El chico que se escabulle... Capitulo 7

Capítulo 7

Me despertó el sonido de mi alarma del teléfono. Miré a mí alrededor preguntándome por qué estaba en la sala de estar, entonces recordé el sueño.

Yunho seguía dormido; como siempre, sus brazos y piernas estaban encima de mí, sujetándome bajo su peso. Sonreí y lo miré unos minutos antes de que decidiera despertarlo amablemente. Usualmente, sólo le pegaba un codazo y lo empujaba; pero pensé que hoy sería un poco más creativo, que le gustaría eso.

Me moví hacia adelante, empujando su hombro. Yunho rodó sobre su espalda, sin quitar sus brazos de mí, así que me arrastró con él. Me levantó de manos y rodillas para quedar a horcajadas, antes de poner mi peso de nuevo sobre él. Acaricié su hermoso rostro un par de veces antes de que pusiera mis labios ligeramente. Yunho suspiró un poco en su sueño así que lo besé de nuevo, un poco más fuerte y por más tiempo.

Comenzó a excitarse y sofoqué una risita. Está bien, sé que soy nuevo en todo esto, pero este chico parecía sacar mucha lujuria de mí.

Fue un poco embarazoso; pero al mismo tiempo me hacía sentir querido, necesitado y atractivo.

Lo besé de nuevo y recorrí su pecho con mi mano.

Yunho comenzó a moverme, sus brazos apretando a mi alrededor, sujetándome a su pecho a pesar de que ni siquiera estaba despierto. Lo besé de nuevo y avancé por su labio con mi lengua.

Eso llamó su atención; abrió los ojos y me miró, claramente sorprendido, pero con una sonrisa jugando en el borde de sus labios.

—Espero que esa sea la manera en la que me despiertes a partir de ahora —dijo con voz ronca.

—Tal vez, si eres afortunado —bromeé. Puso una mano detrás de mi cabeza y me hizo besarlo de nuevo. Mordió mi labio inferior, pidiéndome que entrara, pero lo alejé, haciéndolo gemir.

—Tienes que irte, Yunho. —Me liberé de él y me senté, todavía a horcajadas.

Podía sentir su erección presionando contra mí, lo que me hacía anhelarlo de una manera que no había pensado hasta ahora.

Sonrió y puso sus manos sobre mis rodillas y me miró sentado encima de él. Sus ojos estaban tan lujuriosos que estaba sorprendido que no me suplicara por sexo aquí y ahora.

Ni siquiera se movió, sólo se quedó ahí con una gran sonrisa de satisfacción en su rostro. Esta no era realmente una buena posición para sentarse.

La sensación de tenerlo abajo de mí se estaba convirtiendo en algo enloquecedor. Me pregunté que se sentiría cuando me tocara, recorriendo mi cuerpo con sus manos. Me mordí el labio mientras una ola de deseo se apoderaba de mí.

Los sentimientos eran tan confusos, tan extraños para mí. Nunca había querido si quiera besar a alguien, mucho menos los pensamientos que ahora comenzaban a formarse en mi cabeza.

— ¿Qué me estás haciendo? —susurré, confundido de que me sintiera así: querer a alguien cuando generalmente eludía todo contacto físico por lo que mi padre solía hacerme.

— ¿Qué quieres decir? —preguntó, mirándose un poco confundido. Negué con la cabeza; no podía explicarlo, especialmente no a él. Necesitaba que él fuera capaz de esperarme. Si le dijera cómo me sentía, probablemente lo arruinaría todo. —Dime que quieres decir, Ángel. ¿Por favor? —rogó, usando su cara de cachorro en mí. ¡Demonios! ¡Eso siempre funcionaba y lo sabía!

—No quiero, Yunho. —Me alejé y me recosté a su lado.

— ¿Por favor? —susurró, mirándome con sus ojos suplicantes.

Suspiré.

