Capitulo 2
Caras conocidas ocupaban los asientos de
nuestra mesa del almuerzo favorita. Junsu se sentó en un lado de mí, Ji Yong en
el otro, y el resto de los asientos fueron interceptados por Yoochun y hermanos
Sigma Tau. Era difícil de escuchar con el ruido dentro de la cafetería, y el
aire acondicionado parecía estar descompuesto nuevamente. El aire estaba
cargado con el olor de comida frita y piel sudorosa, pero de alguna manera todo
mundo parecía tener más energía de lo habitual.
—Hola, Jun Ki —dijo Yoochun, saludando al
hombre que estaba sentado delante de mí. Su piel aceitunada y ojos color
chocolate contrastaba con la gorra blanda del equipo de futbol.
—Te perdí después del partido del sábado,
Yoochun. Bebí una o seis cervezas en tu honor. —dijo con una amplia y blanca
sonrisa.
—Te lo agradezco. Llevé a Junsu a cenar.
—dijo, inclinándose para besar la cabellera de Junsu.
—Estás sentado en mi silla, Jun Ki.
Jun Ki se volvió a ver a Yunho parado
detrás de él, y luego me miró a mí, sorprendido.
—Oh, ¿es él uno de tus chicos, Yunho?
—Absolutamente, no. —dije, sacudiendo la
cabeza.
Jun Ki miró a Yunho, quien lo miraba
expectante.
Jun Ki se encogió de hombros y luego tomó
su bandeja al final de la mesa.
Yunho me sonrió mientras se acomodaba en
el asiento.
— ¿Qué hay de nuevo, Boo?
— ¿Qué es eso? —Pregunté, incapaz de
apartar mi mirada de su bandeja. La comida misteriosa en su plato parecía una
exhibición de cera.
Yunho se echó a reír y tomó un sorbo de
su vaso de agua.
—Las señoras de la cafetería me asustan.
No criticaré sus habilidades culinarias.
No puede ignorar las miradas de los que
estaban sentados en la mesa. El comportamiento de Yunho despertaba su
curiosidad, y reprimí una sonrisa al ser el único chico al que habían visto
insistir en sentarse cerca.
—Ugh… el examen de Bio es después
del almuerzo, —se quejó Junsu.
— ¿Has estudiado? —Le pregunté.
—Dios, no. Pasé toda la noche
tranquilizando a mi novio de que no dormirías con Yunho.
Los jugadores de fútbol sentados al final
de la mesa detuvieron su desagradable risa para escuchar más de cerca,
provocando a los demás estudiantes darse cuenta. Miré a Junsu, pero él no le
importaba la culpa, empujando a Yoochun con el hombro.
—Jesús, Yoochun. Lo pasas tan mal, ¿eh?
—preguntó Yunho, lanzando un paquete de salsa de tomate a su primo. Yoochun no
contestó, pero sonrió con diversión en dirección a Yunho.
Junsu frotó su espalda.
—Él va a estar bien. Sólo le tomará un
tiempo para creer que Jae es resistente a sus encantos.
—No he tratado de seducirlo
—resopló Yunho, pareciendo ofendido—. Él es mi amigo.
Miré a Yoochun.
—Te lo dije. No tienes nada de qué
preocuparte.
Yoochun finalmente me vio a los ojos, y
al ver mi expresión sincera, sus ojos se iluminaron un poco.
— ¿Tú estudiaste? —me preguntó Yunho.
Fruncí el ceño.
—Ninguna cantidad de estudio me va a
ayudar con la Biología. Es algo que no puedo entender del todo.
Yunho se puso de pie.
—Vamos.
— ¿Qué?
—Vamos a tomar tus notas. Voy a ayudarte
a estudiar.
—Yunho…
—Levanta tu trasero, Boo. Vas a aprobar
ese examen.
—Nos vemos en clase, Junsu.
Él sonrió.
—Te voy a guardar un asiento. Necesitaré
toda la ayuda que pueda conseguir.
Yunho me siguió hasta mi habitación y
saqué mi guía de estudio mientras él abrió el libro. Me interrogó sin descanso,
y luego aclaró algunas cosas que no entendía. En la forma en que él explicaba,
los conceptos pasaron de ser confusos a obvio.
—… Y las células somáticas usan mitosis
para reproducirse. Eso es cuando tienes las fases. Suenan como una especie de nombre
de mujer: Prometa Anatelo.
Me eché a reír.
— ¿Prometa Anatelo?
—Profase, Metafase, Anafase
y Telofase.
—Prometa Anatelo, —repetí, asintiendo con
la cabeza.
Golpeó mi cabeza con los papeles.
—Lo tienes. Ahora sabes esta guía al
derecho y al revés.
Suspiré.
—Bueno… ya veremos.
—Te acompañaré a clase. Te cuestionaré en
el camino.
Cerré la puerta detrás de nosotros.
—No te enfadarás si repruebo el examen, ¿verdad?
—No reprobarás, Boo. Tenemos que empezar
antes del siguiente, sin embargo, —dijo, caminando junto a mí hacia el edificio
de ciencia.
— ¿Cómo vas a darme clases particulares,
hacer tu tarea, estudiar y entrenar para tus peleas?
Yunho se echó a reír.
—No entreno para mis peleas. Yesung me
llama, me dice dónde es la lucha y voy.
