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El Libro de Jade: Capitulo 10

CAPÍTULO 10


LOS jardines de la mansión de As estaban iluminados por las antorchas de suelo. Había una zona con varias banquetas de piedra dispuestas en un radio circular. En el centro de ese círculo, clavado en el suelo, se hallaba el bastón del concilio.
En el interior, Yong Hwa, Siwon, As y Jaejoong hablaban sobre los temas que se iban a tratar en la reunión.
Jaejoong estaba sentado con Brave en brazos. Mientras lo acariciaba y le hacía masajes, el perro lo miraba con adoración respirando por la boca y con la lengua larga y rosada fuera.
Pensaba en las palabras de Yunho. «Te he quitado muchas cosas.» Realmente parecía estar arrepentido por lo que había pasado entre ellos. Como si él no fuera así.
Le dio una galleta a Brave mientras pensaba en Yunho. Siempre le había costado negarle nada a su perrito. Yunho. No sabía nada de él ni siquiera si tenía apellidos. Tampoco sabía nada de sí mismo. ¿Qué deseaba? ¿Qué instintos tenía? ¿Había cambiado algo la disculpa y la sorpresa de Yunho?
Los berserkers, especialmente Yong Hwa y su abuelo, se habían quedado estupefactos al escuchar de boca de Jaejoong lo que había pasado.
¿Un vanirio que pedía perdón? ¿Un vanirio que llevaba un cachorro de lobo siberiano?
Ahora los cuatro esperaban en silencio la llegada de los vanirios.
As le ofreció el brazo a Jaejoong y él se levantó y lo tomó con gusto. Su abuelo era todo un caballero.
Se dirigieron al exterior. Jaejoong ya percibía ese afrutado olor tan tropical que lo volvía loco. Yunho ya estaba muy cerca, de hecho, se quedó tieso cuando lo vio apoyado de brazos cruzados en el bastón del concilio. Tras él, los seis encapuchados del consejo, su hermano Junsu, Yoochun y Jong Hyun y unos cuantos vanirios más que nunca pasarían desapercibidos. ¿Por qué razón todos, fuesen hombres o mujeres, parecían salidos de una revista de moda?
Brave se apartó de los pies de Jaejoong y avanzó hasta llegar a Yunho. Lo olisqueó, se sentó enfrente de él y empezó a ladrarle y a mover la cola.
Jaejoong se sintió un poco celoso al ver lo bien que se llevaba Brave con Yunho. Pero luego se sintió violento al ver que no sabía de quién de los dos tenía celos, si era porque Brave se llevaba bien con él o si era porque Yunho se llevaba mejor con su perro que con él.
Yunho se agachó y le sonrió abiertamente. A Jaejoong casi se le para el corazón. La sonrisa más espléndida del mundo, la más cautivadora que jamás había visto, era la de ese hombre.
Se pararon justo delante de él. Yunho se levantó del suelo con Brave en brazos. Le acariciaba la cabeza con dulzura. Y el perro se rendía a él.
Jaejoong pensó que Brave era un traidor. Pero luego desechó el pensamiento al ver la imagen tan tierna que ambos plasmaban.
Yunho alzó la vista de la cabeza de Brave, miró a As y luego a Jaejoong.
—Hola de nuevo —dijo él alzando una ceja.
—Hola a todos —contestó As mirando a los vanirios.
Jaejoong miró hacia atrás y vio que no sólo estaban Yong Hwa y Siwon, sino que veinte berserkers más se alineaban tras ellos. ¿Cuándo habían llegado?
Miró al frente y vio que los seis encapuchados se liberaban de sus capuchones. Ji Hye inclinó la cabeza hacia Jaejoong y el resto de vanirios hicieron lo mismo. Menos Yunho, que dejaba a Brave en el suelo para luego, mientras se incorporaba, repasarlo de arriba abajo, hasta cernir la mirada a esos ojazos rasgados de color lila.
La mirada del embrujo. Los ojos de su cáraid, Jaejoong.
Le había prometido que no entraría en su mente, que no hablaría con él telepáticamente. Pero quería decirle muchas cosas sin que nadie los oyera. Sin embargo, no rompería su palabra. Jaejoong debía confiar en él.
Ji Hye y Cha Don se adelantaron y se colocaron al lado de Yunho, frente a Jaejoong. Ji Hye lo miró con los ojos llenos de pesar y de vergüenza.
—No sé si nos merecemos tu perdón, pero necesitamos expresarte lo arrepentidos que estamos por lo sucedido. Jaejoong, te rogamos misericordia.
Luego todos hicieron algo que no estaba preparado para ver. Se arrodillaron ante él y agacharon la cabeza. Ji Hye siguió volvió a hablar.
—A veces, muy extrañamente se juntan un cúmulo de malos entendidos, hasta hacer una bola de enredos y mentiras que nadie puede desmentir. Eso es lo que ha pasado contigo, Jaejoong. No nos excusamos por el trato que infligimos, lo habríamos hecho con cualquier persona que se dedicara a destruirnos, pero tú eres inocente. Estábamos equivocados.
Jaejoong sintió que se le atenazaban los músculos del estómago.
—Nos equivocamos contigo, Jaejoong —de repente Ji Hye levantó la cabeza para mirarlo desde el suelo.
—Te pedimos perdón frente a tu familia —prosiguió Cha Don, —frente a As, el jefe del clan berserker. Ante ti también nos disculpamos, As. Sentimos lo que pasó con tu nieto — Cha Don alzó la cabeza hacia As. —Nuestras más sinceras excusas. Rogamos que esto no sea un motivo más de enemistad entre los clanes.
As miró a Jaejoong y él hizo lo mismo con As.
— ¿Les disculpas, Jaejoong? Si tú lo haces, yo también lo haré.
Nunca se hubiese imaginado que los vanirios reconocieran su error de ese modo tan humilde. Estaban arrodillados ante él pidiéndole perdón.
¿Debía perdonarles?
—Por favor, levántense —dijo incómodo por la situación. Ya no le dolía nada, ahora tenía dones increíbles y respecto a lo de Yunho... Eso era algo entre ellos dos. —Las disculpas no sirven de mucho una vez se ha hecho el daño. Será algo que lleve conmigo durante toda mi vida. Pero quiero entender sus motivos. Sólo espero que la próxima vez, se aseguren de que la persona a la que castigan sea realmente quién creen.
Todos lo miraban expectantes. Querían saber la respuesta.
—Sí, acepto sus disculpas —se apresuró a contestar. —Pero no lo olvidaré. Mi caso tiene que servir de lección de ahora en adelante.
Ji Hye y Cha Don asintieron y se levantaron sin perder en ningún momento la elegancia. Ambos altos y esbeltos.
— ¿Por qué él no se ha arrodillado? —preguntó Yong Hwa mirando a Yunho.
—Yunho ha escogido su propio modo para recibir la exculpación de Jaejoong. Castigo publico —contestó Ji Hye sonriendo de un modo afable a Jaejoong. —Cuando acabemos la reunión, procederá.
Jaejoong miró a Yunho. Estaba completamente inexpresivo, apoyado de nuevo sobre el bastón del concilio. ¿De qué estaban hablando? ¿Qué quería decir eso?
Miró a su hermano Junsu que agachaba la cabeza con el rostro apenado y la mandíbula apretada como si fuese a echarse a llorar. Y sus amigos, lo miraban, orgullosos pero a la vez temerosos de lo que iba a pasar.
— ¿De qué habla Ji Hye, Yunho? —preguntó muy nervioso, olvidando que él mismo había vetado ese tipo de comunicación entre ellos dos. Había sido una acción involuntaria como si fuese lo más natural del mundo.
Yunho levantó la barbilla hacia él.