—No sé lo que me está pasando. Un día no puedo si quiera soportar que alguien me toque y al siguiente... —Mi voz se debilitó, insegura de cómo terminar la frase sin darle una impresión equivocada.

—Al día siguiente, ¿qué? —solicitó, apoyándose en su codo para mirarme a los ojos.

—Al día siguiente, tú llegas y me haces necesitarte y no puedo ayudarme a mí mismo —admití, ruborizándome locamente.

Yunho se rió en voz baja y me dio su sonrisa arrogante.

—También me haces necesitarte.

—Sí, esa es la mitad de problema —declaré, mirando hacia abajo para ver lo que sobresalía de sus pijamas, ruborizándome de nuevo cuando miré y Yunho me había visto mirándolo. ¡Oh, mierda, eso es tan embarazoso!

—Siento que eso pase. —Me sonrió y me ruboricé más, retorciéndome ante lo incomodo que se estaba volviendo la conversación. Le di una palmada en el pecho y me reí por la vergüenza. Atrapó mi mano y la sostuvo fuertemente mientras me miraba.

—Me asusta —admití, sintiéndome estúpido e infantil.

—Sé que sí, pero nunca te haría daño. Si alguna vez sientes que las cosas van demasiado rápido, lo único que tienes que hacer es decirlo, lo prometo. —No podía dudar de su sinceridad. La verdad de sus palabras estaba clara en su rostro.

Me incliné hacia adelante y lo besé suavemente, antes de alejarlo.

—Realmente tienes que irte. Son casi las ocho.

Yunho suspiró y se entretuvo con mis dedos.

—Realmente no me gusta tu amigo, es su culpa que me tenga que ir —murmuró, fingiendo estar molesto. Reí y me levanté del sofá, levantando sus piernas conmigo.

—Quizás quieras normalizarte un poco antes de salir. ¿Qué pensarán los vecinos si te ven salir de mi casa así? —bromeé, asintiendo con la cabeza hacia su entrepierna; ruborizándome al darme cuenta de que lo había visto de nuevo.

Se echó a reír.

—Podrían pensar que tengo un novio muy hermoso, que me acaba de echar de su cama —dijo, encogiéndose de hombros casualmente.

Le sonreí mientras se acomodaba sus shorts para que fuera menos notable, antes de besarme de nuevo y salir por la puerta principal.

Me metí a la habitación. Junsu todavía estaba dormido, así que me arrastré a mi cama; pero no volví a dormir, en cambió le envié un mensaje a Yunho:

Me alegro de que al menos durmieras 3 horas anoche.

Puse mi teléfono en silencio, para que su respuesta no despertara a Junsu.

Respondió, haciéndome sonreír:

También yo. Ese sillón es sorprendentemente cómodo, mejor que mi cama; pero es probablemente porque estabas ahí.

Le envié:

Podrías quedarte esta noche. Tal vez podría salir a hurtadillas a la sala después de que Junsu se duerma.

Me preguntó:

¡Me gusta la idea! ¿Qué vas a hacer hoy? ¿Quieres hacer algo?

Le respondí:

No estoy seguro; creo que pasaré todo el día con Junsu, viendo que se quedará aquí.

Contestó, haciéndome reír:

Ese chico está arruinando todo; en primer lugar no me puedo quedar más tiempo. ¡Ahora no puedo pasar el día contigo! Estoy terriblemente disgustado que esté aquí.

Nos mensajeamos alrededor de una hora más, y me alegré de que decidiera actualizar el plan de mi equipo así obtuve mensajes ilimitados, de lo contrario esto me costaría una fortuna.

Me levanté un par de horas más tarde, me vestí y salí a la cocina. Yunho ya estaba ahí. No debería estar realmente sorprendido, casi nunca estaba en su casa. Pasaba la mayor parte del día aquí, cuando no estaba en la escuela, saliendo como a las nueve de la noche sólo para escabullirse de nuevo en mi ventana, alrededor de las diez treinta.