Sacudí mi cabeza con incredulidad
mientras él sostenía el papel delante de él para hacer la primera pregunta.
Estuvimos a punto de terminar una segunda ronda de la guía de estudio cuando
llegamos a mi clase.
—Patea sus traseros —él sonrió y me
entregó las notas apoyándose en el marco de la puerta.
—Hola, Yunho.
Me volví para ver a un chico alto, algo
desgarbado, sonreírle a Yunho en su camino al salón de clases.
—Changmin —Yunho asintió con la cabeza.
Los ojos de Changmin se iluminaron un
poco cuando me miró, y él sonrió.
—Hola, Jae.
—Hola. —dije, sorprendido de que él
supiera mi nombre. Lo había visto en clase, pero nunca había hablado con él.
Chanmin continuó a su asiento, bromeando
con los que se sentaban junto a él.
— ¿Quién es? —Le pregunté.
Yunho se encogió de hombros, pero la piel
alrededor de sus ojos parecía más tensa que antes.
—Shim Changmin. Es uno de mis hermanos de
Sig Tau.
— ¿Estás en una fraternidad? —Pregunté,
dudoso.
—Sigma Tau, al igual que Yoochun. Pensé
que ya lo sabías. —dijo, mirando más allá de mí a Changmin.
—Bueno… no pareces el tipo de
fraternidad. —le dije, mirando a los tatuajes en sus antebrazos.
Yunho volvió su atención hacia mí y me
sonrió.
—Mi papá es un ex alumno, y todos mis
hermanos son Sig Tau… es una cosa de familia.
— ¿Y ellos esperan que jures? —Le
pregunté, escéptico.
—En realidad no. Sólo son chicos buenos
—dijo, agitando mis papeles—. Es mejor que vayas a clase.
—Gracias por ayudarme —le dije, dándole
un codazo. Junsu pasó y lo seguí a nuestros asientos.
— ¿Cómo te fue? —Preguntó él.
Me encogí de hombros.
—Es un buen tutor.
—Es un buen amigo, también.
Él parecía decepcionado, y reí ante la
expresión de su rostro.
Siempre había sido el sueño de Junsu que
ambos saliéramos con amigos en común, y chicos que fueran primos para él era
sacarse el premio mayor. Él quería compartir la misma habitación cuando decidió
venir conmigo a la universidad, pero veté su idea, con la esperanza de extender
mis alas un poco. Una vez que terminó de hacer pucheros, se centró en la
búsqueda de un amigo de Yoochun al cual presentarme.
El sano interés de Yunho hacia mí había
superado sus expectativas.
Terminé rápidamente la prueba y me senté
en las escaleras del edificio, esperando a Junsu. Cuando él se dejó caer a mi
lado en derrota, esperé a que hablara.
— ¡Eso fue horrible! —Exclamó.
—Deberías de estudiar con nosotros. Yunho
lo explica muy bien.
Junsu gimió y apoyó la cabeza en mi
hombro.
— ¡Tú no fuiste ayuda en absoluto! ¿No
podrías haberme dado un guiño de cortesía o algo así? —Enganché mi brazo
alrededor de su cuello y caminé con él hasta nuestro dormitorio.
Durante la siguiente semana, Yunho me
ayudó con mi trabajo de historia y me tuteó en Biología. Nos paramos juntos
escaneando la lista de calificaciones fuera de la oficina del profesor Bong. Mi
número de estudiante estaba a tres puntos de la cima.
— ¡La tercera calificación más alta en el
examen! ¡Bien hecho, Boo! —Dijo, abrazándome. Sus ojos brillaban de emoción y
orgullo, y un sentimiento extraño me hizo dar un paso atrás.
—Gracias, Yunho. No podría haberlo hecho
sin ti. —le dije, tirando de su camiseta.
Él me tiró sobre su hombro, abriéndose
camino entre la multitud detrás de nosotros.
— ¡Abran paso! ¡Muévanse, gente! ¡Vamos a
darle paso a este pobre hombre con un desfigurado, horrible y descomunal
cerebro! ¡Él es un jodido genio!
Me reí ante las expresiones divertidas y
curiosas de mis compañeros de clase.
Como pasaban los días, nos vimos
involucrados en los rumores sobre una relación. La reputación de Yunho ayudó a
calmar los chismes. Él nunca se había quedado con un chico más de una noche,
así que cuantas más veces se nos veía junto, más gente entendía nuestra
platónica relación por lo que era. A pesar de las constantes preguntas de
nuestro compromiso, el flujo de atención que Yunho recibía de sus compañeros no
cedió.
Él siguió sentándose a mi lado en
historia y comiendo conmigo en el almuerzo. No tomó mucho tiempo darme cuenta
que me había equivocado sobre él, incluso mostrándome defensivo ante a los que
no conocían a Yunho como yo lo hacía.
En la cafetería, Yunho puso una lata de
jugo de naranja delante de mí.
—No tenías por qué haberlo hecho. Yo iba
a tomar uno —dije, quitándome la chaqueta.
—Bueno, ahora no tienes que hacerlo.
—dijo, sonriendo.
Jun Ki dio un resoplido.
— ¿Él te convirtió en mandilón, Yunho?
