Capítulo 18
¡Yunho! Jaejoong
gritaba mentalmente una y otra vez mientras el dolor le atenazaba la garganta.
Seong
Min apartó los dientes de su suave piel y lo dejó caer al suelo. El muy maldito
había luchado con más energía de la que esperaba y le había roto su camisa
favorita.
Jaejoong
gimió cuando Seong Min le asió la ropa y se la rasgó. El desgarrón dejó al
descubierto una fina enagua blanca, pero Jaejoong apenas se dio cuenta. El
dolor de la garganta era lo único en que podía pensar. No notó la hierba fría y
húmeda bajo sus pies, ni el sonido distante de la música. En el jardín habían
puesto luces aquí y allá, iluminando flores y fuentes, pero tampoco las veía. Sólo
era consciente del dolor.
Unas
manos crueles asieron la parte superior de su enagua. Jaejoong sintió sus
agudas uñas arañando su piel cuando comenzó a rasgarla.
—
¿Qué haces?
Jaejoong
levantó los ojos al oír aquella voz familiar, tratando de ver más allá de la
alta figura de Seong Min.
—Dejarlo
inerme para que no haya posibilidad de que lo estropees esta vez —dijo Seong
Min por encima del hombro.
—Déjalo,
no va a escapar — para sorpresa de Jaejoong, Seong Min lo soltó y se hizo a un lado para
dirigirse a la figura envuelta en sombras.
—Vamos,
rápido, mátalo y vuelve a la fiesta. Pronto notarán el olor a sangre y vendrán
a ver qué pasa.
Jaejoong
vio el brillo de un objeto afilado cuando el asesino cruzó un rayo de luz.
—
¿Por… por qué? —dijo Jaejoong, con la sangre resbalándole aún por el cuello,
mirando aturdido a la mujer del vestido de baile verde.
—He
rezado. He rezado por no tener que hacer esto precisamente este día, pero me
has decepcionado, Jaejoong. Debería haber supuesto que te convertirías en lo
que era tu padre, ¡un monstruo!
Jaejoong
ni se dio cuenta de que Seong Min se había marchado; sólo veía unos puntos
negros ante los ojos.
—No
lo entiendo, tía Yoon Joon, por favor. Necesito un médico…
Una
risa grotesca resonó en su aturdida mente cuando Lady Yoon Joon se arrodilló
junto a su oído.
—Tu
padre no desapareció, Jaejoong. Yo lo maté. Lo maté porque era un vampiro. ¡Y ahora
voy a matarte a ti, porque tú también eres un monstruo!
Jaejoong
vio el cuchillo que su tía elevaba por encima de su cabeza hasta sumirse en la oscuridad
que había tras él.
Yunho
saltó de la terraza y corrió por el jardín en sombras. El aroma a sangre era
fuerte, pero el rastro de Seong Min se debilitaba con rapidez. Intentó no
reconocer el dulce aroma de la piel de Jaejoong mientras se acercaba a un
rincón especialmente oscuro, pero no podía evitarlo.
Al
verlo tendido sobre la hierba, sangrando por el cuello, se le nubló la mente.
—Jaejoong
—dijo con voz ronca. Vio que estaba consciente, aunque apenas. Reconoció el brillo
del miedo en sus ojos, pero no podía hacer nada. ¡Nada!
—Voy
a llevarte al médico, amor mío. Te pondrás bien, no te preocupes.
—Aaa…
—Jaejoong trataba de hablar, pero sólo le salía un gruñido.
—No,
cariño, descansa… —se interrumpió al oír un grito, seguido de un dolor agudo en
su pecho. Yunho miró los ojos aterrorizados de Jaejoong y luego bajó la mirada
hacia la larga daga que le sobresalía del pecho.
—
¡Muere, bastardo! —El enfermizo chillido de Lady Yoon Joon resonó en los
jardines y en los oídos de Yunho.
—Y…
unh —dijo Jaejoong, alargando las manos hacia su cara mientras las lágrimas bañaban
sus mejillas.
Yunho
asió la empuñadura del cuchillo y se lo arrancó de un tirón.
—
¡No! —exclamó Lady Yoon Joon, acercándose a él y tratando de recuperar el
cuchillo para poder apuñalarle hasta estar segura de su muerte. Yunho estaba
inmóvil; la única parte de su cuerpo que se movía era la mano derecha.
