si él era así de honrado, entonces creo que eso es prácticamente imposible.
― ¿Lo es?
Lo es ―dije.
―También pensé eso ―Buscó mis ojos por respuestas―. Pero creo que el tipo del que estoy hablando es capaz de cualquier cosa.
― ¿Cuáles son los nombres en este caso del que estás hablando?
―El acusado es Joo Won, y el testigo clave es Gook Dae.
―Lo buscaré esta noche. ―Suspiré, sin querer continuar esta conversación.
Una voz salió de los altavoces, anunciando nuestra parada, y tomé su mano de nuevo.
―Sé que me hiciste aceptar unas condiciones ―dije, mirándolo mientras nos bajábamos―. Pero, ¿puedes aceptar una de las mías?
―Depende de cuál sea.
―Hazme las preguntas profundas después de la cena.
― ¿Es ahí a donde vamos ahora?
―No. ―Lo guie hasta los escalones―. No me atrevería. No quiero que me acuses de tratarte como a todas mis otras citas.
― ¿Eso significa que no me vas a follar al final?
―Significa que no te voy a dejar al final.
Él se sonrojó, y besé su frente mientras caminábamos por las calles de luces intermitentes y chispeantes carteleras.
No dijo nada más mientras nos movíamos de cuadra en cuadra, sólo se ruborizó cada vez que lo miraba.
―Aquí ―dije, deteniéndolo cuando nos acercamos a nuestro primer destino.
Miró hacia el grand marquis.
―Mencionaste que no has tenido la oportunidad de venir todavía ―dije―. Yo solía venir todo el tiempo cuando vivía aquí.
― ¿Todo el tiempo?
―Al menos una vez a la semana. ―Mantuve la puerta abierta para él ―. Dos veces cuando se realizaba esta obra en particular. ― Pasé los dedos a través de las palabras, antes de entregarle nuestras entradas al portero.
Él sonrió cuando nos llevó al balcón privado, y nos ofreció vino de cortesía ya que habíamos llegado temprano.
―Nunca te habría tomado del tipo de drama ―dijo, tomando un sorbo de su copa―. Nunca me lo mencionaste antes.
―De hecho, casi fui a la escuela de teatro en lugar de la escuela de derecho.
― ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
―Un título de abogado atrae un mayor porcentaje de coños.
― ¡¿Qué?! ―Rodó los ojos, riendo―. Estoy hablando en serio.
―Recibí una beca más grande para la escuela de leyes. ―Me resistí a la tentación de tirarlo sobre mi regazo―. La mejor decisión que he tomado.
Él abrió la boca para responder, pero las luces comenzaron a apagarse y se inclinó más cerca de mí, susurrando―: Me hubiera gustado verte como actor. Creo que hubieras sido muy bueno en eso.
Lo sentí poner su mano en mi muslo.
―Sin embargo, no creo que hubiera querido verte actuar algo serio. Creo que habría sido prefer…
― ¿Vas a hablar durante toda la obra, Jaejoong? ―lo corté, ignorando la mirada reveladora en su cara, esa de anhelo intenso y necesidad.
― ¿No puedo hacer comentarios? ―Sonaba ofendido ―. ¿No estoy autorizado a hacerlo hasta después de la cena? ¿Es eso? Si ese es el caso, ¿por qué siquiera me trajiste? ¿Por qué habrías…?
―He visto esta obra un millón de veces ―Apreté mi dedo contra sus labios cuando el actor principal subió al escenario―. Y aunque quiero que tú también la experimentes, si prefieres que te entretenga de una manera diferente, solo dímelo.
― ¿Qué?  
― ¿Este palco está en tu lista de lugares aprobados? ―pregunté―. ¿Si te follo aquí, todavía me considerarías un caballero?
Sus ojos se abrieron y rápidamente alejó su mano de mi regazo.
―Estaba bromeando, Yunho.
―Soy consciente. ― Besé su cuello―. Y he dicho en numerosas ocasiones que no me gusta eso, ya sea que estés enojado conmigo o no.
Contuvo el aliento mientras deslizaba mi pulgar por debajo de su ropa interior.
―Dejaré de hacer preguntas ―dijo―. Voy a ver la obra.
Cuando giró su rostro hacia el escenario, me moví de mi asiento y me arrodillé frente a él.
― ¿Yunho? ―susurró con dureza cuando abrí sus muslos―. ¿Qué estás haciendo?
―Asegurándome de que disfrutes del espectáculo.
No le di oportunidad de responder. Rápidamente bajé su ropa y enterré mi cabeza entre sus piernas, pasando mi lengua contra su miembro desnudo, disfrutando del sabor que me había perdido durante meses. Chupé su miembro entre mis labios, cerrando los ojos cuando se hinchó en mi boca.
―Yunho ―gimió mientras apretaba sus piernas alrededor de mi cuello, agarrándome el pelo y rogándome reducir la velocidad.
No podía. Él sabía jodidamente bien.
Forcé mi lengua profundamente dentro de él, reclamando cada parte, marcando lo que era mío.