Le sonreí, pero rápidamente desvié la mirada, porque estaba sentado junto a Changmin.

—Buenos días, Jae. ¿Dónde está Junsu? ¿Has hablado con él sobre no tocarme? —preguntó Changmin, haciéndome reír por su expresión seria.

—Está en la ducha. De todos modos, deberías estar halagado de que le gustes; aunque tal vez se pasa a Yunho hoy —me burlé, guiñándole un ojo.

Yunho gimió.

— ¡De ninguna manera! Estoy saliendo con alguien —afirmó con seguridad. Me ruboricé un poco y me moví incómodo en mis pies porque le había dicho eso a Changmin.

La cara de Changmin se desvió en su dirección.

— ¿Estás saliendo con alguien? ¿Algo, como, seriamente? Tú nunca tienes relaciones —dijo, frunciendo el ceño y mirando con incredulidad.

—Estoy loco por él —dijo Yunho, encogiéndose de hombros.

Me dirigí al refrigerador para tomar un poco de leche para mi cereal, tratando de fingir que no estaba ahí. Mi corazón estaba fallando en mi pecho. ¡Oh, dios! ¡Yunho iba a hacerlo! ¡Iba a decirle a Changmin!

— ¿Loco por él? Así que debes estar sobre él. Debe ser muy bueno en la cama —dijo Changmin, sonriendo y dándole una palmada en la espalda con orgullo. Me atraganté con el jugo de naranja.

—No he dormido con él. Él no cree en el sexo antes del matrimonio. — Yunho sonrío.

Changmin parecía estar cerca de desmayarse, estaba mirando a Yunho como si le hubiera crecido otra cabeza.

—Tú... Él... ¿Qué? —tartamudeó, agitando su cabeza con violencia.

Yunho se rió.

—A partir de ahora, estoy oficialmente retirado del negocio. Por lo tanto, Ángel, dile a tu amigo que no estoy disponible —indicó, volviéndose hacia mí y guiñándome.

—Lo haré. Vaya, así que un libertino reformado, tal vez haya esperanza para ti después de todo, Changmin. —Me reí, lanzándole un pedazo de coco.

—De ninguna manera, le doy a Yunho una semana antes de que regrese a su antiguo yo, acostándose con cualquier cosa que se mueva —dijo Changmin con confianza.

—No sé, Changmin. Esto se ve bastante serio para mí —dije, mientras terminaba mi desayuno. Yunho me sonrío, obviamente le gustó lo que dije, mostrándole mi confianza.

—Finalmente has aprendido a usar la cabeza que está pegada a tu cuello —bromeó Changmin, haciéndome dar un respingo con sus palabras.

—Creo que es dulce, Yunho. Él debe ser un chico afortunado; ojalá que no rompas su corazón —murmuré, mirando mi plato vacío; con la esperanza de que él no me hiciera daño.

—No lo haré —digo Yunho con confianza. Me sonrío mientras caminaba de vuelta a mi habitación para ver a Junsu. Podía oír a Changmin interrogando a Yunho en la cocina, y no quería estar ahí para eso.

—Entonces, ¿qué vamos a hacer hoy? —le pregunté a Junsu mientras se aplicaba su habitual tonelada de maquillaje.

—Hmm. No sé. ¿Qué tal si jugamos a los bolos? Podía llamar a Geon y Tae Seon. Podríamos preguntarle a tu hermano y a Yunho si quieren venir —decía con emoción.

No me gusta mucho jugar a los bolos, pero mis otros amigos lo amaban. Probablemente terminaríamos de ir como en un mes.

—Claro. Los llamaré. —Tomé mi teléfono y marqué el número de Geon.

—Voy a pedirle a Dios sexo. —Sonrió Junsu, saliendo de mi habitación.

Seguí detrás de él cuando Geon respondió.

