Capítulo 4
Después de cenar, Changmin y Yunho salieron a
buscar bebidas para la fiesta como siempre. Así que aproveché la oportunidad de
tomar un agradable baño, haciéndome sentir relajado y fresco. Gruñí ante el
pensamiento de otra fiesta. Ellos no se ponían salvajes o algo por el estilo,
pero se quedarían hasta por lo menos las dos o tres de la mañana. Encima de la
falta de sueño, habría un gran desastre que limpiar en la mañana, tanto dentro
como fuera.
Me sequé y me envolví en una toalla. Cuando di un
paso fuera del baño, choqué directo contra Yunho. Sus manos se extendieron para
sostenerme, agarrando mi muñeca para que no me cayera. Apreté la toalla más
fuerte y traté de calmar a mi acelerado corazón.
—Wow, me gusta tu atuendo —dijo, mirándome de
arriba a abajo lentamente. Retiré sus manos de mí y entré pisoteando a mi
habitación, azotando la puerta al pasar.
Tan pronto la puerta se cerró, él tocó.
— ¿Qué, Yunho? —pregunté amargamente a través de
la puerta cerrada.
—Ángel, abre la puerta por favor —pidió, agarrando
el pomo.
—Yunho, ¿podrías simplemente irte? En serio, ¡no
estoy vestido! —Fruncí el ceño y pisé mi pie, y de inmediato me sonrojé y le di
gracias a Dios de que él estuviera del otro lado de la puerta y no pudiera
verme.
—Ángel, ¿por favor? —rogó.
Me encogí de hombros. Odiaba cuando usaba ese
tonito de voz. Era su voz de hora-de-dormir a la que tenía problemas para
decirle que no. Arrastré la puerta abriéndola y Yunho me sonrió mientras me
pasaba dentro de mi cuarto.
—Bien, ¿qué demonios quieres? —pregunté, caminando
hacia mi armario para sacar mi camiseta favorita de las de Yunho que encontré
en la lavadora. Me la puse, teniendo cuidado de mantener la toalla firmemente
enrollada contra mí.
—Hey, me preguntaba dónde estaba esa camiseta
—dijo, asintiendo frente a mi camisa.
Jadeé pensando que me pediría que se la regresara.
Era mi camiseta favorita. Me la ponía cada vez que comenzaba a sentirme vago y
descansado alrededor de la casa.
—No te la regresaré, adoro esta camisa —dije,
sacudiendo mi mano en un gesto desdeñoso.
—Es justo. De todas maneras luce mejor en ti
—replicó, con una sonrisa, mirando mis piernas.
Suspiré exasperado. ¿Por qué tenía que ser tan
coqueto?
—En serio, ¿qué quieres? —repetí, caminando hacia
la puerta y colocando mi mano en la manilla, listo para patear su trasero si
hacía algún otro comentario coqueto.
—Sólo quería dejar mis cosas. Un cambio de ropa y
algunas cosas para mañana, dado que pasaré la noche aquí. —Se encogió de
hombros, soltando su bolsa en mi cama.
— ¿Y no podías simplemente dármela en lugar de
entrar aquí? —pregunté con rabia. ¿Por qué tenía que hacerlo todo tan difícil?
—Podía haberlo hecho, pero me habría perdido el
placer de ver tu ardiente trasero en mi camiseta. Creo que es muy sexy que un
chico vista ropa de su hombre —ronroneó, escrutándome de nuevo, lo que me hizo
estremecer.
Arrastré la puerta abriéndola y lo miré.
— ¡Tú no eres mi hombre, así que lárgate! —le
solté.
—Lo que digas, Ángel. —Se rió entre dientes y se
fue, no sin antes dispararme su sonrisa coqueta.
Sequé mi cabello alisándolo y me apliqué
maquillaje. De nuevo, casi nunca usaba maquillaje, ni siquiera en fiestas, así
que sólo apliqué un poco de sombra, algo de mascara y cambié mi brillo de
labios transparente por uno rosado. Me puse mi tanga azul media noche y miré a
través de mi armario. Las fiestas en nuestra casa siempre eran increíblemente
calientes. Changmin y Yunho prácticamente invitaban a toda la escuela y todo el
mundo venía, haciendo que todo el mundo estuviera acalorado y sudoroso por lo
que no podía ponerme muchas capas. Tome un par de pantaloncillos bastante
cortos de color negro y una camiseta tipo tanque, luego me deslicé en mis tenis.
Me miré en el espejo. Tenía una linda figura, tonificada, delgada y curvas en
los lugares adecuados. Había salido a mi mamá, con largas piernas, estrecha
cintura. No era el chico más atractivo del lugar, pero estaba feliz conmigo
mismo y eso era todo lo que me importaba.
