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El chico que se escabulle... Capitulo 4

Capítulo 4


Después de cenar, Changmin y Yunho salieron a buscar bebidas para la fiesta como siempre. Así que aproveché la oportunidad de tomar un agradable baño, haciéndome sentir relajado y fresco. Gruñí ante el pensamiento de otra fiesta. Ellos no se ponían salvajes o algo por el estilo, pero se quedarían hasta por lo menos las dos o tres de la mañana. Encima de la falta de sueño, habría un gran desastre que limpiar en la mañana, tanto dentro como fuera.
Me sequé y me envolví en una toalla. Cuando di un paso fuera del baño, choqué directo contra Yunho. Sus manos se extendieron para sostenerme, agarrando mi muñeca para que no me cayera. Apreté la toalla más fuerte y traté de calmar a mi acelerado corazón.
—Wow, me gusta tu atuendo —dijo, mirándome de arriba a abajo lentamente. Retiré sus manos de mí y entré pisoteando a mi habitación, azotando la puerta al pasar.
Tan pronto la puerta se cerró, él tocó.
— ¿Qué, Yunho? —pregunté amargamente a través de la puerta cerrada.
—Ángel, abre la puerta por favor —pidió, agarrando el pomo.
—Yunho, ¿podrías simplemente irte? En serio, ¡no estoy vestido! —Fruncí el ceño y pisé mi pie, y de inmediato me sonrojé y le di gracias a Dios de que él estuviera del otro lado de la puerta y no pudiera verme.
—Ángel, ¿por favor? —rogó.
Me encogí de hombros. Odiaba cuando usaba ese tonito de voz. Era su voz de hora-de-dormir a la que tenía problemas para decirle que no. Arrastré la puerta abriéndola y Yunho me sonrió mientras me pasaba dentro de mi cuarto.
—Bien, ¿qué demonios quieres? —pregunté, caminando hacia mi armario para sacar mi camiseta favorita de las de Yunho que encontré en la lavadora. Me la puse, teniendo cuidado de mantener la toalla firmemente enrollada contra mí.
—Hey, me preguntaba dónde estaba esa camiseta —dijo, asintiendo frente a mi camisa.
Jadeé pensando que me pediría que se la regresara. Era mi camiseta favorita. Me la ponía cada vez que comenzaba a sentirme vago y descansado alrededor de la casa.
—No te la regresaré, adoro esta camisa —dije, sacudiendo mi mano en un gesto desdeñoso.
—Es justo. De todas maneras luce mejor en ti —replicó, con una sonrisa, mirando mis piernas.
Suspiré exasperado. ¿Por qué tenía que ser tan coqueto?
—En serio, ¿qué quieres? —repetí, caminando hacia la puerta y colocando mi mano en la manilla, listo para patear su trasero si hacía algún otro comentario coqueto.
—Sólo quería dejar mis cosas. Un cambio de ropa y algunas cosas para mañana, dado que pasaré la noche aquí. —Se encogió de hombros, soltando su bolsa en mi cama.
— ¿Y no podías simplemente dármela en lugar de entrar aquí? —pregunté con rabia. ¿Por qué tenía que hacerlo todo tan difícil?
—Podía haberlo hecho, pero me habría perdido el placer de ver tu ardiente trasero en mi camiseta. Creo que es muy sexy que un chico vista ropa de su hombre —ronroneó, escrutándome de nuevo, lo que me hizo estremecer.
Arrastré la puerta abriéndola y lo miré.
— ¡Tú no eres mi hombre, así que lárgate! —le solté.
—Lo que digas, Ángel. —Se rió entre dientes y se fue, no sin antes dispararme su sonrisa coqueta.
Sequé mi cabello alisándolo y me apliqué maquillaje. De nuevo, casi nunca usaba maquillaje, ni siquiera en fiestas, así que sólo apliqué un poco de sombra, algo de mascara y cambié mi brillo de labios transparente por uno rosado. Me puse mi tanga azul media noche y miré a través de mi armario. Las fiestas en nuestra casa siempre eran increíblemente calientes. Changmin y Yunho prácticamente invitaban a toda la escuela y todo el mundo venía, haciendo que todo el mundo estuviera acalorado y sudoroso por lo que no podía ponerme muchas capas. Tome un par de pantaloncillos bastante cortos de color negro y una camiseta tipo tanque, luego me deslicé en mis tenis. Me miré en el espejo. Tenía una linda figura, tonificada, delgada y curvas en los lugares adecuados. Había salido a mi mamá, con largas piernas, estrecha cintura. No era el chico más atractivo del lugar, pero estaba feliz conmigo mismo y eso era todo lo que me importaba.
