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Hermoso Desastre: Capitulo 3

Capitulo 3


Ji Yong tomó otra calada. El humo fluyó de su nariz en dos chorros. Giré mi cara hacia el sol mientras él me relataba su reciente fin de semana de baile, licor y un nuevo amigo muy persistente.
—Si él te está acechando, entonces ¿Por qué dejas que te compré las bebidas? —Me reí.

—Es muy sencillo, Jae. Estoy en quiebra.
Me reí nuevamente y Ji Yong me encajó su codo en mi costado cuando alcanzó a ver a Yunho caminando hacia nosotros.
—Hey, Yunho. —Cantó alegremente Ji Yong, guiñándome un ojo.
—Ji Yong —él asintió. Levantó sus llaves—. Me voy a casa, Boo. ¿Necesitas un aventón?
—Estaba a punto de entrar —dije, sonriendo a través de mis gafas de sol.
— ¿No te vas a quedar conmigo esta noche? —Preguntó, su rostro era una combinación de sorpresa y decepción.
—No, sí lo haré. Sólo tengo que tomar algunas cosas que olvidé.
— ¿Cómo qué?
—Bueno, para empezar mi máquina de afeitar. ¿Qué te importa?
—Ya es hora de que te afeites las piernas. Están destrozando las mías. —dijo con una sonrisa traviesa.
Los ojos de Ji Yong se agrandaron mientras me dio una rápida mirada, y yo volteé mi cara hacia Yunho.
— ¡Así es cómo empiezan los rumores! —Miré a Ji Yong y sacudí mi cabeza—. Estoy durmiendo en su cama… sólo durmiendo.
—Está bien. —dijo Ji Yong con una sonrisa maliciosa.
Le di un golpe en el brazo a Ji Yong antes de abrir la puerta y subir por las escaleras. Cuando llegué a la segunda planta, Yunho estaba a mi lado.
—Oh, no te enojes. Sólo estaba bromeando.
—Todo el mundo ya asume que estamos teniendo sexo. Lo estás empeorando.
— ¿A quién le importa lo que piensan?
— ¡A mí, Yunho! ¡A ! —Abrí mi puerta, metí mis cosas en una pequeña bolsa y luego salí violentamente, con Yunho detrás de mí. Sonrió mientras tomó la bolsa de mi mano y le lancé una mirada asesina—. No es divertido. ¿Quieres que toda la escuela crea que soy uno de tus putos?
Yunho frunció el ceño.
—Nadie piensa eso. Y si lo hacen, será mejor que esperen que yo no me entere.
Mantuvo la puerta abierta para mí y después de atravesarla, me detuve abruptamente delante de él.
— ¡Whoa! —dijo, chocando conmigo.
Volteé alrededor.
— ¡Oh Dios mío! Probablemente piensan que estamos juntos y tú, con tu falta de vergüenza, continuas con tu…estilo de vida. ¡Debo verme patético! —dije, dándome cuenta de eso mientras hablaba—. No creo que deba quedarme contigo por más tiempo. Deberíamos, simplemente, permanecer alejados uno del otro en general por un tiempo.
Le quité mi bolsa y él me la arrebató de vuelta.
—Nadie piensa que estamos juntos, Boo. No tienes que dejar de hablarme para probar tu punto.
Estábamos envueltos en un tira y afloja con la bolsa, y cuando él se negó a dejarla ir, gruñí ruidosamente en frustración.
— ¿Alguna vez tuviste a un chico, que es un amigo, quedándose contigo? ¿Alguna vez llevas clases con esos chicos en la escuela? ¿Has comido los almuerzos con ellos todos los días? Nadie sabe qué pensar sobre nosotros, ¡Incluso cuando se los décimos!
Caminamos hacia el estacionamiento.
—Voy arreglar esto, ¿Está bien? No quiero que nadie piense menos de ti debido a mí —dijo, con una expresión apenada. Abrió muchos sus ojos y sonrió—. Déjame hacer las paces contigo. ¿Por qué no vamos al bar esta noche?
—Eso es una barra de motociclistas —desprecié, viendo como sujetaba mi bolsa a su moto.
—Está bien, entonces vamos al club. Te llevaré a cenar. Yo invito.
— ¿Cómo es que salir a cenar y luego a un club arregla el problema? Cuando la gente nos vea salir juntos lo hará peor.
Él se montó en su moto.
—Piénsalo. ¿Yo, borracho, en una habitación llena de hombres escasamente vestidos? No tomará mucho tiempo para que la gente sepa que no somos una pareja.
— ¿Y qué supone que debo hacer? ¿Llevar a casa a un chico borracho del bar para probar el punto?
—No me refería a eso. No hay necesidad de enojarse —dijo con el ceño fruncido.
Rodé mis ojos y subí al asiento, pasando mis brazos alrededor de su cintura.
— ¿Algun chico extraño va a seguirnos a la casa desde el bar? ¿Así es cómo vas a arreglar las cosas conmigo?
— ¿No estás celoso, o sí, Boo?
— ¿Celoso de qué? ¿Del imbécil infectado de ETS (Enfermedad de Transmision Sexual) a quien mandarás al diablo en la mañana?
Yunho se rió y entonces encendió su Harley. Voló hacia su apartamento a dos veces el límite de velocidad, y cerré mis ojos para no ver los árboles y los coches que dejábamos atrás.
Después de bajarme de su motocicleta, golpeé su hombro.
— ¿Olvidaste que estaba contigo? ¿Estás intentando matarme?
—Es difícil olvidar que estás detrás de mí cuando tus muslos están exprimiendo la vida fuera de mí. —Una sonrisita llegó con su siguiente pensamiento—. No podía pensar de una mejor manera de morir, realmente.
—Hay algo muy mal contigo.
Apenas habíamos entrado cuando Junsu salió del dormitorio de Yoochun.
—Estábamos pensando salir esta noche. ¿Se unen?
Miré Yunho y sonreí.
—Vamos a pasar por el lugar de sushi antes de ir al club.
La sonrisa de Junsu abarcó desde un lado de su cara al otro.
— ¡Chun! —Chilló, corriendo hacia el baño—. ¡Saldremos esta noche!
Fui el último en tomar una ducha, así que Yoochun, Junsu y Yunho estaban de pie impacientes en la puerta cuando yo salí del baño, en un conjunto negro.
Junsu silbó.
— ¡Maldito sexy, papacito!
Sonreí en agradecimiento y Yunho levantó su mano.
—Lindas piernas.
— ¿Mencioné que es una navaja mágica?
—No creo que sea la navaja. —Sonrió, me jaló por a la puerta.
Fuimos demasiado ruidosos y molestos en el bar de sushi y ya habíamos estado bebiendo esa noche antes poner un pie en el club. Yoochun entró en el estacionamiento, tomándose su tiempo para encontrar un lugar.
—Es para esta noche, Chun. —Murmuró Junsu.
—Oye. Tengo que encontrar un espacio amplio. No quiero que algún borracho idiota arruine la pintura.
Una vez que aparcamos, Yunho inclinó el asiento hacia adelante y me ayudó a salir.
—Quería preguntarles sobre sus identificaciones. Son perfectas. No las consigues por aquí.
—Sí, las hemos tenido desde hace tiempo. Era necesario… —dije.
— ¿Es necesario? —preguntó Yunho.
—Es algo bueno tener conexiones. —dijo Junsu.
Junsu hipó y cubrió su boca, riendo.
—Dios, Junsu —dijo Yoochun, sosteniendo a Junsu del brazo de mientras Junsu, torpemente, caminaba a lo largo de la grava—. Creo que ya has terminado por esta noche.
Yunho hizo una cara.
— ¿De qué estás hablando, Junsu? ¿Qué conexiones?
—Jae tiene algunos viejos amigos que...
—Son identificaciones falsas, Yunho —Interrumpí—. Tienes que conocer a las personas adecuadas, si quieres que las hagan bien, ¿Correcto?
Junsu desvió su mirada, intencionadamente, lejos de Yunho y esperé.
—Correcto. —dijo, extendiendo su mano para tomar la mía.
Agarré tres de sus dedos y sonreí, sabiendo, por su expresión, que no estaba satisfecho con mi respuesta.
— ¡Necesito otro trago! —dije, en un segundo intento de cambiar el tema.
— ¡Tragos! —gritó Junsu.
Yoochun rodó sus ojos.
—Oh, sí. Eso es lo que necesitas, otro trago.
Una vez dentro, Junsu inmediatamente me sacó a la pista de baile. Su cabello estaba por todas partes, y me reí de la cara de pato que hacía cuando se movía con la música.
Cuando terminó la canción, nos unimos a los chicos en el bar. Un llamativo chico, rubio-platino, ya estaba al lado de Yunho y la cara de Junsu se descompuso en repulsión.
—Así va a ser toda la noche, Junsu. Sólo ignorarlos. —dijo Yoochun, asintiendo hacia un pequeño grupo de chicos parados a unos metros de distancia. Observé al rubio, esperando su turno.
—Parece que hay una bandada de buitres —dijo Junsu, despreciativamente.
Yunho encendió un cigarrillo mientras ordenaba dos cervezas más y el rubio mordió sus brillantes e hinchados labios y sonrió. El camarero quitó las tapas y le tendió las botellas a Yunho. El rubio agarró una de las cervezas, pero Yunho la arrebató de su mano.
—Uh…no es para ti. —le dijo, entregándomela a mí.
Mi idea inicial fue tirar la botella en la basura, pero el hombre parecía tan ofendido que sonreí y tomé un trago.
Él se fue, dando resoplidos y yo sonreí al ver que Yunho no parecía haberlo notado.
—Como si yo fuera a comprar una cerveza para algun chico en un bar —dijo, sacudiendo su cabeza. Alcé mi cerveza, y él levantó un lado de su boca en una media sonrisa—. Eres diferente.
Chocó mi botella contra la suya.
—Por ser el único chico con el que un chico, que no tiene ningún estándar, no quiere dormir. —dije, tomando un trago.
— ¿Lo dices en serio? —preguntó, retirando la botella de mi boca. Cuando yo no me retracté, él se inclinó hacia mí—. Primero que nada… Tengo estándares. Nunca he estado con un hombre feo. Nunca. Segundo lugar, yo quería dormir contigo. Pensé en tirarte sobre mi sofá de cincuenta maneras diferentes, pero no lo hice porque ya no te veo de esa manera. No es que no me atraigas, simplemente creo que eres mejor que eso.
Yo no pude retener la sonrisa presumida que se deslizó a través de mi cara.
—Crees que soy demasiado bueno para ti.
Sonrió burlonamente con mi segundo insulto.
—No se me ocurre ningún solo chico que conozca que sea lo suficientemente bueno para ti.
La petulancia se disolvió y fue reemplazada con una conmovida y agradecida sonrisa.
—Gracias, Yunho. —dije, colocando mi botella vacía de la barra.
Yunho tiró de mi mano.
— ¡Vamos! —dijo, arrastrándome a través de la multitud en la pista de baile.
— ¡He bebido demasiado! ¡Me voy a caer!
Yunho sonrió y me acercó a él, agarrándome de las caderas.
—Cállate y baila.
Junsu y Yoochun aparecieron junto a nosotros. Yoochun se movía como si hubiera estado viendo muchos videos.
Yunho me tenía casi aterrorizado con la manera en que se presionaba contra mí. Si utilizaba cualquiera de estos movimientos en el sofá, pude ver por qué tantos chicos se arriesgaban a una humillación en la mañana.
Él acomodó sus manos alrededor de mi cintura y me di cuenta de que su expresión era diferente, casi seria. Recorrí con mis manos su impecable pecho y su abdomen marcado mientras se estiraba y se tensaba bajo su camisa apretada con la música. Me puse a espaldas a él, sonriendo cuando él envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.
Junto con el alcohol en mi sistema, cuando él tiró mi cuerpo contra el suyo, las cosas que llegaron a mente eran cualquier cosa menos amistosa.
La siguiente canción irrumpió en la que estábamos bailando y Yunho no mostró signos de querer volver a la barra.
El sudor resbalaba por la parte trasera de mi cuello y las luces estroboscópicas multicolores me hicieron sentir un poco mareado. Cerré mis ojos e incliné mi cabeza contra su hombro. Agarró mis manos y las llevó alrededor de su cuello. Sus manos recorrieron mis brazos, bajaron por mis costillas, y finalmente regresaron a mis caderas. Cuando sentí sus labios y luego su lengua contra mi cuello, me aleje de él.
Él sonrió, luciendo un poco sorprendido.
— ¿Qué, Boo?
Mi genio estalló, haciendo que las palabras que quería decir se atorraran en mi garganta. Me retiré a la barra y ordené otra Corona. Yunho tomó el asiento junto a mí, levantando su dedo para ordenar una para sí mismo. Tan pronto como el camarero colocó la botella delante de mí, me incliné y bebí la mitad del contenido antes de estamparla contra la barra.
— ¿Crees que va eso va a cambiar la opinión de alguien sobre nosotros? —dije, cubriendo el lugar que él había besado, con mi cabello que era un poco largo.
Soltó una risa.
—No me importa ni una mierda lo que piensan sobre nosotros.
Yo le lancé una mirada asesina y luego me giré hacia el frente.
—Boo. —dijo, tocando mi brazo.
Lo alejé de él.
—No. Yo nunca me pondré lo suficientemente borracho para meterme en ese sofá.
Su rostro se retorció con ira pero, antes de que él pudiera decir algo, un guapo hombre de cabello oscuro con labios gruesos, se acercó a él.
—Bien. ¿No es este Jung Yunho? —dijo, enfatizando en todos los lugares adecuados.
Yunho tomo la bebida, y luego sus ojos se apartaron de los míos.
—Hola, Da Hae.
—Preséntame a tu novio. — Él sonrió. Rodé mis ojos ente lo patéticamente transparente que era.
Yunho inclinó su cabeza hacia atrás para terminar su cerveza y luego deslizó su botella vacía por la barra. Todos los que esperaban para ordenar la siguieron con los ojos hasta que cayó en el bote de basura al final.
—Él no es mi novio.
Agarró la mano de Da Hae, y él felizmente lo siguió a la pista de baile. Yunho solamente lo manoseó durante una canción y luego otra y otra. Ellos estaban causando una escena con la forma en que él permitía que Yunho lo tocara, y cuando Yunho se inclinó sobre él les di la espalda.
—Luces molesto —dijo un hombre que se sentó a mi lado—. ¿Es ése tu novio?
—No, sólo es un amigo. —murmuré.
—Bien, eso es bueno. Podría haber sido bastante incómodo para ti si lo fuera. —Se volvió a la pista de baile, sacudiendo su cabeza ante el espectáculo.
—Y que lo digas —dije, bebiendo lo último de mi cerveza. Apenas había saboreado las últimas dos que había dejado a un lado y mis dientes se habían insensibilizado.
— ¿Deseas otra? —Preguntó. Volteé a verlo y él sonrió—. Soy Ryung.
—Jae. —dije, estrechando su mano extendida.
Él levantó dos dedos hacia el barman, y yo sonreí.
—Gracias.
—Así que ¿Vives aquí? —preguntó.
—Si.
—Tengo un apartamento en la ciudad.
— ¿Qué haces aquí?
—Me gradué el pasado mayo. Mi hermana va a la universidad. Me estoy quedando con ella esta semana, en lo que meto solicitudes de trabajo.
—Ph…viviendo en el mundo real, ¿Eh?
Ryung se rió.
—Y es todo lo que dicen que es.
Saqué el brillo labial de mi bolsillo y lo unté en mis labios, utilizando el espejo que recubría la pared detrás de la barra.
—Ese es un color lindo —dijo, viéndome presionar mis labios juntos.
Sonreí, sintiendo el enojo hacia Yunho y la pesadez del alcohol.
—Quizás puedas probarlo más tarde.
Los ojos de Ryung se ampliaron cuando me incliné más cerca de él y yo sonreí cuando él tocó mi rodilla. Retiró su mano cuando Yunho se paró entre nosotros.
— ¿Estás listo, Boo?
—Estoy hablando, Yunho —dije, empujándolo. Su camisa estaba húmeda del circo en la pista de baile y yo hice un espectáculo limpiando mi mano en mi pantalón.
Yunho hizo una cara.
— ¿Ni siquiera conoces a este chico?
—Este es Ryung. —dije, enviándole a mi nuevo amigo la mejor sonrisa coqueta que pude hacer.
Él me giñó un ojo y luego miró Yunho, extendiéndole su mano.
—Un placer en conocerte.
Yunho me dio una mirada gélida y yo suspiré.
—Ryung, este es Yunho. —murmuré.
—Jung Yunho —dijo, mirando fijamente la mano de Ryung como si quisiera arrancarla.
Los ojos de Ryung se ampliaron y él retiró torpemente su mano.
— ¿Jung Yunho? ¿Jung Yunho?
Descansé mi mejilla en mi puño, temiendo por el inevitable intercambió de historias, llenas de testosterona, que pronto ocurriría.
Yunho estiró su brazo detrás de mí, sujetando la barra.
—Sí, ¿Qué con eso?
—Te vi luchar contra Shawn el año pasado, hombre. ¡Pensé que iba a presenciar la muerte de alguien!
Yunho lo miró con ira.
— ¿Quieres verlo otra vez?
Ryung rió una vez, sus ojos pasaron entre nosotros. Cuando se dio cuenta de que Yunho hablaba en serio, sonrió disculpándose y se fue.
— ¿Estás listo, ahora? —preguntó bruscamente.
—Eres un completo idiota, ¿Sabes?
—Me han llamado peor. —dijo ayudándome a levantarme.
Seguimos a Junsu y a Yoochun al coche y cuando Yunho intentó agarrar mi mano para dirigirme a través del estacionamiento, la tiré lejos de un jalón. Él se dio la vuelta para encarame y yo me detuve de pronto, inclinándome hacia atrás cuando él estuvo a pocos centímetros de mi cara.
— ¡Debería simplemente besarte y superarlo! —gritó—. ¡Estás siendo ridículo! Besé tu cuello, ¿Y qué?
Pude oler la cerveza y los cigarrillos en su aliento y lo empujé.
—No soy un amigo para fornicar, Yunho.
Él sacudió su cabeza en incredulidad.
— ¡Nunca dije que lo fueras! ¡Estás conmigo las veinticuatro horas del día, duermes en mi cama, pero la mitad del tiempo actúas como si no quisieras que te vieran conmigo!
— ¡Vine aquí contigo!
—Nunca te he tratado con algo más que respeto, Boo.
Me quedé quieto.
—No, sólo me tratas como tú propiedad. ¡No tenías derecho a ahuyentar a Ryung así!
— ¿Sabes quién es Ryung? —preguntó. Cuando sacudí mi cabeza, él se inclinó más cerca—. Yo . Fue arrestado el año pasado por agresión sexual, pero los cargos fueron retirados.
Crucé mis brazos.
—Oh, ¿Así que tienen algo en común?
Los ojos de Yunho se redujeron y los músculos de su mandíbula se estremecieron bajo su piel.
— ¿Me estás llamando violador? —dijo en un tono frío y bajo.
Apreté mis labios juntos, incluso más enojado porque tenía razón. Lo había llevado demasiado lejos.
—No, ¡Yo sólo estoy molesto contigo!
—He estado bebiendo, ¿De acuerdo? Tu piel estaba a tres centímetros de mi cara, eres hermoso y hueles malditamente increíble cuando sudas. ¡Te besé! ¡Lo siento! ¡Supéralo!
Su excusa hizo que las comisuras de mi boca se elevaran.
— ¿Crees que soy hermoso?
Él frunció el ceño con disgusto.
—Eres guapísimo y lo sabes. ¿Por qué estás sonriendo?
Traté de sofocar mi diversión en vano.
—Nada. Vámonos.
Yunho rió una vez y sacudió la cabeza.
— ¿Que…? ¿Tú…? ¡Tú eres un grano en el trasero! —Gritó, dándome una mirada asesina. No podía dejar de sonreír, y tras unos segundos, la boca de Yunho se curvó. Él sacudió su cabeza una vez más y entonces pasó su brazo alrededor de mi cuello—. Me estás volviendo loco. ¿Sabías?
En el apartamento, todos entramos tropezándonos por la puerta. Fui directamente al baño, a lavarme el humo del cabello. Cuando salí de la ducha, vi que Yunho me había traído una de sus camisetas y un par de sus bóxers para cambiarme.
La camiseta me engulló y los bóxers desaparecieron bajo la camisa. Me aventé a la cama y suspiré, todavía sonriendo por lo que me había dicho en el estacionamiento.
Yunho me miró fijamente por un momento y sentí una punzada en mi pecho. Tuve unas ganas casi ansiosas de agarrar su rostro y estampar mi boca sobre la suya, pero luché contra el alcohol y las hormonas que corrían a través de mi sangre.
—Buenas noches, Boo —susurró, girándose.
Me moví nerviosamente, aún no estaba listo para irme a dormir.
— ¿Yunho? —dije, inclinándose hasta descansar mi mentón en su hombro.
— ¿Sí?
—Sé que estoy borracho y acabamos de tener una enorme pelea sobre esto, pero…
—No voy a tener sexo contigo, así que deja de preguntar —dijo, aun dándome la espalda.
— ¿Qué? ¡No! —Chillé.
Yunho se rió y se giró, mirándome con una expresión suave.
— ¿Qué, Boo?
Suspiré.
—Esto… —dije, recostando mi cabeza sobre su pecho y pasando mis brazos a través de su cintura, acurrucándome contra él lo más que me fue posible.
Él se puso tenso y levantó sus manos, como si no supiera cómo reaccionar.
Estás borracho.
—Lo sé. —dije, demasiado intoxicado para estar avergonzado.
Él relajó una mano contra mi espalda y la otra sobre mi cabello mojado y luego presionó sus labios en mi frente.
—Eres el hombre más confuso que he conocido.
—Es lo menos que puedes hacer después de asustar al único chico que se me acercó esta noche.
— ¿Te refieres a Ryung el violador? Sí, te debo una por eso.
—No importa. —dije, sintiendo el comienzo de un rechazo venir.
Agarró mi brazo y lo sostuvo en su estómago para evitar que me alejara.
—No, lo digo en serio. Tienes que ser más cuidadoso. Si no estuviera ahí… Ni siquiera quiero pensar en ello. ¿Y ahora esperas que me disculpe por ahuyentarlo?
—No quiero que te disculpes. Ni siquiera es por eso.
—Entonces, ¿Por qué es? —preguntó, buscando en mis ojos algo. Su rostro estaba a pocos centímetros del mío y pude sentir su aliento en mi boca.
Fruncí el ceño.
—Estoy borracho, Yunho. Es la única excusa que tengo.
— ¿Quieres que te abrace hasta que te quedes dormido?
No contesté.
Él giró para mirarme directamente a los ojos.
—Debería decir que no para probar un punto. —dijo, sus cejas se juntaron—. Pero me odiaría a mí mismo más tarde si digo que no y nunca me preguntas otra vez.
Recosté mi mejilla contra su pecho, y sus brazos me apretaron, suspirando.
—No necesitas una excusa, Boo. Todo lo que tienes que hacer es pedirlo.
Me estremecí, debido a la luz del sol, que pasaba través de la ventana y la alarma sonando en mi oído. Yunho aún estaba dormido, rodeándome con sus brazos y sus piernas. Maniobré un brazo libre para alcanzar el botón de dormitar. Pasé mis manos por mi cara, volteé a verlo, durmiendo sonoramente a dos centímetros de mi cara.
—Oh, Dios mío. —susurré, preguntándome cómo habíamos conseguido estar tan enredados. Tomé una respiración profunda y la contuve, mientras trabajaba en librarme de sus garras.
—Detente, Boo, estoy dormido. —Balbuceó, apretándome contra él.
Después de varios intentos, finalmente me deshice de su agarre y me senté al borde de la cama, mirando hacia su cuerpo medio desnudo envuelto entre las cobijas. Lo observé por un momento y suspiré.
Las líneas se estaban haciendo borrosas y era mi culpa.
Su mano se deslizó a través de las sabanas y tocó mis dedos.
— ¿Qué pasa, Boo? —dijo, apenas abriendo los ojos.
—Voy por un vaso de agua, ¿Quieres algo?
Yunho sacudió su cabeza y cerró los ojos, aplastando su mejilla contra el colchón.
—Buenos días, Jae. —dijo Yoochun desde el sillón reclinable cuando di vuelta en la esquina.
— ¿Dónde está Junsu?
—Todavía durmiendo. ¿Qué haces despierto tan temprano? —preguntó, mirando el reloj.
—Sonó la alarma, pero siempre me despierto temprano después que bebo. Es una maldición.
—Yo también. —asintió.
—Será mejor que levantes a Junsu. Tenemos clase en una hora —dije, abriendo el grifo e inclinándome para tomar un sorbo.
Yoochun asintió.
—Sólo iba a dejar que durmiera.
Sacudí mi cabeza.
—No lo hagas. Él se molestara mucho si no asiste.
—Oh —dijo, poniéndose de pie—. Creo que será mejor despertarlo, entonces. —Dio la vuelta—. ¿Oye, Jae?
— ¿Sí?
—No sé qué está pasando contigo y Yunho, pero sé que él va a hacer algo estúpido para molestarte. Es un tic que tiene. Él no se encariña con alguien muy a menudo y por el motivo que sea a ti te lo está permitiendo. Pero tienes que pasar por alto sus demonios. Es la única manera que él lo sabrá.
— ¿Sabrá qué? —Le pregunté, elevando una ceja ante su discurso melodramático.
—Si vas a subir por la pared. —respondió simplemente.
Sacudí a mi cabeza y reí.
—Lo que tú digas, Yoochun.
Yoochun se encogió de hombros y luego desapareció en su dormitorio. Escuché murmullos suaves, un gemido de protesta y, a continuación, la dulce risa de Junsu.
Removí la avena en mi plato y apreté el jarabe de chocolate mientras lo revolvía.
—Eso es asqueroso, Boo —dijo Yunho, vistiendo sólo un par de bóxers verdes. Frotó sus ojos y sacó una caja de cereales del gabinete.
—Buenos días, también para ti —dije, cerrando la tapa de la botella.
—He oído que se aproxima tu cumpleaños. Lo último de tu adolescencia, —sonrió, sus ojos estaban rojos e hinchados.
—Sí… No soy una gran persona de cumpleaños. Creo que Junsu me llevara a cenar o algo. —Sonreí—. Puedes venir si quieres.
—Está bien —se encogió de hombros—. ¿Es de este domingo en ocho?
—Sí. ¿Cuándo es tu cumpleaños?
Vertió la leche, moviendo el cereal con su cuchara.
—No hasta abril. El primero de abril.
—Cállate.
—No, lo digo en serio. —dijo, masticando.
— ¿Tu cumpleaños es el día de los inocentes? —Le pregunté, una vez más, elevando una ceja.
Él se rió.
— ¡Sí! Vas a llegar tarde. Mejor vístete.
—Viajo con Junsu.
Podría decir que él estaba actuando intencionalmente calmado cuando se encogió de hombros.


—Como sea. —dijo, dándome la espalda para terminar su cereal. 

12 comentarios:

  1. Waaaa me encanta
    Nose q diablos con jae y yunho duermen asi d esa manera y no son nada, pero bueno.. jae no qiere q lo vea cmo unputo y yunho ps lo ve como unamigo segun
    Qien sabe q pasara entre esos dos pero me encanto el fic espero actualices pronto *-*

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  2. XD pido actualizacion ameee este ficcc t nt

    Me encanta

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  3. ese yunho es muy celoso de su ´´amigo´´ Boo ja ja que bueno que son amigos y no algo mas cerio aun que los dos ce celan no dan su brazo a torcer bueno veremos que pasa en que termina todo esto muy muy bueno y entretenido me encanta nos bemos bye bye

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  4. yoochun tiene razon, jaejoong cuando quiera reaccionar se va a dar contra una pared; tengo una duda crei que la fiesta de parejas de su hermandad, pues, crei que minnie lo habia invitado para esa fiesta a joongie y que digan que vaya con yunho, que pasara.

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  5. Oh por dios me encanta me encanta...
    Yunho y Jae ya cayeron en las redes del amor pero aún no lo han notado...Lol
    Lo que dijo JS me dejo intrigada... Q será ?... Jae oculta algo? Oh oh,,,

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  6. me encanta este estira y a floja de jaejong..si quiero pero no..jijiiji

    gracias por el capitulo.

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  7. Las piernas de popote de JJ xD
    Los celos a la orden del día. Cuida lo que es tuyo YH !
    Jajaja duermen como enamorados pero no son nada >_> ?

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  8. No puede ser esos dos se tienen unas ganas pero ninguno da su brazo a torcer :( que tontos deben ser mas despiertos y lanzarse jajajajaj aunque de esta forma Yunho tiene mas aprecio por Jae y Jae comienza tener mejor opinion de Yunho.

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  9. kyaaaaa Celos celos celos.... Las cosas ya están fluyendo entre ellos sin que se den cuenta, los dos están por comerse, pero ninguno se deja xD Cuando sera que van a caer...
    Adore el cap!!!

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  10. Jae y Yunho quizás si hubieran tenido relaciones desde el principio hubiera pasado como con los demás, pero al contrario aunque se gustan no quiere Jae estar con Yunho por su forma de ser, y eso ha sido lo que ha hecho que vayan poco a poco enamorándose, porque han llevado primero la amistad, conociendose, conviviendo se eso hará que el día que quieran andar como novios dure y no sea de sólo un rato.
    Gracias

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  11. Me encanta, amo como estan llevando esa relación de 'amistad'. Cada uno se va a dando cuenta de sus sentimientos jahsjshaghs... que ya se den un beso, quiero ver sus recciones jajaja.
    Gracias por compartir.

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  12. Durmieron juntitos y abrazaditos *.* yunho ya esta sintiendo algo mas q amistad por jae al igual que jae <3

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