Capítulo 1
Me senté en la encimera de la cocina, observando a
mi mamá hacer pasta al horno; ella estaba entrando ligeramente en pánico y
seguía mirando al reloj a cada minuto. Sabía por qué lo hacía, mi papá debía
estar en casa en exactamente dieciséis minutos y a él le gustaba que la cena
estuviera en la mesa tan pronto como entrara.
Changmin se acercó, jugando con sus figuras del
Hombre Araña.
—Mamá, ¿puedo ir a jugar a casa de Yunho?
—preguntó, lanzándole una mirada de cachorrito.
—No ahora, Min. La cena no tardará mucho y
necesitamos comer como una familia. —Se estremeció ligeramente mientras
hablaba.
La cara de Changmin cayó, pero asintió y vino a
sentarse a mí lado. Inmediatamente le arrebaté el hombrecito de sus manos y me
reí cuando jadeó y lo arrebató de vuelta, sonriendo y poniendo los ojos en
blanco hacia mí. Él era un chico lindo, con cabello castaño y ojos del mismo
color. Era mi hermano mayor, y como los hermanos mayores, era el mejor. Siempre
me cuidaba en casa y en la escuela, se aseguraba de que nadie me molestara. El
único que tenía permitido molestarme, según su opinión, era él, y en una menor
medida su mejor amigo Yunho, que resultaba que vivía en la casa de al lado.
—Entonces, Jae, ¿necesitas ayuda con tu tarea?
—preguntó él, codeándome. Changmin tenía diez, y era dos años mayor que yo, así
que siempre me ayudaba con el trabajo de la escuela.
—Nop. No tengo tarea. —Sonreí, balanceando mis
piernas mientras colgaban de la encimera.
—Bien, niños, pongan la mesa por mí. Ya saben
cómo. Exactamente bien, ¿de acuerdo? —pidió mamá, rociando queso sobre la pasta
y poniéndola en el horno.
Changmin y yo nos bajamos de la encimera y
agarramos las cosas, dirigiéndonos a la sala comedor.
Mi papá era muy particular sobre todo, si todo no
estaba exactamente bien, se enojaba y nadie quería eso. Mi mamá siempre decía
que mi papá tenía un trabajo estresante. Siempre se enojaba con facilidad si
hacíamos algo mal. Si has escuchado ese dicho: “Los niños deberían ser
vistos y no oídos”, bueno, mi papá llevaba eso a otro extremo. En su lugar,
le gustaba: “Los niños no deberían ser vistos u oídos”. A las cinco
treinta llegaba a casa todos los días, comía la cena de inmediato, y luego Changmin
y yo éramos enviados a nuestras habitaciones, en donde jugábamos en silencio
hasta las siete y treinta cuando teníamos que ir a la cama.
Odiaba esta hora del día. Todo estaba bien hasta
que él llegaba a casa, y luego todos cambiábamos. Changmin siempre se quedaba
en silencio y no sonreía. Mi mamá tenía esa mirada es su cara, como de miedo o
preocupación, y empezaba a correr de aquí para allá ahuecando los cojines sobre
el sofá. Yo siempre me quedaba allí y deseaba silenciosamente que pudiera
esconderme en mi habitación y nunca salir.
Changmin y yo pusimos la mesa y luego nos sentamos
en silencio, esperando que el clic de la puerta señalara que él estaba en casa.
Podía sentir mi estómago revoloteando, mis manos empezando a sudar mientras
rezaba en mi cabeza que él hubiera tenido un buen día y estuviera normal esta
noche.
Algunas veces, él estaba de un humor realmente bueno
y me besaba y abrazaba. Me decía el niñito tan especial que era, y lo mucho que
me quería. Eso sucedía normalmente los domingos. Mi mamá y Changmin iban a la
práctica de hockey y me quedaba en casa con mi padre. Aquellos Domingos eran
los peores, pero no le dije jamás a nadie de esos días, y lo mucho que me
tocaba y me decía lo bonito que era. Odiaba esos días, y deseaba que los fines
de semana nunca llegaran. Prefería mucho más que fuera un día de escuela cuando
sólo lo veíamos para la hora de la cena. Definitivamente prefería cuando me
miraba con ojos enojados, que cuando me mira con ojos suaves. No me gusta en
absoluto, me hacía sentir incómodo, siempre hacía que me temblaran las manos.