A Changmin no le gustaría este atuendo. Probablemente estaba mostrando demasiada piel para su gusto, a pesar de que estaba completamente cubierto —y comparado con las sanguijuelas que él y Yunho solían tener enganchadas alrededor, parecía un monje. Consideré brevemente el cambiarme de ropa antes de decidir lo contrario, no estaría acalorado, todo sudado y vistiendo jeans sólo porque a él no le gustara que los hombres miraran a su hermanito.
Esperé hasta que la fiesta estuviera encendida, de manera que Changmin no me dijera que me cambiara como si fuera un niño pequeño, en frente de todos. Debían haber estado bebiendo por una hora —era patético. Changmin me notó y me dio la mirada de la muerte que corría en la familia y me señaló que me regresara a mi habitación, modulándome la palabra “cambio”. Negué con la cabeza y le sonreí dulcemente, mezclándome entre la gente de la fiesta, llegando rápidamente al otro extremo del salón para que no pudiera ver donde estaba.
—Hola Tae Seon —dije, mientras me plantaba cerca de uno de mis mejores amigos.
—Hey chico. Wow, luces ardiente esta noche —dijo mirándome, pero no de la manera pervertida en la que los chicos estaban acostumbrados a hacerlo. Tae Seon y yo habíamos sido amigos por mucho tiempo, él había estado saliendo con el mismo chico por los últimos dos años y estaba completamente embobado por él, lo que resultaba realmente dulce.
—Gracias, tú también luces bien —repliqué, sintiendo y buscando alrededor a mis otros amigos—. ¿Dónde están Junsu y Geon? —pregunté arrugando mi frente. Ellos nunca se pierden estas fiestas, para ellos, eran solo una excusa para pasearse en frente de todos los chicos guapos de la escuela, sobre todo Changmin y Yunho.
—Están tratando con tu hermano —estableció, señalando a la cocina y riendo.
Miré hacia donde estaba apuntando, para ver a Junsu y Geon riendo incontrolablemente por algo que Changmin había dicho. Junsu tenía su mano en el brazo de él y Geon estaba presionado a su lado. Changmin lucía completamente desinteresado pero disfrutaba la atención, como siempre. Estaba acostumbrado a que ellos dos estuvieran atentos a cada una de sus palabras, cada vez que venían a mi casa coqueteaban con él descaradamente y se paseaba por allí sin camisa, riendo ante sus lujuriosas expresiones.
Rodé mis ojos y regresé mi atención a Tae Seon.
— ¿No está Hyun Min esta noche? —pregunté, escaneando la habitación buscándolo.
Justo en ese momento, alguien me agarró desde atrás. Deje salir un pequeño grito antes de que hablara y me diera cuenta de que era Yunho.
—Luces increíble, pero definitivamente prefiero la toalla —dijo seductoramente en mi oído. Su aliento caliente debajo de mi cuello, haciéndome estremecer. Podía oler la cerveza en su aliento, pero él nunca se emborrachaba. Changmin lo hacía, pero Yunho siempre parecía ser el que mantenía el control en caso de que las cosas se le salieran de las manos.
—Piérdete —gruñí, volteándome para caminar hacia la cocina. Todavía no había obtenido una bebida.
— ¡Hey Ángel, espérame! —dijo, agarrando mi mano mientras continuaba mi camino entre la multitud de gente besándose y apretujándose unos contra otros.
Cuando llegué a la cocina, lo que me dio la bienvenida fue la visión de una chica acostada sobre el mostrador de la cocina y dos chicos tomando shots de su cuerpo. Reconocí a la chica fácilmente por su cabello rojo y su falta de ropa. Soo Ae.
Dejó salir un grito entusiasmado cuando entré.
—Yunho, ven nene, toma un trago de mi cuerpo —ronroneó seductoramente.
Yunho apretó mi mano más duro y me hizo una cara de cachorrito, pidiendo ayuda —simplemente me reí y lo presioné hacia ella.
—Anda, Yunho, dale a la chica lo que quiere, tú sabes que quieres tomar uno de esos tragos. —Me burlé, riendo histéricamente ante su expresión horrorizada, la cual rápidamente se transformó en una sonrisa de satisfacción.
Agarró mis caderas y me subió al mostrador, dando un paso entre mis piernas de manera de que nuestras caras quedaran a centímetros de distancia.
—En realidad si lo quiero. Acuéstate para mi entonces, Ángel. —Me dio una sonrisa maliciosa, pero sabía que sólo estaba jugando.
