Capítulo 12
Tiré una pequeña pastilla blanca en mi
boca y tragué, luego me tomé un gran vaso de agua. Me encontraba en el medio
del cuarto de Yunho en solo bóxers, alistándome para ponerme mi pijama.
— ¿Qué es eso? —Preguntó Yunho desde la
cama.
Frunció el ceño.
— ¿Qué pastilla?
—La pastilla, Yunho. No has
rellenado todavía tu gaveta de arriba, y lo último que necesito es estar
preocupándome por si me embarazo.
—Oh.
—Uno de nosotros tiene que ser
responsable. —dije levantando la ceja.
—Dios mío, eres sexy. —Soltó Yunho,
apoyando la cabeza en una de sus manos—. El chico más bello es mi novio. Una
total locura.
Rodé los ojos y deslicé la seda morada
sobre mi cabeza, acurrucándome junto a él. Me senté en su regazo y besé su
cuello, riéndome cuando dejó caer la cabeza al respaldo de la cama.
— ¿De nuevo? Me vas a matar, Boo.
—No te puedes morir. — Dije, cubriendo su
cara de besos—. Eres demasiado cruel.
— ¡No, no me puedo morir porque hay
demasiados imbéciles por ahí tratando de obtener mi lugar! ¡Puede que viva por
siempre, sólo para alejarlos!
Reí contra su boca, y me volteó a mi
espalda, besando la piel que dejaba atrás.
— ¿Por qué yo, Yunho?
Se inclinó hacia atrás, buscando mis
ojos.
— ¿A qué te refieres?
—Haz estado con todos estos hombres,
negándote a sentar cabeza, negándote siquiera a recibir un número de teléfono…
Entonces, ¿por qué yo?
— ¿De dónde viene esto? —Preguntó, su
dedo acariciaba mi mejilla.
Me encogí de hombros.
—Tengo curiosidad.
— ¿Por qué yo? Tienes a la mitad
de los hombres de la universidad solamente esperando que yo meta la pata.
Arrugué la nariz.
—Eso no es verdad. No cambies el tema.
—Claro que es verdad. Si yo no
hubiera estado detrás de ti desde el principio, tuvieras a más que Shim
Changmin siguiéndote a todos lados. Él solamente es demasiado engreído como
para tenerme miedo.
— ¡Estás evitando mi pregunta! Y
pobremente, debo añadir.
— ¡De acuerdo! ¿Por qué tú? —En su cara
se asomó una sonrisa, y rozó mis labios con los suyos—. Sentí algo por ti desde
aquella primera pelea.
— ¿Qué? —Dudé.
—Es cierto. ¿Tú en esa chaqueta llena de
sangre? Te veías absolutamente ridículo. —Rió.
—Gracias.
Su sonrisa se desvaneció.
—Fue cuando me miraste. Ese fue el
momento. Tenías los ojos bien abiertos, tu mirada inocente… sin pretensiones.
No me miraste como si fuera Jung Yunho —dijo, rodando los ojos a sus
propias palabras—, me miraste como si yo fuera… una persona, supongo.
—Noticia de última hora, Yunho. Tú eres
una persona.
Sacudió el flequillo de mi cara.
—No, antes de ti, Yoochun era el único
que me trataba como cualquier otro. Tú no te pusiste todo raro ni coqueteaste,
ni te pasaste los dedos por el cabello. Tú me viste a mí.
—Fui un maldito contigo, Yunho.
Besó mi cuello.
—Eso fue lo que cerró el trato.
Deslicé mis dedos por su espalda hasta
llegar adentro de sus bóxers.
—Espero que esto se vuelva viejo pronto.
No me veo a mí mismo cansándome nunca de ti.
— ¿Lo prometes? —Preguntó sonriendo.
Su teléfono sonó en la mesa de noche, y
lo llevó a su oído.
— ¿Sí? ¡Demonios, no! Tengo a Boo aquí
conmigo. Nos arreglamos para ir a la cama… Cierra la boca, Shi Hoo, eso no es
gracioso… ¿En serio? ¿Qué hace en la ciudad? —Me miró y suspiró—. De acuerdo,
estaremos allí en media hora… Me escuchaste, imbécil. Porque no voy a ningún
lugar sin él, es por eso. ¿Quieres que te rompa la cara cuando llegue? — Yunho
colgó y sacudió la cabeza.
Levanté una ceja.
