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Hermoso Desastre: Capitulo 14

Capítulo 14


Yunho dejó nuestras maletas y miró alrededor de la habitación.
—Esto es lindo, ¿verdad?
Lo fulminé con la mirada y él enarcó su ceja.
— ¿Qué?
Empecé a desempacar mi maleta y sacudí mi cabeza. Diferentes estrategias y la falta de tiempo llenaron mi cabeza.
—Estas no son vacaciones, Yunho. No deberías estar aquí.
Al momento siguiente él estaba detrás de mí, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
—Yo voy a donde tú vayas.
Ladeé mi cabeza en contra de su pecho y suspiré.
—Tengo que ir a la planta baja. Tú puedes quedarte aquí si quieres o echarle un vistazo al show. Te veré más tarde ¿De acuerdo?
—Iré contigo.
—No te quiero allí, Yunho. —Una expresión de dolor cruzó su rostro, toqué su brazo—. Si voy a ganar catorce mil dólares en un fin de semana necesito estar concentrado al máximo. No me gusta quién voy a ser en esas mesas, y no quiero que tú lo veas, ¿Vale?
Yunho retiró mi cabello fuera de mis ojos y besó mi mejilla.
—De acuerdo, Boo.
Yunho saludó a Junsu mientras dejaba la habitación. Junsu se acercó a mí en la misma ropa que usó en la fiesta. Me cambié por un pantalón y un par de zapatos, estudiándome en el espejo. Junsu llevó mi cabello hacia atrás.
—Necesitas al menos cinco capas más de maquillaje, y ellos van a pedir tu identificación antes de que te des cuenta si no usas un poco más de rubor, ¿Acaso has olvidado cómo se juega este juego?
Arranqué el maquillaje de las manos de junsu y pasé al menos otros diez minutos, cuando terminé, mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas.
—Maldita sea Jae, no llores —me dije mirando hacia arriba mientras secaba la parte inferior de mis ojos con un pañuelo desechable.
—No tienes que hacer esto Jae, tú no le debes nada. —dijo ahuecando mis hombros mientras me miraba al espejo una última vez
—Él le debe dinero a Benny, Junsu, si no lo hago, lo matarán.
Su expresión era de lástima, ya lo había visto mirarme de esa manera muchas veces antes, pero esta vez él estaba desesperado. Lo había visto arruinar mi vida más veces de las que ninguno de los dos podríamos contar.
— ¿Qué pasa con la siguiente vez que lo haga? ¿Y la siguiente? No puedes seguir haciendo esto.
—Él estuvo de acuerdo con mantenerse lejos, Kim Do Il es muchas cosas, más no un estúpido.
Caminamos por el pasillo e ingresamos a un ascensor vacío.
— ¿Tienes todo lo que necesitas? —Pregunté, manteniendo las cámaras en mente.
Junsu chocó su uñas con la licencia de conducir falsa y sonrió.
Ambos nos pusimos nuestras gafas de sol y permanecimos con cara de póker mientras el ascensor se abría, revelando las luces de neón y el bullicioso casino. La gente se movía en todas las direcciones. Esto era el infierno celestial.
Desfilamos a lo largo de un pasillo alineado con cuerdas rojas y le entregamos nuestras identificaciones a un hombre que tenía una chaqueta roja. Me observó por un momento y me quité las gafas.
—Cualquier momento de hoy sería genial. —dije con tono aburrido.
Nos devolvió nuestras identificaciones y se hizo a un lado, dejándonos pasar, atravesamos los pasillos en donde estaban las máquinas tragamonedas, las mesas de Black Jack. Escaneé la habitación, observando las diferentes mesas de póquer, asintiendo hacia una con viejos caballeros sentados en ella.
—Ésa. —dije, contoneándome por el camino.
—Empieza agresivo Jae, ellos no sabrán lo que se les viene encima.
—No. Ellos son a la antigua, tengo que jugar inteligente esta vez.
Me acerqué a la mesa, usando mi más encantadora sonrisa. Los locales podían oler a los estafadores a millas de distancia, pero yo tenía cosas a mi favor que cubrían el olor de cualquier cosas que pudiera levantar sospechas: entre ellas juventud.
—Buenas noches, caballeros. ¿Les importa si me uno a ustedes?
Ellos no miraron en mi dirección.
—Seguro, pequeño. Toma asiento y procura verte bonito. Sólo no hables.
—Quiero entrar. —dije pasándole mis gafas a Junsu —. No hay suficiente acción en las mesas de Black Jack.
Uno de los hombres masticó su cigarrillo.
—Esto es una mesa de póquer pequeño, cinco cartas. Prueba tu suerte en las máquinas de ranura.
