Perjurio
Entrega voluntaria de falso testimonio bajo juramento.
Hero (Bueno, mi nombre real es
“Jaejoong”…)
—Las mentiras siempre alcanzan a la gente al final. ¿Por qué la gente no entiende
eso? —Eso es lo que decía el mensaje
de texto de U-know
esta mañana.
—¿No crees que algunas mentiras son justificables? —Le envié un mensaje en respuesta.
—No. Nunca.
Dudé.
—¿Así que, nunca me mentirías?
—¿Por qué lo haría?
—Porque apenas nos conocemos el uno al otro…
—Sólo porque me mantienes a distancia. —Me envió otro mensaje antes de que pudiera responder—. ¿Te gustaría saber mi nombre real y donde trabajo?
—Prefiero nuestro acuerdo de anonimato.
—Por supuesto que sí, y nunca te mentiría. Confío en ti por alguna
extraña razón.
—¿Alguna extraña razón?
—Muy extraña. Te hablaré más tarde.
Arrojé mi teléfono
en mi bolso y suspiré,
dejando que esa sensación familiar de culpa me invadiera. Nunca pretendí
seguir hablando con él, convertirme en su amigo fuera de Chat de Abogados,
pero estaba demasiado
involucrado, y no quería dejarlo ir.
Meses atrás, cuando vi la invitación a la exclusiva
red sobre el escritorio de mi madre, me juré que sólo la usaría
cuando tuviera
que hacer preguntas para mis clases de pre-ley. Utilicé su código de acceso para entrar,
construí un perfil falso, y me aseguré de que todas mis preguntas estuvieran hiladas de tal manera que nadie sabría que eran para las tareas escolares.
Por desgracia para mí, el programa de pre-ley era diferente
a cualquier otro programa en el país. Consistía en más clases prácticas, tutorías individuales de los abogados en ejercicio, y se encargaba de que cada estudiante encontrara un puesto de interno
para los últimos cuatro semestres. Además de eso, esperaban
que leyera e interpretara los archivos de casos como si ya fuéramos
abogados.
Si hubiera sabido que pedirle a U-know
tantos consejos para la tarea
llevaría a una amistad real, podría haber dejado de hablar con él antes. Por otra parte,
al igual que yo era su único amigo, él
también era mi único amigo.
Era abierto y honesto cada vez que hablábamos, y sólo deseaba poder hacer lo mismo, sobre todo desde que parecía
tener la costumbre de decir:
“Odio a los jodidos mentirosos” cada vez que una de sus citas
lo engañaba.
Maldita sea…
Tomé varias respiraciones profundas; podía pensar en mi amistad
con U-know después, ahora mismo necesitaba enfocarme.
Hoy era el día de la audición para una producción de El Lago de los Cisnes y era un manojo de nervios;
apenas había dormido la noche anterior,
me salté el desayuno
y me presenté en el teatro cinco horas antes.
—¡Por favor, despejen
el escenario, señoras y señores! —gritó el director desde abajo—. ¡Las audiciones oficiales comenzarán en treinta
minutos! ¡Por favor, despejen
el escenario y vayan a las alas!
Antes de dirigirme detrás del escenario, miré hacia el público. La mayoría de las caras eran familiares, mis compañeros de clase, profesores, unos cuantos directores de la compañía de ballet para la que trabajé el verano pasado, pero las caras
que necesitaba ver no se encontraban allí.
Nunca estaban.
Dolido, encontré un rincón
en el vestuario y llamé a
mi madre.
—¿Hola? —respondió a la primera
llamada.
—¿Por qué no estás
aquí?
—¿Por qué no estoy dónde, Jaejoong? ¿De qué estás hablando
ahora? —
Dejó escapar un suspiro
de exasperación.
—Mi audición abierta para El Lago de
los Cisnes. Prometiste que tú y papá vendrían hoy.
—¡Es Jaejoong, cariño! —le gritó a mi padre en el fondo—. ¿Su recital
era…
—No he estado en un recital
desde que tenía trece años. —Apreté los dientes—. Esto es una prueba, una audición
única en toda mi vida, y se supone que deben estar aquí.
