Supresión de la evidencia (s.):
La ocultación indebida de la prueba por un
fiscal que está constitucionalmente obligado a revelar a la defensa todas las
pruebas.
Yunho
Los Ex Socios Finalmente Aparecen en la Corte Enfrentándose
el Uno al Otro: El Caso Hart continúa esta semana.
Eso
es lo que decía el titular en la sección judicial del diario The Korea Times
esta mañana. Para aquellos que no sabían nada sobre el caso, sabía que era
simplemente otra historia para pasar el tiempo, otro escándalo superficial para
devorar con su desayuno por la mañana.
Pero
para mí, era el final de un capítulo de seis años que se había prolongado por
demasiadas páginas. Era parte de la razón por la que me fui, parte de la razón
por la que después de que testificara en pocos días, dejaría esta ciudad por
última vez.
Miré
por la ventana hacia el restaurante del Hotel, preguntándome cómo podría estar
lloviendo tan fuerte al final del invierno.
―
¿Señor Jung? ―Una mujer en un traje se detuvo al lado de mi mesa.
―
¿Sí?
―Soy
Vera Milton, la gerente general ―dijo―. Ha recibido varias llamadas de un señor
Karam sigue diciéndonos que es importante y que tiene que hablar con usted. Está
en la línea ahora.
Suspiré.
―
¿Podría trasladar la llamada a mi habitación en dos minutos, por favor?
―Desde
luego, señor.
Dejé
el periódico sobre la mesa y me dirigí directamente a la suite en el
pent-house. En cuanto abrí la puerta, el teléfono en la sala sonó.
―
¿Hola? ―contesté.
―Soy
yo ―dijo Karam suavemente.
―Soy
consciente. ¿Cómo descubriste en dónde me quedaba?
―
¿En serio? ―se burló―. Necesito que me hagas un favor.
―Adiós,
Karam.
―No,
espera. ―Sonaba frenético ―. Realmente lo siento por todo lo que te hice, Gook
Dae.
―
¿Qué te dije acerca de que me llamaras así?
―Recuerdo
cuando me visitaste mientras estaba en la cárcel, antes de que todas las audiencias
comenzaran ¿recuerdas? ―Hizo una pausa―. Sé lo difícil que debió haber sido
verme en ese entonces, lo solo que debías de haberte sentido para venir y
visitarme a mí de todas las personas incluso me dijiste que estabas
considerando cambiar tu nombre a Yunho y salir de Seúl. Y entonces te rogué que
me salvaras. ¿Recuerdas eso?
―Realmente
no estoy de humor para una historia en este momento.
―Eras
un blandengue en ese entonces tan compasivo, tan cariñoso.
―Llega
al maldito punto, Karam.
―En
el juicio de esta semana, sé que Joon Won.
―
¿Te refieres a mi ex mejor amigo, al que tú te follaste?
―Sí.
―Suspiró―. Él.
―
¿Qué pasa con él?
―No
es el monstruo que crees que es.
―
¿Estás llamando por un favor que nunca va a pasar, o estás llamando para ser su
jodido testigo de carácter? Estoy confundido.
―Todavía
está arrepentido por lo que hizo, era…
―
¿Qué es, Karam? ―espeté―. No soy un fan de esta mierda vaga.
―
¿De verdad quieres hacerle daño? ―Su voz se suavizó―. Creo
que ya nos has castigado lo suficiente. Ya estoy tras las rejas, así que
realmente no hay necesidad de que él sufra a este punto.
―Nunca
van a sufrir lo suficiente. ―Colgué y le envié un mensaje a un viejo contacto
que tenía en el correccional, diciéndole que Karam tenía contrabando en su
celda.
La
última cosa en la que quería pensar era en mi viejo socio y ex mejor amigo. La
única vez en la que tendría que hacerlo sería durante la próxima audiencia, y
nunca más después de eso.
Me
desplacé a través de mis mensajes de texto, notando que Jaejoong me había enviado
un simple “bien” cuando le pregunté cómo le fue en su audición hoy.