—Jung Yunho, ¡saca tus coquetas manos de prostituto de mí, ahora! —Le grité en un susurro, lo que lo hizo reír de nuevo. Simplemente negó con su cabeza, luciendo divertido y dando un paso hacia atrás, halándome un poco del mostrador para establecerme de nuevo sobre mis pies.
Tomé un vaso y me serví tres cuartas partes de vodka y le agregué un chorrito de jugo de naranja, preparando un trago de vodka que me tomé de una vez.
—Ángel, tómalo con calma, ¿sí? —Frunció el ceño ante mi trago, sacudiendo la cabeza con preocupación.
—De ninguna manera. Me voy a emborrachar esta noche y no habrá forma de que ordene nada mañana. —Le di unas palmaditas en su pecho y caminé de nuevo hacia mis amigos.
Después de unas cuantas horas, estaba bastante borracho. No me sentía muy estable sobre mis pies, pero continué bailando con mis amigos de todas formas. Yunho estaba conversando con alguno de sus compañeros de equipo no muy lejos de mí y continuaba mirándome.
— ¡En serio, Yunho se está fijando en ti! —chilló Junsu en mis oídos por quinta vez.
— ¡No lo hace! No seas estúpido, Junsu, probablemente está asegurándose de que no vomite, pues le toca limpiar mañana. —Terminé mi bebida y solté mi vaso en la alfombra. Ja, ¡Qué limpien eso en la mañana porque yo no! Comencé a reír histéricamente, lo que hizo que Junsu también riera.
—Voy a buscar otro trago —dije por encima de la música.
La canción cambió a “Ella es como una estrella”, de “Taio Cruz”, la cual es la canción favorita de Yunho. Sentí a alguien agarrando mi mano y miré hacia atrás para encontrar a Yunho sonriéndome, una sonrisa de las verdaderas y no pude evitar sonreírle de vuelta.
—Baila conmigo Ángel —dijo, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
Estaba tan ebrio en ese momento que no me importaba estar bailando con Yunho; enrollé mis brazos a su alrededor y apoyé la cara en su cuello. Olía sorprendentemente bien, por lo que me pregunté a qué sabría si lo lamía. Espera, ¿acabo de pensar en lamer a Yunho como si fuera un helado o algo? Me eché a reír de mi propia idiotez. Yunho me alejó un poco y puso cara de “¿Qué diablos?” lo cual me divirtió todavía más. Rodó sus ojos y sacudió su cabeza, luciendo divertido mientras presionaba su cuerpo contra el mío. La canción no era lenta en realidad, por lo que nos balanceábamos bastante rápido y medio frotándonos el uno contra el otro. Adoro bailar y él era bastante bueno en eso, nuestros cuerpos parecían encajar perfectamente.
Pude sentirlo excitarse pero no me importó. Yunho había estado presionando sus erecciones contra mí desde que yo tenía doce y él catorce. Se despierta con una todas las mañanas y la mayoría de las veces también tiene una cuando se queda dormido. Simplemente lo ignoré. Fue raro la primera vez que pasó y de verdad me volvió como loco. Esa mañana se había ido, tan avergonzado que casi lloraba, por lo que le contó a su padre lo que le había pasado y luego vino la noche siguiente a decirme que era normal que eso sucediera porque estaba creciendo y su cuerpo estaba todo lleno de hormonas. Nunca supe si era verdad o no, pero no tenía ninguna razón para dudarlo. Fue embarazoso por un mes o dos, pero luego se convirtió en broma por cierto tiempo y ahora lo ignorábamos completamente. Él se separó un poco para mirarme y darme una de sus agradables sonrisas, por lo que mi boca se curvó devolviéndole una sonrisa. En realidad lucía muy lindo cuando sonreía así y resultaba divertido que me acabara de dar cuenta de eso, dado que lo conocía desde siempre.
Changmin apareció de la nada.
—Amigo, ¿qué demonios? ¡Es mi hermanito! —le gritó a Yunho, agarrando fuertemente su brazo y empujándolo lejos de mi.
—Changmin, hombre, en serio, solo estoy bailando con él, ¡esa es su canción! —dijo Yunho, luciendo realmente enfadado.
—Yunho, necesitas permanecer lejos de mi hermano, sólo tiene dieciséis. Sabes por todo lo que ha pasado. ¡No necesita a un tipo como tu persiguiéndolo! —le replicó Changmin, dando un paso adelante y enfrentando a Yunho. Podía decir que estaba borracho por el pequeño toque de rojo en sus orejas, que siempre lo delataban.