Me senté en la única silla vacía, haciendo una demostración al cruzar mis piernas.
—Siempre he querido jugar póquer de verdad. Y tengo todas estas fichas… —dije, poniendo mi montón de fichas en la mesa—, Y soy muy bueno jugando en línea.
Los cinco hombres miraron mis fichas y luego a mí.
—Hay una apuesta mínima, cariño. —dijo el concesionario.
— ¿Cuánto?
—Cinco mil, dulzura. Escucha… no quiero hacerte llorar. Hazte un favor y juega en las máquinas de ranura.
Empujé hacia adelante mis fichas, encogiéndome de hombros en el modo en que un chico temerario y excesivamente seguro de sí mismo haría antes de darse cuenta que acababa de perder sus fondos para la universidad. Los hombres se miraron entre ellos. El concesionario se encogió de hombros y tiró sus fichas.
Miré hacia un hombre flaco que masticaba un palillo, y como había predicho, me guiñó un ojo.
Asentí y esperé con falsa anticipación mientras el hombre repartía la primera mano. Perdí a propósito las dos primeras, pero para la cuarta mano yo estaba arriba. No le tomaba tanto tiempo a los veteranos de descifrarme como había tomado Neely.
Una hora después, había tomado veintisiete mil de mis oponentes, y ellos estaban empezando a sudar.
—Me retiro. —dijo uno, bajando sus cartas frunciendo el ceño.
—Si no lo estuviera viendo con mis propios ojos, nunca lo habría creído. —Escuché detrás de mí.
Junsu y yo nos dimos la vuelta al mismo tiempo, mis labios estirándose a través de mi cara formando una amplia sonrisa.
—Hyun Joong. —Sacudí mi cabeza—. ¿Qué estás haciendo aquí?
—Es mi lugar el que estás ocupando, Cookie. ¿Qué estás haciendo aquí?
Rodé mis ojos y me volví hacia mis suspicaces nuevos amigos.
—Sabes que odio eso, Hyun Joong.
—Discúlpenos. —dijo Hyun Joong, tirando de mí por el brazo para ponerme de pie. Junsu me miró con cautela mientras me estaba llevando unos cuantos pies lejos de la mesa
El padre de Hyun Joong manejaba el casino, estaba más que sorprendido que él se hubiera unido al negocio de la familia. Solíamos perseguirnos entre nosotros por los pasillos y escaleras del hotel y siempre lo vencía cuando alcanzábamos los ascensores. Él había crecido desde la última vez lo que lo había visto. Lo recordaba como un desgarbado adolescente, pero el hombre que tenía al frente era sin duda un bien vestido jefe de sala, para nada desgarbado y ciertamente apuesto. Seguía teniendo su sedosa piel marrón y ojos que recordaba, pero el resto de él era una agradable sorpresa.
Su iris resplandecía en las brillantes luces del casino.
—Esto es surrealista, pensé que eras tú cuando estaba caminando por tu mesa, pero no podía convencerme a mí mismo que volverías aquí. Cuando vi a esa Campanita limpiando la mesa, supe que eras tú.
—Lo soy. —Sonreí.
—Te ves… diferente.
—También tú, ¿Cómo está tu padre?
—Retirado. —Sonrió—. ¿Cuánto tiempo te quedarás?
—Sólo hasta el domingo. Tengo que volver a la escuela.
—Hola, Hyun Joong. —dijo Junsu, tomando mi brazo.
—Junsu. —Se rió entre dientes—. Debí haberlo sabido, ustedes son como la sombra del otro.
—Si sus padres supieran que lo traje aquí, todo eso habría terminado hace mucho tiempo.
—Es bueno verte, Jae. ¿Por qué no me dejas comprarte la cena? — Preguntó, escaneando mi vestimenta.
—Me encantaría, Hyun Joong, pero no estoy aquí por diversión.
Él tendió sus manos y sonrió.
—Tampoco yo. Muéstrame tu identificación.
Mi cara decayó, sabiendo que tenía una pelea en mis manos. Hyun Joong no caería en mis encantos tan fácilmente, sabía que tenía que decirle la verdad.
—Estoy aquí por Do Il. Está en problemas.
Hyun Joong asintió.
— ¿Qué tipo de problema?
—Los usuales.
—Me encantaría ayudar, sabes que respeto a tu papá, pero sabes que no puedo permitirte quedarte.
Alcancé su brazo y lo presioné.
—Le debe dinero a Benny.
Hyun Joong cerró sus ojos y sacudió su cabeza.
—Jesús.
—Tengo hasta mañana, Hyun Joong, déjame quedarme hasta entonces.
Él puso la palma de su mano en mi mejilla.
—Te lo diré… si cenas conmigo mañana. Te daré hasta la medianoche.
Miré a Junsu y luego a Hyun Joong.
—Estoy aquí con alguien.
Se encogió de hombros.