¿Qué sigue después, abanicarlo con una hoja de palmera, mientras usas un traje
de baño estrecho?
Yunho le lanzó una mirada asesina y salté
a su defensa.
—Tú no podrías llenar uno, Jun Ki.
Cierra tu estúpida boca.
— ¡Tranquilo, Jae! ¡Estaba bromeando!
—dijo Jun Ki, levantado sus manos.
—Sólo… no hables así de él. —le dije,
frunciendo el ceño.
La expresión de Yunho era una mezcla de
sorpresa y gratitud.
—Ahora sí que lo he visto todo. Acabo de
ser defendido por un chico, —dijo, poniéndose de pie. Antes de irse con su
bandeja, ofreció una mirada de advertencia a Jun Ki, y luego salió para
reunirse junto a un pequeño grupo de fumadores fuera del edificio.
Traté de no mirarlo mientras reía y
hablaba. Todos los chicos en el grupo sutilmente competían por el lugar al lado
de él, Junsu me golpeó con el codo en las costillas cuando se dio cuenta de que
mi atención estaba en otra parte.
— ¿Qué ves, Jae?
—Nada. No estoy mirando nada.
Apoyó la barbilla en la mano y sacudió la
cabeza.
—Son tan obvios. Mira al pelirrojo. Él ha
pasado sus dedos por el pelo tantas veces como parpadea. Me pregunto si Yunho
se cansa de eso.
Yoochun asintió con la cabeza.
—Lo hace. Todo el mundo piensa que es un
imbécil, pero si supieran la cantidad de paciencia que hace frente a todos los
chicos que piensan que lo pueden domar… él no puede ir a ninguna parte sin ser
molestado. Confía en mí; él es mucho más amable de lo que yo lo sería.
—Oh, como si no te gustaría. —dijo Junsu,
besando la mejilla de Yoochun.
Yunho estaba terminado su cigarrillo
fuera de la cafetería cuando pasé.
—Espera, Boo. Te acompaño.
—No tienes que acompañarme a todas las
clases, Yunho. Sé cómo llegar por mí mismo.
Yunho fue fácilmente distraído por un
chico con negro y un pantalón tan ajustado caminando mientras le sonrió. Él lo
siguió con la mirada y asintió con la cabeza en la dirección del chico,
arrojando su cigarrillo.
—Te veré más tarde, Boo.
—Sí. —dije, poniendo los ojos en blanco
mientras él trotaba hacia el chico.
El asiento de Yunho permaneció vacío
durante la clase, y me encontré a mí mismo un poco enfadado con él por perder
la clase por un chico al que no conocía. El Profesor Bong terminó la clase
temprano, y me apresuré por el césped, consciente de que tenía que encontrarme
con Ji Yong a las tres para entregarle las notas de La Música de Sherry Cassidy.
Miré mi reloj y apresuré el paso.
— ¿Jae?
Changmin corrió por el césped hasta
llegar a mi lado.
—No creo que nos hemos conocido
formalmente, —dijo, tendiéndome la mano—. Shim Changmin.
Tomé su mano y sonreí.
—Kim Jaejoong.
—Estaba detrás de ti cuando recibiste tu
calificación de biología. Felicidades. —sonrió, metiendo las manos en los
bolsillos.
—Gracias. Yunho ayudó, o habría estado al
final de la lista, créeme.
—Oh, ustedes son…
—Amigos.
Changmin asintió y sonrió.
— ¿Te dijo que hay una fiesta este fin de
semana?
—Por lo general sólo hablamos de biología
y comida.
Changmin se echó a reír.
—Eso suena como Yunho.
En la puerta de los dormitorios, Changmin
escaneó mi cara con sus grandes ojos castaños.
—Deberías venir. Será divertido.
—Hablaré con Junsu. No creo que tengamos
ningún plan.
— ¿Son un paquete?
—Hemos hecho un pacto este verano. No
asistiremos a ninguna fiesta sin el otro.
—Inteligente. —asintió con la cabeza en señal
de aprobación.
—Él conoció a Yoochun en la clase de
orientación, por lo que en realidad no he tenido que estar junto a él tanto.
Esta será la primera vez que necesitaré preguntarle, estoy seguro que estará
feliz de venir. —Me regañé internamente. No sólo estaba balbuceando, sino que
había hecho obvio que yo no era invitado a fiestas.
—Genial. Nos vemos allí. —dijo. Él mostró
su perfecta sonrisa de modelo con su mandíbula cuadrada y su piel naturalmente
bronceada, caminando por el campus.
Lo vi alejarse; él era alto, limpio, con
una camisa apretada de vestir a rayas y jeans. Su cabello ondulado y oscuro
rebotaba cuando caminaba.
Me mordí el labio, halagado por su
invitación.
—Ahora, él es más tu tipo. —dijo Ji Yong en
mi oído.
—Él es lindo, ¿eh? —Le pregunté, sin
poder dejar de sonreír.
—Diablos, sí, él es lindo… en la posición
de misionero o algo así.
— ¡Ji Yong! —Grité, golpeándolo en el
hombro.
— ¿Obtuviste las notas de Sherri?
—Sí, —dije, sacándolas de mi bolso. Él
encendió un cigarrillo, lo sostuvo entre los labios y miró hacia los papeles.