—Esa fue la conversación más extraña que
he escuchado.
—Era Shi Hoo. Neely está en la ciudad y
hay noche de Póker en casa de mi papá.
— ¿Noche de Póker? —Tragué.
—Sí, usualmente toman todo mi dinero.
Esos bastardos tramposos.
— ¿Voy a conocer a tu familia en treinta
minutos?
Miró su reloj.
—Veintisiete minutos para ser exactos.
— ¡Oh Dios mío, Yunho! —Chillé, saltando
de la cama.
— ¿Qué estás haciendo? —Suspiró.
Revoloteé el closet y saqué un par de
jeans, saltando de arriba abajo para ponérmelos, y luego tiré de mi pijama
hacia a arriba, tirándoselo a la cara de Yunho.
— ¡No puedo creer que sólo me dieras
veinte minutos de anticipación antes de conocer a tu familia! ¡Podría matarte
ahora mismo!
Se quitó mi pijama de la cara y rió de mi
desesperado intento por lucir presentable. Tomé una camisa de cuello en V y la
puse en su lugar, luego corrí al baño, cepillándome los dientes y pasando un
cepillo por mi pelo. Yunho caminó detrás de mí, completamente vestido y listo,
y rodeó sus brazos por mi cintura.
— ¡Soy un desastre! —Me quejé, frunciendo
hacia el espejo.
— ¿Te das cuenta de lo hermoso que eres?
—Preguntó, besándome el cuello.
Resoplé, volviendo al cuarto a ponerme un
par de zapatos, luego tomé la mano de Yunho quien me guió a la puerta. Me
detuve, subiendo el cierre de mi chaqueta, preparándolo para el viaje a la casa
del padre de Yunho.
—Cálmate, Boo. Son sólo un grupo de
chicos sentados alrededor de una mesa.
—Esta la primera vez que voy a ver a tu
papá y a tus hermanos… todos al mismo tiempo… ¿Y quieres que me calme? —dije,
subiéndome a la moto detrás de él.
Torció su cuello, tocando mi mejilla
mientras me besaba.
—Te van a amar, justo como yo lo hago.
Cuando llegamo pase mis dedos por mi
cabello varias veces, antes de que Yunho me llevara hacia la puerta.
— ¡Santo Cristo! ¡Es el idiota! —Uno de
los chicos gritó.
Yunho asintió. Trató de verse enojado,
pero pude ver que estaba emocionado de ver a sus hermanos. La casa estaba
gastada, con papel tapiz amarillo y marrón en las paredes y distintos tonos de
café en las alfombras.
Caminamos por un pasillo hasta una puerta
abierta de par en par. El humo de cigarro salía de la habitación, y allí
estaban su padre y hermanos, sentados alrededor de una mesa con sillas
disparejas.
—Hey, Hey… Cuiden el lenguaje frente al
chico. —dijo su papá, moviendo el cigarro en su boca al hablar.
—Boo, éste es mi papá, Jung Suk. Papá,
éste es Boo.
— ¿Boo? —Preguntó Suk, divertido.
—Jae. —Sonreí, sacudiendo su mano.
Yunho apuntó a sus hermanos.
—Shi Hoo, Young
Bae, Sang Bum, y Neely.
Todos asintieron, y todos menos Neely
lucían como versiones mayores de Yunho; sus cabellos casi rapados, ojos
marrones, sus camisas estiradas en los trabajados músculos, y cubiertos en
tatuajes. Neely llevaba una camisa de vestir y la corbata suelta, sus ojos eran
más claros y su cabello era un poco más largo.
— ¿Jae tiene apellido? —Preguntó Suk.
—Kim. —Asentí.
—Es un placer conocerte, Jae. —dijo Neely,
sonriendo.
—Un gran placer. —dijo Shi Hoo, mirándome
de arriba abajo.
Suk lo golpeó en la nuca y él saltó.
— ¿Qué dije? —Preguntó, sobándose la
cabeza.
—Siéntate, Jae. Míranos quitarle el
dinero a Yunho. —Uno de los gemelos dijo. No supe quién era quién; ambos eran
una total copia del otro, hasta sus tatuajes coincidían.
La habitación estaba decorada con
fotografías antiguas de juegos de póker, fotos de leyendas posando con Suk y a
quién asumía era el abuelo de Yunho, y cartas viejas en los estantes.
Los ojos de Suk brillaban.
— ¿Sabes quién es Stu Unger?