—Te di mi palabra —contestó mirándolo fijamente. —No hablaré contigo de ese modo hasta que tú me des permiso para ello.
Jaejoong tragó saliva y se asustó por el matiz que tomaba la noche y esa espeluznante reunión entre clanes. Pero al mismo tiempo, sintió un extraño calor en las entrañas cuando Yunho respetó su promesa.
—Bien, entonces —dijo As cortando la tensión, —iniciemos nuestra conversación.
Todos tomaron asiento sobre las banquetas de piedra, algunos se quedaron de pie. Un clan a un lado y otro clan al otro. Yunho, Jaejoong y As permanecieron de pie.
—Durante años —dijo Yunho alzando la voz para que todos lo oyeran, —hemos creído que un grupo de cazadores humanos, nos daba caza tanto a vanirios como a berserkers, porque creían que éramos vampiros y lobeznos. Creímos que nos aniquilaban, porque estaban confusos respecto a nuestra verdadera naturaleza. Hoy sabemos que no es así. Saben perfectamente lo que somos y ahora lo sabemos gracias al libro de Jade. Tu madre, Jaejoong —lo miró y medio sonrió.
Jaejoong se sintió como un quinceañero, tonto, estúpido y torpe.
—También creímos que berserkers y vanirios eran incompatibles físicamente. Que nuestras diferencias empezaban por ahí. Dos razas, destinadas a no entenderse, a vigilarse por encima de los hombros. Dos razas distintas y separadas precisamente por una serie de diferencias irreconciliables. Hoy sabemos que podemos relacionarnos físicamente los unos con los otros y crear a través de nuestra unión, magníficas criaturas como él — lo señaló y sus mejillas se tiñeron de rojo.
Tanto vanirios como berserkers lo miraban fascinados y asentían con la cabeza sin dejar de observarlo.
—Han sido muchas bajas las sucedidas en tantos años de enemistad y de guerras. Hemos perdido el contacto con los dioses debido a nuestros errores y a nuestras actitudes. Somos creaciones de quiénes somos y eso no lo podemos negar —miró al cielo y abrió los brazos con las palmas hacia arriba. —Ellos también tienen sus diferencias allí arriba, pero somos nosotros quienes debemos enderezar la situación aquí abajo. Nos une un objetivo común al menos: proteger a los humanos.
Jaejoong miró al cielo y se abrazó a sí mismo. ¿Realmente estaban hablando de los dioses de verdad? ¿De los del cielo? ¿Dónde estaban las cámaras de Cuarto Milenio cuando se las necesitaba?
— ¿Qué propones, Yunho? —preguntó Yong Hwa.
—Tenemos que unirnos —contestó con determinación.
Los dos clanes empezaron a murmurar, la mayoría desaprobando esa opción. Otros reaccionando con sorpresa.
— ¿Tú también? —replicó el berserker resoplando. —Son muchos años de diferencias para querer solucionarlas ahora. Muchos años de tradiciones completamente distintas las unas de las otras. ¿Cómo vamos a luchar juntos contra esas sociedades si no nos llevamos bien?
—Hay que hacer un esfuerzo —replicó Yunho perdiendo la paciencia.
—No nos queda otra opción —sugirió As con voz de tenor. —Tenemos que llegar al fondo de este asunto y para ello debemos trabajar en común unión. No sabemos nada acerca de estas personas. ¿Desde cuándo están los humanos trabajando codo con codo con los nosferátums y los lobeznos? Eso era impensable... ¿Exactamente para quién trabajan estas organizaciones? ¿Qué quieren realmente de nosotros? Acaban matándonos cuando nos cogen, así que no nos convierten, pero, sin embargo, sí que nos estudian. ¿Por qué? ¿Qué quieren sacar de nuestros cuerpos?
—Algo que no obtienen de los nosferátums y de los lobeznos —contestó Jaejoong volviendo a pensar en voz alta. Yunho alzó las cejas y le sonrió. Oh, Dios. ¿Por qué era tan guapo?
—Sigue, Jaejoong. ¿Qué piensas tú de todo esto? —le preguntó Yunho con dulzura. Su voz era música para sus oídos.
Jaejoong carraspeó y se sintió nervioso e importante. Yunho quería oír de verdad sus comentarios, como si realmente los valorara. Todos estaban pendientes de sus palabras.
—Eh... creo que... mmm... —habla por el amor de Dios, se exigió a sí mismo— creo que nos estudian. Sea lo que sea lo que quieren, no lo obtienen de los otros, aunque los usan para llegar hasta nosotros. Tú me dijiste —dijo mirando a su abuelo— que en realidad los lobeznos eran berserkers mutados.
—Sí, así es.
—Pues parece que no les interesan los mutados, sino los originales. Los cuerpos originales. ¿Se supone que los nosferátums también son vanirios mutados? —preguntó a Yunho sin mantenerle la mirada.
—Lo son —contestó Yunho comiéndoselo con los ojos.
—Sí —asintió Yong Hwa. —Son vanirios débiles que cedieron al poder de Loki y se convirtieron en chupasangres.
—Exacto, como los lobeznos —dijo Yunho sonriendo fríamente a Yong Hwa.
—Pues sea lo que sea lo que hizo Loki con los hijos descarriados de los berserkers y de los vanirios, no les sirve a estas sociedades. Hay que descubrir qué quieren hacer con sus descubrimientos acerca de nosotros.
—En el libro de Jade mencionan dos nombres más. ¿Los llegaste a conocer? —preguntó Ji Hye.
—No. Nunca conocí a nadie de la cúpula de Newscientists. Siempre pensé que mi padre era la mente ejecutora de todo.
— ¿La empresa de Min Ki recibía subvenciones? —preguntó Yunho.
—No estoy seguro —contestó Jaejoong apartándose el pelo con un gesto sexy. —Yo no controlaba la administración. Pero puedo volver para averiguarlo. Estando dentro podremos descubrir lo que queramos.
—Ni hablar... —lo cortaron rápidamente Yunho y As.
Jaejoong abrió los ojos exasperado y los miró a los dos con el ceño fruncido.
—Un momento... —les dijo haciendo aspavientos con las manos. —Que yo sepa no estoy secuestrado, ¿verdad?
—No lo dudes ni por un segundo, Jaejoong —dijo Yunho cruzándose de brazos con una sonrisa machista y triunfante. —No te pondrás en peligro de manera innecesaria.
—Tú cállate, monstruo... —le espetó. —No mandas sobre mí.
Yunho y Jaejoong volvieron a mirarse echando chispas por los ojos. Ojos lilas contra marrones amarillentos. El resto los miraba contemplando una auténtica guerra de titanes.
—Min Ki ha sido asesinado —dijo Jaejoong. —La gente se estará preguntando cuál es el motivo de su larga ausencia. Yo era su hijo, al menos a ojos de los demás. Se supone que tengo que aparecer para seguir trabajando. Hablaré con ellos y...
—Puede que los demás también sepan qué eres —dijo As suavemente.
—No lo creo —contestó Jaejoong. —Min Ki era un ser arrogante y avaricioso. ¿Por qué iba a compartir su secreto con otros cuando él sólito podía llevarse todo el mérito? Si todos los demás hubiesen sabido que yo era un híbrido, ¿qué les impedía al resto no secuestrarme y estudiarme? Nada. Me habrían perseguido —se encogió de hombros— y habrían hecho lo mismo que Min Ki. No. Era mejor mantenerme en secreto.
Yunho apretó los puños al imaginarse a Jaejoong en manos de algunos de ellos.
—Creo que puedo ir a la empresa y ver...
—Si vas, no irás solo —era una orden imperante e irrevocable.
Jaejoong miró a Yunho y frunció el ceño.