—Supongo que mi secretaria se olvidó
de decirme al respecto esta mañana —dijo—. ¿Ya tienes
algunas pasantías para tu carrera?
—Tengo dos carreras.
—Pre-ley, Jaejoong.
—No. —Suspiré.
—Bueno, ¿por qué no?
¿Crees que una va a caer del cielo y
aterrizar en tu regazo? ¿Es eso?
—Tuve una entrevista ayer en Blaine y Asociados —dije, sintiendo mi corazón volverse más pesado a cada segundo—, y tengo otra la próxima semana en Greenwood, Bach y Jung. También estoy a punto de hacer una audición para el papel de mi vida si deseas pretender que te importa
una mierda durante cinco segundos.
—¿Discúlpame, jovencito?
—Tú no estás aquí.
—Tenía lágrimas en mis ojos—. No estás
aquí…. ¿Sabes lo grande que va a ser esta producción?
—¿Vas a recibir pago? ¿La Compañía de Ballet te está pagando?
—Ese no es el punto. Te he dicho
una y otra vez lo importante que es esta prueba para mí. Llamé y te lo recordé ayer por la noche, y sería muy bueno si mis padres se presentaran y creyeran en mí para variar.
—Jaejoong … —Suspiró—. Creo en ti. Siempre lo hago, pero estoy en medio de una audiencia
enorme en este momento
y lo sabes porque está en todos los periódicos. También sabes que convertirte en un bailarín
profesional no es una carrera
estable, y por mucho que me encantaría dejar a mi lucrativo cliente para verte andar de
puntillas por el escenario…
—Se llama bailar en pointe.
—Es lo mismo —dijo—. De todos modos,
es sólo una audición. Estoy segura de que tu padre y yo no seremos los únicos padres que no pudieron asistir hoy. Una vez que te gradúes
de la universidad y vayas a la escuela de derecho, verás el ballet
como lo que realmente
es: un hobby, y nos agradecerás que te empujáramos a una doble especialización.
—El ballet es mi sueño, madre.
—Es una etapa, y la última vez que lo comprobé, superaste la edad de máximo rendimiento para convertirte en un profesional. ¿Recuerdas cómo de repente dejaste todo a los dieciséis
años? Lo dejarás de nuevo, y será lo mejor. En realidad…
Colgué.
No quería escuchar otro de sus discursos matadores de sueños,
y me enojó que hubiera llamado
“etapa” al ballet cuando yo había estado bailando desde que tenía seis años. Cuando ella y mi padre invirtieron incontables dólares
en clases privadas,
disfraces y competiciones.
La única razón
por la que quise “dejarlo” a
los dieciséis años fue porque me rompí el pie y ya no podía presentarme a audiciones para cualquiera de las escuelas
de danza. Y la única razón por la que empecé a mostrar el más mínimo interés
en leyes era porque no podía hacer
mucho fuera de mis sesiones
de rehabilitación a excepción de leer.
Mi corazón siempre
perteneció a las zapatillas de punta, y de hecho nunca cambiaría.
—¿Jaejoong Kim? —Un hombre de repente me llamó desde la puerta del teatro—. ¿Eres tú?
—Sí.
—Eres el siguiente en subir al escenario. En unos cinco minutos.
—Estaré justo ahí… —Metí mi bolsa en un armario. Antes de que pudiera cerrarla, mi teléfono
sonó.
Sabiendo que era mi madre llamando
para ofrecer una disculpa
a medias, hice mi mejor esfuerzo para no gritar.
—Por favor, ahórrate tus disculpas. —Inmediatamente tomé la llamada—. No significan nada para mí.
—Llamaba para decirte buena suerte —dijo una profunda voz.
—¡Dos minutos! —Un tramoyista me miró y me indicó que me dirigiera hacia el escenario.
—¿U-know? —Le di la espalda
al tramoyista—. ¿Para
qué me estás deseando buena suerte?
—Mencionaste que tenías algún tipo de audición
hace unas semanas.