—Jodidamente brillante. —dijo, escaneando
las páginas. Él las dobló y guardó en su bolsillo—. Lo bueno es que las
calderas de los dormitorios no están
funcionando. Necesitarás una ducha de agua fría después de recibir miradas
lascivas por ese alto chico.
— ¿Los dormitorios no tienen agua
caliente? —Gemí.
—Eso es lo que cuentan. —Dijo Ji Yong,
deslizando su mochila sobre su hombro—. Me voy a Algebra. Dile a Junsu que dije
que no se olvide de mí este fin de semana.
—Yo le diré. —me quejé, mirando las
paredes de ladrillo antiguo de nuestro dormitorio. Caminé a mi habitación, abrí
la puerta y dejé caer mi mochila al suelo.
—No hay agua caliente. —murmuró Karam
desde su lado del escritorio.
—He oído.
Mi celular sonó, lo abrí para encontrarme
con un mensaje de Junsu maldiciendo las calderas. Unos minutos después se oyó
un golpe en la puerta.
Junsu entró y se dejó caer sobre la cama,
sus brazos cruzados.
— ¿Pueden creer esta mierda? ¿Cuánto no
estamos pagando y ni siquiera podemos tomar una ducha con agua caliente?
Karam suspiró.
—Deja de quejarte. ¿Por qué no te quedas
con tu novio? ¿No has estado quedándote con él, de todos modos?
Los ojos de Junsu se enfocaron en Karam.
—Buena idea, Karam. El hecho de que seas
una perra es útil a veces.
Karam mantuvo sus ojos en el monitor de
su computadora, sin inmutarse por el golpe de Junsu.
Junsu sacó su teléfono celular y envió un
mensaje de texto con una velocidad y precisión asombrosa. Su teléfono sonó, y él
me sonrió.
—Nos vamos a quedar con Yoochun y Yunho
hasta que arreglen las calderas.
— ¿Qué? ¡No me quedaré! —Grité.
—Oh, sí que lo harás. No hay ninguna razón
para que te quedes atrapado aquí, congelándote en la ducha cuando Yunho y Chun
tienen dos baños en su apartamento.
—No he sido invitado.
—Yo te estoy invitando. Chun ya dijo que
estaba bien. Puedes dormir en el sofá… si es que Yunho no lo está utilizando.
— ¿Y si lo está usando?
Junsu se encogió de hombros.
—Entonces puedes dormir en la cama de Yunho.
— ¡De ninguna manera!
Él puso los ojos en blanco.
—No seas un bebé, Jae. Ustedes son
amigos, ¿verdad? Si él no ha intentado nada hasta ahora, no creo que lo hará.
Sus palabras hicieron que mi boca se
cerrara. Yunho había estado a mí alrededor en una u otra manera todas las
noches durante semanas. Había estado tan ocupado asegurándome de que todos
notaran que sólo éramos amigos, que no se me había ocurrido que él realmente
sólo estaba interesado en nuestra amistad. No estaba seguro por qué, pero me
sentí insultado.
Karam nos miró con incredulidad.
— ¿Jung Yunho no ha intentado dormir
contigo?
—Somos amigos. —le dije en tono
defensivo.
—Lo sé, pero él ni siquiera ha…
¿intentado? Él ha dormido con todo el mundo.
—Excepto nosotros. —dijo Junsu, mirándolo—.
Y tú.
Karam se encogió de hombros.
—Bueno, nunca lo he conocido. Sólo he
oído rumores.
—Exactamente. —le espeté—. Ni siquiera lo
conoces.
Karam regresó a su monitor, ajeno a
nuestra presencia.
Suspiré.
—Muy bien, Junsu. Tengo que hacer las
maletas.
—Asegúrate de empacar por unos días,
quién sabe cuánto tiempo llevará arreglar las calderas. —dijo, muy emocionado.
El temor se apoderó de mí como si
estuviera a punto de entrar al territorio del enemigo.
—Ugh… bien.
Junsu saltó cuando me abrazó.
— ¡Esto será tan divertido!
Media hora más tarde empacamos nuestras
cosas en su Honda y nos dirigimos al apartamento. Junsu muy apenas tomó una
respiración entre sus divagaciones mientras conducía. Él sonó la bocina cuando
se estacionó frente al apartamento. Yoochun corrió por las escaleras, y sacó
nuestras maletas del maletero, siguiéndonos por las escaleras.
—Está abierto. —resopló.
Junsu abrió la puerta y la mantuvo
abierta. Yoochun gruñó cuando puso nuestro equipaje en el suelo.
— ¡Jesús, Bebé! ¡Tú maleta pesa nueve
kilos más que la de Jae!
Junsu y yo nos quedamos inmóviles cuando
un hombre salió del cuarto de baño, abotonándose la camisa.
—Hola. —dijo él, sorprendido. Sus ojos
llenos de rímel corrido nos examinaron antes de observar el equipaje. Lo
reconocí como el moreno de piernas largas que Yunho había seguido de la
cafetería.
Junsu miró a Yoochun.
Él levantó las manos.
— ¡Él está con Yunho!
Yunho apareció en la esquina en un par de
calzoncillos y bostezó. Él miró a su invitado, y luego le dio unas palmaditas
en el espada.
—Mis invitados están aquí. Es mejor que
te vayas.
Él sonrió y echó los brazos alrededor de
él, besando su cuello.