Afortunadamente, sin embargo, hoy apenas era lunes, así que tenía casi una
semana antes de que tuviera que preocuparme por eso de nuevo.
Un par de minutos después, él entró. Changmin me
lanzó una mirada que me decía que me comportara y sostuvo mi mano bajo la mesa.
Mi padre tenía cabello castaño, del mismo color del de Changmin. De igual forma
los ojos, y siempre tenía el ceño fruncido.
—Hola, niños —dijo en su ruidosa y profunda voz.
Un estremecimiento se deslizó por mi columna cuando habló. Puso su maletín a un
lado y tomó asiento a la cabeza de la mesa. Intenté no mostrar ninguna
reacción; de hecho, intenté no moverme para nada. Siempre parecía que era yo el
que metía a todos en problemas o hacía algo mal.
Siempre parecía que era el que empeoraba las cosas
para todos. No solía ser así, solía ser el niñito de papá, pero desde que
empezó su trabajo, hace tres años, cambió. Nuestra relación con él cambió por
completo. Él todavía me favorecía por encima de Changmin, pero cuando venía del
trabajo, era como si quisiera pretender que Changmin y yo no estábamos allí. La
forma en que miraba a Changmin algunas veces era como si estuviera deseando que
no existiera, hacía que me doliera el estómago verlo mirar a mi hermano de esa
forma.
—Hola, papá —respondimos ambos al mismo tiempo.
Justo entonces, mi mamá vino cargando la pasta y un plato de pan con ajo.
—Esto se ve bien, Seo Joon —dijo él, dándole una
sonrisa. Todos empezamos a comer en silencio e intenté no moverme incómodamente
en mi lugar—. Entonces, ¿cómo estuvo la escuela, Changmin? —le preguntó a mi
hermano.
Changmin levantó la mirada nerviosamente.
—Estuvo bien, gracias. Intenté entrar al equipo de
hockey sobre hielo y Yunho y yo… —empezó a decir, pero mi papá asintió, sin
escuchar.
—Eso es genial, hijo —interrumpió él—. ¿Qué hay de
ti, Jaejoong? —preguntó, volviendo su mirada hacia mí.
¡Oh, Dios! De acuerdo, sé cortés, no divagues.
—Bien, gracias —respondí calladamente.
— ¡Habla más alto, niño! —gritó.
Me estremecí con su tono, preguntándome si iba a
pegarme, o quizá me enviaría a la cama sin cenar.
—Estuvo bien, gracias —repetí un poco más fuerte.
Él frunció el ceño y luego se volvió hacia mi
mamá, que estaba estrujándose las manos nerviosamente.
—Entonces, Seo Joon, ¿qué has estado haciendo hoy?
—preguntó, comiendo su cena.
—Bueno, fui al supermercado y conseguí ese shampoo
que te gusta, y luego planché un poco —respondió mi mamá rápidamente. Sonaba
como una respuesta preparada, siempre hacía eso, tenía sus respuestas listas de
modo que no fuera a decir nada inapropiado que lo hiciera enojar.
Extendí la mano por mi bebida, pero no estaba
observando apropiadamente y la volqué, derramando el contenido sobre la mesa.
Los ojos de todos volaron hacia mi padre, que se levantó de un salto de su
silla.
— ¡Mierda! ¡Jaejoong, pequeño estúpido! —gruñó,
agarrándome del brazo y empujándome bruscamente de la mesa. De repente mi
espalda golpeó la pared, el dolor me atravesó y me mordí el labio para dejar de
llorar. Llorar lo empeoraba todo, él odiaba que llorara, decía que solo los
débiles lloraban. Lo vi apartar su mano; iba a golpearme. Sostuve el aliento
esperando el golpe, sabiendo que no había nada que pudiera hacer más que
soportarlo, igual que siempre.
Mi hermano se levantó de un salto de su silla y se
abalanzó sobre mí, envolviendo con fuerza sus brazos a mí alrededor,
cubriéndome. Su espalda estaba hacia mi padre mientras me protegía.
— ¡Suéltalo, Changmin! ¡Necesita aprender a ser
más cuidadoso! —gritó mi padre, agarrando a Changmin de su ropa y lanzándolo al
piso. Me abofeteó, enviándome al piso, luego se volvió hacia Changmin y lo
pateó en la pierna, haciéndolo gemir—. ¡No te metas en mi camino de nuevo,
pequeño pedazo de mierda! —le gritó a Changmin, mientras estaba acurrucado en
una bola en el piso.