—Hey, Geon, ¿quieres venir a los bolos? —pregunté alegremente, mientras Junsu se dejaba caer junto a Changmin en el sofá, prácticamente sentándose en su regazo.

—Sí, seguro. ¿A qué hora? —respondió, sonando emocionado.

—Nos encontramos allí, digamos, ¿en una hora? —sugerí, mirando mi reloj, eran sólo las diez pasadas así que eso podría ir bien.

—OK. Llamaré a Tae Seon, puedo buscarlo en el camino —dijo.

Sonreí porque Junsu estaba coqueteando descaradamente con Changmin.

—Está bien. Nos vemos allí. —Me desconecté de la llamada y me apoyé contra la pared, viendo a mi mejor amigo suplicar a mi hermano.

— ¿Puedes venir con nosotros? Así podrás ver que tan bueno soy con pelotas —ronroneó Junsu, agitando sus pestañas. Yunho se ahogó con su risa, que rápidamente se volvió en tos cuando Junsu lo miró—. Vamos, Yunho, voy a hacer que valga la pena. Sé que eres un buen jugador, ¿qué tal si tú me enseñas un par de trucos? —dijo seductivamente, acercándosele. Yunho se veía incómodo con sus avances. En realidad estaba disfrutando verlo retorcerse. Por lo general le coquetearía, pero hoy parecía que quería huir.

Decidí ayudarlo a salir.

—Junsu, ¿los dejarías solos? No quiero al perro de mi hermano y a su reformado mejor amigo, viniendo, y tener que verte tirándoteles encima todo el día. —Me burlé, pretendiéndolo hacer callar. En realidad se me estaba haciendo muy molesto que él siguiera mirando a Yunho como si se lo quisiera comer aquí y ahora. Yunho me miró agradecido, lo que hizo que mi corazón empezase a tartamudear un poco en mi pecho.

Junsu me sonrió.

—Hmm, bueno ¿dónde está la diversión en eso? —preguntó, guiñándome el ojo haciéndome reír.

—Nos vamos de bolos en una hora de todos modos, si quieres venir es por tu cuenta. Geon y Tae Seon están llegando, y tal vez Hyun Min. —Me encogí de hombros, dejándome caer en el suelo en los pies de Yunho, apoyándome en sus piernas. Podía ver a Junsu mirándome con ojos asombrados y anchos, así que rápidamente me alejé de él, ruborizándome como loco.

—No me importan los bolos. ¿Qué piensas, Changmin? Quiero azotarle el culo a los chicos —preguntó Yunho sonriendo.

Junsu asintió con la cabeza rápidamente.

—Estoy definitivamente para algunos azotes —dijo con entusiasmo. Pero los chicos lo ignoraron.

—Sí, está bien. Me gusta jugar a los bolos, supongo. Hey, Yunho, ¿por qué no le preguntas a tu novio para que vaya también? ¿O tienes miedo de que él vaya a tener una mirada en mí y creer que él ha cometido un error y volcar el culo de una actualización? —bromeó Changmin.

—Mi novio ni siquiera te miraría, Changmin, por lo que no tengo nada de qué preocuparme —respondió Yunho con confianza, podía oír diversión en su voz. Sólo me sonrojé más duro, tratando de fundirme en el sofá y desaparecer.

— ¿Tienes novio, Yunho? —preguntó Junsu, con el ceño fruncido. Parecía que estaba tratando de resolver un problema matemático complejo, con la cara toda arrugada en la concentración.

—Sí, lo tiene. Un misterioso chico por el que está loco, aparentemente —se burló Changmin, rodando sus ojos.

Los ojos de Junsu saltaron a mí por alguna razón. Parecía que estaba tratando de hacerme un agujero en la cara. Tragué saliva y miré hacia otro lado, en realidad no quería mentirle a mi mejor amigo. Junsu abrió la boca y me miró con ojos muy abiertos, luego miró a Yunho, a continuación, volvió a mí, en silencio preguntando si era yo.