A Changmin no le gustaría este atuendo.
Probablemente estaba mostrando demasiada piel para su gusto, a pesar de que
estaba completamente cubierto —y comparado con las sanguijuelas que él y Yunho solían
tener enganchadas alrededor, parecía un monje. Consideré brevemente el
cambiarme de ropa antes de decidir lo contrario, no estaría acalorado, todo
sudado y vistiendo jeans sólo porque a él no le gustara que los hombres miraran
a su hermanito.
Esperé hasta que la fiesta estuviera encendida, de
manera que Changmin no me dijera que me cambiara como si fuera un niño pequeño,
en frente de todos. Debían haber estado bebiendo por una hora —era patético. Changmin
me notó y me dio la mirada de la muerte que corría en la familia y me señaló
que me regresara a mi habitación, modulándome la palabra “cambio”. Negué
con la cabeza y le sonreí dulcemente, mezclándome entre la gente de la fiesta,
llegando rápidamente al otro extremo del salón para que no pudiera ver donde
estaba.
—Hola Tae Seon —dije, mientras me plantaba cerca
de uno de mis mejores amigos.
—Hey chico. Wow, luces ardiente esta noche —dijo
mirándome, pero no de la manera pervertida en la que los chicos estaban
acostumbrados a hacerlo. Tae Seon y yo habíamos sido amigos por mucho tiempo,
él había estado saliendo con el mismo chico por los últimos dos años y estaba
completamente embobado por él, lo que resultaba realmente dulce.
—Gracias, tú también luces bien —repliqué,
sintiendo y buscando alrededor a mis otros amigos—. ¿Dónde están Junsu y Geon?
—pregunté arrugando mi frente. Ellos nunca se pierden estas fiestas, para ellos,
eran solo una excusa para pasearse en frente de todos los chicos guapos de la
escuela, sobre todo Changmin y Yunho.
—Están tratando con tu hermano —estableció,
señalando a la cocina y riendo.
Miré hacia donde estaba apuntando, para ver a Junsu
y Geon riendo incontrolablemente por algo que Changmin había dicho. Junsu tenía
su mano en el brazo de él y Geon estaba presionado a su lado. Changmin lucía
completamente desinteresado pero disfrutaba la atención, como siempre. Estaba
acostumbrado a que ellos dos estuvieran atentos a cada una de sus palabras,
cada vez que venían a mi casa coqueteaban con él descaradamente y se paseaba
por allí sin camisa, riendo ante sus lujuriosas expresiones.
Rodé mis ojos y regresé mi atención a Tae Seon.
— ¿No está Hyun Min esta noche? —pregunté,
escaneando la habitación buscándolo.
Justo en ese momento, alguien me agarró desde
atrás. Deje salir un pequeño grito antes de que hablara y me diera cuenta de
que era Yunho.
—Luces increíble, pero definitivamente prefiero la
toalla —dijo seductoramente en mi oído. Su aliento caliente debajo de mi
cuello, haciéndome estremecer. Podía oler la cerveza en su aliento, pero él
nunca se emborrachaba. Changmin lo hacía, pero Yunho siempre parecía ser el que
mantenía el control en caso de que las cosas se le salieran de las manos.
—Piérdete —gruñí, volteándome para caminar hacia
la cocina. Todavía no había obtenido una bebida.
— ¡Hey Ángel, espérame! —dijo, agarrando mi mano
mientras continuaba mi camino entre la multitud de gente besándose y
apretujándose unos contra otros.
Cuando llegué a la cocina, lo que me dio la
bienvenida fue la visión de una chica acostada sobre el mostrador de la cocina
y dos chicos tomando shots de su cuerpo. Reconocí a la chica fácilmente por su
cabello rojo y su falta de ropa. Soo Ae.
Dejó salir un grito entusiasmado cuando entré.
—Yunho, ven nene, toma un trago de mi cuerpo
—ronroneó seductoramente.
Yunho apretó mi mano más duro y me hizo una cara
de cachorrito, pidiendo ayuda —simplemente me reí y lo presioné hacia ella.
—Anda, Yunho, dale a la chica lo que quiere, tú
sabes que quieres tomar uno de esos tragos. —Me burlé, riendo histéricamente
ante su expresión horrorizada, la cual rápidamente se transformó en una sonrisa
de satisfacción.
Agarró mis caderas y me subió al mostrador, dando
un paso entre mis piernas de manera de que nuestras caras quedaran a
centímetros de distancia.
—En realidad si lo quiero. Acuéstate para mi
entonces, Ángel. —Me dio una sonrisa maliciosa, pero sabía que sólo estaba
jugando.