Es hoy, ¿verdad?
—Sí, gracias…
—No pareces muy entusiasmado con tu sueño en este momento.
—¿Cómo puedo estarlo
cuando mis padres no creen en él?
—Tienes veintisiete años.
—Se burló—. Que se jodan tus
padres.
Me reí con aire de
culpabilidad.
—Ojalá fuera así de
simple…
—Realmente lo es. Haces
tu propio dinero, y a pesar del hecho de que realmente no sabes una mierda de leyes, pareces
ser un abogado
bastante decente. Que se jodan.
—Lo tendré en cuenta —dije, tratando de cambiar
el tema—. Estoy muy sorprendido porque recordaste que mi audición era hoy.
—No lo hice. —Colgó,
y sabía que él sonreía mientras
lo hacía.
—¡Quince segundos, Kim! —El tramoyista me agarró del brazo y prácticamente me tiró al escenario.
Sonreí a los jueces y me quedé de pie en la quinta posición,
brazos sobre mi cabeza, y esperé la primera nota de la composición de Tchaikovsky para bailar.
Hubo un ruido de papeles, un poco de tos de alguien en la audiencia, y luego la música comenzó.
Se suponía que debía mostrar
un arabesco, una pirueta,
y luego realizar
la rutina que había estado ensayando
en clase durante el último mes y medio. Sin embargo,
no lo sentí así, y ya que esta era una de mis últimas oportunidades para impresionar, decidí bailar como yo quería.
Cerré los ojos y completé pirueta tras pirueta, vuelta fouette
tras vuelta
fouette. Ni siquiera iba a ritmo con la música, y me di cuenta de que el pianista se encontraba confundido y trataba
de seguir mi ritmo.
Demostré cada salto que sabía, aterrizando perfectamente en cada uno de ellos, y cuando el pianista
se rindió y tocó la última nota, regresé a la quinta
posición, sonriendo.
No hubo aplausos, no vítores,
nada. Traté de leer las caras de los jueces para ver si parecían algo impresionados, pero eran estoicas.
—Eso es todo, Kim —dijo uno de ellos—. ¿Leighton Reynolds, por favor tome el escenario?
Murmuré “gracias” antes de bajarme y salir corriendo del teatro. No me
molesté en ver el resto de las audiciones.
Por el resto de la tarde, caminé por el campus y traté de no llorar. Cuando
estaba seguro de que las lágrimas no caerían,
le envié un correo electrónico a U-know, que era lo único que podría
hacerme sentir mejor.
Asunto:
Pensamiento…
“Una cena. Una noche.
Sin repeticiones”.
¿Escoges un restaurante barato
o caro? ¿Pagas
por la cena y la habitación de hotel?
¿O haces que tu
acompañante pague a medias?
Hero.
Asunto:
Re: Pensamiento…
Cena cara. Hotel de cinco estrellas. Yo pago por todo. ¿Te gustaría que haga
algunas reservaciones para nosotros,
así te puedo mostrar?
U-know
Asunto: Re: Re: Pensamiento…
Por supuesto que no. ¿Y “unas” reservaciones?
¿Qué pasó con sólo una?
Asunto: Re: Re: Re: Pensamiento…
Te dije que me gustaría
hacer una excepción
en tu caso. Invertí en una caja de bolsas de papel hoy.
U-know.
Me reí y miré mi reloj. Eran las cinco de la tarde y estaba seguro de que los resultados de la
producción se publicaron hace horas,
pero me hallaba demasiado asustado para mirar. Todo lo que quería era una oportunidad para ser un miembro del cuerpo de cisne, o incluso
un suplente para el principal.
¿Por qué jodí esa rutina? ¿En qué demonios pensaba?
Después de volverme loco con preguntas, me obligué a volver
al teatro de danza para ver la publicación del elenco final. Cuando llegué, había
una enorme multitud
enfrente del anuncio, y podía oír el habitual:
—¡Estoy dentro!
¡Estoy dentro! —y—, ¿Cómo podrían no escogerme?
—Revelaciones.