Mierda, ¿es él un lector de mentes o algo así? Asentí con la cabeza lentamente, tratando de no ser obvio, haciéndolo gritar ahogadamente de nuevo y reírse con entusiasmo.

— ¡Vamos a terminar de prepararnos en ti habitación, Jaejoong! —gritó, saltando. Estaba tan emocionado que aplaudía como un niño.

Gemí internamente, oh, bien, aquí viene, el millón de preguntas.

—Ya estoy listo. —Negué con la cabeza en su advertencia.

— ¡Necesito tu ayuda en el dormitorio con algo! —susurró él, mirándome como si me fuera a asesinar, si no me levanto ahora mismo. Me esforcé y oí la risa de Yunho desde el sofá.

Puse los ojos en Yunho, ¡realmente tenía una boca grande a veces! Pero es una dulce boca.

Seguí a Junsu a mi habitación; cerró la puerta y me agarró.

— ¡Lo sabía! Ese muchacho ha estado observándote durante años —gritaba, saltando arriba y abajo. Me reí de su entusiasmo, parecía casi tan contento sobre ello como si estuviera saliendo con él.

— ¡No lo estaba! —Sonreí.

Junsu me arrastró hasta la cama.

— ¡Oh, cállate! Yunho siempre está buscándote. Encuentra cualquier excusa para tocarte. Coquetea descaradamente contigo, y siempre te dice qué tan atractivo eres. — él suspiró con aire soñador—. Así que, jovencito, ¿cuándo estabas pensando en decirme, tu mejor amigo? —Me reprendió, en broma.

—Emm bueno, lo íbamos a mantener en secreto por un par de semanas. No le va a gustar nada a Changmin.

Me encogí ligeramente en el pensamiento de la advertencia que lo había visto dándole a Yunho antes, cuando estábamos limpiando después de la fiesta, que se opone realmente a la idea de mí saliendo con él.

—Guau, si, no había pensado en ello. ¡Changmin estará muy enojado! —dijo con los ojos muy abiertos. Asentí con la cabeza, jugando con mis manos en mi regazo —. Así que, ¿cuándo sucedió todo esto? Estaban juntos en la fiesta, ¿verdad? Tenía la vista fija en ti toda la noche, y golpeó a la basura del hermano de Soo Ae por besarte.

Di un grito ahogado, un poco sorprendido.

— ¿Yunho golpeó al hermano de Soo Ae? —pregunté. Me acordé de él, depositándolo contra la pared, pero luego me eché a correr por estar enfermo.

—Sí. Yunho le gritaba para que mantuviera sus sucias manos fuera de ti, y que no quería que él te bese. Te había visto tratando de empujarlo lejos, al parecer. Yunho le pegó un par de veces antes que el equipo se disolviera. Luego, desapareció después de eso, Changmin dijo que se fue a su casa. — Junsu me miró con curiosidad. Sabía que mi cara estaba roja, que era un mentiroso terrible—. Él no fue a su casa, ¿verdad? —Sonrió a mí a sabiendas.

Tomé una profunda respiración y sacudí la cabeza. Junsu gritó, literalmente, gritó, y cerca de dos segundos más tarde, Changmin y Yunho irrumpieron en mi habitación.

— ¿QUÉ? ¿QUÉ ES? —gritó Changmin, mirando alrededor como si hubiera un incendio o algo.

—Em… em, fue una… em —balbuceé, agarrándome violentamente por algo que decir.

—Araña —intervino Junsu rápidamente, apuntando en la dirección de mi cuarto de baño.

Changmin suspiró y se dirigió allí, moviendo la cabeza con desaprobación.

—En serio, ¿todo esto por una araña? ¡Pensé que estaban siendo asesinados aquí! —regañó.