—Jung Yunho, ¡saca tus coquetas manos de
prostituto de mí, ahora! —Le grité en un susurro, lo que lo hizo reír de nuevo.
Simplemente negó con su cabeza, luciendo divertido y dando un paso hacia atrás,
halándome un poco del mostrador para establecerme de nuevo sobre mis pies.
Tomé un vaso y me serví tres cuartas partes de
vodka y le agregué un chorrito de jugo de naranja, preparando un trago de vodka
que me tomé de una vez.
—Ángel, tómalo con calma, ¿sí? —Frunció el ceño
ante mi trago, sacudiendo la cabeza con preocupación.
—De ninguna manera. Me voy a emborrachar esta
noche y no habrá forma de que ordene nada mañana. —Le di unas palmaditas en su
pecho y caminé de nuevo hacia mis amigos.
Después de unas cuantas horas, estaba bastante
borracho. No me sentía muy estable sobre mis pies, pero continué bailando con
mis amigos de todas formas. Yunho estaba conversando con alguno de sus
compañeros de equipo no muy lejos de mí y continuaba mirándome.
— ¡En serio, Yunho se está fijando en ti! —chilló Junsu
en mis oídos por quinta vez.
— ¡No lo hace! No seas estúpido, Junsu,
probablemente está asegurándose de que no vomite, pues le toca limpiar mañana.
—Terminé mi bebida y solté mi vaso en la alfombra. Ja, ¡Qué limpien eso en la
mañana porque yo no! Comencé a reír histéricamente, lo que hizo que Junsu también
riera.
—Voy a buscar otro trago —dije por encima de la
música.
La canción cambió a “Ella es como una estrella”,
de “Taio Cruz”, la cual es la canción favorita de Yunho. Sentí a alguien
agarrando mi mano y miré hacia atrás para encontrar a Yunho sonriéndome, una
sonrisa de las verdaderas y no pude evitar sonreírle de vuelta.
—Baila conmigo Ángel —dijo, envolviendo sus brazos
alrededor de mi cintura.
Estaba tan ebrio en ese momento que no me
importaba estar bailando con Yunho; enrollé mis brazos a su alrededor y apoyé
la cara en su cuello. Olía sorprendentemente bien, por lo que me pregunté a qué
sabría si lo lamía. Espera, ¿acabo de pensar en lamer a Yunho como si fuera un
helado o algo? Me eché a reír de mi propia idiotez. Yunho me alejó un poco y
puso cara de “¿Qué diablos?” lo cual me divirtió todavía más. Rodó sus
ojos y sacudió su cabeza, luciendo divertido mientras presionaba su cuerpo
contra el mío. La canción no era lenta en realidad, por lo que nos
balanceábamos bastante rápido y medio frotándonos el uno contra el otro. Adoro
bailar y él era bastante bueno en eso, nuestros cuerpos parecían encajar
perfectamente.
Pude sentirlo excitarse pero no me importó. Yunho
había estado presionando sus erecciones contra mí desde que yo tenía doce y él
catorce. Se despierta con una todas las mañanas y la mayoría de las veces
también tiene una cuando se queda dormido. Simplemente lo ignoré. Fue raro la
primera vez que pasó y de verdad me volvió como loco. Esa mañana se había ido,
tan avergonzado que casi lloraba, por lo que le contó a su padre lo que le
había pasado y luego vino la noche siguiente a decirme que era normal que eso
sucediera porque estaba creciendo y su cuerpo estaba todo lleno de hormonas.
Nunca supe si era verdad o no, pero no tenía ninguna razón para dudarlo. Fue
embarazoso por un mes o dos, pero luego se convirtió en broma por cierto tiempo
y ahora lo ignorábamos completamente. Él se separó un poco para mirarme y darme
una de sus agradables sonrisas, por lo que mi boca se curvó devolviéndole una
sonrisa. En realidad lucía muy lindo cuando sonreía así y resultaba divertido
que me acabara de dar cuenta de eso, dado que lo conocía desde siempre.
Changmin apareció de la nada.
—Amigo, ¿qué demonios? ¡Es mi hermanito! —le gritó
a Yunho, agarrando fuertemente su brazo y empujándolo lejos de mi.
—Changmin, hombre, en serio, solo estoy bailando
con él, ¡esa es su canción! —dijo Yunho, luciendo realmente enfadado.
—Yunho, necesitas permanecer lejos de mi hermano,
sólo tiene dieciséis. Sabes por todo lo que ha pasado. ¡No necesita a un tipo
como tu persiguiéndolo! —le replicó Changmin, dando un paso adelante y
enfrentando a Yunho. Podía decir que estaba borracho por el pequeño toque de
rojo en sus orejas, que siempre lo delataban.