— ¡Nunca lo lastimaría! —gruñó Yunho, sus pechos casi tocándose.
— ¡Me importa una mierda! ¡Te digo que te mantengas lejos! —gritó Changmin.
Sólo me encogí de hombros y los dejé en eso, no necesitaba atestiguar su pelea, de cualquier manera, ellos se arreglarían en un par de minutos, siempre lo hacían. Mientras di la vuelta en la esquina hacia la cocina, choqué con un chico que no conocía. Era quizás un poco mayor que yo, probablemente de la edad de Changmin y era realmente apuesto. Tenía cabello negro un poco alborotado, cayendo sobre su frente y prácticamente cubriendo uno de sus ojos. Sonrió y sostuvo mi cintura tratando de estabilizarme mientras lo miraba. Inmediatamente di un respingo dado que él estaba tocándome, pero no demasiado fuerte porque los tragos habían adormecido parte de mi cerebro.
—Bien, hola —ronroneó con una voz sexy
—Hola. —Sonreí. Ya había quitado sus manos de mi cintura, así que di un paso atrás para recuperar un poco de espacio personal.
—Soy Jang. —Sonrió, y cuando lo hizo me di cuenta de que se le formaban unos hoyuelos realmente lindos.
—Jaejoong —contesté sin apartar la mirada de su rostro. Era realmente guapo. No lo reconocía de la escuela—. ¿No eres estudiante de nuestra escuela verdad? —pregunté curioso de por qué nadie lo conocía si estaba en la fiesta.
Sacudió su cabeza y sonrió.
—No. En realidad estoy buscando a mi hermanita, pero no puedo encontrarla.
— ¿Ah, sí? ¿Quién es tu hermana? —pregunté frunciendo el entrecejo; puedo decirte que alguien tiene como hermano un culo caliente.
—Soo Ae —afirmó. No pude evitar la reacción natural de mi cuerpo. Arrugué un poco la nariz, lo cual lo hizo reír—. No eres un gran fanático, ¿no? —preguntó, todavía riendo.
—Oh… eh… Lo siento —balbuceé, mirándolo en tono de disculpa y sonrojándome como loco. ¡No puedo creer que le hice esa cara a su hermana! ¡Qué idiota!
—No te preocupes por eso. Sé que puede llegar a ser un dolor en el trasero.
—Entonces, ¿quieres que te ayude a encontrarla? —Le ofrecí, mirando alrededor de la cocina buscándola. Nop, no está aquí. Me reí al recordar que acababa de salir de la cocina, así que ¡por supuesto que no estaba allí!
—Nah, ya aparecerá. ¿Qué tal si en vez de eso nos tomamos un trago? —sugirió, asintiendo hacia el mostrador de las bebidas.
—Si, seguro. —Sonreí mientras él agarraba dos vasos y una botella de Jack Daniels.
Nos tomamos un par de tragos de eso hasta que me di cuenta que estaba realmente borracho. Me apoyé sobre él pesadamente mientras charlábamos y reíamos sobre cosas al azar que realmente no parecían tener sentido para mí. De repente, me presionó contra el mostrador de la cocina y presionó su cuerpo contra el mío. El pánico familiar comenzó a levantarse mientras mi corazón se aceleraba, él acercaba su cabeza lentamente hacia la mía. Sentí mi boca secarse. Santa mierda. ¡Iba a besarme! ¿Quería eso? ¿Qué pasaría si ponía sus manos sobre mí o algo? Mi mente estaba girando de un pensamiento a otro tan rápido que no podía seguirles el ritmo.
Di un grito ahogado y retiré mi cabeza para atrás, golpeándome con el gabinete detrás de mí lo suficientemente fuerte como para hacer que mis ojos se llenaran de lágrimas. Él negó con la cabeza, mirándome un poco desconcertado y luego chocó sus labios contra los míos. Gemí y empujé su pecho, tratando de alejarlo de mí, pero sus manos estaban sujetando la parte de atrás de mi cuello sosteniéndome en el lugar mientras lo sentía lamiendo mi labio inferior. Apreté mi boca tan cerrada como pude, pero él no se movió. Empecé a volverme loco, literalmente podía sentir el ataque de pánico tomando lugar mientras mi corazón se estrellaba en mis oídos.
La siguiente cosa que sé, es que se ha alejado. Levanté la mirada, desconcertado, para ver a Yunho recargado sobre la pared, su brazo cruzando sobre su garganta. Se veía tan enojado, que realmente comencé a sentir pena por el chico, quién ahora estaba empezando a cambiar de tono a un rojo de no ser capaz de respirar.
— ¡No lo toques, maldita sea! ¿Crees que puedes simplemente entrar como si tal cosa y darle un beso a pesar de que él no quería? —gruñó Yunho con enojo.