— ¿Y quién vendrá conmigo? ¿Tú? —alzó una ceja inquisitiva. — ¿Cómo te atreves siquiera a sugerirlo? Tú no vas a...
—Deja de decir tonterías, niño —lo cortó con arrogancia. —Min Ki no te contaba nada a ti, pero eso no quita que no se lo haya contado a nadie más. Si te muestras, te expondrás. No vas a ir solo.
—Necesito volver a Corea —gritó.
—No iremos a Corea. Iremos a la sucursal que tienen en Londres —prosiguió Yunho haciendo caso omiso de las palabras de Jaejoong. —Fingirás que es una visita de cortesía y citarás al segundo de a bordo de la empresa. El que se encarga de todo en ausencia de Min Ki... ¿Quién es?
—No lo sé. Ya te he dicho que yo sólo trabajaba allí, no hablaba con mi padre ni con los empleados. Sólo con los enlaces externos.
Yunho apretó los labios.
—Contactaremos con él y obtendremos toda la información administrativa que necesitemos saber. Iremos al atardecer, cuando...
—Iré con Yong Hwa y Siwon. No contigo —sentenció Jaejoong en un tono afilado.
—Yo iré con ustedes entonces —replicó Yunho sin ningún tipo de duda.
—No puedes. Tú levantas sospechas sólo con verte —dijo Jaejoong.
— ¿Ah, sí? —preguntó Yunho ocultando una sonrisa maliciosa.
—Sí.
—Necesitas protección.
—No la tuya.
—Ya es suficiente —dijo Ji Hye.
Jaejoong y Yunho se giraron para mirarla.
—Yunho irá contigo —dictó sin posibilidad de réplica.
—Estás loca si crees que voy a aceptar —musitó entre dientes con los brazos tensos. —No quiero a ningún vanirio cerca de mí —dijo finalmente mirando a Yunho a los ojos. Desafilándolo. — Yong Hwa y Siwon vendrán conmigo. Y tú no me vas a decir —alzó la barbilla y dirigió sus ojos relampagueantes a Ji Hye, —lo que voy a hacer o lo que no. Soy un berserker por decisión propia. No soy nada suyo.
—Estás muy equivo... —clamó Yunho.
—Cuidado con lo que dices, monstruo —le advirtió Jaejoong alzando el mentón y señalándole con el dedo. —No pienses ni por un momento que soy alguna de tus posesiones.
Yunho sintió una punzada a la altura del esternón. Fría casi dolorosa.
Jaejoong tuvo que apartar la mirada al ver los ojos desgarrados de Yunho. Le impactó darse cuenta de que tenía ese poder sobre él. Jaejoong podía lastimar al fuerte y al terrorífico de Yunho.
—Les he perdonado, pero no quiero relacionarme cercanamente con ustedes—decidió alejándose instintivamente del cuerpo de Yunho y acercándose al de su abuelo. —Para mí todavía es pronto para empezar a confiar en su clan.
Ji Hye lo miró con respeto. Ese chico realmente era sincero y no tenía ni el más mínimo decoro o miedo al hablarle. Era refrescante.
—Seremos informados —ordenó Ji Hye.
—Tan pronto como obtengamos la información —dijo Jaejoong asintiendo.
—Si tú no confías en nosotros, Jaejoong —susurró Yunho furioso por su rechazo, — ¿por qué debemos confiar en tu palabra?
Jaejoong no podía creer lo que oía. Yunho, el motivo principal de su desconfianza, lo desafiaba.
—Porque hasta ahora no te he dado ningún motivo para que no lo hagas —estalló con todo el cuerpo en tensión. —Al contrario ¿no crees, monstruo? Todo cuanto te he dicho, ha resultado ser cierto.
Sí. Jaejoong le había dicho que no tenía nada que ver con la persecución de su raza y que no sabía nada, y decía la verdad. Jaejoong dijo que era virgen y decía la verdad. Jaejoong lo llamaba monstruo y era verdad. Porque Yunho para él era un miedo, algo maligno, una pesadilla. Eso era Yunho para Jaejoong.
Pero Yunho no podía dejarlo solo. Era su cáraid, por decreto físico. Porque sus cuerpos, aunque no sus almas, se habían reconocido.
Jaejoong se acercó a Yong Hwa intencionadamente y éste le tomó de la mano. Entrelazaron sus dedos. Los ojos de Jaejoong miraban a Yunho regocijándose con su rabia, con sus... celos.
Jaejoong tenía todos los instintos de las parejas berserkers. Sabía cómo se comportaban los hombres, qué tipo de emociones les hacía sentir con su actitud. No debería provocarlo así, se recriminó a sí mismo. ¿Estaba mal?
Yunho quería gritar de la frustración.
Yong Hwa miró a Jaejoong y no lo soltó mientras miraba sus labios y sus ojos con ansias de depredador.
Jaejoong no quería dar esperanzas a Yong Hwa, pero el chico lo hacía sentirse bien. Empezaba a ser un amigo.
—En todo caso, si hay alguien en quién desconfiar... mira dentro de tu círculo —escupió Jaejoong con desdén. — Ryu Jin les ha estado ocultando muchas cosas. Por ejemplo que Seong Hun y Jade tenían un hijo y que, además, habían descubierto la existencia de sociedades secretas que los perseguían y los asesinaban. Y mientras, ustedes culpándose los unos a los otros de sus pérdidas.
— Ryu Jin está recluido por su conducta. Esta noche lo vamos a someter a juicio —reconoció Cha Don mirando a As. —Los dos miembros del Consejo del distrito lo interrogarán. No esperábamos que nadie ocultara ese tipo de información. Nos ha sorprendido tanto como a ustedes. No lo sabíamos.
Hubo un silencio sepulcral. A los vanirios esta revelación les había afectado realmente.
—Bueno... ¿Qué precauciones vamos a tomar entonces? ¿Cómo vamos a colaborar? —preguntó As buscando soluciones. —Centrémonos en eso. Creo que ahora no nos beneficia abrir heridas de ningún tipo.
—Tienes razón, As — Yunho negó a mirar de nuevo a esos dos. —Tenemos que reorganizarnos —sugirió tomando el mando. —Por nuestra parte, muchos vanirios están desperdigados por partes distintas del mundo y no estamos en contacto con ellos.
—Nos pasó lo mismo a nosotros. Tras las migraciones, perdimos comunicación con el resto —admitió As apesadumbrado. —Ni siquiera sabíamos que en los Balcanes teníamos miembros.
—Sin duda ha sido una sorpresa para todos —comentó Cha Don. —Y más sorprendente ha sido saber que berserkers y vanirios colaboraron juntos contra los cazadores.
—Hay que localizarlos. Hay que retomar la relación —sugirió Yunho. —Si ellos pueden, nosotros también. Es cierto que sucedieron muchas cosas entre nosotros, pero está en juego nuestra supervivencia y también la del resto de humanos. Esas sociedades secretas ocultan sus descubrimientos a la humanidad. Nadie sabe que existimos. Pero nos están utilizando. Averigüemos qué hay detrás de todo esto. Mañana mismo viajaremos a Londres, al atardecer. Jaejoong sabe cuál es la dirección del edificio que Newscientists tiene en la capital.
—Iremos por la mañana —lo contradijo Jaejoong. Así él no lo acompañaría.
—Irás con Yunho —le ordenó As mirándolo fijamente y desaprobando la actitud de su nieto. —Al atardecer. Hay que trabajar en conjunto, pequeño. Este es un gesto que demuestra que los berserkers estamos dispuestos a confiar en ellos.
—As — Yong Hwa intervino. Él tampoco quería a Yunho cerca de Jaejoong, —él no quiere que...
—Yong Hwa, es suficiente —As alzó la voz.
Jaejoong miró a su abuelo y se sintió traicionado. Respiró con agitación, soltó la mano de Yong Hwa y se dispuso a salir de allí mirando a Yunho por última vez, con rabia y frustración.