— ¡Nunca lo lastimaría! —gruñó Yunho, sus pechos
casi tocándose.
— ¡Me importa una mierda! ¡Te digo que te
mantengas lejos! —gritó Changmin.
Sólo me encogí de hombros y los dejé en eso, no
necesitaba atestiguar su pelea, de cualquier manera, ellos se arreglarían en un
par de minutos, siempre lo hacían. Mientras di la vuelta en la esquina hacia la
cocina, choqué con un chico que no conocía. Era quizás un poco mayor que yo,
probablemente de la edad de Changmin y era realmente apuesto. Tenía cabello negro
un poco alborotado, cayendo sobre su frente y prácticamente cubriendo uno de
sus ojos. Sonrió y sostuvo mi cintura tratando de estabilizarme mientras lo
miraba. Inmediatamente di un respingo dado que él estaba tocándome, pero no
demasiado fuerte porque los tragos habían adormecido parte de mi cerebro.
—Bien, hola —ronroneó con una voz sexy
—Hola. —Sonreí. Ya había quitado sus manos de mi
cintura, así que di un paso atrás para recuperar un poco de espacio personal.
—Soy Jang. —Sonrió, y cuando lo hizo me di cuenta
de que se le formaban unos hoyuelos realmente lindos.
—Jaejoong —contesté sin apartar la mirada de su
rostro. Era realmente guapo. No lo reconocía de la escuela—. ¿No eres
estudiante de nuestra escuela verdad? —pregunté curioso de por qué nadie lo
conocía si estaba en la fiesta.
Sacudió su cabeza y sonrió.
—No. En realidad estoy buscando a mi hermanita,
pero no puedo encontrarla.
— ¿Ah, sí? ¿Quién es tu hermana? —pregunté
frunciendo el entrecejo; puedo decirte que alguien tiene como hermano un culo
caliente.
—Soo Ae —afirmó. No pude evitar la reacción
natural de mi cuerpo. Arrugué un poco la nariz, lo cual lo hizo reír—. No eres
un gran fanático, ¿no? —preguntó, todavía riendo.
—Oh… eh… Lo siento —balbuceé, mirándolo en tono de
disculpa y sonrojándome como loco. ¡No puedo creer que le hice esa cara a su
hermana! ¡Qué idiota!
—No te preocupes por eso. Sé que puede llegar a
ser un dolor en el trasero.
—Entonces, ¿quieres que te ayude a encontrarla?
—Le ofrecí, mirando alrededor de la cocina buscándola. Nop, no está aquí. Me
reí al recordar que acababa de salir de la cocina, así que ¡por supuesto que no
estaba allí!
—Nah, ya aparecerá. ¿Qué tal si en vez de eso nos
tomamos un trago? —sugirió, asintiendo hacia el mostrador de las bebidas.
—Si, seguro. —Sonreí mientras él agarraba dos
vasos y una botella de Jack Daniels.
Nos tomamos un par de tragos de eso hasta que me
di cuenta que estaba realmente borracho. Me apoyé sobre él pesadamente mientras
charlábamos y reíamos sobre cosas al azar que realmente no parecían tener
sentido para mí. De repente, me presionó contra el mostrador de la cocina y
presionó su cuerpo contra el mío. El pánico familiar comenzó a levantarse
mientras mi corazón se aceleraba, él acercaba su cabeza lentamente hacia la
mía. Sentí mi boca secarse. Santa mierda. ¡Iba a besarme! ¿Quería eso? ¿Qué
pasaría si ponía sus manos sobre mí o algo? Mi mente estaba girando de un
pensamiento a otro tan rápido que no podía seguirles el ritmo.
Di un grito ahogado y retiré mi cabeza para atrás,
golpeándome con el gabinete detrás de mí lo suficientemente fuerte como para
hacer que mis ojos se llenaran de lágrimas. Él negó con la cabeza, mirándome un
poco desconcertado y luego chocó sus labios contra los míos. Gemí y empujé su
pecho, tratando de alejarlo de mí, pero sus manos estaban sujetando la parte de
atrás de mi cuello sosteniéndome en el lugar mientras lo sentía lamiendo mi
labio inferior. Apreté mi boca tan cerrada como pude, pero él no se movió.
Empecé a volverme loco, literalmente podía sentir el ataque de pánico tomando
lugar mientras mi corazón se estrellaba en mis oídos.
La siguiente cosa que sé, es que se ha alejado.
