Capítulo 7
—
Lo siento mucho, queridos, pero esta tarde no podré ir con vosotros, soy
incapaz de salir de casa en estas condiciones. —Lady Yoon Joon suspiró
dramáticamente y se llevó un pañuelo de encaje blanco a la rosada nariz—.
Ocúpate de tu hermano, Changmin. Y por el amor de Dios, no te separes de su
lado.
Changmin
se llevó la mano de la anciana a los labios y sonrió con picardía.
—No
la perderé de vista, aunque he de decir que te echaremos mucho de menos.
Lady
Yoon Joon se ruborizó y, retirando la mano, le reprendió.
—Déjate
de tonterías, granuja.
Jaejoong
observaba las bromas entre su hermano y su tía con cierta indiferencia. Aquella
mañana había llegado a la conclusión de que tenía que estar equivocado. Lo más
probable es que su mente lo hubiera engañado; no había otra explicación
posible. Y ahora que había dejado a un lado el asunto del lector de mentes, le
caía encima la premura por encontrar marido.
Su
lógica le decía que había tomado la decisión correcta al no decírselo a su
hermano, ya que sin duda su corazón sufriría. ¡Maldita sea! Tenía que pensar.
El vizconde quedaba fuera de cuestión, así que tenía dos hombres en perspectiva
para estudiarlos con más detalle… y quizá también Lord Hyun Joong, es decir, si
era lo bastante rico. Tendría que hacer averiguaciones sobre él aquella misma
noche, por supuesto muy discretamente.
De
repente ir al teatro ya no le parecía un plan tan alegre. Cuando se dio cuenta,
comprobó que echaba de menos su rancho.
Allí
podía sentirse libre de toda la intriga inútil de la ciudad. ¡Su mente no podía
mantener su ritmo!
—Jaejoong,
¿has dicho algo?
Jaejoong
miró a Lady Yoon Joon y a Changmin, que lo observaban con la misma expresión interrogante
y se dio cuenta de que debía de haber hablado en voz alta.
—Sólo
estaba… diciendo que llegaremos tarde si no salimos ya. Como dijo Luis XIII:
«La puntualidad es la cortesía de los reyes».
Lady
Yoon Joon asintió, pero su hermano no parecía tan convencido.
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El
viaje en coche hasta el teatro fue silencioso. Changmin estaba tan meditabundo
como él y al darse cuenta de que no sabía en qué estaba pensando su hermano, se
puso nervioso.
—Jaejoong,
habla conmigo.
Jaejoong
estaba tan enfrascado en sus pensamientos que tardó un momento en reaccionar al
ruego del joven.
—Lo
siento, Changmin, pero estaba distraído. No era mi intención, de veras. —Se
sorprendió al ver lo cerca que estaba de echarse a llorar. ¿Qué le pasaba?
Changmin
alargó el brazo y le cogió la mano.
—Cuéntame,
Jae, deja que te ayude. ¿Qué te pasa? ¿Sigues pensando en lo que ocurrió ayer?
—Yo…
— Jaejoong vio que su hermano se llevaba la mano al cuello de la camisa, como
si le faltara el aire—. Changmin, ¿estás…?
—
¡Estoy bien, Jaejoong! —Al advertir que había hablado con ira, Changmin respiró
profundamente y bajó la voz—. Estoy bien. Continúa, dime lo que está pasando.
No
explicárselo parecía una traición, pero aun así Jaejoong sabía que no podía
poner en peligro la salud de Changmin. No, no podía contárselo, pero tampoco
podía mentirle.
—No
es nada, de veras, y sinceramente prefiero resolver solo este asunto. Ya he
dependido de ti durante demasiado tiempo. —Suavizando el tono, miró los ojos
que tanto se parecían a los suyos—. Entiéndeme, por favor. Tengo veinte años.
Muchos hombres como yo, de mi edad ya tienen hijos; lo menos que puedo hacer es
dejar de comportarme como un niño.
Changmin
se recostó en el respaldo de cuero del elegante asiento. Si Jaejoong no hubiera
estado observándole atentamente, no habría percibido el ademán que hizo con la
cabeza.
—Ya
casi hemos llegado. Vamos, dame el chal.
Jaejoong
le tendió el chal verde oscuro que hacía juego con su vestido de noche, pero no
lo soltó hasta que Changmin levantó los ojos.
—A
veces olvido decirte que eres el mejor hermano del mundo.
Changmin
no dijo nada y suspiró. Le resultaba difícil admitir que su hermano no quería
su ayuda cuando toda su vida se había apoyado en él. La verdad era que le
gustaba cuidarlo. Ese hecho le hacía preguntarse si él no tendría razón. Quizá era
demasiado protector con Jaejoong, igual que Jaejoong tendía a ser demasiado
protectora con él.