—Ya que ha quedado claro que mañana iremos a Newscientists al atardecer, ahora sólo queda el Castigo publico —dijo Yunho con la mirada sombría. — Jaejoong, no te vayas —ordenó con un gruñido.
Jaejoong se paró en seco cuando oyó la orden.
—Niño, acércate —le ordenó también As ofreciéndole la mano.
— ¿Por qué? —exigió saber con los brazos en jarras. — ¿Por qué tengo que obedecerle?
—Yunho va a recibir un castigo ante todos —respondió As. —Por lo que te hizo. Tú debes estar presente. Es lo correcto. Fuiste tú el agraviado.
Jaejoong frunció el ceño y los labios, y dirigió sus ojos a la agitación que se formaba detrás de Yunho. Tres vanirios acercaron una mesa baja de piedra circular y la colocaron en el centro de la reunión.
Yunho se dirigió a su hermano Junsu y, colocándose enfrente de él, se sacó el polo negro por la cabeza y se lo entregó.
—Yunho —le dijo Junsu angustiado. —No tienes que hacerlo.
Jaejoong agudizó el oído y escuchó la conversación.
—Tengo que hacerlo, Junsu, y ni esto va a ser suficiente para curar el daño que le hice.
—Vas a perder mucha sangre... y recuerda que si no consigues que él te alimente...
—No te preocupes, Junsu. Hermano es fuerte —sonrió.
Aunque no podía engañarlo. Aquello iba a ser muy doloroso.
A Junsu se le humedecieron los ojos y agachó la mirada.
Jong Hyun y Yoochun estaban preparando unas cuerdas largas y gruesas. Las untaron con algo parecido a miel y luego las rebozaron en un cuenco lleno de fragmentos desiguales de cristales. ¿Qué iban a hacer?
Yoochun le ofreció las cuerdas debidamente preparadas y Yunho las examinó. Asintió con un gesto de su cabeza morena y éste las dejó sobre la mesa.
Yunho se giró y miró a Jaejoong.
Jaejoong lo miró de arriba abajo. Tenía el torso desnudo y los ojos oscurecidos.
— ¿Qué haces? —preguntó Jaejoong tragando saliva.
—Acércate aquí, Jaejoong —dijo Yunho.
Jaejoong se quedó inmóvil ante la orden.
—Por favor —rogó él.
Jaejoong miró a su abuelo y a los berserkers y, lleno de dudas, se plantó ante él. Yunho dio un paso hacia él sin apartar la vista de sus ojos, rodeó su cintura con un brazo y empezó a palpar su baja espalda.
Jaejoong se sobresaltó y percibió un montón de mariposas que volaban por su estómago. Empezó a respirar con dificultad. Yunho se detuvo cuando encontró lo que buscaba. Cogió el puñal que llevaba Jaejoong en el cinturón y lo desenfundó.
— ¿Qué crees que estás haciendo? —le dijo Jaejoong alterado y dando un paso hacia atrás.
Yunho dio uno hacia delante, lo tomó de la mano insistente, le abrió los dedos y le colocó la empuñadura del puñal de Seong Hun. Lo obligó a cerrar la mano en torno a él. Cogió su muñeca con las dos manos para acercar la punta del puñal que cogía Jaejoong a la fuerza y dirigirla a su corazón. Se arrodilló ante el murmullo insolente de los berserkers y la incomodidad de los vanirios.
Jaejoong tembló por lo que estaba pasando entre ellos.
—Jaejoong —dijo Yunho con la voz casi rota y la cabeza agachada, —mi vida está en tus manos. Te pido perdón por mi agravio hacia ti. De poder volver hacia atrás, lo rectificaría, pero no puedo... así que — lo miró a la cara con los ojos llenos de vulnerabilidad y arrepentimiento. —Lo mínimo que puedo hacer es que tú seas quien dicte mi veredicto. Vivo o muero. Tú decides.
—Yo no... Suéltame... —se removió intentando soltarse. Si había algo que Jaejoong quería hacer, era levantarlo del suelo y sugerir que todos se fueran a casa.
—Jaejoong — Yunho lo mantuvo en su lugar. —Éste es el puñal del que fue mi mejor amigo. Es justo que sea su hijo quién sea el que acabe conmigo después de lo que te hice pasar. Insulté su recuerdo, te insulté a ti... Me lo merezco. Tómate la revancha. Véngate.
— ¿Me estás pidiendo que... que te clave el puñal en el corazón? —estaba acongojado.
Se le había secado la boca y sentía que las rodillas se tornaban gelatina.
Yunho curvó un poco los labios y lo miró con ternura.
No. Jaejoong no sería capaz de hacer eso: era bueno y compasivo.
—En realidad tienes que arrancármelo o no moriré. Si lo deseas, puedes cortarme la cabeza. Te estoy ofreciendo mis disculpas. No merezco seguir aquí —reconoció Yunho abatido. La misericordia de Jaejoong lo impulsaba a rendirse ante él y eso era lo que estaba haciendo.
Volvió a empujar la punta del puñal hacia su corazón. Jaejoong sintió cómo la hoja se clavó ligeramente en su pecho.
—No... Para... —le gritó Jaejoong afligido queriendo liberarse de sus manos.
Yunho lo miró con sus preciosos ojos llenos de agonía.
—No puedo hacerlo —susurró Jaejoong mirándolo a su misma vez. — ¿No lo entiendes? No... Puedo. No quiero matarte.
No quería hacerle daño ni mucho menos matarlo. En aquella posición, Yunho parecía inseguro, sensible, frágil... Y a Jaejoong se le partió el corazón y le vinieron unas ganas irresistibles de abrazarlo y hacer que hundiese su bonito rostro en su estómago. De acariciarle el pelo y mecerlo como a un niño que después de una reprimenda por haberse portado mal, necesitaba consuelo y calor.
—No lo haré —le dijo con la barbilla temblorosa y reprimiendo las ganas de apartarle uno de sus preciosos mechones oscuros de la cara. —No soy así.
Suspiros de alivio se oyeron entre el clan de los vanirios. El más absoluto silencio en el de los berserkers.
—Entonces —Yunho se levantó como si llevara el peso del mundo a sus espaldas, —ven.
Lo agarró de la muñeca, Jaejoong intentó librarse y lo hizo caminar hasta la mesa. Cogió las cuerdas rebosadas de cristales y se las entregó a él. Jaejoong las miró aterrorizado. Aquellos cristales pinchaban.
— ¿Cuántos años tienes? —preguntó Yunho mirándolo con firmeza.
— ¿Qué pretendes? —enfurecido tiró las cuerdas al suelo. No le gustaba nada cómo Yunho lo estaba haciendo sentir en ese momento. Jaejoong no iba a ser el verdugo de nadie y menos de él.
— ¿Cuántos años tienes? —le volvió a preguntar.
—Ya lo sabes.
—Dilo en voz alta.
— ¿Por qué? —preguntó temeroso.
—Dilo...
—Veintidós —contestó pidiéndole en silencio que dejara lo que estaba haciendo. —Por favor, detente, Yunho.
—Bien —se puso de rodillas y dejó caer su torso sobre la mesa, dejando la espalda al descubierto, ofreciéndose para algo que parecía horrible. —Quiero que me des veintidós latigazos y que en cada uno de ellos, te desahogues por lo que te hice. Un latigazo por año de tu vida. Es lo mínimo.
—No... —intentó correr hacia su abuelo As para cobijarse. Jaejoong no quería hacerle eso a nadie.
Yunho se levantó como alma que lleva el diablo y detuvo a Jaejoong cogiéndolo de los brazos.
— ¿Qué te pasa? —lo zarandeó. —Es tu momento de vengarte, Jaejoong. Descarga tu enfado conmigo. Yo soy el responsable de tu miedo, de tu...
—No voy a hacer eso. Me niego a torturar a nadie—afirmó en redondo. —Eres un animal, pero no voy a azotarte.
— ¿Te niegas? —alzó las cejas desafiándolo y miró a la multitud. —Si no lo haces tú, lo hará otro.