Levanté la mirada, desconcertado, para ver a Yunho recargado sobre la pared, su
brazo cruzando sobre su garganta. Se veía tan enojado, que realmente comencé a
sentir pena por el chico, quién ahora estaba empezando a cambiar de tono a un
rojo de no ser capaz de respirar.
— ¡No lo toques, maldita sea! ¿Crees que puedes
simplemente entrar como si tal cosa y darle un beso a pesar de que él no
quería? —gruñó Yunho con enojo.
Comencé a sentirme enfermo, literalmente enfermo.
Me puse de pie y me tambaleé hacia mi baño, donde vomité lo que parecía ser
varios litros de vodka. Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme,
cuando me apoyé en las piernas de alguien. No me asusté, podía oler su loción.
Sabía que era Yunho.
— ¿Estás bien? —preguntó, con voz simpática. Pero
no pude responderle, sólo me incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de
vodka. ¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!
Yunho, bendito sea, me frotaba pequeños círculos
en mi espalda y sostenía mi cabello. Después de unos minutos, me sentí mucho
mejor.
— ¿Quieres ir a la cama? —preguntó, mirándome
preocupado.
Asentí con la cabeza.
—Sí, sólo quiero cepillarme los dientes.
Me esforcé por levantarme del piso del baño, pero
estaba tan descoordinado que no funcionó muy bien. Yunho sonrió y se inclinó,
deslizando sus brazos debajo de mí y levantándome fácilmente, como si no pesara
nada.
Me senté en la siguiente sección, junto al lavamanos.
Tomé el cepillo de dientes y le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé
mis dientes, asegurándome que todo el sabor a alcohol se había ido.
— ¿A la cama? —preguntó, cuando había terminado.
Asentí con la cabeza, y me levantó al estilo nupcial y me llevó de vuelta a mi
habitación. Había quitado los cobertores y estaba a punto de dejarme en la
cama, cuando recordé que todavía llevaba mi ropa de fiesta.
— ¡Espera! No quiero ir a la cama con esto
—murmuré, mirando hacia mi ropa.
Yunho asintió y me puso de pie, pero casi no podía
mantenerme, y sentía como si mis piernas estuvieran estropeándose. Yunho puso
un brazo alrededor de mi cintura, sosteniendo, ayudándome.
Quité el botón de mi camisa y la comencé a sacar
por mi cabeza, pero me enredé en el proceso y empecé a reír. Lo oí suspirar,
mientras me empujaba para que me sentara en la cama y me lo quitó.
Cuando lo miré, vi que tenía una expresión
divertida en su rostro. Me puse hacia atrás y me desabroché los shorts,
levantando mis caderas mientras bajaban por mi trasero; él los tomó y los jaló
hacia abajo lentamente, mientras me acostaba en ropa interior. Él mantuvo en el
aire mis piernas, mientras me quitaba uno por uno mis tenis.
—Bonito —ronroneó, mirándome con su sonrisa marca
registrada, pero no me importó; sólo me quedé ahí, riendo, hasta que mi
estómago me sacudió de nuevo.
— ¡Oh, no! —jadeé, tratando de sentarme, sujetando
una mano sobre mi boca.
Rápido como un rayo, me levantó y me llevó de
nuevo al baño, sosteniendo mi cabello de nuevo y frotando mi espalda mientras
mi estómago se vaciaba.
Después de haber cepillado mis dientes de nuevo,
se quitó su camisa y la puso sobre mi cabeza.
—Aquí hay otra para añadir a tu colección de
camisas —dijo con una sonrisa fácil, mientras me levantaba, me llevó hacia la
cama.
Yunho caminó hacia la puerta. Pensé que iba a
salir y volver a la fiesta, pero no lo hizo, simplemente cerró la puerta y se
quitó sus jeans, subiendo a la cama junto a mí. Todavía podía oír la fiesta en
el exterior.
Yunho envolvió sus brazos alrededor de mí y me
movió hacia su pecho. No podía dejar de pensar en el tipo que me besó en la
cocina. Antes de que supiera que estaba pasando, estaba llorando.
— ¿Cuál es el problema, Ángel? —preguntó,
mirándome desconcertado.
— ¡Ese imbécil se robó mi primer beso! —gemí. Yunho
se echó a reír y me sentí aún peor. ¡No podía creer que se estaba riendo de
mí!—. ¡No es gracioso, Yunho! El primer beso es importante. Sólo porque seas
una clase de súper puto al que no le importa, y probablemente no recuerda su
primer beso, no significa que las pequeñas cosas no son importantes —dije, con
rabia, golpeando su pecho.
—Ángel, cálmate. Él no te robó tu primer beso
—dijo, seriamente, mirando directamente a sus ojos, haciéndome sentir ingravidez
con sus estúpidos ojos a de prostituto.