Comencé a sentirme enfermo, literalmente enfermo. Me puse de pie y me tambaleé hacia mi baño, donde vomité lo que parecía ser varios litros de vodka. Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme, cuando me apoyé en las piernas de alguien. No me asusté, podía oler su loción. Sabía que era Yunho.
— ¿Estás bien? —preguntó, con voz simpática. Pero no pude responderle, sólo me incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de vodka. ¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!
Yunho, bendito sea, me frotaba pequeños círculos en mi espalda y sostenía mi cabello. Después de unos minutos, me sentí mucho mejor.
— ¿Quieres ir a la cama? —preguntó, mirándome preocupado.
Asentí con la cabeza.
—Sí, sólo quiero cepillarme los dientes.
Me esforcé por levantarme del piso del baño, pero estaba tan descoordinado que no funcionó muy bien. Yunho sonrió y se inclinó, deslizando sus brazos debajo de mí y levantándome fácilmente, como si no pesara nada.
Me senté en la siguiente sección, junto al lavamanos. Tomé el cepillo de dientes y le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé mis dientes, asegurándome que todo el sabor a alcohol se había ido.
— ¿A la cama? —preguntó, cuando había terminado. Asentí con la cabeza, y me levantó al estilo nupcial y me llevó de vuelta a mi habitación. Había quitado los cobertores y estaba a punto de dejarme en la cama, cuando recordé que todavía llevaba mi ropa de fiesta.
— ¡Espera! No quiero ir a la cama con esto —murmuré, mirando hacia mi ropa.
Yunho asintió y me puso de pie, pero casi no podía mantenerme, y sentía como si mis piernas estuvieran estropeándose. Yunho puso un brazo alrededor de mi cintura, sosteniendo, ayudándome.
Quité el botón de mi camisa y la comencé a sacar por mi cabeza, pero me enredé en el proceso y empecé a reír. Lo oí suspirar, mientras me empujaba para que me sentara en la cama y me lo quitó.
Cuando lo miré, vi que tenía una expresión divertida en su rostro. Me puse hacia atrás y me desabroché los shorts, levantando mis caderas mientras bajaban por mi trasero; él los tomó y los jaló hacia abajo lentamente, mientras me acostaba en ropa interior. Él mantuvo en el aire mis piernas, mientras me quitaba uno por uno mis tenis.
—Bonito —ronroneó, mirándome con su sonrisa marca registrada, pero no me importó; sólo me quedé ahí, riendo, hasta que mi estómago me sacudió de nuevo.
— ¡Oh, no! —jadeé, tratando de sentarme, sujetando una mano sobre mi boca.
Rápido como un rayo, me levantó y me llevó de nuevo al baño, sosteniendo mi cabello de nuevo y frotando mi espalda mientras mi estómago se vaciaba.
Después de haber cepillado mis dientes de nuevo, se quitó su camisa y la puso sobre mi cabeza.
—Aquí hay otra para añadir a tu colección de camisas —dijo con una sonrisa fácil, mientras me levantaba, me llevó hacia la cama.
Yunho caminó hacia la puerta. Pensé que iba a salir y volver a la fiesta, pero no lo hizo, simplemente cerró la puerta y se quitó sus jeans, subiendo a la cama junto a mí. Todavía podía oír la fiesta en el exterior.
Yunho envolvió sus brazos alrededor de mí y me movió hacia su pecho. No podía dejar de pensar en el tipo que me besó en la cocina. Antes de que supiera que estaba pasando, estaba llorando.
— ¿Cuál es el problema, Ángel? —preguntó, mirándome desconcertado.
— ¡Ese imbécil se robó mi primer beso! —gemí. Yunho se echó a reír y me sentí aún peor. ¡No podía creer que se estaba riendo de mí!—. ¡No es gracioso, Yunho! El primer beso es importante. Sólo porque seas una clase de súper puto al que no le importa, y probablemente no recuerda su primer beso, no significa que las pequeñas cosas no son importantes —dije, con rabia, golpeando su pecho.
—Ángel, cálmate. Él no te robó tu primer beso —dijo, seriamente, mirando directamente a sus ojos, haciéndome sentir ingravidez con sus estúpidos ojos a de prostituto.
— ¿De qué estás hablando? ¡Él lo hizo! Él sólo me besó y me lo robó —gruñí, con una lágrima cayendo de mi ojo. Él la limpió con su pulgar y sacudió su cabeza.