La
daga alcanzó su objetivo: el corazón de Lady Yoon Joon. La asesina cayó muerta
en un arbusto cercano.
—
¡Yunho! —exclamó Yoochun, que acababa de llegar a su lado y no apartaba los
ojos de Jaejoong.
—Necesita
un médico —dijo Yunho. La herida que el cuchillo había abierto en su pecho
ardía mientras cicatrizaba.
Yoochun
le tomó el pulsó a Jaejoong mientras llegaban los demás. La sangre del cuello
se había secado, pero la puñalada que le habían asestado cerca del corazón
parecía irreparable.
—
¿Jaejoong? —dijo Heechul arrojándose al lado de su amigo. Vio las marcas de su
cuello y se puso en pie, temblando.
—Sé
quién es.
Yunho,
Yoochun y Junsu se quedaron mirándolo, pero fue Siwon quien habló.
—Muévete.
Los
dos desaparecieron en la noche.
—
¡Yoochun, el médico! —gritó Yunho con el rostro congestionado por la angustia. Yoochun
movió negativamente la cabeza. Era demasiado tarde.
—Es
demasiado tarde…
Yunho
no deseaba oír aquello. Se rasgó la camisa y, poniéndose la cabeza de Jaejoong en
las piernas, apartó la tela desgarrada de la enagua y apretó el profundo corte
con la venda improvisada.
—
¿Yunho? — Changmin llegó de la casa corriendo y jadeando—. ¿Qué pasa? Ibas
corriendo como un loco y luego… ¡Jaejoong!
Changmin
empujó a Yunho al ver que su hermano yacía en la arena, pero Yoochun lo sujetó.
—
¡Apártate o te juro que te mato!
Yunho
volvió unos ojos doloridos al hombre furioso.
—
¡Trato de detener la hemorragia! Y ahora tranquilos. Si os peleáis entre
vosotros y le causáis más dolor cuando se despierte, ¡os mato yo!
Changmin
dejó de forcejear y se alejó de Yoochun, con el rostro color ceniza.
—
¿Habéis llamado a un médico? —dijo con dificultad mientras se ponía en
cuclillas junto a Jaejoong.
—La
hemorragia ha cesado, pero ha perdido mucha sangre; un médico no llegaría a
tiempo —dijo Yunho con la voz ronca por la emoción. Era la primera vez que
admitía que preferiría morir él. Los presurosos latidos del corazón de Changmin
resonaban en su cabeza y lo obligaron a asir al muchacho por las solapas.
—
¡Cálmate!
—
¡Yunho, por favor! —dijo Junsu, apareciendo en el momento en que Changmin le apartaba
la mano.
—
¡No puede morir! —dijo Changmin, con la mente nublada por el dolor. Deslizó sus
brazos bajo el cuerpo de Jaejoong y comenzó a levantarlo. Yunho le detuvo
poniéndole una mano en el hombro.
—
¿Qué infiernos estás haciendo?
—Llevármelo
de aquí, ¡suéltalo!
—No
—dijo Yunho tratando de ponerse en pie, pero su cuerpo estaba tardando más de lo
previsto en regenerarse. Necesitaba sangre.
—
¡Estás herido! —exclamó Changmin al ver la sangre que cubría el pecho de su
amigo.
Yunho
procuró mantener la herida oculta por la mano y trató de dar más fuerza a su voz.
—Estoy
bien, sólo es un rasguño.
—
¿Sólo un rasguño? Príncipe Jung, vas a morir, y pronto.
Yunho
cerró brevemente los ojos al oír la voz que no había oído en más de cien años. Siwon
y Heechul se acercaban con el malvado y con expresión inescrutable.
—
¡Te desafío, jefe del Clan Oriental!
—Nadie
va a luchar contra ti, Seong Min. ¡Serás juzgado por los jefes! —exclamó Junsu con
furia.
La
risa de Seong Min rasgó el ominoso silencio.
—Es
la ley. No puede pasarse por alto un desafío al jefe.
—Coge
a tu hermano y sácala de aquí —susurró Yunho. Changmin se quedó atónito mirando
a Seong Min.
—
¡No tienes que luchar! —dijo Junsu a Yunho, pero ya era demasiado tarde. Seong
Min se arrojó sobre él. Yunho esperaba el ataque y se echó a un lado, luego lo
cogió de los brazos y lo volteó. El vampiro aterrizó varios pasos más allá.