Asentí.
—Mi papá es un fan también.
Se levantó, apuntando hacia la fotografía
junto a él.
—Y
ese de allí es Doyle Brunson.
Sonreí.
—Mi papá lo vio jugar una vez. Es
increíble.
—El abuelito de Yunho era un profesional…
Nos tomamos el póker muy en serio por aquí. —Sonrió Suk.
Me senté en medio de Yunho y uno de los
gemelos, mientras Shi Hoo mezclaba las cartas con moderada habilidad. Los
chicos pusieron su dinero y Suk dividió las fichas.
Shi Hoo levantó una ceja.
— ¿Quieres jugar, Jae?
Sonreí educadamente y sacudí la cabeza.
—No creo que debería.
— ¿No sabes cómo? —Preguntó Suk.
No pude evitar sonreír. Suk se veía tan
serio, casi paternal. Sabía la respuesta que él esperaba, y odiaba decepcionarlo.
Yunho besó mi frente.
—Juega… Yo te enseño.
—Deberías darle un beso de despedida a tu
dinero en este momento, Jae. —Neely rió.
Presioné mis labios y busqué en mi bolso,
sacando dos billetes. Se los tendí a Suk y esperé pacientemente a que me los
cambiara por fichas. La cara de Shi Hoo se estiró en una sonrisa satisfecha,
pero lo ignoré.
—Tengo fe en las habilidades para enseñar
de Yunho. —dije.
Uno de los gemelos aplaudió.
— ¡Demonios, sí! ¡Me voy a ser rico esta
noche!
—Empecemos con poco esta vez. —dijo Suk,
tirando una ficha de cinco dólares.
Shi Hoo repartió, y Yunho jugó mi mano
por mí.
— ¿Has jugado cartas alguna vez?
—Ha pasado un tiempo. —Asentí.
—No se vale el Go Fish, Pollyanna.
—dijo Shi Hoo, mirando sus cartas.
—Cierra la boca, Shi Hoo. —Soltó Yunho,
mirando a su hermano antes de volver su vista a mi mano—. Estás buscando cartas
altas, números consecutivos, y de la misma clase si eres muy afortunado.
En la primera mano Yunho miró mis cartas
y yo las suyas. Básicamente asentía y sonreía, jugando cuando me decía que lo
hiciera. Ambos, Yunho y yo perdimos, y mis fichas habían disminuido para el
final de la primera ronda.
Luego de que Neely repartiera, no le
permití a Yunho ver mis cartas.
—Creo que lo tengo. —dije.
— ¿Estás seguro? —Preguntó.
—Estoy seguro, bebé. —Sonreí.
Tres manos después, ya había recuperado
mis fichas y bajado la de los demás con un par de Ases, una escalera y la carta
más alta.
— ¡Mierda! —Se quejó Shi Hoo —. ¡La
suerte de principiantes apesta!
—Tienes a un chico que aprende rápido, Yunho.
—dijo Suk, moviendo la boca alrededor de su cigarro.
Yunho tomó un sorbo de su cerveza.
— ¡Me estás haciendo sentir orgulloso, Boo!
—Sus ojos estaban brillantes de emoción, y su sonrisa era diferente a la que
siempre le había visto.
—Gracias. —Sonreí.
—Aquellos que no pueden, enseñan. — Neely
sonrió satisfecho.
—Muy gracioso, imbécil. —Murmuró Yunho.
Cuatro manos después, tomé lo último de
mi cerveza y encogí los ojos hacia el único hombre en la mesa que no se había
rendido.
—Está de tu parte, Yunho. ¿Vas a seguir
siendo un bebé o vas a dar la cara como un hombre?
— ¡Que se joda! —dijo, poniendo lo último
de sus fichas.
Yunho me miró, animado. Me recordó a la
expresión de aquellos cuando lo venían pelear.
— ¿Qué tienes, Boo?
— ¿Young Bae? —Pregunté.
Una gran sonrisa cruzó su cara.
— ¡Flush! —Gritó, abriendo sus
cartas en la mesa.
Cinco pares de ojos se dirigieron a mí.
Escaneé la mesa y luego tiré mis cartas.
— ¡Acepten su derrota y lloren, chicos!
¡Ases y ochos! —dije, riendo.
— ¿Un Full House? ¿Qué demonios? —
Shi Hoo lloró.
—Lo siento. Siempre quise decir eso.
—dije, tomando mis fichas.