—Sí, él sólo te besó, pero ese no fue tu primer beso. Yo lo fui hace mucho tiempo —explicó, con una media sonrisa que hacía que su rostro pareciera hermoso.
¿De qué diablos estaba hablando? Nunca me había besado. Fruncí el ceño, tratando de recordar.
— ¿Recuerdas cuando me lastimé al caer de ese árbol en mi jardín? Tenía trece años y mi maldita pierna me dolía demasiado, y me preguntaste que podías hacer para que el dolor se fuera. —Él cerró sus ojos y sacudió la cabeza con el recuerdo, con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.
Di un grito ahogado. Oh, dios mío. ¡Eso es verdad! Él me pidió que lo besara y eso hice, bueno, dos veces en realidad. Dijo que todavía estaba doliéndole y me pidió que lo besara de nuevo. Justo después de eso, Changmin salió de la casa y nos sorprendió. Le dio un puñetazo en el rostro a Yunho por eso.
Oh, mierda. ¡Yunho tenía mi primer beso! No estaba seguro de cómo sentirme sobre eso, fue realmente agradable esa vez. Él estaba siendo muy dulce ese día, estaba subiendo al árbol para bajar mi pelota que había quedado atrapada ahí. Supongo que eso era bueno, al menos si Yunho tenía mi primer beso, significaba que no fue robado por un imbécil mientras estaba borracho en una fiesta.
Le sonreí y me devolvió la sonrisa.
—Ese también fue mi primer beso, y aún lo recuerdo —dijo en voz baja, guiñando un ojo en broma.
—Bueno, has tenido muchos desde entonces, y algo más —afirme, refiriéndome a todas las chicas y chicos con los que se ha acostado.
—Sí, pero ese es todavía el primero y el mejor —susurró, besando la parte superior de mi cabeza y tirando de sus brazos a mí alrededor, metiendo mi cabeza en el hueco de su cuello.
Sólo nos quedamos en silencio; no sabía que decir, así que me quedé callado.
Después de un rato, todavía estaba despierto por el ruido que llegaba de la fiesta. Eran como la una de la mañana, así que probablemente se prologaría por lo menos una hora. Me di la vuelta para ver a Yunho observándome.
—Tampoco puedes dormir, ¿eh? —preguntó, sonriendo.
Negué con la cabeza.
— ¿Por qué no sales y sacas provecho a la fiesta? No tiene sentido que estemos aquí despiertos. —Me alejé de él para que pudiera salir de la cama.
Pero él negó con su cabeza y me jaló de nuevo a su pecho.
—Estoy bien donde estoy.
Después de aproximadamente media hora, levanté mi cabeza y lo miré, se había quedado dormido y se veía tan tranquilo y dulce, y sin mencionar sexy. Prefiero nunca mirarlo de esta manera.
Sabía que él era guapísimo y tenía un cuerpo impresionante, pero nunca se me había ocurrido mirarlo así. Mis ojos se movieron hacia su pecho. Él estaba realmente increíble y tenía abdominales perfectos.
Acerqué uno de mis dedos y tracé las líneas de sus músculos en su estómago, sólo preguntándome cómo se sentiría.
Él se estremeció.
—Me siento un poco violado —afirmó, haciéndome saltar y alejar mi mano rápidamente.
Me reí porque había sido sorprendido.
—Bienvenido a mi mundo, me haces sentir así todo el tiempo. —Me encogí de hombros.
—Supongo que sí, lo siento —dijo, casualmente. Inmediatamente me pregunté por qué él no era así todo el tiempo; sí lo fuera, probablemente estaría enamorado de él como las demás chicos lo estaban. —Oye, viendo que no podemos dormir... ¿Qué te parecer jugar? —sugirió en tono emocionado, lo que era probablemente una mala señal.
Puse mis ojos en blanco, tratando de no pensar en los estúpidos juegos que él propondría.
—No estoy jugando contigo; será algo como un juego de quitarse la ropa, o algo que implicará que me veas desnudo —dije, frunciendo el ceño y haciendo una mueca con los labios.
Yunho se rió y tomó mi labio inferior entre su pulgar y dedo índice.
—Sin pucheros, Ángel. Si el viento cambia te quedarás atascado así —bromeó, corriendo su pulgar por mi labio.
El movimiento me hizo agua por alguna razón. Saqué mi lengua y lamí su pulgar en broma, esperando que él se alejara y me dijera que era asqueroso. Pero no lo hizo. En cambio, un pequeño gemido surgió de su garganta. El sonido hizo que algo muy profundo dentro de mí cosquilleara y palpitara.