—No... Te perdono, vale... —no soportaría ver que alguien pegara a Yunho y ese pensamiento lo turbó bastante— ¿No es eso lo que querías oír? Ahora deja esto ya y...
—No, Jaejoong. No lo dices en serio —miró sus pupilas, sus ojos rasgados. Estaba viendo su interior y Jaejoong no podía apartar la mirada de él. —No me dejas elección. Es lo que me merezco. No quiero clemencia y tengo que pagar de algún modo por lo que pasó.
Lo soltó, recogió las cuerdas y se plantó enfrente de Yong Hwa.
Jaejoong sintió que se le paraba el corazón.
—Yunho, te he dicho que pares... —le empujó, pero él lo ignoró. Yong Hwa lo mataría. No podía dejarle que hiciera eso.
—Toma las cuerdas, Yong Hwa —dijo Yunho ignorando a Jaejoong. —Veintidós latigazos.
—No le escuches, Yong Hwa... —gritó Jaejoong rogándole desesperado que desestimara su petición.
Yong Hwa miró a Yunho y a Jaejoong. Jaejoong estaba asustado y muy angustiado por lo que le iban a hacer a Yunho. El berserker chasqueó la lengua y tomó las cuerdas mirando a Yunho. Éste asintió y se dirigió a la mesa para tumbarse allí como antes.
—Por favor, detente... —sentía cómo las lágrimas no derramadas le irritaban los párpados.
—Es su decisión, Jaejoong —le explicó Yong Hwa encogiéndose de hombros y dirigiéndose a la mesa circular. —Nada me podría impedir flagelarle. Se lo merece. Pero... —alzó las cejas.
Jaejoong entornó los ojos. Yong Hwa, de todos los berserkers, era el que más odio parecía tenerle a Yunho. ¿Por qué Yunho lo había escogido a él? Él no iba a tener piedad.
— ¿Pero qué? —preguntó Jaejoong humedeciéndose los labios secos.
—Me detendría si dijeras que sientes algo por él. Tú eres de mi clan. No podría desobedecer tus ruegos cuando se tratan de esas emociones, de... tu supuesta pareja... Eres el hijo de la princesa Jade.
¿Se estaba burlando de él? ¿Lo estaba desafiando? Jaejoong se enfureció con Yong Hwa.
—Dilo, Jaejoong. Di que te preocupas por él, que sientes algo por él y yo no seré quién le flagele. Vamos, sé lo suficiente loco para admitir algo así. Ni yo ni nadie podría herirle si dijeras eso, porque demostraría que a ti no te importó lo que te hizo —era un ultimátum. Yong Hwa sabía que lo ponía entre la espada y la pared. —Ser violento y rudo en la cama todavía no es un delito, así que... —se encogió de hombros.
Jaejoong desechó la idea de arrancarle el pelo a Yong Hwa. Además, ya se lo había rapado. Lo estaba avergonzando. Miró a Yunho, que ya se había agachado y estaba tumbado sobre la mesa.
Jaejoong tragó saliva. Admitir que lo que pasó entre ellos fue de mutuo acuerdo no era... Meneó la cabeza. No era cierto.
Yunho alzó la cabeza para mirarlo. Estaba rígido. Su cara tirante. Sus ojos llenos de nervios, dudas y contradicciones. ¿Lo diría? ¿Diría que sentía algo por él? Dios, deseaba oír esas palabras de sus preciosos labios, más que el aire para respirar.
Jaejoong clavó sus uñas en sus palmas y el dolor le alejó de las palabras que tenía en la punta de la lengua. Tenía miedo de admitir algo tan incoherente después de todo lo ocurrido entre ellos. Pero, entonces, ¿por qué se sentía tan apenado? Es-to-col-mo.
Inmediatamente, reaccionó.
—No, no fue de mutuo acuerdo. Lo que hizo Yunho no estuvo bien —contestó con frialdad. Apartó la vista de Yunho y le dio la espalda para ir con su abuelo.
Yunho sintió que flagelaban su corazón. ¿Qué esperaba? ¿Que él dijera: sí, Yunho, después de todo lo que me hiciste, creo que siento algo por ti? Jaejoong sólo podía sentir odio y resentimiento.
Giró la cabeza hacia Yong Hwa y le dijo:
—No te cortes. Véngate. No tendrás otra oportunidad como ésta.
Yong Hwa torció la boca en un gesto no muy conforme.
—Lo hago por él —le dejó claro con un brillo de incomodidad en la mirada. —Alguien tiene que vengarlo. No vas a llorar, ¿verdad, colmillos?
Yunho miró por última vez a Jaejoong que intentaba hundir su cara en el pecho de su abuelo. Pero As lo obligó a mirar.
—Eso es un sacrificio para un hombre, pequeño —le dijo su abuelo tomándolo de los hombros y dándole la vuelta para encarar el castigo del vanirio. — Yunho admite su error. Como mínimo, míralo.
Jaejoong lo miró, pero cuando el primer latigazo cortó la piel del vanirio, él apartó los ojos.
Brave se lanzó a morder el pantalón de Yong Hwa, gruñendo y defendiendo a su nuevo amigo. Jaejoong corrió a tomarlo en brazos. Se abrazó a él y lo apretó con fuerza, mientras el perrito no dejaba de ladrar.
Yunho, por su parte, no dejó de mirarlo en ninguno de los veintidós latigazos. Tenía la carne abierta. Los músculos de la espalda desgarrados. La mesa, inundada de sangre, chorreaba formando un charco largo y profundo en la tierra. Su mandíbula apretada y los ojos rojos de la ira y del dolor. Se había clavado los colmillos en el labio inferior y tenía la boca manchada de su propia sangre.
Jaejoong había oído el ruido de la cuerda y el cristal lacerando su piel bronceada, cortando su espalda. Sus sentidos le habían dado detalles que no hubiese querido percibir jamás. La sangre de Yunho inundaba su nariz y le erizaba todo el cuerpo.
Yunho no había rugido ni gritado en ninguna de los veintidós golpes.
Cuando Yong Hwa acabó, ni siquiera el berserker pudo reprimir un gesto de horror al ver la carnicería que había hecho con Yunho. Tiró las cuerdas al suelo con disgusto, queriéndose zafar de esa atrocidad.
Jaejoong temblaba y lloraba en silencio. Estaba pálido, sus ojos de color violeta estaban enrojecidos e irritados.
¿Yunho?—preguntó con recelo e inseguridad retorciéndose las manos sobre el regazo— ¿Yunho?
Sólo escuchó un pequeño rugido de animal herido. Yunho tenía los ojos cerrados y las manos cerradas como puños. Le temblaba la barbilla y las venas del cuello estaban hinchadas palpitando furiosamente.
Habla conmigo —le estaba dando permiso para hablar con él telepáticamente.
Yunho permanecía rígido sobre la mesa. De repente, él vio cómo Yunho movía los labios y se acercó a él.
—Junsu... —susurró Yunho con más esfuerzo del que deseó.
Jaejoong vio cómo Junsu, con el rostro desencajado, le ponía una manta húmeda a la espalda. Él siseó de dolor hundiendo la cara sobre la mesa.
Los vanirios abandonaron el lugar, así como la gran mayoría de berserkers. Muchos de ellos, se habían ido antes de que acabara la tortura. No querían ver aquel espectáculo.
As dio unas palmaditas de ánimo a Jaejoong, chasqueó la lengua y se fue hacia la mansión. Yong Hwa pasó por su lado e intentó evitar su mirada llena de rabia y de dolor.
—Creo que ya ha saldado la cuenta pendiente —le dijo con el ceño fruncido. —Se lo merecía, pero no he disfrutado aunque pienses lo contrario.
Jaejoong lo miró con furia. Yong Hwa tenía chorretones de sangre de la espalda de Yunho tanto en la cara como en los antebrazos.
—Eres un salvaje, Yong Hwa —espetó con todo el cuerpo temblando.
—Soy lo que soy. Yunho es lo que es. Y tú eres ambas cosas. Así procedemos —le dijo fríamente. —Acostúmbrate. No somos humanos.