Los ojos de Neely se encogieron.
—Esto no es sólo suerte de principiantes.
Él juega.
Yunho miró a Neely por un momento y luego
giró la vista hacia mí.
— ¿Has jugado alguna vez, Boo?
Junté mis labios y me encogí de hombros,
dando mi mejor mirada inocente. La cabeza de Yunho se fue hacia atrás dejando
escapar una gran risa. Trató de hablar, pero no pudo, y enterró su puño en la
mesa.
— ¡Tu novio nos acaba de estafar! —dijo Young
Bae, apuntando en mi dirección.
— ¡DE NINGUNA JODIDA MANERA! —Se quejó Shi
Hoo, levantándose.
—Buen plan, Yunho. Traer un tiburón de
cartas a la noche de póker. —dijo Suk guiñándome.
— ¡No lo sabía! —dijo él, sacudiendo la
cabeza.
— ¡Tonterías! —Me miró Neely.
— ¡En serio! —Soltó entre risas.
—Odio decirlo, hermano. Pero creo que me
enamoré de tu chico. —dijo Sang Bum.
—Hey, ya. —Soltó Yunho, su sonrisa
inmediatamente convirtiéndose en una mueca.
—Ya está bueno. Estaba solamente
dejándotela fácil, Jae, pero quiero mi dinero de vuelta, ahora. —Advirtió Shi
Hoo.
Yunho no jugó en las próximas rondas,
viendo a sus hermanos luchar por recuperar su dinero. Mano tras mano, les gané
sus fichas, y mano tras mano, Neely me miraba más de cerca. Cada vez que
mostraba mis cartas, Yunho y Suk reían, Young Bae maldecía, Sang Bum proclamaba
su innegable amor por mí, y Shi Hoo soltaba una rabieta.
Una vez sentados en el salón, cambie mis
fichas por dinero y le di cien dólares a cada uno. Suk se negó, pero los
hermanos aceptaron con gratitud. Yunho tomó mi mano y caminamos a la puerta.
Pude ver que estaba triste, así que apreté mi mano en la suya.
— ¿Qué sucede, bebé?
— ¡Acabas de regalar cuatrocientos
dólares, Boo! —Frunció el ceño.
—Si esto hubiera sido en una noche de
póker en Sig Tau, me los hubiera quedado. No les puedo robar a tus hermanos la
primera vez que los conozco.
— ¡Ellos se hubieran quedado con tu
dinero! —dijo.
—No lo hubiera dudado ni por un segundo,
tampoco. —Rió Sang Bum.
Neely me miraba en silencio desde la
esquina de la habitación.
— ¿Por qué sigues mirando a mi chico, Neely?
— ¿Cuál fue que dijiste era su apellido?
—Preguntó Neely.
Apoyé mi peso en la otra pierna, nervioso.
Yunho notando mi incomodidad, volteó la mirada a su hermano y abrazó mi
cintura. No estaba seguro si lo hizo como una reacción protectora o si se
estaba preparando para lo que su hermano podría decir.
—Es Kim. ¿Por qué?
—Puedo entender por qué no lo averiguaste
antes de esta noche, Yunho, pero ya no tienes ninguna excusa. —dijo Neely,
satisfecho.
— ¿De qué mierda estás hablando?
—Preguntó Yunho.
— ¿Por casualidad no estarás emparentado
con Kim Do Il? —Preguntó Neely.
Todas las cabezas se voltearon en mi
dirección.
— ¿De dónde conoces a Do Il?
Yunho torció su cabeza para poder mirarme.
—Es uno de los mejores jugadores de póker
que haya existido. ¿Lo conoces?
Me estremecí, sabiendo que finalmente
había sido arrinconado para contar la verdad.
—Es mi padre.
Toda la habitación explotó.
— ¡DE NINGUNA JODIDA MANERA!
— ¡LO SABÍA!
— ¡ACABAMOS DE JUGAR CON EL HIJO DE KIM
DO IL!
— ¿KIM DO IL? ¡SANTA MIERDA!
Neely, Suk y Yunho eran los únicos que no
gritaban.
—Les dije que no debía jugar. —dije.
—Si nos hubieras dicho que eras el hijo
de Kim Do Il, tal vez te hubiéramos tomado más en serio. —dijo Neely.
Miré a Yunho, quien me miraba con
asombro.
— ¿Tú eres Lucky Thirteen?
—Preguntó, sus ojos estaban un poco nublados.
