Capítulo 15
Yunho finalmente atravesó la multitud con
la mano de Benny sobre su hombro, susurrándole en el oído. Yunho asintió y
respondió, y mi sangre se heló al verlo tan amigable con el hombre que nos
amenazó hace menos de veinticuatro horas. Yunho disfrutaba en el aplauso y
felicitaciones de su triunfo mientras la multitud retumbaba. Caminaba más
erguido, su sonrisa era más amplia, cuando me alcanzó, plantó un beso rápido en
mi boca.
Pude probar el sudor salado mezclado con
el gusto cobrizo de la sangre sobre sus labios.
Había ganado la pelea, pero no sin unas
cuantas heridas de batalla propias.