Con
la excepción del día que masajeé sus hombros, todavía era cortante conmigo.
Abrí
mi bandeja de entrada para enviarle un mensaje más largo, pero vi que él me
había enviado uno primero.
Asunto:
Sí.
Acabo
de recibir tu más reciente ramo de flores y tu nota sobre ir a una cita esta noche…
Tengo algunas condiciones, sin embargo.
―Jaejoong.
Asunto:
Re: Sí.
Menciónalas.
―Yunho.
Envió
un nuevo mensaje.
Asunto:
Cita.
Tengo
permitido preguntarte cualquier cosa que quiera y tienes que contestar con la
verdad.
―Jaejoong.
Asunto:
Re: Cita.
Siempre
respondo con sinceridad. ¿No es la palabra “condiciones” plural?
―Yunho.
Asunto:
Re: Re: Cita.
Tienes
que ser todo un caballero. No quiero ser follado en otro baño…
¿A
qué hora vas a recogerme?
―Jaejoong.
Asunto:
Re: Re: Re: Cita.
En
realidad no estaba planeando follarte esta noche, pero como claramente te ha
entretenido esa posibilidad, me aseguraré de enviarte una lista de posibles
ubicaciones antes de la cita.
Ocho
en punto.
―Yunho.
***
Golpeé
en su puerta a las 7:58, vestido con un traje negro de diseñador que había
comprado hace unas horas.
No
hubo respuesta, y antes de que pudiera golpear de nuevo, la puerta se abrió y él
salió con un traje negro que dejaba muy poco a la imaginación.
―
¿Eres consciente de que aún es invierno? ―Arrastré mi dedo a lo largo de sus
hombros ―. Vas a necesitar un abrigo.
Miró
detrás de mí.
—¿Tomaste
el metro hasta aquí?
―Sí.
―
¿Vamos a tomar el metro en nuestra cita?
―El
auto llegara después. ―Sonreí mientras la confusión se propagaba por su rostro.
Él
tomó su abrigo y cerró la puerta, mirándome.
―
¿Sabes cómo utilizar el metro?
―Por
supuesto que sí ―le dije, estrechando su mano―. No siempre fui acomodado cuando
vivía aquí.
Una
ligera nevada caía cuando hicimos nuestro camino hacia el túnel del metro, y se
apoyó en mí, presionando su cuerpo más cerca del mío. Las luces navideñas se
hallaban colgadas sobre los edificios más altos, brillando contra la noche, y
una leve sensación de excitación se arremolinaba en el aire.
No
había mucha gente afuera esta noche, y cuando abordamos un tren casi vacío, Jaejoong
se rio de ese hecho.
―Esta
es la primera vez que he visto un metro así ―dijo―. Por lo general tengo que
luchar por mi propio pequeño espacio.
―Ummm.
―Le impedí tomar un asiento, haciéndolo compartir una barra conmigo en su lugar―. ¿Cómo
estuvo tu audición de hoy en realidad? Seguramente tienes más que decir al
respecto que bien.
―Estaba
llorando cuando envié ese mensaje. Me sentía abrumado.
Arqueé
una ceja.
―Obtuve
el papel principal en El Lago de los Cisnes, a nivel profesional. ―Parecía
que se hallaba a punto de ponerse a llorar―. Todavía no lo puedo creer. Todos mis
sueños realmente se están haciendo realidad.
―Tal
vez estabas destinado a hacer ese papel. ―Limpié una lágrima perdida de sus
ojos.
―Tal
vez. ―Se acercó más―. Estoy feliz de que nos den los próximos días libres. Creo
que voy a ser capaz de relajarme y mantenerme al día con las noticias un poco
más. Ya sabes, tener algo parecido a una vida fuera del salón de baile.
―Podrías
pasar más tiempo conmigo si quieres tomar un descanso. Las noticias en esta
ciudad están sobrevaloradas y son sobre todo falsas.
―
¿En serio?