—Tómalo o déjalo, Jae. Tú sabes cómo se hacen las cosas por aquí, no puedes obtener algo sin nada a cambio.
Suspiré derrotado.
—Está bien. Te veré mañana en la noche si me das hasta la medianoche.
Bajó su cabeza y besó mi mejilla.
—Fue bueno verte. Te veré mañana… cinco en punto, ¿de acuerdo? Estoy en el piso a las ocho.
Sonreí mientras él se alejaba, pero mi sonrisa pronto cayó cuando vi a Yunho estudiando desde la mesa de la ruleta.
—Oh, mierda. —dijo Junsu, tirando de mi brazo.
Yunho fulminó a Hyun Joong con la mirada mientras él pasaba y luego vino hacia mí, metiendo las manos en sus bolsillos y miró a Hyun Joong, quien nos estudiaba desde la esquina de su ojo.
— ¿Quién era él?
Asentí en la dirección de Hyun Joong.
—Él es Hyun Joong, lo he conocido por un largo tiempo.
— ¿Cuánto tiempo?
Miré en dirección de la mesa de póquer.
—Yunho, no tengo tiempo para esto.
—Supongo que tiraron la idea del ministro de la juventud. —dijo Junsu, mirando coquetamente en la dirección de Hyun Joong.
— ¿Ése es tu ex novio? —Dijo Yunho, de repente muy enojado—.
Le disparé a Junsu una impaciente mirada y luego tomé el mentón de Yunho y lo miré, acaparando toda su atención.
—Él sabe que no soy lo suficientemente mayor para estar aquí, Yunho. Me dio hasta la medianoche, te lo explicaré luego, pero por ahora tengo que regresar al juego, ¿de acuerdo?
La mandíbula de Yunho se tensó debajo de su piel, cerró sus ojos, tomando un profundo respiro.
—Muy bien, te veré a la medianoche.
Bajó su cabeza para besarme, pero sus labios fueron fríos y distantes.
—Buena suerte.
Sonreí mientras él se mezclaba con la multitud, y luego volví mi atención a los hombres.
— ¿Caballeros?
—Toma asiento. —dijo uno de los hombre —. Haremos que nuestro dinero regrese, justo ahora, no apreciamos el ser estafados.
—Hagan lo peor. —dije sonriendo, barajé las cartas y las repartí con precisión a cada jugador.
—Tienes diez minutos. —Susurró Junsu.
—Lo sé. —dije
Traté de bloquear el tiempo y la rodilla de Junsu golpeando nerviosamente debajo de la mesa.
Sentí un par de manos muy familiares en mis hombros, sabía que era Yunho, pero no me di la vuelta, no con tres mil en medio de la mesa.
—Me retiro. —dijo el ultimo hombre en la mesa.
Aquellos que se habían reunido alrededor de nosotros aplaudieron cuando bajé mi mano.
Junsu me ayudó a recoger mis ganancias, me volví hacia Yunho, mirando mi reloj.
—Necesito más tiempo.
— ¿Quieres intentar en las mesas de Black Jack?
—No puedo perder dinero, Yunho.
Sonrió.
—No puedes perder, Boo.
Junsu negó con la cabeza.
—El Black Jack no es su juego.
Yunho asintió.
—Gané un poco. Estoy arriba de los seiscientos. Los puedes tener.
Yoochun me pasó sus fichas.
—Sólo hice tres. Son tuyas.
Suspiré.
—Gracias chicos, pero aún me hacen falta cinco de los grandes.
Miré mire reloj y luego alcé la vista para ver a Hyun Joong acercándose.
— ¿Cómo te fue? —dijo sonriendo.
—Aún me faltan cinco mil, Hyun Joong, necesito más tiempo.
—Ya he hecho todo lo que puedo, Jae.
Asentí, sabiendo que ya había exigido mucho.
—Gracias por dejarme quedar.
—Tal vez le puedo decir a mi padre que hable con Benny por ti.
—Es el desastre de Do Il, voy a pedirle que él se encargue del resto.
Hyun Joong negó con su cabeza.
—Tú sabes que eso no pasará, Cookie, no importa cuánto tengas, si hace falta algo de lo que él debe, Benny enviará a alguien. Tú mantente tan lejos de él como puedas.
Sentí que mis ojos quemaban.
—Tengo que tratar.
Hyun Joong se acercó, y habló en voz baja:
—Consigue un avión, Jae. ¿Me escuchaste?
—Te escuché. —dije toscamente.
Hyun Joong suspiró, y sus ojos se llenaron de compasión. Me envolvió en sus brazos y besó mi cabello.
—Lo siento. Si mi trabajo no estuviese en juego, tú sabes que trataría de hacer algo.
Asentí, alejándome de él.
—Lo sé. Hiciste lo que pudiste.
Elevó mi mentón con su dedo.
—Te veré mañana a las cinco. —Bajó su cabeza y depositó un beso en la esquina de mi boca, y luego se fue sin decir una palabra.
Miré a Junsu, quien estaba observando a Yunho. No me atreví a encontrarme con sus ojos; no podía imaginar que tan enojada era la expresión en su rostro.
— ¿Qué es a las cinco? —dijo Yunho, su voz teñida con enojo mal disimulado.