— ¿De qué estás hablando? ¡Él lo hizo! Él sólo me
besó y me lo robó —gruñí, con una lágrima cayendo de mi ojo. Él la limpió con
su pulgar y sacudió su cabeza.
—Sí, él sólo te besó, pero ese no fue tu primer
beso. Yo lo fui hace mucho tiempo —explicó, con una media sonrisa que hacía que
su rostro pareciera hermoso.
¿De qué diablos estaba hablando? Nunca
me había besado. Fruncí el ceño, tratando de recordar.
— ¿Recuerdas cuando me lastimé al caer de ese
árbol en mi jardín? Tenía trece años y mi maldita pierna me dolía demasiado, y
me preguntaste que podías hacer para que el dolor se fuera. —Él cerró sus ojos
y sacudió la cabeza con el recuerdo, con una pequeña sonrisa en la comisura de
sus labios.
Di un grito ahogado. Oh, dios mío. ¡Eso es verdad!
Él me pidió que lo besara y eso hice, bueno, dos veces en realidad. Dijo que
todavía estaba doliéndole y me pidió que lo besara de nuevo. Justo después de
eso, Changmin salió de la casa y nos sorprendió. Le dio un puñetazo en el
rostro a Yunho por eso.
Oh, mierda. ¡Yunho tenía mi primer beso! No estaba
seguro de cómo sentirme sobre eso, fue realmente agradable esa vez. Él estaba
siendo muy dulce ese día, estaba subiendo al árbol para bajar mi pelota que
había quedado atrapada ahí. Supongo que eso era bueno, al menos si Yunho tenía
mi primer beso, significaba que no fue robado por un imbécil mientras estaba
borracho en una fiesta.
Le sonreí y me devolvió la sonrisa.
—Ese también fue mi primer beso, y aún lo recuerdo
—dijo en voz baja, guiñando un ojo en broma.
—Bueno, has tenido muchos desde entonces, y algo
más —afirme, refiriéndome a todas las chicas y chicos con los que se ha
acostado.
—Sí, pero ese es todavía el primero y el mejor
—susurró, besando la parte superior de mi cabeza y tirando de sus brazos a mí
alrededor, metiendo mi cabeza en el hueco de su cuello.
Sólo nos quedamos en silencio; no sabía que decir,
así que me quedé callado.
Después de un rato, todavía estaba despierto por
el ruido que llegaba de la fiesta. Eran como la una de la mañana, así que
probablemente se prologaría por lo menos una hora. Me di la vuelta para ver a Yunho
observándome.
—Tampoco puedes dormir, ¿eh? —preguntó, sonriendo.
Negué con la cabeza.
— ¿Por qué no sales y sacas provecho a la fiesta?
No tiene sentido que estemos aquí despiertos. —Me alejé de él para que pudiera
salir de la cama.
Pero él negó con su cabeza y me jaló de nuevo a su
pecho.
—Estoy bien donde estoy.
Después de aproximadamente media hora, levanté mi
cabeza y lo miré, se había quedado dormido y se veía tan tranquilo y dulce, y
sin mencionar sexy. Prefiero nunca mirarlo de esta manera.
Sabía que él era guapísimo y tenía un
cuerpo impresionante, pero nunca se me había ocurrido mirarlo así. Mis ojos se
movieron hacia su pecho. Él estaba realmente increíble y tenía abdominales
perfectos.
Acerqué uno de mis dedos y tracé las líneas de sus
músculos en su estómago, sólo preguntándome cómo se sentiría.
Él se estremeció.
—Me siento un poco violado —afirmó, haciéndome
saltar y alejar mi mano rápidamente.
Me reí porque había sido sorprendido.
—Bienvenido a mi mundo, me haces sentir así todo
el tiempo. —Me encogí de hombros.
—Supongo que sí, lo siento —dijo, casualmente.
Inmediatamente me pregunté por qué él no era así todo el tiempo; sí lo fuera,
probablemente estaría enamorado de él como las demás chicos lo estaban. —Oye,
viendo que no podemos dormir... ¿Qué te parecer jugar? —sugirió en tono
emocionado, lo que era probablemente una mala señal.
Puse mis ojos en blanco, tratando de no pensar en
los estúpidos juegos que él propondría.
—No estoy jugando contigo; será algo como un juego
de quitarse la ropa, o algo que implicará que me veas desnudo —dije, frunciendo
el ceño y haciendo una mueca con los labios.
Yunho se rió y tomó mi labio inferior entre su
pulgar y dedo índice.