Changmin
se encogió de hombros y dejó que una sonrisa curase su ensimismamiento.
—Eres
un descarado. ¡Guarda tus secretos, hermano mía, pero si existe la menor
posibilidad de que te hagan daño y no corres a decírmelo, yo personalmente te
daré unos buenos azotes!
Jaejoong
hizo una mueca, tomándose la amenaza como lo que era y, sintiéndose aliviado,
se volvió a mirar el teatro.
—
¿No te parece algo sospechoso que tía Yoon Joon se encontrara mal justo en el
momento en que supo que íbamos a venir a este teatro en particular?
Changmin
observó la multitud de aficionados que hacían cola ante las grandes puertas y
asintió con la cabeza.
—Sabes
que nuestra tía no disfrutaría yendo a un teatro más pequeño que este. Dudo que
le importe quien sea el protagonista de esta nueva producción.
Jaejoong
le dio la razón y salió del carruaje en el preciso momento en que una voz se
abría paso entre la multitud.
—Señoras
y caballeros, bienvenidos a la producción de Las campanas.
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Una
hora más tarde, todo el amor que había sentido por su hermano había
desaparecido. Changmin había invitado a un amigo a su palco sin él saberlo y el
hombre, un lord pomposo y con mucho pedigrí, lo sacaba de sus casillas.
—Como
le iba diciendo, Lady Kim… ¿o debería dirigirme a vos como princesa Shim? ¿Qué
es más de su agrado, querida? — el Lord lo miró a través de su monóculo mientras
se pellizcaba el fino bigote con los dedos.
Jaejoong,
a punto de dar un grito, miró por decimoquinta vez en quince minutos las cortinas
que tapaban la entrada del palco.
—Francamente,
me da igual —dijo con toda la calma que pudo reunir. Tenía que tranquilizarse
como fuera, porque oír los pensamientos del Lord le estaba dando náuseas.
En
el curso de la última hora el hombre venía calculando qué beneficios tendría un
posible matrimonio con él, desde el punto de vista del dinero, la clase social
y la posición. Parecía gustarle la idea de añadir una rama de nobleza a su
elevado linaje, aunque no le convencía mucho el color de su piel.
De
hecho, estaba librando una pequeña guerra mental sobre la posibilidad de tener
hijos blancos; el problema era que todos sus antepasados tenían la piel oscura,
y no estaba seguro de querer arriesgarse a romper la tendencia.
—Quizá
debería llamarla Jaejoong —dijo Lord, observándolo con ávido interés tras
pronunciar aquellas palabras. Si creía que Jaejoong iba a darle permiso para
tal familiaridad, estaba muy equivocado. Dispuesto a desanimarlo, habló con voz
más cortante de lo necesario.
—Apenas
le conozco, Lord, y no considero apropiada tanta familiaridad.
Al
verlo sonreír, supo que se había equivocado. ¡Maldición! Al hombre le había
gustado aquello de ser formal hasta la impertinencia. Probablemente porque él
es igual, pensó con pesimismo.
¿Dónde
se había metido Changmin? Era un escándalo estar a solas con un hombre en aquel
cubículo. Cuando apareciera Changmin, pensaba darle un golpe.
Un picor en el cuello lo hizo mirar hacia el público.
La gente aprovechaba el entreacto para ir de un lado para otro y hacer vida
social. Su mirada vagó sobre joyas resplandecientes y cuellos almidonados hasta
que encontró los ojos que seguramente no olvidaría jamás.
waaa a que es yunho ? *-*
ResponderEliminarya quiero q se encuentren !!!
agg viejo decrepito q se cree xD pobre JJ yo
q el lo mando fuera del palco de una patada xDD
jaja ese changmin siempre queriendo hacer de casamentero con el pobre de jae XD
ResponderEliminarwaa tambien quiero que se encuentre con yunho, seran suus ojos??
kya sigo con el siguiente capi XD
Que horror Jae con ese hombre horroroso, como Minnie lo dejo con ese hombre solos?
ResponderEliminarPero esos ojos seguramente eran de Yunho, debe ser él....
Aseguir leyendo ajjajaj.
Pobre Jae ... Las ganas que debe de tener de salir corriendo...
ResponderEliminarChangmin donde estas ven por tu hermano y salvalo(?
Mendrugo CM como se te ocurrió dejar a JJ con ese viejo >_> ? Lo bueno es que JJ lo puso en su lugar xD
ResponderEliminarVolverán a encontrarse *^*
mi Dios.... ya lo vió? está ahí su vampiro personal???
ResponderEliminarcorro a leer el otro capi. gracias.
Changmin si la hace de casamentero, por lo menos debería elegir alguien a quien crea que a Jae le va a caer bien, por lo menos.
ResponderEliminarGracias!!!