—Hijo de perra —estaba tan enrabiado que lo empujó.
Yong Hwa se quedó sorprendido ante la reacción del joven. Luego sonrió afablemente y añadió, comprensivo:
—Sí, bonito. Soy hijo de una perra. Como tú —no esperó a ver su reacción. Le dio la espalda y siguió a Siwon que hacía rato que lo esperaba. —Ve a ver cómo está, Jaejoong. No puede ni pestañear.
Jaejoong se negó a llorar. Estaba tan harto de esa situación, de ese mundo cruel y visceral al que pertenecía... Enderezó la espalda y caminó hasta la mesa. Junsu levantaba a su hermano con la ayuda de los dos amigos. Yunho no tenía fuerzas ni para alzar la cara y mirarlo. Los brazos le colgaban inertes alrededor de los cuellos de Jong Hyun y Yoochun, y Junsu ayudaba a mantener la manta húmeda encima de la espalda.
Jaejoong se detuvo enfrente de ellos. Le dolía ver al vanirio así. Incluso había sentido los latigazos en carne propia, como si le pegaran también a él.
—Esto no era necesario —le dijo controlando sin éxito el temblor de su voz. — ¿Me oyes, Yunho? Esto no era necesario.
—Jaejoong —la voz de Junsu salió de detrás de la espalda musculosa y herida de Yunho, —no es buen momento...
—Me da igual —le contestó con los ojos llenos de dolor por él.
Se acercó al cuerpo abatido de Yunho y, con una mano insegura y trémula lo cogió de la barbilla y lo obligó a mirarlo. La sangre chorreaba por su cuello y caía por su pecho ancho y tan bien definido.
Sintió ganas de lamerlo de pies a cabeza. Ganas de curarlo y de aliviarlo.
Dios... Se estaba convirtiendo en un bipolar. A ratos lo odiaba y a ratos quería ayudarlo.
— ¿Me oyes? —repitió con la voz ronca por el dolor de Yunho. —Yo no quería que lo hicieras.
Yunho tuvo las fuerzas suficientes para abrir los párpados y mirarlo con los ojos semi-abiertos.
Jaejoong sintió que se le partía el corazón. Yunho tenía lágrimas en los ojos. Seguro que le dolía una barbaridad.
—Yong Hwa te dio una oportunidad. Si hubieses dicho la verdad, nadie podría haberle tocado un pelo —contestó Jong Hyun encarándose con él. —Fuese como fuese te has vinculado a Yunho y...
—Déjalo, Jong Hyun  —le dijo Junsu. —Por favor, lleven a mi hermano y déjennos solos.
Jaejoong clavó la mirada en los ojos semi-cerrados de Yunho y soltó su barbilla. Se llevaban a Yunho, que arrastraba los pies y se mantenía sólo por los fuertes brazos de sus amigos. Jaejoong quiso ir con él.
Junsu echó la cabeza hacia atrás y se masajeó la nuca con una mano.
— ¿Lo van a curar? —preguntó Jaejoong intentando fingir indiferencia.
—Ahórrate ese tono conmigo —contestó serio. —Mi hermano ha hecho esto por ti, porque él creía que se lo tenía merecido y porque quería tu perdón. ¿Lo has perdonado?
—Yo no sé si...
—Escúchame bien, Jaejoong. Los vanirios no somos lo que tú crees. Yunho se equivocó contigo y hoy ha decidido castigarse por ello. Ante todos —señaló. —Tú no entiendes lo que eso significa. Ser humillado por un berserker ante el Consejo y los clanes... No lo puedes comprender. Pero mi hermano hoy se ha comportado como un hombre justo.
—No... No quiero entenderlo. Son unos salvajes. Siempre arreglan las cosas así.
Junsu bajó la voz para hablarle con dulzura.
—Júzganos cuando nos conozcas. No te dejes guiar por ese error que cometió. Mira —le limpió una lágrima que caía por su mejilla, —cuando quieras hablar de lo que sea, cuando tengas ganas y estés preparado para conocernos, puedes contar conmigo, acudir a mí —le sonrió acariciándole la barbilla.
Jaejoong no pudo hacer nada más que asentir como un niño pequeño y agradecer el gesto de Junsu.
—Sé que ha sido muy duro para ti.
—Lo es —sollozó Jaejoong. —Es extraño.
—Yo te brindo mi amistad, Jaejoong. ¿La aceptas? Puedo ayudarte a encajar en el mundo de tu padre. En tu nueva vida.
— ¿Qué vida? —gritó él frustrado. — ¿Esta vida? —se señaló los ojos y los colmillos.
—Hay vida en la noche, Jaejoong —contestó él enternecido. —Hay belleza y justicia. Y tú formas parte de ella.
—Es... estoy aterrorizado... —reconoció sin titubeos. Junsu sonrió y se encogió de hombros.
—Supongo que damos un poco de miedo.
—Lo dan —le contestó Jaejoong. —Pero tu hermano es el peor de todos.
Tenía miedo a Yunho. Ni Yoochun ni Jong Hyun ni Junsu ni siquiera Ji Hye o el desgraciado de Ryu Jin podían intimidarlo tanto como Yunho. Él era el único que lo hacía sentir débil y vulnerable, por todo lo que había despertado en su interior. Por los anhelos que tenía cuando estaba cerca de él.
—Es normal que te sientas así. ¿Quieres que hablemos de ello ahora? —le preguntó Junsu.
—No. No me encuentro bien.
Por supuesto que no estaba bien. Necesitaba ver a Yunho, con una irracionalidad y un desespero, que no era lógico, no era normal. Y lo peor era que él se acababa de ir...
Cuando le había tocado la cara, había sentido electricidad en las manos. Calor en los pechos. Ardor en el vientre. Y estaba convencido, porque así se lo decían sus instintos, que algo le estaba pasando con el vanirio.
El olor de su sangre lo excitaba como nada en el mundo, su voz lo dominaba y lo hacía entrar en un trance de deseo incontrolable hacia él, hacia su piel, hacia su cuerpo. No se sentía así con nadie más. Nunca se había sentido así.
—Mañana haremos guardia. Los nosferátums y los lobeznos atacan a menudo.
—Lo sé. Me lo dijo mi abuelo —se secó las lágrimas en un gesto rápido.
—Hay mucho ambiente por la noche. Si te apetece que hablemos... Podrías acompañar a los berserkers en sus guardias. Mientras no haya altercados, podemos conversar. También habrá grupos de los nuestros. Podríamos charlar entonces con tranquilidad. Hay tregua entre los clanes ahora, así que no tiene por qué haber más conflictos.
Jaejoong tenía deseos de hablar con alguien. Aquel mundo de testosterona lo estaba volviendo loco. Y echaba de menos a Heechul y a Changmin. ¿Qué pensarían de él y de lo que le había sucedido? A lo mejor lo rechazarían. A lo mejor ya no tendría amigos como ellos en la vida.
Se mordió el labio para retener los sollozos.
—Está bien —dijo finalmente. —Mañana podríamos hablar.
Junsu sonrió abiertamente y Jaejoong pudo apreciar lo hermoso que era.
—Me alegra oír eso. Bueno, entonces nos veremos por la noche. Ahora tengo que hacerme cargo de mi hermano.
Jaejoong asintió y se armó de valor para realizar la siguiente pregunta:
— ¿Él... va a estar bien?
El vanirio lo miró con atención sorprendida y a la vez aliviada de que Jaejoong le preguntase algo así.
—Yunho se recuperará más rápido de lo que crees, pero sólo si tú le ayudas.
—Dime cómo.
Estaba dispuesto a ayudarlo. Esas heridas eran horribles y se había dejado castigar por él. ¿Por qué tenía que ser tan misericordioso?
Junsu lo repasó de arriba abajo y levantó la comisura de los labios.
— ¿De verdad quieres ayudarle? ¿Después de todo?
Jaejoong asintió con seguridad.
—Entonces intenta escucharlo. Habla con él. Perdónalo.