—
¡Venga, Changmin! —dijo Yunho, dándole un empujón al joven. Seong Min se
recuperó rápidamente y se puso a trazar círculos a su alrededor.
—Vamos,
jefe, demuestra lo que sabes hacer —dijo Seong Min sonriendo con entusiasmo.
—Deja
que yo… —fue a decir Changmin, pero fue interrumpido en seco por un rabioso gruñido.
—
¡He dicho que te vayas! —gritó Yunho, cuyos colmillos brillantes relampaguearon
a la luz de la luna en el momento en que se arrojaba sobre el vampiro
sonriente.
Changmin
vio horrorizado a los dos hombres chocando en el aire, asiéndose el uno al otro
con una fuerza increíble. Los dientes, la sangre… ¡estaban en el aire! Changmin
estaba petrificado, con la mirada fija en las dos figuras que luchaban a muerte
delante de él.
—
¡Apártate de ahí, Changmin! —Era la voz de Heechul. No lo había oído
aproximarse, pero al mirar a su izquierda vio a varias figuras en la oscuridad:
Junsu, el duque, el tal Siwon que siempre andaba rondando a Yunho, y varios que
acababan de aparecer. Fue como si saliera de un trance. Miró la figura postrada
de su hermano y se le llenaron los ojos de lágrimas.
—Yo…
Dan
le puso una mano en el brazo.
—Más
tarde habrá tiempo para explicaciones, ahora vete.
Changmin
asintió y, mientras trataba de levantar el cuerpo de su hermano, apareció Siwon
a su derecha y lo tomó en sus brazos. No sabía lo que estaba pasando, no tenía
ni idea de quién era toda aquella gente, pero resistirse era imposible, así que
se fue.
El
dolor sacudió a Yunho de arriba abajo cuando su cabeza chocó contra un árbol. Maldijo
entre dientes al sentir la sangre manar de una herida de la cintura.
Cabeceó
y se lanzó sobre Seong Min de nuevo. Una piedra de gran tamaño voló hacia él y
pasó rozándole la oreja en el momento en que saltaba de lado y daba varias
vueltas hasta quedar de pie.
—
¿Yunho? —era la voz de Yoochun. Yunho sabía que sus amigos estaban allí, pero también
sabía que no podían tocar a Seong Min a menos que él lo pidiera.
No
tenía intención de pedirles nada. Aquello era un asunto personal, lo era desde
el momento en que Seong Min le había puesto la mano encima a Jaejoong.
—
¡Ríndete! —gritó a Seong Min.
Estaba
herido y manando sangre, pero nada de eso era importante. Sólo sentía cólera;
la imagen del cuerpo de Jaejoong sangrando le nublaba la mente. Le hacía
insensible a las heridas, le hacía más fuerte.
—
¿Rendirme? ¿A ti, Yunho? ¿Por qué iba a hacer algo así? —gruñó Seong Min con
los ojos de un rojo brillante, ardiendo con una luz de locura. Era más fuerte
de lo que Yunho pensaba, probablemente debido a la demencia que produce el
beber sangre humana.
Yunho
dio tres pasos rápidos, saltó en el aire y cayó sobre Seong Min. Ambos se
asieron los brazos mientras les crecían los colmillos. Yunho empujó con fuerza,
poniendo los músculos rígidos para poder arrojar al suelo a Seong Min.
Una
fuerte patada estuvo a punto de hacerle perder el equilibrio, pero se mantuvo
en pie y consiguió poner a su contendiente de rodillas. Seong Min le agarró las
piernas para intentar tirarlo, pero sólo consiguió romperle varios huesos.
Yunho
le dio un codazo en la oreja que lo desorientó, y aprovechando esta ventaja, lo
asió por el cuello.
—
¡Yunho! —El miedo vibró en la voz de Seong Min, pero Yunho estaba más allá de
la compasión, dispuesto a acabar de una vez mientras apretaba con sus manos la
flexible piel. —Por favor.
Era
una súplica desesperada. Yunho miró a los vampiros que le rodeaban. Ver el
cuerpo desfallecido de Jaejoong en brazos de Siwon resolvió sus dudas.
—Es
demasiado tarde para favores. —Con estas últimas palabras, hundió los colmillos
en el cuello de Seong Min. Seong Min le clavó las uñas en las manos, pero fue
inútil.
La
sangre llenaba su boca. Yunho la escupió; la sangre de vampiro le haría caer
enfermo. Volvió a morder y sintió que la vida escapaba del cuerpo de Seong Min.