Shi Hoo se levantó y me apuntó, su boca
se abrió en asombro.
— ¡Lucky Thirteen está en nuestra casa!
¡De ninguna manera! ¡No lo creo, joder!
—Ese fue un apodo que la prensa me dio. Y
la historia no era exactamente correcta. —dije.
—Necesito llevar a Jae a casa, chicos.
—dijo Yunho, todavía mirándome.
Suk me miró por encima de sus lentes.
— ¿Por qué no era correcta?
—Yo no le quité la suerte a mi
papá. Es decir, que ridículo. —Reí, enredando un mechón de pelo alrededor de mi
dedo, nervioso.
Neely sacudió la cabeza.
—No, Do Il dio esa entrevista. Dijo que a la
media noche de tu decimotercer cumpleaños su suerte se acabó.
—Y la tuya empezó. —Añadió Yunho.
— ¡Fuiste criado por mafiosos! —dijo Shi
Hoo, riendo con emoción.
—Oh… no. —Reí una vez—. Ellos no me criaron.
Sólo estuvieron alrededor… bastante.
—Es una pena, Do Il soltándole tu nombre
a la mafia por medio de la prensa. Eras sólo un niño. —dijo Suk, sacudiendo la
cabeza.
—En todo caso, fue suerte de
principiantes. —dije, tratando de esconder mi humillación.
—Fuiste enseñado por Kim Do Il —dijo Suk,
sacudiendo la cabeza en asombro—. Estabas jugando profesionalmente y ganando a
la edad de trece años, por Cristo santo. —Miró a Yunho—. No apuestes en su
contra, hijo. Él no pierde.
Yunho me miró entonces, sus ojos aún
sorprendidos y desorientados.
—Uh… Nos tenemos que ir, papá. Adiós,
chicos.
La profunda y emocionada voz de la
familia de Yunho se desvaneció cuando él me arrastró por la puerta hasta su
moto. Ajusté mi chaqueta, esperando a que hablara. Se subió a la moto sin
palabras, y yo me monté en el asiento detrás de él.
Estaba seguro que sentía que no había
sido honesto con él, y probablemente estaba avergonzado de haberse enterado de
una parte tan importante de mi vida al mismo tiempo que su familia. Esperaba
una gran discusión al llegar a su apartamento, e inventé una docena de
disculpas para el momento en que llegamos a la puerta.
Me llevó por el pasillo de la mano, y me
ayudó con la chaqueta.
—Sé que estás enojado conmigo —dije sin
poder mirarlo a los ojos—. Discúlpame que no te lo dije, pero no es algo de lo
que hablo.
— ¿Enojado contigo? —dijo—. Estoy
tan caliente que no puedo ver claramente. Le acabas de robar el dinero a los
imbéciles de mis hermanos sin siquiera pestañear, lograste asombrar a mi papá,
y estoy bastante seguro de que perdiste a propósito aquella apuesta que hicimos
antes de mi pelea.
—Yo no diría eso…
Levantó la barbilla.
— ¿Pensaste que ibas a ganar?
—Bueno… no, no exactamente. —dije,
quitándome los zapatos.
Yunho sonrió.
—Entonces, querías estar aquí
conmigo. Creo que me acabo de enamorar de ti de nuevo.
— ¿Cómo es que no estás enojado en este
momento? —Pregunté, tirando mis zapatos al closet.
Suspiró y asintió.
—Es algo bastante importante, Boo.
Debiste habérmelo dicho. Pero entiendo por qué no lo hiciste. Viniste aquí para
apartarte de todo eso. Es como si el cielo se abriera… ahora todo tiene
sentido.
—Bueno, eso es un alivio.
—Lucky Thirteen. —dijo, sacudió la
cabeza y me sacó la camisa.
—No me llames así, Yunho. No es algo
bueno.
— ¡Eres jodidamente famoso, Boo! —Soltó,
sorprendido por mis palabras. Desabotonó mis jeans y los bajó hasta mis
tobillos, ayudándome a sacarlos.
—Mi padre me odió luego de eso.
Todavía me culpa por todos sus problemas.
Yunho se arrancó la camisa y me abrazó a
él.
—Todavía no puedo creer que el hijo de Kim
Do Il está parado frente a mí, he estado contigo todo este tiempo y no tenía ni
idea.
Lo empujé lejos.
—No soy el hijo de Kim Do Il, Yunho.