—Voy a dejar mi número de teléfono en el
mostrador.
—Eh… no te preocupes por eso. —dijo Yunho
en tono casual.
— ¿Qué? —Preguntó, inclinándose hacia
atrás para mirarlo a los ojos.
— ¡Otra vez! —dijo Junsu. Él miró al
hombre—. ¿Cómo es que estás sorprendido por esto? ¡Él es Yunho follador Jung!
Él es famoso por esto mismo, y aun así se sorprenden. —dijo, volviéndose a Yoochun.
Él puso su brazo alrededor de él, haciendo un gesto para que se calmara.
El chico entrecerró los ojos hacia Yunho
y luego agarró sus cosas y salió, cerrando la puerta detrás de él.
Yunho caminó a la cocina y abrió la
nevera como si nada hubiera pasado.
Junsu negó con la cabeza y caminó por el
pasillo. Yoochun lo siguió, balanceando su cuerpo para compensar el peso de la
maleta mientras caminaba.
Me dejé caer sobre el sillón y suspiré,
preguntándome si estaba loco por haber aceptado venir. No sabía que el
apartamento de Yoochun era una puerta giratoria para chicos cabezas huecas.
Yunho estaba detrás de la barra de
desayuno, cruzó sus brazos sobre su pecho y sonrió.
— ¿Qué pasa, Boo? ¿Día duro?
—No, estoy profundamente disgustado.
— ¿Conmigo? —Él estaba sonriendo. Debería
haber sabido que él esperaba esta conversación. Eso sólo me hizo menos
dispuesto a detenerme.
—Sí, contigo. ¿Cómo puedes usar a
alguien así como así y tratarlos de esa manera?
— ¿Cómo lo traté? Él ofreció su número,
yo me negué.
Mi boca se abrió ante su falta de
remordimiento.
— ¿Tendrás relaciones sexuales con él,
pero no tomarás su número?
Yunho se inclinó sobre el mostrador con
los codos.
— ¿Por qué iba a querer su número si no
lo iba a llamar?
— ¿Por qué dormir con él si no lo vas a
llamar?
—No prometo nada a nadie, Boo. Él no
estipuló una relación antes de extender sus piernas en mi sofá.
Miré el sofá con repugnancia.
—Él es el hijo de alguien, Yunho. ¿Qué
pasa si, en un futuro, alguien trata así a tu hija o hijo?
—Mis hijos sabrán algo mejor que quitarse
la ropa interior por un imbécil que acaba de conocer, vamos a decirlo de esa
manera.
Me crucé de brazos, enfadado de que él
tuviera razón.
—Así que, además de admitir que eres un
imbécil, estás diciendo que porque él se acostó contigo, ¿él merecía ser
desechado como un gato callejero?
—Estoy diciendo que fui honesto con él. Él
es un adulto, fue de mutuo acuerdo… él estaba un poco ansioso al respecto si
quieres saber la verdad. Actúas como si he cometido un crimen.
—Él no parecía entender tus intenciones, Yunho.
—Los hombres suelen justificar sus
acciones con lo que sus cabezas les dicen. Él no me dijo por adelantado que
esperaba una relación más de lo que yo le dije que esperaba sexo sin
compromiso. ¿Cómo es diferente?
—Eres un cerdo.
Yunho se encogió de hombros.
—Me han llamado peor.
Miré el sofá, los cojines todavía
ladeados y amontonados por su uso reciente. Retrocedí ante la idea de cuántos hombres
se han ofrecido a sí mismos sobre esa tela.
—Creo que dormiré en el sillón
reclinable. —me quejé.
— ¿Por qué?
Lo miré, furioso por su expresión
confusa.
— ¡No dormiré en esa cosa! ¡Dios sabe
sobre lo que estaría acostándome!
Levantó mi equipaje del piso.
—No dormirás en el sofá o en el sillón
reclinable. Tú dormirás en mi cama.
—La que es más antihigiénica que el sofá,
estoy seguro.
—Nunca ha estado nadie en mi cama aparte
de mí.
Puse los ojos en blanco.
— ¡Dame un descanso!
—Hablo absolutamente en serio. Los fajo
en el sofá. No los dejo entrar a mi habitación.
— ¿Entonces por qué se me permite a mí
en tu cama?
Una de las esquinas de su boca se levantó
en una sonrisa traviesa.
— ¿Estás planeando tener sexo conmigo
esta noche?
— ¡No!
—Por eso. Ahora levanta tu trasero
malhumorado, toma tu ducha con agua caliente, y después podemos estudiar algo
de Bio.
Lo miré por un momento y luego a
regañadientes hice lo que él ordenó. Me quedé bajo la ducha por mucho tiempo,
dejando que el agua lavara mis molestias. Masajeando el champú en mi pelo,
suspiré por lo maravilloso que era tomar una ducha en un baño no comunitario
una vez más—sin sandalias, sin neceser, sólo la mezcla relajante de agua y
vapor.
La puerta se abrió y salté.
— ¿Junsu?
—No, soy yo. —dijo Yunho.
Automáticamente envolví mis brazos sobre
las partes que no quería que él viera.
— ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Fuera!
—Olvidaste una toalla y he traído tu
ropa, cepillo de dientes y una crema extraña para el rostro que encontré en tu
bolsa.