―Sí
―dije, mirándolo a los ojos―. No creería ni en la mitad de la mierda de
cualquiera de esos periódicos.
Él
sonrió.
―
¿Has oído algo sobre el gran juicio que va a realizarse esta semana?
―Estoy
bastante seguro de que hay más de uno.
―No
―Sacudió la cabeza―. No como este.
Vacilé.
―
¿Qué hace que este sea tan especial?
―Es
más interesante que especial. Es sobre dos abogados que una vez compartieron
una empresa, los dos eran peces gordos, ¿sabes? Uno de ellos incluso ganó
contra el gobierno en su primer caso.
―Probablemente
fue un golpe de suerte.
―No
lo creo. ―Me miró a los ojos―. He leído las transcripciones. Sabía exactamente
lo que hacía, y el veredicto en realidad afectó las políticas públicas.
No
dije nada.
―Pero
la cosa es que nunca recibió el crédito por su trabajo, fuera del boca a boca
de las personas que conocían los detalles, ¿sabes? ―Hizo una pausa―. Pero de
todos modos, por lo que he leído y reconstruido, parece que fue falsamente
acusado de una larga lista de cargos federales unos años más tarde.
―Jaejoong…
―Parece
que todos corrieron con la historia, todos los periódicos, todos los medios de
prensa, y la verdad no se filtró hasta meses más tarde, después de que su
nombre ya hubiera sido empañado.
Lo
miré fijamente, pidiéndole que se detuviera, pero continuó.
―Los
cargos todavía están pendientes contra su ex socio hasta el día de hoy, imagina
cuántos eran. Pero él, este honrado abogado con un infierno de
trayectoria, simplemente se desvaneció. En el aire.
―Si
él era así de honrado, entonces creo que eso es prácticamente imposible.
―
¿Lo es?
―Lo
es ―dije.
―También
pensé eso ―Buscó mis ojos por respuestas―. Pero creo que el tipo del que estoy
hablando es capaz de cualquier cosa.
―
¿Cuáles son los nombres en este caso del que estás hablando?
―El
acusado es Joo Won, y el testigo clave es Gook Dae.
―Lo
buscaré esta noche. ―Suspiré, sin querer continuar esta conversación.
Una
voz salió de los altavoces, anunciando nuestra parada, y tomé su mano de nuevo.
―Sé
que me hiciste aceptar unas condiciones ―dije, mirándolo mientras nos
bajábamos―. Pero, ¿puedes aceptar una de las mías?
―Depende
de cuál sea.
―Hazme
las preguntas profundas después de la cena.
―
¿Es ahí a donde vamos ahora?
―No.
―Lo guie hasta los escalones―. No me atrevería. No quiero que me acuses de
tratarte como a todas mis otras citas.
―
¿Eso significa que no me vas a follar al final?
―Significa
que no te voy a dejar al final.
Él
se sonrojó, y besé su frente mientras caminábamos por las calles de luces
intermitentes y chispeantes carteleras.
No
dijo nada más mientras nos movíamos de cuadra en cuadra, sólo se ruborizó cada
vez que lo miraba.
―Aquí
―dije, deteniéndolo cuando nos acercamos a nuestro primer destino.
Miró
hacia el grand marquis.
―Mencionaste
que no has tenido la oportunidad de venir todavía ―dije―. Yo solía venir todo
el tiempo cuando vivía aquí.
―
¿Todo el tiempo?
―Al
menos una vez a la semana. ―Mantuve la puerta abierta para él ―. Dos veces
cuando se realizaba esta obra en particular. ― Pasé los dedos a través de las
palabras, antes de entregarle nuestras entradas al portero.
Él
sonrió cuando nos llevó al balcón privado, y nos ofreció vino de cortesía ya
que habíamos llegado temprano.
―Nunca
te habría tomado del tipo de drama ―dijo, tomando un sorbo de su copa―. Nunca
me lo mencionaste antes.
―De
hecho, casi fui a la escuela de teatro en lugar de la escuela de derecho.