—Jae estuvo de acuerdo en cenar con Hyun Joong si él lo dejaba quedarse. No tenía opción Yunho. —dijo Junsu.
Podía deducir por el tono de precaución de su voz que Yunho estaba más que enojado, lo miré y él me fulminó con la mirada con la misma expresión de traición que Do Il tenía en su rostro la noche en que se dio cuenta que yo había tomado su suerte.
—Tenías una opción.
— ¿Alguna vez has tratado con la mafia, Yunho? Lo siento si tus sentimientos están heridos, pero una comida gratis con un viejo amigo no es un precio alto que pagar para mantener a Do Il vivo.
Podía ver que Yunho quería arremeter contra mí, pero no había nada que él pudiera decir.
—Vamos chicos, tenemos que encontrar a Benny. —dijo Junsu, tirando de mi brazo.
Yunho y Yoochun nos siguieron en silencio mientras caminábamos hacia al edificio de Benny. El tráfico—de personas y carros—en la vía estaba empezando a concentrarse. Con cada paso que daba, me sentía enfermo, sentía un vacío en mi estómago, mi mente corriendo, pensando en un argumento lo suficientemente convincente para hacer entrar a Benny en razón. Para cuando tocamos la gran puerta verde que había visto tantas veces, no tenía nada en mente.
No era una sorpresa ver al enorme guardián, negro, atemorizante, y tan ancho como era de alto, pero yo estaba aturdido de ver a Benny detrás de él.
—Benny. —Respiré
—Vaya, vaya… ya no eres de Lucky Thirteen, ¿cierto? Do Il no me dijo lo llamativo que te has convertido. He estado esperando por ti, Cookie. He oído que tienes un pago para mí.
Asentí y Benny hizo un gesto hacia mis amigos. Alcé mi mentón para fingir confianza.
—Ellos están conmigo.
—Me temo que tus acompañantes tendrán que esperar afuera. —dijo el guardián en un anormal tono bajo.
Yunho me tomó del brazo inmediatamente.
—Él no va entrar solo, voy con él.
Benny observó a Yunho. Cuando Benny alzó la vista a su guardián y las esquinas de su boca se elevaron, me relajé un poco.
—Es lo suficientemente justo. —Dijo Benny—. Do Il estará contento de saber que tienes a tan buen amigo.
Lo seguí adentro, volviéndome para ver la mirada preocupada en la cara de Junsu. Yunho mantuvo firme su agarre en mi brazo, manteniéndose a propósito entre el guardián y yo. Seguimos a Benny a un ascensor, ascendiendo cuatro pisos en silencio y luego las puertas se abrieron.
Un gran escritorio de caoba yacía en el medio de una vasta habitación. Benny cojeó hasta alcanzar una silla y sentarse, gesticulando hacia nosotros para que tomáramos las dos sillas vacías enfrente del escritorio. Cuando me senté, el cuero se sentía frío debajo de mí, y me pregunté cuánta gente se habría sentado en la misma silla, momentos antes de su muerte.
Estiré mi mano para coger la de Yunho y él me dio un apretón tranquilizador.
—Do Il me debe veinticinco mil, confío en que tienes la cantidad completa. —Dijo escribiendo algo en una libreta de notas
—En realidad —hice un pausa aclarándome la garganta—, me faltan cinco mil, Benny, pero tengo todo el día de mañana para conseguirlos, y cinco mil no es un problema ¿Cierto? Tú sabes que soy bueno para eso.
—Jaejoong —dijo Benny, ceñudo—, me decepcionas, conoces mis reglas mejor que eso.
—Por… Por favor Benny, te estoy pidiendo que tomes los diecinueve mil y tendré el resto para ti mañana.
Los ojos de Benny iban de Yunho a mí y viceversa. Ahí fue cuando note el par de hombres que salieron de las esquinas más oscuras de la habitación. El agarre de Yunho en mi mano se hizo más fuerte, contuve el aliento.
—Tú sabes que no tomo nada a menos de que sea la cantidad completa. El hecho de que estés tratando de darme menos de lo que es me dice algo. ¿Sabes lo que me dice? Que tú no estás seguro de que puedas obtener la cantidad completa.
Los hombres que estaban en las esquinas se movieron otro paso hacia adelante.
—Puedo obtener tu dinero Benny. —Me reí nerviosamente—. Gané nueve mil en seis horas.
—Entonces me estás diciendo que me traerás nueve mil en las próximas seis horas. —Benny nos sonrió diabólicamente.
—El plazo es hasta la medianoche mañana. —dijo Yunho, mirando detrás de nosotros y luego a los hombres que se aproximaban.