Lágrimas silenciosas corrían por mi cara. No podía
soportar ver herido a mi hermano; él sólo estaba intentando protegerme. Changmin
siempre hacía eso.
Cuando me metía en problemas, él provocaba a mi
padre de modo que la tomara contra él en mi lugar.
Mi padre levantó su plato y su bebida, caminó a
zancadas hacía la sala para terminar su comida, murmurando algo sobre nosotros
siendo “los peores niños en el mundo” y “cómo infiernos se pudo quedar atrapado
en esta vida”.
Me arrastré hasta mi hermano y envolví mis brazos
alrededor suyo con fuerza, aferrándome a él como si mi vida dependiera de ello.
Él gimió y se levanto para sentarse, abrazándome de vuelta, frotando su mano
por mi mejilla punzante.
—Lo siento, Changmin. Lo siento —murmuré
en voz baja, llorando sobre su hombro.
Él negó con la cabeza.
—Está bien, Jae. No es culpa tuya —dijo
con voz ronca, me dio una pequeña sonrisa y tratando de ponerse en pie,
gimiendo. Me puse de pie con un salto y le ayudé a levantarse. Podía oír
movimiento así que levanté la mirada para ver que mi madre estaba limpiando la
mesa frenéticamente.
—Lleven sus cenas a sus cuartos y coman, ¿bien?
—ordenó, besándonos a los dos en la mejilla. Ella tenía que ir a donde mi padre
y hacer control de daños, él estaría de mal humor por mi error y ella tenía que
calmarlo antes de que pasase algo más—. Los veré a la mañana. Los quiero a los dos. Por
favor estén callados, y pase lo que pase, quédense en sus habitaciones —ordenó,
rápidamente besándonos otra vez y entregándonos nuestras cenas a medio comer,
antes de empujarnos hacia el vestíbulo trasero.
Teníamos una buena casa, cuatro dormitorios y todo
estaba en un nivel. Mi padre ganaba un buen dinero por lo que vivíamos en una
bonita zona, pero preferiría que la casa fuera más pequeña así no tuviera que
trabajar en ese empleo. Puede que entonces fuera como el viejo Papá,
llevándonos al parque y comprándome juguetes y dulces. Changmin vino a mí
habitación y comimos en silencio, sentándonos en el suelo cerca de mi cama.
Tomó mi mano con fuerza cuando oímos a mi padre gritar a mi madre desde el
salón, algo se rompió, y me estremecí. Esto era totalmente culpa mía.
Empecé a sollozar así que Changmin envolvió su
brazo alrededor de mi hombro, apretando suavemente. Él siempre parecía mucho
mayor que yo; era mucho más maduro que yo.
—Está bien. Todo está bien, Jae. No te preocupes
—susurró, acariciándome el pelo. Una vez que me calmé, y los gritos habían
cesado, jugamos a las cartas por un rato.
Cuando estábamos en la mitad del juego, escuchamos
pisadas fuertes viniendo por el vestíbulo. Changmin se puso rígido cuando los
pasos pasaron por mi puerta. No se detuvieron sin embargo, gracias a Dios. Dejé
escapar el aliento que no me di cuenta que estaba aguantando y miré a Changmin,
quien esbozó una pequeña sonrisa.
—Mejor me voy a mi habitación, son pasadas las
siete —dijo mirando a mi despertador—. Cierra con llave la puerta. Te veré en la mañana
—dijo con un guiño. Salió de la habitación y lo observé arrastrarse por el
pasillo hasta su habitación, se volvió hacia mí—.
Cierra con llave tu puerta, Jae —susurró, esperando ahí, observándome.
Cerré la puerta con llave rápidamente como me
dijo. Poniendo mi oreja en la madera, escuché para asegurarme de que Changmin hiciera
lo mismo con la suya. Volví corriendo a mi cama y me tiré sobre ella, llorando
silenciosamente. No podía parar, estaba sollozando y sollozando. ¡Había sido
estúpido esta noche e hice que hiriera a mi hermano otra vez! Y probablemente a
mi madre también, por el sonido de los ruidos en el salón.
De repente, se produjo un rasguño, un ruido
golpeando en mi ventana. Abrí mis ojos de golpe para ver a Yunho fuera,
mirándome con tristeza. Me levanté y corrí hacia mi ventana la abrí y la
deslicé hacia arriba silenciosamente preguntándome qué demonios estaba haciendo
aquí. ¿No debería estar en su casa?
