Capítulo 3
Me desperté a las seis en punto como siempre para
apagar mi alarma; la silencié e intenté, sin éxito, moverme lejos de Yunho.
Tenía mi cabeza en su pecho y mi pierna encima de su entrepierna, lo cual como
siempre, ya estaba llena de “gloria matutina”. Él tenía su mano en mi rodilla,
fijando mi pierna ahí, y su otro brazo envuelto tensamente alrededor de mi
cintura. Cuando traté de moverlo, apretó su agarre, murmurando algo en sueño
sobre ya no querer ir más a la universidad.
Moví mi brazo y toqué su estómago.
—Seis en punto —murmuré, tocándolo de nuevo cuando
no abrió sus ojos.
Yunho gruñó y apretó su agarre, moviéndome así que
quedé completamente encima de él. Podía sentir su erección presionando entre
mis piernas. Jadeé con la sensación, era extraño pero en verdad se sintió bien.
¿Qué demonios está mal conmigo? ¡Este es Yunho por amor de Dios! Traté de liberarme, pero eso sólo nos hizo rozarnos en lugares en los que preferiría no pensar en el amigo libertino de mi hermano, en un contacto mejor amigo. Mi cuerpo comenzó a cosquillear y no pude evitar que un pequeño gemido se me escapara de los labios. Oh Dios mío, ¡eso en verdad se siente bien!
¿Qué demonios está mal conmigo? ¡Este es Yunho por amor de Dios! Traté de liberarme, pero eso sólo nos hizo rozarnos en lugares en los que preferiría no pensar en el amigo libertino de mi hermano, en un contacto mejor amigo. Mi cuerpo comenzó a cosquillear y no pude evitar que un pequeño gemido se me escapara de los labios. Oh Dios mío, ¡eso en verdad se siente bien!
— ¿Yunho? —le susurré/grité.
Él abrió sus ojos de golpe y me miró, impactado.
Su expresión rápidamente cambió a su sonrisa de marca, la cual quería golpear
fuera de su rostro.
—Bueno, buenos días, ángel. Wow, esto es una
primera vez —ronroneó, alzando sus cejas, su sonrisa de asombro.
— ¿Me soltarías por amor de Dios? —le susurré
grité. Él alzó sus manos a modo de rendición y rápidamente rodé de
encima de él.
—Son las seis —refunfuñé, frunciendo el ceño.
Él se volteó de lado para mirarme.
—Está bien. No estés enojado conmigo todo el día
de hoy, por favor. No sabía que había hecho eso, lo siento, Ángel, ¿está bien?
—susurró, besando mi frente antes de salir rápidamente de la cama para ponerse
su ropa.
—Está bien, lo que sea —murmuré, posicionándome en
su lugar cálido de la cama donde había estado acostado.
—Te veré después. —Me dirigió un guiño antes de
salir por mi ventana.
Dándome la vuelta, enterré mi rostro en su
almohada, todavía puedo olerlo y eso me hace sentir seguro y calmado. Me hundí
en un sueño pacifico por otra hora.
Después de vestirme más pacíficamente que ayer, me
concentré en mi iPod y estaba bailando felizmente cuando lo vi comiendo mi
cereal de nuevo. ¡Cada jodido día! Suspiré y robé el cereal de sus
manos.
— ¡Demonios, Yunho, hay como cuatro cereales en
las alacenas y sólo comes el mío! ¿Por qué? ¿Lo haces solo para enojarme?
—pregunté, frunciendo el ceño, cuando comencé a masticar mi desayuno.
—Buenos días para ti también, Ángel —dijo
educadamente, con una sonrisa de diversión en su rostro.
—Claro, hola. —Me dejé caer y comí mi cereal
mientras Changmin entraba en la cocina.
—Hey, chicos, ¿están casi listos para irse?
—preguntó Changmin, lanzándonos a cada uno una caja de jugo como siempre.
Ambos asentimos y nos dirigimos al auto de Yunho.
Mientras me acercaba a la escuela, Tae Seon me agarró y me llevó para una
charla.
— ¿Qué pasa? —pregunté, preocupado.
Parecía un poco desesperado; su cabello estaba
desorganizado, como si hubiera estado jalándolo o pasando sus manos por él un
montón, sus ojos estaban tensos con estrés.
—Olvidé que el cumpleaños de Hyun Min es mañana,
¡y no tengo idea de que darle! —chilló desesperadamente, pasando sus manos por
su cabello fuertemente, confirmando mis sospechas sobre el estilo.
—Cálmate, todavía tienes tiempo. Ahora, ¿qué clase
de cosas le gustan? —pregunté, pensando en Hyun Min y todo lo que sabía sobre él.