Cuando
Seong Min dejó caer los brazos a los costados, Yunho lo soltó y el malvado cayó
inerte al suelo.
Yoochun
se acercó a Yunho y Junsu indicó por señas a un miembro de su clan que recogiera
el cuerpo de Seong Min. Yunho no lo había matado, Junsu sabía que no lo haría.
Estaba prohibido matar en un desafío y, como había supuesto, su viejo amigo era
demasiado respetuoso con las leyes de los vampiros para no acatarlas, por muy
furioso que estuviera.
Seong
Min iría a juicio y, una vez juzgado por su delito, sería ahorcado.
—Yunho
—dijo Yoochun. No sabía qué más decir.
Yunho
vio a Siwon y fue hacia él sin pronunciar palabra. Aunque se estaba
restableciendo rápidamente, se sentía destrozado por dentro.
—
¿Está…? —no pudo pronunciar la palabra. Siwon tendió a su príncipe a Jaejoong que
tenía en brazos y Yunho lo recogió tiernamente.
El
lento pulso que sentía latir en el cuerpo de Jaejoong no consoló el corazón de Yunho.
Se quedó de pie, estrechándolo mientras los demás miraban.
—Yunho
—susurró Junsu a su espalda. Yunho no quería escuchar, no quería pensar; sólo
quería sentir a Jaejoong en sus brazos. —Yunho. —El acento triste de Junsu abrió
un postigo de su memoria. La voz de Jaejoong. Había oído su voz en el salón de
baile. Había gritado su nombre con voz desgarradora, ¿cómo era posible? Una
conexión así sólo podía darse entre cónyuges… entre vampiros. — ¿Qué es eso?
—dijo Junsu, señalando el cuerpo de Jaejoong. Se acercó y apartó el último
jirón de enagua, dejando desnudo el vientre de Jaejoong en el aire de la noche.
—
¿Yunho?
Yoochun
se acercó y Yunho y él observaron la marca que había encima del ombligo de Jaejoong.
—No
puede ser —dijo Junsu, negando con la cabeza mientras acercaba el dedo al vientre.
—Era
virgen antes de estar conmigo —susurró Yunho.
Yoochun
echó un rápido vistazo por el jardín para asegurarse de que nadie les oía. Él
tampoco creía lo que le decían sus ojos.
—
¿Acaso sugieres que…? ¿Estás diciendo que…?
Yunho
miró a Junsu con expresión atormentada.
—No
sabía quién era su auténtico padre… ¿es posible? ¡No puede ser!
Junsu
estaba paralizado intentando entender lo que veía. Todo lo que sabía sobre vampiros
y humanos le decía que el niño no podía ser de Yunho… pero su intuición le
decía que sí.
—No
sé cómo ha podido ser, pero creo que es verdad.
Yunho
apenas soportaba la esperanza que se había adueñado de su corazón. No vaciló en
llamar a Changmin.
—Necesito
tu ayuda.
Changmin
acercó y se quedó inmóvil. No sabía quién o qué era el hombre que tenía
delante, y concentraba sus fuerzas en evitar que el corazón se le
descontrolara, pero nada de esto impidió que se acercara a Jaejoong. Aquel
hombre tenía a su hermano en brazos.
—
¿Qué puedo hacer?
—Necesita
sangre —dijo Yunho sin parpadear. Heechul y Siwon se miraron y varios vampiros
dieron un paso adelante.
La
expresión de Changmin era de desconfianza y horror. Yunho lo comprendía, pero
no tenía tiempo que perder.
—Le
daría mi propia sangre, pero eso no lo curaría. Eres el único humano que hay
aquí, Changmin. Sin tu sangre morirá. Jaejoong morirá —dijo mirando a Jaejoong
que llevaba en brazos y respirando hondo—. No quiero obligarte, pero lo haré.
—Yunho,
¿qué estás haciendo? —preguntó Yoochun con incredulidad, temiendo que su amigo
hubiera perdido el juicio.
Yunho
no le hizo caso; no apartaba la vista de Changmin. Al cabo de un rato, Changmin
asintió.
—
¿Cómo?
Yunho
se agachó y dejó el cuerpo desnudo de Jaejoong en el suelo. Indicó por señas a Changmin
que se pusiera a su lado y, cogiéndole el brazo, le rasgó la manga de la
camisa.
—Puede
que duela un poco —advirtió Yunho.