Eso fue lo que dejé atrás. Soy Jae. ¡Sólo Jae! —dije, caminando al
closet. Arranqué una camisa de su gancho y me la puse.
Suspiró.
—Lo siento. Estoy un poco sorprendido.
— ¡Solamente soy yo! —Llevé las palmas de
mis manos contra mi pecho, desesperado porque entendiera.
—Sí, pero…
—Pero nada. La manera en que me estás
mirando en este instante. Es justamente por eso que no te lo había dicho.
—Cerré los ojos—. No voy a vivir así de nuevo, Yunho. Ni siquiera contigo.
— ¡Whoa! Cálmate, Boo. No nos dejemos
llevar. —Sus ojos se concentraron y caminó hacia mí, envolviéndome en sus
brazos—. No me importa lo que fuiste o lo que ya no eres. Sólo te quiero a ti.
—Entonces, supongo que tenemos eso en
común.
Me llevó hacia la cama, sonriéndome.
—Somos sólo tú y yo contra el mundo, Boo.
Me acurruqué junto a él, acomodándome en
el colchón. Nunca planeé que nadie excepto Junsu se enterara de Do Il, y nunca
esperé que mi novio perteneciera a una familia de aficionados al póker. Suspiré
profundo, presionando mi mejilla contra su pecho.
— ¿Qué sucede? —Preguntó.
—No quiero que nadie se entere, Yunho. No
quería que tú te enteraras.
—Te amo, Jae. No lo volveré a mencionar,
¿de acuerdo? Tu secreto está a salvo conmigo. —dijo, besando mi frente.
* * *
—Sr. Jung, ¿Cree que puede bajar el tono
hasta después de la clase? —dijo el Profesor, refiriéndose a mi risa mientras Yunho
enterraba su nariz en mi cuello.
Aclaré mi garganta, sintiendo como mis
mejillas se encendían en vergüenza.
—No lo creo, Dr. ¿Le ha echado un buen
vistazo a mi chico? —dijo Yunho, señalándome.
La risa inundó el salón, y mi cara se
incendió. El Profesor me miró con cara medio divertida y medio incomoda, y
luego le sacudió la cabeza a Yunho.
—Sólo haga lo mejor que pueda. —dijo.
La clase se volvió a reír, y yo me hundí
en mi asiento. Yunho recostó su brazo en la espalda de mi silla, y la clase
continuó. Luego de que terminara la hora, Yunho me acompañó a mi próxima clase.
—Perdóname si te avergüenzo. No lo puedo
evitar.
—Inténtalo.
Changmin caminó junto a nosotros, y
cuando le devolví su asentimiento con una sonrisa educada, sus ojos brillaron.
—Hola, Jae. Te veo adentro. —Caminó al
salón, y Yunho lo fulminó por unos tensos segundos.
—Oye —Jalé su brazo hasta que me miró—.
Olvídate de él.
—Le ha estado diciendo a los chicos en la
fraternidad que aún lo llamas.
—Eso no es verdad. —dije, inafectado.
—Yo lo sé, pero ellos no. Dice que sólo
está esperando su turno. Le dijo a Yoon que tú sólo estás esperando por el
momento correcto para dejarme, y que lo llamas para decirle cuán infeliz eres.
Me está empezando a molestar.
—Tiene una gran imaginación. —Miré a Changmin,
y cuando se encontró con mis ojos lo fulminé con la mirada.
— ¿Te enojarías si te avergüenzo una vez
más?
Me encogí de hombros, y Yunho no perdió
tiempo en meterme al salón. Se detuvo en mi mesa, poniendo mi bolso en el piso.
Miró a Changmin y luego me jaló hacia él, y me besó, profundo y determinado.
Trabajó mis labios en su usual manera reservada sólo para el dormitorio, y no
pude evitar tomar su camisa con ambos puños.
Los murmullos y las risas se volvieron
más fuertes luego de que era claro que Yunho no se iba a apartar pronto.
— ¡Creo que lo dejó embarazado! —Alguien
desde el final del salón gritó, riéndose.
Me separé con los ojos cerrados, tratando
de recuperar mi aliento. Cuando miré a Yunho, él me devolvía la mirada con la
misma fuerza retenida.
—Sólo intentaba probar un punto.
—Murmuró.
—Buen punto. —Asentí.
Yunho sonrió, besó mi mejilla y luego
miró a Changmin quien estaba echando humo en su asiento.