—Quería darle algo que pudiera quedarse con él,
pero no sé qué… —Cerró sus ojos, obviamente entrando en pánico.
—Tae Seon, cálmate. ¿Qué te parece unos lindos
pendientes? ¿Le gustan las piedras, verdad? También podrías darle un nuevo
joyero o algo para ponerlas dentro —sugerí.
Su rostro se iluminó.
— ¡Sí! Tiene un gusto por los joyeros antiguo en
este momento. ¡Esa es una idea genial! Oh Dios gracias, Jaejoong. ¡Te debo a lo
grande! Voy a saltarme la mañana para poder conseguirla —dijo, sonriendo
emocionadamente y corriendo, gritando adiós por su hombro.
Caminé de regreso al colegio, y noté que no había
casi nadie.
Mierda santa, ¿llego tarde? Comencé a correr por
el pasillo; pude ver a Yunho y un par de sus amigos caminando hacia mí.
—Disminuye la velocidad, Ángel, te caerás —gritó Yunho,
sonriéndome mientras yo medio corría, medio caminaba hacia él.
Cuando lo pasé, Yunho sacó su pie para hacerme
tropezar, pero antes de que golpeara el suelo envolvió sus brazos apretadamente
alrededor de mi cintura, y me levantó.
—Caray, Ángel, sé que soy caliente, pero no
necesitabas caer a mis pies —bromeó, haciendo reír a todos sus amigos. Lo
golpeé en el pecho fuertemente, mirándolo—. Oh también me gusta un poco rudo,
Ángel, sabes eso —dijo, sonriendo retorcidamente.
Todavía no había soltado mi cintura, dio un paso
hacia adelante y presionó su cuerpo contra el mío, sus manos se deslizaron
hacia mi trasero.
—Mmm, genial —ronroneó en mi oído.
Odiaba ser tocado; traía recuerdos de mi padre.
Jadeé, y antes de que siquiera pudiera pensar en lo que estaba haciendo, subí
mi pierna y lo golpeé en las pelotas. Yunho gruñó y me soltó rápidamente,
doblándose por la mitad y agarrando su ingle.
— ¡Mantén tus jodidas manos fuera de mí! —grité,
tratando de no llorar. Estaba luchando por respirar y mis manos estaban
temblando.
Me di la vuelta para alejarme corriendo pero me
agarró por la mano y me empujó hacia él de nuevo.
—Ángel, sólo estaba bromeando, sabes que nunca te
haría daño —gimió.
Su voz se quebró un poco, sonaba como si tuviera
dolor. Miró directamente a mis ojos; pude ver la honestidad en sus profundos
ojos acuosos. Me dio un abrazo y puso sus labios en mi cuello, justo donde se
unía con mis hombros y respiró profundamente por su nariz, enviando a su
aliento caliente a bajar por mi cuello. Esto es lo que siempre hacía para
calmarme, cuando lloraba en su hombro; esta era la única cosa que parecía
funcionar. Podía sentir su corazón latiendo rápidamente contra mi pecho, así
que me concentré en hacer juego con mi respiración y la suya. Respiré su olor
hasta que me había calmado. Me moví hacia atrás y él sólo me estaba mirando,
arrepentimiento en su rostro.
—Lo siento. No debería haber hecho eso, Ángel, no
pensé —dijo en tono de disculpa.
Asentí con la cabeza y bufé, limpiándome la cara
con la manga.
—Yo también lo siento. ¿Te duele? —le pregunté,
haciendo una mueca ante la idea de cuán fuerte le había dado un rodillazo.
Se encogió de hombros.
—Estoy bien, fue mi culpa —respondió, inclinándose
para mirarme a los ojos de nuevo. Aparté la vista rápidamente, sintiéndome
incómodo. Tenía la sensación de que cuando Yunho me miraba a los ojos, podía
ver el verdadero yo, el que trataba de esconderse de todo el mundo, el niño
asustado al que no le gusta que la gente lo toque, porque me traía recuerdos de
aquellos domingos y mi padre llevándome al sofá, guiándome a sentarme en su
regazo.
Cuando la gente me tocaba, incluso las chicas, mi
corazón se iba a toda marcha y siempre comenzaba a sentirme enfermo. Las únicas
excepciones a esto son mi madre, Changmin y Yunho. Esta era la razón exacta por
la que no tenía citas. La idea de que alguien me tocara o besara, hacía que mi
piel se pusiera de gallina.
Aparté la vista de él y me di cuenta que tenía una
gran mancha húmeda en el hombro en el que había estado llorando. La limpié,
frunciendo el ceño.