— ¿Buscaste entre mis cosas? —Grité. Él
no respondió. En su lugar, oí girar el grifo y el sonido de un cepillo de
dientes contra dientes.
Me asomé por la cortina de plástico,
sosteniéndola contra mi pecho.
— ¡Fuera, Yunho!
Él me miró, con los labios cubiertos de
espuma de pasta de dientes.
—No puedo ir a la cama sin cepillarme los
dientes.
—Si te acercas a un metro de la cortina,
te sacaré los ojos mientras duermas.
—No voy a mirar, Boo. —rió.
Esperé bajo el agua con los brazos bien
envueltos sobre mi pecho. Él escupió, gorgoteó y escupió de nuevo, luego la
puerta se cerró. Enjuagué el jabón de mi piel, me sequé tan rápido como me fue
posible, y luego me puse la camiseta y shorts, colocándome mis gafas y cepillé
un peine a través de mi cabello. La crema hidratante de noche que Yunho había
traído llamó mi atención, y no pude evitar sonreír. Él era atento y agradable
cuando lo quería ser.
Yunho abrió la puerta otra vez.
— ¡Vamos, Boo! ¡Me estoy haciendo viejo!
Arrojé el peine en su dirección y él se
agachó, cerrando la puerta y riéndose durante el camino a su habitación. Me
lavé los dientes y arrastré mis pies por el pasillo, pasando el dormitorio de Yoochun
en el camino.
—Buenas noches, Jae. —llamó Junsu desde
la oscuridad.
Dudé antes de golpear dos suaves golpes
en la puerta de Yunho.
—Entra, Boo. No tienes que tocar.
Él abrió la puerta y entré, viendo su
cama de hierro negro paralela a la línea de ventanas en el extremo de la
habitación. Las paredes estaban desnudas a excepción de un solitario sombrero
encima de la cabecera. Casi esperaba que su habitación estuviera cubierta de
posters, pero ni siquiera vi un anuncio para una marca de cerveza. Su cama era
negra, su alfombra gris, todo lo demás en la habitación era blanco. Parecía
como si acabara de mudarse.
—Bonita pijama. —dijo Yunho, notando mi
short a cuadros color amarillo y azul marino y mi camisa de la universidad. Se
sentó en la cama y le dio unas palmaditas a la almohada a su lado —. Bien, ven.
No voy a morderte.
—No te tengo miedo. — Le dije,
acercándome a la cama y dejando el libro de biología junto a él—. ¿Tienes una
pluma?
Él asintió con la cabeza hacia su mesa de
noche.
—Primer cajón.
Me estiré sobre la cama y abrí el cajón,
encontrando tres bolígrafos, un lápiz, un tubo de jalea KY, y un tazón de
cristal lleno de paquetes de diferentes marcas de condones. Asqueado, tomé una
lapicera y cerré el cajón.
— ¿Qué? —Preguntó, dándole vuelta a una
página del libro.
— ¿Robaste la clínica de salud?
—No. ¿Por qué?
Quité la tapa de la pluma, incapaz de
mantener la expresión de asco fuera de mi rostro.
—Tu suministro de preservativos para toda
la vida.
—Más vale prevenir que lamentar, ¿no?
Puse los ojos en blanco. Yunho regresó al
libro, una irónica sonrisa apareció en sus labios. Él leyó las notas para mí,
resaltando los puntos principales, mientras él me hacía preguntas y
pacientemente explicaba lo que yo no entendía.
Después de una hora, me quité las gafas y
froté los ojos.
—Estoy muerto. No puedo memorizar una
macromolécula más.
Yunho sonrió, cerrando el libro.
—Muy bien.
Hice una pausa, sin estar seguro sobre
nuestros arreglos para dormir. Yunho salió de la habitación y caminó por el
pasillo, murmurando algo en la habitación de Yoochun antes de encender la
ducha. Me envolví en la colcha y la tiré hasta mi cuello, escuchando el ruido
agudo del agua corriendo a través de las tuberías.
Diez minutos más tarde, el agua se cerró
y el piso crujió bajo los pasos de Yunho. Echó a andar por la habitación con
una toalla alrededor de sus caderas. Él tenía tatuajes en ambos lados de su
pecho, el arte tribal oscuro cubriendo cada uno de sus abultados hombros. En su
brazo derecho, las líneas y los símbolos negros se extendían desde su hombro
hasta la muñeca, en el izquierdo, los tatuajes se detenían en su codo, con sólo
una línea de escritura en la parte inferior de su antebrazo. Intencionalmente
me mantuve de espaldas a él mientras que él se paró frente a su tocador y dejó
caer la toalla para ponerse un par de bóxers.
Después de apagar la luz, se metió en la
cama junto a mí.
— ¿Dormirás aquí también? —Pregunté, volviéndome
para mirarlo. La luna llena fuera de la ventana oscureció su rostro.
—Bueno, sí. Esta es mi cama.
—Lo sé, pero… —Hice una pausa. Mis otras
opciones eran el sofá o el sillón reclinable.
Yunho sonrió y negó con la cabeza.
— ¿Aún no confías en mí? Me comportaré
mejor que bien, lo juro. —dijo, levantando los dedos que estaba segura.