Movió su cabeza cerca de la mía y luego se detuvo, sus labios estaban a pocos milímetros de los míos. No podía respirar, mi corazón estaba acelerado, pero no era el usual miedo que tenía, era porque quería que me besara. Él pareciera estar esperando que le diera una señal para decir que estaba bien.
Tragué saliva y cerré la distancia, presionando mis labios a los suyos ligeramente. Se sentía como si él me diera un shock, mi cuerpo empezó a temblar y vibrar con la necesidad de él tocándome. Un millón de mariposas parecían alzar el vuelo en mi estómago, pero sabía que no era causado por el alcohol.
Respondió de inmediato, acercándome a él y recorriendo mi espalda con sus manos. Levanté mis brazos y los puse alrededor de su cuello, enredando mis dedos en su cabello castaño y sedoso. Sus labios eran suaves y encajaban perfectamente en los míos. Él chupó suavemente mi labio inferior y abrí mi boca, sin realmente saber que esperar de mi primer beso adecuado.
Deslizó su lengua en mi boca y masajeó la mía con ternura. El sabor de él era increíble mientras exploraba mi boca entera. Todo mi cuerpo estaba quemando, queriendo más…
De repente, se apartó, haciéndome gemir y me pregunté en que me había equivocado. Él levantó la cabeza a mi puerta, apretando su mano sobre mi boca para mantenerme callado.
—Grita que estás bien —susurró. Lo miré, confundido.
— ¡Jaejoong! ¡Abre la puerta! —gritó Changmin, golpeando la puerta con fuerza.
Yunho asintió con la cabeza y me retiró su mano de mi boca. Me aclaré rápidamente la garganta.
—Changmin, estoy bien. Estoy cansado, así que vete —grité, tratando de hacer mi voz sonar enojada.
—Jae, ¿Has visto a Yunho? —preguntó Changmin, a través de la puerta. Miré a Yunho, horrorizado. ¿Qué diablos se supone que tengo que responder a eso? Sí, en realidad está en la cama conmigo, medio desnudo, y acabo de tener mi lengua en su garganta. Ahora te puedes ir, que estás interrumpiendo. Sí, no creo que eso le agradaría mucho a mi hermano.
—Me fui a casa —susurró Yunho, asintiendo con la cabeza alentadoramente.
—Dijo que se iba a casa, Changmin. Ahora vete —grité, mordiéndome los labios y esperando que él se lo hubiera creído. Yunho inclinó su cabeza hacia abajo y sentí sus suaves labios de nuevo en los míos, alejándose con un suspiro cuando Changmin volvio a gritar.
—Jaejoong, ¿estás bien? Suenas un poco extraño.
Me reí.
—Sí. Me enfermé así que vine a la cama, pero ahora estoy bien. Te veré en la mañana. Oh, y por cierto, no voy a limpiar, así que necesitas hacerlo todo —bromeé, sonriendo ante la idea de que él limpiara toda la casa solo.
—Lo que sea, Jae, ambos sabemos que me ayudarás de todos modos —dijo Changmin, riendo.
Miré hacia Yunho, que sonreía con su hermosa sonrisa y presionó sus labios contra los míos de nuevo, haciendo que el cosquilleo volviera al instante.
Su mano se deslizó lentamente por mi lado mientras su lengua regresaba a mi boca, su sabor en mis papilas gustativas. Él llegó a la parte inferior de la camisa que usaba y deslizó su mano por debajo, recorriendo mi muslo con su mano y tocando mi cadera. Sus dedos trazaron lo largo del material de la tanga, de modo que su mano estaba en mi trasero.
Mi piel parecía arder dónde me tocaba.
Fue en ese momento que regresé en mí mismo. Esto era demasiado rápido. Moví mi cabeza hacia atrás y saqué su mano para que dejara de moverse.
—Oh, lo siento. Demasiado rápido, ¿cierto? —preguntó, un poco culpable. Asentí con la cabeza, tratando de recuperar el aliento y calmar a mi cuerpo—. Está bien, Ángel. Vamos a dormir, entonces —sugirió, con una gran sonrisa.
Se alejó un poco de mí y se recostó, jalándome a su lado.
Puse mi cabeza en su pecho y colgué mi pierna sobre él y mis brazos en su cintura. Él se agachó y tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos.
Sus labios rozaron la parte superior de mi cabeza y cerré los ojos, sintiéndome más feliz de lo que había estado por mucho tiempo.
Justo antes de dormir tuve una horrible sensación de que esto era un error que terminaría pagando por la mañana. Quiero decir, estaba con el mejor amigo de mi hermano, que era un total prostituto, y que sólo se preocupaba por él mismo.