Sus caderas comenzaron a levantarse de su asiento, y lo empujé hacia abajo, castigándolo con golpes fuertes, deslizando mis dedos dentro de él y obligándolo a quedarse quieto.
―No puedo ―Empujó sus caderas hacia arriba de nuevo―. No puedo.
Un fuerte aplauso surgió del teatro por debajo de nosotros, haciendo eco en las paredes cuando la primera escena terminó.
Chupé su miembro más duro, pasando mi lengua contra él varias veces hasta que no pudo evitar gritar mi nombre en el teatro.
Temblando, agarró mis hombros, apretándome más fuerte que nunca mientras se venía en mi boca.
Sostuve sus muslos mientras se sacudía, temblor tras temblor recorría su cuerpo.  
Cuando volvió en sí, acaricié sus piernas y besé la parte interna de sus muslos.
Agarrando su tanga rasgada del piso, lo limpié. Luego la metí en mi bolsillo antes de tomar mi asiento de nuevo.
― ¿Sucede algo, señor? ―un acomodador entró en nuestro palco―. Escuché una perturbación.
― ¿Una perturbación? ―Miré a Jaejoong y después a él―. No, creo que no hay nadie aquí.
― ¿Está seguro? ―preguntó preocupado―. ¿Y usted, señor? ¿Está bien?
―Sí, señor. ―Jaejoong asintió, tratando de parecer lo más normal posible―. Estoy más que bien.
El hombre se alejó, y en cuestión de segundos, él aparentemente se transformó en el Jaejoong que recordaba de meses atrás, ese que era incapaz de no hacer preguntas.
No es que me importara, sin embargo.
Para el primer descanso, había preguntado todo lo posible acerca de la obra y se apoyó en mí, susurrando―: Esto es perfecto, Yunho Gracias. ― Y entonces no volvió a hablar hasta que el espectáculo terminó dos horas después.
―El principal fue increíble ―dijo mientras las cortinas se cerraban―. Realmente sentí todas sus emociones en la última escena.
―Yo también. ―Lo ayudé a ponerse el abrigo―. ¿Tienes un toque de queda? ¿Cualquier hora en la que tenga que llevarte a casa?
―Tengo veintidós años.
―Soy muy consciente. ―Rodé los ojos―. Lo descubrí de la manera difícil, gracias. Quiero decir, ¿tienes un par de horas más para pasar conmigo, o tienes que levantarte temprano?
―No hasta la tarde.
―Bien. ―Lo saqué del teatro y le hice una seña al conductor del auto al otro lado de la calle―. Quiero llevarte a otro lugar. ¿Puedo?
―Me encantaría.
Lo ayudé a entrar al auto y después entré yo. Se movió hasta mi regazo, presionando sus labios contra los míos, susurrando gracias una vez más.
Abrazándolo, le di un breve recorrido por mi pasado mientras atravesábamos la ciudad, agradecido de que el conductor evitara conducir por mi antigua empresa.  
Le mostré mis restaurantes favoritos, mis lugares favoritos para relajarme, y unos pocos lugares a los que me gustaría llevarlo antes de irme.
―Llegamos, señor Jung. ―El conductor nos miró a través del espejo retrovisor―. ¿Será esta la última parada de la noche?
―Sí ―le dije, notando que Jaejoong entrecerraba los ojos hacia mí.
―Pensé que habías dicho.
―Relájate. ―Lo besé en la frente―. Es aquí en donde he estado viviendo desde que volé hasta aquí.
―Oh.
Tomé su mano y lo llevé a través del vestíbulo hasta el ascensor que conducía a la azotea.
Al abrirse las puertas, noté que estaba arreglado exactamente como lo pedí: una mesa con mantel blanco ubicada frente a una danzarina fogata, luces suaves colgaban en ondas a través del enrejado, y a través de la nieve que caía, las palabras “Lo Siento” brillaban contra el edificio enfrente de nosotros.
―Esto es muy hermoso, Yunho.  ―dijo él, mirando alrededor―. ¿Cuándo cambiaste de opinión acerca de la cena?
―No lo hice. ―Saqué la silla y destapé la fuente de chocolate y vainilla cubierta de fresas―. Es el postre.
― ¿Pensaste en todo esto por tu cuenta?
―Lo hice. ―Me senté a su lado y puse mis brazos alrededor de sus hombros.
―Sabes ―dijo él―, normalmente en una cita las dos personas se sientan una frente a la otra.
― ¿Perdiste el memorándum sobre mí asegurándome de no tratarte como a cualquier otra cita?
―No, en absoluto. ―Su boca estuvo sobre la mía en cuestión de segundos y mis manos encontraron su camino hasta su cabello.
Tirando de él hacia delante, mordí sus labios y lo miré a los ojos.
Me dijo en silencio que llevara las cosas aún más allá, frotando su mano contra mi polla.
―Deja de tocarme, Jaejoong ―susurré, advirtiéndole―. No seré capaz de ser un caballero si no te detienes ―Me levanté y caminé hacia la puerta, dándome un poco de espacio―. Estoy tratando de probarte que puedo ir a través de una cita sin follar contigo.