―
¿Qué te hizo cambiar de opinión?
―Un
título de abogado atrae un mayor porcentaje de coños.
―
¡¿Qué?! ―Rodó los ojos, riendo―. Estoy hablando en serio.
―Recibí
una beca más grande para la escuela de leyes. ―Me resistí a la tentación de
tirarlo sobre mi regazo―. La mejor decisión que he tomado.
Él
abrió la boca para responder, pero las luces comenzaron a apagarse y se inclinó
más cerca de mí, susurrando―: Me hubiera gustado verte como actor. Creo que
hubieras sido muy bueno en eso.
Lo
sentí poner su mano en mi muslo.
―Sin
embargo, no creo que hubiera querido verte actuar algo serio. Creo que habría sido
prefer…
―
¿Vas a hablar durante toda la obra, Jaejoong? ―lo corté, ignorando la mirada
reveladora en su cara, esa de anhelo intenso y necesidad.
―
¿No puedo hacer comentarios? ―Sonaba ofendido ―. ¿No estoy autorizado a hacerlo
hasta después de la cena? ¿Es eso? Si ese es el caso, ¿por qué siquiera me
trajiste? ¿Por qué habrías…?
―He
visto esta obra un millón de veces ―Apreté mi dedo contra sus labios cuando el
actor principal subió al escenario―. Y aunque quiero que tú también la
experimentes, si prefieres que te entretenga de una manera diferente,
solo dímelo.
―
¿Qué?
―
¿Este palco está en tu lista de lugares aprobados? ―pregunté―. ¿Si te follo
aquí, todavía me considerarías un caballero?
Sus
ojos se abrieron y rápidamente alejó su mano de mi regazo.
―Estaba
bromeando, Yunho.
―Soy
consciente. ― Besé su cuello―. Y he dicho en numerosas ocasiones que no me
gusta eso, ya sea que estés enojado conmigo o no.
Contuvo
el aliento mientras deslizaba mi pulgar por debajo de su ropa interior.
―Dejaré
de hacer preguntas ―dijo―. Voy a ver la obra.
Cuando
giró su rostro hacia el escenario, me moví de mi asiento y me arrodillé frente
a él.
―
¿Yunho? ―susurró con dureza cuando abrí sus muslos―. ¿Qué estás haciendo?
―Asegurándome
de que disfrutes del espectáculo.
No
le di oportunidad de responder. Rápidamente bajé su ropa y enterré mi cabeza
entre sus piernas, pasando mi lengua contra su miembro desnudo, disfrutando del
sabor que me había perdido durante meses. Chupé su miembro entre mis labios,
cerrando los ojos cuando se hinchó en mi boca.
―Yunho
―gimió mientras apretaba sus piernas alrededor de mi cuello, agarrándome el
pelo y rogándome reducir la velocidad.
No
podía. Él sabía jodidamente bien.
Forcé
mi lengua profundamente dentro de él, reclamando cada parte, marcando lo que
era mío.
Sus
caderas comenzaron a levantarse de su asiento, y lo empujé hacia abajo,
castigándolo con golpes fuertes, deslizando mis dedos dentro de él y obligándolo
a quedarse quieto.
―No
puedo ―Empujó sus caderas hacia arriba de nuevo―. No puedo.
Un
fuerte aplauso surgió del teatro por debajo de nosotros, haciendo eco en las
paredes cuando la primera escena terminó.
Chupé
su miembro más duro, pasando mi lengua contra él varias veces hasta que no pudo
evitar gritar mi nombre en el teatro.
Temblando,
agarró mis hombros, apretándome más fuerte que nunca mientras se venía en mi
boca.
Sostuve
sus muslos mientras se sacudía, temblor tras temblor recorría su cuerpo.
Cuando
volvió en sí, acaricié sus piernas y besé la parte interna de sus muslos.
Agarrando
su tanga rasgada del piso, lo limpié. Luego la metí en mi bolsillo antes de
tomar mi asiento de nuevo.