Changmin
miró a aquel hombre que se le hacía más extraño que nunca. No sabía qué le
hacía confiar en él. Quizá fuera la consternación que veía en sus ojos. Quizá
fuera el amor.
—Sálvalo.
Yunho
agachó la cabeza y dejó que sus colmillos crecieran. Antes de que Changmin tuviera
tiempo de sentir miedo al ver los afilados dientes, el vampiro le mordió en la
muñeca.
Changmin
se puso pálido cuando Yunho acercó su brazo a los labios de Jaejoong.
—Yunho,
¿qué estás haciendo? —dijo Yoochun adelantándose. Junsu lo detuvo con el brazo—.
¿Junsu?
—Tiene
que intentarlo —susurró Junsu. No podía creer que resultara lo que estaba haciendo
Yunho, pero sabía que su amigo agotaría todas las posibilidades antes de
admitir la muerte de su amado.
El
ambiente se caldeó cuando los vampiros se agruparon alrededor de las tres
figuras que había en el suelo. Los segundos pasaban lentamente. Cuando los
primeros rayos del amanecer rasgaron la oscuridad, la voz de Changmin rompió el
silencio.
—
¡Las heridas!
Heechul
se arrodilló rápidamente al lado de Jaejoong y siguió la mirada de Changmin.
Las marcas del cuello habían desaparecido por completo y la herida que tenía
encima del corazón se estaba cerrando. Lo cual significaba…
—
¿Yunho? —susurró Junsu con respeto.
Yoochun
miró el rostro de Jaejoong. El color pálido había sido sustituido por un color saludable.
Pero su hermano parecía a punto de desmayarse.
—
¿Es de los nuestros? —preguntó Heechul por fin.
Yunho
trazó el antiguo símbolo de su raza en el vientre de su amado y se secó una lágrima.
—No.
Es el Elegido.
Jaejoong
abrió los ojos.
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Jaejoong estaba de pie, acariciándose el hinchado vientre con una
mano y con la otra cogiendo firmemente la mano de Yunho. Las últimas semanas
habían sido las más difíciles y horrorosas de su vida. Tras su roce con la
muerte había querido volver a al campo y Yunho lo había complacido. Su hermano y
Yunho lo acompañaron.
Aceptar
el hecho de que su tía había matado a su padre y había estado a punto de
matarlo a él no había sido fácil. Y aún tardó más en aceptar que podía ser el
Elegido y, en honor a la verdad, Jaejoong se había resistido a la idea hasta
que Junsu lo había convencido de que era la única forma de explicar que el hijo
de Yunho estuviera creciendo en su vientre.
¿Te encuentras bien?
La
voz de Yunho lo devolvió al presente. Aún no se había acostumbrado a hablar con
él por telepatía. Estuviera donde estuviese, podía comunicarse con él; era su
auténtico cónyuge.
Su
amor por Yunho hacía que todo mereciera la pena, pero era inevitable que
tuviera miedo. Miró a su alrededor, a los cientos de rostros desconocidos.
Estaban allí para verlo, para ser testigos de la profecía. No era agradable ser
una profecía, ni tener que estar de pie sobre una plataforma de piedra, rodeada
por cientos de vampiros.
No tienes por qué tener miedo.
Jaejoong asintió con la cabeza. El viento soplaba, haciendo ondear
su cabello a su espalda y ciñendo aún más a su vientre la capa negra que
vestía.
—
¿Jaejoong? — Yoochun se volvió hacia él tras terminar el largo discurso. Le
estaba pidiendo que diera un paso adelante y se pusiera al borde de la piedra
para que pudieran verlo todos los asistentes al espectáculo. Jaejoong miró a
los otros dos jefes que estaban a su lado. Dan le dirigió una sonrisa animosa
mientras Soo Young lo miraba con algo cercano a la reverencia.
¿Vamos, cariño?
Con
gran alivio, se dio cuenta de que Yunho no pensaba soltarle la mano. Con él a
su lado, era capaz de cualquier cosa.
Dio
un paso al frente, hasta el borde de la piedra, y fue recibido por un silencio
sepulcral. Jaejoong miró a la multitud y distinguió a Heechul y a Siwon. Su
amigo había sido juzgado por ayudar a Seong Min, pero debido al papel que había
desempeñado en su detención posterior, su sentencia fue reducida a lo que Yunho
denominó «prisión abierta». Tras la ceremonia, sería trasladado a una
residencia en la que estaría confinado cincuenta años. Heechul había aceptado
la sentencia sin quejarse. Ahora su amigo le sonreía, pero Jaejoong estaba
demasiado nervioso para corresponderlo. Era como si todos los presentes
estuvieran esperando que dijera o hiciera algo.