Apreté para abrirme camino a través de todos y hojeé la hoja, buscando mi nombre en la parte del elenco secundario, pero no me encontraba allí.
Estaba en la hoja del elenco
principal, y justo al lado del papel principal, se hallaba mi nombre completo en negrita.
Me eché a llorar, saltando arriba y abajo con incredulidad. Quería llamar a mi mamá y contarle la buena noticia, pero mi corazón de repente se hundió ante la idea.
Sabía que en este mismo momento, probablemente le decía a mi padre que le colgué en la cara, y que tenía que asegurarse de que supiera
que los hilos detrás de ellos pagaban
mi educación:
—Si dejas pre-ley, dejaremos
de mandar los cheques… Pre-ley
paga tus clases,
el ballet no.
***
Saqué mis doloridos pies de un cubo de hielo y los sequé con una toalla. No estaba
seguro de cómo iba a hacer malabares con un papel protagonista, clases
y una potencial
pasantía, pero no tenía otra opción.
Suspirando, miré el calendario en mi escritorio donde había garabateado "Día de preparación para la entrevista" en la ranura
de hoy.
Mi próxima entrevista con Greenwood, Bach y Jung, una de las firmas de más prestigio, era algo más que una entrevista. Era un proceso, y cada estudiante en búsqueda
de prácticas sabía que aterrizar como residente
en esa empresa podría hacer maravillas para su currículum.
La firma era tan selectiva que llevaban
a cabo cuatro rondas de entrevistas telefónicas, tres pruebas en línea,
y todos los solicitantes debían completar varios ensayos antes de
la entrevista final con los socios.
Había planeado las entrevistas telefónicas y los exámenes, pero en cuanto a los ensayos —cien expedientes relacionados, era algo que no esperaba. Incluso pensé que me habían enviado el informe
equivocado, por lo que llamé para decir:
— Creo que mi dossier se ha cambiado
con la solicitud
de residentes del nivel de la escuela de leyes. —el secretario simplemente se rio de mí.
Él dijo que la firma esperaba
que todos los residentes —del nivel de la escuela de leyes y los estudiantes universitarios, rellenaran el mismo informe en la medida de sus posibilidades.
—No te preocupes
—dijo—. No vamos a esperar que seas perfecto.
Sólo queremos ver cómo funciona
tu mente.
Agarré el expediente del caso que me daba más problemas
y lo puse en mi regazo. Luego busqué la página web de la empresa GBJ y fui familiarizándome con los tres socios que me entrevistarían.
Greenwood, el fundador
de la
empresa, era un hombre
canoso con ásperas gafas de montura.
Ponía de pretexto
a Harvard como su razón para ser tan exigente y minucioso, y se jactaba de que en sus treinta años de práctica
de la ley, alcanzó una de las tasas
más altas de victorias en el país.
Bach, socio de la firma desde hacía más de diez años, era un hombre calvo de unos cuarenta
años, aunque parecía un poco mayor.
Se abrió paso a través de la firma, y desde que era "un
individuo tan trabajador con una pasión
sin igual", Greenwood
no tuvo más remedio
que hacer de él su primer
socio. Tenía las segundas tasas más altas de victoria
del país.
Después estaba Jung — Yunho Jung, y él era… era jodidamente sexy. Intenté concentrarme en su biografía e ignorar su fotografía, pero no pude evitarlo. Sus profundos y penetrantes ojos me miraban
directamente, y su cabello corto y castaño oscuro pedía
que pasara mis manos por él.
Tenía el rostro de un dios griego —uniformemente bronceado, perfectamente simétrico, fuerte y con la mandíbula
cincelada, y sus labios carnosos curvándose en una ligera sonrisa.
A pesar de que la imagen sólo mostraba la parte superior
de su cuerpo, me imaginaba que por la forma
en que llenaba su traje azul marino, tenía músculos fuertes y definidos
por debajo de él.
Me estaba mojando
sólo con mirarlo.
Céntrate, Jaejoong … Céntrate…
Extrañamente, su biografía
era la más corta de todas. No listaba su educación, su historial, o el año en que se convirtió en socio.