— ¿Yunho, qué estás haciendo aquí? ¡Tienes que
irte, ahora! —le grité susurrando, sacudiendo mi cabeza con fuerza. Pero el
chico estúpido solo trepó a mi habitación por la ventana, cerrándolo
silenciosamente detrás de él.
Contuve la respiración, mirando a mi puerta con
los ojos muy abiertos. Si mi padre lo atrapaba aquí se iba a volver loco, no le
gustaba que Yunho viniera y jugara en nuestra casa, siempre decía que era muy
ruidoso.
— ¡Yunho, sal! —susurré, desesperadamente
intentando empujarlo devuelta hacia la ventana. Me estremecí, preguntándome que
haría mi padre si hubiera escuchado abrirse la ventana y supiera que Yunho estaba
aquí. Yunho no se movió; simplemente envolvió sus brazos alrededor mío con
fuerza y me atrajo contra su pecho. Traté de empujarlo, pero él solo me sostuvo
con más fuerza.
—Está bien —susurró, acariciando mi pelo. Empecé a
llorar otra vez en su pecho; pensamientos de Changmin siendo herido antes
inundaron mi cabeza.
Yunho era alto para su edad; tenía diez años,
igual que Changmin. Ellos eran mejores amigos, y lo habían sido desde que nos
mudamos hace cuatro años. Tenía el pelo castaño, el cual normalmente ponía en
punta con demasiado gel, y ojos marrones que eran como ventanas a su alma.
Cuando Yunho te miraba te hacia sentir como si pudieras volar. Era muy lindo;
todos mis amigos estaban colados por el por alguna razón. Yunho y yo, sin
embargo, no nos llevábamos del todo bien. Él se burlaba de mí todo el tiempo,
me pone la zancadilla, me tira del pelo, y tiene esta molesta costumbre de
llamarme Ángel por alguna razón, me llamó así desde el momento en que me conoció
y realmente me pone furioso.
¿Qué demonios estaba haciendo aquí ahora? ¿Y por
qué estaba abrazándome? Tal vez pensó que esta era la habitación de Changmin,
tal vez se acercó a la ventana equivocada —pero no podía estar en lo cierto porque la
habitación de Changmin estaba en la otra parte del vestíbulo, su ventana daba
al patio trasero.
Me eché hacia atrás para mirarlo. Por alguna razón
él se veía tan triste; tenía lágrimas en sus ojos mientras se limitaba a seguir
abrazándome. Él sabía sobre mi padre, Changmin había sido cubierto por
moratones una vez y le soltó la verdad a él. Changmin y yo le rogamos que no
dijera nada, sin embargo, nunca lo ha hecho.
— ¿Qué estás haciendo aquí, Yunho? —susurré,
limpiándome la cara, pero las lágrimas siguieron cayendo.
Me tiró sobre la cama, meciéndome suavemente,
igual que Changmin siempre hacia cuando lloraba. Miré su pecho y me di cuenta
que estaba usando shorts y camiseta de los Power Rangers. Fruncí el ceño, un
poco confundido en cuanto ha por qué tendría puesto eso, hacía mucho frío
fuera. Entonces me di cuenta de que estaba usando su pijama. Miré al reloj para
ver que eran casi las ocho y media. Había estado llorando durante más de una
hora.
—Te vi a través de la ventana. Solo quería venir y
asegurarme de que estabas bien —susurró a su vez, todavía abrazándome con
fuerza.
Volvía mirar a la ventana. La habitación de Yunho estaba
directamente en frente de la mía y podía ver en su habitación, lo que
significaba que él podía ver en la mía. Me mordí el labio, oh Dios me había
visto llorando, tengo que verme tan débil para él. Las únicas personas ante las
que alguna vez había llorado eran mi madre y Changmin.
—Estoy bien. Tienes que irte —susurré empujándole
otra vez, tratando de sacarlo de la cama.
Se limitó a negar con su cabeza.
—No me voy hasta que dejes de llorar —declaró,
tirándome hacia abajo de manera que ahora estábamos tumbados en mi cama, uno
enfrente del otro. Tenía sus brazos envueltos alrededor mío tan fuerte que ni
siquiera podía retorcerme. Me sentí seguro y caliente. Me deslicé aún más cerca
de él, presionando todo mi cuerpo con el suyo y sollocé en su pecho.