— ¿Qué estás haciendo Benny? —Pregunté, mi postura rígida.
—Do Il me llamó anoche. Dijo que te estabas encargando de su deuda.
—Le estoy haciendo un favor. Yo no te debo dinero. —dije severamente, mis instintos de supervivencia tomando vida.
Benny apoyó sus rechonchos codos llenos de grasa en su escritorio.
—Estoy considerando enseñarle a Do Il una lección, además estoy curioso de ver cuán suertudo eres.
Yunho se levantó de su silla tirando me mí con él. Me llevó detrás de él, retrocediendo hasta la puerta.
—Josiah está afuera de la puerta, chico. ¿A dónde piensas que vas a escapar?
Estaba equivocado. Cuando estaba pensando en persuadir a Benny para que viera la razón, debía haber anticipado el deseo de Do Il de sobrevivir, y la afición de venganza de Benny.
—Yunho. —Le advertí, viendo como los secuaces de Benny se acercaban a nosotros.
Yunho me empujó unos cuántos pies detrás de él y permaneció de pie.
—Espero que sepas, Benny, que cuando me deshaga de tus hombres, no quiero ser irrespetuoso, claro está. Pero estoy enamorado de este chico, y no puedo dejar que lo lastimes.
Benny estalló en una ruidosa carcajada.
—Te lo dejaré a ti hijo. Tienes las bolas más grandes que cualquiera que hayan venido a través de esas puertas. Te prepararé lo que estás a punto de enfrentar, el chico grande a tu derecha es David, y si él no puede sacarte con sus puños, lo hará con el cuchillo que tiene en su funda. El hombre a tu izquierda es Dane, él es mi mejor luchador. Tiene una pelea mañana, sólo para que sepas, él nunca pierde. Te importaría si no te lastimas las manos, Dane, tengo un montón de dinero en ti.
Dane le sonrió a Yunho con divertidos y salvajes ojos.
—Sí, señor.
— ¡Detente, Benny! Puedo conseguir tu dinero. —Lloré.
—No… Esto se va a poner bastante interesante. —Se rió entre dientes, sentándose en su silla.
David corrió hacia Yunho, mis manos volaron a mi boca. El tipo era fuerte, pero torpe y lento. Antes de que David pudiera coger su cuchillo, Yunho lo incapacitó, empujando la cara de David directo hacia su rodilla, cuando Yunho lanzó un puñetazo, no gastó tiempo, lanzando cada pizca de energía que tenía en la cara del hombre. Dos puñetazos y un codazo después, David yacía en el piso, en un charco de sangre.
Benny echó su cabeza hacia atrás, riendo histéricamente golpeando su escritorio con el placer de un niño viendo caricaturas en la mañana de un sábado.
—Muy bien, ve por él Dane, no te asustó, ¿cierto?
Dane se aproximó a Yunho cuidadosamente, con la concentración y la precisión de un luchador profesional. Su puño voló a la cara de Yunho con una velocidad increíble, pero Yunho lo esquivó, embistiendo con su hombro a Dane, utilizando toda su fuerza. Cayeron contra el escritorio de Benny. Dane agarró a Yunho con sus brazos, empujándolo contra el piso. Se enfrentaron en el piso por un momento, pero luego Dane ganó terreno, posicionándose para poder darle algunos puños a Yunho, mientras él estaba atrapado debajo de él en el piso. Cubrí mi cara, me era imposible mirar. Oí un llanto de dolor y levanté la vista, para ver a Yunho cerniéndose sobre Dane, agarrándolo de su peludo pelo, golpeándolo puño tras puño en un lado de su cabeza. La cara de Dane calló en el escritorio de Benny, para luego ponerse de pie desorientado y sangrando.
Yunho lo observó por un momento, para luego atacar otra vez, usando toda su fuerza. Dane lo esquivó una vez, consiguiendo golpear a Yunho en la mandíbula con sus nudillos.
Yunho sonrió y lo apuntó con un dedo.
—Esa fue tu oportunidad.
No podía creer lo que acababa de escuchar. Yunho había dejado que el matón de Benny lo golpeara. Él lo estaba disfrutando. Jamás había visto a Yunho pelear sin restricciones, era un poco atemorizante verlo liberar todo lo que tenía en estos asesinos entrenados y teniendo las de ganar. Hasta ese momento nunca me había dado cuenta de lo que Yuho era capaz de hacer. Con la risa molesta de Benny en el fondo, Yunho terminó de rematar a Dane, depositando su codo en el centro del rostro de Dane, dejándolo fuera de juego antes de que golpeara el suelo. Vi su cuerpo rebotar en la alfombra importada de Benny.