Él me siguió, sonriendo.
―Estoy bastante seguro de que ya fracasaste en eso ―Enredó sus dedos en mi cabello y desabrochó mi camisa precipitadamente.
Introduje mi rodilla entre sus piernas y deslicé una mano por sus muslos, suspirando mientras sentía lo mojado que se encontraba.
―Jaejoong ―gemí mientras él metía la mano en mi bolsillo y sacaba un condón―. Puedo esperar.
―Yo no. ―Liberó mi polla de mi pantalón y rodó el condón sobre mí sin dejar ir mis labios.
Aseguré mis brazos alrededor de su cintura y o levanté, llevándolo a la barandilla de la azotea.
―No tienes ni idea de lo mucho que he extrañado tu culo. ―Besé sus labios―. Y tu boca.
― ¿Eso es todo lo que extrañaste? ―Sus manos rodearon mi cuello.
―Si lo fuera, entonces no estaríamos aquí ahora. ―Me deslicé dentro de él despacio, llenándolo centímetro a centímetro, mirándolo a los ojos mientras recordaba lo jodidamente bien que se sentía.
Sin decir una palabra más, deslicé mis manos a sus costados y lo moví hacia arriba y hacia abajo, gimiendo mientras su culo me apretaba más y más fuerte con cada golpe.
Sus labios encontraron su camino hasta los míos y ninguno de los dos se separó, meciéndonos el uno contra el otro mientras una ligera nevada caía sobre nosotros.
Sus uñas se clavaron en mi espalda cuando estaba a punto de venirse, sus dientes atrapando mi labio inferior para evitar gritar.
―No te dejes ir todavía, Jaejoong ―Mi polla palpitaba en su interior―. Espera.
Sacudió la cabeza, luchando, pero se contuvo por varios segundos, mirándome a los ojos.
―Te extrañé tanto ―susurré―. Tan malditamente tanto.
Cayendo contra mi pecho, se vino conmigo, mordiendo mi piel mientras sus piernas se aflojaban alrededor de mi cintura.
Ambos respirábamos pesadamente, mirándonos como lo hicimos una vez hace meses, y nos quedamos entrelazados.
Besé sus labios, repitiendo lo mucho que lo había echado de menos, y él sonrió, diciéndome suavemente que saliera de su interior.
― ¿Te gustaría pasar la noche? ―pregunté, cogiendo mi chaqueta y extendiéndola para él ―. Puedes contarme más sobre ese caso que te tiene tan intrigado últimamente.
― ¿El de Yeo & Hart? ―preguntó―. ¿Realmente no has oído nada al respecto?
―No, pero si pasas la noche podemos buscarlo en internet juntos.
―No lo creo. ―Su voz se volvió plana de repente―. Tengo que irme. ―Ajustó su traje y se acercó a la mesa.
― ¿Pasa algo malo?
No contestó. Sacó su teléfono para comprobar la hora y suspiró.
―Jaejoong, ¿qué estás haciendo?
―Obligarme a ver que sigues siendo el mismo y que nunca vas a cambiar. ―Parecía herido―. Tu idea de la verdad es, y siempre será, hipócrita. Eso es todo.
― ¿Disculpa?
―Gracias por una noche maravillosa. Siempre la recordaré y la apreciaré, para que lo sepas.
―Estoy empezando a preguntarme si, de hecho, eres bipolar.
― ¿Por qué no me dijiste esta noche que tu nombre era Yeo Gook Dae? ―Negó con la cabeza y respiró hondo―. Te di todas las oportunidades para hacerlo ―dijo, mirándome con dolor―. Prácticamente te supliqué que me lo dijeras, pero te abriste sobre todo excepto eso.
Dudé.
―Iba a decírtelo todo más tarde, en la cama.
―Claro que sí ―se burló―. ¿Hay alguna razón para que ni siquiera me lo dijeras cuando te conté en mi entrevista que una vez fuiste mi abogado favorito?
― ¿Una vez?
Él asintió.
―Sí. Una vez. Todos los ensayos que solía leer de Gook Dae subrayaban su honestidad total y absoluta. Supongo que todo eso cambió cuando se convirtió en Yunho.
―Jaejoong, no. ―Di un paso adelante y él dio un paso atrás―. Honestamente, iba a pedirte que fueras a la audiencia final.
― ¿Puedo usar tu coche para llegar a casa o tengo que llamar a un taxi?
―Detén esto. Ahora.
―Taxi será. ―Se encogió de hombros―. Te deseo la mejor de las suertes con tu testimonio. Y espero que trates al próximo chico que encuentres bien desde el principio, así no tendrá que amarte y dejarte en paz al final.
―Dame la oportunidad de hablar, Jaejoong.
―No tenemos nada más que discutir. ―Abrió la puerta―. Por favor, no me sigas, Yunho. No puedes confiar en mí y yo no puedo confiar en ti, así que ya no quiero tener nada que ver con esto, y necesito que finalmente lo respetes.
Abrí la boca para responder, pero él habló primero.
―Adiós, Yunho, Gook Dae ―dijo―, o cualquiera que sea tu jodido nombre.
―Jaejoong.
La puerta se cerró de golpe y sabía que no tenía sentido ir tras él en ese momento.
Se había ido.