No discutí, simplemente me di vuelta y
puse mi cabeza en la almohada, metiendo las sábanas detrás de mí para que
hubiera una clara barrera entre su cuerpo y el mío.
—Buenas noches, Boo. —susurró en mi oído.
Podía sentir su aliento a menta en mi mejilla, ocasionando que la piel se me
pusiera de gallina. Gracias a Dios que estaba lo suficientemente oscuro para
que no pudiera ver mi embarazosa reacción, o el rubor de mis mejillas.
Parecía que acaba de cerrar los ojos
cuando escuché el reloj despertador. Estiré la mano para apagarlo, pero me
sorprendí con horror cuando sentí piel cálida bajo mis dedos. Traté de recordar
dónde estaba. Cuando la respuesta llegó, me mortificó el hecho que Yunho
pensara que lo había hecho a propósito.
— ¿Yunho? La alarma —susurré. Él aún no
se movía—. ¡Yunho! —Dije, dándole un codazo. Cuando todavía no se movía, me
estiré a través de él, buscando a tientas en la penumbra hasta que sentí la parte
superior del reloj. Sin saber cómo apagarlo, golpeé la cima del mismo hasta que
pulsé el botón de dormitar, y luego caí sobre mi almohada nuevamente.
Yunho se echó a reír.
— ¿Estabas despierto?
—Te prometí que me portaría bien. No dije
nada al respecto de permitirte acostarte sobre mí.
—No me acosté sobre ti,
—protesté—. No podía alcanzar el reloj. Esa tiene que ser la alarma más molesta
que he oído. Suena como un animal moribundo.
Estiró su mano y presionó un botón.
— ¿Quieres desayuno?
Lo miré fijamente y luego sacudí la
cabeza.
—No tengo hambre.
—Bueno, yo sí. ¿Por qué no vienes conmigo
a la cafetería que está cerca?
—No creo que pueda soportar tu falta de
habilidad para conducir temprano por la mañana. —le dije. Levanté mis pies por
el lado de la cama y los metí en mis pantuflas, arrastrándome a la puerta.
— ¿A dónde vas? —Preguntó.
—A vestirme e ir a clase. ¿Necesitas un
itinerario mientras estoy aquí?
Yunho se estiró y luego caminó hasta mí
en sus bóxers.
— ¿Siempre eres tan temperamental o ese
malestar disminuirá una vez que creas que no estoy creando algún elaborado plan
para meterme en tus pantalones? —Sus manos sujetaron mis hombros y sentí sus
pulgares acariciar mi piel al unísono.
—No soy temperamental.
Se inclinó me susurró en mi oído.
—No quiero acostarme contigo, Boo. Te
aprecio demasiado.
Pasó junto a mí para ir al baño, y que
quedé allí, aturdido. Las palabras de Karam se repetían en mi mente. Jung Yunho
dormía con todos; no pude evitar sentirme deficiente al saber de qué él no
tenía ganas de intentar dormir conmigo.
La puerta se abrió de nuevo y Junsu entró.
— ¡Arriba, arriba, levántate y brilla!
—Sonrió, bostezando.
—Te pareces a tu madre, Junsu. —me quejé,
rebuscando en mi maleta.
—Oh… ¿alguien no durmió bien anoche?
—Él apenas respiró en mi dirección. —le
dije mordazmente.
Una sonrisa iluminó el rostro de Junsu.
—Oh.
— ¿Oh, qué?
—Nada. —dijo él, volviendo a la
habitación de Yoochun.
Yunho estaba en la cocina, tarareando una
canción al azar mientras cocinaba huevos revueltos.
— ¿Estás seguro que no quieres desayunar?
—Me preguntó.
Yoochun y Junsu entraron y Yoochun tomó
dos platos del gabinete, sosteniéndolos mientras Yunho servía una porción en
cada uno. Yoochun puso los platos en la barra, él y Junsu se sentaron juntos,
satisfaciendo el apetito que probablemente gastaron la noche anterior.
—No me mires así, Chun. Lo siento, sólo
que no quiero ir. —dijo Junsu.
—Bebé, la Casa tiene una fiesta de
parejas dos veces al año. —dijo Yoochun mientras masticaba—. Aún falta un mes.
Tendrás tiempo de sobra para encontrar ropa y hacer todas esas cosas de chicos.
—Lo haría, Chun… es muy dulce… pero no
voy a conocer a nadie allí.
—Muchas de los chicos que estarán no
conocen a los demás. —dijo, sorprendido por el rechazo.
Él se dejó caer en su silla.
—Los chicos que son unas perras de la
hermandad son invitados a esas cosas. Todos se conocerán entre sí… será
extraño.
—Vamos, Junsu. No me obligues a ir solo.
—Bueno… ¿tal vez podrías buscar a alguien
para que invite a Jae? —Dijo él, mirándome y luego a Yunho.
Yunho levantó una ceja y Yoochun negó con
la cabeza.
—Yunho no va a fiestas de parejas. Es
algo a donde llevarías tu novio… y Yunho no… ya sabes.
Junsu se encogió de hombros.
—Podemos conseguirle a alguien.
Entrecerré mis ojos en su dirección.
—Te puedo escuchar, sabes.
Junsu usó la cara que él sabía que no
podía decir no.