— ¡Eres asombroso! ¡Simplemente asombroso! —dijo Benny, aplaudiendo con placer.
Yunho me empujó detrás de él mientras Josiah atravesaba la puerta, con su masiva figura.
— ¿Debería encargarme de esto, señor?
— ¡No! No, no… —dijo Benny aún aturdido por la improvisada actuación—. ¿Cuál es tu nombre?
—Jung Yunho. —dijo, aun teniendo la respiración pesada, limpiando lo sangre de Dane y David de sus manos en sus vaqueros.
—Jung Yunho, creo que puedes ayudar a que tú pequeño novio se salga de éste problema.
— ¿Cómo?
—Se suponía que Dane pelearía mañana en la noche, tenía un montón de dinero para él, pero parece que Dane no estará en forma para ganar la pelea. Te sugiero que tomes su lugar. Gana y perdonaré los dólares faltantes de la deuda de Do Il.
Yunho se volvió hacia mí.
— ¿Boo?
— ¿Estás bien? —Pregunté, limpiando la sangre de su rostro. Mordí mi labio, sintiendo mi cara deformarse con una mezcla de miedo y alivio.
Yunho sonrió.
—No es mi sangre, no llores, bebé.
—Soy un hombre ocupado hijo. —Dijo Benny—. ¿Estás dentro?
—Lo hare. —Dijo Yunho—. Dime el cuándo y el dónde, estaré ahí.
—Estarás peleando contra Brock McMann, él no es un oponente fácil. Fue excluido de la UFC el año pasado.
Ese dato no afectó en lo más mínimo a Yunho.
—Sólo dígame dónde tengo que estar.
La sonrisa de tiburón de Benny cruzó su cara.
—Me gustas, Jung Yunho. Creo que seremos buenos amigos
—Lo dudo. —dijo Yunho, abriendo la puerta y manteniendo una postura protectora hasta que alcanzamos la puerta principal.
— ¡Jesucristo! —Junsu lloró, viendo la sangre que salpicaba la ropa de Yunho—. ¿Están bien chicos? —Me tomó por los hombros y examinó mi rostro.
—Estoy bien. Tan solo otro día en la oficina. Para ambos. —dije limpiando mis ojos.
Yunho cogió mi mano y nos dirigimos hacia el hotel con Yoochun y Junsu detrás de nosotros. No muchos repararon en el aspecto de Yunho. Estaba cubierto de sangre y sólo uno que otro parecía notarlo.
— ¿Qué rayos pasó ahí adentro? —Finalmente preguntó Yoochun.
Yunho se deshizo de su ropa y desapareció en el cuarto de baño. La ducha se encendió y Junsu me pasó una caja de pañuelos.
—Estoy bien, Junsu.
Suspiró y empujó la caja hacia mí otra vez.
—No, no estás bien.
—Este no es mi primer encuentro con Benny. —dije, mis músculos doloridos por estar tanto tiempo tensados en las últimas 24 horas.
—Es tu primera vez viendo como Yunho descarga toda su mierda en otra persona. —Dijo Yoochun—. Lo he visto antes, y no es lindo.
— ¿Qué pasó? —Junsu insistió.
—Do Il llamó a Benny. Le dijo que yo me haría cargo de su deuda.
— ¡Lo voy a matar! Voy a matar a ese hijo de perra. —gritó Junsu.
—Benny no me estaba haciendo responsable, pero dijo que iba a darle una lección a Do Il por enviar a su hijo a pagar su deuda. Él llamó a dos de sus malditos perros para que fueran por nosotros y Yunho los noqueó. A ambos. En menos de cinco minutos.
— ¿Entonces Benny los dejó ir? —Preguntó Junsu.
Yunho salió del baño con una toalla alrededor de su cintura, la única evidencia de la pelea era una pequeña marca roja en su pómulo, debajo de su ojo derecho.
—Uno de los chicos que eliminé tenía una pelea mañana en la noche. Tomaré su lugar y en recompensa Benny perdonará lo que Do Il debe.
Junsu se puso de pie.
—Esto es ridículo. ¿Por qué lo estamos ayudando? Él te lanzó directo a los lobos. ¡Lo voy a matar!
—No si yo lo mato primero. — Yunho ardía de rabia.
—Tranquilízate, —le dije.
— ¿Entonces pelearás mañana? —Preguntó Yoochun.
—Seis en punto. Es Brock McMann, Yoochun.
—De ninguna manera. De ninguna jodida manera. Yunho. ¡El tipo es un maniático!
—Sí. — Yunho sonrió—, pero él no está peleando por su chico ¿cierto? —Yunho me envolvió en sus brazos. Besando la parte superior de mí cabello—. ¿Estás bien, Boo?
—Esto está mal. Esto está mal en muchas maneras. No sé con quién de ustedes hablar primero para dejar esto.
— ¿Me viste esta noche? Voy a estar bien. He visto a Brock pelear antes. Él es duro, pero no invencible.
—No quiero que hagas esto, Yunho.
—Bueno, yo no quiero que tú vayas a cenar con tu ex novio mañana en la noche. Supongo que ambos tenemos que hacer algo que no queremos para salvar al bueno para nada de tu padre.