Eran sólo un montón de palabras
de relleno sobre cómo "la firma se sentía muy honrada de tener un abogado tan estimado y probado" en su equipo. Oh, y disfrutaba comiendo chocolate.
Qué informativo…
Copié y pegué todas sus biografías en un documento de Word, y luego llamé a U-know.
—Buenas noches, Hero —respondió, haciendo que me derritiera con su voz, como de costumbre. Juro que podía convencerme para hacer cualquier cosa… casi cualquier cosa.
—Hola, um…
—¿Sí?
Dios, me encantaba
su maldita voz… No había dicho gran cosa y ya estaba excitado.
—¿Me has llamado
para que pueda
escucharte respirar?
—Tenía que estar sonriendo.
—En realidad, sí. —Puse los ojos en blanco—. ¿Estás disfrutando de mis sonidos?
—Disfrutaría mucho más si estuvieras debajo de mí.
Me sonrojé.
—Oh…
—El caso, Hero.
—Se rio—. Háblame de tu último
caso.
—Bien, eh… —Me aclaré la garganta—. Brevemente: mi cliente llevó una pistola a un banco federal
y se olvidó de activar
el bloqueo de seguridad.
Alguien chocó con él y
sus manos instintivamente fueron a su bolsillo y el arma se disparó, dándole en la pierna.
—¿Desde cuándo practicas derecho penal? Pensaba
que tu especialidad era el derecho
corporativo.
Mierda…
—Lo es. Estoy llevando
este caso para un amigo,
trabajo gratuito.
—Hmmm. Bueno, a tu amigo le esperan de dos a cinco años en una prisión federal si no tiene ningún antecedente. ¿Con qué parte de esto necesitas ayuda exactamente?
—Con la parte de la defensa. No ha herido a
nadie, salvo a sí mismo.
—¿Tenía una licencia para llevarla?
—No… —Miré mis notas.
—Entonces estoy seguro de que la fiscalía convencerá al jurado de que llevaba la pistola en el banco con la intención
de hacer daño a alguien que no fuera él mismo. Acepta
cualquier acuerdo que ofrezcan.
—Bueno, yo… —Miré lo que decía la hoja de asignación—. ¿Qué pasa si ya he rechazado ese acuerdo?
Suspiró.
—Llama a la fiscalía
y trata de recuperarlo. Si dicen que no, declara que no admites los cargos.
—¿Qué no admita los cargos? ¿Estás loco?
—¿Y tú? ¿Qué tipo de abogado corporativo acuerda aceptar un obvio caso penal? Uno bastante inexperto en…
—Para tu información, se trata de una asignación. —Carraspeé—. No importa. Decirme que no admita los cargos es más o menos lo mismo que declararle culpable.
—Si ese fuera el caso, te habría dicho que le declararas culpable. —Sonaba molesto—. No admitir
los cargos es la mejor
opción para tu cliente,
y cualquier abogado real lo sabría. ¿Seguro que has aprobado el examen?
—No habría sido invitado a unirme a LawyerChat si no lo hubiera aprobado, ¿no? —Sentí que me dolía el corazón con esa mentira—. Sólo estoy tratando
de evitar que mi cliente sea condenado
a la cárcel.
—Entonces realmente deberías dedicarte a la legislación mercantil. — Había una sonrisa en su voz—. Tu cliente
va ir a la cárcel y no hay nada que puedas hacer al respecto.
La única cosa negociable sobre su caso es cuánto tiempo va a pasar allí. ¿Algo más en lo que te pueda ayudar?
¿Tengo que darte una conferencia sobre la diferencia entre culpable y no culpable?
Puse los ojos en blanco y
alejé el archivo.
—Muchas gracias por tu condescendiente ayuda, como siempre.
—El placer es mío —dijo—. Tengo que preguntarte algo importante.
—¿Acerca de mi caso?
—No. —Dejó escapar una risa baja—. ¿Qué aspecto tienes?
—¿Qué? —Apenas podía oír mi voz—. ¿Qué has dicho?