—Sin pucheros, Ángel. Si el viento cambia te
quedarás atascado así —bromeó, corriendo su pulgar por mi labio.
El movimiento me hizo agua por alguna razón. Saqué
mi lengua y lamí su pulgar en broma, esperando que él se alejara y me dijera
que era asqueroso. Pero no lo hizo. En cambio, un pequeño gemido surgió de su
garganta. El sonido hizo que algo muy profundo dentro de mí cosquilleara y
palpitara.
Movió su cabeza cerca de la mía y luego se detuvo,
sus labios estaban a pocos milímetros de los míos. No podía respirar, mi
corazón estaba acelerado, pero no era el usual miedo que tenía, era porque quería
que me besara. Él pareciera estar esperando que le diera una señal para
decir que estaba bien.
Tragué saliva y cerré la distancia, presionando
mis labios a los suyos ligeramente. Se sentía como si él me diera un shock, mi
cuerpo empezó a temblar y vibrar con la necesidad de él tocándome. Un millón de
mariposas parecían alzar el vuelo en mi estómago, pero sabía que no era causado
por el alcohol.
Respondió de inmediato, acercándome a él y
recorriendo mi espalda con sus manos. Levanté mis brazos y los puse alrededor
de su cuello, enredando mis dedos en su cabello castaño y sedoso. Sus labios
eran suaves y encajaban perfectamente en los míos. Él chupó suavemente mi labio
inferior y abrí mi boca, sin realmente saber que esperar de mi primer beso
adecuado.
Deslizó su lengua en mi boca y masajeó la mía con
ternura. El sabor de él era increíble mientras exploraba mi boca entera. Todo
mi cuerpo estaba quemando, queriendo más…
De repente, se apartó, haciéndome gemir y me
pregunté en que me había equivocado. Él levantó la cabeza a mi puerta,
apretando su mano sobre mi boca para mantenerme callado.
—Grita que estás bien —susurró. Lo miré,
confundido.
— ¡Jaejoong! ¡Abre la puerta! —gritó Changmin,
golpeando la puerta con fuerza.
Yunho asintió con la cabeza y me retiró su mano de
mi boca. Me aclaré rápidamente la garganta.
—Changmin, estoy bien. Estoy cansado, así que vete
—grité, tratando de hacer mi voz sonar enojada.
—Jae, ¿Has visto a Yunho? —preguntó Changmin, a
través de la puerta. Miré a Yunho, horrorizado. ¿Qué diablos se supone que
tengo que responder a eso? Sí, en realidad está en la cama conmigo, medio
desnudo, y acabo de tener mi lengua en su garganta. Ahora te puedes ir, que
estás interrumpiendo. Sí, no creo que eso le agradaría mucho a mi hermano.
—Me fui a casa —susurró Yunho, asintiendo con la
cabeza alentadoramente.
—Dijo que se iba a casa, Changmin. Ahora vete
—grité, mordiéndome los labios y esperando que él se lo hubiera creído. Yunho inclinó
su cabeza hacia abajo y sentí sus suaves labios de nuevo en los míos,
alejándose con un suspiro cuando Changmin volvio a gritar.
—Jaejoong, ¿estás bien? Suenas un poco extraño.
Me reí.
—Sí. Me enfermé así que vine a la cama, pero ahora
estoy bien. Te veré en la mañana. Oh, y por cierto, no voy a limpiar, así que
necesitas hacerlo todo —bromeé, sonriendo ante la idea de que él limpiara toda
la casa solo.
—Lo que sea, Jae, ambos sabemos que me ayudarás de
todos modos —dijo Changmin, riendo.
Miré hacia Yunho, que sonreía con su hermosa
sonrisa y presionó sus labios contra los míos de nuevo, haciendo que el
cosquilleo volviera al instante.
Su mano se deslizó lentamente por mi lado mientras
su lengua regresaba a mi boca, su sabor en mis papilas gustativas. Él llegó a
la parte inferior de la camisa que usaba y deslizó su mano por debajo,
recorriendo mi muslo con su mano y tocando mi cadera. Sus dedos trazaron lo
largo del material de la tanga, de modo que su mano estaba en mi trasero.
Mi piel parecía arder dónde me tocaba.
Fue en ese momento que regresé en mí mismo. Esto
era demasiado rápido. Moví mi cabeza hacia atrás y saqué su mano para que
dejara de moverse.
—Oh, lo siento. Demasiado rápido, ¿cierto?
—preguntó, un poco culpable. Asentí con la cabeza, tratando de recuperar el
aliento y calmar a mi cuerpo—. Está bien, Ángel. Vamos a dormir, entonces
—sugirió, con una gran sonrisa.
Se alejó un poco de mí y se recostó,
jalándome a su lado.