¿Qué se supone que tengo que hacer? Envió el pensamiento con frenesí, esperando que Yunho lo
ayudara.
Lo que tú quieras, amor mío.
¿Qué quieres decir? ¡Yunho, ayúdame, no sé qué
decir!
Sus
frenéticos pensamientos se estrellaron contra el silencio. Jaejoong soltó la
mano de Yunho. No iba a tener miedo, estaba entre los suyos. Su padre era uno
de ellos y su hijo… su hijo iba a ser uno de ellos.
Cerró
los ojos para contener las lágrimas, se puso las manos sobre el vientre y
apretó con fuerza. Su hijo era uno de ellos.
—
¡Elegido! —exclamó una voz entre la multitud. Jaejoong abrió lentamente los
ojos. La multitud se estaba arrodillando; uno por uno, los vampiros se fueron
postrando de hinojos, inclinando la cabeza. Jaejoong temió haber cometido un
error y se volvió hacia Yunho. Estaba de rodillas con los demás jefes.
Yunho
lo miraba con el orgullo reflejado en sus ojos.
Eres su esperanza, amor mío, y nuestro hijo es la
salvación de mi raza.
Elegido. La
palabra resonó entre los árboles y más allá, en la distancia. ¡Elegido!
Jaejoong dejó que la palabra le acariciara la piel y levantó el
rostro hacia el cielo.
La
sonrisa brotó lentamente, iluminando sus facciones mientras cerraba los ojos.
¿Eso quiere decir que te quieres casar conmigo?
Yunho reprimió una sonrisa con cierta dificultad.
Estás dentro de mi mente, amor mío, ¿no ves la
respuesta a tu pregunta?
Fin
aww me encanto el final !!
ResponderEliminarnunca imagine q su tia fuera la culpable ><
asdad gracias x compartir el fic
me encanto de principio a fin :3
Me gusto, sinceramente me gusto mucho la historia. Quiza algun dia me anime a leer el libro, pero creo que no serà igual despues de haberlo conocido como un YunJae (que hace que todo se mejor!)
ResponderEliminarContinuare leyendo tus adaptaciones y tus fics originales
sinceramente fue una historia de mucho suspenso y debo confesar que me gusto el desarrollo de la historia, por un momento crei que Jae pod{ia morir y no se me cruzó por la cabeza que la tía podría ser la asesina en serio lo pense de muchos pero no de ella, gracias por adaptarla y actulizar continuamente, confieso tambien que me leí las actus de corrido por eso recien te dejo aqui el comentario.... gracias por compartir tus adaptaciones :)
ResponderEliminarrecien lo comenzare a leer >o< te comentare gracias por tu trabajo xD si ,pudieras poner los links d todos los caps en la sipnosis t lo agradeceria porque es dificil encontrar todos los capitulos.
ResponderEliminarGracias
Awww que lindo!!
ResponderEliminarpor fin podran ser felices y aunqeu jae no era vampiro si fungia como uno de ellos por su padre y su hijo :D
lo que si me sorprendio fue lo de su tia, de hecho pensaba que el culpable era hyun joong
Omo de verdad me encantó demasiado esta historia
gracias por tu esfuerzo de traerlo hasta aqui y sigue con tus adaptaciones
Owwwaa se quedaron juntos y a jaejoong con un hijito de yunhl que mono
ResponderEliminarMe sorprendio la tia de jae fuera la malvada asesina
X un momento pense q changmin abia audio succionado x su hermano xD
Me gusto *-*
gracias
Hasta ahora pude ponerme al día y leer el final de este fic. Más hermoso no pudo haber culminado, despues de todo por lo que pasaron y saber que Jaejoong era el "elegido" y que podrá perseverar y asegurar el clan de yunho omg, la que me sorprendió fue la tía no pensé que fuera la mala , ah pero al fin y al cabo todo termino bien y eso es lo que importa, esta historia es maravillosa, desde un comienzo lo fue y el final no fue la excepción, muchas gracias por compartirla con nosotras, por tu esfuerzo y por actualizar! gracias ;)
ResponderEliminarHola;
ResponderEliminarWow,ahora tengo seguro la causa de esa historia para su adaptacion;es un hermosísimo trabajo .En lo fin,yo estabas muy emocionada,felicitaciones!