—Ya me has oído. Ya que nunca puedo tener la oportunidad de verte, me gustaría saber. ¿Cómo eres?
Me puse de pie y me acerqué
a mi espejo, dejando que mis ojos recorrieran mi reflejo.
—No estoy seguro de cómo se supone que debo responder a eso… — Necesitaba cambiar de tema, rápido. De todo lo que me contó acerca
de sus citas en los últimos
meses, sin duda tenía un tipo que le gustaba más, un tipo que le intrigaba como ningún otro: pelinegro, ligeramente con curvas,
labios carnosos…
Yo.
Traté de imaginar
qué aspecto tenía él un montón de veces. ¿Moreno,
tal vez? ¿Castaño claro?
¿Una boca hecha para besar, con profundos
ojos?
¿Paquete de seis, no, paquete de ocho abdominales que conducían
hacia abajo, a una lamible
V?
Mencionó que hace ejercicio todos los días…
Estaba más que seguro de que era atractivo —tenía que serlo si tantos hombres lo aguantaban en esos sitios de citas, pero cada vez que mi
mente hacía un dibujo, me convencía de que lo había hecho mal.
—¿Sabes qué? —dije, sacándome de mis pensamientos—. Nunca he sido bueno describiendo cosas. ¿Cómo eres tú?
—Me veo como un hombre que quiere follar contigo.
Un hormigueo ascendió
y descendió por mi columna.
—Eso no es una descripción…
—¿De qué color es tu pelo? —No sonaba divertido,
y sabía que no iba a permitirme dirigir la conversación esta noche.
—Rojo.
—¿Cómo de largo lo llevas?
—Es corto…
—Hmmm. ¿Qué hay de tus ojos?
Me quedé mirando
mis iris color
negro.
—Cafés.
—¿Tiene pecas?
—No. —Por lo menos esa
parte era cierta.
—¿Y tus labios?
—¿Quieres saber cómo de finos o gruesos
son?
—Quiero saber cómo se verían
envueltos alrededor de mi polla.
Di un grito ahogado.
—¿Estás jugando a ser tímido esta noche? —Cubitos de hielo tintinearon contra vidrio en el fondo—. ¿Cuánto
de mi polla crees que podrías tener en tu boca?
Me quedé en silencio,
y mi respiración empezó
a disminuir.
—¿Hero? —Su voz era suave—. ¿Vas a contestarme?
—Es difícil hacer una predicción sobre algo que nunca
has
hecho. —Le oí inhalar una respiración profunda, y la línea quedó
en completo silencio.
Pensé que me preguntaría cómo me las arreglé para tener relaciones sexuales
con mis novios en el pasado sin dar una mamada, pero no lo hizo.
—Hmmm. ¿Eres pelirrojo natural?
—¿Qué importa? —Me acerqué a la cama—. Claramente no soy tu tipo.
—Tengo una preferencia, no un tipo, y un pelirrojo listillo que nunca ha tenido la polla de otro hombre
en su boca es más que digna de una excepción.
Puse un dedo debajo de mi ropa interior
y me la quité antes de dejarme caer bajo las sábanas.
—Lástima que no sea un malísimo
y completo virgen
¿eh?
—No follo a vírgenes.
—Hizo una pausa—. Pero teniendo en cuenta el hecho de que nosotros nunca
hemos follado, bien podrías ser uno.
La humedad se deslizó por mis muslos, y sentí que mis pezones se endurecían.
—Dudo sumamente…
—Estoy cansado de sólo poder hablar contigo por teléfono,
Hero…
Silencio.
—Necesito
verte… —Su voz era tensa—.
Necesito follarte…
—U-know…
—No, escúchame. —Su tono era una advertencia—. Necesito enterrarme profundamente dentro de ti, sentir
el latido de tu entrada alrededor de mi polla mientras gritas mi nombre… mi nombre real.
Una mano se arrastró por delante
de mi estómago y entre mis muslos, y mis dedos empezaron
a tocar mi miembro. Lentamente al principio, luego más rápido, más deprisa
con cada sonido de sus respiraciones pesadas en mi oído.