—He arruinado tu camisa.
—Tengo otras, Ángel, no te preocupes —contestó con
una sonrisa fácil, que no era la sonrisa de satisfacción que le ha dado a otras
personas, era una sonrisa sincera, los que por lo general sólo se consigue en
la noche o cuando no había nadie alrededor.
Miré a mi alrededor y me di cuenta que estábamos
solos en el pasillo, me quedé sin aliento en estado de shock.
— ¿Dónde? —murmuré, mirando arriba y abajo del
pasillo desesperadamente.
—Ellos fueron a clase —respondió—. Vamos, no hay
razón para ir al final, así que vamos a ir por un trago o algo así. —Me tomó de
la mano hacia el estacionamiento, hacia su coche
—Yunho, ¿qué? ¡No puedo faltar a clase! —grité,
mirando a mi alrededor rápidamente para ver si alguien veía a dos estudiantes
escapando fuera de la escuela.
Se echó a reír.
—Vamos, Ángel, una clase no te hará daño. Ya estás
diez minutos tarde de todos modos. —Abrió la puerta del pasajero y me hizo
señas para entrar.
Suspiré y de mala gana me subí dentro. Realmente
no me importaba pasar tiempo con Yunho, pero eso sólo dependía de cual Yunho estaría
aquí conmigo, el de la noche o el del día. El Yunho de la noche era
considerado, cariñoso y atento. El Yunho del día era un coqueto, un hijo de
puta y un pelmazo. Sin embargo, el Yunho del día y de la noche me hacía sentir
seguro y protegido. Me volví a mirarlo mientras conducía, tenía una pequeña
sonrisa en su rostro.
— ¿Qué te pasa? —le pregunté, un poco preocupado
de que esto fuera a convertirse en una especie de broma que iba a acabar mal
para mí o avergonzarme.
— ¿Qué quieres decir? ¿No puedo estar contento de
que estamos pasando un tiempo juntos? —me preguntó, y me dio un guiño coqueto.
Puse los ojos y gemí. Genial, una hora con el Yunho del día es mi peor
pesadilla.
No estaba prestando atención a dónde íbamos, así
que me sorprendí cuando nos detuvimos en el estacionamiento de la pista de
hielo. Yunho sonrió y se levantó, y yo le seguí con el ceño fruncido.
— ¿Qué estamos haciendo aquí? —le pregunté
mientras me agarraba la mano y me llevaba dentro. Tal vez tenían un buen café
en el interior o algo, que era la única razón que se me ocurrió para que me
trajera aquí.
Hizo caso omiso de mi pregunta.
—Hola, por favor, dos —dijo a la
señora detrás del mostrador, entregándole el dinero. Di un grito ahogado, ¿en
realidad íbamos a patinar? Había estado patinando un par de veces en mi vida,
pero era completamente terrible en ello.
— ¿Necesitas alquilar patines? —preguntó la señora
con una sonrisa amigable, mientras sus ojos discretamente recorrían el cuerpo
de Yunho.
—Sí, un once y un cinco por favor —respondió,
guiñándome un ojo. Fruncí el ceño mientras hablaba, preguntándome cómo demonios
conocía mi talla de zapatos.
Le pasó dos juegos de patines y él
sonrió de nuevo, tomó mi mano y me arrastró a los bancos. Me di cuenta que la
señora no dejaba de ver a Yunho mientras se alejó, y ella se relamía los labios
en su trasero. Me reí y puse los ojos en ella, lo cual la hizo ruborizarse y
mirar hacia otro lado.
— ¿Qué es tan gracioso? —preguntó Yunho, mirándome
extrañamente.
—Tienes otra admiradora —declaré, asintiendo con
la cabeza hacia la mujer—. Simplemente no puedes evitar ser tú mismo, ¿puedes?
—bromeé con una pequeña sonrisa.
—No te preocupes, no estoy interesado en ella
—respondió, mirándome como si quisiera decirme algo.
— ¿Preocupado? Yunho, yo no estaba preocupado. —Me
burlé de eso, mientras ponía los ojos.
Nos cambiamos a nuestros patines y nos dirigimos
hacia el hielo. No había nadie más allí, probablemente debido a que era sólo justo
después de las nueve de la mañana.
— ¿Por qué estamos haciendo esto? Sabes que no
puedo patinar. —Hice una mueca, mirando el hielo, comenzando a entrar en
pánico.
Yunho se rió y tiró de mí hacia el hielo.
—Lo sé, lo recuerdo. No te preocupes, te ayudaré.