―
¿Sucede algo, señor? ―un acomodador entró en nuestro palco―. Escuché una
perturbación.
―
¿Una perturbación? ―Miré a Jaejoong y después a él―. No, creo que no hay
nadie aquí.
―
¿Está seguro? ―preguntó preocupado―. ¿Y usted, señor? ¿Está bien?
―Sí,
señor. ―Jaejoong asintió, tratando de parecer lo más normal posible―. Estoy más
que bien.
El
hombre se alejó, y en cuestión de segundos, él aparentemente se transformó en el
Jaejoong que recordaba de meses atrás, ese que era incapaz de no hacer
preguntas.
No
es que me importara, sin embargo.
Para
el primer descanso, había preguntado todo lo posible acerca de la obra y se
apoyó en mí, susurrando―: Esto es perfecto, Yunho Gracias. ― Y entonces no
volvió a hablar hasta que el espectáculo terminó dos horas después.
―El
principal fue increíble ―dijo mientras las cortinas se cerraban―. Realmente
sentí todas sus emociones en la última escena.
―Yo
también. ―Lo ayudé a ponerse el abrigo―. ¿Tienes un toque de queda? ¿Cualquier
hora en la que tenga que llevarte a casa?
―Tengo
veintidós años.
―Soy
muy consciente. ―Rodé los ojos―. Lo descubrí de la manera difícil, gracias.
Quiero decir, ¿tienes un par de horas más para pasar conmigo, o tienes que
levantarte temprano?
―No
hasta la tarde.
―Bien.
―Lo saqué del teatro y le hice una seña al conductor del auto al otro lado de
la calle―. Quiero llevarte a otro lugar. ¿Puedo?
―Me
encantaría.
Lo
ayudé a entrar al auto y después entré yo. Se movió hasta mi regazo,
presionando sus labios contra los míos, susurrando gracias una vez más.
Abrazándolo,
le di un breve recorrido por mi pasado mientras atravesábamos la ciudad,
agradecido de que el conductor evitara conducir por mi antigua empresa.
Le
mostré mis restaurantes favoritos, mis lugares favoritos para relajarme, y unos
pocos lugares a los que me gustaría llevarlo antes de irme.
―Llegamos,
señor Jung. ―El conductor nos miró a través del espejo retrovisor―. ¿Será esta
la última parada de la noche?
―Sí
―le dije, notando que Jaejoong entrecerraba los ojos hacia mí.
―Pensé
que habías dicho.
―Relájate.
―Lo besé en la frente―. Es aquí en donde he estado viviendo desde que volé
hasta aquí.
―Oh.
Tomé
su mano y lo llevé a través del vestíbulo hasta el ascensor que conducía a la
azotea.
Al
abrirse las puertas, noté que estaba arreglado exactamente como lo pedí: una
mesa con mantel blanco ubicada frente a una danzarina fogata, luces suaves
colgaban en ondas a través del enrejado, y a través de la nieve que caía, las
palabras “Lo Siento” brillaban contra el edificio enfrente de nosotros.
―Esto
es muy hermoso, Yunho. ―dijo él, mirando
alrededor―. ¿Cuándo cambiaste de opinión acerca de la cena?
―No
lo hice. ―Saqué la silla y destapé la fuente de chocolate y vainilla cubierta
de fresas―. Es el postre.
―
¿Pensaste en todo esto por tu cuenta?
―Lo
hice. ―Me senté a su lado y puse mis brazos alrededor de sus hombros.
―Sabes
―dijo él―, normalmente en una cita las dos personas se sientan una frente a la
otra.
―
¿Perdiste el memorándum sobre mí asegurándome de no tratarte como a cualquier
otra cita?
―No,
en absoluto. ―Su boca estuvo sobre la mía en cuestión de segundos y mis manos
encontraron su camino hasta su cabello.
Tirando
de él hacia delante, mordí sus labios y lo miré a los ojos.
Me
dijo en silencio que llevara las cosas aún más allá, frotando su mano contra mi
polla.