6 comentarios:

  1. Creo que Jae también de cierra algunas veces a hablar, Yunho le está demostrado que lo ama a su manera y sobre la verdad, debería escucharla Jae.

    Gracias!!!

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  2. ME DUELE EL ALMA EL CORAZON Y TODO LO SENSIBLE Q TENGO .....POR DIOS LOS DOS ESTAN SUFRIENDO Y YO TAMBIEN ..YA QUIERO Q YU. GANE EL BENDITO JUICIO Y SE SAQUE TODOS LOS MALOS RECUERDOS DEL ALMA Y PUEDAN SER FELICES POR Q SE Q JAE LO VA A PERDONAR POR Q LO AMA Y EL AMOR BOTA TODAS LAS BARRERAS ..GRACIAS POR ACTUALIZAR SEGUIDO MUCHAS GRACIAS ..TAMBIEN POR FAVOR TE PIDO Q ACTUALICES LA SEGUNDA PARTE DEL OPORTUNISTA. POR FAVOR...BENDICIONES GRACIAS

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  3. Y yo que pensé que todo iría bien de ahora en adelante y no una ves más viene la separación espero que Jae deje que Yunho se explique y el por que es así de ermetico y Has le entienda y por fin sean felices y dejen de sufrir por el otro
    Gracias

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  4. Yo lo unico que quisiera saber que paso en el pasado de Yunho y por que Jaejoong no deja que el se pueda explicar ojala que el y Yunjae se pueda arreglar gracias por este capitulo se pone cada dia mas interesante esperare el siguiente con ansias

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  5. Realmente a sido genial, esta historia es de lo más interesante y de lo mejor que he leído ultimamente, me tienes todos los días revisando si de casualidad hay actualización. Valoro mucho tu trabajo y que lo compartas con nosotras haciéndote un espacio en tu agenda. Me disculpo por no haber comentado antes, es solo que no había pensado en las palabras correctas, de cualquier manera.... este comentario más que para la historia es para ti, que te tomas unos minutos o hasta horas en acomddar los capítulos para compartirlos con nosotras, gracias de nuevo. Nos leemos en la próxima actualización.

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  6. Jae puso a prueba a Yunho y aun asi no le pudo decir la verdad a Jae y el esta muy molesto,que pasara???

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