14 comentarios:

  1. Jaaaa e.e jae bien q desea a yunho se dan un super beso con todo y manoseo y ahora sale q es un prostituto xD

    Changmin es sobreprotector, q mas viene para el yunjae??

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  2. awww YunHo recuerda su primer beso que por "casualidades" de la vida compartio con Jaejoong *-*

    ese beso que se dieron en la fiesta estuvo a punto de pasar a la siguiente etapa y yo moría por leerlo TOT pero no importa!
    Jaejoong aún tiene que superar su trauma de niñez y creo que YunHo puede ayudarlo *0*

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  3. Oh dios, si eso es amistad para el yunjae, ya quiero leer cuando de verdad estén involucrados jiji .. espero que esa horrible sensación de jae no sea nada grave, pues empezando por chagmin siendo este demasiado protector u.u ; pero si yunho ... es todo una monada cuan esta con jae, pues el aun recuerda el primer beso que tuvo con jae... ¬¬ y este ya lo había olvidado ... espero saber pronto que pasara con este parejita ñam~
    Gracias unnie <3

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  4. ambos disfrutaron de esas caricias *q* infaltable el famoso mariposeo estomacal XD y jae ahora dice q esta con el prostituto amigo de su b hermano. prostituto pero con el solo con el *w*

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  5. Hola;

    Wow,yo sabia que algo haya de suceder en esa fiesta;ahora,lo que pasará? Creo que las cosas no seran tan siemples cuanto parece o_o.

    Esa historia es muy dulce.Estoy muy curiosa para ler los próximos capitulos ^_-.

    Un abrazo y matta ne.
    Hanajima-san.

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  6. >< ya un besoooo ,ahora ya no se podran resistir >,>
    changmin tendra que entender que ellos se amen owww espero que todo vaya bien ><

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  7. jajaj pobre Jae con el hermano q tiene xD
    uff enamorado de un zorro ? waaaaaaa pero se nota que yunho esta
    enamorado de el *-*

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  8. Aww su primer beso fue con Yunho cuando este tenía 13 y Jae 11... Tan tiernos...
    Changmin es muy protector hehe..
    Yunho y Jae se besaron aww... Espero q su relación mejore y no empeore

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  9. yunho fue mus astuto para ganarse como se vestía jaejoong que pervertido es el yunnie XD! mori cuando dijo " Creo que es muy sexy que un chico vista ropa de su hombre " eso fue tan.... *Q*

    changmin creo que exagera con cuidar de su hermanito jaejoong que ya esta grande

    ese atrevido Jang se aprovecho del estado de jaejoong y lo beso que horror se paso (`ー´) , jae estaba triste pensando que fue su primer beso pero menos mal que el primero fue con yunho <3

    yunho se gano con la tanga de jaejoong ><

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  10. Jajaj el berrinche por el primer beso robado y la mera hora sale que siempre si fue con YH xD
    Creí q tardarían más en llegar más lejos"

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  11. ajjajajaj cada vez que Jae llama a Yunho prostituto me muero de la risa... se pasan... asi se demuestran su amor :) por fin se le hizo a Yunho :)
    Jae llorando que le robaron su primer beso cuando fue su Yunho quien lo beso primero... que lindos :) gracias por el capitulo

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  12. Al fin Jae empezó a sentir algo mas por Yunho, pues aunque siempre han estado juntos hasta ahora empiezan ha aflorar un sentimiento por él a parte de la amistad. Min siempre a sido sobreprotector con Jae por el padre violento que tenían y más dezpués del intento de violación más y además de la fama de Yunho no ayuda para que en determinado momento Min acepte se acerque a Jae.

    Gracias!!!

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  13. Kyaaa al fin un beso, quien iba a imaginar que los dos eran su primer beso. Ahh Min debe de aceptar a Yun, él en verdad quiere a su hermano. Ojala que Yun no haga ninguna tonteria y malogre el buen momento que tienen.
    Gracias por compartir.

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  14. No, no por favor, no malos presentimientos. 😭😭😭

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Thief: Capítulo 16

Capítulo 16 Presente   Dejo a Jaejoong en su oficina. En el camino hacia allí, apenas me dice dos palabras. Después de lo que acababa ...