— Yunho y mi hermano jugaban hockey sobre hielo para la escuela; Changmin era
el portero y Yunho el delantero. Ambos habían estado patinando desde hace años,
pero yo nunca había sido capaz de hacerlo. Me encantaba ver a la gente
patinando y siempre deseé poder aprender, pero literalmente no podía ponerme de
pie. Tomó mis dos manos mientras resbalaba y me deslizaba por todo el lugar. Él
estaba patinando hacia atrás, frente a mí.
—Estás doblando los tobillos ligeramente, Ángel.
Trata de mantenerlos de forma recta, por eso no tienes ningún control —dijo
mirando mis pies.
Me quedé más recto y sentí que mis pies se
deslizaban hacia afuera por debajo de mí, al instante, me agarró por la cintura
y se inclinó hacia atrás de manera que ambos caímos y caí encima de él, su
cuerpo rompiendo mi caída. Se rió debajo de mí, me empujó hasta las rodillas,
así que yo estaba a caballo, luego me senté a su lado. Yo no podía ponerme de
pie así que esperé a que se levantara primero.
—Está bien, intentemos el número dos. —Sonrió,
tirando de mí a mis pies con facilidad—. Párate derecho y mantén los pies
quietos, te voy a tirar de todo hasta que puedas conseguir el equilibrio. —Le
dio una patada en mis patines con suavidad, empujándolos para juntarlos a
medida que se apoderaba de mis manos con fuerza.
Me las arreglé para mantenerme en pie durante un
tiempo antes de perder el equilibrio. Una vez más, me agarró por la cintura y
se inclinó hacia atrás para que cayera encima de él.
— ¿Por qué sigues haciendo eso? —le pregunté,
empujándome a mí mismo en una posición sentado de nuevo. Podía sentir el hielo
comenzar a mojar la parte de atrás de mis jeans, haciéndome temblar.
— ¿Haciendo qué? —preguntó, mirándome con una
expresión confusa.
—Cada vez que comienzo a resbalarme, te dejas caer
haciéndome aterrizar encima de ti. Te vas a lastimar —expliqué frunciendo el
ceño.
Se encogió de hombros.
—Mejor que sea yo que tú —murmuró en voz baja,
levantándome a mis pies otra vez. Me le quedé mirando, sorprendido. ¿Acababa de
decir eso? Tal vez le oí mal—. Estás mejorando, duraste por lo menos un minuto
más que la última vez —bromeó con su sonrisa patentada.
OK, eso se parece más al Yunho que conozco, debí
haberlo escuchado mal después de todo.
—Ja, ja. Bueno, un minuto está bien para mí. Sabes
que no puedo hacer esto —me quejé, cayendo de nuevo al instante. Se las arregló
para sostenerme sólo agarrando mis caderas, presionando nuestros cuerpos y
levantándome del hielo de manera de que pudiera colocar mis pies de nuevo desde
el principio. Sentí a mi corazón empezar a latir más rápido, pero no era por el
temor habitual de que alguien me estuviese tocando, era algo más que no podía
entender. Me sonrojé y miré hacia otro lado mientras él me puso de nuevo sobre
mis pies.
— ¿Por qué te sonrojas? —preguntó, frunciendo el
ceño, pero mirando divertido a la vez.
—No me sonrojo. Hace frío, eso es todo. Mi trasero
está congelado, creo. —Me di la vuelta para mostrarle mis pantalones mojados,
frotando mi trasero para tratar de alejar un poco el frío. Le oí tomar una
respiración profunda y dejar escapar un suspiro. Miré hacia atrás para ver que
estaba frunciendo el ceño con los ojos cerrados, lucía como si estuviera herido
o algo.
— ¿Estás bien? —le pregunté, todavía frotándome el
trasero. Yunho asintió con la cabeza y se quitó la camisa, allí parado en sus
jeans de corte bajo y su camiseta apretada que dejaba ver los músculos que
tenía debajo. Colocó su camisa bajo mi cintura y la ató con un nudo en el
frente.
— ¿Qué estás haciendo?, te vas a resfriar —lo
regañé mientras trataba de desatar el nudo que había hecho.
—No te preocupes, estaré bien. La próxima vez
traeré un suéter de repuesto para tu muy delicado trasero —respondió, agarrando
mis manos y empezando a tirar de mí otra vez.
¿La próxima vez? ¿Qué quiere decir con la
próxima vez? No es que no esté pasando un buen rato, pero estar aquí con Yunho,
era extraño, se sentía raro. Bueno, eso no era estrictamente cierto ya que en
realidad se sentía bien, por lo que se sentía raro.