―Deja
de tocarme, Jaejoong ―susurré, advirtiéndole―. No seré capaz de ser un caballero
si no te detienes ―Me levanté y caminé hacia la puerta, dándome un poco de
espacio―. Estoy tratando de probarte que puedo ir a través de una cita sin
follar contigo.
Él
me siguió, sonriendo.
―Estoy
bastante seguro de que ya fracasaste en eso ―Enredó sus dedos en mi cabello y
desabrochó mi camisa precipitadamente.
Introduje
mi rodilla entre sus piernas y deslicé una mano por sus muslos, suspirando
mientras sentía lo mojado que se encontraba.
―Jaejoong
―gemí mientras él metía la mano en mi bolsillo y sacaba un condón―. Puedo esperar.
―Yo
no. ―Liberó mi polla de mi pantalón y rodó el condón sobre mí sin dejar ir mis
labios.
Aseguré
mis brazos alrededor de su cintura y o levanté, llevándolo a la barandilla de
la azotea.
―No
tienes ni idea de lo mucho que he extrañado tu culo. ―Besé sus labios―. Y tu
boca.
―
¿Eso es todo lo que extrañaste? ―Sus manos rodearon mi cuello.
―Si
lo fuera, entonces no estaríamos aquí ahora. ―Me deslicé dentro de él despacio,
llenándolo centímetro a centímetro, mirándolo a los ojos mientras recordaba lo
jodidamente bien que se sentía.
Sin
decir una palabra más, deslicé mis manos a sus costados y lo moví hacia arriba
y hacia abajo, gimiendo mientras su culo me apretaba más y más fuerte con cada
golpe.
Sus
labios encontraron su camino hasta los míos y ninguno de los dos se separó,
meciéndonos el uno contra el otro mientras una ligera nevada caía sobre
nosotros.
Sus
uñas se clavaron en mi espalda cuando estaba a punto de venirse, sus dientes
atrapando mi labio inferior para evitar gritar.
―No
te dejes ir todavía, Jaejoong ―Mi polla palpitaba en su interior―. Espera.
Sacudió
la cabeza, luchando, pero se contuvo por varios segundos, mirándome a los ojos.
―Te
extrañé tanto ―susurré―. Tan malditamente tanto.
Cayendo
contra mi pecho, se vino conmigo, mordiendo mi piel mientras sus piernas se
aflojaban alrededor de mi cintura.
Ambos
respirábamos pesadamente, mirándonos como lo hicimos una vez hace meses, y nos
quedamos entrelazados.
Besé
sus labios, repitiendo lo mucho que lo había echado de menos, y él sonrió,
diciéndome suavemente que saliera de su interior.
―
¿Te gustaría pasar la noche? ―pregunté, cogiendo mi chaqueta y extendiéndola
para él ―. Puedes contarme más sobre ese caso que te tiene tan intrigado
últimamente.
―
¿El de Yeo & Hart? ―preguntó―. ¿Realmente no has oído nada al respecto?
―No,
pero si pasas la noche podemos buscarlo en internet juntos.
―No
lo creo. ―Su voz se volvió plana de repente―. Tengo que irme. ―Ajustó su traje
y se acercó a la mesa.
―
¿Pasa algo malo?
No
contestó. Sacó su teléfono para comprobar la hora y suspiró.
―Jaejoong,
¿qué estás haciendo?
―Obligarme
a ver que sigues siendo el mismo y que nunca vas a cambiar. ―Parecía herido―.
Tu idea de la verdad es, y siempre será, hipócrita. Eso es todo.
―
¿Disculpa?
―Gracias
por una noche maravillosa. Siempre la recordaré y la apreciaré, para que lo
sepas.
―Estoy
empezando a preguntarme si, de hecho, eres bipolar.
―
¿Por qué no me dijiste esta noche que tu nombre era Yeo Gook Dae? ―Negó con la cabeza
y respiró hondo―. Te di todas las oportunidades para hacerlo ―dijo, mirándome
con dolor―. Prácticamente te supliqué que me lo dijeras, pero te abriste sobre
todo excepto eso.