—Te veo en el almuerzo. —Guiñó.
Caí en mi silla y suspiré, tratando de
disipar el hormigueo en medio de mis piernas.
Soporté toda la clase de Cálculo, y
cuando la hora terminó, vi a Changmin apoyado en la pared junto a la puerta.
—Changmin. —Asentí. Determinado en no
darle la reacción que él quería.
—Sé que estás con él, no tiene que
violarte en frente de toda una clase para mostrármelo.
Me detuve de inmediato y me preparé para
atacar.
—Entonces, tal vez deberías dejar de
decirle a tus hermanos de fraternidad que yo todavía te llamo. Lo vas a
molestar demasiado, y no me voy a sentir mal cuando entierre su bota en tu
trasero.
Arrugó la nariz.
—Escúchate. Te has estado juntando
demasiado con Yunho.
—No, este soy yo. Es solamente un
lado de mí que no conocías.
—No fue como si me hubieras dado la
oportunidad, ¿cierto?
Suspiré.
—No quiero pelear contigo, Changmin.
Simplemente no funcionó, ¿está bien?
—No, no está bien. ¿Crees que disfruté
siendo el hazme reír de la universidad? Jung Yunho es el tipo que apreciamos
sólo porque nos hace lucir bien. Él usa a los chicos, los bota, e incluso los
mayores idiotas de la universidad parecen Príncipes Azules frente a Yunho.
— ¿Cuándo vas a abrir los ojos y vas a
ver que él es diferente ahora?
—Él no te ama, Jae. Solamente eres un
brillante juguete nuevo. Aunque luego de la escena que hizo en el salón, asumo
que ya no eres tan brillante.
Mi mano voló a su cara antes de darme
cuenta que lo había hecho.
—Si hubieras esperado dos segundos, te
hubiera ahorrado el esfuerzo, Boo. —dijo Yunho, empujándome detrás de él.
Tomé su brazo.
—Yunho, no.
Changmin se veía un poco nervioso,
mientras el perfecto contorno rojo de mi mano aparecía en su mejilla.
—Te lo advertí. —dijo Yunho, empujando a Changmin
violentamente contra la pared.
La mandíbula de Changmin se tensó, y me
fulminó con la mirada.
—Considera esto un cierre, Yunho. Ahora
puedo ver que ustedes dos están hechos el uno para el otro.
—Gracias. —dijo Yunho, llevando su brazo
a mis hombros.
Changmin se separó de la pared y caminó
inmediatamente al otro lado del pasillo, hacia las escaleras, cerciorándose de
que Yunho no lo seguía con una rápida mirada.
— ¿Estás bien? —Preguntó Yunho.
—Me duele la mano.
Sonrió.
—Eso fue asombroso, Boo. Estoy
impresionado.
—Probablemente me va a demandar y
terminaré pagando su carrera en Harvard. ¿Qué estás haciendo aquí? Pensé que nos
íbamos a encontrar en la cafetería.
Un lado de su boca se levantó en una
sonrisa maliciosa.
—No me podía concentrar en clases.
Todavía estoy sintiendo ese beso.
Miré por el pasillo y luego a él.
—Ven conmigo.
Sus cejas se unieron sobre su sonrisa.
— ¿Qué?
Caminé hacia atrás, arrastrándolo hasta
que sentí la manilla del laboratorio de Física. La puerta se abrió, y con una
mirada hacia atrás, vi que estaba solo y oscuro. Jalé su mano, riéndome por su
expresión confusa, y luego tranqué la puerta, empujándolo contra ella.
Lo besé y se rió.
— ¿Qué estamos haciendo?
—No quiero que no seas capaz de
concentrarte en clases. —dije, besándolo de nuevo. Me levantó y enredé mis
piernas a su alrededor.
—No estoy seguro de qué hice sin ti todo
este tiempo —dijo, sosteniéndome con una mano y desabotonándose el cinturón con
la otra—. Pero nunca lo quiero averiguar. Eres todo lo que siempre he
querido, Boo.
—Solo recuerda eso cuando tome todo tu dinero en el próximo juego de póker. —dije, quitándome la camisa.
—Solo recuerda eso cuando tome todo tu dinero en el próximo juego de póker. —dije, quitándome la camisa.
Hola;
ResponderEliminarCapitulo muy divertido!En esa historia és lo que más me gustó hasta ahora.