— ¡Eso es! Lo estás logrando —susurró, lo que por
supuesto me hizo perder el equilibrio de nuevo. Me presioné contra él por
tercera vez, riendo histéricamente. OK, esto era realmente divertido y no hacía
daño. Usualmente, cuando venía a patinar con Changmin y se cansaba de
atraparme, simplemente me dejaba caer sobre mi trasero todo el tiempo. En unos
treinta minutos estaba por lo general tan magullado y adolorido que me daba por
vencido.
—Ves, ahora te estás divirtiendo. — Yunho se rió,
sacudiendo los cristales de hielo de su espalda y sosteniéndome otra vez. Nos
las arreglamos para patinar tres vueltas enteras a la pista antes de volverme a
caer. Realmente estaba mejorando.
Después de lo que pareció una eternidad, la pista
estaba empezando a estar más llena y mi estómago comenzó a gruñir. Ya me estaba
cayendo cada vez menos, pero seguía agarrando sus manos con un apretón mortal.
— ¿Qué hora es? —pregunté casualmente cuando nos
detuvimos al lado de la pista. El primer período sin duda debía estar casi
terminado.
Sacó su móvil del bolsillo y aspiró el aire a
través de sus dientes blancos nacarados, produciendo un sonido sibilante. OK,
eso no sonó bien, tal vez nos perdimos también el segundo período…
—Eh, ángel, la escuela terminará en
más o menos una hora —dijo haciendo una mueca.
— ¿QUÉ? —dije casi gritando, lo que le hizo dar un
respingo que a la vez me hizo perder el equilibrio. El me agarró y me deslizó a
la baranda plástica de la pista para mantenerme de pie, su cuerpo presionado
contra el mío, su cara a centímetros de la mía. Mi corazón comenzó a acelerarse
de nuevo. Yunho no se movió. Simplemente se quedó allí mirándome, fijo en mis
ojos hasta que comencé a sentirme un poco mareado. De repente me di cuenta de
que no estaba respirando, así que tomé aire en un respiro irregular, el cual
parecía sacarlo de allí.
Se retiró, pero dejó sus manos en mi cintura,
sosteniéndome.
—Será mejor que nos vayamos. Si tu hermano se
entera de que he estado contigo durante todo el día, me va a cortar las pelotas
—dijo con fingido horror, haciéndome reír.
En lugar de sostener mis manos para ayudarme a
llegar al lado, continuó sosteniéndome por la cintura, patinando en reversa
mientras me arrastraba. En realidad no sabía qué hacer con mis manos, así que
las coloqué sobre sus hombros. Cuando comencé a caerme de nuevo, se agachó y me
recogió en sus brazos, manteniendo uno de sus firmes antebrazos bajo mi trasero
y forzando mis muslos alrededor de su cintura con la otra mano como si yo no
pesara absolutamente nada. Se volteó en el lugar y patinó hacia delante,
rápido. En realidad, daba un poco de miedo. Sostuve mi aliento y lancé mis
brazos alrededor de su cuello, presionando mi cuerpo contra el suyo tan fuerte
como pude, probablemente ahogándolo y sacándole la vida de golpe, pero no se
quejó. En lugar de salir por la puerta como esperaba que hiciera, patinó
alrededor de toda la pista de nuevo, para luego caminar fuera del hielo y
bajarme en una banca.
¿Qué demonios fue eso?
— ¿Por qué hiciste eso? —le pregunté, sintiéndome
un poco incómodo de haber tenido todo mi cuerpo envolviendo el suyo. Sin
embargo, no sé por qué me sentía incómodo al respecto, dado que el envolvía el
suyo contra el mío cada noche.
— ¿Hacer qué, Ángel? —preguntó, mirando
confundido.
Señalé el hielo.
—Patinar una vuelta más. ¿Por qué no simplemente
tomaste la salida? Patinaste pasándola —expliqué, frunciendo el ceño, pero al
mismo tiempo sonriendo, ¡éste chico es realmente raro!
Parecía un poco incómodo, pero luego reacomodó su
expresión a su habitual sonrisa de “hago derretir a todos”.
—Me retrasaste todo el tiempo; simplemente quería
una vuelta en la que pudiera patinar de frente, eso era todo. —Se encogió de
hombros.
Bien, ahora me siento un poco culpable de no
haberle permitido divertirse por haberme tenido que cuidar todo el tiempo.
—Yunho, ve y patina un poco. Me quedaré sentado
aquí, está bien. Tu también debes tener un poco de diversión —le sugerí,
regalándole una sonrisa.
Él sonrió.