Nota: Muchas gracias Dorian por comentarme y por darme ánimos, espero te gusten los capítulos (que aunque no se note son tres junte dos para avanzar un poquito en el drama),  voy a seguir tu consejo y voy a poner un limite de comentarios, sera pequeñito, máximo seis en cada capitulo por fic, no es mucho así que pues espero su apoyo.

En cuanto al Blog privado posiblemente lo abriré antes de terminar la semana. Esto lo comento porque espero ser mas pronta en los capítulos de los fics del blog privado, pues ya que va dirigido a quienes me comentan.

De todos modos gracias a quienes me comentan, de pasarse por aquí y tomarse el tiempo de dejarme un lindo comentario. 

25 comentarios:

  1. pobre yunho T-T jejung debio de detener a Yong Hwa
    waaaaaaaaa ojala le ayude y xfiin lo alimente *-* ya quiero accion entre ests dos y algo de celos x parte de JJ no estaria mal e,e adadad gracias x la actu !!

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  2. ahhhhhhh..... extrañaba tu blog... no tenia internet... y solo tenia en la mente abra actualizado....abra actualizado enserio..........

    pobre Yunho rayos yo se q se equivoco pero no tuvo que ser.... en realidad pense que no lo iban a castigar...

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  3. TOT fue. terrible leer el castigo que se impuso el mismo YunHo, primero pense que no lo haría pero después me dije que Jaejoong pararia el maltrato al primer golpe recibido pero no fue así TOT!!!!!!

    espero que sus heridas sanen rápido T.T
    y también que Jaejoong se de cuenta que YunHo cometio un error pero que esta muy arrepentido.

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  4. Hola,más una vez ^_^;

    Wow,usted trabajó mucho en esa semana,no?Pues,para contento de sus fans han muchas actualizaciones!Muchas gracias ^_^.

    Bueno,hablar sobre esa historia es un poco difícil,pues ella no me gusta en muchas partes(aspectos).En mientres,me gusta mucho de la manera en que usted trabaja en las adaptaciones;eres excelente!

    Han una parte que merece nota en ese capitulo:
    '—Estás loca si crees que voy a aceptar... —No pienses ni por un momento que soy alguna de tus posesiones."

    Todo esa parte és óptimo.

    Sigo acompañando sus trabajos ^_-.

    Un abrazo y matta ne.
    Hanajima-san.

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  5. La adaptación te está quedando de maravillas.
    Déjame decirte que ya estoy en tus redes-undermyskin-?
    La trama te atrapa de pies a cabeza.
    Un abrazo psicológico para ti. Gracias y
    ÁNIMO!