* * *
Me desperté a la mañana, todavía fuertemente
envuelto en sus brazos; di un grito ahogado y miré al reloj 6:20 a.m.
— ¡Yunho! —susurré, sacudiéndolo.
—Ahh, ¿qué, Mamá? —preguntó con sus ojos cerrados.
— ¡Shhh! —siseé, rápidamente cubriendo su boca
antes de que hablase otra vez. No puedo creer que nos quedásemos dormidos, esto
está tan mal.
Sus ojos se abrieron de golpe y me miró, sorprendido,
luego miró alrededor de mi habitación.
—Oh no, ¿me quedé dormido? —susurró, sentándose y
pasándose la mano por su pelo, que estaba levantado por todas partes pero en
realidad se veía mejor que cuando tenía ese asqueroso gel en él.
—Tienes que ir a casa, Yunho. ¡Rápido! —siseé,
empujándolo hacía la ventana. La abrió y empezó a trepar fuera pero agarré su
mano haciendo que se detuviera. Levantó la vista hacia mí una expresión
confundida en su cara.
—Gracias —susurré, sonriéndole agradecidamente.
Realmente necesitaba ese abrazo la otra noche, esa fue probablemente la cosa
más bonita que Yunho alguna vez había hecho por mí.
Él me devolvió la sonrisa.
—De nada, Ángel —respondió, sonriendo y saliendo.
Vi
como pasaba por el agujero en la valla y volvió a subir a su propia ventana. La
cerró y me saludó, le devolví el saludo y luego fui a vestirme. El pensamiento
de Yunho viniendo a escondidas aquí y estando en la casa sin permiso, hizo que
mi estómago doliera. Tuvimos mucha suerte de no ser atrapados. Me aterraba
pensar que habría sucedido si sus padres hubieran ido a su habitación a la
noche y hubieran visto su cama vacía, o que habría pasado si no me hubiera
despertado temprano. Me estremecí al pensar en lo que mi padre haría si hubiera
entrado aquí para encontrar a Yunho en la casa durante la noche.
Lo que tienen que pasar jaejoong y chagmin es demasiado ... y pensar que encima el padre de ellos le pone mano encima a jae y no con buenas intenciones ... espero que no pase a mayores eso si seria totalmente desastrozo ... por dios esa madre que tienen ve que maltratan a sus hijos y no dice nada ... el único que salva a jae es chagmin ... y veo que yunho también se preocupa por el ya quiero ver la relación que llevaran estos dos
ResponderEliminar-------> misa chan
Ohhhh el padre e jae y Changmin es un malnacido!!! como puede hacerle eso a sus hijos y a su esposa, que mal ppor el, ademas toca a jae
ResponderEliminarnooo woo parece que a yunnie aprecia al pequeño jae...waa quiero saber mas de este fic XD por fa actualiza pronto XD
Ese viejoq
ResponderEliminarEse viejo que abusa de jaejoong tan bebe y manosea me caga, pobre changmin cuidando de su hermano, su madre es una pendeja z no hacer nada y dejar q ese viejo haga lo q le plazca con sus hijos.
ResponderEliminarQue lindo Yunho yendo a consolar a jaejoong hasta su cuarto vien mono con su playera dr powers ranger's *-*una ternuraaaaa
Me gusto
Actuaaa xD
Asqueroso viejo mañoso ㄱㄱ
ResponderEliminara su propio hijo quiere hacerle cochinadas!!!
Ojalá que se le "caiga"
por tratar tan horrible a su familia >_>
odio al padre de jae, pero me encanta como yunnie entra a hurtadillas al cuarto de jae, me hizo reir el pijama jajaja de power ranger
ResponderEliminarWiuuuuuuu
ResponderEliminarYunniey Joongie se qieren besar y y y y luego se casaran (8) ♥
Es la primera vez que leo un fic donde cambian papeles, ahira Min es el mayor ohh se interesante. AGGG Odio a su padre ese, MALDITO! como puede maltratar así a Joongie u.u y tan lindo Min protegiendolo como todo buen hermano, lo que me preocupa es su pierna y espero no aya sido un golpe que no lo aya lastimado tanto. Ohh y Yunnie♥ que lindo que aya ido a consolar a Jae, cuantas vez ya lo habra visto desde la ventana... y lo de 'Angel' talvez ya tenga ciertos sentimientos por JJ, como dice que cuando alguien te gusta y te da verguenza decirlo, prefieres molestarlo(?) Hahaha ahh esta hermoso el fic.