—Tuve mucha diversión. —Su expresión parecía
completamente honesta, se levantó rápidamente y fue por nuestros zapatos.
En el camino de regreso a la escuela pasó por el
auto servicio de McDonalds.
—Hola, ¿puedo ayudarle? —preguntó el altavoz.
—Eh, sí, quiero un combo de Big Mac con coca-cola
y uno de cuarto de libra con queso con malteada de fresa. ¿Todavía hacen esas
cosas de queso fundido? —preguntó Yunho.
—Sí lo hacemos —crujió el altavoz.
Yunho sonrió.
—Genial, un paquete de eso también, por favor.
—Sólo lo miré, un poco atónito, acababa de ordenar mi comida y sabía
exactamente lo que quería. Se volvió hacia mí y frunció el ceño—. ¿Por qué me
miras de esa forma? ¿Me equivoqué? —preguntó, mirando ligeramente preocupado y
bajando la ventanilla de nuevo listo para cambiar la orden.
Negué con la cabeza mirándolo con asombro.
— ¿Cómo sabes lo que quiero?
Yunho simplemente se rió y me miró como si hubiese
dicho algo estúpido.
—Siempre pides lo mismo Ángel y adoras esas
asquerosas cosas de queso pero no las tienen todo el tiempo, así que… —se
encogió de hombros y rodó el auto hasta la siguiente ventana.
Bien, ahora está empezando a asustarme. ¿Primero,
supo mi talla de zapatos y ahora conoce lo que como en el McDonalds? Quiero
decir, sé que probablemente he venido aquí con él y Changmin mil veces, pero ni
siquiera Changmin sabe lo que ordeno y es mi hermano, por amor de Dios. Yunho se
rió de nuevo y estacionó el auto en un espacio para que pudiéramos comer.
Estaba hablando abiertamente sobre un concierto al
que quería ir y de una película que vio la semana pasada sobre zombies que
según dijo, me habrían matado del susto.
Estaba sorprendido de cuán fácil era hablar con él; nunca había pasado tanto
tiempo con él por mi cuenta antes. Usualmente estaba con Changmin o con una
banda de chicos, o tenía alguna sanguijuela adherida a su cuerpo, o estábamos
durmiendo. Era en realidad muy agradable y divertido. No podía dejar de
preguntarme por qué escondía su asombrosa personalidad detrás de la fachada de
prostituto, con una actitud masculina de cerdo; debería ser así más a menudo.
— ¿Puedo hacerte una pregunta, Ángel? —preguntó,
mirándome con seriedad. Asentí con la cabeza y terminé el resto de mi
malteada—. ¿No confías en mí? ¿Cómo pudiste pensar que iba a hacerte daño más
temprano en la escuela? He tenido muchas oportunidades de tocarte o forzarte a
algo más durante los últimos ocho años, ¿no? ¿Por qué crees que te haría daño?
—preguntó, luciendo muy triste.
Tomé una respiración profunda.
—Fue solo que me tomó por sorpresa, eso es todo;
confío en ti, Yunho, de verdad. Sé que no me harías daño, sólo que es difícil
para mí, no me gusta que la gente me toque. —Fruncí el ceño al no querer hablar
de esto. Nunca nadie me había presionado por detalles acerca de cómo hacía con
mi padre. He rechazado ir a la terapia desde que se fue, mi mamá y Changmin han
tratado de hablar de eso pero yo simplemente no quería que nadie lo supiera.
Estaba avergonzado de eso y de lo que él acostumbraba a hacerme. Nadie nunca me
había forzado a hablar de ello y yo los amaba aún más por ello.
Yunho tomó mi mano.
—Sé que no, pero nunca te lastimaría. Necesito que
lo sepas —dijo trazando círculos en la palma de mi mano. Todavía lucía
realmente herido y molesto y quería hacerlo sentir mejor, pero no sabía cómo.
Lo único que podía hacer era decirle la verdad.
—Yunho, cuando alguien me toca, mi corazón se
acelera y comienzo a sentirme mareado y enfermo. Es algo sobre lo que no tengo
control. Las únicas personas con las que no me pasa, es con mi mamá, con Changmin
y contigo. Lamento si te molesto, pero no puedo evitarlo. Confío en ti, de
verdad.
Esto parecía hacerlo sentir mejor y su rostro se
iluminó.
—OK, está bien. Regresemos antes de que tu hermano
tenga a los perros de ataque listos para rasgarme la garganta —sugirió, riendo
entre dientes. Me acomodé en mi asiento mientras él manejaba de regreso a la
escuela. Entramos al estacionamiento de la escuela cinco minutos antes de la
campana de salida. —Eh, Ángel,
probablemente lo mejor sea no contarle nada de lo de hoy a tu hermano. No se
supone que pase tiempo contigo —dijo encogiéndose de hombros.