En más una vez,estoy muy feliz por saber de su blog ^_^.
Un abrazo y matta ne.
Hanajima-san.
rayos y centellas...la tía era el mendigo asesinoo...creo que descubrió lo que jae hacia cuando fue al palacio a tratar de matar al chico que protegía yunho y al cual jae defendió....que mujer mas malvada mato al appa e jae.
ResponderEliminarque bueno que changmin no tuvo miedo y salvo a su adorado hermano..
y claro ame que se quedaran juntos el yunjae con su nene vampirito...
gracias por compartir la historia la verdad esta muy bonita...y disculpa otra vez por no comentar tan seguido me aloco leyendo y no paro hasta que llega el fin...jijiji.....tratare de arreglar mi problema...
Me encanto la historia, la amé desde principio a fin. Fue genial, nunca pense que fuera la tia de Jae quien era el asesino y casi lo mata a el tambien.
ResponderEliminarSiempre me gusta leer historias donde el Yunjae tienen retoños, siempre me imagino lo hermosos que serán con unos padres como ellos, seguro el baby va a ser una preciosura.
Me gusto mucho la historia estaré al tanto de nuevos fanfics.
Muchas gracias por adaptar las historias, gran trabajo, bye.
Me lo lei de corridito y solo debo decir algo... ME FASCINO!!!!!!!
ResponderEliminarYo la verdad pensaba que Hyun Joong era el asesino, pero vaya sorpresa que me lleve.
Muchas gracias por esta historia!!!
aunque al principio este fanfic me hizo enojar
ResponderEliminariba todo muuuuy lento!
el final fue muy increible ...muy bonito el fanfic :D
Me gusto mucho el fic me encanto el final...
ResponderEliminarJae se que pronto se acostumbrar a su nueva vida...
Que cosa más tierna el final me encanto
wowwwww!!! me encanto el fic y sobre todo el final.
ResponderEliminarjae era el elegido y podra vivir con su amor yunho y su hijo
demasiado lindo <3
Me gusto muchoooo =_=linda la historia muchas gracias por compartirlo ^_^
ResponderEliminarGracias por la historia, debo admitir que al principio se me hacia lenta o muy poco YunJaistica(?) pero con los últimos capítulos ese sentimientos pasó.
ResponderEliminarLo que no entendí es que hay un puro elegido o son más? O: xDDDD . Realmente pensé que Hyun Joong haría algo malo o él era el asesino pero waooo era bueno! No como Heechul 77.
Gracias denuevo ^^
Hace tanto que un fic no me emocionaba tanto...tan hermoso Yunho~ <3
ResponderEliminarLa loca de la tía resulto ser la asesina o.O!!!
ResponderEliminarEstúpida vieja, cuanto dañó le hizo a JJ T-T
Gracias a Dios que todo resulto bien y JJ esta sano y salvo *^*
Muchas gracias por este fic, estuvo lindo >\\< gracias por compartir tu trabajo con nosotras ^o^
Gracias fue una excelente historia y ame x completo al yunjae, fue muy lindo
ResponderEliminarME ENCANTA ESTE GENERO,NO ME HAGO A LA IDEA DEL YUNJAE SEPARADO,GRACIAS HERMOSA HISTORIA.
ResponderEliminarME ENCANTA ESTE GENERO,NO ME HAGO A LA IDEA DEL YUNJAE SEPARADO,GRACIAS HERMOSA HISTORIA.
ResponderEliminaresta genial esta historia
ResponderEliminarHermoso de principio a fin, estuvo lleno de suspenso, queriendo adivinar quién era el asesino y el porque Heechul ayudaba a Seong Min si era malo, en fin estuvo emocionante e interesante, me encantó.
ResponderEliminarGracias por compartirla!!!
Me encantó!! Me lo leí de corrido y estuvo muy bueno porque nunca espere ese final, la asesina la tía, pensé que era hyungjoong... Pero no, ese hombre fue un encanto siempre..
ResponderEliminarPero obvio triunfo el amor y Jae con su sorpresa de embarazo e hijo de un vampiro.. Wow todo tan sorprendente, pero me fascinó!!
Gracias x estas adaptaciones
Esta increíble me encanto se ha vuelto mi favorita lo ame de principio a fin
ResponderEliminarGracias , saludos ^^