—He sido muy paciente contigo… —Su voz se apagó—. ¿No te
parece?
No…
—Lo he sido —dijo—. Estoy cansado de imaginar
lo mojado que se puede poner tu miembro, lo fuerte que gritarás
cuando chupe tus pezones mientras me montas… Lo fuerte que voy a tirarte del pelo cuando te doble sobre mi escritorio y te folle hasta que no puedas respirar… Cansado.
Cerré los ojos, dejando que mi otra mano tocara mi
pecho, dejando que mi pulgar pellizcara mi pezón.
—Te voy a dar dos semanas para que recuperes el jodido sentido…
—¿Qué?
—Dos semanas —susurró—. Es entonces cuando tú y yo vamos a encontrarnos cara a cara, y voy a reclamar
cada centímetro de ti.
—No puedo… no puedo estar de acuerdo… con eso.
—Lo estarás. —Su respiración estaba ahora en sincronía con la mía—. Y en el segundo en que lo hagas,
me vas a invitar a tu casa y voy a recordarte todo lo que te has
burlado de mí durante
los últimos seis meses.
Me quedé sin palabras.
Mi miembro se hinchó con cada roce de mi dedo y mi respiración era cada vez más y más corta.
—Voy
a ser suave al principio —susurró—, sobre todo cuando deslice mi polla en tu boca y te tire del pelo, mostrándote exactamente cómo me gusta ser chupado.
—Para… —Jadeaba—. Por favor… Para…
—Confía en mí, no lo haré.
—U-know… —Mis piernas temblaban.
—Ya no puedo simplemente hablar contigo.
Necesito sentirte, tengo que
saborearte. Di que
sí a las dos semanas…
Me mordí el labio, sabiendo
que si él lo decía otra vez, si me preguntaba una vez más, le diría que
sí.
—Hero… —rogó.
Me encontraba a segundos
de correrme, a segundos
de gritar: "¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!"
—Prométeme que me dejarás
follarte en dos semanas…
Como si mi boca estuviera bajo su mando, liberé mi labio inferior y me preparé para decir que sí, pero colgué.
Manteniendo los ojos cerrados, me acosté en la cama y dejé que las olas de un orgasmo me arrollaran atravesándome mientras gritaba los tres sí que él no podía oír. Cuando finalmente dejé de temblar,
me di la vuelta y agarré una almohada,
llevándola hacia mi pecho.
Antes de que pudiera obligarme a dormir,
escuché mi teléfono
sonar debajo de mí.
Era un mensaje
de U-know.
Me lo
tomaré como un sí. Catorce días.
Wow...q caliente estuvo esa introducción de lo q le hará uknow a hero....hasta yo sentí q me moje *_* (corre a esconderse toda sonrojada)..
ResponderEliminarQuiero más....
Gracias x el capítulo!
Sólo espero que el tiempo vuele y el dia yegue pronto por que Jae aun que no lo admita muere por conocer y estar con uknow y se que le fascinara y el uknow quedará poquito por el
ResponderEliminarGracias
🙈🙈🙈🙈🙈🙈
ResponderEliminarYaaa quieroooo que se conozcan! !!!!
Muchas gracias por el capítulo! !!
Primero tendrá la entrevista y espero que Yunho quede prendado de Jae al igual que Jae de Yunho, para cuando Yunho conozca la verdad de Jae no lo aleje por tanta mentira.
ResponderEliminarGracias!!!
Jae su sueño es see un bailatin y sus padres no lo apoyan,el esperaba verlos en su audicion y no fueron,lo bueno que Yunho si se acordo.
ResponderEliminarEn 14 dias se encontraran,que emocion!!!!
😊😊😊😊 jajajaja toma jae quisiste evitarlo pero tu silencio hablo por ti... jejeje si q pase volando el tiempo...😘😘😘😘
ResponderEliminarCreo que tus historias me dejan sin palabras,me encantan son tan hot,te leo desde el 2016 como esperanza,..... gracias por tus historias 🌹
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