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  6. -Rueda de ida y vuelta x su cama -!Primero muchas gracias! *-*
    Fui muy feliz al mirar actualizacion, pero cuando vi dos captiulos de el libro de jade -aulla -casi me temblo el trasero, por dios TwT amo early libro es hermoso


    Me hizo feliz q tomaras en cuenta mi cmentario +-*-*-+ y ahora ya lei todo
    Y ahora si respecto al fic

    !POR DIOS! me hizo llorar esto T T senti el Dolores de yunho mientras era azotado, pero seguro fue peor question jaejoong le dijera en sus naricez q no le importaba y esas cosas ><seguro eso lo mato ma's


    Junsu ya se hizo el amistoso con jaejoong, eso es bueno...

    Ahora cuando sepa como curar a yunho, lo querra hacer?, no me fio de jae es muy perrita aqui y no se deja d nadie, me gusta asi xD

    Fue enseriooo estaba en suspenso leyendo y con el nudo en la garganta


    Espero q haya mas capitulos por leer y q no sea Tan corto x q anime este fic, de vdd q si *-*

    Muchas gracias por actualizar

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    1. Ay comentarios incoherentes nada q version, lo siento mi estupido celular coloca las palabras sin q me sea cuenta ><

      Actualiza pronto *-*

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  7. Por cierto amo comentar los fics q me gustan pero estos me encantan
    XD si te tengo en face me haces saber qien eres x lo mientras te conozco Como Pato *-*

    abachoooos xD

    +-*0*-+

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  8. Hay Hay hay nose que me dio cuando lei todo eso q le paso a yunho
    Pobresito TnT
    Ese jaejoong es bn caveza dura nose si dspues d saber q tiene q hacer lo va a ayudar, pero toca esperar


    Estoy d acuerdo con dorian yo igual este fic es mi faborito x q jaejoong no se deja domar xD y se la pone dificil al posesivo de yunho

    Por cierto cuantos caps falta para q termine el fic??
    Ojala sea muy largo

    Muchas gracias x la hermosa actualizacion t esfuerzo

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  9. El sacrificio de yunho fue porjaejoong sinduda y ojala lo valore aunque obviamente no es sadico para desear eso


    Aceptara jae a yunho? porque parece q ya empiesa a sentir cosas por el
    Yunho no es malo se ve q le duele cuando lo llama mousntrou Pero es fuerte y nl deja q ve q le afectan Edna comentarios q le hieren


    Eso d la alianza esta bien


    Odie a jonghwa q lo mate un lobo o un vampiro e.e hasta siento q terminara por qerer abusar de jaejoobg ojoscolor lila


    Yaeyun

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  10. Ah!! morí .. sinceramente morí . con este capitulo .. dios no se como sentirme ahora con el capitulo pues si felicidad porque jae se empieza a preocupar por yunho; o tristeza por como actuó yunho para que jae lo perdonara, pero fue demasiado lejos hasta creo que yo pude sentir el dolor .. T.T .... pero eso a la vez también fue un castigo para jaejoong y pues pensé que no lo iba a dejar hacer .. pero bueno ah(suspiro)... waa espero que ahora después de todo lo sucedido jae se acerque mas a yunho porque sino lo hace no quiero saber como pueda acabar este
    Gracias por el capitulo unnie
    Misa chan

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  11. Me temía algo así desde que leí lo del castigo público, si tan solo JJ hubiera dicho lo que realmente siente se hubieran ahorrado todo eso pero ya ni modo, se que es dificil perdonar lo que hizo yunho pero espero lo haga esta demostrando un sincero arrepentimiento no lo haga y se haga sufrir más su destino es estar juntos T-T esperemos a ver que pasa, esta actuación realmente es más mucho más que maravillosa, adictiva y en serio miles de gracias por compartirla, gracias!

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  12. me dio pena yunho, me sorprendi mucho cuando tomo la mano de jaejoong y la dirigio a su mano con el puñal a si mismo, se ve q ama mucho a jae tanto q hasta es capaz de dar su vida por el y ahora parece q jae empieza a comprender kyaaaa me encanto

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  13. eso me dolió,pobre Yunho, yo quería llorar de solo leer la escena, y a hora que pasara con el perdió mucha sangre, si no tiene a Jae el morirá, no no y no....
    GRACIAS POR ESTOS CAPITULOS NO SABES COMO LOS ESPERO...^^

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  14. Ya me imaginaba a YunHo sufriendo, pero lo que mas daño le hizo fue que JJ le negace ante todos. Kyaaaa que feo

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  15. buuuuuuuuu!!! pobre Yunho pero se que en parte se lo merecia por hacer tanto daño a Jae pero aun asi me dolio tanto ver como lo castigaban.
    Se que todavia hay mucho rencor entre el Yunjae pero solo espero que pronto puedan perdonarse.
    A seguir leyendo ..

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  16. Pobre Yunho ㅠ.ㅠ se me ha roto el corazón....
    No merecía semejante castigo pobrecito...
    Jae esta muy triste :/...
    Espero q muy pronto se solucionen las cosas entre Jae y Yunho y se aclaré todo su amor y sus sentimientos ^^'

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  17. me pareció bien que todos se disculparan con jaejoong por juzgarlo sin estar 100% seguros de que era culpable de esos delitos :( pero....
    noo...!!! yunho por que hiciste que te asotaran asi ToT
    para mi que ese Yong Hwa lo hiso con mucha mas fuerza por que se siente celoso de yunho por jaejoong :(
    ese jaejoong debió de intervenir para ayudarlo y no permitir que lo azotaran ToT
    que yunho se recupere pronto pobre.... :(

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  18. uyyyy, tienes un blog privado a parte de éste??
    me gustaría que me invitaras a él, mi correo es coprirrea@hotmail.com
    yo no conocía este blog, por recomendación de una amiga de face, entré a esta historia y quedé fascinada por ella.
    ahora mismo la estoy leyendo como loca, ya voy 10 capítulos en unas 3 horas. no puedo parar.
    veo que tienes publicadas muchas más historias. cuando termine esta, sigo con las otras y comento.
    gracias por tu esfuerzo y por dejarnos disfrutar tu trabajo.

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  19. Auchhhhhhh eso si que dolió >\\< o sea quería que YH sufriera un poquito x lo que le hizo a JJ pero no hasta ese nivel, yo me refería a JJ lo rechazar un par de veces y ya luego a disfrutar xD
    Espero q YH se recupere pronto T-T

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  20. Me hiso llorar el castigo de Yunho Jae se preicupa pero el miedo y su orgullo pueden mas ojala y tome el consejo de Junsu

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  21. Yo sigo pensando que Yunho le debería decir que es su pareja de vida, quizás de esa forma lo vea de otra manera, porque hasta ahorita siente muchas cosas, pero no sabe definir el porqué?

    Gracias!!!

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  22. Buena ondis... Ohhhh pobre Yunho.... Si jae habla con Yunho...

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  23. Siempre sentia que yunho debía.pagar por todo el daño que le hizo a Jae...pero creo que fué demasiado TT////TT

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  24. Wow, wow, wow… fue inesperado, pero necesario. JJ tuvo que ver on sus propios ojos sufrir a YH, espero que esta sea el principio de una combinación que necesitan con urgencia. Esta buenísimo este fic.

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Thief: Capítulo 16

Capítulo 16 Presente   Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa ...