Capítulo 2
8 años después
Me desperté con la familiar sensación de ser
aplastado; me retorcí, empujando mi hombro hacia atrás. Yunho movió su peso
ligeramente. Estaba abrazándome en cucharita por detrás, respirando
profundamente en la parte trasera de mi cabello. Su pesado brazo cubriéndome,
sujetando mis brazos en mi pecho, sostenía mi mano apretadamente, nuestros
dedos entrelazados, su pierna tirada casualmente sobre mí. Podía sentir la
usual “gloria matutina” empujando contra la parte más estrecha de mi espalda.
Rápidamente silencié la alarma de mi teléfono y lo
codeé en el estómago.
―Seis en punto ―murmuré somnolientamente, cerrando
los ojos.
―Diez minutos más, Ángel. Todavía estoy cansado
―murmuró él, empujándome más fuerte contra su pecho.
―Nop, no diez minutos más. La última vez se
convirtió en una hora y Changmin casi te atrapa aquí ―murmuré, codeándolo en el
estómago una vez más.
Movió su brazo e inmovilizó mis manos en la cama
cerca de mi cabeza, en una posición de oración.
―Sólo diez minutos más, Ángel ―se quejó. Suspiré y
cerré los ojos de nuevo. No había forma de discutir con él cuando estaba así,
simplemente no tenía la energía a esta hora de la mañana para pelear con él.
Ambos nos deslizamos de nuevo en el sueño, instantáneamente.
― ¡Jaejoong, será mejor que ya estés listo! ―gritó
mi hermano, golpeando la puerta. Me levanté de un salto y también Yunho, era
más de las siete.
―Er… sí, estoy listo ya, Changmin ―grité en
respuesta, mirando a Junsu que estaba frotándose la cara, luciendo un poco
aturdido.
―Bien. Voy a desayunar. Apúrate. Yunho conducirá
hoy así que alístate para irnos en media hora ―llamó Changmin a través de la
puerta, antes de caminar a zancadas por el pasillo.
―Caray, Ángel, ¿por qué no me despertaste? ―acusó Yunho,
frunciendo el ceño.
Lo miré en advertencia, y le di mi mejor mirada de
muerte.
― ¡Lo hice, imbécil! ¡Dijiste “diez minutos más”
y luego me inmovilizaste en la cama para evitar que te codeara! ―gruñí
sarcásticamente, haciendo una mala imitación de su voz.
Él sonrió burlonamente y me empujó de vuelta a la
cama, sujetando mis manos sobre mi cabeza y rodando sobre mí.
― ¿Te inmovilicé en la cama? ¿Estabas soñando
conmigo otra vez, Ángel? Podría hacerte ese sueño realidad ―se mofó, con su
rostro a centímetros del mío.
― ¡Ya quisieras! Ahora, apártate de mí, Yunho, y
ve a alistarte. Conduces hoy, aparentemente ―siseé, asintiendo hacia la
ventana. Él suspiró y se levantó de mí, poniéndose sus jeans y camiseta. Trepó
por la ventana, silenciosamente, cerrándola detrás de sí al irse. Caminé hacia
ella y la aseguré antes de dirigirme a la ducha más rápida de todos los
tiempos.
Exactamente veintiséis minutos después, caminé con
dificultad hacia la cocina, con un ceño fruncido, Yunho estaba allí, apoyándose
casualmente contra la encimera, comiéndose mi cereal. ¡Maldita sea,
todas las mañanas! Su cabello estaba despeinado en su usual apariencia de apenas
salí de la cama, que para ser honesto sí lucía así cuando acababa de salir
de la cama. Todo lo que hacía siempre era deslizar sus manos por todo su
cabello unas cuantas veces y añadirle un poco de cera.
Se veía igual que todas las mañanas, como un
maldito supermodelo. Usaba jeans desgastados de cintura baja que dejaban ver un
poco sus calzoncillos, y siempre hacía que las chicas y chicos se derritieran.
Hoy estaba usando una camiseta blanca que mostraba su cuerpo perfectamente
esculpido y una camisa anaranjada y gris de manga corta sobre ella, que tenía
completamente desabotonada. Sus ojos marrones estaban brillantes con diversión
mientras me miraba.
― ¿Retardado esta mañana, Ángel? ―preguntó con una
sonrisa de suficiencia.
Le lancé una mirada de muerte, haciéndolo sonreír
burlonamente.
― ¡Cállate, Yunho! ¿Por qué demonios te estás
comiendo mi cereal de nuevo? ¿No tienes comida en casa? ―pregunté, arrebatando
la taza de sus manos y comiéndome el contenido. Él sólo me observó con una
sonrisa divertida.
Changmin me lanzó una caja de jugo.
―Si te ves un poco tenso esta mañana, Jae. ¿Todo
va bien? ―preguntó, mirándome un poco preocupado.
Miré seriamente a Yunho una vez más mientras él
empezaba a reírse. Por supuesto que me veía tenso, tuve media hora para
ducharme y vestirme.
―Me quedé dormido ―murmuré con un suspiro abatido.
Changmin no tenía idea que Yunho dormía en mi
habitación conmigo cada noche, si fuera así, se enloquecería. Changmin siempre
era protector conmigo, siempre lo había sido, pero había empeorado desde que mi
papá se fue cuando yo tenía trece. Bueno, dije se fue, pero la verdad
era que Changmin y Yunho habían llegado a casa temprano del hockey un día para
ver que mi padre me había dejado sin sentido, y estaba intentando violarme. Changmin
finalmente caído en cuenta, él y Yunho le habían dado una paliza, casi matándolo
en el proceso. Lo habían echado de la casa y le habían dicho que si alguna vez
regresaba, lo matarían.
Nunca regresó, sin embargo, eso fue hace ya tres
años.
Un poco después de eso, mi mamá consiguió un
trabajo en una enorme firma electrónica, era la asistente personal del
director, así que viajaba mucho. Se iba dos veces más de lo que estaba aquí, de
modo que sólo la veíamos por cerca de una semana al mes, si algo. Changmin era
mi única supervisión, aunque a veces era más como que yo estaba intentando
cuidar de él.
Yunho también era muy protector conmigo, pero
todavía no nos llevábamos bien, incluso aunque él literalmente pasó cada noche
envuelto a mi alrededor en la cama por los últimos ocho años. Se había vuelto a
escabullir en mi habitación la noche siguiente de verme llorar de nuevo y
habíamos terminado durmiéndonos una vez más. Después de dos semanas se había
vuelto una cosa normal. No era algo de lo que habláramos nunca, solo dejaba mi
ventana sin seguro y él entraba una vez que sus padres revisaran que él
estuviera dormido. Jamás nos habían atrapado en ocho años. Habíamos estado
cerca un par de veces, sin embargo. Hace un par de años, la mamá de Yunho había
encontrado su cama vacía, pero él había mentido, diciendo que se había escapado
a una fiesta y se había quedado en la casa de un amigo. Nadie sospechó que
estaba al lado, conmigo.
Él todavía me molestaba como loco y me molestaba
tanto como lo hacía cuando éramos niños, pero yo siempre supe que él estaría
ahí para mí si lo necesitaba. Era como si él tuviera doble personalidad. De día,
me molestaba, volviéndome loco y enojándome todo el tiempo, y de noche, era el
chico más dulce en el mundo y me abrazaba, haciéndome sentir seguro y a salvo.
―Te ves sexy hoy, Ángel ―dijo Yunho, con su
sonrisa patentada, mirándome de arriba abajo lentamente, haciéndome retorcer.
¡Sí, claro! Mi cabello todavía estaba húmedo
porque no tuve tiempo de secarlo por sus estúpidos “diez minutos más”. Me había
puesto mis jeans ajustados y una camiseta roja de cuello en v y una capucha,
junto con mis tenis. Había añadido lo mínimo de maquillaje, y algo de lápiz
labial claro. No me veía sexy. ¡Maldito idiota! Le mostré el dedo y caminé
hasta su auto. Recostándome contra él, enojadamente, esperé que me honraran con
su presencia.
El camino a la escuela fue igual que siempre,
ellos se sentaron el frente hablando de futbol y fiestas, y yo me senté en la
parte trasera escuchando mi iPod, intentando ignorar las sonrisas de Yunho en
el espejo. Estacionamos en la escuela y el auto fue inmediatamente asediado por
personas, igual que cada mañana. Yunho y Changmin eran considerados “jugadores
sexis” en nuestra escuela. Eran de último año y el sueño de toda chica y chico.
Yunho se rió mientras yo me encogía, saliendo de
auto e intentando evadir la horda de zorras que me empujaban porque estaban
intentando lanzarse sobre él. Una chica me codeó a propósito. La miré en su
pequeña falta que lucía más como un cinturón y su top que mostraba su estómago,
e hice una mueca. ¡Caray, es tan perra!
―Mierda, Soo Ae, ¿dejaste tu falda en casa?
―pregunté con un horror fingido.
Ella me miró con el ceño fruncido y escuché a Yunho
y Changmin reírse.
―Lo que sea, ¿sabes que ese look de emo no te va
bien, cierto? ―escupió ella en respuesta.
Sólo me reí y me aleje caminando. Era usual que Soo
Ae y yo tuviéramos este tipo de comentarios para el otro. Ella había salido con
Yunho por un tiempo, bueno, si por salir te referías a tener sexo unas cuantas
veces, y luego la dejó. Ella todavía no lo había superado y lo quería de
vuelta, más para disgusto de él.
―Eso no fue amable, Ángel. ― Yunho se rió,
mientras me alcanzaba y lanzaba un brazo alrededor de mi hombro. Inclinó su
cabeza cerca de la mía―. Lamento lo de esta mañana ―susurró en mi oreja,
enviando escalofríos por mi columna.
Lo codeé en las costillas, haciéndolo sonreír y apartarse.
―E ignora a Soo Ae, creo que llevas genial el look
emo ―añadió, con un guiño coqueto.
Changmin lo golpeó en la parte trasera de la
cabeza.
― ¡Amigo, ese es mi hermano menor! ―lo regañó
enojadamente, apartándolo de mí. Yunho sólo se rió y me guiñó una vez más,
haciéndome poner los ojos en blanco. Yunho se alejó y caminó directo a lo que
lucía como su última conquista. Le sonrió seductoramente y ella se sonrojó
cuando él inmediatamente empezó a coquetear con ella.
Encontré a mis amigos, que prácticamente estaban
follando a Changmin y Yunho con los ojos y expresiones soñadoras.
―Hola, Junsu, Tae Seon, Geon ―dije alegremente
cuando llegué a ello.
―Hola, Jae, ¿llegaste aquí con sexy trasero número
uno y número dos hoy? ―preguntó Junsu, mirando fijamente a mi hermano mientras
se alejaba.
Me reí y sacudí la cabeza.
―Nop, solo Changmin y Yunho, igual que siempre.
Junsu suspiró.
― ¿Cómo demonios puedes no afectarte por lo
condenadamente calientes que son? Quiero decir, ¡tienes tanta suerte de vivir
con Changmin! Yo adoraría ver su sexy trasero caminando alrededor todo el día
―ronroneó, abanicándose la cara.
Fingí tener náuseas.
― ¡Junsu, ese es mi hermano y su imbécil amigo!
¿Cómo en la tierra puedes obviar su comportamiento libertino? Ambos son unos
idiotas. ―Me encogí de hombros. No entendía por qué, pero cada chica y chico en
esta escuela estaba enamorado de ellos. Changmin era una gran persona, pero
trataba a sus parejas como objetos, y Yunho, bueno, Yunho simplemente era un
imbécil de tiempo completo.
―Son los dos mejores jugadores del equipo de
hockey y lucen como dioses del sexo, y yo desearía poder obviar eso ―dijo
sugestivamente, moviendo sus cejas con una sonrisita, haciéndome reír. Enlazó
su brazo con el mío y me empujó a nuestra primera clase.
La escuela estuvo bien, como era normal; yo era
bastante popular debido al hecho de que mi hermano y su mejor amigo eran los
chicos más deseados allí. Ellos cuidaban de mí, lo que básicamente
significaba que advertían a todos los chicos que se alejaran de mí, que de
hecho, me sentaba bien porque yo no quería salir con nadie. La mayoría de chicas
y chicos querían ser mis amigos para poder acercarse a mi hermano. Los que querían
ser novios eran fáciles de localizar, en su mayor parte podías saber si querían
que los presentaras por el tipo de ropa que estaban usando, si no estaban usando
mucha entonces iban por mi hermano o Yunho.
Amaba mis clases, era bastante popular entre los
profesores porque mis notas nunca iban por debajo de un sobresaliente. Siempre
hacía mi tarea y jamás llegaba tarde; me enorgullecía de ello, aunque no era un
nerd.
A la hora del almuerzo, me senté con mis amigos
cuando escuché los usuales suspiros y risitas tontas.
Chicas y chicos empezaron a revisar su cabello y
arreglar su maquillaje, de modo que supe que mi hermano y sus amigos estaban
llegando al comedor. Suspiré cuando Junsu y Geon empezaron a sentir lujuria por
ellos, como era costumbre.
― ¡Oh, genial, sexy trasero número uno está
viniendo! ― Geon rió tontamente, codeando a Junsu en las costillas.
Puse los ojos en blanco cuando una mano apareció
por detrás de mí, robándome un puñado de mis papitas fritas.
―Hola, Ángel ―susurró Yunho en mi cuello.
Golpeé su mano cuando fue a robar más.
― ¡Yunho, por el amor de Dios! Ve a comprar tu
propia comida, idiota ―despotriqué, molesto.
Se echó a reír.
—Oh, sabes que quieres compartir conmigo
—respondió, dejándose caer en el banco, empujándome de nuevo con su cadera.
—Yunho, ¿qué quieres? —le pregunté con un suspiro,
moviendo el plato lejos de él.
Pasó el brazo alrededor de mi hombro.
—Sólo quería visitar a mi chico. Sé que me has
echado de menos sin verme todas las mañanas y eso —dijo engreídamente.
Todos mis amigos suspiraron y lo miraron con
nostalgia.
—Podrías quitar tu brazo-para-putos de mí, Yunho,
por el amor de Dios; ¡no quiero coger cualquier cosa! —le regañé, encogiéndome
para alejarme.
Se rió de nuevo.
—No seas así, Ángel. Sólo quería hacerte saber que
voy a llevarte a casa hoy. Tu hermano tiene una cita, así que... —Se calló,
sonriéndome.
¡Genial, simplemente genial! Me iba a llevar a
casa. Fantástico. Él siempre hacía el trayecto a casa lo más largo posible sólo
para molestar mi vida externa.
Luego, insistiría en esperar en casa hasta que mi
hermano llegase, lo que significaba que tenía que cocinar para él también.
¡Maldita sea, es tan molesto!
—Está bien, Yunho. Ahora corre, estoy seguro de
que tienes alguna ETS más que propagar por ahí —le dije, agitando la mano con
un gesto molesto.
Se rió y me dio un beso en la mejilla mientras se
ponía de pie.
—Finge todo lo que quieras, Ángel, los dos sabemos
que vas a querer que duerma contigo por la noche. —Me guiñó un ojo con malicia,
dándole a lo que acababa de decir un doble sentido, y rogué para que nadie más
se diese cuenta.
—Claro que querré, Yunho, porque estoy tan
enamorado de ti. —Suspiré, poniendo los ojos en blanco y frotándome la mejilla
donde él me besó.
—Yo también te quiero. —Me sonrió mientras se
alejaba de vuelta a la misma chica de esta mañana. Pasó el brazo alrededor de
su hombro, sus sucios, asquerosos labios descendieron hasta los de ella. Fruncí
el ceño, y aparté la mirada de nuevo a mis amigos cuando comenzó a hacerlo con
ella en medio del comedor.
Junsu, Geon y la mitad de los chicos del comedor
estaban mirándole con lujuria.
—Jeez, ¡este chico es tan jodidamente molesto!
¿Por qué mi hermano no podía escoger un mejor amigo mejor, alguien que no fuera
un arrogante, obsesivo, tonto? —despotriqué, lanzando mis manos al aire.
—Oh, ¡deja de lloriquear! Jung Yunho acaba de
tener su brazo alrededor tuyo y besado en la mejilla, daría cualquier cosa por
tener esos dulces labios en mí —dijo Geon soñadoramente, haciéndome reír.
—Lo que sea. Vamos, vamos a nuestra próxima clase.
—Le sugerí mientras recogíamos nuestras bandejas e íbamos.
Después de clases me dirigí a regañadientes al
estacionamiento, donde un sonriente Yunho se encontraba apoyado en su coche,
esperándome.
—Hola precioso. —Me guiñó un ojo coquetamente y
abrió la puerta para mí.
—Hola Yunho. —Me subí a su coche, ya molesto con
su coqueto culo, si Changmin estuviese aquí lo habría abofeteado por esa.
Subió a mi lado.
—Así pues, Ángel, tengo que pasar por la tienda de
camino a casa. —Puso el coche en marcha y salimos del estacionamiento.
—Genial —murmuré. Decidí mirar por la ventada e
ignorarle; seguía molesto con él por todo la cosa de “diez minutos más”
de esta mañana.
Se detuvo en el estacionamiento de la tienda unos
minutos más tarde.
—Vamos, Ángel —dijo, saliendo. Me senté ahí y
crucé mis brazos sobre el pecho, rehusándome a bajar. Caminó alrededor del
coche y abrió la puerta por mí—. Vamos, Ángel —repitió, sosteniendo su mano
para mí.
—No se necesitan dos para entrar, Yunho. Esperaré
aquí —respondí. Metió sus manos en el coche y me recogió con facilidad,
arrojándome por encima del hombro, riendo. Dio un puntapié a la puerta para
cerrarla y comenzó a caminar hacia la tienda—. Ponme malditamente abajo,
¡imbécil! —grité, golpeándolo en la espalda.
Él sólo se reía de mis escasos intentos de bajar,
y siguió caminando. Una vez en la tienda, finalmente me puso en mis pies. Miré
alrededor, avergonzado, para comprobar si alguien vio eso, pero parecía que no.
Alargó la mano y metió algunos mechones de pelo suelto detrás de la oreja, sus
dedos demorándose en mi mejilla.
Golpeé su mano fuera de mi cara y lo miré enfadado.
— ¡Eso fue tan vergonzoso! —siseé.
— ¿Cuál es el problema? A la mayoría de chicos les
encantaría que les hiciese eso —replicó, encogiéndose de hombros y yendo hacia
las revistas.
Pisoteé con el pie, luego me ruboricé porque había
pisoteado como un niño pequeño; por suerte, Yunho no miraba, de lo contrario
nunca hubiese oído el final de esto. Agarró una revista de deportes y una
barrita de chocolate y se dirigió al mostrador para pagar.
Estaba felizmente hojeando una revista para
adolescentes cuando dos chicos se acercaron a mí. Me puse tenso.
—Bueno, hola aquí. —Uno de ellos ronroneó. Asentí
con la cabeza en reconocimiento y puse la revista de vuelta, alejándome con
rapidez en busca de Yunho.
—Ey, ¿a dónde vas? —preguntó el otro, cogiendo mi
mano.
Mi corazón empezó ha acelerarse mientras miraba
alrededor, frenéticamente.
—Estoy buscando a mi novio —le mentí, tratando de
sonar seguro.
— ¿Novio? No veo ningún novio —dijo el otro,
burlándose de mí—. ¿Qué tal si vamos a alguna parte y nos conocemos mejor?
—ofreció el chico que estaba sujetando mi mano, tirándome hacia él lentamente.
Me sentí enfermo. Oh Dios, Yunho, ¡ayúdame! Sé
que soy patético, pero odio los enfrentamientos y que la gente me toque,
especialmente gente que no conozco.
—Ey, Ángel —dijo Yunho, arrojando su brazo
alrededor de mi hombro y mirando a los dos chicos, que de inmediato soltaron la
mano y dieron un paso atrás. Me acerqué al lado de Yunho y me presioné contra
él con tanta fuerza que dolía—. Espero que no estuvieran molestando a mi chico
—dijo casualmente, pero podía oír el enfado en su tono de voz. Yunho siempre ha
sido protector conmigo; una vez un chico me empujó en un charco cuanto tenía
siete, y Yunho fue directamente a la casa del muchacho y le dio un puñetazo en
la cara.
—De ninguna manera, hombre. Estábamos hablando,
eso es todo. —El chico mintió, levantando las manos inocentemente.
—Está bien. Vamos entonces, Ángel, nos vamos a
casa —dijo Yunho, guiándome hacia la puerta. Una vez fuera, se giró para
mirarme—. ¿Estás bien? —preguntó, revisándome preocupado. Estaba bien, mi
corazón se detuvo de tratar de salir del pecho tan pronto como oí su voz.
Asentí y le sonreí gratamente.
—Gracias —murmuré. Abrió la puerta del coche y
esperó a que subiese antes de rodearlo hacia su lado. Una vez dentro arrojó
algo en mi regazo, miré hacia abajo a la barrita de mi chocolate favorito. No
pude evitar sonreír—. Gracias, Yunho. —Él siempre hacía cosas dulces como
comprarme golosinas, era una lástima que fuese un gigoló idiota, de lo
contrario sería probablemente un buen chico.
Cuando llegué a casa, fui directamente a trabajar
en la lasaña para cenar. Yunho se cernía detrás de mí alrededor de la cocina,
haciéndome sentir violado mientras miraba mi cuerpo.
—Por el amor de Dios, Yunho, ¡mis ojos están aquí!
—dije airadamente, señalándome la cara.
Se rió.
—Wow, estás verdaderamente de mal humor conmigo
hoy, ¿eh? —bromeó, sonriendo.
—Si, lo estoy. No puedo creerme lo de esta mañana.
No me gustan las prisas; me he visto y sentido como una mierda todo el día
—dije con acritud.
—Creo que te has visto caliente todo el día
—respondió, encogiéndose de hombros.
—Ugh, ¿puedes dejar de hablarme? No estoy de
humor. —Tiré la comida en el horno y me puse a preparar un poco de ensalada.
—Bien, lo que sea. —Se encogió de hombros otra vez
y vino a mi lado, ayudándome a preparar la ensalada. Estaba tan cerca de mí que
podía sentir el calor que irradiaba de su cuerpo al mío, era extrañamente
calmante.
—Voy a ir a hacer los deberes. La lasaña estará
hecha en una hora y media; imagino que te quedas a cenar —dije. No era una
pregunta, sabía que lo haría. No estoy seguro de que Changmin le pidiese que se
quedara conmigo cuando él estaba fuera, pero Yunho lo hacía siempre de todos
modos.
—Seguro, viendo cómo me lo preguntas tan
educadamente. —Sonrió.
—No estaba preguntando —gruñí sarcásticamente
mientras me giraba para alejarme.
Me agarró la mano y se acercó a mí, estaba tan
cerca que mi pecho tocaba el suyo, podía sentir su aliento soplando en mi cara.
—Ángel, lo siento por lo de esta mañana. Lo hago.
Por favor deja de ser todo un maldito conmigo, no te pega —dijo en voz baja.
Respiré hondo y suspiré.
—Está bien, si, lo siento también. Supongo que he
sido un maldito contigo —admití, tratando de apartar la mirada de sus hermosos
ojos que se sentía como si estuvieran viendo mi alma.
—Así que, ¿estoy perdonado? —preguntó, sonriendo.
Me gustaba este Yunho, él que me cuidaba, él que
era diferente cuando estábamos por nuestra cuenta. Me puso su adorable carita
de cachorro a la que no podía decir que no, y sentí a mi voluntad de odiarlo
desmoronarse.
Me reí y puse los ojos en blanco.
—Lo que sea. Voy a ir a hacer los deberes antes de
cenar. —Me empujé fuera de su retención y me alejé rápidamente.
Se sentía raro estar cerca de él de esa manera,
todavía podía sentir el hormigueo de electricidad fluyendo a través de la mano
donde nos habíamos cogido, todavía podía oler su dulce aliento que había
soplado en mi cara. No tenía ni idea de la atmósfera tan rara de la cocina;
todo era muy confuso. Negué con la cabeza y saqué mi tarea de cálculo, tratando
de empezarla por lo menos.
Después de cenar en silencio, terminé mi tarea.
Sólo eran las ocho y media así que Yunho decidió poner una película. Puso Destino
Final, y nos sentamos en el sofá a verla. Me sentí un poco incómodo por
alguna razón que no podía entender. Estaba sentado aquí como siempre, pero algo
se sentía diferente. Le miré a escondidas varias veces, estaba sentado ahí
viendo la película, con una pierna doblada sobre la otra, el brazo colgando
casualmente en el respaldo de mi silla.
Ninguno de los dos se movió hasta que la peli
terminó. Ahogué un bostezo.
—Creo que me voy a la cama, Yunho, estoy muy
cansado. —Murmuré, levantándome y estirándome como un gato. Cuando lo miré de
nuevo, me di cuenta de que me estaba observando atentamente. Me aclaré la
garganta ya que todavía seguía mirándome fijamente con una extraña expresión en
su cara.
—Oh, bien, sí, está bien. Voy directo a casa
entonces, estaré de vuelta en media hora —dijo, poniéndose de pie para salir.
Lo seguí y cerré la puerta detrás de él, un poco
desconcertado. ¿Por qué era todo tan tenso y extraño entre nosotros esta noche?
Sería probablemente porque estaba tan molesto con él esta mañana que hice las cosas
un poco torpes.
Me cambié rápidamente a una camiseta sin mangas y
pantalones cortos, me lavé los dientes, el pelo, y me metí en la cama. Esta
estaba fría y era demasiado grande, al igual que cada noche. Después de unos
veinte minutos o así, escuché a mi ventana deslizarse y cerrarse de nuevo.
Ropas cayeron al suelo y luego la cama se hundió detrás de mí.
—Ey, ¿estás dormido? —susurró.
—No, todavía no —murmuré.
Levanté la cabeza para poder poner uno de sus
brazos bajo mi cuello. Apretó el pecho contra mi espalda y envolvió su otro
brazo a mí alrededor, lanzando una pierna sobre la mía. Le oí suspirar mientras
me retorcía para acercarme más a él, me encantaba que Yunho durmiera conmigo,
la cama no se sentía bien sin él.
— ¿Qué pasa? —pregunté, tirando de sus brazos
apretados a mi alrededor y presionando mi rostro en su brazo, oliendo su
increíble aroma que era como ninguna otra cosa en el mundo.
—Nada, Ángel. Sólo estoy cansado, eso es todo
—murmuró contra la parte posterior de mi cabeza, presionando sus labios en mi
pelo.
—Está
bien. Buenas noches, Yunho —susurré, besando su brazo.
—Buenas noches, Ángel —respondió, besando la parte de atrás de mi cabeza.
—Buenas noches, Ángel —respondió, besando la parte de atrás de mi cabeza.
awww me enamore *-*
ResponderEliminaresta muy linda la historia
me encanta la relacion q yunho y JJ tienen !!
gracias x compartirla esta genial espero el sig capo con ansias :)
que historia tan genial..... es tan diferente pero en el buen sentido..enserio me gusta gusta... es tan lindo como se comporta el uno con el otro... amor y odio...
ResponderEliminarbueno volvi con mi blog aunque todavía tengo ciertos problemitas kkk .. bien dejando eso de lado y concentrándome en el capitulo ... kiaa!! mori .. me encanta esa relación odio - amor que conllevan estos dos .. es que dejar entrar al mejor amigo de tu hermano a tu cama como si nada y por 8 años!!! .. hay quisiera ver que piensa yunho kkk ... y como ve a jae verdaderamente ... gracias por esta nueva actu .. nos leemos <3
ResponderEliminar---------- misa-chan
Awwww que monada, esto es muy loco xD osea duermen siempre en la misma cma juntos por las noches, para mi Yunho no molesta aqJae casi le esta diciendo que esta loco por el, pero este ni lo ve piensa q yunho se burla,pero no es asi
ResponderEliminarEso de dormir juntos y luegp de esa forma ea como de una pareja, awwww qiero leer mas TuT
No privaticez este blog,me da mi pan de cada dia
Amo este fic
Gracias Pat0 *j*
de imaginarmelos durmiendo asi juntitos me emociono kyaaa y yunnie diciendole angel, esta muy lindo, siguele please :)
ResponderEliminarAHHH amo esa relación que tienen yunho y jaejoong, ese lindo gesto por parte de yunho de dormir con él, jaj solo que todo sería mejor si en la escuela su relación no fuera así, necesito más y que su relación amistosa pase a otro nivel jaja aunque changmin sea un hermano celoso xD gracias por actualizar!
ResponderEliminarQue bueno que botaran a ese viejo por mañoso ㄱㄱ espero que lo piense muy bien si es que se le ocurre volver porque fijo YunHo lo mata.
ResponderEliminarSi que son muchos años durmiendo juntos *-*
YunHo es el encargado de velar por el sueño de Jaejoong...que hermoso!!!! *O*
si mal no me parece la relación de ellos empieza a cambiar a partir de ese día??
Muchas gracias x el capítulo!!!
owwwwww <3 <3 <3 YJ que lindossssssss juntitosssss
ResponderEliminarOk, gracias.
ResponderEliminarPor estos caps, por ti, por el fic, es qe ahora espero a qe un sensual Yunho venga por las noches a entrar por mi ventana del piso 9...
Hahahaahaha
Aww me dio ternura...
ResponderEliminarHihi siempre peleando...
ñ.ñ
Yunho me encanta como cuida de Jae ...
que lindos después de tantos años los dos siguen durmiendo juntos (*w*) aunque me sorprende que haya pasado tantos años y ellos todavía no sean pareja :(
ResponderEliminarme encanta cuando yunho le dice "angel" a jaejoong de cariño <3 <3 waaa.. muero XD!
Tan lindos >\\\< !!!
ResponderEliminarMe encanta que tengan una relación bipolar x'D !!!
Parece que a Yunho le ha gustado Jae por mucho tiempo,, por la forma de verlo y cuidarlo :) pero Jae no se da ni cuenta y sospecho que él tambien siente algo por Yunho... me pegunto como sera su relacion de ahora en adelante....
ResponderEliminarHermoso odio amor que existe en el YunJae, quiza Yunho no lo diga pero esta enamorado de Jae o quiza no lo diga por miedo a Min...
ResponderEliminarGracias
Aww pero que bello ♡ y pensar que se detestan(?) Bueno, solo jae lo hace xD Parecen un par de enamorados, creo que Yun esta enamorado de Jae, pero no sabe como decirselo y Jae no quiere aceptar lo que siente.Que bueno que Min y Yunho le dieron su merecido a su padre.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Hmm.. creo que JJ se esta dando cuenta que esta comenzando a ver a YH como algo mas que amigo. Y YH siempre a gustado de el, pero no se si realmente se ha dado cuenta de ello.
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