No se supone que pase tiempo conmigo. ¿Qué
significa eso?
— ¿Por qué no? —pregunté confundido.
Me miró a los ojos de nuevo, haciendo que mi
corazón se acelerara un poco.
—Changmin lo dijo. Y toma en cuenta de que soy un
“desagradable prostituto” como tú tantas veces has dicho. Aparentemente, solo
quiero tocar tu muy agradable trasero —dijo con una sonrisa—. Lo cual estaría
más que feliz de hacer, si tú lo quieres. Ya sabes, como pago por la clase de
patinaje —bromeó, guiñándome un ojo.
Di un grito ahogado. Acababa de pasar todo el día
con este chico pasándola muy bien y él podía arruinarlo todo en una loca frase.
—Realmente eres un cerdo a veces, ¿sabías? —gruñí
saliendo del coche y azotando la puerta. Pisé fuerte en dirección al edificio
de matemáticas donde debía estar, para por lo menos aparentar que había estado
allí si caminaba en la dirección correcta.
Vi a Changmin caminar hacia el coche, así que le
di unos minutos antes de hacer mi camino y meterme en la parte de atrás como si
nada hubiera sucedido.
—Oye, Jae, ¿tuviste un buen día? —preguntó Changmin
cuando entré en el coche.
—En realidad sí lo hice, todo el día excepto justo
al final cuando alguien lanzó un golpe hacia mí —le respondí con un
encogimiento de hombros. Changmin inmediatamente le dio a Yunho una palmada en
la parte posterior de la cabeza.
— ¡Ay!, mierda, ¿Por qué fue eso? —preguntó Yunho,
frotándose la cabeza.
—Por golpear a mi hermanito. — Changmin se encogió
de hombros.
— ¿Cómo sabes que fui yo? —se quejó Yunho. Me reí
mientras Yunho me lanzaba una mirada sucia y saqué mi iPod.
—Jae, viéndose como es viernes... —dijo Changmin,
apagándose.
Gemí, sabiendo al instante de qué se trataba. Su
tradición semanal.
— ¡No! ¡Ninguna fiesta! Vamos, Changmin, ¿en
serio? ¿Tiene que ser en nuestra casa todas las semanas? ¡Ni siquiera hay juego
esta noche! Se supone que es una fiesta para después del juego. Quiero
decir, ¿nadie más puede hacerla por una semana para que no tenga que limpiar
todo después de que se larguen tus idiotas amigos borrachos? —pregunté, mirando
a Yunho de nuevo.
— ¡Oye no me metas en esto; siempre ayudo a
limpiar! —exclamó Yunho a la defensiva.
Suspiré,
sintiéndome derrotado. Mi hermano hacía una fiesta en nuestra casa todos los
viernes por la noche porque no teníamos supervisión paterna, así que era más
fácil hacerla en nuestra casa. No sé por qué me molestaba en quejarme al
respecto, sucedía independientemente de si me gustara o no. Subí el volumen de
mi iPod para ahogar la voz de los chicos hablando sobre con quién se iban a
enredar y miré por la ventana. Pude ver a Yunho tratando de hacer contacto
visual conmigo por el espejo pero no le hice caso y fingí que me perdía por
completo en la canción.
ahh...pobre Jae con el trauma de su papá.. y tan linda la forma que tiene yunho de contentarlo, aunque Yunho parece un acosador sabe todo sobre jae xDD
ResponderEliminarHola;
ResponderEliminarMuy lindo este capitulo!!
Ah...creo que un trauma de ese nunca pasa de todo -_-.
Yunho és enamorado de Jaejoong la muy tiempo,solo ciego no ve ^_- (y Changmin no gustara nada eso).
Algo mal pasara en esa fiesta?Parece que si -_-.
Espero lo próximo con muy ansiedad.
Un abrazo y matta ne,
Hanajima-san.
PD:Ah,han partes de lo capitulo que cuase no se puede ler,san de la miesma color de lo fundo(black).
ResponderEliminarjá na.
Waaaaaaa no entiendo a jaejoong, odia que lo toquen y yunho duerme con el y enreda sus piernas sobre el y lo de la manana dnd tenia una ereccion joder si bien que le gusto, se hace el puritanoxD
ResponderEliminarVendria bien. Un poco de celitos tal vez por parte de ambos
Yunho se autocontrola por lo que lei se ve que adora a jaejoong pero no le ha dicho nada por lo mismp de que el tiene miedo de lo que le paso, fue como algo traumante al parecer.