— ¿Por favor, Jae? Vamos a encontrarte un
buen tipo que sea divertido e ingenioso, y podrás asegurarte que sea guapo… ¡te
prometo que pasarás un buen rato! Y, ¿Quién sabe? Tal vez hasta se lleven bien.
Yunho lanzó el plato al fregadero.
—Yo no he dicho que no lo llevaría.
Puse los ojos en blanco.
—No me hagas ningún favor, Yunho.
—Eso no es lo que quise decir, Boo. Las
fiestas de parejas son para chicos con novios, y todo el mundo sabe que yo no
hago eso de novios. Pero no tendré que preocuparme de que tú esperes un anillo
de compromiso después.
Junsu hizo un puchero.
— ¿Por fis, Jae?
— ¡No me mires así! —Me quejé—. Yunho no
quiere ir, yo no quiero ir… nosotros no seremos muy divertidos.
Yunho se cruzó de brazos y se apoyó en el
fregadero.
—Yo no dije que no quería ir. Creo que
sería divertido si los cuatro asistimos, —se encogió de hombros.
Los ojos de todos se centraron en mí y yo
retrocedí.
— ¿Por qué no pasamos el rato aquí?
Junsu puso mala cara y Yoochun se inclinó
hacia adelante.
—Porque tengo que ir, Jae. Soy un
estudiante de primer año; tengo que asegurarme de que todo pase sin problemas,
que todo el mundo tenga una cerveza en mano, y cosas así.
Yunho cruzó la cocina y envolvió el brazo
alrededor de mis hombros, tirando de mí hacia él.
—Vamos, Boo. ¿Quieres ir conmigo?
Miré a Junsu, luego a Yoochun y,
finalmente, a Yunho.
—Sí. —suspiré.
Junsu chilló y me abrazó, y sentí la mano
de Yoochun mi espalda.
—Gracias, Jae. —dijo Yoochun.
uhhh que emocionante se esta poniendo jejeje Xp
ResponderEliminarMuchas gracias por actualizar XD
Muy buen capitulo me encanto, me parece que se van a armar problemas ya que jae cree que yunho se acosto con todos en el colegio, el no eslo suficientemente atractivo para q yunho se fije en el, puede que por ahi se vayan dando los celos y esas cosas, en fin continualo.
ResponderEliminarsoy nueva aqui pero que buena historia, en verdad esta muuuuuy buena
ResponderEliminarSiento q yunho noqiere q jae se sienta tratado cmo los demas tios q se folla, el va lento qeriendo ser su amigo o inesperadamente se enamorara de el,porq hasta jae ya menciono q ps no le gusto q yunho intente acostarse con el y eso ya ea inicio de algo
ResponderEliminarAggg changmin con jae un minjae?, xD q sean solo celos y yaq
yunho poco a poco se esta ganando a jae aun que jae no se este dando cuenta el tiene trato preferente con yunho por que jae a logrado lo que ninguno de todos esos y ya llego a su cama también siendo que ningún otro lo a echo pero que no iba a ir jae con min a la fiesta o es otra ya quiero saber que cara pondrá yunho cuando se entere que jae saldrá con min XD esta muy divertida y me fascina muy bueno bye bye
ResponderEliminarOh esos son celos? Jae? Jiji
ResponderEliminarYH YH en serio eso de jugar con los semtimientos de los demás no es lindo :/...
Se esta poniendo emocionante
ooohhh...por lo que veo jaejoong siente cositas por yunhoo..
ResponderEliminaren fin veremos qu epasa
gracias por el capitulo
Aajajajajajajajajaj yunhi, colador Jung x'D !
ResponderEliminarA buena hora se vino a descomponer la caldera... Que conviente xD
YH con sus tatuajes y sus luchas, resulto ser un chico listo ^^
El pobre JJ esta asustado de los "amigos" de YH u.u
Eso me gusta YH, que lleves las cosas lento, que intentes conocerlos bien primero antes de saltar sobre él xD
kyaaaaaaa muy lindo el capitulo... poco a poco Jae se pregunta porque Yunho no lo quiere en cama jajajaja despues de seguro va a rogar por tener el privilegio de estar en su cama jajajajaja y Y unho va a querer que Jae lo atrape :) va a dejar de lado su estilo por Jae ..... me parece bien que ambos lo lleven tranquilo hasta que se den cuenta de sus verdaderos sentimientos :)
ResponderEliminarQue emoción, que pasará en la fiesta?, me parece que ahí Min hará que Yunho tenga celos, pues ahora Jae conoce a Min también, y por su encuentro anterior parece ser que Min y Yunho no se llevan muy bien. Parece que habrá celos
ResponderEliminarGracias
jajajaja como que vi una pisquita de celos ahí, ni bien dijieron que le encontrarían pareja a Jae, yunho salto jajajaja... me gusta como está llendo su relación. No quiero que Min se enamoré de Jae, no me gusta ver que se queda solo.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Ohhhh tan bonito. Jajaja. Gracias x la actu. Besos
ResponderEliminarOhhhh tan bonito. Jajaja. Gracias x la actu. Besos
ResponderEliminarJae tiene celitos pero no puede saber lo que piensa junto realmente.
ResponderEliminarJae esta muerto con yunho, pero no lo quiere aceptar ,me encanta yunho despacito,despacito va lograr su objetivo,el si lo ama.......gracias
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