* * *

Lo había visto antes. Esto cambiaba a las personas. Creando monstruos y hombres rotos. Era fácil dejar que las luces y los sueños robados se filtraran en tu sangre. Había visto la enérgica, invencible mirada en el rostro de Yunho tantas veces crecer. Y la única cura era un avión que nos llevara a casa.
Miré mi reloj otra vez.
— ¿Tienes que estar en algún lugar, Cookie? —Preguntó Hyun Joong, divertido.
—Por favor, deja de llamarme así. Hyun Joong. Lo odio.
—También odié cuando te fuiste. Y eso no te detuvo.
—Esta es una conversación aburrida y sin sentido. Solamente cenemos, ¿de acuerdo?
—Muy bien, hablemos entonces de tu nuevo chico. ¿Cuál es su nombre? ¿Yunho? —Asentí y él sonrió—. ¿Qué estás haciendo tú con ese psicópata tatuado? Se ve como un rechazado.
—Se amable Hyun Joong, o me iré de aquí.
—No puedo superar lo diferente que te ves. No puedo superar que tú estás sentado aquí, enfrente de mí.
—Supéralo. —dije, rodando los ojos.
—Ahí está. —Dijo Hyun Joong —. El chico que recuerdo
Miré mi reloj.
—La pelea de Yunho es en veinte minutos. Mejor me voy.
—Aún estamos esperando el postre.
—No puedo Hyun Joong. No quiero que él se preocupe acerca de si voy a aparecer o no. Es importante.
Sus hombros cayeron.
—Lo sé. Extraño los días en que yo era importante.
Dejé descansar mis manos en las suyas.
—Éramos sólo niños. Eso fue hace mucho tiempo.
— ¿Cuándo crecimos? El que tú estés aquí es una señal, Jae. Pensé que nunca te vería de nuevo y aquí estás. Quédate conmigo.
Negué con mi cabeza despacio, vacilando. No quería herir a mi más viejo amigo.
—Lo amo, Hyun Joong.
La desilusión oscureció la pequeña sonrisa en su rostro.
—Entonces es mejor que vayas.
Besé su mejilla y abandoné el restaurante, cogí un taxi.
— ¿A dónde se dirige? —Preguntó el taxista
Cuando le dije la dirección el taxista se volvió hacia mí, viéndome fijamente.
— ¿Está seguro?
—Estoy seguro. ¡Vamos! —dije, lanzando el dinero sobre el asiento.