Junsu sonrió a Yunho y a mí. En realidad Yunho parecía que se estaba divirtiendo mirándome retorcerme. Me guiñó un ojo, lo que hizo reír a Junsu. Yo le saqué la lengua, y él movió las cejas hacia mí, Junsu sólo se rió más fuerte de nosotros.

Changmin volvió a salir, con el ceño fruncido y moviendo la cabeza.

—No he podido encontrar nada allí.

—Oh, quizás no fue una araña; podría haber sido sólo un poco de pelusa o algo así —sugirió Junsu, agitando su mano para que se fueran.

Changmin puso los ojos en blanco.

—Por Dios, Junsu, eres realmente extraño —dijo, saliendo y cerrando la puerta detrás de él.

Junsu se volvió hacia mí, luciendo exaltado.

— ¡No puedo creer que hayas perdido tu virginidad con Jung Yunho! ¿Estuvo bueno? Apuesto a que estuvo bueno, ¿no? ¡Yunho es tan atractivo! ¡Estoy muy celoso! —Se arrulló, yéndose a su propio mundo.

—No tuve sexo con él —dije rápidamente.

Junsu chasqueó los ojos con los míos.

— ¿No lo hiciste? Bueno, ¿por qué diablos no? Si ese fuera yo, hubiera saltado en su culo allí y en ese mismo momento.

Me reí y me encogí de hombros.

—Sí, sé que lo harías, pero ese no soy yo.

—Está bien, lo sé. — Junsu suspiró, mirando un poco derrotado. De repente su rostro se iluminó de nuevo—. Así que, ¿qué hicieron entonces?

—Acabamos de empezar, Junsu, eso es todo —le dije con sinceridad. En realidad no había ido mucho más lejos que eso, por lo que en realidad no era una mentira.

—Tienes tanta suerte. Tienes al chico más atractivo de toda la escuela como tu novio y el segundo más atractivo es tu hermano. Quiero decir, ¡eso es sólo codicioso! —me regañó, meneando el dedo hacia mí en un gesto molesto—. Entonces, ¡Yunho te llamó su novio! ¿Te ha invitado a salir? Oficialmente, ¿son pareja? ¿Exclusivamente? —preguntó, mirándome con asombro.

Asentí con la cabeza, pero hice una mueca, al mismo tiempo.

—Sí lo hizo, y así que lo somos. Pero para ser honesto, no sé cómo va a funcionar. Quiero decir, Yunho es un jugador. Tengo sinceramente un poco de miedo en dejarme caer por él, en caso de que me engañe o termine conmigo o algo así —admití en una pequeña voz, mirando al suelo mientras todos los pensamientos de mis preocupaciones pasan por mi mente.

Junsu me agarró en un abrazo, que de inmediato me hizo empezar a sentir mal. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho a su toque desenfadado. Sabía que sólo estaba tratando de consolarme, pero no pude evitar la reacción de mi cuerpo con el tacto.

—No creo que lo hará. Quiero decir, Yunho nunca ha tenido un novio antes, nunca ha sido exclusivo, por lo que no tienes nada en que basar tu teoría. Técnicamente, él nunca ha engañado a nadie. —Me dio una media sonrisa. No podía dejar de reír en su intento de hacerme sentir mejor. Supongo que eso es cierto, el hecho de que está dispuesto a ser exclusivo es una señal.

—Será mejor que vayamos de todos modos, Geon y Tae Seon nos estarán esperando allí. Ah, y Junsu, no digas nada a nadie, ¿de acuerdo? Ni siquiera a Geon. Quiero ver cómo va por un par de semanas antes de Changmin se dé cuenta —le expliqué.

—No lo haré, lo prometo —prometió, atravesando su corazón—. Por lo tanto, ¿es un buen besador? —susurró, mientras caminábamos por el pasillo.

—Increíble —le contesté, mientras caminábamos hacia el salón.

— ¡Maldita sea! ¡Cuánta suerte! —murmuró en voz baja, por lo que me arrancó una sonrisa.