Haver que sucede en esa fiesta xD
Gracias*8*
Aunque al final no haya llegado mas lejos ese desgraciado que tenia como padre, jaejoong a quedado marcado; llevándolo al punto de tener esos síntomas cuando lo tocan, pero aparte de su familia yunho es la excepción a esos sintomas ... espero que jae pronto pueda ver lo que existe en realidad entre el y yunho aunque tambien muero por saber que pasara en la dichosa fiesta y también como han comentado por aquí .. espero que haya un poco de celitos si si si ... gracias por actualizar nos comentamos pronto
ResponderEliminar---> misa-chan
Ah Jaejoong es normal que se sienta de esa manera al recordar lo que el desgraciado de su padre le hacía, y es lindo que con yunho sea diferente aunque con la broma de este haya sentido un poco de miedo, poco a poco su relación va tomando otro rumbo, y jaejoong siente cosas distintas hacia él, se nota que yunho lo quiere más que como amigo, ya que lo cuida y protege solo que no trata de acercarse de manera distinta por changmin, peor esperemos todo tome un mejor rumbo y estos 2 continúen con esa hermosa relación , gracias por actualizar, espero con ansías la próx actualización ^^
ResponderEliminarSi creyeron que el trauma de lo vivido se le pasaria solo pues estan equivocados y ahi esta la gran consecuencia de eso...Jaejoong le teme al contacto de las personas y para superarlo necesita ayuda.
ResponderEliminarPor otro lado, me parece que YunHo ya siente algo por Jaejoong y trata de ocultarlo???
awwwwww yunho es un amor !!!!
ResponderEliminary bueno despues de lo q le hizo el desgraciasdo del papá
es obvio q JJ sienta miedo de q lo toquen
a excepción de yuno ps es el quien lo tranquilizaba desde el comienzo
ademas lo defendió *-------* me encanto la actu gracias x compartir :3
YH ah.... yo quiero un hombre igual..... como Jung yunho ya tiene dueño osea JJ =YJ <3 <3 se nota que a YH le encanta JJ ....>>> JJ todavia esta confundido >>>>>
ResponderEliminarQue lindo Yunho pero tiene las dos caras de la moneda ojala cuando pase algo changmin no se vaya en contra y que JJ se fije en el
ResponderEliminarDios, pobre Jae, lo qe todas qisieran aguantar xD
ResponderEliminarAww Jae aún tiene problemas con que lo toquen y es entendible...
ResponderEliminarHaha Yunho me da ternura Hihi ... Él es muy lindo con Jae ^^
esos dos juegan twister creo cuando duermen XD por que se despiertan bien abrazados y con las piernas enroscadas *Q*
ResponderEliminarjaejoon quedo un poco traumatizado por la culpa delos tocamientos de su asqueroso padre ( ┰_┰) ojala lo supere pronto
que detallista es yunho que sabe su talla de calzado y sus gustos por la comida quien no quiere un hombre así por Dios y encima es guapísimo que mas se puede pedir XD!
que romántico fue eso de patinar en la hielo y como yunho cuidaba a cada rato a jaejoong para no se lastimara o(≧w≦)o
que pasara en la fiesta...
Pinche viejo asqueroso !!! Dejo traumado al pobre de JJ o.ó lo bueno es que YH es una de las excepciones x'D !!!
ResponderEliminarMe da penita Yunho, enamorado de Jae por tanto tiempo y el tonto ni cuenta se da.... pero que despistado... Yunho solo lo cuida y protege a él.
ResponderEliminarLo que si me asusta es como reaccionara Changmin cuando se entere
Jae necesita una terapia par poder superar el trauma que le provoco el padre desgraciado...
ResponderEliminarYunho ama a Jae desde ninos, pero el miedo a la reaccion de Min lo esta deteniendo...
gracias
Pobre Jae ;; todo lo qu tuvo que pasar por el desgraciado de su padre, menos mal ya esta lejos de ellos, pero el trauma se quedo en reemplazo t.t ojala yunho le ayude a superar ese trauma. Min debe de aceptar que a Yun le gusta su hermano xD
ResponderEliminarGracias por compartir.
Pobre JJ, algun dia talvez su trauma desaparezca, pero no creo que suceda sin ayuda profesional o talvez de YH. Creo que YH ama a Jae inconscientemente y JJ esta comenzando a enamorarse poco a poco, o esta comenzando a darse cuenta que siempre lo ha amado. La historia esta super interesante, me pregunto que pasará… allá voy por el resto de los capítulos.
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