Dudé.
―Iba
a decírtelo todo más tarde, en la cama.
―Claro
que sí ―se burló―. ¿Hay alguna razón para que ni siquiera me lo dijeras cuando
te conté en mi entrevista que una vez fuiste mi abogado favorito?
―
¿Una vez?
Él
asintió.
―Sí.
Una vez. Todos los ensayos que solía leer de Gook Dae subrayaban su
honestidad total y absoluta. Supongo que todo eso cambió cuando se convirtió en
Yunho.
―Jaejoong,
no. ―Di un paso adelante y él dio un paso atrás―. Honestamente, iba a pedirte
que fueras a la audiencia final.
―
¿Puedo usar tu coche para llegar a casa o tengo que llamar a un taxi?
―Detén
esto. Ahora.
―Taxi
será. ―Se encogió de hombros―. Te deseo la mejor de las suertes con tu
testimonio. Y espero que trates al próximo chico que encuentres bien desde el
principio, así no tendrá que amarte y dejarte en paz al final.
―Dame
la oportunidad de hablar, Jaejoong.
―No
tenemos nada más que discutir. ―Abrió la puerta―. Por favor, no me
sigas, Yunho. No puedes confiar en mí y yo no puedo confiar en ti, así que ya
no quiero tener nada que ver con esto, y necesito que finalmente lo respetes.
Abrí
la boca para responder, pero él habló primero.
―Adiós,
Yunho, Gook Dae ―dijo―, o cualquiera que sea tu jodido nombre.
―Jaejoong.
La
puerta se cerró de golpe y sabía que no tenía sentido ir tras él en ese
momento.
Se
había ido.
Creo que Jae también de cierra algunas veces a hablar, Yunho le está demostrado que lo ama a su manera y sobre la verdad, debería escucharla Jae.
ResponderEliminarGracias!!!
ME DUELE EL ALMA EL CORAZON Y TODO LO SENSIBLE Q TENGO .....POR DIOS LOS DOS ESTAN SUFRIENDO Y YO TAMBIEN ..YA QUIERO Q YU. GANE EL BENDITO JUICIO Y SE SAQUE TODOS LOS MALOS RECUERDOS DEL ALMA Y PUEDAN SER FELICES POR Q SE Q JAE LO VA A PERDONAR POR Q LO AMA Y EL AMOR BOTA TODAS LAS BARRERAS ..GRACIAS POR ACTUALIZAR SEGUIDO MUCHAS GRACIAS ..TAMBIEN POR FAVOR TE PIDO Q ACTUALICES LA SEGUNDA PARTE DEL OPORTUNISTA. POR FAVOR...BENDICIONES GRACIAS
ResponderEliminarY yo que pensé que todo iría bien de ahora en adelante y no una ves más viene la separación espero que Jae deje que Yunho se explique y el por que es así de ermetico y Has le entienda y por fin sean felices y dejen de sufrir por el otro
ResponderEliminarGracias
Yo lo unico que quisiera saber que paso en el pasado de Yunho y por que Jaejoong no deja que el se pueda explicar ojala que el y Yunjae se pueda arreglar gracias por este capitulo se pone cada dia mas interesante esperare el siguiente con ansias
ResponderEliminarRealmente a sido genial, esta historia es de lo más interesante y de lo mejor que he leído ultimamente, me tienes todos los días revisando si de casualidad hay actualización. Valoro mucho tu trabajo y que lo compartas con nosotras haciéndote un espacio en tu agenda. Me disculpo por no haber comentado antes, es solo que no había pensado en las palabras correctas, de cualquier manera.... este comentario más que para la historia es para ti, que te tomas unos minutos o hasta horas en acomddar los capítulos para compartirlos con nosotras, gracias de nuevo. Nos leemos en la próxima actualización.
ResponderEliminarJae puso a prueba a Yunho y aun asi no le pudo decir la verdad a Jae y el esta muy molesto,que pasara???
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