ResponderEliminarEs la primera vez que leo un fic donde cambian papeles, ahira Min es el mayor ohh se interesante. AGGG Odio a su padre ese, MALDITO! como puede maltratar así a Joongie u.u y tan lindo Min protegiendolo como todo buen hermano, lo que me preocupa es su pierna y espero no aya sido un golpe que no lo aya lastimado tanto. Ohh y Yunnie♥ que lindo que aya ido a consolar a Jae, cuantas vez ya lo habra visto desde la ventana... y lo de 'Angel' talvez ya tenga ciertos sentimientos por JJ, como dice que cuando alguien te gusta y te da verguenza decirlo, prefieres molestarlo(?) Hahaha ahh esta hermoso el fic.
ResponderEliminarEs la primera vez que leo un fic donde cambian papeles, ahira Min es el mayor ohh se interesante. AGGG Odio a su padre ese, MALDITO! como puede maltratar así a Joongie u.u y tan lindo Min protegiendolo como todo buen hermano, lo que me preocupa es su pierna y espero no aya sido un golpe que no lo aya lastimado tanto. Ohh y Yunnie♥ que lindo que aya ido a consolar a Jae, cuantas vez ya lo habra visto desde la ventana... y lo de 'Angel' talvez ya tenga ciertos sentimientos por JJ, como dice que cuando alguien te gusta y te da verguenza decirlo, prefieres molestarlo(?) Hahaha ahh esta hermoso el fic.
ResponderEliminarEl padre de Jae es un desgraciado... Q horror... Pobres Jae y min ㅠ.ㅠ
ResponderEliminarYunho es muy lindo con Jae haha aunq también le hace bromistas Hihi
no se que palabras utilizar para expresarme al papa de jaejoong sin dañar susceptibilidades solo diré ODIO ψ(`ー´)
ResponderEliminarno se como pueden existir personas así que dañen a sus hijos y los toquen indebidamente(`ー´)
changmin es un gran hermano que cuida de jae muy lindo :’)
me encanto yunho como entro a su habitacion y lo reconforto (*w*) es el inicio de algo bello (*w*)
Pobres de changmin y jae que desgraciado padre les toco, voy a ver como sigue todo seguire leyendo gracias
ResponderEliminarPinche pedófilo incestuoso y asqueroso viejo!!! Lo odio!!!
ResponderEliminarLo que tienen que sufrir los dos por ese asqueroso y la cobarde de su madre ó.ó!!!
Gracias a Dios q llego YH para confortar a JJ T-T
Es el primer capitulo que leo :( y me senti tan mal por Jae...
ResponderEliminarJae todavia es tan pequeño y a esa edad tiene que soportar a ese hombre asqueroso que lo toca, ese ser horrible que se atreve a golpearlo a él y a Min.... y la madre ahi sin decir nada deberia dejarlo y alejarlo de sus hijos.
Pero me gusto la forma como Yunho se preocupa por él :) debe cuidarlo y protegerlo
Ese papa del minjae es horriblé. Como se atreve el muy ;^$$^*&*)££_(perdon por el lenguaje) lastimar a unos niñosssss inocentes. Yo que la mama del minjae le pongo veneno en la comida y que se muera como la rata que es....assshhhh... lo se me pase, pero en fin seguiremos leyendo.
ResponderEliminarOmo acabo de leer el primer capítulo y ando muriendo de la emoción TOT pobre Jae!!!! y Mi adorado yunho como un príncipe.Gracias de verdad por aceptarme en tu blog *0*/
ResponderEliminarQue maldito desgraciado el padre del.MinJae, el lastimarlos tanto verbal como fisicamente... ademas abusar de Jae tocandolo. Gracias
ResponderEliminarMe gusta el trama de la historía y mas saber que Yun ayudará a Jae, pero ojalá no se vuelva un cretino. Me da tanta pena que Min y Jae tengan que pasar por todo eso, su padre es un abusivo, ojala su madre encuentre una manera de sacarlos de ese hogar horrible. Que cosas le hará ese señor a Jae, ojala que no se pase de las manos ;;
ResponderEliminarGracias por compartir