Puse mi cabeza en su pecho y colgué mi pierna
sobre él y mis brazos en su cintura. Él se agachó y tomó mi mano, entrelazando
nuestros dedos.
Sus labios rozaron la parte superior de mi cabeza
y cerré los ojos, sintiéndome más feliz de lo que había estado por mucho
tiempo.
Justo
antes de dormir tuve una horrible sensación de que esto era un error que
terminaría pagando por la mañana. Quiero decir, estaba con el mejor amigo de mi
hermano, que era un total prostituto, y que sólo se preocupaba por él mismo.
Jaaaa e.e jae bien q desea a yunho se dan un super beso con todo y manoseo y ahora sale q es un prostituto xD
ResponderEliminarChangmin es sobreprotector, q mas viene para el yunjae??
awww YunHo recuerda su primer beso que por "casualidades" de la vida compartio con Jaejoong *-*
ResponderEliminarese beso que se dieron en la fiesta estuvo a punto de pasar a la siguiente etapa y yo moría por leerlo TOT pero no importa!
Jaejoong aún tiene que superar su trauma de niñez y creo que YunHo puede ayudarlo *0*
Oh dios, si eso es amistad para el yunjae, ya quiero leer cuando de verdad estén involucrados jiji .. espero que esa horrible sensación de jae no sea nada grave, pues empezando por chagmin siendo este demasiado protector u.u ; pero si yunho ... es todo una monada cuan esta con jae, pues el aun recuerda el primer beso que tuvo con jae... ¬¬ y este ya lo había olvidado ... espero saber pronto que pasara con este parejita ñam~
ResponderEliminarGracias unnie <3
ambos disfrutaron de esas caricias *q* infaltable el famoso mariposeo estomacal XD y jae ahora dice q esta con el prostituto amigo de su b hermano. prostituto pero con el solo con el *w*
ResponderEliminarHola;
ResponderEliminarWow,yo sabia que algo haya de suceder en esa fiesta;ahora,lo que pasará? Creo que las cosas no seran tan siemples cuanto parece o_o.
Esa historia es muy dulce.Estoy muy curiosa para ler los próximos capitulos ^_-.
Un abrazo y matta ne.
Hanajima-san.
>< ya un besoooo ,ahora ya no se podran resistir >,>
ResponderEliminarchangmin tendra que entender que ellos se amen owww espero que todo vaya bien ><
jajaj pobre Jae con el hermano q tiene xD
ResponderEliminaruff enamorado de un zorro ? waaaaaaa pero se nota que yunho esta
enamorado de el *-*
Aww su primer beso fue con Yunho cuando este tenía 13 y Jae 11... Tan tiernos...
ResponderEliminarChangmin es muy protector hehe..
Yunho y Jae se besaron aww... Espero q su relación mejore y no empeore
yunho fue mus astuto para ganarse como se vestía jaejoong que pervertido es el yunnie XD! mori cuando dijo " Creo que es muy sexy que un chico vista ropa de su hombre " eso fue tan.... *Q*
ResponderEliminarchangmin creo que exagera con cuidar de su hermanito jaejoong que ya esta grande
ese atrevido Jang se aprovecho del estado de jaejoong y lo beso que horror se paso (`ー´) , jae estaba triste pensando que fue su primer beso pero menos mal que el primero fue con yunho <3
yunho se gano con la tanga de jaejoong ><
Jajaj el berrinche por el primer beso robado y la mera hora sale que siempre si fue con YH xD
ResponderEliminarCreí q tardarían más en llegar más lejos"
ajjajajaj cada vez que Jae llama a Yunho prostituto me muero de la risa... se pasan... asi se demuestran su amor :) por fin se le hizo a Yunho :)
ResponderEliminarJae llorando que le robaron su primer beso cuando fue su Yunho quien lo beso primero... que lindos :) gracias por el capitulo
Al fin Jae empezó a sentir algo mas por Yunho, pues aunque siempre han estado juntos hasta ahora empiezan ha aflorar un sentimiento por él a parte de la amistad. Min siempre a sido sobreprotector con Jae por el padre violento que tenían y más dezpués del intento de violación más y además de la fama de Yunho no ayuda para que en determinado momento Min acepte se acerque a Jae.
ResponderEliminarGracias!!!
Kyaaa al fin un beso, quien iba a imaginar que los dos eran su primer beso. Ahh Min debe de aceptar a Yun, él en verdad quiere a su hermano. Ojala que Yun no haga ninguna tonteria y malogre el buen momento que tienen.
ResponderEliminarGracias por compartir.
No, no por favor, no malos presentimientos. 😭😭😭
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