Me gusta mucho de los nuevos personagens,san demasiado carismáticos ^_^.
Aguardo el próximo con ansiedad.
Un abrazo y matta ne.
Hanajima-san.
hermoso capitulo que bueno que jae puso en su lugar a min ya que entienda que jae no es para el y lo deje en paz y busque por otro lado la felicidad que jae no le dará pues ya se la a dado a yunho y sorpresa jae resulto ser mas famoso que yunho que bien y aun mejor que les aya ganado a los hermanos de yunho nomas para que se eduquen y terminaron enamorados y admirando a jae ja ja muy muy bueno espero y no demores mucho bye bye cuídate vuelve pronto
ResponderEliminarChangmin se lo busco solito y por el mismo jaejoong fue golpeado
ResponderEliminarAhora sexo en la universidad en el laboratorio? *-*wow que imaginacion d esos dos locos
El secreto de jaejoong era q es un jugador d pocker famosk e hijo de un mafioso, que loco y es ibcreible viniendo d este tipi d jaejoong
Gracias
Esos dos pasaron d ser sensurados a exihibidores xD ahora mira q facil se tocan
ResponderEliminarAmo la historia gracias, de vdd me hacefeliz leerlos.
Justo termino en la mejor parte
ResponderEliminarPorqueeee??!-se arrastra -
pido actualizacion... TT TT
Igual te agradezco por alimentar mi hambre Yunjae
Es razonable que yunho se enamorara d jj si el lo trato normal y no qeria q lo jodiera como todos y ademas es hermoso e inocente (?)
ResponderEliminarlo fue en algun momento de la historia
Esta historia me gusta,changmin se ve bien ardido porque lo dejaron xD jajajja ni modo que se vaya a harward y sea feliz con un telescopio
Ryukin
Así que ese era el secreto de JJ de lo que venía huyendo, que bueno que Yunho no se enojo con ´le por no habérselo dicho antes y haberse enterado al igual que su familia, jaj jae le gano a los hermanos de yunho, y changmin que seguía interfiriendo en su relación, que bueno que las cosas le han quedado en claro, ah ame el capítulo, esta adaptación, muchas gracias por compartirla y actualizar!
ResponderEliminarWow Jae... Así que ese era su pasado... Ps el padre de Jae si que es un tarado...
ResponderEliminarChangmin se paso sonaba a despecho todo lo q dijo ...
Que encontrones se dan Jae y. Yunho eh haha
min no es ser mala leche pero lo merecias...
ResponderEliminarquedo en lo mas bonitoooo...
gracias por el capitulo
"Esa pastilla" jajajaj yo si quiero que el YJ tenga bebés *^* pero con lo inmaduro que es YH..... Mejor no >_>
ResponderEliminar"Esa pastilla" jajajaj yo si quiero que el YJ tenga bebés *^* pero con lo inmaduro que es YH..... Mejor no >_>
ResponderEliminarLo siento Min pero si que merecias es golpe por ser tan pesado y antipatico.... es obvio que Jae quiere a Yunho asi que mejor te ves de lejitos :)
ResponderEliminarAhora que ambos estan juntos solo deben ser felicesy demostrarles a todos que son perfectos el uno para el otro..... de seguro habra mas situaciones dificiles pero lo mejor que pueden hacer es amarse y comprenderse ....
Oh! Así que Jae es hijo de un famoso jugador de pocker... el pasado del que Jae huía...
ResponderEliminarJae se gano a toda la familia de Yunho :3 kyaaaa Están hechos el uno para el otro, de eso no hay duda *O* Min no da mas de despechado...
Estos calenturientos que no pueden aguantar estar cerca del otro >/////<
Jae hijo de un gran jugador de poker y lo que son las cosas el le quitó el lugar al padre, cuiden su dinero de hoy en adelante si no lo quieren perder y Yunho orgulloso de todo eso... Changmin es un tonto, hablar de aJae bajo sus créditos como un caballero que era, ni modo...
ResponderEliminarGracias
jajaja Jae no pierde el tiempo... Min no debería ser así, solo porque jae no estuvo con él, no debe de estar esparciendo esos rumores. Esta vez si que se merecio la cachetada.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Valla sorpresa que le dio jaejoong a todos o.o les dijo quien era. Me dio risa como les gano en las cartas a loa hermanos de yunho XD y bueno changmin ya sabe q jae solo ama y amara siempre a yunho. Ojala minnie encuentre el amor ^^
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