12 comentarios:

  1. waaaaaaaa Do il es un maldito como le va a ser eso a JJ e_e
    ojala a yunho no le pase nada malo y gane esa pelea T-T
    waaaaa en las q se mete por amor a su Boo♥
    asdadsa gracias x la actu !!

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  2. Ajjjj yunho peleara por su jaejoong
    Espero no le ocurra nada
    Y bueno hyun joong debe superar a jaejoong el mismo le ha dicho q lo ama.


    Dios haber sucede ahora

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  3. eso es hombre y no payaso yunho siempre alerta de que no lastimen a su novio que bueno que puso en su lugar a esos tipos y fácil se los a sacado de encima y no pudieron tocarle un pelo a jae pero ese maldito aprovechado también quiere disponer de el para pagar la apuesta de el suegro pues muy mal que se lo cobre a el que le debe por que a este par de hermosos inocentes que no tienen por que pagar la deuda de otro

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  4. Do il es un desgraciado, mira que dejarle toda la responsabilidad a Jaejoong, lo bueno es que este no esta solo, tiene a yunho, pero me preocupa esa pelea, yunho hará lo que sea necesario con tal de proteger a Jaejoong, espero no suceda nada y que gane, ellos tan solo merecen vivir tranquilos, ah~

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  5. Vamos yunho!! si se puede !!!
    el amor de yunho no es cualkier cosa ehhh jajaj ~~ q lindo que es *-*
    esperare la continuacion ..es mas que genial *O*!!

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  6. Maldito do i'll.. Yo de Jae ni siquiera hubiera conseguido una parte de la deuda..
    Maldito hombre...
    Yunho espero q no te pase nada malo

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  7. Ahhhh el papá de JJ es un HDPT ó.ó!!!
    Y para colmo se quieren aprovechar de la relación del YJ para que YH pelee T-T
    Ojalá que no le pase nada T-T tu puedes YH >\\<
    Lo bueno es que HJ entendió que JJ oso quiere a YH >\\<

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  8. Omo 0_0 el capitulo estuvo bien emocionante..felizmente que Yunho estaba con Jae cuadno fue a ver a ese sujeto sino no quiero ni imaginarme que hubiera pasado :(
    su padre si que es un desgraciado por mandar a pagar sus deudas a su propio hijo

    Ahora Yunho va a pelear por la deuda del padre de Jae, solo espero que no lo lastimen mucho ... odiaria que arruinen su hermoso rostro :(

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  9. waaaaa Que maldito el padre de Jae... Todo lo que tienen que hacer por ese desgraciado... lo odiooo... Menos mal Yunho lo acompaño, o sino las cosas si se iban a poner muy feas... Yunho fighting en la pelea!!!
    Me gusto que Hyunjoong haya entendido que Jae quiere a Yunho y no insistió mas...

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  10. Que maldito es el padre de Jae, haber hablado ya con ese tal Benny y decirle que Jae se hizo cargo de su deuda, no le importó la vida de su hijo si no la saldaba... KHJ comprendió a Jae y lo dejo jugar un poco más, ahora lo deja ir de nuevo con su amor... Que grande es el amor de Yunho por arriesgarse ahora por el padre de Jae, ya que el ayudara a terminar de saldar la deuda... Espero ya nada les salga mal...
    Gracias.

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  11. Ese señor es el peor padre que existe, no se merece que Jae lo ayude. Ojala que Yun lo haga bien y no le pase nada. Hyun es tan lindo, pudo comprender todo.
    Gracias por compartir.

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  12. El padre de jae no merece un hijo como el :/ encima que jaejoong lo ayuda le pasa su deuda frente a ese tipo.
    Boo es un gran jugador gano mucho dinero en las cartas en pocas horas o.o felizmente hyun entendió que ama a yunho.
    Me preocupa esa pelea, no quiero que sqlga lastimado yunnie. pero su que sabe pelear bien. Tengo la seguridad que ganara.

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Thief: Capítulo 16

Capítulo 16 Presente   Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa ...